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Carlos Monsiváis

Los rituales del caos

e
Ediciones Era
PARA
Alejandra Moreno Toscano
Y
Enrique Florescano

Edición original: 1995


Primera edición en Bolsillo Eta:2012
Cuarta reimpresión: 20 I 8
ISBN: 978-607-445-040-8
DR O 2012, Ediciones Era, S. A. de C. V.
Centeno 649.08400 Ciudad de México

Oficinas editoriales:
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[,a hclra tlcl const¡l¡lo altcrn¿rtivo los disc<¡s piratas, las artesarrías post-hippies, los posters, los li-
lll l'l^NCUIS l)lrl.CII()l,O lrros t¡sarlos, los distintivos, las car¡risetas, los stickers, los souvc-
nirs de grorr¡rics, los vi<lcocassettes, los souverrirs rle la Era de
Acr¡ario.
Afligi<los por cl aspccto clc los co¡lcurrcntcs ("iSon bornbas
molotov htrrnanasl"), los vecilros se qrrcjan con las ar¡tori<larlcs,
y los dcl 'l'iangrris se ven forz¿¡rlos al ¡romadismo. Ganan otra
calle, tienen éxitr¡... y con uste(lcs, corno siernpre y conro nun-
Y en aquellos días, el canje lo era todo ca, la rcpresiór'r. Otra callc... y nuevos agravios, atracos de la
policía, retlarlas, incrrrsioncs van<l¿ilicas, y al cabo rle l-ruitlas y
L, ,1,r, llcvan una hor¿r inrncrsc¡s cn cl T'ruc<1rre. i\rrnado c¿r negociacioncs cl 'I-iangtris <lcl Chopo se inslala (rclativarncnte a
da r¡no con sr.r pila de discos, rcr.isan con filrr¡r¿ de a¡rticr¡ario salvo, tal vez clos agrcsiones policiacas al ano), en la calle Came-
ca<la clcpé, cxarni¡la¡l los cornpact-discs, tri¡nan no(as trrcntalcs, lia, en Ia colo¡lia Gtrerrero. Allí ca<la s¿ibarlo se esparccn l¿ ¡no-
cs(udiar) con t:clo porta(las y coll{r-al)ort¿<las, sc vcn dc reoi() nont:ulí¿t, I¿r accch:rnza cle oportrrni«la<lcs, cl aprcnrlizajc tle las
Para calculal- c¡rrién tornar'á \,cr)tia. "t.lér,atc csfos dos cliscos, 1' tliscoqr:rfí;rs qrrc -irrstifica la existcncia. l]n cl irlrncnso tianguis
)'o rtrc qucdo con éste y..." Un colcccionistár es un avcrrtrtrer() que cs la citrrlad, cl Chopo cs rrn tcrritorio <lonrle la solernni-
cxistcncial, qtre rnide su virla por hallazuos y clcccpcioncs: "llol, dad torna la lorrna rle lo quc, ftrcra, aún se considcra provoca-
