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Paicl(rsEstética Arthur C.

Danto
10. V. Kumlinsky
G t zt ¡n ¿iI i t'¿r tk' /¿t c reo ci ó n. l.)l.fi t n ro de Ia pinh tra
l l . N 4 .l l l 1 r s : l t i 1 1
l{islr¡ri¡ tl<' k¡s ctilu'cs
ELABIJSODE LA BELLEZA
12. (). Schk:nrrnct
I':\cti | ()s sol)re il'lc
13. l{. ti'y
ltisi(irt t,dis(rio La estética y el concepto del arte
1.1. F. Li,gcr
Iitttt'it¡ttcs tlc kt pinilna
15. l\t. M. llonc:tyokr
Itt cittrlrul
I(r. l'. Frrncuste'l
La r<mlitlarl.filltualiur [. Dl ,ndrco iillaghu.trío de la chpresión-figt.t.tcttiL)a
17. ll l;r¿ncírstel
[rr nrrlirtarl.fi,rltrtatila II. M tfuieto.fi.guratiLto )t srt testinrc)rxío en la bistoria
19. V. lianclinsl<_vy F. N{rrc
Iil.¡¡nd? ilz1tl
¿l. L. \vittgcrlstcir)
( )l )s?t't'( t c k )| tes s( ilt ra los cc¡kres
22. Il. Anrllcir).)
(.bt ts¡¿eftkti()t res s tht'e la cdtt cackin aft ística
2-1. .1.l'rtrvlik
'lfunflt
d<,1ctirn'
2i. \'. hrtnclinsl<¡'
I )t' ht asl¡iriltt¿tl t'¡t el añc
15. \/. I{rrndinsl<v
l't tttlr¡.1'Ihun xltn' cl plano
26. .T.(irstu
La.tst¡rtuntilicu
27. N. l\)ucr
()tré es trtt distti¿tckr
2S. I'i.l']anof.sky
.*¡ltn't4 estík¡
19. Il. S:tttró
Iil lrristr.it'anrcrci¿tl de lu cittclacl
30. ti. S:rtué
lil lnristrl,q<'conrt\L'íolde Id ciutdt
. l L A . ( 1 .l ) a n t o
I r r t n rt r li,rltrft rt'i t itr t k'I It ryar t ott t ti rt
J-2.(i. ()r'ccnlrcry
,\ttu l,cilltilt\t
J.J. I). lJor¡rrlit'rry A. l):ttl>r:l
lil ttt¡tt¡r¿tltnlt'
J , , í .S . I ) : r l í
( )drl(t dl)¡ct|(t o,Sah,tukn'Dalí
3i. V. \¿tn (l()gh
(,itrltts a 'l-l.tao
J(r. [.. Shinrr
Lrt itt¿t,ut'itittd<'laÍe
J7. A. (;.l):rnt()
lil ¿tlltst¡tlt'lu lN'llaztt
PAIDOS
Earcelona. BuenosAi€s . México
2. LA VANGUAITDIAINTRAII.BLE

rt le
un loco e incontcniblecleseocleasesiurtt'
'r",,"lllt
'l'ltts 'l
l:,r¡r zlHrr

-sLlplresta
casi al principio de una temporadaen el infierno
crónica alegóricade la ternpestuosarelación de su autor con el
poeta Paulverlaine-, Rimbaudescribe:"LJnanoche,sentéa la Be-
-Y la inir-rrié"''La
lleza en mis rodillas. -Y la encontré amarga.
de
cle la belleza, seriauna epidernia entre los ¿tt'tiste.s
"2r]1¿tfgurz
vanguardiadel siguientesiglo, pero no era un pensalnicllt() co-
rriente en 7873,cuando Rimbaud publicó su poellla En el tetrato
de grupo realiza<lopor Fantin-Latourun año antes, urt coitt de 7a-
á/e,Rimbaud aparece sentado con Verlaine y otros [6fietnigs en
un gfupo llamaclo Lesuillains bonhommes,donde poclríaclecirse
que verlaine y Rimbaud eran,Josmás villanos".El retrato cle Itim-
baucl-el único retrato suyo que meÍezc1rtal nomllre clel clueclis-
ponemos- es el de un joven excepcionalmentehermoso,c¿tsian-
gélico, con rizos dorados,mostradoen actitud pensativa'Contalra
dieciocho años y era un calavera;yla discrepanciaentre el perso-

1. Aquí Danto cita la tr.aduccióninglesadel versc¡("AnclI abusecllter,). l,os tftltlt¡cto-


cl
res españoles cle Rimb¿ucl no clan clel toclo la razón a l)anto, al tt:tchtcit sistc¡rl':ttj(lullcntc
I',i injunée cleliir'b¿trcl p<t Y la íniuié, y uo p.r "Y aSusé dc ell¿" A k> ¡rrg' ¿el lilrrtr
.le
(N. dd l.)
alternar.emos,en función cle los matices clel contexto, eI|lre ir¡iuiary ¿tbttvr'

70
nrrie y sll aspecto exterior, collro en el Dorian Gray de Oscar Wil- a las personasque son importantes,,. Kant afln-naa continttat:itinrltte
cle, cs una característicra nota discordante que ha contribuido a dar .el principio subjetivocleljuicio de 1obello eri rcpresent¿lclo comrr
nr¿rlaf'¿rrnaa la belleza. Labajeza del personaje se extiencle hasta ttniuersal,es decir,como aceptable para l)esclt-
tocl<ts". estltripticlt,
sr.r,spref'elenci¿tsestéticas, qLle él rnismo cataloga en el apartado la iniuria a labelleza encarnasimlrólicamentetln atentacloa la tu<>
Delires clesu poeln¿l: "Pinturas idiotas, sobrepuertas, clecoLaciones, ral y, por lo tanto,a la humanidadmisma..Me hc annaclocontralrt
cuaclros cle saltirnbanqttis, enseñas, estamp¿rspopulares; la litera- justicia',dice Riml>attcl tras confesarstt critnen.l'il poernadescrilrc
cle rnocla, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía,
tula pe.s:rcl:r el precio que se vio obligztclo^ p^g^r.
novclas clc nuestras abuelas, cllentos cle hadas, libritos de la in-
funciu, viejas ó¡reras, refranes estírpiclos,ritmcls ingenuos". Lo que
r-ro¡-r<xlíusaberIlirnbaud era que un siglo despuéssu inventario ANlnopolocÍ,cDs tA BELLET-A
:rcab:uílrcncajanckren el canon cleuna estéticaalternativa,bajo el
epígraf-e clel"canrp,. No estáclaro qr:e a Kant la injurizra la belleza,si hubierasitkr
Arrnqueuo seami intención lanzarmea interpretarel poema capazde ilaginarla, tuviera que parecerleipso.factotrn periuici<r
cle Rimbrrucl,cluizírse pueda leer como un homenajedel autor al moral, ya que 1¿bellezaitnicamentesintbr¡lízal¿tmoraliclacl, y ell-
lxrler clela lrclleza,pesea susdiscrepanciascon ella. Hastaque abu- tre los juicios mor¿rlesy los estéticossól<¡se clala clasecle anal<>
s<icle lu lrclleza en la tercera línea, sr¡ vida había sido un festín, gía,siguienclosu eiertrplo.que puecleexistirentretln cstaclrly ttn
.cloncletrxkls los corazollesse abrían,donde todos los vinos ma- cllerpo animado.Por tanto, sólo en un plano silnbtilic<r;los intpe-
nuban,.Ahora,sin embargo,es corno si el poeta estuvieraconde- rativosestétict-rsson ittrperativosrllorales.Kent re('on()Ce ('n(ltlc
nackra h locura-Llna temporadaen el infierno- colrto castigo. temasde bellezano toctoel mundo est¿rrá cleactterclocnjtocloslos
Él nrisrnotitula explícitamenteelapartaclodel poema cloncledes- casospafticulares,pero la analogíarec¡uierela creencieeh qtrecle-
tlrcasus plefi:renciasantiestéticascomo Deliños.El apartadose cie- bieran hacerlo,inclepenclientemente cle la ftrerzacleclic'hoclelx'r.
rrll colr un aparenteretolno cle Rirnbaudala nzón, aunque tam- En la llustraciónse creíaque ttn<lsmisnlosprincipklsnxl.rales -le
biérrpr"recia leersebajo una profunclaironía:"Todo eso ha pasado. Reglade Oro por ejemplcl- clebíancleencontrltrsecn'tocl¿ts lrts
FIoysé saluclara la belleza'.Es como si Rimbaudintuyeraun pen- socieclacles, parccerírt
con lo que la tlniversaliclacl crrcxttlnsivrt ¿rlrt
s¿rnricrrto c¡ueclucloilegasea leer en la Crítica deljtrício de Kant: humaniclacl.¿Semantenclríael paralelislnorespectoa lir lrellezai'
"Lo ltello es el sinbolcl clela moralidad,. Resultainteresantecomprobar que Kltnt tn:tneialxtlas clif'etencirrs
El texto cleKant no siemprercsulLafácilde seguir,pero su men- moralesy estéticascletnoclossistentáticalnetrte ¡raralclos.Leycncltr
sejc'cseviclente:c¡Lrealgo nos parezcabello no sólo irnplicaque los viajes del capitírnCook clescubrió los lüares clcl Sttr y es evi-
sintarnos¡rlaceral experimentarlo.Lo bello .agraday pretencleel dente que la otredaclclelas socieclacles clescritasptlr Cook lc c:ttl-
¿rsentimiento universal,.Por ello, -el espírituse sienteen estoconlo só r'tna llondlr irttpresión' Kltnt se pregtllltll si rlrrs,llt¡sscl'ílllllrls lll.-
ennoblc'ciclo,y se eleva por encima de estasirnple capacidad,en r¿rhuentecapacescle vivir esasotl'tlsviclas.Entre [a t'astrístielt
vilttrclclc la cual recibimoscon placer las impresionessensibles,y enumeraclapara ilustrarla acciónclelimperativocategírricrr, lxthla
cstiureel valor clc los cleurírsconfonne a esta misma rnáximadel de r,rnindivicluocon talento qLlese enctlcntra cn circttnstan-
tll-llls
juicio,.Al enumerarl<l.s criteri<lsclecorativos seguiclosen la creación cias cómocl:rs.y ¡rrefiereir en búsqtreclaclc pl:ttct'cs¿tesfirrzarsc
cleun hogar p¿lracx presicfiario.s, el directorclelcentrodijo: .Quisi- capltcicltclesnlttttt'lles'.Si
por ampliar y tneiorarstts afitrtttnacla.s
r.lxrshucerlobello porque la bellezae.simportante.Lo bello les dice toclosvivieren colno .los haltitantescle los N'[;trcs
clelSllr",eso cs-

