Está en la página 1de 34

Ceslizo aprovechando las formas depuradas dei

lenguaie popular, sín coer nltnca en lo pirúores. El f obri.cúrute de deud,as


co, sino descttbriendo de nuevo la poesía ocri¡,-
en ciertas 'formas vcrbales gastadas en el tLs-. SATIR{ EN DOS ACTOS
cÍio"rio y que él sqbc lncer t'ivir con renot,ai_
acalto de hallaz.go inesperado. El "fabricante de deudas se insplra en
Le Faiseur de Honoré de Baizac. H:¡
El fabricante de clcudas fue escrito en 1962. Et: aprovechado de csa fuente ic-,s rasgos
efia muestra urla t'ábula en que los personaje: que emparientan al er¡bustero cspccu-
soler tle la coruedia para explicarln y para hac;, lador de Ia Bolsa parisiense del si-
ellos tnisntos Ia crítíca del mundo c¡rLe lrubitat. glo xrx y el pícaro financista, si pucde
así llamársele, dc ia burg,:esía cliolla
Técnica brechtiat¡a, oero traspletúodq al fnni:c, de nuestros días.
recatocío de los nteslizos de Arnérica, que co..- Ei autcr reconoce en estas 1íneas
ef icacia teatral logro sacudir al espectqdor con r.:. cuánto debe a la creación del genio
cttrsos irónicos, enlrentándolo a la raciedad i: francés, y Io cscribe aquí en su ho-
cietos nonnas de vida de nuestro tiempo. menaje.

PERSONAJES

JacrNto, nta.t*ordonto nulato. Edad mediana. Sitn-


pático y locuaz..
Casu, casero. 60 añas. Es un zarro, pera hay otros
mds zorros que é1.
LucraNo Oss¡or, el falso ric.ct.50 añas. Tiene nurchas
virtudes, pero muchos mds delectos.
GoDoFnEn,t, cocínera negra. Viejn.
JonrtA, sirvictif a mestiza. Joven.
SocoRRo Osp¡or, esposa de Luciano. 45 aitos, segLitt
comfiesa.
Sac..lnna, acrecdor. Edad tnediana. Unq hiena. Visle
de oscuro y lleva portalolio.
Agul,r¡o,r, acreedor. Edad mediena. Un lince. Vis-
te de claro y lÍeva portalolio.
Srrrrzo, acreeclor. Edad mediana. Un c:orderc¡. Visle
sin color ), lleya porf a"t'olio.
192 193
Fn,rxcrsco O¡¡so, arnigo clc Luciatn Ob¿dot. 50 aiit,. Crstr.-l!'ocilctat;te.) ¡Di1c al señor que qult:ro
Prrus.r O¡ED)r, ltiia de Lttciatto Ol¡edot. 20 años. .\' habllllr: I ¡Que cstr \-e7. no aclnlitr¡ ninguna cxcttsal
bcllu ni f tta. voy a ar'u(lir a Ia iustii'ia I
'
iQLre
Arcrr, Crsrno, c.studianit,. 22 años. Tattta btteligct: J.rcl rrb.- ( Scrc¡tc¡ \' ct'.rLtt1t(tttio'so. ) -Tcn-ca el scilor
cia cotno cal¡cilo. 1a bonrl¡c1 cle tr¡mai'asiento.
ToRn¡crt-t.rs, cottt¡tañcro dal Marqités dc Rondavicic C,rsr t.-llr'r'itutÍo") ¡Dó jate de protocolos I Al'ísale
i5 aiios. Es¡tctñol. a tu pntrirn quc estov aquí.
M,tncrlfrs l¡ Ror»,rvr¡J^, L-(l7fzdor de f ortntas.35 añcr: hcirro.-En seguida, señor. Con su pelmiso'
E s¡taitol . ( Salr'. )
Dos C,rncroonrs. C,tsrr.-/A/ ptiblico.) Discrrlpen esta entratla cn
esccna. señr.,rei v señorcs, pt'ro 1lo pcclín habcr siclo
La act-ión trutscture ctt Liltn, cn nuestra époc; dc otrr> moclo" .'Ven ustcclés toclo cstct? (Aluclc a la
casa.) Es Ia sala dc un hcrnr¡so chali:t cle dos plan-
tas, rocleacio por un iardín tligno dc un nlahara-
já. . . En tot¡l tienc. . (Cittttta.) 1S'ictc habitacio-
nes, sin contar les cic setlicir¡ ! LIna rcsirlt-nciíl c()nlo
1-.¡m er.nt--a.iar1a o colcgio inl¡lés. ¿-Y i rránto coirro
ACTO P]IINIERO por cl arrcndarliie nto dl: scll-tt'iantc -palacetr-:? IJna
miscrir. Tres lrlii solcs tnellstr¡les. IJna Iev dcrna-
Sela rlt: la grq71 re:;iclcrtciu quc octtpan I¡tcíano Ot¡¿- gógicl ntc in^,¡irle .n'bir 1a Illrriard t ';t¡c'!Llctivn cle
dot y stt furrtilia. Lc¡s tttu,,bles soti cíe c.stilo y ettlre ésñ nransión... lS¿: cerciorrt r¡ttr'rtadiL'c:tt la escutl
ellos tto lalla aluLno t't'rdaclcrcuncnte arttigrto. L'r't lr¡ c<t'rtclt(7. Crtrrf idcttcít 1. ) E1 ir-rqrrilino, clcsde hece
gttsttt Ítrtrgués t:trol."ao htr. c.la,qídrt cortinas, alf orrt- seis rtños, cs clolt Lrtt:iant-, 01¡cr.lot. Mc clcbc trcs llle-
bras, c-ttaclro.s, Qiortto.s, tr¡c'i.o o.\t.ntoso pcro de ca- ses clt: arrcncl:rr¡lcitto, l)cro cstov clt:i iclido a clcs-
lidad. Lttu \átnnara cle tnuc:hns hrct:s p¡¡7¡l¿ del cen- alojar-lo allnqlr. sea L1lt señrrrr,in. Sin llizca c1e re-
tro rl¿l cíelorrasr¡, tnas ltu.,- otras de pic o nrcsa en moiclilniento, lo ponrlré de petitas elr la calle.
diyersos.sífio.s de la c:;tancia.,.1l fottdose abre O¡r nor.-lQttL' ifigr(sa slgl/o.so,) Lo hc oído 1c¡do,
Íut. arco qit¿ scl)aro la sala tlc utt "ltall", por el_ cual mi qtrcriclo Cusli. i St'rá r-lstcci callaz tlc hacerle c-sa
.s.r 1'c ¿r lLt ptt.rfd de callc, qtrc r:tti'da int.isihle. A la ca¡allacla a uiro d.e sus senlt'iantt--s?
d,ereclta ltoy tnto ptrcrta yidricra c¡trc cortduce al c(t C'rsu.-/ Rcact'íono¡tdo vít,atttante.l i Alto! ¡tlstcd
tned()r \,, ctl scgundo tértt¡ino, otro hacío las habita- no cs rr-ti scrlt!'ilint..'l LTstcd vivc t'n Llll lllAr 11e tleu-
ciot"tc.\ itt tt.:rír¡rt:.s ), íos eltos. ,1 la iZq,ícrcla se t,e 613-s, r'o no tL-lrso ¿tci'ccciores; rrstcci e s t'i ir-rquilirlo
tura \'('11tafl17. rL'iIi!() dü cctx cllsil . \'o c1 pl-opict.r,r'io : ustecl cs trn
Al lt1'¡¡:7¡¡¡yst'. cí tciótt t'! ltt¡t,ar sc Í'¡"clla vacío" Es Obeilot qLle írp¿rrecc cn las ¡,liginas :;t¡r:iales cic los
tne(lie ttañotla. Suota cl titttbre de c:alle. .lacbtto. diarios. 1'o apr'rr.ts trtt Cesh lt q"tien tlt' nacl¿r lc lla
el ¡not't¡riotio, t'i:.ttdo de derecl¡a a izqticrcla, acutle vlilicir¡ invcrtit' .qlis poc(i\ ah()rros en biL-ncs raíccs.
a c-bt ír. A los pocos se gotdos, arrollátulc¡lo, se pr€- iNo s()mo-s, pur'.s, sr-tllr-iantr's I
cipit« al" intcrí<¡r Da,lid C«sh. Osrvr.-/Co¡t lot¡o t/t: */t'irl¿'ttctt.) ¿Propryna
191 1?í
usted la Iucha de clases? ¿La gran batalla entre los o no sé qué. .. Del dicho al hecho, mí querido señor,
deudores y los acreedores? hay mucho trecho. Y, además, ¿quién garantiza que
Casrr.-¡ No me envuelva con sus palabras! (Se Ia nobleza de una persona está acompañada de for-
cubre los oídos con las manos.)No escucharé ni uno tuna?
solo de los hábiles argumentos que lc pcrmiten vi- Oarmr.-En este caso nadie osa ponerlo en duda.
vir como un príncipe sin pa_uarie nada a nadie. Luis de Nanáez y Sotacaballo, [farqués de Ronda-
Orr»or.-(Zeyantando la voz para hacerse oír.) vieja, es propietario de medi.a Andalucía. Ganade-
¡Le pagaré, le pagaré. . ., pero evitemos la violencia! rías de casta, olivares, cortijos, un banco segoviano
Cd,srt.-( Huyendo.) ¡No oigo nada I ¡Soy todo y casas de renta en Madrid y Barcelona... Nada
ojos ! ¡Muéstreme el dinero y se queclará usted aquí menos.
y en paz! Ctsu.-(Incréduto.) ¿Es verdad todo eso? ¿Está
Onroor.-(Persiguiendo a su interlocutor.) ¡ Usted comprobado? (Pausa.) ¿Y si es tan rico por qué
es testigo presencial y de excepción de mis ciesgra- se ha venido al Perú? Francamente, no me lo ex-
cias ! ¡ No puede comportarse como un extraño I pIico.
Cesrr.-(Arrinconado.) ¡ No escucho nacla !
Onrnor.-(Dueño de la situación,) La última tem-
OspDor.-lObligándolo a dejar los oídos libres.) porada de toros se hizo con reses bravas de su
¡Atiéndame I ¡No sea inhumano ! divisa oro y morado. Le gustó el país, conoció a
Casn.-(Vencido y suplicante.)No me cuente otro mi hija Pitusa y decidió establecerse entre nos-
cuento más, se 1o ruego. Ya no hay quien crea sus otros. Los típicos caprichos del millonario y un buen
historias. flechazo de Cupido hicieron el milagro. Iniciará
OsE»or.-Le pido que espere. Que esper:e un poco. aquí un negocio de vinos generosos, con capitales
Hay algo que vendrá a salvarme y salr.arlo a usted propios y capitales norteamericanos, y montará una
muy pronto. cadena de churrerfas al éstiio madrileño.
Casu.-¿Y quién me espera a mf? El gobierno Casrr.-(Q¿¿e ha permqnecido atento, de pronto
cobra puntualmente los impuestos y al gobierno no se potTe en pie.) Todo está muy bien y ojalá no sean
le puedo decir que el señor Obedot me pagará pron- puras fantasías, pero vine a cobrar y no me iré con
to porque hay algo que vendrá a salvarlo. .. (Recu- los bolsillos vacÍcs.
perando sus bríos.) ¡Debo actuar con rigorl ¡O me Onr»or.-¡ Pero no sea intolerante, amigo mío !

paga usted ahora mismo los tres meses de arrenda- Le pregunto, con toda sinceridad, ¿no existe un
miento que me debe, o lo hago desaiojar esta misma modo ra.zonable de que yo obtenga un piazo, un últi-
tarde I mo plazo, para cumplir con usted?
Onrnor.-(Sereno.) Ca1ma, por favor. Debe usted Casrr.-(Se pasea Wr la habitqción, en silencio.
saber en qué consiste ese algo que nos salvará. Es Luego de una pausa, habla.) Creo que hay uro. ¡ El
su derecho. (Pausa.) ¿Leyó usted que mi hija está único !

a punto de comprometcrse? Déjeme consumar ese Onr»cr.-DÍga1o.


maravilloso matrimnnio. C¡srr.-Fírmeme una letra a treinta días vista,
Crsi¡.-Mi mujer, que lee las columnas de socj.a- por 12 mil soles, ios tres meses vencidos y el que
les, me ha hablado de un pretendientc aristócrata corre. Yo me encargaré de descontarla.
196 197

i
Oaaom.-/Desencanlado.) ¿Qué alivto,, --..:-.rl lxc\rtq.-(Susp«tdiend.o su tobor 3 drrigi"énd'ose
usted a este condenado a muerte? ¿Acaso el in;-." aL público.) Don Luciano Obedot, amigos mios, es
to? ¡No, qué va! Como extraordinario favor, com;, buen navegante en el tempestuoso océano de la
prueba de gran magnanimidad, le propone la horca acreencia. Aunque esta vez puede naufragar... Y
en vez de la guillotina. Una muerte sin sarrgre, como me adeuda un año de sueldo creo que, respe-
nada más. tuosamente, ha llegado Ia hora de reclamárselos.
Casrr.-(Iciante.) ¡Sin letra, no hay clemencial Ese Cash tiene todo el aspecto de una tormenta
Onuuor.-(Metodramático.,) Así es la justicia hu- capaz de arrojarnos a todos por la borda, lo cual
mana" La deuda para ella es peor que el asesinato. es hasta para un mayordomo impago una humilla-
En la mayoria de los casos, el asesinato se castiga ción excesiva. (Pausa./ Con la venia de ustedes.
procurando al delincuente alojamiento, alimento re- (Sigue pasando el plumero.)
gular y reposo. Es decir, la cárcel. La deuda, por Jonrra.-l Q ue ingre s a acompañada de God,of r ed,a, )
el contrario, lanza al pobre deudor a la intemperie Oye, oye, ¿en esta casa qué día hay paga?
y al hambre. Gooorneol.-Ya Ie he dicho que aquí Dios tarda,
Casa.-¡ No haga frases, por favor! Le haré una y a veces mucho, pero no olvida.
pequeña concesión más. La letra será a sesenta Jacrxro.-(A lobita.) La pura verdad, muchacha.
dias... ¡NIás los intereses, se entiende! He servido en muchas casas de familia con escudo
OeB¡or.-Un poquito más de piedad aún, amigo en el anillo, de generales en retiro pero muy con-
Cash.. . (Pausa.) ¿A noventa días? decorados, de ministros poderosos aunque impopu-
CasH.-¡ No ! ¡No ! ¡ Es mucho plazo noventa días I lares, etcétera, es decir, he estado entre 1o mejor-
OsBuor.-Justamente el que necesito. cito de Lima, pero nunca vi gente tan original como
los Obedot. ¿De dónde sale la comida? ¿Quién pagó
Aparece lacinto" el automóvil? ¿Por qué no se produce el desahucio?
Nadie lo sabe. Dejas de cobrar durante mucho tiem-
Casrr.-¡ Bueno! ¡Acabemos de una vez! ¡A se-
po, pero de pronto te cae una propina suculenta, o
senta días !
cobras y durante meses y meses no recibes un cen-
Onnoor.-(En voz baia.) ¡Por favor, ni una palabra tavo extra.
ante los domésticos ! Iremos a su oficina. Ahí fir- Go»orn¡¡¿.-¡ Peor les va a los cobradores !
maré la letra. Jacrnro.-¡ Oh, esos ! ¡Las veces que he tenido que
Casrr.-Vamos. lSe dirigen a la puerta.) A sesen- comunicarles un üaje del señor, no obstante que el
ta días... ¿De acuerdo? señor roncaba a pierna suelta el cóctei de Ia noche
Onr»ot.-¡A noventa! anterior, v las veces que les he hecho saber, con
Crsx.-(Saliendo.) ¡ Más los intereses ! cara larga, Ia grave dolencia que postraba a la se-
OsEoor.-Menos altos, por supuesto... (Salen dis-
ñora, pese a que la señora jugaba canasta en la
cutiendy.)
casa de la esquina! Aquf he aprendido a ser artis-
Iacinto las ye salir. Se encoge de hombros y, en ta, ésa es la verdad.
seguida, se pone a pasqr su pluntero por los mue- Gooornson.-l.Io entiendo el oficio de cobrador.
bles. J.a,crNro.-¡ Raza extraña la de los cobradores ! Los
198 199
_--...r

