Convenio Andrés Bello

(Elaborado por: Regina Martínez y Jenny Cermeño)

Partiendo de las instrucciones emanadas por parte del profesor de la asignatura: Educación
para el Desarrollo y la Integración de América Latina. El inicio y realización del presente
foro el cual tomamos como marco referencial El Convenio Andrés Bello.
El Convenio Andrés Bello fue suscrito en Bogotá el 31 de Enero 1970 y sustituido en Madrid
en el año 1990 con la participación de los países Colombia, Panamá, Chile, Uruguay, España,
Venezuela, Ecuador, Republica Dominicana, entre otros. Éste convenio tiene como propósito
favorecer el fortalecimiento de los procesos de integración, donde la misión fundamental del
mencionado convenio viene a conformar una organización internacional y de carácter
intergubernamental y de esta forma la integración, la configuración de un desarrollo y de un
espacio cultural común.
De esta forma el convenio busca generar consensos y cursos de acción en la cultura,
educación, ciencia y tecnología con la finalidad de que sus beneficios contribuyan a un
desarrollo equitativo, sostenible y democrático de los países miembros. De igual manera su
visión viene a conformar la configuración de una comunidad de naciones a partir de la
consolidación de una cultura integradora mediante la promoción y el desarrollo de políticas
vinculadas al bienestar de los pueblos y de los países miembros. Así mismo surge como
iniciativa cultural, educativa y científica en los Países Andinos en aras de desarrollar la
integración como verdadero propósito.
Entre sus principales disposiciones el convenio planteaba como tarea planificar la educación,
la ciencia y la tecnología en concordancia con las necesidades que se producían de la integración
económica. Este planteamiento se puede corroborar en el artículo vigésimo cuarto del
mencionado tratado: “Planificar la educación y la integración científica y tecnológica en
consonancia con las necesidades de la región y principalmente las derivativas de la integración
económica de los países signatarios” ( V.Fernández).
Se resalta, que el pensamiento del CAB en sus inicios reflejaba claramente la concepción de
la integración cultural, era un sustento o una plataforma para que la integración económica
generara los beneficios deseados y donde las naciones suscritas al convenio los cuales
evidenciaban el peso relevante, que aún tenía el aspecto económico de los supuestos
desarrollistas de la época. No obstante no se puede negar que el pensamiento Latinoamericano y
en especial el pensamiento integracionista de la Región Andina lograron grandes avances en este
sentido, ya que durante los años setenta los procesos de integración comenzaron a tener una
mayor presencia en los modelos desarrollista.
Todo lo antes señalado, Andrés Bello sigue siendo el factor de integración fundamental en
nuestro proceso desarrollista de los tiempos actuales, siendo este un modelo a seguir que marcó
en nuestro criterio de nuestro grupo, la relevancia visionaria de ese gran personaje venezolano
que se destacó en la historia de un antes y un después en América Latina. Resaltando a la
educación como punto referencial en la búsqueda de avanzar y progresar en una educación
cónsona con la realidad que se vive actualmente, sin obstáculos que pueda retroceder los pasos
agigantados que debe tener un verdadero desarrollo progresista latinoamericano. Este convenio
de integración humanista de Don Andrés Bello, donde la educación americana era uno de sus
principios e ideas innovadoras representadas en América Latina con una ilustración más viva en
su acción educativa intangible, que fue un verdadero avance en pro de la liberación, el desarrollo
y la transformación educativa de nuestro pueblo e identidad Latinoamericana.