u0 til
taríl cntcrentcltteen consotrancilt cotr las leyesdc la naturalcza;
asi ¡lrcs, una lot'tltul;tcitllclcl itnpcrativo categtiricclperuitiría que
tru h<lnrltre"dciaraelltnoheccrsustalentosy entregasestl vida a Ia
ociosiducl, el legocijo), la rcproclttcciÓn, (Kltrt cs incltpltztlc llcn-
sar cl sexr.r, ni sic¡r:iclaen los Mare.sclelSut',ctl términosque no
sc'an l()s tlc lrt plrrreación ). l)er<tnnlolr'o.s "tlo poclenlosclesearen
nrorl<lllgrrno c¡ttcéstasc r'onvitrtltcn llna ley natr.rral ltniversal'.
p(xprc "en culnto ser t'acional,necesariafiIetlte quiere que se de-
sarrrllcn toclaslas facultaclesen é1, ya qile le hlrl sido cladasy le
silvcn para t<rlo género cle propósitosposibles,.Conclusión:los
isleñosclelos IVIatcs del Sur,aun sin ser demasiadoracionales,de-
hrían vivir con arreglo a la étic¿protestantcy eso es lo que no-
cllscñltt'lc¡s
sotrosclclrc'r.t'tt.rs ct-lntlestrorol ck' trlisitrncttlstllot-ltlcs.
hlrnt rro tlrirningútt t.crllttivistlt urol'ltl.L<tc¡ltellat'l los l'elativistlts
sc¡nclif'clcncies culturalcs,pal'aKant son diferenciasen el clesarro-
lkr a inragenclc las clif-crencias entre niños y adultos.Los isleños
clc krs Malesdel Sur son europeosprirnitivos,igtral que un niño
es un aclultolllirttitivo.
Pero de fi-¡rmaanáloga Kant rechazala estética de los Mares
dcl Sur,tll y ccluroél la entiencle.Ilasándose,sllponelros, en ilus-
trlcioncs clecarítctcrirntropológicoque debieron llegar a sus lna-
nos, Kant sabíacluehay partesdel tnundo donde lc¡shombresse
recubrenc()n Llnacspeciede tatuajeen espiral:"Sepodría adere-
zar rrfl figura con toclaclasede espiralesy líneasdelgadaspero
regularc.s, colno hacenkrs neozelandeses con slls tatuaies,con tal
clc que no se tratarxde le figura de un ser humano,, escribeen Ia
Criticc¿dal.iuicio; y en el urismo capítulo afirma: .Cabría agregar
nluchascosasa un edificio para el inmediatc-r cleleitedel ojo, con Frcun¡ 6. Grabado de un honlbre tatuaclo'
esot'A cosa'
No es <¡rnametztt¿ciótl':
tal cle<¡ucno se trataracleuna iglesia'.Son imperativosdel gusto,
y solprende que per¿lKant el tatuajese¿lLlrlamera forma de or-
naurentaci(rn, corlx),pongamos,la estatuariadorada de una igle- significado,de la claseqlle sea,que dicho tatuajepuedaconllevar:
sia, cn vez cleuna seriede marcasque pueclen,como la antropo- desÍrezamilitar, por ejernplo, o categoríacÓsmica,o como testl-
kryía ha clemostrado,no tener nada que ver con el ernbelleciniento rnonio clehaber superadoalgunaorclalía'Algo parecidopasacorl
.sinoscrvir pera conectara la personatatuadacon Lln orden más las espiralesde bronce que llevan las muierespaduangclellirmrt-
irm¡rlio clelmunclo.Puedeqr"reel tatr.rajenos haga admirar a su por- nia. El número y altura de las espiralespueclenexpresal'qrlesll
ta(lor;l-loscú tantt-r, por lazonesestéticascomo por el
sin ernbargcl, pofiacloraes ¡na figura importantesin ser tln atribr¡tgcle bellcza.

fl2 83
\- alg<;par-ecickl poclríacl¿rseen las ornamentacionesde esa igle- caso,lo que insiniraHegel es que los chinos o lrien no tieneniclea
silt ltarrclc¿ralcmanaque a Kant le parece,por supuesto,ofensiva de la bellezao sll icleede ella es errónea.A cliferenciacle krs ar-
rtl gtrsto,como si larspasionesclela iconoclasianoreuropeaftreran tistasde Oceaníao África, en sus dibulos sí se traslttcela cornpe-
lnerasexpresionesclerepugnanciaestétic¿r. Ambos deberán,pues, tencia mimética.El chino -observaatentlmente cttítntase.scAll'lÍts
serr.'itlomclos en términosde jr-riciocognitivo y no estético.No es- tiene una carpal cuántosdientes poseen las htriescleun árbol, ctc',
toy cliciencloc1r-re tocloslos casosdel llamacktembellecimientoad- [perol lo Elevado,lo Ideal y lo bello no son el teneno clcstt arte y
rlitan esta relcctrtra,pero la posibilidad sugiereque una belleza de su técnica'.Obviamente,señaal'rstlrdotacharclepritnitivlt a una
tunivcrsalpoclríaser enteramentecompatible con las diferencias gran civilizacióncomo la china. De hecho, ya cflr tln tanto allsr"tr-
culturales;el error seríaentoncesnLlestroal consiclerarciertasco- do pensarque los artistasoceánicoso africanoseran primitivos,
s:rsconlo e.stéticas cuanclosu función es muy clistinta,más cogni- dando por sentadoque su meta era alcanzarla lxlleza a trevés(le
til'a. L:rcliversiclacl estéticadel arte munclialpuede convivir con la una mimesisexact¿l,pero que, como niños, no estlban a la altttra
icleacleuna lrcllezamírso menos igual en todas partes,bastacon de la tareay lo írnico qlle necesitabanera una sí)liclaecltlc¿ciónen
que estemosclispuestos a defenderla tesisy pensemosque allí beaux arts.Hegel conlenta,agrio, que los chinos son "clctrl¿siacl<>
cl<lncle se la encuentreev<tcaría una mismasensaciónde elevación orgullosospara aprendernada cle los etlropeos,aunqLlea metltl-
en el cspectacktr. do deban reconocersu lnuestralsuperioridad,.En hrln(rra la ver-
Si,por otra p?lrte,el tatuajeen lc¡sM¿lresdel Surresultaen ver- dad histórica,los chinos sí reconocieronla correcciónobjetivade
cl¿rcl l;ello .a lo.sojos cle los isleñosclel Mar clel Sur', Kant se sien- la perspectivaoccidentalctlandolos misionerosles enseñaronal-
te capazcleopinar que, sencillamente,se equiv<ran. No sabenlo gunasmuestrasde ella en el siglo xw. Sttactitucl,sin enltl'ltgo,fite
quc't:s la belleza,que él definiríaen ténninos de lo que nosotros la de "¿yqué?".clancloa entenderqlte no existelo correctoy lo in-
clir'íanros una Estétic¿t Protestante.HastaHegel, que yo sepael pri- correcto,sino que la correcciónílptica no tenía naclaqlre ver c()n
turerccle los grandesfilósofosque hizo un esfuerzoserio en con- la pintura tal y como ellos la practicabanen su propi:tlctrlttrra. El
terurplarpintura y escucharmúsica,y que, como vercmos,fue Lln arte chino, en cualquiercaso,era ltl bastante collx)
lrc'rllltlscl pltl'a
extra(ndin¿lrio críticoclearte,tuvo problemascon otrastradiciones. que los europeosse apropiarancleél con fines clecoraljvosclescle
.Los clrino.s',afirrna en sLlsLeccionesde.filosoJíade la bistoria, -po- el siglo xvlt. La cultura china, sin embargo,:llitnentitbattnit iclea
seen,con'rocaracterística general,r-lnanotable capacidadde imita- muy clistintaclelas metasclela representacióny clcll itlrprlrtancia
ci<in,c¡ucse ejerrcitano sólo en la vida cotidianasino también en de la verdad visual.Y en cambio nacliepoclríaclescribirstr arte
el artc.T<xlavíano han tenido éxito a la hor;r clerepresentarlo be- como algo feo, concliciónde la máximade RogerFry segúnla cr-ral
lkr conro bcllo; porque en slrs pinturas,la perspectivay las som- las cosasse percibiríancomo feashastaqtle slr l;ellezafiresecles-
lrr¿rsbrillan por slr ausencia'.Entreparéntesis:ClementGreenber¡¡ cubierta.Era Hegel quien necesit¿rba una edtlcaciónest¿'tica, ('()n
obselr.írcrnciertaoc¿rsiírn <1ueManetclcsplaz:rba las sombrashas- Su obsesiónpor el paracligma fenacentistacle la nlintesis ct¡ltl<l
tu los l.xrrclc:s clc sus fornras-porque. supone Greenberg,así las ideal.Pero,aligualqr.retodo el mundo,como í'l nlismoafinllaen
ve:í:ren lasfirtogralías-, cot] lo que aplanabalinevit¿rblenrente susfi- su Prefacioa La.filosofíadel derecho,era hiio cle.sttépoc'e.
eLlrls,lo cr¡alexplica hastacierto punto las protestascontrasus Como moderno que era, RclgerFry crlmprencliílcltreel r'íncu-
olrlu.s,al ticnrpo que jr-r.stific:r <1ueGreenbergconsiclere.se a Manet lo entre belleza y fepfesentaci(rnmimética se h¿bíaf'lexihilizaclo
el prinrcr pintor moclerno,por haber claclocon ese cálrircterplano en su époczr.Sabíaque er¿rimposibleconvenccra los críticoshos-
r¡re Grccnbergcleclar<irtributo específicocle la pintura. En todo tiles a su exposicióncle qr:e Cézanneo Pica.sso nltlestranel lntttr-