ha.y, amables, los hay cot'tfidentes, los hay soborna. GouorR¡,¡.r.-No conviene p)antar )a casa. )ero
dore.s, )as hay impetuosos. En fin, de ioclo, pero hay que pensar en a1go.
casi nunca cobran, Josrra.-Por cl resto, cstoy contenta aquí. Estoy
GororBr¡n.*Los veo venir, gritar, discutir, escu- aprendiendo mucho.
chai:, esperar, y alfinal irse de la casa con las manos Jncrruro.-Estas casas son para nosotros como
vacfas. universidades.
J.lcrxrc.-¡ Pero toclos son ricos y tacaños, te lo Gooornp¡r.-¿Y qué aprendes? ¿A comer poco?
advierto. Joarra.-(Confidenciol.) Leo las cartas de la niña
Gooopnrn,q.-Sin embargo, ellos le prestan dinero Pitusa, me echo sus pcrfumes, me lavo con su
al señor, y el scñor no sc los devuclve. jabón francés y escucho las dulces conversaciones
Jcrnrr.q.-/Cr»t canvicciótt.) ¡Eso se ilama robo, que tiene con su enamorado, ese jovcn melenudo que
pues I viene a verla todas ias tardes y con quien segura-
JacrNro.-(Con un respingo.) ¡ Esa palabra no se mente se casará.
pronuncia en una casa decente ! Pedir prestaclo y JacrNro.-(Corno quien sabe más.) ¡Que habrá
no pagar, no es robar. Eso es, como dice el señor, boda pronto, r"ri qué dudarlo ! Anteayer la señora
operar con el crédito. Si metc la mano en tu bol- pidió a las tiendas trajes, sombreros, jo1'as y otras
silio 1, saco plata, sin que tú lo notes, cometo un cosas más para fa señorita, y yo sé por qué. Claro
robo" Pero si ¡ro te pido de buenos mc¡dos cien soles, que los comerciantes se negaron a entregar tanta
y tú me los d¿rs, y h-rego no te puedo pagar, v me mercancía sin cheque a la vista, porque han cscar-
conccdes un plazo, l,/ tampoco cumplo, -v tú me los mc-ntado, pero yo sé que ese pedido anuncia boda.
¡'eclamas, y vo me escondo... En fin, 1o que hace Jo¡rr.{.-Se quieren tanto que merecen una buena
rluestro patrón, eso es tener intereses financieros fiesta matrirnonial.
en crlmirn. ¿Comprendes? JacrNro.-¡Ah, pero la boda no será con ese pobre
__.Jonrra.-No comprendo. Mi platita es mi platita. estucliante sin oficio ni beneficio I ( Misterioso.)
El que me Ia quita, me la robá. ¡i{ay otro candidato! ¡Un candidato gracias al cual
i,ioi¡opni:o.r.-La verdad es que vo tampoco lo com- cobraremos !
pr:enclo. Los seirores me dcben mi sucldo y algunos Jonrrr.-(En tono de ¡trotesta.) ¡Qué injusticia!
gasios clei mercado y la bodega. Los r,éndeáores La niña y el joven melenudo se adoran. Desde tem-
rva no cuieren darme nada al fiado. Estamos en prar-rito está él dando vueltas a la casa" En cuanto
quicbla, ccmo clijo ar,'er el lechero. ¿_eué se gana la señora sale, entra. Se sienta con la niña en el
coil cieber'? jardín, Yo, escondida, los miro y los oigo. ¡Las
Jorlre.-Yo ya le he pi:dido dos .r,cces mi clinero cositas que se dicen, agarrados de Ia mano, parecen
a ia sciora. Ayer nomás me respon(lió: "¿pero qué de película I
necesi,-lad tiencs tú de p)ata, hijita?" Gooornma.-(Curiosa.) ¿Cositas como qué?
(irU)r)FRiit{.-AsÍ eS Siemnre. Joatt.r.-¡ Cositas, pues ! (Saca d.el bolsitlo un pa-
Ioul r.,r.--.,' Y qué poclcn'roi hacer.? pe| arrugado.) Aquí tengo una carta que se le cayó
J¿crxro.-.Si nos vamos, no cobramos, Seremos a la niña el otro día. La guardo para enseñárse-
¿le i<¡s que tocan la puerta. ia a Eustaquio, para que lea y aprenda.
200 201

i-
Go»ornd»e.-(Interesada.) ¡Léelat ¡r¿AUy I Iosrrt.-¿Y e\ señor la concedió?
toetrt.-(Desdobla cuidadosamente *' bl papet.) ¡E.s JlcrNro.iila conceülb, f, mu) b\en )irec\o\ iSe
Iinda! ( Leyendo.),,pichoii- ml;'.-.'-.",; trata de un millonario y, además, Marqués. Como
Go»orn¡¡e.-¡ Oht ¡La llama i.pichona,,! quien dice, el hombre que todos en este hogar nece-
. J0BJTA.-'rAngel mlo: Te amo. ¿Fuedes amarme tú sitamos.
yo
1?I?-".o-" ?.ji, si soy pobre- y sóto rengo, para
otrecerte, amor?,,
Gooornpol.-¡Ojalá se haga el matrimonio, San
Antonio de Padual
Gooornroe.-( Entusiasta./ ¡ eué bello ! Jorrre.-¿Y si es millonario, por qué se casa con
. J0Blrl.-"Ayer, mientras té besaba, he leldo en la señorita Pitusa que no tiene nada?
tus... En tus. ..,, (pansa./ ¡No JlcrNro.-(Con aire de sabiduría.,) ¿Quién, aparte
escrito aquí! ""ti""ao-!üé rr" de nosotros y los acreedores, sabe que la familia
- Jacrnro-Ve¿rmos. .. (Leyend,o por sobre et hom_ Obedot está en la ruina? Nadie. Tampoco, por su-
bro de lobita.) ,,¡En tus . .,, puesto, el Marqués. Ese es el negocio. Y yo les
JoBrTA.-¡ Ah, sít ,,He leído
"átiáos'iuUiá,l.
en tus cálidos labios aseguro que después de la boda cobramos.
que tu.cuerpo se quemaba en GooornBor.-¡ Cobramos !
y que tu corazón era mío, mlo, ,el fuego de mi páuio"
mÍd.,, Jonrrl.-¿Cobramos? Entonces, ¡bienvenido aquí
Gooornsoe.- ( Cort admirac¡hn., ) i COmo escribe ese el Marqués !
pedacito de hombrel En cambió,'et -ámioneio quá
vino a hacer la mudanza de Ia óasá de al lado,'án Los tres canton y danzan la "Polka de bierutenida
enero, me mandó un papel con unos garabatos que aÍ Marqwés".
son.como un- puñetazo en Ia cara.. . --Zamba Jme
oecra-,.. ¿quieres venir a mi cuarto esta noche Cono
." (59 detiene, púdica.) ¡Mejor ,.r"
Jonrra.-¿Y fuiste? "uttol---- ¡Bienvenido aquí, Marqués,
Crooornroe.-Claro que fui. Terminó la cosa con si después
capazos. Era casado y tenía ocho hijos en esca- logras que el dinero sobre
lera. y que, al fin, cada cual cobre!
Jorrre.-¡ Me muero ! ¡Bienvenido aquí, Marqués !
. hcrNro.-(Drcidido.)
tantes tonterías.
Bueno, ya han dicho bas-
Gooornsoe
Go¡orne»e.-i Qué bestia eres ! El amor no es una
tonterla. No olvides que hay marquesados
J¿crNro.-Ese amor de la señorita pitusa, sí. Se que son de hambre,
muchos escudos dorados
eleaaf en puros papelitos. Ayer, para que tó *pü y en el plato escaso el fiambre.
vlno un senor muy elegante, acompañado de ótro
s-eñor más elegante todavia. Los áos pasaron al
despacho de don Luciano. Lo ol todo. Uno pidió Cono
la mano de la niña. ¡Bienvenido aqul, Marqués, etc. !

202 203
Jo.au,l Jnl (Se repone.) No puedo ocultarles.mis angus-el
,iár.'t iiot. Vo qr" descicndo dcl Gencral Pinzón'
Míentras con crédito venga i;;;"ó"t oiog"r"t Pinzón, que fue vice-
su nobTeza, i'."riáL"t" de ia Refrública, me veo en la econ&
".u't difícii
algún modo habrá que obtenga ;tt;;;A; de sufrir lstas iristes penurias
su ilustre nombre riqueza. micas, pasa.ieras, por supuesto, pero muy dolorosas
Cono ;;ñí^;;;;";;'de mi^clase v categoría' ¿Lo com-
orenden?
¡Bienvenido aquf, Marqués, etc. !
^ J.tcrNro.-Naturalmente, señora'
§oióooo.-cracias, hijos' Ustedes que' según
nieta
su-
JrcrNro o.gutioiái cie servir a una del
No ha pasado el virreinato, ó""2iár"i'1.)oi,' qu" contribuvó con discretos'
"o"nl,-'"it¿n
serán
l9 i,fluencia
lo sostengo, , lá liU"tu.ión de-los esclavos, ¿no
el cholo sigue barato es así?
y es muy caro el de abolengo. Jacrxro, GoropnPPl, Jonrra.-¡ Por suPuesto, se-
ñora I
Cono SoconRo.-El caso es que las cosas van a cambiar
pronto.
¡Bienvenido aquí, Marqués, etc. !
'-joar*ro, GoDoFRrna, Jonrra'-¡ Sí, señoral
De pronto se interrumpen §oconno-Y la lealtad les será generosamente re-
Gomrneoa.-( Atarmada.) ¡ Cuidado ! Me --i^trNto, ..
compensada.
parece Go»oFxE»A, Jonrra'-¡ G-racias- señora!
que viene alguien. §oconno.-(ya entúsiasmada') La señorita Pitusa
Quedan rígidos, en'fila. contraerá enlace con un partido rico y, para colmo
de bendiciones, ¡extranjero!
---¡.qÑro,
Soconno.-(fngresando.) ¿Han visto al señor? Go»onReoa, JonIr,l.-¡ Congratulaciones' so'
JacrNro.-Hace un instante salió con el señor ñora I
Cash. Soconno.-(Maternal.) En fin, hijos, puesto que
Soconno.-¿Con Cash, el casero? son lo que son gracias al democrático es-
hcrNro.-Sí, señora. Con el casero. (Socorro hace "tt"áát
píritu de mi abuelo, el General Pinzón, espero que
un gesto de"fastidio.) ;;p;; callar los rigores del momento y esperar la
Josrr,{.-Señora, no hay cera para los pisos. abundancia futura.
Soconno.-(Disgustada.) ¡ Oh, Dios !
Gooorn¡na.-En el mercado se niegan a venderme Entra, aPresurado, Obedot.
si no pago lo que se debe.
! ¡ Qué desdicha !
SoconRo.-¡ Qué desdicha Oer»or.-¡ Jacintol ¡Llama por teléfono' de mi
hcrxro.-El chofer ha pedido para gasolina. pri*,"ái t"noi ot"to'y ruégaie que .venga' de in-
Soconno.-(Como en un &rnago de dextnyo.,) ¡Oh ! mediato, a verrne por un asunto extremadamente
204 205
delicado ! ¡ Pon mucho énfasis en eso de ,,extrem¡. a lcs competidores de esos malos comerciantes. En
damente delicado"! (pausa.) ¡Corre ! (Cuando Ia- el país reina el libre comercio.
cinto ya a.hacerlo.) ¡Oye! ¡ño olvides el rvhisky v Gotornror.-Pero, ¿cómo les pagaré, señor?
el
.champán francésl (Taciito lo interroga con" la Ossnor.-Abre cuentas en sus almacenes. .. (Ante
tnírada.y con la actitttd..) iArréglate comó puedasl un gesto escéptico de la mujer.) InspÍrales confian-
¡ Corre I za, que eso franquea las puertas del crédito.
JacrNro.-Haré lo que esté en mis manos hacer.. ,
GooorRpor.- ( V acilant e. ) Lo intentaré, seitor. ( V a
( Sale.) hacia la puerta. Antes de salir.) ¡No puedo pagarles
_
Onroor.-( A Iobita.) Tú, anda inmediatamente con con mi plata, lo lamento !
el chofer a Ias mismas tiendas a Ias qr-re llevó a la On¡oor.-(I/a coftto un rayo lncia elle.) Godofre,
señora anteayer y diles a los vendedoris que te en_ da, Godofreda, en el régimÉn liberal el crédito es
treguen inmediatamente el pediclo. Las cucntas se_ tcda la riqueza. Si los pequeños comerciantes de
rán pagadas en Ia casa, al cóntado, a Ia sola prcsen- este barrio dcsconocen tan simple y sabio principio
tación de las facturas. económico, practicado aún por nuestro Supremo
Josrra.-Sí, señor. (Va a salir. Se detiene.) ¿y sí Gobicrno en sus complejas finanzas, es que son
se niegan? unos ignoranles. (Pausa.) O, tal yez, unos pérfidos
Orpoor.-Insiste, insiste. eue venga contigo un comunistas. (Pausa.) Y si tú los encubres, también
empleado para pagarle aquí mismo én dineró con- serás sospechosa de comunismo.
tante y sonante. Gonornpn,t.-(Alarm,ada.) Yo no, señor. .. (Se per-
Jourr,l.-Sí, señor. (Vuelve a detenerse.) ¿y la signa.) Ellos quizá, pero 1'o jamás.
gasolina para el auto? Onrnor.-(Con tono tranquilo.) Además, si a Ia
-le Os¡»or,-(Irritado.) ¡eue la pague el chofer! ¡No
han de faltar unos soles en bolriito !
postr-e los proveedores resultan enemigos del orden
público y te exigen dinero, dales sin temor del
Josrrt.-Bien, señor. . . (Sale"iamedrentad.a.) tuyo. Te haré ganar buenos intereses. Diez soles
Onroor.-(Entusiasta.) ¡y tú, Goclofreda, troy tie- semanales por cada cien de inversión. ¿Te parece
nes que hacer milagros con las ollas ! Se sentará bien? Es mucho mejor interés que eI de la Caja
a nuestra mesa esta noche el Marqués de Ronda_ de Ahorros, ¿no es cierto?
vieja. Estarán también el distinguido señor don GooornE»a.-(Cayendo en la trampa.) ¿I.a Caja de
Bernardo Torrecillas, y el señor y-la señora Obeso. Ahorros? ¡Bah, una miseria, señor!
Siete en total. Orn»or.-(Iriunfal.) ¿Y cómo es posible, mujer,
Go»opnr¡1.-(Thnida.) pero, señor. . . que sin'iendo en mi casa, trabajando en el hogar
Onrnor.-¡Vuela! ¡No hay tiempo que perdcr! de un hábil financista, entregues tu dinero a manos
Go»opRnnl.-Pero el verdulero, el cainicéro, nadie agiotistas e inescrupulosos? ¡ En adelante, yo seré
quicre. . . tu Caja de Ahorros! ¡10% semanal de intereses!
Onsnor.-(lnthnidante.) ¿Nadie quiete qué? Gooorn¡n.1.-(Ganada por la codicia.) ¿Es cierto
Gonoprnoa.-Nadie quiere venderños al irédito ni eso, don Luciano?
siquiera una lechuguita. Onroor.-En este asunto no soy tu empleador. Soy
OnE»or.-(Seguro,) Eso no es problema. Acude tu socio.
206 207
-.-¡etro, están instalando una fábrica de ha,rina
comerá usted manjares celestiales ! (Sa/e corrie¡¡,;- ;e anchr¡veta que lrrünto habrá en el aire r.rn tufo
Onroor.-(A Socorro, que lta presenciado la cs- a rnuerto que no 1o soportará ni ei aicalcie. ( Pait:;e.,:
cena ífi/eresacÍa, pero silenciosa.) ¡Querida, esta Pero estate tranquila, Socorro, que coioirrré ¿:sls
buena mujer tiene inactivos, en el arca de csa sór- Iotes como si fueran dc subsuelc> petlolÍi,-r'il.
dida Caia de Ahorros, especie de pantano dcl dinero Soconno.-¿Trarrcluila? ¿Cómo pueclo esta¡: \,G
circulante, por Io menos diez mil soles ! Es nece- tranquila si tú, debido a tanios problcmar:, te vcs
sario desecar esa ciénaga, Con tan inesperaclo des- obiigado a actuar al margen de ia morai? lls,¡ i-n*
agiie irrigaremos por un tiempo nuestro presupuesto da mieclo. Es peligroso.
en lo quc a vituallas at¡ñe. Osrro'l.-No comprencles, quericia" nuestra ér:oc¿r
Soconno.-(Con alarma.) ¡Luciano I ¡ Luciano !
y nuestro paÍs. Ahora y aquí, siiic¡ cueni¡¿ ci pro-
Orrnor.-¿Qué te pasa? vecho rnaterial. Hasta la aurcola cie los santos estí..
Socopno.-No oivides nuestra dignidad. No olvi- am¡raracla por Lln seguro en dólares. Toio es cr rr-
des que soy nieta... venic'ncia. Por ejcrnplo, cuando 1os n<¡rteal.nerica-
Orrnor.-(I-a interrumpe.) . . .de un Vicepresidcn- nos nos enr'ínir leche en polr'o y' accite es porque
te de la República. ¡No lo olvido nunca t. (Amenezq- tienen cxcedcntes de estos productcrs, y si ios ian;li:i
dor.) Menos todavía cuando descubro que a mis a su mcrcaclo bajan los precio-s, se ¿rrr"uin;in los
espaldas Ie haces confidcncias a Ia servidumbre. procluctores, qr"iiebran lc¡s inf-crrnecliarios, sc iarxl).i-
Soconno.-¿Yo? ¡' Confidencias? iea cl gobierno 1, la nación cnters enÍra en "ct'ack".
Onroor.-Así es como esa gente piercle el respcto t\o es por gracia que se deshacen de su L'che 1' -i;
debido a sus superiores cn condición y fortuna. Tu accite. (Pousct.) De otra parte, un szrbio rro grrna
abuelo contribuyó a que se acaben ios esclavos; en medio sielo de quemarse las pestañiis lc qr-re ci.rai-
ivaya y pase, aunque fue una majadería! Pero no quier banco reparte en utiiidades de un año entre:
los incites tú, con tus sentimentalismos, a la sub- sus accionistas. Cucnta ci clinero, nada r¡ás. F.s. ..
versión... el cuarlro clc este muncio. (Se tlirige aí ¡túblicu.)
Soconno.-¡ Pcro, querido, trataba de que coope- ¿No es así, señcras 1' scñores? (To¡na rÍe !u. t¡¡.una
raran con nosotros a salir dei atollar.lero en qlle a su ntttjer ), la adelanta a printer térttútro.i iDí-
nos encontramos ! ganle. por favor, que dc nada vale sc;: ttieta rli:!
Onrnor.-¡Del atolladero me encargo yo I Tú r;ete, General Diógenes Pinzón en la eclad en quir lcs trrLj'
ataviada con lo mejor dc tu ropero y aclornacla con cos tÍtulos qLre mcrecen respeto son lr¡s e1e ia pl-o-
tus mejores galas, a Ios lugares más concun'iclos picrlad !
de Lima. Cuanto más elegante y clespreocupacla Soconno.-¡ l-uciano, It¡s scíiores \;an a pensar qlle
aparezcas, menos creerá la gente en nLlcstra ruina. no cres una persona clecente i
Pensará, por el contrario, que los terrenos a la ori- Ontlor.-(Riendo a carcoiadas.) iElios saben que
lla del mar que estoy vendiendo son míos y aclemás por el merc¡ hecho dc eslar entleurledu hasta la
muy valiosos. (Pausa" Sincero.) Para tu personal coronilla 1-ia¡, muchas pcrsonas qtie vilen penciienies
e lntima información, te confesaré que son un de- de mí, c1c mis p¿rsos, dc rni saltld, de nris nefiocio¡;i
sastre. IIay ravas en la arena \r, a menos de un ; So5.', en consecuencia, decente !