rnc rentaron cl ninana. Conscguí cl segundo <lisco de cll'ersorr ción.
.f
Airplane... IIoy rne hunrlí en el altisnro. Estaba ral,aclísi¡no cl
disco dc Uriah Ilcep..." tln coleccio¡risra orlia v respcta a l()s
aqrrejados por cl nrisrno rnal, y no rlcscansa hasta ccrciorarse tlt. "éSabes qué, cabrón? Si no fuera por la pinche música,
su inlclicida<I. Su verdaclera rcc()rnpcnsa es la torfr¡ra clc preci ni salgo del puto vientre materno"
sar lo quc ¿rúll ¡l<¡ consigue.
E,, b,,"n" rncrlir.la, la crisis econórrrica ¿.s la crrltrrra urbana,
porquc to(lo lo adapta (cstilos rlc virla, lorr¡ras dc trato, dcseos,
"áQué es para mí el inñerno? Un disco de Ray Coniff, usos rlc ticrnpo libre) a la lógica rlc la s<¡brcvivcncia, que hace
de Julio lglesias, de Timbiriche" tlcl consr¡¡no la zr¡na tlc clcccioncs ricsgosas. Así por cjcrnplo,
llcva hr¡ras y agu(las rcflcxioncs cxistcncialcs optar por rrn libro,
El 'I'i",,r¡r,ili <lcl (.ihopo cs r¡n rcntplo
de Ia contracr¡l(t¡r.:r rrrex¡ un tlisco, un pcrió<licr¡. Y los asistcntcs al Tiansrris <lcl Chopo
tatta. A¡rarcci(r allír por 1979 o l1)tiO a las:rftrcras ilcl Nlt¡seo dcl valor¡rrt los discos soble cual<¡tricr ()tro olljcto sol;r'c la ticrra, y
Chopo, corno resrrlt¿rclo rlc u¡ra con\,()c¿ttoria y (lc la tclr<lcnci:r el rnito del rcverrtón (la oltía rlc los scnticlos) sobre las venta.jas
natural al intcrcarnbio, el far¡r,,srt prillrtrlt rlc la antro¡rología. (inalcanzables) rlcl éxito cn cl u)un([() cor-porativo.
llno-s chavos accptan la corlvocator.ia 1, la sigrricnte senlana algu En la rnarginalirlad elegirla, totlo y' nacla es o[)jcto rle corncr-
nos Ios sccun(lan, ),otros norllils acr¡rlcn al canje cio, y totlo y narla cs ob.ieto rlc transgrcsií¡n. \'a pasó la ópoca
)'pront(), coil
la cclcli<larl rlc la ccononría sr¡lrtcrránca, sc estableic cl rncrca- en quc se qrrcr'ía aslrst:u'a los lrtrrqucscs, la socicrla<l pcrrrrisiva
do \', corno cn cl siglo xvilt, llorcce cl capitalism<), se dctcrn)i asirlriló r'aric¡s rlc los rlcs:rfios ( orrlracultr¡ralcs, y la polrrcza iIrra-
tran nlás o rnct)os los prccios nltirlicos, altrrnrlan los casscttcs, l<i las a¡r:rricrrcius tlisirlcrrtcs (cl r'«istr-o, la vcstirncrrla, la írrrlolc