u4 85
le clelrcen lo lr-
clotal y c<unoIo veuros,aunqLredescleluego hr-rbierateóricosdis- cabayaa su fin y nuestraera presente,qLletanto
tísticoa Duchamp, empezabatímiclat'nente a vel la luz'
pucst()sl rlcfenderestatesis.Fry prefirióen cambioproclamarque
es()no tcníuinr¡lortancia y qtreel énfasisno debíerecaeren la vi- Err1905,nreclitarrclosc¡breelpleitoLlnt'.int()allsut.tltlelllt'c
púrblicolontli-
si<insinr¡ cn el diseño,por emplear los términosde su célebre whistler y Ruskin c¡uel-rabíasiclo la corniclilladel
estrlra eu ltr
.y cliseñrt.Entr¡ncespoclrernosver la belleza del arte
título l/¡.siort nenseen 1879,Ptoustescribióque mientras\flhistler
afl'icanoy c'hinri,clespuéscle haber renunciadoa los engañosos ciertoalclecilqueexisteunaclistinciónentfcarteyttltlrltlicllcl,crl
t|-tc toclogt'rtn
critcrios nimóticos que tan irnportante.s eran para Ilegel. Al flexi- distintoplano Ruskintambiénteníalazón al'.rflrnrar
bilizar el vínculoentrel;ellezay mimesis,Fry estuvoa un paso de arte es mclraliclacl. Ya hemosvisto que en 1903Moote'atgtttucut<i'
estalraentre los bie-
convefiirsecn Lrngran críticoformalistade afte, pero colrlo siguió sin pestañear,que la concienciacle la belleza
p(F
contenr¡rlanckrel vínculo entre arte y bellezacomo una conexión nes rnoralessupremos.Creo que, sin temor a eqltivocalnos'
en el incipiente siglo xx etl la cltre
ncccsaria,clemodo que el afte siempreseríapor necesidadbello, demoshablar cleuna atn-Iósfefa
la imagen rimb¿rucliana cle iniuria a la bellezaaúlnhabría siclovis-
no se fc llcgó u ocurrir'.cotno teírrico,ql¡e ha habido tradiciones
l)):ls
a11ístjclrscr)trrlrscn lusc¡ttela bellczanuncirfue importante.l,abe- t t c ( ) l l l oU i tí t t J ( l Utcr h n l u l i t l i t l l t cNl ., ¡ l ) t l t ' t . hi trt l l r g i r t l t r ' ! ( " \ t ( )
cle l9l9 crl lit t¡r-tc l)tt-
llcza no cra el alco iris que nos esperabacolno recorrlpensaa una gráticctile injuriaa la bellcza(ltlc esrrolrre
Lisa y escn-
obscruacii)r-l prolongacla.Nunca la contemplaciónestéticaha sido Ihuntp clibuióun bigote sobre una postal clela Mona
ese paradigma cle la c¡uintle-
el úrniconlodo aclecuadocle abordar el arte. En otras palabras,a bió una pequeña obsceniclaclbajo
es clullpo cle'
Fry nunca'i;ele <lcurrió,como tampocose le ocurrió a Ruskin,que sencia del arte. Como todo Duchallp, esta obra
fuertementecontrapuestas, pero nle f{LIStl rír tlsxl'-
la bellezaIncontestablemente presenteen, por ejemplo, las gran- interpretaciones
cal'tll-¡io clc rtcti-
dcs catech¿les, fuera vilvez más un medio que un fin. No se tra- la aqticomo inclicador histórico cle un prof'unclo
crentl'eltlle en
taha clc plantarsefrente al templo y quedarseboqr.riabiertoante sLt tud qlle requiereuna explicaciónhistórica'Quisiera
inmcnsolt-
onlarrcntación:habíaque entraren la iglesia,siendo la bellezael un episodiáen h hisrtriá clelartecluranteel cual,con
ccbo, conxr tan a menudo pasaen las lelacionessexuales. neflciopara|acompr.ensiÓnfilosóficadelarte,seabriócle|initiva-
Era una l'rrccha
El úrnicoconternporáneode Fry que dio muestrasde entender mente una brechalógica entre el arte y la belleza'
la idea fue MarcelDuchamp.En unasconversaciones de 1967,Du- quehabíapermanecidoinvisibleparalosnrienrblosclel}loonls-
llo elall etl
ch:unp dijo: "Descle Courbet, se ha creídoque la pintura se dirige bury quienes,a pesarde todos sus idealesmoclern<ls'
verla porqtle tcnían
a le retina. Éseha sido el error cle todo el mundo. ¡El estremeci- esenciasino eclwarclianostardíos.No supieron
las obras cle artc
micnto retinall,.Su argumentotiene mucho de histórico:"Antesla la iclea,expresadaen Ia máxima de Fry, cle que
pintura cunrplíaotrasft¡nciones,podía ser filosófica,religiosa,mo- percibiclasconrofeasseríanfinalmentepercibidascorrrobcllas.Y,
'loclo a decir verdacl,estamáxima siguió clictan<lo 1oc¡uepochíamoslla-
ral. nuestrosiglo es absolutamenteretinal, salvo en el caso
cle uttes-
cle los surrealistas, qlre intentaronir un poco más allá,. Duchamp, mar el a prioride la percepciónartísticahastael umllral
Clement
a quien volveré,le contó estoa Piene Cabanne,pero él habíasido tra época. "Tocloarte profunclamenteoliginal"' cleclaró
tníts alta res-
prácticaurentee'lúrnicoen reconocerla profunda desconexióncon- Greenberg,"inicialmentese percibe como feo'' "1'a
dijoJohn Cage
celrttralentre at'tey estéticaen sus readymadesde 1913-1915,mo- ponsabiliJaddel artistaes la cleesconderla belleza"
cl Huiku de
nlento (fuc, cn térnilnos de historia del arte, fue el apropiado para fn la llamada ConferenciaJulliarcl cle 7952,citando
que estx idea cc¡braracartade naturalezacomo posibilidadfilosó- \Xl.H.Blythe.Enmiopínión,laaperturadees¿tbrechaeshallclt'-
tación de lo que yo clenominaréVanguarclia Intratable'
ficrr,ctranckrk-lrlue podríamclsdenominarIa.Era de [a Estética,to-