2{iq
248
------nEF-

Soconno.-lResistiéndose.) ¡No te en:-.- - : -.rm ' : ::rre I No la había visto. Entré tan excitado...
poco el público ! , -:spetos, señora.
Ogz»or.-La deuda es prueba de mt '.i-,:.'--:- - Soconno.-Está usted disculpado, señor.
¡Existo! ¡Y existo, no gracias a que el autcr =: S,lcanna.-Muy amable. Gracias.
puso en este teatro, sino porque palpito, pes<.r, suei - Soconno.-Con permiso. ( Sale. )
y estoy aquí y en la calle, me tropiezo con Ios tran- Onsror.-Tome usted asiento cómodamente, mi
seúntes, almuetzo en los restaurantes caros y ba- estimado amigo.
ratos, figuro en el Libro de Oro y hasta, tal vez, me Srcanna.-(Zo obedece. Con alivio.) Dijo usted
hallo ahora mismo sentado en la platea ! ¡A ver ! pagar... Eso me quita un peso de encima.
¡Sería curioso! ¡Voy a buscarmel (Hace visera con Osroor"-Dije pagar, sí, y lo reitero. Ahora vea-
las dos manas y mira a la sata.) ¡A ver! ¡A ver! mos cómo y cuándo.
Seeanna.-(Sobresalt'ado.l En dinero efectivo y al
Em ese momsnto, tonante, entra Sagarra en es' instante. De otra manera, le embargo los muebles.
cerut. OspDor.-Usted es hombre de negocios, Sagarra,
y sabe que el dinero es apenas un símbolo. Un
Slcanna.-(á toz en cuelto.) ¡Al fin lo pesco, Obe- símbolo de bienes.
dot ! ¡ Esta vez no se me escapa. Slcmne.-¡ Lo sé, claro ! El que me debe dinero,
Soconno.-¡Dios mío! me debe bienes, Usted...
Oseoor.*lQue se ha dado vuelta haci,a el escerwb Onn»or.-(lnterrumpiéndolo.) ¿Ha oído hablar de
rio en cLtanto sonó la'¡¡oz del acreedor.) ¡Ehl (Con las playas del Cangrejal?
S,qcrnnl.-No, no. ¿Por dónde quedan?
los brazos abiertos avanza hacia é1.) ¡ Soy yo el que Ossoor.-Más allá de Ancón. Una caleta en donde
se felicita de recibirlo, estimado Sagarra ! próximamente habrá un maravilloso paraíso bal-
Secenna.-(ápartdnáolo.) iEs inconcebible que neario.
para dar con usted tenga uno que deslizarse como Secanta.-(Descon'fiado.) Bien. . . ¿Y?
un ladrón por la puerta de calle entreabierta, cuan- Osnoot.-Un milagro, querido amigo. Son tierras
do no está a la vista ese cancerbero con chaleco a que mi esposa heredó de su abuelo, el General Dio-
rayas que tiene usted por mayordomo. genes Pinzón.
Onrnor.-(Calmo.) Ese acto no constituye abuso S,qclnna.-No veo qué tiene que ver eso con...
alguno tratándose de amigos. ¡Bienvenido ! Onroor.-(Rápido.) ¡Un momento! ¡No he con-
Sacanna.-(Fuerte.) ¡Vengo a cobrar! cluido aunl (Pausa.J Esas playas van a ser urba-
Oneoor.-(Seretw.) Voy a pagar. nizadas. Una gran empresa, de la que forma parte
Secenna.-(Desooncertado.) ¿Ya a pagar? el Banco Propulsor, las ha adquirido. Por razones
Soconno.-(En tono de repr'o,che.i ¡Luciano! sentimentales conservamos en nuestro poder trein-
Oaeoor.-(A su muier.) Querida, te ruego que me ta lotes de los mejores en la zona. Fue en esos
dejes arreglar a solas mis asuntos con el señor. 30 mil metros cuadrados donde el General Pinzón
Sec¡nu.-lQue ha advertido, de pronto, que no apostó sus tropas durante la revolución del 55 o
ha saludado a la señora Obedot.) ¡Oh, señora, dis- del ó5, no estoy muy bien en historia.
210 zlt

i
Sac,rnne.-Bueno, ¿y quó?
O¡s¡or.-Los 30 mil metros cuadrados dcl Can- Onrno'r.-De mi clcuda con usted. (Confidencial.)
grejal, que pcrtenecen a n'ii familia, serán, si usted I!{i hiia se casa.
los acepta, suyos. El dincro es símbolo c1e bienes. S.qc.uu.-Lo felicito.
No_ tengo nir-rgún dinero, pago con bienes. O¡roor.-Con un millo¡iario.
S,rc.rnnr.-(D esoríentaclo.T f ero esto es muv in- Src¡nnr.-Más felicitaciones.
esperado. Debo pensarlo... Ost:oor.-Y marqués español.
O¡r:¡or.-Reflexione ustecl toclo el tiempo que quie_ S,rcrnna.-¡ Qué sucrte ! ¡Qué suerte !
ra. Orr:oor.-Como Io oye.
.(Saca un.lcgajo_ de papcles ctef. boisilt'o.l Áá"i
están ios títulos. (Los extienric.) ¡Son suyosl S;\G,\RRA.-i Formidable | (Pattsa.) Bueno, me mar-
Srcrnnr,-(Iotna los papetas.) ;Pe.o ,roáu sé del cho. Mi querido Obeclot, encantado cle haberlo visto.
prccio, de la situación, de las poiibiiicl¡.cies cle esas O¡ruol.-Lo acompaño hasta la puerta. (Van iun'
playas ! /os.,) Hasta la vista, scñor Sagarra.
Orrnor.-(Mientra.s el. otro revisa neryiosamenie S,,rc.lRR.,i.-¡ Hasta la vista!
los papeles..) Junto con esos títulos hallará ustecl Soconno.-(/ngresando.) ¡Luciano, todo ha sido
un prospecto a todo color sobrc la futura urbaniza- una descornunal mentira ! ¡ He estado escuchandr-r !
ción. ¡Ese! ¡Ese azul, jusramente! Léalo. 300 soles Onnoor.-¿Descomunal mentira? No tanto. Los
metro cuadraclo, con agua, desagüe, luz eléctnca, 30 mil nretros cuadrados dei Cangrejal con que
pista. asfaltada, sol todo ei año..1 y, aclemás, mai pretencio saldar la cucnta con Sagarra son ios dis-
propicio para la práctica de tabla hawaiana, skl ponibles para obsequiar a cierto pírblico con cl fin
acuático, pesca mayot y caza submarina. de iniciar espontáneatnente, ¿cntiendes? la urba-
_- Slc.rRn¿.-(Mirando y remirando los papeles.)
nización proyectacla. Si Sagarra los toma como
I{ay que estucliarlo. No puede uno deciáir.se asi cancelacién de ia acreencia, habré salido de uno
porque sí. de los más feroces cobradores que me asedia. Si no
Osnoor.-Por cierto que no. Tómese usted el tieirr_ Ios toma, hemos ganado un plazo c1e por lo menos
po que le haga falta. Uno, dos, tres meses. Llévese un mes antes de Ia ejecución. La meta es el matri-
los papeles y examínelos cou calma. Lucgo conver- monio cle Pitusa...
saremos, Soconno.-¿Justifica ella tales meclios?
S.qclnn.s.-Si usted me da ticrnpo. .. (Guard.a los Onrlor.-¡ C1aro que síl Sobrc todo si la hiia de
papeles en el porta-folio.) Lo pcrrsaré. (Se pone en que se trata es, como la nuestra, tírnida, romántica,
pic.) fuera cle serie" ¡ Si todavía no me explico qué cosa
Onnnor.-(Icunbién en pic.) ¡.Se va tan pronto? de su persona ha atraído al Marqués de Ronda-
Slc,rnn,r.-Sí, tengo mucho que hacer aún. ya ha_ vieja I
blaremos de esto. Soconno.-Pitusa tiene su encanto. Tiene scnti-
Ousnor.-Déjeme que, por lo menos, le dé una mientos delicados, es culta...
nottcta que acabar.á por tranqr-rilizarlo completa- Onroor.-¡ Sentimientos de novela rosa! ¡Cultura
me nte. de revista de actuaiiclades, con grandes artícu1os
Slcanna.-¿Acerca de qué? sobre los amores de una princesa griega con un
campeón de base-balll (Pauss.) Espero que consi-
212
2r3

I
de¡e el matrimonio como una transaccióa va a acer'
mica. ¡i talento, una persona de esta familia
l¡r en la ruleta- del matrimonio'
--Soconno.-( EscandaliTada.) ¡ eué idea,
¿'re casaste conmigo como hómbre de :
como enamorado? Entran Socorro Y Pitusa.
Soconno-Ya le he dicho que se ha presentado
- - partido que no conviene desdeñar'
un
§.Ñr .-iiS, es hijr\.¿\>.§\\\»Sñ .\ñ,\\,§
días negros que corren, es algo que testimonia la
existencia de Dios.
Prruse.-(Con voz dulce.,) Entonces, ¿ya te habló
Socorro s,ale en busca de su hija. el joven Castro?
Orroor-¿El joven Castro? dQuién es? ¿Castro
qué?
Orroor.-(Qorc se ad.elanta al pubtico.) Me casé
que,et famoso general'había áeJáao una Pnusl-Angel Castro, papá. Una vez fui con él
:T{:-19"
nerencra como para permitirmé dar un
a una fiesta. ¿Recuerdas?
.tabulosa,
sarro nacra la tortuna inquebrantable. ( Recatcand.o Onnoor.-¿Un tipejo paliducho?
Prrusl.-¡Un muchacho delicado, papá!
ly unyatatys./
nr
¡Ni.yn centavo! ¡Así como lo oyénl
centavo partido por la mitad! (pausa.) parece Onroor.-¿Y por qué habría de hablarme el joven
que a mi suegro Ie srlcedió lo mismo, y que antes Castro?
a su suegro le ocurrió otro tanto, y ásí'hasta el Prrusl.-Para pedirte mi mano, papá. Queremos
demonio sabe-qué generación de deépievenidos. Una casarnos.
caoena ratal de errores, de la cual yo soy el último Soconno.-¿Qué? ¿Estás enamorada de él?
eslabón. Es cierto que el. distinguído pi¿"é" Prrusr.-Sí, mamá,
mucho oro en sus patriót,ias óampañ-as, peró Áá"á Ooenor-¿Y él de ti?
lo Prrusl.-Sí, papá.
derritió Iueg-o en la crap-qlosa pri"uá"- q"L,
al margen de la cosa. púbtica, "iáá irresporrraUté
ttevJ Obedot mira a Sacorro, Socorro a Obedot, total-
y alegremente. Los hisioriadores te tran iedicado
tnente desconaertados ambos.
muy b-onitas páginas, una calle ostenta su nombre
y apellido, en algunos museos están sus medallas,
su catre de campaña y_una Orruor.-(Si.n saber qué hacer ni qué decir.) ¿Y
- heroica camiseta qüéi qué pruebas tienes de que ese individuo te quiere?
mada
-por la pólvora. De sus peripecias ae gJián Prruse.-(Con naturalidad.) Me siento amada.
derrochador no se dice_en ninguna farte nada,]éiá
fue en ellas donde tiró la casipor la ventana.'('pou_ Orenor.-(Exnsperado.) ¡ Qué pruebas, pregunto!
sa.) En fin, esa carta me failó hace tiempo, cuando ¡Qué pruebas!
yo era un crédulo soñador, pero la que jüego ahora Prruse.-Quiere casarse conmigo.
con el Marqués está marcada. Esta vez, glacias a
Pansa. Hay desorientación e¡ttre los pad.res.
214
2t5
Soconno.-/Con ternara.)
que quiere casarse contigoi¿y cuándo te ha rls platos luntos, pasearemo-s juntos, leeremos jun'
Prrus¡r.-Todas Ias taráes. tss.§-rrseñ;'i€ \sg\€s s\r§is hratas \ibres. É1, cuando
sus estudios se Io permitan, hará trabalos üe meca'
_ Soconno.-¿Todas-las tardás? crv
¿Te ves
"vr con éI todas nografía. El amor nos ayudará a vencer todos los
Ias tardés?.;Dóndei
obstáculos.
Prrusa.-En eI jardín. Ahí nos reunimos diaria- Onnoor.-¿Pero ese insensato aümenta alguna am-
mente.
Olroor.-lConteniend.o ta cótera.) bición en la vida?
nos Io has dicho antes? ¿y por qué no Prrusa.-Es inteligente y voluntad no le falta.
Llegará a ser por lo menos embajador.
Prrusa.-Nunca ustedes me lo preguntaron. OsE¡or.-Mira, hija. En estos tiempos, embajador
Oarnor.-(E stattando.) rá.o q"ie"'J, ¿l ! es cualquiera. No se necesita mucho ingenio para
es su familia! ¡Con qué. ¡'cuenta'páiu ¡Cuát
I llegar a serlo. (Pausa.) ¿Qué estudia tu galán?
..Prruse.-( NatLraL) b" u"*" tíJát* "' "uru.r.
dia en ta Universidad. E.-h;;;f;;."^ C"urtro. Estu- Prrusr.-(Muy orgullosa. / Antropología.
Oneoor.-( Desesperado --iliérfano Onrnor.-(En el colmo de la perpleiidad.) ¿Antro-
.. y".l ! ¡ Estu- pología? ¿Y para qué sirve eso?
diantc! ¡casrro! lNaaa t iÁí p;l;ü;,,)**i tienen Prrusl.-El mundo futuro necesitará de los an-
u.stedes una muesira de to q"á;;;-;;los
tiempos. Un jo_venzueto queTá ti*" áá"¿" absurdos tropólogos.
caerse
muerto y- que debería pasarse los dÍas y las noches Ossnot.-Y mientras esperamos que venga de no
con Ia cabeza metida en los libros, ,n, sé dónde ese mundofuturo, ¿.cómo se las arreglarán
q;; ha salido ustedes dos?
v:a lúi"';' casarse' ' ' Prrus¡,.-Todo lo solucionará nuestro cariño, nues-
?tr:!;';ff;i'ir,?iluiu"arón' tra unión. A él le sacrificamos, por eso, todo.
Prrusa.-Sí, papá. Soconno.-(Con intención.) ¿Todo? ¿Inclusive tu
Osruor.-(Tratando de exponer un razonamiento padre y tu madre?
convincente.) Escúcham", .iiutrriiu.- Bueno,
te ca- Prtuse.-¡Oh, no! Quise decir que. .. (Vacila.)
:fl:. :1-,:i tat Anget. (pitusa sonríe complacicta.) Onnmr.-¿Tu angelito conoce la situación econo-
¡ru no rrenes un real! ¡El tampoco! -Al díá siguieí- mica por la que atravesamos?
'".ti.l&.13,1' r..iT comen ? io¿ trán p ens a a o1 Prrusa.-(En son de protesta.) Nunca hemos ha-
Soconno.-(Emocionada.) blado de dinero.
morada
iOh, mi hijita está ena- One»or.-(/nsidioso.) ¿Te cree rica, entonces?
!
OnE»or.-/Grita.) ¿eué comen?, presunto. Prrusa.-(Cdndida.) Me sabe buena.
-papa, Onr»or.-(Triunfal. ) ¡ Ahora cornprendo !
.^rlrr.^.-fo que haya. Un pan, uha un vaso Soconno.-(A Pitusa.) ¿No te parece?. ..
¡ y nos querremos más !
qe_agua.
OBEDor.-¡ Eso es pura fantasía !
Onrnor.-(Deteniéndola,) Nada, nada. Escucha,
Prrusa.-Hemos decidido atqgilar un pequeño de_ hijita, le vas a decir a ese niño que venga a hablar
partamento en las afueras. Yo seré iu -sirvienta conmigo esta tarde. ¿Puedes citarlo?
y él mi sirviente. Cocinaremos Prrusa.-(álegre.) ¡Claro, papacito!
juntos,-lavaremos Ossoor-A las cinco Io espero. (Diddctico.) Atién-
216
217
-dcme bien ahora. Hace unos clías, en la fiesta c: Más tintbre.
Ias hermaltas Col-omina., .or,r.i.t"'a u., airtirrg.,láo
joven español, el Marqués clc nonáurtl;a. ,l
Soconno.-i Insisten Iré -vo.
. Plrl's.1.-¡
Ia noche.
Oh, sÍ I Un pesado q.r"
-á molestó toda O¡¡oor.-No. (,,1 stt ltiia.) Antla tú, pcqueñe. r
Oar»or.-(Ett totlo de reprocltc.) ¡Un caballero dile que he saliclc> dc viaje. Tal hava cntrr'ls.-
quc te hizu' Ia t.c¡r.te chacales aiguno quc preste fc a"'c'z
la palabra cle ';:-,
I