t20 l2l
dcl pcinatlo, el rnodo dc canlinar, [a prosapia dc los jeans tan placer de espantar a las gettcraciones que ya no nos acomPa-
desgarraclos, la fcroci<lad dc las canrisótrr, ."r,rruo i las irlen_ ñan, ni el oír rock a ¿s¿ volumen en los departamentos de pare-
tidarles tritlalcs). Y las prc¡4rrntas flotan sin "l rrray.r cr¡rl'ir.ci<i.: rles frágiles. La música, la esce¡ra que recrea y enamora'
ies el
'cstt¡ario
.. -irlrar,c.to s.r:i¿rl . a.ris(x'ial? iRcsurta esa conspira a cielo abierto y se ve representada por la historia del
cabcllcra a lo [..is xlll r¡.a a,rla.ada scrrri<'rtica cor)tra el scxis, ro«:k, las grabaciones de grupos qtre aún no acccden al disco,
mo, o cl cnla<lo a,tc los t.rárrritcs dc la scrlr,cci(r.? F.. csper:ial, las penas y las furias dcl Heavy lvfctal, cl punk, el post-punk, el
las caltrisc(as sr¡n la scrial infinita: aqrrí cstá, ol., prr"",,tL., u,, rhrash, el hartl core, el anarco-ptrnk, el trasvanguardia, el rock
admirad.r, trrr pro¡tictar-io dc ir.r¡.ías, u. <lesafio, t¡rr r.h:rvo se_ progresivo... Los nontbrcs de los grrrpos rentitctr a estéticas que
grrro de sus aficio¡les. [.as canrisctlts son poste rs, con'or.atorias, cl extraño, irrc¡necliablcrl)cl)te, sólo percibe si hay quien se to-
vitrinas rlcl rn.seo i.cxistc¡lfc, rcclamacio¡res, clcsfile tlc lotos me la molestia de ilustral-lo. iA t¡ué cstética, por ejemplo, co-
cha¡ná¡ricas... rresponde U-2, I'he Ct¡rc, Bar¡hatrs, Ycllow, f)cad Kennedys,
llstos chavos son rantos 1, cst:in tan dcsenlplcados r¡rre en Exploited, Ac-DC, Iron N{aidcn, Scx I'ist<¡ls, 1'alking IIeads, Gé-
ellos. no p.ospera. csas cxh()r.t¿rciones-a-la-clcceircia qrre io. las nesis, Pink l;loyd, Dcatl Catl f)¿rnce, Sotrxic antl the Banshees, la
raztias. A su laclo se acumrrlan las negativas: no se lcs pucde portcntosa Sinearl O'Collnor, los grtrpos qtre se oyen y se deso-
expulsar de la citrdad, no ol¡renrlrírn cnrplcos [orrnales. ño ha- yen .,rn erotisrno, que irts¡rirart lealtatles religiosas o desafeccio-
brá salidas aceptablcs a srrs rlcrrranrlas. Iiues cntonccs, y rrrien_ nes laicas?
tras las patrullas sigan en acecho, qtrc hagan Io r¡ue r¡rrieian con cl día etttcro: la fiesta y la prolesión que ni ter-
Oír r¡rú¡sica
su lro¡'riblt' aslx.cto. minan ni contie¡rzatr, la sitt¡ació¡r rccotlrPensante, la serie «le re-
velaciones r¡ue ahtryerttatl a los estragattticntos dcl gtlsto como,
digarnos, L.os Hornbres G, los Enanitos Verdes, Miguel Bosé,
"Desde que uso arete, me doy cuenta del mal Nligtrel Mateos, Mijares, Soda Estérco, Emnra¡ruel, Caribaldi,
gusto de las chavas" Fanrlango. En el Tianguis del Clropo cada rola no es parte de
una atnlóslera, sino la atrnósfera nrisma, la vibración en estado
En el Tianguis., la contraculttrra cle los setentas sc las arregla puro. Según los enloqtrer-itlos del rock, Ia belleza convulsa se
para persistir, vibra¡rte y cap,\z de rcproducirse sin cl apoyoác concentra en un minuto único en cl disco irnposible de hallar.
la televisión. I)csaparecic.o, Ios.jipitccas, las conrtrrras liberadas
son ccniza sin sclltido, el csotcrisnlo a.i<la en las clases r¡ledias
ttrás conser'arloras y, con torl., algo rlc la contracrrltr¡ra clásica "Digo chingada tantas veces al día que más que
pcrnranccc, la tlc quiencs no sc <:ntcran tlcl suerlo rlc la l¡ro<[cr_ una palabra me parece mi familia"
nidarl, no ¡lrctcrrrlcn estar al <lía con srrs (:orrcspo¡lrlicrrtcs err
Nortcar,ér'ica, lcs .larlre cl sistcr¡la y los sír,bolos rlcl sta- Ls del Chopo leen escruptrlosanrente los magazines especiali-
tr¡s, y no sc jactan'alcn
rle abantl<¡n¿rr t¡n:r socic<larl a la qr¡e nllnca zados, y le sacan provecho a la infinita red de contactos del
han pertcncci«lo. llstos prrnks o rockeros o ácratas llrexicarro, vagabundco. Sus problemas son básicamente infor¡nativos. ¿Có-
halla¡r el su¡,ilrist.o rlc c.cr.gía c. l:rs obscsio,cs qrrc tarrt.s mo estar e n onda sin dirtero, sin viajes, sin dejarse envolver por
otros han jubilado. los enuironnrcr¿lJ dcl high tech? A ¡norlo de rcsprtesta, algunos
En cl -Iiangrris clcl Cho¡ro, t()(lo cs srrjcto dc conrcrrio, y na- chavos viajan y compran cos y videocassettes que reproducen,
.
da, a fln dc cr¡cntas, es rnuy r",,,,,,,"r.oiir'.r, ni la mrisica, ili el intercalnbian, esttrdian con deliberación acadér¡rica y se estudia,