r.i7
86
LJN,r
Rryr[inA coN'rIrA
LAI]ELLEZA cribe Kant, introcluciendotln no tnuy:lgraciaclotémlino ret<irico,
es una hipotiposisde que presentalos ctlncept<)s
la mor¿rliclacl, lno-
A flrr cle contextu¿rlizar mi explicación histórica,me gustaría rales con ciert¿rintensidad y poesía."A tnentlclo",ohservll Kltttt'
-describimosobietos hellos cle la nattlralezao el ¿rte con ayucla
volver lrrevementea la filosofíade Moore y, en concreto,al víncu-
clenombresque parecenintroclucirltnerapreciacií>n mrlral en sLls
lo entre lctsclo.sbienes supremosqr,reexamina.Moore ve Ltnaco-
nexi(rnclaraentre bonclacly belleza."Pareceprobable que lo be- fundamentos.Decimosque tlnos edificklso tlnos árb<llesson ina-
ll<rdclra cle./irtirce
como zrquellocuya contemplaciónadmiradaes iestr-rososy magníficos,unos paisajesristteñosy alegres,e inclusrr
en sí nrisurabuena.' Los closvalores,afirma, están tan relaciona- de los colores afinnamos qtle son inocentes,lnoclestos,tiernos,
closentresí "r1uetocloaquello que es hermosoes tambiénbueno". porqlle excitansensacionesque poseenalg<lanítl<lgoa la c<ln-
)'añuclc:"Decircluealgo es bello es decil no qLleseaen sí bue- cienciadel estadoanímicoque suscitanlos juicios morales'.Sed¿r
en el juicio estético,sin embargo,tln clesinterés implícitoy LtnaLlni-
no, sino que e.sun elementonecesariode algo que es:probar que
versalidad,que en la filosofía de Kant era el sir¿cqua non clelzt
rlgo es vc.rclltcleramente hennoso es probar que un conjunto,con
el c¡treguercl:luna relación específicacomo parte, es verdadera- conductamoral. La personaqtte valorala experienciaestéticapo-
mente lruenct,.Así pues, para Moore hay una relacióncasicle im- seeun refinamientomoral en tanto él o ella resultanennoblccic[rts
pliceciónentreel arte y la belleza,y entre la bellezay la bonclad. a travésdel desinterés.Recorcleltlos, asimismo,que Krrntclefiníalzr
Ilustracióncomo la mayoría de eclacl una etapa
clela htlnlaniclacl,
"Ilrrcr"lantoa la preguntade cuáles sonlascualidadesmentalesen
lirsc¡uela cogniciónrcsultaesencialpara el valor clelas relaciones cultural que él hubiera supuestoque los isleñoscleltls Mares<lel
lnrnranas,estírclaro rpre incluyen,en primer lugar,todasaquellas Surno habían alcanzadoaírny que toclavíatarclaríanletqo tiemJr<'t
v¿trieclacles cleapreciaciónartísticaque formabannuestraprimera en alcanzar. Peroentoncesla pregttntaerlr:¿cílnttles(ltle¡nas tlíl-
claseclebicnes."Me pareceque aquí Moore buscauna conexión ciones clefinidaspof el altruismo civilizackrhabíanperpetraclola
entrc la c<;gniciírnde la bellezay la clasede relaciónhumanaque guerra más salvajey prolongadaconociclah¿tstael rTohrentopor
sc enrlreñanen estaltlecerquienesven la bellezacomo un valor la historia?
' poli-
Esgrimiendoeste interrogantelo.sartistascle v:tngutttclia
Éstosbuscunrelacionarsecon quienesseanexactamentecomo
cllos en str alta estimaclela experienciaestética.Tratarándeenta- tizaroncleun clíapara otro el conceptoclebellezahacirt:1915,rnás
o rnenosa mitadclec¿rminoen el pcríotl<:rt'afl.1'mtul¿'clc lrtcltrre-
bl¿rrrclaciírncon qtrienesmás se les parezcan,con aquelloscuyos
.estackrs ra de Duchamp.Fue en parte un ataqLle a la sc.f¡ún
actitLtct llt ctt:tl
mentales',por elnplearla explesión de Moore, seanen sí
brrenos.Y ése,y no otn), ftre el principio en el que se basabala el arte y labelleza guardabanuna relación intertta,cgmtl les stl-
anristaclpar:rl<t,s clellloor-nsbr.rry:
el grLlpoconstabacasipor ente- cedíaa labellezay la bonclad.Y el .abusoclela hclleza"pasíra ser
un dispositivop¿lfadisociara los artistasclela socieclacl t¡treéstos
rurcle permonas que r.rtorgabanal¿bellezala másalta prioridad mo-
clespreciaban. Rirnba¡d se convirtió en héroe tlroraly artísticg. cl
ml. Lo.sbloomslturianosse tenían a sí mismos por los auténticos
poeta qlle todos cleseabanser."Crcoen el genitl cleRillrbattcl,'. cs-
porlxcl(xesclela civilización.
Y pol ello quizír creyeranque el signo de la civilización era cribió el jovenAndré Rretona TristanTzt:ll, atrtorclelnrrtniflesttr
crcrrrilrclivicluos de su mismaclase.Me pareceque en eso no an- cladácle 1918.Piensosol-¡retoclo en claclírcuanrlo habkr clel ¡rr'o-
clrrb¿rn tan lcjos cle Kant, a tenor de la conclusióna la que llega yecto cle clesvinc¡lara la belleza clcl ¿rte ({)lno expresitincle rc-
vuelta moral en contf¿lcleuna socieclacl qtre lintle ctlltrl a [a llcllc-
i'ste, rr saberr,cluela bellezaes el símlnlo cle la mor¿llidad,si bien
en su caso la lelaciíut era Ltnasuertecle analogía.La belleza,es- za,y al arte por motivo cle la belleza.Así lo reclterclaMax llrnst:

r-i9
ilfl
ptrés<leiestaLloclelocr.tra'clettltalyagresivlllc,er.¡t.¡dcItIlltltl¡1tlt¡
Pal.en()s()tfoselclacláera,p()retrcit.tladetodo,ltnlreacciótr lütlttlll-
que se desgalr'an
en ulanosclelos bandiclos,
total.una gueffate- abanclonaclo
Nuestr.as
rtror-al. il.asapunt¿ban a la sr-rbversión
menteY destruYenlos siglos'
fi.ibkre inútil noslultía |obaclocincoaños ntlestfasviclas'Ha-
cle
lríilrursltrcsenciarloel l[rnclinlientocn cl ficlÍculu;'hvcrgtienzltle
se represental-¡a comojusto,veldacletoy De ahí el sueño deTzaru de asesinara la belleza'
totlo c¡,nntopafauos()tr()s
ciccselteríodt>
bcll<t.Nlis<lltras nclpreterrclíltnrtrlcf a la gente,sino Elarte<Jadáerafebrilmenteefímelo:pósteres,sollrecullicr_
panfletos'rccitlti0nes'('()ln()c'lllt'írl
tas dc libros,t'aligtatttas,
t's-
Ilrccrlaglittrr.
perardeunmovimientocompL]estoporpoetasacletrráscleat.tis-
lo clLte
Flrnstconocíala guerra-había sido artillero- y slt afte era tas. Estosobietos efímeroseran' en su fugacidaclmisma'
exposición de arte
agreslv(),colllo rcquer'íala icleaque abrigabade los responsables Tzara celebrÓcomo "mediosde combate'' Una
ci. la gr.r.rLacomo selesoclioscls. Hastacierto punto eso es aplica- dadá podia consistiren unos retalesde papel, ttnas instlntincrs
donclc
f{clnano en general,La primeraexposición
blc al clrrclír internacio- descoloriclasy unos bocetos del café voltaire en Zurich,
llell.: ése
t,n llcrlín in¡liríacertclesclonclese proclamabala muerte
rtrrlcllrclá transcurriótnikr. nl clacláse resistea qlte lo consicleren
t l i s t t t t ' s , rt | l r t t t ¡ t t i l i z : l -
--.
clclru.tc l)it,Kttns/rst'[rt,- y clucañaclían: "LxlgaViclaa krs m¿s- c s s u g r a n t l - J S r . r . r r t l c l t cf'iikr r s í r li t . r f l ' t ' t t t cl t l
sitlo tc-
chinen Kq^st \Lttlbx,.sus miembrosno queríanin¡uriara lclsvaiores dor regtr-,el cual, con el paso del tiempo, Io qr'tclirlri't
cattl clc
g.r,narrosic¡ueríananiquilarlos,obligandoa la concienciagermana chazadocomo afte por no ser bello acabariacobranclo
clue
a tfagarscul1arte que no iba a ser capazde digerir. Y quisieron ha- nafi¡ralezacomo bello y sería reivinclicado como arte' Puecle
siglo xtx
cerlo a triivéscle una agresivainsensatez.El espíritr-roriginal del esto sucedierarealmentecon el arte de vanguarcliaclel
urttcltos
dacláera qna especiecleiuego exageradoa la sombrade Ia guerra' y principios del >x' Matisse,por eiemplo, pasó a sel prrl
tltn cle-
una fcx'tlalcleluostrar,con actosinfantiles,su despreciopor los pa- paraOigmade belleza,como les pasó a los impresionistas'
parece el para-
tliotismos en conflicto:el propitl término significaba"caballitode nostaclosen su tiempo. En cambio, el dadá me
clryospro-
l.ralancín" en lenguajeinfantil,y los dadaístasde Zurich deiaroncons- digma de lo que yo denomino VanguardiaIntratable'
bellos' No es ése su
tanciacle susplotestascon sus payasadasen contra de lo qr:e Hans ductos sólo por error pueden considerarse
Arp llamal>a,,lanunía pueril clelautoritarismo, cTpazincluso de usar objetivo, no asPirana eso.
el arte para emltnttecera la htlmanidad":