Soconno.*tln scñor en tocla la extensión cle la aclolr-scente enam or-acla.


palabra, hila. Prrus.q.-Sí, papá. ( Sale.)
Soconto.-(,21 stt nrurido.) ¿No tc h¿r conmor.id.r
, OsrDor.-Ese sei.ror en tc¡cla Ia extensión de la pa_
iabra, como dice tu mamá, l.enclrá est; ;;h."'; Ia fucna de sr-r pasicir-r?
cenar con nosotros, pues está inte¡esaclo en Onr,t»r.-;I1lás mc ha- conmor,iclo, tc 1o juro. 1:,
mad¡e-y ],o vcmos con mul, buenos ojos ati.este Tu codicia de ese sin.rplón que cl'ec ir¿rber encontr'.1.i
pretendiente. (Pausa./ No serls, hiia en nosotros ulra \-eta c1e oro I ; Bucn chasco se ve l
mia, la señrtra llcvar el muv infc-liz
de Castro. Ser¿is la I\Iarqucsa dc'Rondavieia. No !

itát,.o.parar tampoco, )'a que tus padres velán por Vuelve Pitttsa.
tu dicha, a un ntoclesto-clepirtamcntito cle suburbio.
Vivirás en un bar-rio resiciencial. No cocinarás, ni
lava¡ás, ni cnscñar¿is Prlrs.r.-Papá, es el señor Ahumacla.
Vi:rjarás, tcndrás joi.as, O¡l»or.-lTotttrindosa la cabe:,a cntrc las tllatt.;
serás una rcina. . . !!glés.
Hás cntcn2litlo ? ¡ El pcor, c1 más Lrsurero 1' canalla cI.' todos i
r_
Prrus¡.-lLrtt arlenlán cle rebclclíu.) lpapá, quicro Ptrr-'s.t.-Dice quc viene a prollonertc un hur':
Ia Ieliciclad aunquc sca en la pobreia'l
nc'goi:io.
OsEDor.-Ove ja r,oz cie la crperiencia, hija. (prut-
sa. Convinc¿,rzlc..) No estarás tibligaAa á p.r". pu. Onrt>or.-¡ Quc te fícs de )a palaltra falaz dc ri;.
cl clolor de renunciar al jover.r Cistro. ei te aban_ estucliante verboso cs cxplicablc, hija, pt:ro ,'ci,nl,
puedes crecr que ttn acreeclor ¡lice la vcrcl¿rd cultllel
donará, lc lo ascguro.
Prrr-s r.-; Nc, I,r conoces, pap/i ! Angel no ccde
trata dc cazar a su vÍctlma? ('4 lts clos ttuLiere s
ante nada. Dójenme con é1. N{c las arreglaté crrmo puecla. /.S-:-
lctt Socorro ^,' Pitusa.)
Suen.a el thttbre cle la calle. Oncmr.-lZtrcgo dc ir, cort aire resigrtado, |t,Lsi,;
la ptterta y yollcr con Altutnurla a lct sala.) Pa>.
Soconno.-I-laruan ¿r la pucrta ustecl. Al.rumacla. Pase. Está ustccl cn su casa. ,
¡Y no hay scn,i-
,

dun-ibre clue abra I Arrul,r.q¡.r.-( E Itlsirarrtente.) ¡ Mi querido antis,t


Ole»or.-¡ Quc no se abra, cntonces I 1o congratulr¡ mrtv cfusivamcntc !

Onr:oor.-¿Por quú? ¿Sc pr-re'c1c saber?


Suoru el tbttbre htsistententcnla. Ar r r-tt,tn r,-Y a sabe tocla 1a cindacl su inm¿ r,. -.
SoconRo.-siguen liamando.,.euién será? suerte. Su iriia, su bella hija, sc c.lsa con uü c,i-'-.'
Onroor.-¡ E,s el típico toque'de un cobradc¡r! lcnto indllstrial cxtran jelo. ¡No mc ocultará us:---.
1an buena nuer,a !

218
)'I )
Oomor.-(,l1odc.rto./ No, no se Ia oculto. Así e s AHurvt,q.»A..-Correcto.
Attu¡,r,qo¡.-(Abrazcíndoto.) [Jn ycrnct rico es algo Oesoor.-Son, pues, erl total, 85 mii soles. (A/ra-
que el destino no concede fácilmente a las pobrés mada asiente.) Yo Ie firmo a usted una letra por
criaturas humanas. Los negocios no Ie fueron pro 50 mil y cobro los ó5 mil de su acreedor.
picios, Obedc¡t, pcro en cámbio ha sanado uited Agul,rln,q.-Eso es.
un hijo millonar-io. Hal' un equilibrio inmanente en Osrnor.-lF1o-ciéttdose un enretlo con los cálculos
el universo, como decimos iot rosacrrrces. ntentales.) 85 mil .. . 50 mil ... mcnos los intere-
,.Onroor.-El Marqués de Rondavieja trae, más que ses... 2 mil, digamos.,.
d¡nero, cosa fugaz, amor, amor y amor. ¿Su actitud Auult-ru.r.-Es muy claro.
hacia mí ahora, querido Ahumacla, no demuestra Osroor.-Dé.icme un momento. .. (Sigtrc calculan-
que son los efectos los que han comenzado a reinar do.) Son L3 escalonadas... (A Ahturruda./ ¿A qué
a mi alrededor? Es decir, en una ¡ralabra, la paz. plazo?
- Arrtrutnl.-La paz de su conciencia, señor Obe- Anunran.r.-A 60 días.
dot. Es muy valioso. y podemo, srr.rlibir, en este Onroor.-¿La r¡ía?
mi_smo momento, un paóto de amistacl. Ar:ult,c»,r.-¡ La suya, claro !

Oaanor.-¿Un pacto? Explíquese. Osr»or.-Dos mcses. ..


AHuNr.snir.-V-ine, primeró, á fe1icitar.lo. Apror,echo Asunr.r¡,r.-(Con picardía.) Y dentro de dos me-
para proponerie una transacción. ses, el yerno. .. (Hace aderucin de pagar.)
Onsoor.-Diga usted. Onemr.-(Repentinanrcnte.) iAccpto ! ¿Dónde es-
__Au"uM,r¡,c.-( Abriendo xt portat'ollo./ Tengo aquí tán las lelras dc... ? ¿Cómo se llama?
65 mil soles en 13 letras escálo.raáor, iorrectamente Anult¡r,r.- (E xtendiéndole lo s pa¡telc s. ) De Lobo.
aceptadas por un señor de apclliclo Lobo. pues (Busca en ilt cartera.) Aqui está la suya. (La en-
bien, se las endoso a usted. com-o si sólo montaran trega. )
a 30 mil. Usted consolida Ia deucla cle ese señor, y OeE»or.-(Iras exatninar los clocmtrctttos.) Bien.
la.deuda suya-hacia mÍ, que asciende a 20 mil, 1á Firmo. (Firttta.)
s.alda aceptándome usted btra letra por 50 mil re- Asurtror.-(Tonta los papeles.) iY ]'o endoso I
dondos. De tal modo, usted recibirá, en amortiza- (Firrua.) iUn gran negociol
ciones del señor Lobo, 65 mil soles y recuperará Osruor.-Sí, un gran negocio, pcro para usted.
su dinero con creces, en tanto yo, cleicontanclo el Arrutrrro¡.-¡ No! ¡Para usteclt. (Se pone de pie.)
documento que usted me firma en el banco, obtengo Hemos firmado 7a paz.
una suma que aproximadamente vale por ambás Onenor.-¿No clesea tomar un apcritivo?
acreencias. Mato dos pájaros de un tiro, que es lo Asul,t¡o,t.-No, gracias. Debo ir al banco. (Pre-
que me interesa. ¿Acepta? parándose para salir.) ¡Y mis feljcitaciones, nueva-
._Onnoor.-(Sin entender la operación.) Con calma, mente !
Ahumada. Déjeme razonar. yo lc clebo a uste<l Os¡oor.-Muchas gracias. Hasta pronto.
20 mil. El señor... ¿Cómo se llama? Ar¡uur¡r.-Hasta pronto, don Luciano. (Sale.)
Ar¡u¡,,ra»e.-Lobo. O¡r¡or.-(Ouerlo. pensativo. Avanza al público.)
OseDor.-El señor Lobo le debe a usted 65 mil ... Ustedes son testigos de que no sov yo quien teje
220 221

r
Ia tramposa telaraña. Está puesta aquí, t:_-:. :-:lque menos útiles. Bueno, vete a cumplir con
mente, y dlos vienen a ella y se enredan. Los ; - . ¡u deber.
meses de mi letra pasarán y la letra seguirá sienci-
lglra: y la deuda, deuda, y Ahumada, Ahumada y Jacínto sale en el preciso movylento en que enfton
Obedot, Obedot. . . En cambio, las obligaciones del Godafreda y Jobita"
señor Zorro, Tigre, Lobo, o como sea, serán satis-
fechas puntualmente a mi favor, porque para eso Ornnor.-¿Habrá o no habrá banquete?
tengo mis palancas. Ustedes son testigos. ¿No es Go»ornnra.-¡ Y de relamerse los dedos !
acaso el mundo el que nos hace como somos? Onr»or.-¡ Anda, pues, a multiplicar los peces y
Ios panes !
Entra lacinto. Gooorn¡¡R.-( Saliendo.) Sí, señor.
On¡uor.-(A lobita. ) ¿Todo arreglado?
JacrNlro.-Con el permiso del señor. Jonru.-Sí, señorcito. Vendrán a cobrar dentro
Orn»or.-¿Hablaste con el señor Obeso? de una hora.
Jacrxro.-Sí, señor. Dijo qué vendría en seguida. OsrDor.-lMirando su rel,oj.) ¡ Cobrarán !
Precisarnente tenía que visitar al señor Cash. Luego, Jonru.-¿Algo más?
de ahí vendrá acá. Onnnor.-Nada por ahora.
Omnor.-¿El vv'hisky y el vino? Josrra.-Permisito. . . (Sale.)
Jecrxro.-Ya están en la bodega. Onr»or.-(Para sí, satisfecho.) ¡Tener a esta gente
Ossoor.-Perfecto. Ahora te voy a encomenclar de la parte de uno es mejor que ser amigo de toda
otra misión. la banca de Wall Street !
Jacrxro.-Siempre a sus órdenes, señor. Jrcrxro.-lQue regresa excitado.) ¡Mientras ha-
blábamos con mi compadre, el mayordomo del se-
On¡oor.-Impide que el señor Obeso ve¿r al señor ñor Cash, se me ha colado un acreedor! tQué
Cash.
hago?
Jacrxro.-Nada más fácil. Le pediré al mayor- SaNrrzo.-(Tras de aqué|.) Señor Obedot, por
domo del señor Cash, que es mi cornpadre espiri- favor. (Al borde del llanto,) Hace una semana que
tual, que diga al señor Obeso que su patrón n<t toco su puerta, y siempre he fracasado. ¡Me han en-
está en casa. gañado mil veces !
Oermr.-¡ Muy bien, Jacinto I ¡Acabarás siendo OnEror.-(Tranquilo.) Anda a lo tuyo, Jacinto.
mi secretario ! (Iacinto sal.e. A Santizo.) Mi buen Santizo, el hom-
JacrNro.-Para mí eso sería un altísimo honor, bre es por naturaleza infeliz. Usted me persigue
pero desgraciadamente apenas sé escribir. a mí, yo persigo a otro, ése otro persigue a un cuar-
Onrnor.-No es inconveniente. Conozco secreta- to, así hasta el infinito. Cada uno, a su vez rehuye
rios de ministerio que apenas son capaces de firmar. a quien lo persigue. Pero un día se produce el en-
JacrNro.-¿Cómo puede ser eso posible? ¿Cuáles cuentro. Henos aquí frente a frente.
son sus tareas, entonces? SaNrrzo.-( Sollazante.) Estoy en la ruina. . . ¡Todo
OsBDor.-Las mismas que las de un mayordomo, lo tengo empeñado !
222 ))7
Onn»or.-Igud que yo. Srxrrzo.-El lunes vendré por aquí. Hasta el lu-
S.qNrtzo.-Mi situación es muchísimo peoÍ. Uste: nes. (Sole.)
posee por Io menas todo esto... Yo no.-Le suplíccr Oueoor.-¿Cómo trace este hombre para saca§ng
que me pague una pequeña parte de Io que me dinero? No hay duda de que todavía tengo un buen
adeuda. (Patética.) ¡Hay hambre en mi hogar! corazón. . ., aunque mis cheques carezcarl de fondos.
Osr»or.-Desconfíe de las apariencias. Nada de Onnso.-(fn gresando. ) Bien, Luciano, aquí estoy.
lo que usted ve aquÍ es mío, y de un momento a ¿Qué quieres?
otro sus legítimos propietarios se lo llevarán todo. Onr»or.-(.4legre. ) Así me gusta, Pancho. ¡Al
SaNrrzo.-¡ Pero es posible ! Usted que parece tan grano !