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,¿,
más qr¡e sc lce, Cr¿¿r¿ y ltolling Slor¿¿. y si la ccononría sr¡l)tcrrli La hora de la máscara Protagónica
MITOS
nea no rerlin¡e síjtrstilica a la piratería (la dcrrrla cxtcrna, al.gu EL SAN'I'O CONTRA LOS ESCÉPTIGOS EN MATf,'RIA DE
mcntaciírn general; la ¡lobrcza, explicación rrroral).
iCómo le hacc¡r para qr¡e no se lcs vava una sola rlc las nr¡r.e
claclcs, y oricntarse cn la gallrxia de grrr¡>os, tcn<le ncias, solistas.
encuentros y rcconrposicir¡ncs rle las [¡anrlas? ¿Córno sc rlatr
tiernpo para a¡rilar esa infirlnlari(rn, asistir a las tocadas r¡rrc lcs
itnporlarr, y a<lcrnás <le to<lo ¡rl¡¿stcccrse c()n su propio irn¡;ul
so? Sába<lo a s:ibarlo, los asirltros al 'l i:rrrgt¡is rlcl Chopo sr: trnifi R,r¿otfo Guznlán Huerta, l.l Santo, nace el 23 cle septiembre
can y sc divcrsiflcan scgri lr los ql'a«los dc l-csistcnr.ia a lu rle l9l5 erl Tulancingo' Ilitlalgo, y mtrere en 1984 en la
Ciudad
inrh¡stria cr¡ltural, o a la tclcvisiírn conrercial. F_llos rlc¡rositarr rte llféxico. En 1920 su farniü se traslacla a la capital' por el
la barbal-ic tlcl nconrcrliocvo cn srr 1o¿¡4, v la civilizaciírn rlcl por- ruillbo de El Carmcn, y allí Rorlollo oPta Por el gran
^recursoy
ve¡lir cn srrs pr-crlilc<'cioncs. (O al rcr'és.) Ya pcrtrccharlos con cl de los niños sin recursás: el triurrfb diportivo Juega futtrol
sín<lromc <le la crrltrrra posinrltrstri;rl (la intatigable obscrvacirin t¡cisbol, apren<lc lucha olímpica y, finalmente (el argunrento
econórnicá cs la vocacióIl nlái Personal), Rudy y sus
sociológica <le sí ntisr¡r<¡s), clasifican a las sul¡crrlttrr:rs a prirncra hcrttranos
vista, prcficrcn rlcl cinc los efcctos especialcs y de la tclcvisiílr u'"'lut la Rorna Méri-
se cle<lican a la lucha libre en lot chicas:
los cor¡lercialcs rle rcfi'cscos y (letcrgentcs, son gua<lalrrpanos la Libertacl... iQuó tcdio tan activo! Por una
da, la Escandón,
paga inlerior a lo sirnbólico, y un crédito qlle se extravía
porquc se tlcjan arloprar por los sí¡nbolos y esotéricos porqrrc en
quién c¡uita. i"it"t", rotos y Pir)tarra.icados, se cotnbate trcs veces al dÍa en
cQué discos ol¡tcncr, y' crrírlcs llevarse al nirvana rlc la rnerlia locales rtlinosos, tio¡rcle la ilunlinaci<in lo írlrico que Perlnlte.es
noche ? Los asistcntes esctrrll'iitan rcvistas, se irrlrrrlnan rlc las to- intuir al adversario, y los estírntrlos corren Por cuellta de las
caclas culr¡rinantcs <: ll sitios inconccl¡iblcs, extrae n rlc los clcpós con
transas de los pronrotol-cs y los iltstrltos y olr.jetos lanzados
qtle
los sonirlos rlel palcolítico, cspal'ccn anócrlotas rlcl rock mexi- ganas extel'tninadoras. "iÉcherrles cascarazos' más dolorosos
cano. Corno en la IJolsa, absortos ante la espccrrlaci<in dc las mentadas!"
portadas y hallazgos, los chavos sigtren las carreras cle los conr- Rudy Guzmáll es un nonlbre sin "garra" y no Pregona^méri-
pact-discs y -tribu perdicla y hallada en la conrracr¡lrura- r,ivcrr tos o ástilo. Con prosa acloratriz, el biógrato de El SaIrto'
Etluarrlo Canto, refiere el cambio <le appeal Un buen día'
la ley dcl cxceso, sc har(an dcl fctichisrno rlcl arctc r¡ue cn algo el
protege clcl convencionalisnro dcl pclo hasta la cintt¡ra, al¡raz;¡n al tale¡rtoso Rrrcly y
árbitro y nuttclmnker Jesús Lonrelín, observa
sus adquisiciones (humanas y discoeráficas), se jactan rlc las iro- a su falia cle imagen. Para triun[at', le rlice, r¡n luchador nccesi-
nías r¡rre sorl rorrranticisrno (lcsata<lo. AqrrÍ no l'ray grtrpo dc ta Llna personaliáad vistosa Perstradido' Rodolfo se enlnascara
\/eláz-
rock lo bastallte vicjo, ni clisco sr¡ficicnterncrrte nllevo, v la cul- y upo."l. Nf urciélago u (en honor de Jesús.el Murciélaso
tura en algo se dcr¡locratiza en la nrar-ginalirlad qtre nt¡nca lo cs qrrá, qr", en el entlrimaclo, abría su 6olsa llcna de murciélasos'
oue hacían las clelicias cle los espectatlorcs en las alturas)
tanto. Sin
II e92l iirfluencia rle ta filosolia existenciá1, Lomclín Perst¡ade de nuevo
a Rodollo: "Tienes que ser tú ulismo, y Para eso tienes qtre .scr
jus-
otro", y le recuerda a Sirnón Templar, a[ias El Santo' héroe
ticiero cle las novelas policiales de Leslie Charteris y de utta se-

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