los cañones,nosotrosatacá-
Micl]tfllseIl |;rclistlnciatt.onalran Dn cusro At ASCo
ltemos, recitábamos,versificáltamos,cantábarnoscon toda nuestra
tarde cr
ahra. Buscirbarlosun arte elementalque, esperábamos,salvaríaa ia El discursode la reclenciónestéticanos asegtlrrlqtte,
htrmanichclclc la furiosal<>cura cleaquellostiempos.Aspirábarnosa por feo qLle se mostrera al
temprano,todo artenos parecerábello,
un orclennllev(). sevuelve algo así comcr
principio. ¡Intenta uerlacomo algo hermosr-¡l
un imperativo paraquienescontemplan un arte qtte cleentt'achncl
y éstc cs'lristan Tz,¡ra en el manifiesto dadaísta de julio de cncon-
pur... bello por ningún laclo.Alguien me dijo qtte liabía
19tft: vaca'c{rL-
trado bellezaen los gusanosque infestabanla cabezade
vitrina por el iovcn
tada y en visible putrefacciÓn,pllesta en Llna
el
QtreclaporlracerungrantrabaionegativodedestrtrcciÓn.Te- artistabr-itánicoDamien Hirst. No puedo evit¿tt'sotlreítnte llcn-
l]cl.r]()s<1uelrarrcr y limpiar'.Afirntar la lirnpiezaclel inclividuodes-
9l
90
Irt(;{rRA7. I)anrien Hirst, .4 Tht¡t¡s¿tnd l'eats, 1990.
¿Ilatctr cle t)er esto conto algo bello?

slr ('rrallno ser'íl la f}ustraciírncle Hir.stsi la opinión de esta per-


s()nrrl¿lcornpartic[l fodo el n]unclo.Su autor pretenclíahacerlare-
pu.qnrote,sic'ncloéstala iurica cualidaclestétic2lmente irredimible
([LrcKant r('corloce enle Crífica deljuicio estético.ParaKant la re-
pu.qnulciucra un nroclocle fealclaclfesistentea la clasecle placer
c¡r,rcincluso las cosasmits clesagradables -"las Furias,las enfer-
lureclaclcs,las clevastaciones clela gr:erra,- son c¿rpaces de causar
cuanclt¡son l'epresentaclas como l)ellaspor las obrasde arte."Lo
(lue provoc:tel a.scn[Ekel\",escribeKant, -no pueclerepresentarse
clc ucr-rcrclocon la natr-rraleza sin clestruirtoda satisfacciónestéti-
c:u'.l.u reprcsentacióncle una cosa o sustanciarepulsivaobra en
nosotroscl nrismoeféctclc¡ueobraríala presentacióncleuna cosa
o sustunciarepulsivzr.l)aclo que el propósito clelartedebe ser,.su-
pucstarnente, el cleproclucirplacer,sólo el más perver.soclelos ar-
tistls tlconrctcrríala representztción clelo repuÁ4nante, que no pue- lJl(]
ti. El prínci¡tr'lt'l ntttttth¡,Sln Scbrrlclo'Ntrrcnrlrcr,r¡'
f"-¡c;trn.t
clc,"clclrcucrclocon la naturaleza,,proclucirplaceren espectadclres Ih rlesi¡4nirt tnorrtlelatutdt\('or¿(1scr/.sr)
¡il/.srr).
l.rolnlltlcs.
No tcngo iclcacle en qué olrrascleafte pudiera estarpensan-
cl<lI(antcorlo lepulsivas,si es que pensahaen alguna,y es posi-

q2
h vision tle'fcrttl
ble quc la icleatlrisna dc un altc repulsivole parecieraincon- t o y r c p u g t l a t r c i ( t . E li t r e g t -pr e r t t r i t c ¡ l l t t ' l t l i ' r t s e r t t
gu.r¡o,Lrnest'¡ckr tas c'c1sr1,¡
algo repulsivo,sería cr¡, .le lafm de l,an coÁctelJin ctel lle
f{nrcnte:si una obl'aclemimesisrepresentaba actr:almente octlpa la posiciírnclrtccu cl
ei que la repugnancia
crr sí rcpttlsiva,contraviniendtlstt estattlsafiístico,qLlcpor nattlfe- en
Clair''cso es jr'tstolo tltrc
lcza as1-,iraa ctlmplacer.He visto ttna esculturaen Nurembergde prrraá,r..,puiu el !+$to' Y, segútnJean
gttst. "
decli'e clelarte en los últim,s sigl,s: "l)el
firrafescicl gótico cloncleuna figura, conocida cono El príncipe del i*pr.ru
"1tiist"
tnunrlr¡,c¡ucvistaclefl-cntepresentxLlnrispectobello y saiuclallle, llenrosp:-tsldort ll l'cpttgtrltncil"'
apareceelt estaclocleputretaccióny agusanaurientc,l cuando se la IVlepalecequeJcanClairexageratlrltchtllltt't"tcstitit.l.[)clLstt-
pelvel'soen t:xperilnentllf
contelnpll por detrás:el cuerpo se Inllestrecomo si se estltviera puesto,irabrá quien obtengaun placer
repulsivrl:es aclttelcrrn'
cle,sc<rnrpgnienclo en la tumba. Espectáculoscomo éste explican io q.r. el obsewaclo,no'*ul encclntraúa
el protagclnistajoy-
p<tl qtré gntcrramosa los muertos. La idea, pLles'es qtle seavls- digamos,"gLlstosespeciales''LeopolclBlootn'
l.s riñones clc su clc-
i, .n,t,, 4eptlgnante por los espectadoresnormalesy a todo el ;;^" qúirbor.uúa el regusto ¿torina cle
lo c¡ueq:::tl:
rlunckr lclqucclauruy claro de qLrésirye tnostrarla descomposi- ,r1'.rno,to, da un eiemplo n pequenaescall.dl
l'lrs ("hrisl se collvlrtlo c11
No cs
Nltl'ellllrcrg.
clc Lllltallacltlt'cle
cit)nr.Orltolirlcon ll n.Iltcstría cir. Alcircs Scfretlcl,cLtyafottlgrafía
l.t
p . l l . l L l J l . ¡ l l l r t e r: r l t , s ¡ l e r . t l c l t ) tc: s l ) l U ' Jc l r i l ' l t ' l r s t t yt P J I J t i t t t ' a s í talistnál-t1larlt1:t'sgLlefl.escr.tltttrlrlcsclclosll()Yt]ntli.rclrIiztiLttlltltl-
La bisbritt du lct sc-
tl,r" ,.tfig c.^-to uünita', recorclándonosde fonna visible que la tografíalTlenosconociclaen Llnaseriellarnacle
en el sueltl' con la llclclt
carnecs citrnrptay susplaceresLlnadistraccióncle nuestrasaspi- xualirJacl.Muestraa un hombre estiraclo
raciclnessfrperiores,en concreto\a de ¿lcanzarla bienaventuran- abiertapararecibirunclrorrodeorina<leunalindallrtrclracluqtte
la degr.adación, c:cltrrtlptlt.
za etcrna i, evitarel castigoperpetuo.Mostrarel cuerpo humano e,ta ae pie sobre é1.El acto se asociaa
en Pls Christ' Es inscpa-
como alg{r repulsivclsllpone' por supuesto,infringir las normas ,rrpu"rü suceclecon el uso cle la orina
-de su pasión- el
clei lttren ptrsto,pero los artistascristianosestabandispuestosa rable cle la histolia del sufrimiento cle Clisto
a las indigniclaclesque tan cleliberadarnente
pagar el Jireci. por lo que la cristiandadconsicleranuestro más lu. ru"ro sometido se¡4Lrir'
Serrano.páro el gustopor la ,rina delte
alto desigpiornoral. i.rrig.," la obra de
clejade tencr senticlo'
El príncipe del mun' asociaclocon el asco'porque si no el gesto
Qtre no nos cuestereconocer como arte te¡lulsivltsllo plen-
-r>
clr.t incluso l.¿tétecle uache agusanada cle Damien Hirst- de- Lo, urtistusque se cleclicana rcpresentarcosas
l'tl que intentan' pteci-
m¡estra lo leios que estamosde la estéticadieciochescay lo san en este sectorespecialcle su pirblico'
sensacionescontra las
rotunclaqu(j es la victoriade la Vanguardialntratable'Es más:re- samente,es utilizar su arte para provocar
ftterzas' Kant
cientementeJeanclair; un crítico francésconservadoqha sosteni- que, en frase<leKant, -luchamoscon toclasntlestras
esto corllo Unapcr-
clo que lg que Kant señalacoilIo Llncasomarginalse ha convertido Áo habríateniclootro remedioque contemplar
les seruiríac¡r-te el gLtsto
errcl arte contemporáneo en.una nuevacxtegoúaestética'com- versión del arte. A estosartistascle nada
clbjetivosresultaesenci'¡l
pllesta <le"repulsiíln,abyección,horror y ¿rsco"'El asco, explica por lo repulsivose normalizara'Parasus
qLleel púrblicoapl'cttcla
jean Clair, cs "Llnclenorninadorcomirn, un aire de fa'rilia, en el que lo repulsivosigasiendorepulsivo' no
arte que hoy se produce-no sólo en Américay Ettropa,sino in- asentirplacerconello()aencontfarlobelloclettntrrtxlt)tl0[|(),
con lo que parecer'ía que se han cumplido l<lspronírsticosclc'Jc'rtn
clrrsgcn los paísesclela Er.rlopacentralque se han visto arrojados
clelo repugnrtntcen cl
a le moclcrnicJucl La lenguafrancesapel'miteun iuego
occiclental,,. Clair.Si los críticospu"dtn aplauclirel uso
crltre .q(r?/(gusto)y clégoút(repugnancia)inaccesi[le
de ¡ralal>r'as afieContenporáneonoesporqlletenganasuclisptlsic--i<inttnltes-
el ltso qucrclc ello hrr-
para e[ inglés,que no halla un pareio nexo morfémico entre gals- téticanueva,sino porque estánaplauclienclo