dueño... Oacso.-¿Dinero?
Oss¡or.-Mis acreedores son poderosos. Las fuer- Osroor.-¿Qué otra cosa puede ser?
zas vivas del comercio y Ia industria en pleno. Onnso.-(Co rtante.) Imposible. Todo en la vida
SaNrrzo.-¡ No puede ser ! ¡ Usted es la única es- tiene un límite.
peranza que me queda ! Ons¡or.-Todo no. La desdicha puede ser infi
Oseoor.-Aliente usted esa esperanza... (Pausa.) nita.
Por ahora le daré una migaja de los residuos que Onrso.-(Secdndose la ttanspiración,) Si yo fuera
me quedan. ( Saca wta chequera y comienza a llefiar millonario asumiría el íntegro de tus deudas y te
un cheque.) Tengo en el banco 500 soles. Le daré daría una oportunidad de comenzar de nuevo. Pero
la mitad. ¿Está bien? no Io soy y además creo que no tienes compostura.
S¿Nrrzo.-Bienvenido sea lo que Dios quiera, se- Empeñas tu palabra y no pagas. Ha llegado, pues,
ñor Obedot. (Pausa.) Si yo tuviera un empleo... la hora de tu caída. De tu caída en el abismo del
Onrnor.-(Firma el cheque y lo entrega a Santizo.) protesto, que es la fosa común de los tramposos.
Si yo le pudiera colocar en un prresto público, con Onroor.-No, Pancho, nada de moral entre nos-
una remuneración decorosa y ciertas gollerías, ¿da- otros. ¡Irlecesito dinero ! Y no para mí, sino pat'a
ría usted por cancelada la deuda? mi hija. Está a punto de comprometerse, y si no
SnNrrzo.-Creo que sí. Mi situación no es como pago los gastos que demanda el compromiso no ha-
para andarse con intolerancias. brá boda. Y si no hay boda, la ruina. Debo tener
Ossoor.-Cuente con el puesto. Hablaré con una quince días riqueza, y por una sola vez, puesto que
prima mía que tiene sus cosas con el Ministro de no tengo sino una hija.
Hacienda. La próxima semana estará usted incluido Oseso.-¿Para qué esa riqueza ficticia?
en el Presupuesto de la Nación. Osrnor.-El pretendiente debe creernos millona-
S¡urrzo.-Mi familia lo bendecirá. rios. Debo ofrecer una fiesta, comprar un aluar
Osp»or.-Pero de todo esto, ni una palabra. elegante, contratar una iglesia para ceremonia de
SaNrrzo.-¡ Como una tumbal (Pausa. Casi en se- primera clase, etc. Según mis cálculos, me hacen
creto.) Procure que el puesto sea en la Aduana, es falta 80 mil soles.
mi fuerte. Oreso.-¿Pero quién tiene 80 mil soles para pres-
Osr¡or.-Vaya tranquilo, amigo. Llámeme el lunes. tar de Ia noche a la mañana? ¡Quítate de la cabeza
(Lo empuja hocia la salida.) que yo puedo girar con semejante cifra!
224 225
OBmor.-No me interesa mi persona, pancho. Me de nuestros recuerdos de juventud, en nombre de
interesan las dos pobres mujerés que de mí depen- nuestra vieja amistad. ¿Has olvidado ya aqueiios
den. (MelodratttíÍico.) Desearía verlas libres de toda bellos tiempos?
inquietrid económica, siempre felices. Yo puedo des- Oneso.*¡ }rlo los he olvidado, qué va i Más de
terrarme, ser un paria en el extranjero, morirr una vez te saqué de apuros.
lejos, pero ellas. . . (Se seca unas ldgrimas que apun- Oarnor.-¡ Pero te pagué! Te dejé a Catalina...
tü.n en sus ojos.) He fracasado, es cierto, pero mi (Pcusa.) ¡Oh, si Catalina viera 1o que haces te re-
f,racaso es más negro ahora que conozco la indife- procharÍa tu conducta!
rencia de mi mejor amigo. Onrso.-(Sentimental de pronto. ) ¡Ah, si viviera
Catalina ! ¡ Todo seria tan diferente ! (Pausa.) Ante
Onrso.-(Desesper*d.o.) ¡80 mil soles son dema- todo, no estaría casado con Imelda y sus perritos
siactro dinero !
falderos.
Onnnor.-1'Rtipido.) ¡Y también muy poco! He Onrnor.-¡ Aún posees sentimientos, pancho I ¡Me
hecho compras e imprudentemente he prometido "
darás el dinero que necesito!
pagar dentro de un rato las facturas. He invitado OrEso.-(Recuperátzdose.) ¡No lo tengo! ¡No lo
a corner al pretendiente y a su administrador, y tengo I
debo hasta la sal de ese banquete. ¿Qué hago? Es O-snmr.-Bueno. (Irau,tndo.) iMe saltaré la tapa
irrdispensable que el Marqués de Rondavieja nos _
de los sesos ! (Va hacia un mueble y de ahí extiae
crea ricos, al menos hasta el instante en que el cura una pistola.)
lo haya convertido en esposo d.e Fitusa. ¿Compren- Oneso.-lálarmado.) ¡Qué haces, insensato! (1n-
des por qué 80 mil sc¡les son unas cuantas rnonedas tenta quitarle el arma.)
en este trance? Orr»or.-(Forceieando./ ¡Déjamel ¡Déjame mo
Orrso.-(Casi gritando.) ¡Pero no los tengo! ¡No rir I
los tengo ! Ooeso.-¡ Suelta !
Onroor.-(Cayendo abatido en un. sillón.) En ese
caso, estoy perdido. Ingresan Socorro y Pitusa.
OnEso.-¿Te consta que el futuro yerno es rnillo-
nario? Soconno.-¡ Luciano !
OsEoor.-Para eso tengo un olfato de sabueso, Frrusa.-¡ Papacito !
pero tú lo verás. Vendrás a comer esta noche con Onroor.-(Desarmado por Obeso.) ¿Ves? Ellas
nosotros y juzgarás tú mismo. actrden como dos querubines. (Tomando a las dos
Onrso.-¿.Y si falla el matrimonio? rmujeres de la matw.) Francisco Obeso, ¿vas a ensa-
OnE»or.-¡ Sólo puede fallar si no tengo los 80 mil ñarte con una familia en desgracia?
sc¡ies ! Onrso.-(Q¿¿e retenía la pistola en Ia tnano, arro
Onrso.*(Rehuyendo el compramiso.) iEs lamen- jdndol"a lejos.) ¿Yo? ¡Oué ocurrencia!
table, pero yo no te los puedo dar I ( Hace ademán One»or.-( A pr ove chanda ladinatnent e ls ocas ión. )
de retirarse.) Estos dos seres angélicos me dan 1a fuerza nece-
Osrnor.-lIrss ét.) Haz un esfuerzo. En nombre saria para arrodillarme ante ti y rogarte que me
226 111

i
i

I
bríndes el favor que hasta este momcnto me has Oer:oor.-lHurra! Hurral ¡Hurra\ {Besa e .:'

negado. ( Se arrodilla.) rntticr y a su lLija, y danza contento.) lUn érit.-'


Pttust.-( flincdndose al lado de su padre.) iPapá, increíble haber roto el inexpugnable corazón cie ese
- tf irnploraré
3ro contigo ! hombre t (Recoge los bíIletes disentin'ados por el sue-
srio.-/ Enibarazaclo.) iNo ! ¡ Por favor ! (Ayuda /o.) ¡Aquí está hecho peclazos !
{t la fltttchacha a úarLerse de pie.) J.rcrxro.-(Entrando.) Señor, han ilegado estas
Soconno.-(Dranzática.) ¡Pancl'ro, no rcchace así facturas.
a su viejo amigo ! Onaoor.-(Ias toma y las revisa.) Bien.
Onrso.-(A Socarro.) ¿Pero sabe ustccl qué me Soconno.-(A stt hiia.) Vamos, Pitusa. Ticnes qr-re
picie ? probarte el vestido Iila, ése que ticne el dcscote en
Soconno.-No, pero. . . flecha, comcr cl de Ia Princesa Nfargarita... (Salert
Onr:so.-¡ Quierre <1ue ie preste B0 mil soles para las dos ruujeres Ltablantlo")
casar a la niña ! Onroor.-(A lacíttto.) Paga con esta" (Le dq di'
Prrrs,r"-(/-ri.ttrc.) ¿-Qué? ¡No! ¡ltiol ¡Olvide que ttero. )
me hc arrodillaclo, señor O}¡esc ! No quiero un ma- J.,rcrxro.-(Cuenta.) ¡Hay cien soles de más, se-
trimonio cuyo precio cs la humillación clc mi padre. ñor !
Onnmr.-(.4brazando a stt hiia.) ¡Eres una santa! Onruor.-(Con gesto tle gran desprendintiento. )
Soconno.-(B esá.ndala.) ¡Criatura cie mis entra- ¡Quéclate con e1los i

ñas! (Ios tres lloran.) Jrcrxro.-(Dando de saltos, sale.) ¡Gracias, s.--


Onr:so.-(Explotando.) ¡Voy a mandarte ese cli- ñor I
nero! ¡Te manclar'é lrn cheque más tarclc-. (Yéndo-
se.) iMaiditos sean mis sentimientos! Obetlot, solo, torna tot cigarro habt¿na, lo e.ncietr
Onruor.-¡ Pancho i ¡ Neeesito una parte en efec- de, echa una bocanada al aire j- entolla el "\/als c|¿
tivo, aho::a mist¡o ! la trctorietlad por las de.tLdes".
Os¡so"-lS¿ detiene ctntes clel rnutis.) ¿Qué?
Or-ruor.-; Necesito aigo en efectivo inmediata- Porque deudas tengo,
mentc I pagarés pesados,
Oulso.-(Sacando su caríera.) ¡Toma cinco mill cobros, vencimientos,
(Arroia tos bill¿tes.) endosos impagos,
O¡r:oor.-l;? elenién dolo") Hasta luego, Pancho. Re- porque el tiempo pasa
cuer:cla quc tc he inr,'itado a ccnar esta noche con en mi calendario
nosotros" rlt'sgloslrntlo a pllzos
Soconno.*Y a ia scirora Obeso, por supuesto. Des- únicas de cambio,
dc que no \¡oy a Ia Liga Protcctc-rra de los Subali- mi precio es muy alto
mcntaclos no la veo. ¡ Tan distineuida .v fina como en este mercado.
esl
Oanso.*(Eittre dientes.) ¡Mil gracias! Ilasia lue- En este mcrcado
go. (Sale lurioso.) d.e falsos millones
228 2tl
por sus acreencias interrumpa. El señor Castro está en la puerta. Dice
valen los señores, - usted 1o ha citado.
que
y cheques sin fondo, OsrDor.-{Distraido.) ¿Castro? ¿Castro? Debe \ta'
letras y protestos, tarse de un error.
son los pergaminos JncrNro.-Disculpe nuevamente el señor, pero no
de los nuevos nobles, es ningún error. Es el jovencito que pretende a la
pues no existe el oro señorita Pitusa. Elia está con éi.
sino entre los pobres. Onroor.-¡Ah, sí ! ¡ El galán ! ¡ Que pase !
Detrds de é1, mientras oonta, se cierra el Sale Jacinto.
Entra, a los pocos instüntes, C'astro. Mds atrás
TELóN viene Pitusa"

Casrno.-(Muy decidido, tendiéndole ta mano a


Obedot.) Encantado de conocerlo y saludarlo, señor
Obedot.
ACTO SEGUNDO OnEmr.-{Frío y cartés.J Mucho gusto. Asiento,
por favor. (Señafu una silla.)
Al concluir la canción, el telón yuelve a abrirse. Prrusa.-¿Fuedo quedarme, papá?
Obedot p,asa al escenarir¡
-el tonlq.del
ntismo acto ante- Osn¡or.-Prefiero hablar a solas con el caballero.
rí,or, q tas cinco de la tü.rd.e-, un diario, lo Será una conversación de hornbre a hombre. ( Mira
despliega y, después de sentarse cont',ortablemente, signi-ficativaffiente a Castra. Este qsiente con la ca-
conúen7a a teerlc¡. beza.)
Prlusr.-(Un poco defraudada.i Con permiso, en-
Onrnor.-(Ieyendo los titul,ares.) "El Gobierno ob- tonces. ( Echa una melancólica mirada a Castro y
tiene amplio empréstito exterior." ¡Muy bien ! ¡Muy le destina una dulce sonrisa.) Hasta luego. (El co
bien ! No haría yo otra cosa si estuviera en el po- rresponde la sonrisa" Pitusa sate.)
der... "Se consideran muy elevadas las tasas de
crédito bancario." ¡ Exacto ! Es irnposible operar Hay una pausa entbarazasa entre los dos hom"bres.
con intereses tan subidos, tan inhumanos, icaram-
bal "Estados Unidos reforzará economía de pueblos Onroor.-(Repentinamente") iAsí que' ama usted
polinesios." Todo el rnundo vive pidiendo dinero a mi hija!
y es muy natural que así sea. ¡En e1 planeta hay Casrno.-(Segtryo. ) Sí, señor.
muy poca plata y demasiada gente ! "El sol será Onrnor.-¡Ajál lSe acomoda. en el sillón ) For lo
fuerte en los próxinros meses." (Sobressttado.) menos, ha sabiclo usted hacérselo creer ciegamente
¿Qué? ¡'El sol? (Lee ávid.amente. Tranquilisdo.) a ella.
¡Oh! Se trata del clima... Crsrno.-(Se pone de pie.) Sus palabras, señor,
JacrNro.-(fngresando.) Disculpe el señor que 1o implican una duda que hiere mi dignidad. Si provi-
230 231

¡t,1.., ;1'.

: j.f.iriill:ir.'r';
n;eran de )a boca de otra pcrsona mc rlfen¿r_-.- y este amor ia iransforma' Puedo com-
" Pitusa,toclo
glavelneilte. Anto a Pitusa. Soy un estudiante hucr
tanct y pobre. Pifu.sa es mi farnilia, mi riqueza, mi
^ Cnsrno-Meesto...
prender
te\icrto, señ.or. §s( nos entenderemos
tuerza. (Fausa.) En suma, ella e:s todo para m{. mejor.
Onr»or.-(Cambianclo de táctica.) Sie<ritese tran- Osr»or.-Pcro setillramente no ignure usted que
quilo, amigo. No se exalte. (El rntrclruclt,¡ se siettta la vida exige cicrtas conciicioi.les m¿rtct'iales previas
con aire victorioso.) A mis años, colro ustcd poCrír si se aspira a vivir con é\ito. Un suclcio mínimo,
comprender, se tienen ideas mu¡, prosaicas acei'ca una profesión, un... un... un... En fin, una segu-
dei arnor v cl mafrir.nonio. Son ideas, quc, como ridad básica frtndamental.
es natural, los ióvenes rechazan airaclos. No sov un CrsrRo.-Lr)s qlre no rinden culto a la comodiclad
padre cegaclo por s.,s afecios y no se me ocuitá., ni fÍsica pucden venccr las dificultacles con menos cit:
tro oculto a los clcm/rs, que Pitusa no cs Llna belleza lo mínimo.
de concurso y c¡1c, cn consecucneia, calcce de los Orr»or.-(1rótit:o.) ¡Y morir como hóroes, sí, no
atractivos capaccs clc cr-icender esas pasir.rnes que los ]o dudo, pero cle hambre ! ¡Dr: hanlbrc, caballeri-
literatos encuaclernan. to I ¡De hamb¡c I

