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Autora:
Cermeño, Jenny
Facilitadora:
Dra. Libia Silva
En la actualidad el docente tiene retos nuevos que resolver, vivimos en una era digital, donde
cualquier sujeto tiene a su alcance grandes cantidades de información. Es necesario conocer
todas y cada una de las teorías del aprendizaje, adoptando un postura con cada teoría, que
permita utilizar una u otra en función de las necesidades de los estudiantes y, en general, del
grupo y del contexto educativo, sin limitarnos siempre usar la misma teoría e impulsar a
desarrollar las habilidades de cada uno y sobre todo la capacidad creativa, pero las capacidades,
habilidades, destrezas y además aspectos necesarios, necesitan de un sujeto con valores en la
educación, para lograr que los alumnos sean mejores personas, respetuosas, comprensivas con
sus semejantes, además que luchen de forma creativa por solucionar los problemas que existen,
de esta forma se logrará un equilibrio cognitivo y social.
El positivismo, fue una corriente dentro de la filosofía que propugnaba que el conocimiento
científico es el único tipo de conocimiento auténtico. Por ese motivo, la única vía para alcanzarlo
es el método científico. Esta corriente filosófica, que se oponía a la metafísica, derivó de la
epistemología y el empirismo aparecidos a principios del siglo XIX. En ese contexto histórico,
los positivistas fomentaron la aparición de un optimismo histórico basado en la creencia de que
el ser humano y la sociedad estaban en continuo progreso.
Partiendo que la corriente del positivismo surge en el siglo XIX y XX, por el movimiento
dirigido e iniciado por Aguste Comte desde el año 1798 al año 1875 y está orientada al estudio
hacia el conocimiento de los hechos y de la sociedad, resaltando que la teoría sobre el
conocimiento como una interpretación sobre el sentido de la historia y teniendo una posición
política ante la sociedad y el sentido estricto, que concibe al conocimiento no solo como datos
verificables, exactos y sistemático, sino como el aumento de la capacidad de control e
intervención tecnológica sobre los fenómenos. Entre los principales representantes se encuentran
Augusto Comte (fundador), Herbert Spencer y John Stuart Mill.
El positivismo tiene diferentes acepciones lo que significa que tiene su origen en un acto
constitucional, divino o humano, que ha es establecido en lo natural, estable o eterno. Así mismo
es una disminución de la inteligencia humana, que hace posible la metafísica y la ciencia,
implicando atenerse a los hechos que se dan en la experiencia en cuanto al objeto de estudio en
las investigaciones. Por lo tanto el positivista se atiene a la ciencia, donde se reduce al estudio de
hechos sociales al ser humano.
Según Tosta (2005) Define que las corrientes positivistas están basadas en la afirmación, que
permite reflexionar en cuanto a que el estudio del eje temático constituye un hecho social digno
para ser estudiado desde la óptica del positivismo, ya que es el regulado mediante normas
vigentes de obligatorio cumplimiento (p.10).
Del mismo modo Nicolás Abbagnano, refleja “el positivismo como la ciencia que se
considera como única manifestación legitima de lo infinito y por ello se llena de significación
religiosa, pretendiendo suplantar a las religiones tradicionales” (p.1).
Por otro lado Comte, señala que los problemas sociales y morales han de ser analizados desde
una perspectiva científica positiva que se fundamenta en la observación empírica de los
fenómenos y que permite descubrir y explicar el comportamiento de las cosas en términos de
leyes universales y susceptible de ser utilizadas en proyectos de la humanidad a través de las
ciencias positivas podrán hallar las leyes que gobiernan no solo la naturaleza, sino nuestra propia
historia social, entendida como la sucesión y el progreso de determinados llamados estados
sociales diferentes que se corresponden con distintos grados de desarrollo intelectual. De tal
forma que las ciencias positivas indican en los saberes una relación inversamente proporcional
entre el grado de complejidad y el ámbito de aplicación. Un ejemplo de las ciencias positivas se
encuentra las matemáticas, que son aplicables en todos los campos con una complejidad muy
reducida.