9t
94
ct:n los xrtistas.A la vista cle la vehemente polérnica levantadarpor
repulsivas.Los sujetostambién dijeron sentir asco en situaciones
.JeanClair, sin enrbargo, vale la pena detenerse un segunclo en el en que .la envolturaexteriornormal del cuerpo es vulneradao al-
ft'rr<irnenocle la rc¡rtrgnancia en el arte contemporáneo.
terada,.Me resultófilosílficamenteinstructivodesculrrirque clelos
"Reptrgnunte,presenta ult espectro de uso bastante amplio aproximadamentediecisieteniños cuyo estacloclesrlvajismoha-
cronl()peyorativo. pero tarnbién, y hasta cliría que funclamental-
bía sido demostrado,nínguno clio pruebasde sentir¿rscode nin-
nrentc, ultrclea un sentiltriento específico, señalado por Darwin en
guna clase.Pero también aprendí del hecho de qr,rca mis seme-
str olrra ru¿restrirLet expresiórz de las emociones en el bom.bre y los jantesculturalesles dieranascomáso menoslas rnismascosasque
tt.ttintttles.cr>mo.excitaclo por algo inusual en la apariencia, el olor
ami.
o la naturlrleza cle nuestro alirnento,. Que el alimento clesempeña
Esteconsensogeneralizadome hacepensarque la mayoríade
uu pepcl centralIo pnteban, entre otros, -la expresiónfacial,qr.re
nosotrosencontraríarepugnante,sin vacilar,la obra de Paul Mc-
se centm en la expulsiírnoml y el cierre clelos orificiosnasales,y
Cartliy,artistaconsagradoque se caracterizapor utilizarla comicla
lo.sf'enílnrcnosfisiolírgic<ts concot-nitantes clela nhuseay las arca- de un modo que provocaría ascosi contempláranroseso nlismo
cles,.Poco tiene cluever con el gusto en senticloliteral.A casi to-
en la vida real,confirmandola observacióncleKant.Pensemosen
closnos cla¿rscola icleaclecomer cucarachas,pero, precisamente
la qtre quizá sea su obr¿rmaestra.el vídeo de unrrperfrtrmat'tceti-
por cso, pocos cleentre nos()trossalxn realtnentecuál es el sabor
ttrlada BossyBurger, situado en un quiosco de harnburgltesascuy()
clelrrscr.lcarachas. "Unamanchade sopa en la barbade un hom- interior es absolutamentenauseabundo,con rnanchurronessecos
bl'c ¡lesentu un aspectorepulsivo,allnque por supuestonada de
y comida amontonadacasi por doquier. McCarthy,vestidc)con Lrni-
repulsivolrayaen la sopa en sí,,es uno clelos ejernplosde Dar-
forme y gorro cle cbef inicialmente inrnaculaclos,lleva larmítscara
win. Nlcllr lxry cletcpugnanteen la visión de un bebé con la cara
de Alfred E. Newman que connota irnbecilidad,y su personajeno
rnalrchacla clecornicla,aunqlte,segílnlas circunstancias, sí nos pa- deja de sonreírclurantelos cincttentay cinccltninutosclellrtescu-
lcccría repulsivauna m¿lnch¿r clesalsamañnaraen la cara de un linariascómicamenteineptas.Por ejernplo,vierte s<ürellgo qLre
aclulto.Al igual que el enlbellecimiento,que tratarérrlástarde. la
pareceuna tortilla una cantid¿rdbárbaracle ketchup, ltr enrolla
rcyu"rgnanc'iil es Lrnocle los rnecanismosde aculturación,y resulta por tockrslados,y luego pasl
mientrasel ketchup sale cli.sparado
cul'io¡iolo poco c1r.rc varía la lista de cosasque nos asquean.Lue-
l ofra cosa. Despl¡ésles tocará a la leche y a unos trozos cle un
go la repugnanci¿tcs un componente objetivo en las formas cle
pavo bastanterancio. El personajeperntxneceimpasihlemientras
viclac¡uela gente vive realmente.Al niño le enserianntuy pronto
slr rostro,su ropa y sus manosse van cul>riendorápiclameute con
lt lilrpialse lu car¿r.no sea que otros la encuentrenasqllerosa,y pero, sin sangrc;
lo que sabemosque es ketchup embargo,prrece
apcnas¡rtxlcmosreprinrirel ge.stocleliurpiarlea alguienLlnaman-
pronto adoptael aire cleun carniceroenloqueciclo.Amontonaco-
clrlrclcchocokrtccn la cara:n<llo hacemospor é1,sino por noso-
mida en el asientocle un¿rsilla. Deja esc¿lpargrititosclealegría
lros.l.o <¡ucél clcnomina.repugnancia bírsica,se ha converticlo
en mientrasse mueve danclobandazospor la cocinao entraen otras
clc'urn¡rocleinvcstigación cle.fonathan Haight,un psicólogoclela zonasdel escenario,cantando"Me encantami trabaio,tne encAn-
I'llivcl'sicltrcl
tlt'Virgini;r,Él y suscoleqasse luul propuestorleter.-
ta mi trabajo'.IVIeresultaclifícilescribirscftre estl obra sin que se
rurinrtr"los tipos o íunltitos cle la experienciaen qlte los america- qttc
me revuelvaelestómago,y es prácticamente incuestionable
nos sientenusco'.Ltrscomiclas,krs proclrrcto.s cot'porales.asícomo provocar a.sco.Pero poclríl st:r (ltle,
el obletivo de McCarthyes
-no t:s nir.lqunasorpre.s:l- el sexo,olttuvieronpuntuacionesele-
como el escultor cleEl príncipe clelntmtdo, sus tnirasfuer¿tnnrás
vlrclusculrnclol la gente le preguntartnsoltresusexperienciasrnás
amplias.Talvez.por ejemplo,quiera.desentnascantr el fttlsoitlea-