Crsrno.-(Rápido.) Lamento dccirlr: qr-re se equi- Crsrno.-¡ Lucho porque no hava mirs hambre I
voca. Oseoor.-lD csurtnttdo por lcts cctttt'iccioites clel nu'r
Oaroor.-(Sttrprutclitla.) ¿N,le equivocit? ¿En qué? chacho.) ¡Oh! ¡Oht (PotLsn. Decitlido.) Voy' a con-
C¡srno.-La Pitusa qr-re usted conoce, padre 5, todo fiarle, jovencito, tttt secreto del cual clcpende el ho
como es de ella, es aparente. La auténtica cs la que nor de la fan'rili¿r a Ia cual con t¿lnt.r inexplicable
transfigura el an¡or. Ei amor ernbellece a Pitusa denuedo quiere usted ingresar. ¡ -Estrry cn ia ruina !
hasta convertirla en un ser sobrcn¿rtural. Yo conoz- En este instantc, aquí donde ustecl rnc vc, r¡e hallo
co bien a esta criatura porqlle, sin falsas modestias, abrumaclo por las cleudas y sin ningírn ingreso real
ella es mi obra. 5, ninguna csperanra c1e obtenclicl de inmediato' Pi-
Oeroor.-(Desconcertatlo.) ¡Var,a I No ignoro, jo- tusa, a clecir vcrclad, estaría mejor en eI departa-
\ien, que las cualidacles morales de una persona pue- mentito quc ustcci le ofrece a1 nlorlo cle rcmántico
den mejorar su realidad, pero se trata de un espe- nido que en cl hogar paterno. La pobre no llcr'¿r
Jlsmo que pasa pronto. dote y no hercdará sino papcictas cle pignol"ación,
Casrno.-¡He ahi un error típicamentc burgués ! ar,isoi cie lctras 'u'encidas ¡,' docttmcntos de crédilo
Ooroor.-¿Oué clijo? ¿Burgués? E,so pertenece a desacreclitaclo. . . (Espera an.sit¡so la reacción de
la terminología subversiva. Castro.)
Casrno.-Subvc-rsiva, no. Socialista. Soy socialista. Cnsrno.-(Iras ut'La pausa.) ¿Y?
OeEnor.-(Ett píe y salíclo de sí.) ¡Huórfano, po- Ouroor'.-(Exultatío.) ¿Cómo "v"? ¡Le parece a us-
bre. . . .v socizrlista I ¡Es eI coimo
! ted poco Io que 1c he dicho? ¿Quicbra, deuda, en-
Crsrno.-(S ererto.) No sé por qr-ró csas tres cir- barg-os, fracaso tota1, esto es la familia Obeclot, v le
cunstancias son cl cohno. En princi1tio... parece
- poco?'¡Eso es también Pitusal
Oaroor.-(P rocurando caimarse.) Aceptcmos todo, C.rsrttl.-Scrlr¡r Obedot, sov ioi'cn -v tcn-so aspira-
inclusive su socialismo. (PatLsa.) Usted, pues, ama ciones, y aunque esté mal que lo ciiga, mi inteligcn-
232 233
9ia .es. apreciable. Ltegaré clonde me propongo. \, a carcajadas.) Pero don Luciano Obedot está iucrCo,
tendré la dicha de dará pitusa no sóIo eI ámoi sino No contaba con que en la escena iba a entra: e1
todo 1o que haga falta para que viva con clecoro. amor, o sea, la libertad. He entrado yo, señoras ]'
Oaemr.-(Muy sorpr:encfídó.) ¿eu¡ere cfecir que Io señores, Angel Castro, un Don Nadie, con el amor
que acabo de contarle no ha afectado en nadá sus y la libertad. EI muy zorro piensa que cederé te-
sentimientos y sus propósitos de consumarlos en la rreno ante su sucio drama financiero. Y le voy a
boda? seguir la corriente. Voy a fingir que en verdad he
Ctsrno.-En nada. Bástele a usted saber, señor, venido por la dote y que al no haberla muestro mi
que mi corazón no está movido por ninguna clase negra entraña... (Ríe) ¡Le voy a tender una buena
de interés. trampa a este Don Alguien ! ¿Cuento con la compli-
Orroor.-(Se ntuestra preocupado. Observa a Cas- cidad de ustedes? ¿Sí? Gracias... Ya verán en
tro. Se aproxima a é1.) Tal vez usted no me cree, tal qué para el juego. (Indica silencio a los espectadt
vez piensa que lo engaño... ¡pero no! (pausa.) La res y vuelve a su silfa. Regresa Obedot.)
única solución para esta crisis económica es un Orr»or.-lQue viene co'n Ltn legajo de papeles.)
buen partido matrimonial para pitusa. . . ¡ Necesi- He aquí los papeles de la familia que indican nues-
tamos que se case con un millona¡ist. (eastro se tra secreta ruina en cifras de color rojo. ¡ Léalos I
encoge de hombros./ ¿Tampoco le convence esta (Se fos da.)
confesión? (Parece oarrírse1e una iclea.) ¡Ah! ¡Se Castno.-( Los examina pacient eruent e dur ant e un
convencerá usted! Espere un momento... Espére- rato.) iUn desastrel
me... (Sale como una. estanlpida en dirección at OsrDor.-Un desastre. (Señalando los docu.nten-
interior de la casa.) fos.) Allí están los protestos. Ahí el embargo de los
Casrno.*(Io ve salir. Ríe. Se adelanta t¡ habla muebles, que afortunadamenie he logrado poster-
al público.) Ustedes io conocen mejor que'yo. Un gar. Mire los sobregiros. Esas son las papeletas de
torniliito del gran engranaje de la inmensa "maqui_ empeño... Todo está ahí en orden, en estricto or-
naria. En cuanto está levemente gastaclo, ya no iir- den porque, a ejemplo de nuestro gobierno, aunque
ve para nada. El sistema io quiere reemplazar y las cuentas son deficitarias están en rigurosa clasi-
él se resiste. (Pausa.) Sin dináro estos bñhos ná ficación.
valen nada. Si les faltara la sangre el problema no Casrno.-(Que sigue mirando los papeles.J Quiere
revestir'Ía gravedad. Ahí están las tranÁfusiones. Si decir que usted no ha cancelado nada en 10 años...
se les deslizara cl piso debaio de los pies, se vol- Ospoor.-He cubierto un agujero con lo que ex-
verían patinadorcs, vivirían colgados en jaulas del traÍa abriendo otro, generalmente más grande que
techo,. adquirirían aias" ¡pero él dinero iro puede el anterior. A la postre, he cavado mi tumba como
faltar! ¡Que se acabe Ia sangt^e, ei aire, las institu- los trapenses, pensando que, puesto que he de'mo'
ciones, los dioses, pero no el dinero ! y cl recrlrso rir, debo continuar cavando. Usted, irresponsable-
qug se pone en juego para cclnse'guirlo no siempre mente, aspira a yacer en ésa y por eso se lo rnuestro.
es lÍcito: exprimir ei sr.rdor ajeno, cambiar cie piin-
Cnsrno.-(En plena sitnulación.) Esto es algo más
cipios de la noche a la mañana, casar a la hija con que una quiebra... ¡Una explosión!
el primer peatón si éste tiene la bolsa repletá. (nie OssDor.-Exactamente. Una explosión nuclear de
234 235
esas que nlatan a1 estallar y continúan matando de* Casrno.-(IIacia ella.) ¡Amor mío! ¡Ven! (Ella
pués y siempre. (Pausa.) ¿Se da usted cuenta de mi avanza.) ¿Distingues a muchas personas reunidas
honestidad? ahl? (Señala la sala de platea. Ella aguza la vista.)
Casrno.-¿De su honestidad? Son todas amigas nuestras. Partidarios de nues-
Osr¡or.-Mi honestidad, sí. Creo que el matrimo- tro amor.
nio de usted con mi hija es la boda del hambre Prrusl.-¿ Tantos ?
con las ganas de comer. Para que se percate de la
magnitud de Ia locura que cometerían ambos al Ctsrno.-¡Y miles de miles más! /Tierno.) Son
unirse Ie he dado acceso a mis intimidades econo- testigos de mi lealtad a ti. Tu padre me acaba de
micas, a mi alma. confesar que está en la bancarrota. Me ha dicho
Clsrno.-Efectivamente, sería una locura. también, aunque parezca increíble, que necesita un
O¡nnor.-La realidad desnuda, sin aclornos, está yerno millonario. Yo no sirvo a sus planes. En-
ahí. Esa no puede ser transfigurada por el amor. tonces, he fingido ceder a su presión, más simple-
Es una fea realidad. mente para que el tinglado que está levantando se
Casrno.-¡ Una horrible realidad ! Creo que no debo derrumbe estrepitosamente. ¡No me dejo vencer
insistir en mis pretensiones. tan fácilmentet. (Pausa.) ¿Sabes el marido que te
Osrnor.-(,4lit¡iado y victorioso.) Amigo mío, tie- destina?
ne usted un gran porvenir. Sabe usted simular es- Prrusa.-Sí. El Marqués de Rondavieja. Hoy ce-
tupendamente. nará aquí.
Cnsrno.-(.Alarnucio. ) ¿ Simular? Cesrno.-Yo me encargaré de ese tipo. Necesito
OsrDor.-Ha simulado usted muy bien el amor. esconderme aquí, en tu casa, hasta que llegue el
Casi llega a convencerme, se lo aseguro. En la po- invitado. Debo también hacer unas llamadas telefó-
litica, en las finanzas, en la vida social, en todo, la nicas y comunicarme con una serie de personas
simulación es la llave de las mil puertas. (Paus.a.) cuyos nombres he leído en el legajo de la quiebra
Tendrá usted que decirle a Pitusa, luego de honda y he grabado en mi memoria con letras de fuego:
meditación, ha decidido que no es el matrimonio Cash, Sagarra, Ahumada, Santizo. Sí, Cash, Sagarra,
un acto que se pueda cometer sin una larga prueba Ahumada, Santizo. ¿Hay un lugar seguro en tu casa
previa. Ya encontrará las palabras adecuadas, pues desde donde pueda telefonearles?
elocuencia le sob.ra. Prrusr.-Sí, desde mi dormitorio. Tengo un anexo.
Clsrno.-¿Debo decírselo ahc¡ra mismo? Clsrno.-Ahí me ocultaré. ¿Lo permites?
Osrnor.-Ahora mismo, La haré venir. Usted ha- Prrusa.-(Coqueta.) Creo que sí.
blará con ella a solas. Luego, un alejamiento sin Casrno.-Perfecto. Ahora bésame...
brusquedad, poco a poco. Así terminará sin violen- Prruse.-lPúdica. ) ¿Aquí?
cias esta historia de dulces frases y verdades ainar- Casrno.-Aquí.
gas. Espérela aqul. (Sale.) Prrusa.-(Por los espectadores.) ¿Y los señores?
Crsrno.-(Avcnzando hacia el público.) ¡l\{ordió Crsrno.-Como si no existieran. Ahí, a ese lado,
el anzuelo el tiburón ! según dicen, está Ia cuarta pared.
Prrusa.-(Entrando.) ¡ Angel ! Prrusl.-Me da vergüenza, Angel.
236 237
Ctsrno.-{Se apro.rirna a e//a, la eslrecha, /a besa Socoxno.-(Que el7tta luciendo un elegante trale
apasionadantente. ) Pajarita ! de n.oche. Atrás cle elta viene Jobito colr tttx grc1l
rqmo cle llores dwersas.) Colocaremos las rosas
¡
Prrusl.-¡ Pajarito I
Casrno.-¡ No hay fuerza contra el anor! rq"i (Etigc un llorero t pqtle en él las rosas')
"(Mira
Prrusa.-¡ No hay ! ¡ No hay ! utly uien. ¿n turn;.) Áhí tas magnolias' (Ta
'flo'
,rro'In, trtttgnolias y, tras cle colocarlas en otro
Inician antbos la canciótt " El attor contra el pien- rero, las aiegta.) Éstos gladiolos allá' (Va con ellos
to y ta nlarea." a uÁ tercer iecipicnte y- uhi tos acomoda') Perfec'
1o,.. (Po-tLsa.) Áhc,ra ancla donclu- la niña Pitusa y
Si alguien quiere que tu persona sca dilc que se vista. Dcntro c1e un rato estarán acá los
la pieza de una ciega maquinaria, invitados y, salv<.r Yo, quL- soy prcvisorn, nadie está
no olvides que hay un arma milenaria: en 1a casa presentable.
el amor contra el viento y la marea. Jo¡rr..r.-Énseguicia, seírora. ( Sale. )

Si en vez de humano cncuentras quien te crea Suena el tíntbre, aparece, con sdco blanco de smo-
un guarismo que suma o multiplica, kíng, Iocirtlo.
recuerda que al vivir sólc¡ lo explica
el amr¡r contra el viento y la marea. Soconno.-¡ Ahí están ! ¡ Dios rnío !
J.lcrtro.-¿Abro, señora?
Si de Ia realidad que es belia o fea Soconno.-Sí, Jacinto. Haga pasar a los señores
te dice con simpleza algún simplista, y ciígales quc en unos minutos estaremos con ellos" '
"S"gñ.u*.rrtc Luciano no ha comcnzado a cambiar'
todo es bello en tanto exista
el amor contra-contesta-
el viento y la marea. se. lSdle Socorro.)
Si el mal es en el mundo el que campea,
según juzgan patricios y gerentes, Jacittto va a abrír. [Jn segundo después reaparece
tan sólo es porque ignoran muchas genies con al Marqués de Rondat¡ieia y xL atttigo Torrecillas'
el amor contra el viento y la marea.
JrcrNro.-Los caballertls tendrán la amabilidad de
Cuondo conclut,en, se disponen a salir. esperar aqi-rí unos instantcs. El señor, la señora I'
la'scñori1a Obeciot r:endrán enseguida. Con permi-
Casrno.-¡Vamos ! so. (Sale.)
Prrusil.-¡ Vamos ! ToRRecrl.l-rs.-( CtLando estó- seguro de que Jacittto
C,tsrno"-(Deteniéndose.) iUn besito antes del se ha ale jcLdo. ) ¡ Hete en tus posesiones t ( Se sietLta' )
mutis ! ¡Acliós miscrias! ¡Adiós tristezasl ¡Adiós angustias
Prrusa.-Si quieres. . . áe fin de mest (PatLsa.) iY adiós también alegrías
disipadas de la iuventud I

Se besan y salen. M,rnouÉs.-l Nervioso.) iDéjate de tonterías I lle


siento como una pieza en subasta. Y tu voz me sue'
239
238

i
I
na como la de un impertinente martillero. Ahorr¿ dera que es medio tonta. Lo que se va a decir por
palabras que todavía no está delante el postor. ahí de m{...
Tonnrcrrras.-¡ Y qué postor ! Una rama procede Tonnnclllas.-iVayal Tonta no es. Tiene su gracla'
en 1Ínea directa del general Pinzén, caudiilo de la MnnouÉs.-No pond.eres eI producto, Jerónimo,
joven república y, como es usual, dueño de vidas como si aún fueias agente viájero. Aparte de la
y haciendas. La otra viene de los aquilinos Obedot, gracia, ¿cuánto crees que tiene?
hombres de negocios, grandes dilapidadores, con- TonnEc¡¡.lts.-Un cáIculo mcderado, castigadas las
sumados sibaritas, flor y nata del liberalismo. Por cifras con las mermas inflacionarias, la baja del al-
último, el tierno fruto de tan ilustre árbol, la leve godón en el mercado internacional y los pocos im-
Pitusa, que si bien no €s un bocado de Cardenal fuestos que es imposible rehuir, cinco milloncejos.
tampoco es una lechuza. Un cheque con la cifra en ¿Has notado cómo viste la señora Obedot? ¿Has
blanco, girado, Dios mediante, a tu nombre. óonsiderado las joyas que luce? ¿Has observado
M¡nouÉs.-Espero que todos tus inforrnes sean cómo apuesta en el bingo mensual de la "Sociedad
correctos y que al pasar por el aro nupcial encuen- Amigas Dominicales dei Pobre"?
tre al otro ladc¡ la gran vida. M.tnouÉs.-Eso no es nada. Yo mismo me visto
Tonnrcrtlas.-Las fuentes son fidedignas, ciertas elegantemente, llevo un anillo de oro macizo en la
como que me llamo Jerónimo. Claro que siempre, mairo izquierda, tengo un alfiier de corbata de pla-
como en todo juego de azar, se corre uno un riesgo. tino con una perla como un garbanzo, apuesto en
¿Quién sabe qué es, en el fondo, un perfumacio ca- el hipódromo, y tat y ta\, y si me pones.boca abajo
ballero limeño? Nadie. Tranquilízate, sin embargo. y mé sacudes no cae de los bolsillos ni una perra
Lo esencial en estos trances es mantenerse conscien- gorda.
te, listo para reaccionar de acuerdo a lo que más TonRrcnln.-Mira, entonces, a tu alrededor' ¿Es
conviene. ésta o no la casa c1e un rico?
M¡neuÉs.-(Paseándose intranquilo.) Lo que me M¡nouÉs.-l Mira.) Hum, no está mal' Pero no me
tiene desequilibrado es la doble personalidad. El fío de las alrariencias.
endeudado ganapán, para unos, y el riquÍsimo Mar- Tonnrcrrras.-Prcocírpate, más bien, de cómo res-
qués, para otros. Debo casar al aristócrata para
Donderl,.s al interrogatorio de tu futuro suegrc, cuya
salvar de la cárcel al pillo. En resumidas cuentas, pupile cle lincc ve debajo de la mar'
cambio una reja por otra. .. (Pausa.) ¡Y estoy har- -
to ! El sastre no me permite pasar por su vereda, L4anouÉs.-(Suficiente.,) iOh! ¡Tantas veces he en-
mi automóvil cambia de color cada semana para ruvoá" la mbntira ! Poseo un marquesado del si-
evitar el decomiso, no se cómo vive y respira mi gfá itor, saneaclo tanto c1e bastardías cuanto de ple-
caballo en el hipódromo, entro y salgo del club como t"y.."r'republicanas, una hacienda de^diez mil fa-
un intrrrso para burlar al tesorero. ¡Esto no es vi- negaclas Arr,lul.r.ía, un cortijo en Granada con
oiivares ",
como para parar un tren, una ganadei^ía en
vir! Y cuando termine con este infierno, mis des-
dichas n<l cesará.n. Un btien mozo, adorado por las lr,iarág^ qr* ,rá ha¡r n-riuras que -la iguaien, cinco
mujeres, afortunado en la ruleta, con sólo veinti- edificios de renta en Barcelona y MadriC, y-el 80 %
cinco años, no se casa por amor con una rica here- á;1"; acciones c1e la fábrica de conservas de angLt-
241
240
Ias y percebes "La Pinturera Bilbalna" En cifras ManouÉs.-( A su amigo.) Amparado por la doble
redondas, veinte miliones de pesetas... nacionalidacl, ingresó enseguida a la política pema-
Tonnrcrttas.-¡ Y olé! (Se pone en pie.) Te casas na. La democracia de este pais tiene una caracte-
y hay que destruir aquella inmensa fortuna de un rística singuiar: los aristócratas ie producen un agu-
porrazo.., iQué Cirás? (Señafa al público.).Ahí es- do complejo de inferioridacl. Comienzo, pues, con
tán los espectadores. Nárrales la triste historia. una ventaja.
ManouÉs.-( Al público.) Un día, mis queridos ami- ToRnrcrtlas .-( Con gesto de disgusto.) No me con-
gos, liega un cablegrama de España, que a una or- vence. La polítiea no es un campo seguro. El mun-
den rnía pondrá mi amigo Curro Doncel. ¡Horror ! clo da muchas vueltas.
Mi tío Lorenzo, apoderado de mis bienes, ha tomado Maner;És.-Sí, da muchas vueltas, pero los vivos
mi dinero para derrocharlo con una francesa de siguen arriba.
Place Pigalle. Luego, otro cablegrama. iMás horror Tonnec¡rLas.-¿Te lanzarás, insensato, como pos-
todavía ! Mi tío Lorenzo iiquida mis tierras, mis edi- tulante a una diputación?
ficir:s, mis acciones. rJltimo capítulo, el más negro: M,rnerrÉs,-É,se no es el camino. Primero haré pe-
Mi tío, abandonado por la mujerzuela, se clescerra- rioclismo.
ja un tiro en ia sien. El al hoyo, y el desdichado Tonnncrltes.-¡ Pero si tú nunca has escrito una
sobrino, cuya fofiuna cuidaba, sin blanca. línea I