No obstante Comte en sus últimos años, estableció una síntesis subjetiva de sus
planteamientos anteriores resumida en el concepto de “Religión de la Humanidad”, criticada por
su discípulo Emile Littre por considerarla una vuelta al espíritu teológico. En conclusión el
positivismo de Comte entiende los problemas sociales como desordenes orgánicos del sistema y
propone como solución reformas ejecutadas por el poder y la fuerza, donde integren si es
necesario a todos los miembros de la sociedad, a la humanidad entera. Con la
doctrina positivista, Comte pretendía la reorganización de la vida social para el bien de la
humanidad, a través del conocimiento científico y el control de las fuerzas naturales.
Por lo tanto, en el positivismo, la base del conocimiento son los hechos comprobados., que
se adquiere a través de proceso de comprobación del método científico y está enfocada en las
ciencias naturales y no considera los conocimientos previos ni los incorpora a los nuevos
conocimientos, aportando a la educación conseguir un individuo inflexible, de mentalidad
cerrada, individualista. Entre los aportes a la educación encontramos: contribuir históricamente a
la construcción del conocimiento científico, resultando modelos neoliberales y de globalización,
sistematización del conocimiento científico sobre la sociedad al describir sus problemas, proveer
las bases epistemológicas a las ciencias y a la educación científica poniendo fin a la educación
colonial escolástica.
Como autores claves del constructivismo cabe resaltar a Jean Piaget que se centra en la teoría
psicogenética, Lev Vygotsky en las interacciones sociales y la zona de desarrollo próximo,
Bruner con su concepto de andamiaje y por ultimo Ausubel con su aprendizaje significativo.
El papel del docente debe ser de moderador, coordinador, facilitador, mediador y al mismo
tiempo participativo, es decir debe contextualizar las distintas actividades del proceso de
aprendizaje. Además es el responsable de crear un clima afectivo, armónico, de mutua confianza
entre docente y discente partiendo siempre de la situación en que se encuentra el estudiante,
valorando los intereses de estos y sus diferencias individuales. Además debe ser conocedor de
sus necesidades evolutivas, y de los estímulos que reciba de los contextos donde se relaciona:
familiares, educativos, sociales. Así este docente debe estimular y al mismo tiempo aceptar la
iniciativa y la autonomía del aprendiz. Su docencia se debe basar en el uso y manejo de
terminología cognitiva tal como clasificar, analizar, predecir, crear, inferir, deducir, estimar,
elaborar, pensar. Para ello la materia prima y fuentes primarias deben ser materiales físicos,
interactivos y manipulables. Fomenta la participación activa no solo individual sino grupal con el
planteamiento de cuestiones que necesitan respuestas muy bien reflexionadas.
En este proceso de aprendizaje constructivo, el docente cede su protagonismo al estudiante
quien asume el papel fundamental en su propio proceso de formación. Es el propio estudiante
quien habrá de lograr la transferencia de lo teórico hacia ámbitos prácticos, situados en contextos
reales. Así, se observa cómo en los niveles preescolares se les da a conocer a los niños diferentes
conocimientos a partir de la experiencia, en actividades como sembrar plantas, hacer figuras con
bloques, entre otros. Ya a niveles más altos, por ejemplo en la educación superior, los proyectos,
aprendizajes basados en problemas reales, simuladores y prácticas situadas hacen que el
estudiante pueda contextualizar de manera palpable lo que se vio en la teoría y sobre todo su
utilidad.
Desde el punto de vista referencial se puede concluir que positivismo se enfoca en establecer
las causas de los hechos en la concepción dialéctica del conocimiento partiendo que los
fenómenos buscan solo hechos y leyes, se limita al positivismo, a lo que esta dado por esa misma
razón y se caracteriza como el verdadero saber humano en las cuales se halla en las ciencias
como la matemática y la física que están desarrollas de manera autónoma; definiendo el
establecimientos de los hechos y de las leyes que lo regulan.
El positivismo utiliza los sentidos en la observación del medio donde se desarrollan los
conocimientos buscando el establecimiento de las leyes que rigen la realidad considerando al
“hecho” como la única realidad científica. Esta corriente se basa en que la realidad es una sola,
para poder decir que se puede realizar la experimentación y se da por hecho que existe una
realidad o verdad, que se debe alcanzar, por lo tanto no considera los conocimientos previos ni
los incorpora a los nuevos.
Andreu Abela J., García Nieto A., Pérez Corbacho A.M. (2007). Evolución de la Teoría
Fundamentada como técnica de análisis cualitativo, Madrid, Centro de Investigaciones
Sociológicas - CIS.