q6
97
l)Ltc-
que hacct el at'tequc hace debe de resultatleun suplicio'
dc Holl)ry¿oocl' la pu-
lismc¡encléntico(segúnél) en las pelícr-rlas i. q.,. ello revistala bellezamoral inherenteal hecho
cle sotne-
Es posible
lrlicidacly cl lirlclore,,collto escribióun coment?rrista. ,.rrá n una ordalía,sobre to<lo cuanclose hace por el bien
de Ie
(luc su,,1rr,,..x1r1,,,-e sin trcgully r'()n|igtlr h t'lirltlidlinocent'ill de cslr t'llse cic
conlunithd. l)cro ltrn tl'lrtánclose
n()
tlltllrlí1, tcl')-
,l"l fa[riliar para revelar[a sorclidezclesusfLrncla- clríamás retleclio qlle ser repllgnante,aLlnqtlenos parezca"bellcr
",rtr"t"nimientocirancloa otro cr'ítico.I'rrntlliÓnpoclLía, en vir-
r)ter)t()s psí<¡rricos", que así sea.Me resr-rlta inconcebibleque pueda tener ¿tla lrclleza
tuclcle¡i r¡ie Kant clenomin:rliipcttil-rosis en 'claci(rncon la ltlle-
clcstl tlbl'e.
contoltot'izclntc
z.:¿,estatttrcstt'anclo t:soqlle teailnentelo sr'rbyace e toclc)'igtralque
preten-
la espalclainfest¿clacle gusanos de El príttupe del nt'undo
Lr'rego proba-
clíaponer dc tuanifiestonuestracomún mortalidad' ARTE AB\.ECIO
y obras en
blernentcMcCarthysca Llnaespeciecle moralista sus
siendo stl reptlg-
Iealitlacltlttielan tlespcrtarnosa la triste vertlacl' .Naclase opone tanto a lo bello como lo repugnante''escribiíl
la re-
nancia el nredio parx Llll fin eclificante.Lo cttal deja intacta Kant en sLrensayode 1764 Obseruacictttes sobreel setttittticttilttlc
ptrlsitin(ltlc sLlc'otrtcttl¡rlrtci(lnc\'()cilEl ltscti sigtlelrhí' ltt"tlpliollrtt'lt
sublime.l-ctsulrlinrces Llntelneclenresiitclo
lo Belkt.1.'k¡
t.Jnaril.<.,lxxlría decit, sin clc'r cll lll rcdttllchtlcia'tlttclh ollra pero lllcfccc l1tpclllt
aborclarloa estasalturasclemi investigaciÓn,
sea re-
cle McCarthy es repllgnanteporqLlees repugn¿lllte'Que señalarque en estetexto precrítico,Kant observaclemanera
deli-
e inclttso im-
pugnantb,en témrinosdescriptivos,podría explicar, ciosa que el antónimo cle lo sublime es lo necio,lo cnalsugeriría
plicar,qúresea repugnanteestéticamente y como materiade valo-
que el dadá no perseguíatanto iniuriar alabelleza como rechazar
de una
ración crítica.Una vez superadala distinción entre el uso lcl sublirne.Pero existela refirotaposibilidadde que lo lepugnan-
ten-
rnismapalabrapara valorar y clescribir,los fans de McCarthy te, al estarlógicamentevinculado a la bellezapor oposiciÓn'
tam-
es repugnante' Al fin y
rlrían clcrech,la decir qlle es bella porque biénmantengu.onlamoralidadelvínculoquemantienelallelle_
es re-
al cabo, la actitucldel claclápodría haberseexpresadoasí: za. A principlos cle los noventa, los comisariosiclentificaron
Lln
cotno clecir que no es talea de lcls que
l)ugnanteporquc esbello. Sería géneráen el artecontemporáneoque llamaron"artL'al)yecto"
Max Ernst
artistasel hacercosaslrcllaspara un¿lsociedadintnoral. todo, pensabaJean Clair' "Lo abyec-
iodría ser aquel en que, sobre
le cOntíra llolxrt Motherwell qr.teél y stls colegasdadaístashabían to,, escribe el historiaclorclel arte Joseph Koerner, 'no es noverlad
clrganizaclo una vez una exposiciónen unos lavallos' ni en la historia clel arte ni en las tentativasde escribir esa hist<l-
sin
Constitttyeun vestigiode los imperativosde Bloomsbttry' ria,. Entre otrasfuentes,Koerner cita un pensamiento característi-
el clueltts cclmentaristascle McCarthy no elogien su obra
cmbarg<-t, camenteprofunclocleHegel:"Lanovedaddelartecristianoyro-
por srl repugnancla y cligan,en cztmbio,que éstadebe, a pesarde
rnánticoconsistiÓentomarloabyectocomosuobjetoprivilegiaclo.
i,r.lo, ,eilr.lla en térrninosdescriptivos'"Me gustaríareflexionar En concreto el cristo torturaclo y crucificado, la más clisforme
cle
sobre la cuestiónclela belleza en su Obra" tltttrttluró un entrevis- las criaturas,en la cual la bellezadivina se conveltía,por
la acci(lu
de
taclor,.para pasarclelo manifiestoa lo latente'' El Ti'meshabla cle la perversiónhurnana,en la más innoble de las abyeccriones''
es-
la "lnsdllu lrcllezacle la obra, y añacleque "no es Lrnabelleza RuclolphVittkower abre su gran texto sobre arte y arquitectLu""l
en
tánchr,por stlptlcsto,sino una belleza conprometida y ensimis- c1eclichtlcon-
Italia trasel concilio cleTrento relatandola decisión
rnacla,.l'engo qtle pensar que las percepcionescle McCarthyde- cilio cle rlostrar las heridas y agoníasde los mártires'
para' llle-
ltcn clrterir.enntuy poco de las clelrestOclc nosotlos.Tiene,eso clianteesaexhibicióncleafectos,despertar la compasión clelos es-
lo
sí, una intuición casiperf'ectapara los .agentestepulsivos",con
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9u
pectrcl(nesy fortalecer así la fe amenazada."Inclusoel Cristo debe portantes testimonios en aras de la verdad, cle necesariostestimo-
representarse "doliente,sangrante,vejado,con la piel desgarrada, nios contra elpoder,.
herido,cleforme,pálido y feo" si el tema lo requiere.'Hegelcita al
concleVon Rumohr,historiadordel arte, que comentauna tradi-
ci(;n bizantinaanterior: iAsn¡o Los fuPES!

a la visiónclehorripilantes
Acostr¡mlrraclos físicos,lellos]
castigos A la vista de esa historia del sufrimiento httmano que sin cltrcl:t
representrban al Salvaclor en la Crttz colgado con todo el peso de ha sido el gran producto cultural del siglo xx, asoml)ra comprobar
su cucrpo, la parte inferior abotargada, las rodillas vencidas y do- lo desapasionado, lo racional, lo distanciaclo, lo abstracto qLte en
l;laclas a la izquiercla, la cal>ezaladeada pu¡¡nando con la agonía de realidad llegó a ser buena parte del arte de ese mismo siglo. L<r
r¡na mllerte horrible. El terna qlle tenían en mente era, pues, el su- inocente que fue el mismísimo dadá en su negativa artísticaa gra-
frinriento físico cotno tal. [En carnbio], los italianos solían dotar de tificar las sensibilidades estéticas de los caLlsantescle la Pritner¿t
nna apzrrienci:rreconfortante al Salvador en la Cntz, y de este modo,
Guerra Mundial, dándoles balbuceos en lugarrde lrclleza, necedatl
por lo visto, segr.ríanla idea de una victoria del espíritu y no, como
en lugar de sublimidad, inluriando a la belleza cn Lrnastterte cle'
hic'icxrn los bizantinos, de la aniquilación del cuerpo.
payasada punitiva. El espíritu lírdico -o necio, si uno qttiere cen-
surades- de la Vanguardia Intratable siglre vivo en el arte tle nues-
La tenclencia renacentista a embellecer al Cristo crucificado en
tros días.
rcaliclacl fue una meclicla para darle al cristianismo un barniz clási-
Pensemos, como muestra, en una maravillosa exposición ins-
c<rrestituyencloal cruerpotorturado Llnasttertede gracia atlética,
talada en 1998 en el KLlnsthaus cle Zurich -a un tiro de pieclra clel
ne.qancloasíel mensajebásicode la doctrinacristianasegúlnel ctlal
viejo CaféVoltaireen el que nació el cladá- clryo títulolprocecler
la salvaci(rnse alcanzaa travésde un sufrimientoabyecto.El es- de una de las caprichosas"demanclas innegociables,cleuna re-
teticismodel siglo xul fue Llncorolario del racionalismode la re- vuelta estucliantilde principios de los ochenta:"¡Abaiolos Alpes!,
ligión natural.El triunfo de Kant consistióen lograr situarla esté- Ein frei Sichtzuttt,Mittelmeer["Unavisión ininterrumpiclarclel Me-
tict en el seno de la arquitecturacríticacofiIo rlna forma de iuicio, diterráneo'lSurgidosen protestacontra la reconstrucciónclcl tea-
a sírlo cfospasos dela raz6n pura. El romanticismo,ejernplificado tro municipal de la ópera, los disturbiosfueron en aumeñtolrasta
por la filosofía cle Hegel, fue una reafirmaciónde los valoresba- resultaren Llnaacción lo bastantemilitante como parx qtte inter-
rrocosclela Contratrefcrrma. ParaHegel el problemadel arte resi- vinieran las balasde goma y el gas lacrimógeno,pero tambiénlcr
día en su ineluclibledependenciacle la presentaciónsensible. bastanteimaginativacomo para generaralgunasicleasbizarras,
Ccluroen la sangre,la carne desgarrada,los huesosdestrozados, como la de demoler los Alpes para rlejarabiertauna vistaclelMe-
los cuerposrotos, la reducciónde la conciencia
llr ¡riel clesollacla, diterráneo:aÍrasaÍlos Alpes era Lrnametáforaclelcambiocleiclen-
a clolory;rgonía en la representaciónbarroca.Lo que ha hecho el tid¿rdnacional("¡Suizatiene que ser reinventacla!,). La clcmandaes
afie alryectoes aprovecharlos et-ublemas c1ela degradacióncomo tambiénpuro dadá,como lo fueron muchascle las oltrasen lit ex-
tunafon'naclegritar en nombre clela humaniclad.-En la cultura con- posición.El subtextopolítico de la exposiciítnere clenrostrar me-
tcmporílnea,,escrilteel crítico Hal Foster,.la verdad resiclepara diante el arteque Suizapertenecíaa la mismacultura artísticaclue,
nruchclsen el tema trattmáticclo altyecto,en el cuerpo enfermo o pongamos,Alemaniao EstadosLTniclos. Lo cualsignificar¡ttela cul-
lesi<¡naclo. De maneraque el ctlerpo es el foco manifiestode im- tura artísticaoficial cle nuestrosclía.ses clacláhasta[a nlí:cltrla,ltr