TonReclrms.-(Interviniendo.) ¡Pero allí no para M.rnouÉs.-¿Y eso qué importa, pelmazo? Existen
todo! l.4l publico.) Ei suegro de este desdichado, los periodistas que escriben y los que no escriben.
don Luciano Obedot, ante la desesperación del yer- Los primeros son los redactores, los articulistas, los
no, acude en su auxilio. "Mi casa es tu casa peones, en fin. Una especie de carne de cañón" Los
dice dándole refugio en sus pateínos brazos-, mi-le di- segundos son los propietar:ios de la publicación.
nero tu dinerc¡, mi felicidad tu felicidad." Entonces Son los mariscales que ganan las batallas. Con un
el Marqués ( se inclina éste ) comienza. a usar la diario haces circular tu nombre. La gente, los lec-
chequera de su padre político, y la alegrÍa retorna tores, los qlle oyen hablar de ti, te comienzan al
a su alma desolada" ¡Un plan perfecto, concebiclo poco tiempo, a tomar un serio. De ahí a un mi-
por este seguro servidor, Jerónimo Torrecillas, na- nisterio hay un paso. Ese paso lo das el día en que
tural de Mansilla de los Corraies, en Ul¡eda la Vieja, desde el Presidente de la República hasta los jefes
más aliá de la Fuebla del Limonar, junto al pozo y de sección quieran leer en tu periódico matinales
entre los chopos que Azorín hiciera inmortales, y eje- loas a sus personas.
cutado por mi amigo Desiderio Lobo, natural del ToRRpcrttls.-Todo eso, por supuesto, no deja de
mismo lugar, pero un poco más lejos, junto a la er- ser cierto, pero"..
mita de San Cristobalón. (El Marqués se inclina.) M,rnouÉs.-¿Pero gué? En Ia politica no hace fal-
A"hora, con el permiso de ustedes, continúa la ac- ta tener taiento y buenas intenciones. Hay que ins-
ción de la comedia. pirar miedo.
ToRxscrrt,\s.*Si no supiera que apenas has asis-
Va hacia el escenario y se sienta, lo sigue el tido a la escueia primaria, juraría que has seguido
Marqués" un curso r¡niversitario.
''tA1 243
M¡nouÉs.-Lo he seguido, Íerónimo. ¿Sabés don' MEnouÉs.-(Desconcertado.) 1{o, e¡r a'ts: *.,
de? En la crápula en Ia que he vivido. '. Pero eso C¡,srno.-Porclue si uno de ustedes pt.-,.-'--'.
se acabó. Al clÍa siguiente de mi boda con Ia seño' mano de Pitusa, va a ser muerto.
rita Obedot, seré un hombre grave y con principios, TonRscrttls.-¿De qué se trata?
aunque en ei fondo me ría y no crea en nada de M¡.nouÉs.-Explíquese. . .
lo que digo ¡Y triunfaré ! Clsrno.-Poseo aigo de que ese pretenciienl:
Tonnrcrll¡,s.-En l¿i poiítica, resumiendo lo que rece totalmente"
has dicho, no hace falta saber nada especial. MnnouÉs.-¿Qué? ¡ DÍgalo !
MtnouÉs.-Exacto. lJada especial. Ante cualquier Caslno.-(Iranquilo.) El amor de Piiusa.
probiema, pronunciar solemnemente una frase so- MlnouÉs.-¿Usted cuenta con el amor de P-.
nora, y enseguida callar. Obedot? iVamos, joven, clespierte!
M¡NetrÉs.-(Engalartdo la va7, ntuy tiesa y con ToRnscrn,{s.-¿Qué irace usted aquiT
la meno en alta.) l,4is convicciones cristianas no me C¡srno.-Defienclc 1o que es mío.
permiten admitir ninguna solución reñida con la Tonnucrtr¡s.-¿Tiene usted el consentimi:n-:,
moral. sef,io¡ Obedot para estar aquí, en su casa?
TonREcrrus,*( Enttr.siasrnatlo.) ¡ Es una fra'se pre- MrnouÉs.-(A Tarrecitlas.i ¡Debe ser un ini:--
ciosa I ¡0 un clespechado !
C,rssno.-.Tengo el cariñc¡ c1e Fitusa, que es :
Entra Angel Castro. EÍ Marqués y Torrecillos lo espíriiu y con la cual se quiere traficar conr:,
ntiran sorprertdidas" una mercancía. Pero la vil operacién no se r-i:
rá, porque quien ofrece rnás en este remar.
C¡srno.-Señores . .
yo. ¡Ofrezco el amor! (Pausa.) ¡R.etírense, ci:
"
Ivf¡ncuÉs.-Señor... ros, porque la prenda es irlía !
M'rnQi-'És.-i Se habrá visto insoiencia igual i
Tonnrcllr,rs.-Ejem. . .
rónimo, hagamos algo conti"a este inclil'icluio
Casrno.-Ustecles, caballeros, no me conocen' Yo
I

TonRrcrri-as.-¡ Lárguese, antes de qr.ie pi.1a :'


tamooco a ustedes. Ante todo, puesJ rxe presentaré. a la sen,iclurnbre I
Mi nombre es Angel Castro. C.r"srno"-Ya me voy. Tengo aigo más que *:-.
M¡ncuÉs.-lLe lientfe la ntano.) Soy el L{arqués y no lray mucho tiempo disponible (mira aI in::':
de Ronclavieja.
Tonni:crrr,-re.*Y yo Jerónimo Torrecillas' (Tam' M.lilouÉs.-; No escuchamos naia i
bién le extíende la tnano.) Tonnnctrlls.-¡ Diga pronto 1o que tenga qr-:e . :
Casrno.-(,Efi se.creto casi.) iDon Luciano C, :'.
M,rnouÉs.-¿'Es usted a.migo c1e la familia Obe- está en la ruina totai! ¡Toc.lo 1o que tienc s,r-,
dot? ¿Pariente qliizá? das, nada más! Esta casa está constn:icl -, !
Crsino.-Algo menos que amigo v algo más que cimientos cle pagarés y con paredes de re:.: -.
pariente.
ToRn¡crll,ts.-fu{uY interesante. tos, con techos cie pignoración, con ¡iiit.'-ú1.. -,'
Casino.-Claro que sí" Mur;'r intercsante. ¿Saben testos, con luz de desalo-jos, y en ella se ;.r--- j.-.
por qrré?
pas cie fianzas, prisos hipotecarios, postres 3 :-:

244
Nada de lo que ven durará. Dentro de poco, quizá ManouÉs.-Más o menos.
mañana, tal vez ahora mismo, se ilevarán integta- Onr»or.-¡ Con suerte, entonces | ( Sonrisas forza-
mente los lujos y las ostentaciones que aquí relum- das.) iCua.ndo se dice "más o menos" es que se ha
bran. (Pausa.) Lo único lit¡re en esta mansión es ganado !
Pitusa, y ya tiene dueño.. . iYo! (Se inclina cere'
m.onioso.) Hasta 1a vista, excelencias. (Safe') Vuetve So.corro. Tras ella viene lacinto con una
ManouÉs.-(Que hn permanecido boquiabierto.) bandeja con copitas de coctel y otra con bocad.itos.
¿Será cierto?
- Tonnecrrrds.-(Inseguro..)
¿Oíste?
Son infundios. .. Soconno.-Es un coctel nuevo. Vamos a ver cómo
MmouÉs.-Hay que considerar esas informaciones. salió. . .
Tonnrcruas.-¡ Pueden ser patrañas para sacarte Osn»or.-Veremos, verernos. , .
del camino !
MlnouÉs.-¿Y si no Io son? ¿Y si caigo en una Jacínto sirve a todos, Al llegar a. Pitusa interroga
trampa? can la vista a Socorr'o.
Tonnrcuus.-No puede ser. . . reflexionemos. . .
MnneuÉs.-(Decidido.) No hay tiempo' ¡Me voy! Soconno.-Para ti, hijita, hay un refresco de fruta.
Tonnncnus.-(Lo coge I tiempo.) ¡No! ¡Ahí vie- Eres muy joven para.. "

nen! (Los dos quedan paralizados.) Orr»or.-(.4provechartdo Ía circunstancia.) En


OnB»or.-lQue entra seguido por su esposa y su efecto, Pitusa no es una de esas jovencitas moder-
hiia.) iMi señor Marquést. (Le extiende cordialmen- nas que beben como cosacos y que en el humo de
te' la mano.) Señor Torrecillas ... (Va hacia éste.) Ias reuniones sociales ahogan toda su feminidad"
M¡,nouÉs v TonRrclLrds.-(Dando la mano a Soco' (Sitencio em los otros.) Bueno, ahora hagamos sa-
rro y Pitusa.) ¡Oh, qué placer! ¡A sus pies! Iud. ¡Salud por...! ¡Salud por...l {Decdido.)
Os¡nor.-lAtegre") Siéntense, siéntense. . . (Todos ¡ Salud por Ia Madre Patria I
obedecen.) ¿Y?-¿Bien? (Silencio embarazoso.J Los Tonnrcrnas.-Salud.
días están muy bonitos, ¿no es cierto? ManouÉs.-Salud.
ManouÉs.-( Nerviaso.) Sí, sí. Soconno.-¡Chin Chin !
TonR¡crtr¡.s.-Frescos, sobre todo' Osr»or.-Salud y pesetas.
Osroor.-Ni cálidos ni fríos' Clima ideal. (Torre' ManouÉs.-(At oír la palabra "pesetas" se atragan-
cillas estornuda. Pausa larga.) Ideal, sí. (A su mu- ta y salpica ta bebida.) ¡ Oh, perdón ! Discúlpeme. (Se
jer.) ¿Por qué no ordenas que nos sirvan un coctel levanta y trata de limpiarse con un pañuelo.) iQué
y" algunas cositas para Picar? torpe soy !

Soionno.-(Inmeditttarnente se pane de pie.) En ToRnscrt-ras.-i La emociónl (A Obedot.) Usted


seguida. (Sale.) comprende.
Onr»or.*¿Fueron ustedes el dorningo al hipo- Oaeoor.-(Guiñando el ojo.) ¡Oh, claro! ¡Es ex-
dromo? plicable !

Tonnrcltlts.-Sí, fuimos.
Onroor.*¿Con suerte? Todos ayudan al Marqués a limpiarse.
.t i1
246 Lat
MenouÉs.-Gracias, gracias. Menos mal que no ManouÉs.-Gracias. (ltLientras sale le hace un ges-
fue nada grave. to interrogativo a su contpañero.)
Onr»or.-¡ Olvidemos Io ocurrido y digamos nu+ TonRrcrnls.-(Que responde al Marqués con ade-
vamente salud ! mdn que expresa que no cornprende.) Me encantan
Tonos.-¡ Salud ! ¡ Salud ! las rosas. Son mis flores predilectas.
ManouÉs.-(A Pitusa, núentras hacen mutis.) ¿Y
Suena el tientbre de calle. lacinto se dirige a usted, señorita, se interesa por la floricultura? (Sa-
abrir. len conversando,)
Onrtor.-(En cllanto han salido, irritado. A Ia-
Onroor.-Han de ser mi viejo amigo Obeso y su cinto.) ¡Haz pasar a esos monstruos ! ¿Cómo se les
señora, quienes nos acompañarán esta noche. (Vuel- ha ocurrido venir a esta hora?
JacrNro.-Dicen que usted los ha citado. ( Sale a
ve lacinio y trubta al oído a Obeclot.) ¡Qué imper- buscar a los recién venidos.)
tinencia ! ¡Dile que tengo invitados en casa | ( Sale
Onnnor.-¿Yo? ¡Ni que estuviera Ioco!
Iacinto.) Disculpen la interrupción. Un impertinen-
te que cree que uno está dispuesto a hacer nego-
cios a cualquier hora. (Pausa.) ¿Otro coctelito? Entran Ahumada y Santip. Iacinto sale al in-
Tonnscrl,r;,s.-No, gracias. Sornos muy sobrios' terior.
Es preferible... (Ha ettttado Jacinto une vez tnds
y há vuetto a hablar al oído a Obedot.) Ar-rul,r.rna.-¡Así es rnejor, señor Obedot ! ¡La ver-
Osroor.-¿Qué? ¿Dice lo mismo? ¿Está loco? (A dad ante todo ! Si no puede usted pagar, lo ejecuto.
sus invitudós.) Mil perdones, queridos amigos, pero Y quedamos en paz. Le devuelvo su palabra. Pre-
se ha presentado un asunto engorroso' Mi señora fiero la verdad.
v mi hiia les mostrarán el jardÍn interior de la casa, Oer»or.-¿De qué cliablos habla usted?
áonde ámbas cultivan las rosas más bellas del mun- Arrul,rar.4,.-(Que ha sacado un papel de su bolsi-
do. ( A Socorro.) ¿Quieres acornpañar a los señores l/o.) ¡Tome su letra! Devuélvame las que yo le di,
a admirar tu rosal? las del señor Lobo, y asunto concluido!
Soconno.-Tendré mucho gusto. Alimento mis ro- SaNrrzo.-(Sollozante.) Y yo le devuelvo su che-
sas con vitaminas. Con vitaminas aler¡tanas, por que. (Lo extrae del portafolio qtLe lleva.) Y lo de1
supuesto, y son grandes como no conozco iguales' puesto en la Aduana que quede en nada. (Pausa.)
tvtanouis.- ( En pie. Desconcet'tado.) Encantado, ¡Prefiero cobrar en dinero contante!
señora. Osr»or.-(Desesperado.) ¿Conspiran contra mí?
Soconno.-Usted también, señor Torrecillas. ¿A qué se refieren?
OBroor.-Vayan, vayan. . . ( Está inquieto.) En unos Saclnna.-(lngresancio.) ¡En buena hora le entró
minutos los aicanzo.'(A su hija.) Yé, hijita. Sé so- a usted el arrepentimiento, Obedot ! ¡Me estaba us-
ciable. ted estafando ! ¡Pero agradezcamos que el cielo lo
Soconno.-(lndicáncloles el caruino al Marqués y haya iluminado ! Le devuelvo sus títulos de las pla-
su amigo.) Por acá. yas del Cangrejal, arenales muertos y malolientes,
248 249
y espero mi plata o io que efecti\,amente la eqr_ri- S,rclnRl.-(Violento.) ¡Los muebles son para miI
valga !
Usted agárrase el automóvil !
¡
Onruo'r.-¿Mc quicren erplicar a quó obedecc esta Srxrrzo.-(Sttplico.nte.) ¡Ei auio para nrí, pol
agresión en masa? favor I
Salirrzo.-¿Va a dar marcha atrás ahora? IIc re- A Santizo") ¡En la casa debc haber
S,rc,rnna.-(
cibido una llamada teiefónica de su partc por 1a cual otras cosas I ¡ ÉIelaclcra, tcievisor, radio, qué se 1'o I

usted me hacía sabcr que prefería pagarme la deu-


; Son su1'as !
tla a cualquier otro arregio. Me dijeron que viniera Casn.-(A/entánJolos.) ¡Pénganse de acuerdo v
a su casa, a esta hora. procedan ! ¡Necesito la casa vacÍa mañana I
Slc,tnnrr.-Una l1ant¿rda scmejante he recibido I'o.
Una pcrsona me clijo que hablaba de parte cle us- Los cuatro discuten nddosa y acaloradqmente.
tecl para adr,ertirme que 1as piavas clcl Cangrejal
eran unA estafa. Añactió esa persona quc me pagarÍa Ooeoor"-(i? eaccionnndo.) ¡ Silencio ! (Se hace el
usted csta misma noche, cn su casa. silencio.) Les repito que iran siclo vjlmcnte cngaíra-
Asurr,rnr.-AsÍ es. Una voz agradable, de tirnbre dos. ¿Por quién? No io só. La verdad es ésta. ;\Lr
fino y expresi(ru cortés. A mÍ también n-re piclió que le he pe dido a nadie quc los llame por teiéfono ]

viniera a verlo para dcshaccr ei trato convenicio an- Casu.-¿Cómo?


tes y cencelar la acrccncir. Arrul,Lqn.r.-Eso no puedc ser.
Orrnor.-¡ Han siclo ustecles víctimas de una cruel Saxrrzo.-(Al cielo.) ¡Mis penas no tienen fin I

broma, amigos ! En este momento está, ahí cn el S,tc,rnn,t"-.¿Y qué hacemos?


jardín, el pretendientc de la mano de mi hija, itlar- Osrror.-Alguien ha tomado mi nombre para hr-rr-
qués y millonario, mi salv¿rción y la clc todos uste- dir mis pro)'cctos de dicha. Ya les he dicho quc
des.. . ¿Cómo puedo 1,c haberlos traído precisamen- en el iarclín está el novio rle mi hija, el acauclalado
te, cuando estoy borclando la tela con que er-rjugaré Marqués de Ronciavieja. ¿Es lógico clue .vo ha''a
para siemprc mis lhgrimas? Alguien, un enemigo convocaclo a rnis acreedores, para entrcgafine a ellos
acérrimo, ha urdido esta trcta pala perclcrme .v per- clerrotaclo, cuando está a punto cle culminar el mis
clcrios a ustedes. ¡ No puecic ser de otro mocio ! espiénclido negocio cle ir-ri viCa? ¡Qué ingenuos s.r:
usiedes ! Cash, Ie pagaré ei alquilcr del'engaclo ¡' u:'
Los acreeclores s¿ ntiran etlire sí incréclulos, sor- año adelantaclo, y a usted Ahumacla la larga cleuda
pr endido s, d. e s e n gaitatlo s. que nos une, v a usted Santizo, los pocos milcs qu;
le pertenecierun, pcro tiencn que colaborar con:l-'-
Cesrr.-(Errtrtt cotttn tln t'ú\'o.) ¡De acuerclo! iNo go. Verán. ustedes ai prctendiente y juzgar-án o:'r
sÍ mismos el éxito cle mi laborioso trabajo dc re;:
me pague ustecl el arrienclo! ¡Tome su letral (La pclaclon ecOnomlca.
soca y se la da.) ¡Déjeme la casa mañana mismo!
Src.rnu.-(Con aíre de vencido.) ¡Qué remeJ. ,
¡ Cortemcs por io sano I ; Perc rnúdese I iMúdese ! qr-recia I
A.rrrrr,r,rnn.-(Cod.ick-tso.) ¡Si se mud¿l, yG me hago S.rrurrzo"-¿Oué gar-raré cou ver al galirn? (.S¿ ¿í;.'
pago con los mliebles I ploma en un sillón.)
2.50

I'
¡
r
I
{
i
l,

i
I

I
Onsnor.-Los preseittaré con mis socios en la a los cleudores
üraniurn Minning Company, eriiprese recién fun- cor-no a serpientes hriidizas perseguirnos.
dada y a punto de expiotar ei rico meial, cuyo
precio el oro envidia, y luego de deparÍir con el En cualquier sitio,
Marqués, se i¡:án a srls casas a aguardar mi vic- en cualquier sitio innominado o conocido
toria. ¿De acuerdo? a Ios deuciores
Ar¡uuana.-¡ Más mentirasl (llira a los denui-s.) muertos o vivos les cobraremos los recibos.
¡ Qué otra cosa se puede hacer I
C.tsi¿.-De acuerdo. . . En el instutúe en que concluyen ile cantar, Qplre'
Ossnor.-Voy por é1 ... (Autes de! ntutis.) Toma- cen en escena Abed.ot, e'l- Mo.rqttés y Totecillos. Cuatr
remos una copita toilos juntos. Luegc, amigos míos, rfo el segrcid-o c.ch,íerte el grwpo de Cnsh, Altunruda,
les ruego desfilar hacia la puerta. ¡io tcngo lania SagcLrra y Sc:.t'Lliz,o, se detiene porafizad,o. Ifttefl!a
comida como pai:a ofrecerles un ir-rgar en mi mesa huir. Ante lo- intposibilid.dd cie h€¿cerÍo, se aculta Ia
durante esta velada. AIgún día, no muy lejano, es- cara, se cubre con Torrecillas, tr{tt{t de pasar des-
pero tener el gusto. . . (Sale.) apercíbido.
S¿caxnn.-Vaya con e1 hcmbre.
Auultao¿.-Duro oficio el de acrecdr¡r. OnE»or.-lCon satisfacciórt.) Bueno, los presenta-
C.qsH.-Pero no nos ciejaremos vencer'. ré. El Marqués de Rondaviejar y el señor Torrecillas.
Saurrzo.-Yo estoj¡ venciclo. EI siernpre gan.r. Mis amigos y socios, Casir, Ahumada, Santizo 1, Sa'
Asur¿a¡l"-¡ Animol ¡ Ánimo ! garra, nota,lries financistas.
Sacanna.-¡ Claro I ¡Arriba los espÍi:itus ! Anrrtr{¡rl.- ( Adelantándose hacia el Marqttés 1
CesH.-¡Voluntad y tesón ! Torrecillas.) ¿El Marqués? ¿Cuál de los clos es el
Marqués?
Los cuatro entatTanl, entances, lt¿ "Marclfl de las Onnooi"-(seitqlándalo.) El señor es el Marqucls.
acreedores trit mf ale s". MrnouÉs.-lTratando de escapar, pues AhuntaCa
tta hacia é1.) Soy yoj pero. . .
En las montañas, ¿\r.rur,t¡n.1.-¡_ E ste ?
en las montañas desoladas damos caza [4.qxouÉs.*Bueno, qi-iizá. . . Tal vez hay L1n errol'. . .

a los dendores, Arrur'rro.r.-(Vacit'eraudo y persigr.tiendo por toCc


que por huir el Monte i},erest escalan. lc¿ estatzcia. af h!.arqLés.) ¡Ladrón ! ¡Tramposo ! ¡ Sin-
vergüenza I

En lo profundo, Onloor.-¡ Ah'.rmada, qr:é expresiones son ésas I

en lo profundo de los marcs atrapamos Ar¡ultro¡.-{Que. ha pescado al lv{arqués por el


a los cleudores, cuellc.) iLas qrie este pillo se merecel (Torrecil:;s
que como peces se deslizan de las manos. huye en ese ntattrcnta.)
OnEoor"-¿Cómo dlce usted?
En piena selva, Arru¡¡¿»,r.-S'.1 Marquós, señor Obedot, no es oir.r
en plena selva sin pobladi.,s ni camincs que un tal Desiderio Lobo, que le debe a todo el
252
mundo. ¡A todo el mundo, incluido usted, pues es cargando un televisor, una aspiradora de polvo y urn
el obligado por Ias Ietras que esta mañana le he en- plancha eléctrica.) Buenas noches, señor Obedot.
dosado ! ( Sale.)
MmouÉs.-(Al que Ahumada no suelta.) ¡Sácame Jecrxro.-(Entra. Luego de mirar de arriba a aba-
de este lío, Jerónimol (Lo busca.) ¡Ah, canalla! ¡Ya jo el estado en que ha quedada la sala.) Señor.
escapó ! Onenor.-¿Qué cosa, Jacinto?
Oanoor.-¡ Conque no era Marqués ni cosa pa- JacrNro.-El señor Obeso acaba de avisar que no
recicla ! vendrá a cenar esta noche porque su señora se
ManouÉs.-(A Obedot.) ¡Tan Marqués como usted siente indispuesta.
millonariol (A Ahumada.) iSuélteme, que me está Onrmr.-(Con naturalidad.) Quita dos cubiertos
estropeando el único traje elegante que me queda ! de la mesa.
(Ahumada no lo suelta.) Jac¡Nro.-Imposible, señor.
Sacanu.-(A Obedot.) ¿Y ahora? ¿Cómo hacemos Oer»or.-¿Por qué?
con las deudas? Jacrxro.-Godofreda ha tomado, como pago de
Onnnor.-(Sentándose etx una. silta.) ¡Hagan us- sus emolumentos y otras cuentas, la vajilla.
tedes lo que quieran! Onrnor.-(R esignado. ) i Ahl
Secanne.-Entonces, ¡me llevo los mueblest. (Car- JacrNro.-Si el señor está de buen ánimo, le pido
ga una silla.) autorización para darle otra mala noticia.
Arruuaoe.-(Deja libre al Marqués, quien apro OssDor.-Díla, Jacinto.
vecha par'a escapar como estempida.) ¡El automóvil JncrNro.-Jobita ha abandonado el trabajo. Pre-
es mío! (A Obedot.) ¡Vengan las llavesl (Obedot viamente se ha apoderado, como cancelación de
se las extiende. Ahumada sale.) sus sueldos atrasados, de una parte del tocador
SaNrrzo.-¿Y yo? de la señorita Pitusa.
C¡,srr.-Cargue con lo que pueda. Vaya adentro Onrnor.-¿Por valor de cuánto?
y levántese la heladera, el televisor, Ia plancha eléc- JacrNro.-Por valor de 800 soles, ni un centavo
trica. ¡ Corra! más, ni uno menos. Me consta.
SaNrrzo.-(Yendo al húerior.) ¡Sí! ¡Síl (Sate.) OsEDor.-Está bien. ¿Algo más?
Casrr.-(A Sagarra, que ha ido y tenido cargando Jacrxro.-Sí, señor.
muebles.) Desocúpeme pronto Ia casa. Tengo un Ose¡or.-Dilo pronto.
comprador. Jacruro.-Aunque lamento lo ocurrido, no puedo
S¡,clnn¡,.-Mandaré un par de cargadores. IrIo po. dejar de velar por mis intereses. Se me adeuda
dré con todo. (Sale, después de quitarle a Obedot un año de retribuciones salariales. Quisiera facili-
la silla en que estaba sentado.) Perdón. (Sale.) tarle al señor la operación de saldar esa deuda
Osemr.-lQue resignad,o se sienta en el suelo.) proponiéndole hacérmela efectiva en especies.
Es más cómodo... Onrnor.-¿Qué quieres?
Cnss.-Mañana a mediodía no debe quedar ni JacrNro.-El traje gris de gabardina inglesa, los
siquiera un papel suyo en la casa, por favor. (Sale.) zapatos amarillos y el sombrero de Panamá con
SaNrrzo.-(Que cr.uza del interior hacia la Werta, cinta azul y plumitas.
254 ?(q
Onn»or.-Son tuyos. se hecho, hubiera sido peor que el desastre de
JacrNro.-Gracias, señor. Le extenderé el recibo ahora.
respectivo. Buenas noches. Onamr.-(Reflexiona.) Es cierto. (Lo rnira.) Es
OBrmr"-Buenas noches. usted hábil y audaz... (De wt salto se pürc de pie.)
¡ con Pitusa !
Cásese
Sale lacinto. Obedot, sentada en el suelo, queda Casrno.-(Casi sin creerlo.) ¿Me da usted -cu con-
meditando. Par el fondo ingresa Castro. sentimiento?
O¡rnor.-Plenamente.
Cnsrno"-Estimado señor ObeCot... (Obedot le- C.ssrno.-Su palabra de honor.
lanta la cabeza, lo mira indiferente y se encoge de Osaror.-Mi palabra de honor. ( Se estrechan las
hc»nbros.) Así son los bicnes materiales. Y así, diestras . )
de poca cosa, son los hombres que como el Mar- Prrus.r.-(Entra seguida de su. ruadre.) ¡Gracias,
qués, viven pendientes de ellos. El c.lios clinero es papacitot (Va hacia Castro 1t lo totna de la mamo.)
falso y cruel. Se devora a sus acioradores. Y como Soconro.-(Abrazamdo a abedot.) ¡Querido, olvi-
su vientre no tiene foncio, nunca deja de engullir demos toda esta historia !
y engullir víctimas. Sólo quienes lo consideralnos Onlmr.-¿Olvidarla? Va a ser difícil. La historia
como una alucinación de locos estamos libres de no se olvida. ¿Te olvidas del General Pinzón tú?
su poder voraz. Soconno.-¡ Eso es otra cosa ! ¿Vas a continuar en
OcE»or.-(Amargo.) L{ire joven, no estoy para los negocios?
discursos ni filosofías. Aquí donde usted me ve, Osenor.-El dinero me ha intoxicado. Imposible
en el vórtice del desastre, estoy pensando cómo volver a la pureza inicial.
volver a la superficie del crédito. A la prosperidad,
en una palabra. Tengo en ia mano el cabo de una Ingresan dos cargadores que sin mediar palabra
soga salvadora... Déjeme pensar tranquiio. levan.tan, hasta la caída del telón, todo lo que queda
C.qsrno.-Gustosamente 1o dejaría en su sueño, em lct sala y attn los ¡nuebles de fas habitacianes
señor, si mañana no fuera usted a ser mi padre contiguas.
político.
Orrror.-¿Qué? Soconno.-Busca un puesto público. Un buen suel-
Clsrno.-Lo qlle oye usted, señor. Mañana Pitusa do, y virriremos tranquilos.
y yo nos casamos. Ona»or.-¿Yo burócrata? ¡ Nunca I
Osrnor.-Lo felicito. Ftra ganado usted la partida. Prrus¡.-Papá, viviremos los cuatro en un depar-
C.rsrno.-Ha ganado el arnor. tamentito.
Os¡oor.-Sáqllcme de una duda. ¿Fue r-rsted quien Oru»or.-(Enérgico") ¡l{ada de departamentitos
dio cita a mis acreedorcs esfa noche? conrnigo ! Mis amtliciones son demasiado anchas
C.rsrilo.-Sí, \'o fili, pero queda establecido que para que quepan en cuatro estrechas paredes.
me1'ezco su gratitud. El famcso Mc"rqués lugaba Crsrno.-Yo lo avudaré, señor Obedot. Iniciará
con las misrnas cartas marcadas con que usted ustecl una nueva vicla.
pensaba ganarlc. Y a la postre el negocio, de haber- Onrnor.-(Serio.) Yo amo mi vida tal cual es, tal
256 257
como ha sido siempre. ¿Creen ustedes que me han licitarle qLre me facilite un negocio de 300 mi1 s,:..,
de convencer de que con el amor, Ia antropología de tal manera que salde la deuda y gane paia :.
y el socialismo puedo hallar la felicidad? No, no. el resto.
Yo estoy hecho de infelicidad. Estoy hecho por la Soconno.-¿Te harán caso, Luciano?
angustia de los plazos que se vencen, por las mora' Onrnor.-¡ Claro que sí! ¡Yo soy fabricante r e,-:
torias que no son eternas, por los presupuestos lo saben !
que se encogen hasta que me ahogan. Así fue para Soconno.-¿ Tú, fabricante?
mí, desde la cuna, Ia vida. Y tú, Socorro, lo mismo. OnEoor.-¡ Fabricante de deudas!
¿Las partidas de canasta, Ias recepciones de socie-
Soconno.-(Al público.) ¡No tiene remedio! .

áad, las juntas de caridad, el besamanos maledi- Obedot,) ¡Voy a ver dónde andan los muchachos
cente, para quién están hechos si no para los grandes ( Sale.)
anfibios del préstamo y la cancelación?.. . (Pausa.) Oarnor.-¡ Fabricante de deudas! Es decir, fa'::
Clar:o que el hecho de que haya un individuo de cante de dinero y de riqueza. (Avanza hacia el pt
mi clase con un pie en la mendicidad prueba que blico.) No lo duden ustedes. El día en que fue inve:
la armonia del mundo se ha roto. ¡Qué le vamos tada Ia moneda no se hizo otra cosa que empreni:
a hacer! Lo que sé es que ellos ( señala a los ióuenes la más grande y universal estafa. Tan grande v ta
que lrublan amarosamente en tm rincón) podrán universal, que para defenderla hubo que crear ju:-;
vivir de la poesía, el deliquio, la esperanza, y del con la banca las cosas más insólitas: el Estado, l
pan y la cebolla del amor. Nosotros no. Tenemos policía, los Tribunales de Justicia, los periódic:,
que disfrazarnos para participar del festín cuyas la filosofía, todo lo que en el mundo reluce. Y:
migajas vamos a disputarnos a dentelladas de lobos Luciano Obedot, no soy sino un humilde miemb:
con piel de oveja. ¿Comprendes? de la numerosa pandilla que continúa y perf.;
Prrusa.-(A Castro.) Vamos al jardín. Veremos ciona esa estafa histórica. Y tal vez, señoras
por última vez nuestro rincón. señores, ustedes son rrris cómplices. Callemos il:
- Casrno.-Nuestro refugio... Vamos. (Salen toma- cretamente la participación en el delito, que colrti
dos de la mano.) temos como autores, encubridores, reducidores
Onnoor.-(A su muier.) Antes de que se lleven el enlaces; guardemos el terrible secreto entre n. !
escritorio, saca de ahÍ una carpeta amarilla. otros y trabaiemos con serenidad y cautela, porq-r
Soconno.-¿La que está en ei segundo cajón? un día de éstos un literato cualquiera, un vanii:=
Ossmr.-Esa. (Socorro sale.) Hay que encontrar autor teatral, por ejemplo, es capaz de sostei-,:
la salida, y la encontraré. (Se pasea' pensativo, de que por nuestra conducta merecemos la cárce1
un extremo a otro. Vuelve Socorro" Le entrega la hasta el paredón. (Hace un signo de silencio,) S'
carpeta.) Esta es. (Examina los documentos que lencio. Que no nos oigan. Buenas noches teng:.:
coitiene.) Al banco le debo 128 325 soles con 2l cen- ustedes.
tavos. No tengo con qué pagarlos. En consecuencia, Mientras abedot canta "El ttals de la notcrie,l"-;.
el banco los pierde. Y como no hay banco, por por las deudas", cierra suqvemente el
poderoso que sea, que esté dispuesto a perder ttna
suma tan alta, mañana visitaré al gerente para so' TELóN
2s8

También podría gustarte