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arte de toda preocr'rpación, clela claseque fucta' irot h csl'etLe't'
¡'
que a su vez significaqlle virtuallnentetocloIo expuestopertene- tanto con h
ünto más cuanto que a la estéticase la relaciclnaba
cía a la Vattguarclia Intratable. más' ptles' p¿lra111er-
belleztnatttral colro con la atística Razónde
lll neoclrrclá ya ha clelaclocle tener esperalzasde refclrmarla
ginaralabellezayCentrarseenlc¡saspectosfll<lsílficrlsclelertc,
rraciirnnroclernarnecliantela agresiónal¡belleza. Pero es posible los filóstfos: el etrír
intrínse- Ian afinescon la clasede ternasqtre ¿fraiana
si no clestntir,la rehci<instlpuestamente
c¡rrt.rrlrleltilit¿lr,
lisis clellenguaiey clela ciencia'
,1 c¡tl'., el artc y la [clleza haya posibilitaclocltreel atte a[orde de Lo repu¡¡nantey lo abyecto
-y, de paso' lo uccitr- llc)sayll-
lll¿lncra¡násclirectalas inhr-lmaniclacles que txnto repuguaronI la
.lrn u lo densa que fue la sornbraarrojaclapor el con-
generaciírnde aftistasposterioresa la PrimeraGuerra Mundial' Y ".ri"náer sobre la filosofíadel arte' Y c<lurola llellezr' cs-
cepto de belleza
csto poclríaexplicar la emergenciadel arte abyecto también como pecialmenteen el siglo xvtlt,vivió-tan estrechanlente
ligaclarrl
la clasetJeestéticaque tanto pfeoclrpa aJeanClair.En realidadla toclala ampli-
.on."pro clegusto,impidió que puclieraapreciarse
vanguartliaIntratableno trató el cuerpo como lugar de sufrimien- posilrlcs'['tr
tud y iiversiá¿ ¿"t.ip..tro de cualidadesestéticas
to y conto objeto del ultraiepolíticro. sientaasc()pol'
repLlgnante,por elernplo,hace que el espectaclor
clela oltra cleartecluelo posee.En estcttct[la exectiuncutc
"li",;,,qtre el erotismocltanclosuscitaetr cl cspccl'adt¡L ttltrirt¡rtt-
igual
llIu-¡z-,q \' (IlRAs ctlALIl)ADESESTETICAS son tlll tan-
ción sexu¿lpor el temade la obra' Estasobsewaciones

intetpreta-
to ingenuas,por stlpuesto.Haríafalta una consiclerable
!
j

Corjsideroel clescubrimientode que algo puede ser buen arte arte el hecho cle
cilnlparacleicubril qué significa ei vna obra de
sin ser liello c'nto una de las grandesaclaracionesconceptuales ser rápubiva. El erotismoen una obra de arte
puede tener conlo
<tela filósofladel arteen el siglo xx, aunquequieneslo realizaron pelsonaliclaclinhi-
objetivo que el espectadorreflexionesobre su
fuesendrdosartistas;sin embargo,estedescubrimientohabríapa- vida'
biáa o sobre la pobteza emr¡cional de su
reci<lotlivial antescleque la Ilustraciónconcediera alabelleza esa En una obra de atte, lo mono' exactanlenteigr'ral
qttc cn la
primacífi cle la que ha veniclo gozandohastatiempos relativamen-
vida,esunaformacledespertarennosotrossentimientosdeaféc-
i. r"ci.i-,tet. La aclaraciónlogró desterrarforJaalusión a la estética A partir cle
to y protecciónhacia lo que revistedicha cualidacl'
cle las p¡opuestasde definición del arte, si bien la nueva situación pueda explicar' para
.¡.*ptot de esta clase,qtizála propia estética
tardíreriimplantarse,inclusoen la concienciaartística.cuando los para qué tenemosel arte: para que ntlestrossentitnien-
fllósofos contemporáneosclel arte, empezando por Nelson Good- 1.apár^t,
que trata el arte'
iror^r" impliquen en aquello sobre lo
man, clcjaronla estéticade lado para hablar de representacióny Intratable,aclemáscle
creoque el gran lágro cle la Vanguar.clia
significa<.1o, no lo hicieron con la expectativade que un día vol-
eliminarlabellezacleladeflniciónclelartedemostrancloqLrealgo
veríamr.¡sa la estéticahabiendo meiorado nllestra comprensión. que el
no forma puede ser arte sin estardotaclocle belleza, fue demostrar
Más lrien lo hicieroncon la concienciade que Ial'telLeza que constitttíauna
arte ha desplegadotantasposibilidadesestéticas
parte ni de la escnciani de la definición del arte' No creo' colllo
distorsiónpensar en él como si sólo tuviera una'
Lcrcual no significa,sin embargo,que la estéticanoforme par- tengamosLlnantleva estética
Jean Clair, que con lo repugnante
te ni cle la esenciani cle la definiciÓndel arte. Lo cierto es qtte la en calll-
donde el mal gusto sustittlyaal buen gusto' Sí tenetucls'
estéticahabíaacabadopor identificarsede forma reduccionistacon entle las ctta-
bio, una revalorizaciónde las posibilidadesestéticas'
la belleza,clemocloque al purgar al atte de la bellezase dedujo,
lesunantlevaformaclepensar]labe]r|ezaensí.o,¿Itnenclsl.¿llc-
cle nraneranatural,que p<tdíarnosaislar el análisisfilosófico del
l0t
i02
lleza como ctraliclaclestética del arte en los casos en que éste sea
lrello. La dif'erencia entre la belleza y el resto de cualidades estéti-
cers,incontables en número, es que labelleza es la írnica que se
reivinclica a sí misma como valoq en un mismo plano que la ver-
clacfy la lmnclacl. La aniquilación de Iabelleza nos dejaría en un
munclo insoportable, del mismo modo que la aniquilación de la
b<>nclacl nos dejaría en un mundo donde sería imposible vivir una
vicla hru-nanaplena. No se perdería demasiado, en cambio, si la
belleza ¿rrtísticafuera aniquilada, sea cual sea el sentido que de-
mos A esta expresión,porque el arte dispone de una serie cle
val(xes conipensatoriosy en la n'nyoria de culturasartísticasdel
nrunclola bellezaartísticaes un atributosecLrndario. La cuestiónfi-
losóflcaurgenteseráentoncescuál es el vínculo adecuadoentre el
artey la be'lleza.Y quizános siruaaquí de orientaciónel caso,bas-
tanternirsclaro,de lo repugnante.Lo repugnantees másclaropor-
qtre l<rqLreno.srcpugna en artees más o menoslo mismo que nos
repugnaen la realiclacl.Ésaes, si se me permite decirlo así,la be-
lleza clel clescubrimientokantiano de qr:e el asco no puede disi-
mularse,cle moclo que cuando se representalo repulsivo,sll re-
presenhciónes tan repulsivacomo lo representado.En estecaso,
no srlrgela tentaciónde distinguirentre lo repugnantenaturaly lo
repugnanteartístico,como sí ocurre entre la belleza natural y la ar-
tística.Naturrlmenteque el afie puede asquearnossi nos muestra
obic'tosrepuÉlnantes. El artistaf-lamenco\X/imDeloye creó unos
parael baño en los que figurabanunos excrementosmuy
luzr.rlej<>s
re¿rlistas.Si el arte nos da asco,será porque el tema del arte nos
claasco.La firtógrafaAriane Lopez-Cuicitomó unasfotografíasde
lo <¡uernéclicamentese considerabaun caso cle rnujer mórbida-
rrente obesa.La gente no sólo se sintió asqueadapor las foto-
grafiasporque les habíanenseñadoa sentirrepulsiónpor la gra-
sr; tarnlriénse inclignaroncon Lopez-Crricipor l-raberelegido una
ruxxlekrcouro aqnélla cuando existeninnumerablesejemploscle
nltxlerlos.bellas",esto es, delgaclas. Pero¿querelaciónhay entre la
bellezl natr.rral y la arlística-/
Quisieraexamina¡ e incluso amplia¡
lu c'r-restiónentesde al>orclar el lugar que ocupa la bellezaen la
olrraclealte bella.

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