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El fenómeno que inicia la génesis de la mayor parte de los casos de CRC es la inactivación del
gen APC.
La mutación KRAS G12C ocurre en 3-4% de los pacientes con cáncer colorrectal y está asociada
a un peor pronóstico que otras mutaciones en KRAS. Estudios preclínicos utilizando líneas
celulares y organoides portadores de la mutación permitieron determinar los efectos del
fármaco adagrasib en la actividad tumoral. En un ensayo clínico reciente, se evaluó la eficacia
de adagrasib en monoterapia o en combinación con cetuximab en pacientes de cáncer
colorrrectal portadores de la mutación G12C.
Responda a las siguientes preguntas.
En ambas gráficas, en el eje de abscisas se representan los pacientes con cáncer colorrectal que
han sido evaluados (cada barra corresponde a un paciente), mientras que en el eje de ordenadas
se representa el máximo cambio en porcentaje que ha sufrido el cáncer colorrectal tras la
administración de la terapia; estando la barra por debajo de la línea de base (baseline) en caso
de que el cáncer haya respondido a la terapia, por encima de la línea base en caso de no haber
respondido y haber progresado, o en la propia línea de base si el tumor no ha sufrido cambios.
Además, las barras tienen distinto color en función de si el cáncer ha respondido parcialmente
(azul), está estable (amarillo) o ha progresado (rojo).
Se puede observar que con la administración de adagrasib y cetuximab (gráfica B), el cáncer de
ninguno de los pacientes ha progresado (no hay barras rojas) y que la mayoría de las barras
están por debajo de la línea de base, alcanzándose porcentajes máximos de cambio “positivo”
de hasta el 100%. Sin embargo, con la administración de adagrasib (gráfica A), podemos observar
que el cáncer de algunos pacientes sí que ha progresado (barras rojas) y que el porcentaje
máximo de cambio “positivo” no supera el 70%, mientras que en algunos casos el máximo
cambio “negativo” ha alcanzado el 40%.
Según estos resultados, la combinación de adagrasib con cetuximab para tratar el cáncer
colorrectal resulta más beneficiosa que la administración de cetuximab en monoterapia. Por
tanto, este estudio puede que fuera una de las razones que sentara las bases de la
administración combinada de adagrasib y cetuximab. Otra posible explicación a esta
combinación es que cada fármaco está dirigido a una diana diferente (cetuximab > receptor de
factor de crecimiento epidérmico (EGFR); adagrasib > quinasa KRAS G12C)). Por tanto, su efecto
sinérgico es mayor que en el caso de que ambos compartieran diana farmacológica.
En la gráfica se pueden observar dos líneas: la de color azul representa que el tratamiento
administrado ha sido FOLFIRI junto con bevacizumab, mientras que la de color rojo representa
que el tratamiento administrado ha sido FOLFOXIRI junto con bevacizumab. El eje de abscisas
representa el número de meses transcurridos desde el inicio del tratamiento, mientras que el
eje de ordenadas representa el porcentaje de pacientes que han sobrevivido. Además, debajo
de los valores del eje de abscisas nos indican el número de pacientes en valor absoluto que han
sobrevivido en cada uno de los meses transcurridos para los dos tipos de tratamiento.
- Hazard ratio (HR) = 0,8
- Intervalo de confianza (IC) al 95% = 0,65 - 0,98
- Diferencias estadísticamente significativas, p=0,03
Se puede observar que durante los primeros meses de tratamiento, hasta los 18 meses
aproximadamente, el porcentaje de supervivencia de los pacientes es similar en ambos grupos
de tratamiento. Sin embargo, a partir de los 18 meses, se observa un mayor porcentaje de
supervivencia en el grupo de pacientes tratados con FOLFOXIRI y bevacizumab frente al grupo
tratado con FOLFIRI y bevacizumab. Además, en el grupo tratado con FOLFIRI la supervivencia
es nula a los 66 meses desde el inicio del tratamiento, mientras que en el grupo tratado con
FOLFOXIRI, deja de haber supervivientes después de 72 semanas de tratamiento.
Ejercicio 11 (Paula Pardo Martín)
En este mismo estudio, los autores analizaron distintas mutaciones en los pacientes y
obtuvieron los siguientes resultados. Describa la figura:
En ambas gráficas aparecen líneas de tres colores: la de color azul representa que los pacientes
presentan alelos salvajes de los genes que codifican para RAS y BRAF, la de color rojo representa
que los pacientes presentan una mutación positiva en el gen que codifica para BRAF y la de color
verde representa que los pacientes presentan una mutación positiva en el gen que codifica para
RAS.
En la gráfica de la izquierda, el eje de abscisas representa el número de meses transcurridos
desde el inicio del estudio, mientras que el eje de ordenadas representa el porcentaje global de
supervivientes. Además, debajo de cada valor del eje de abscisas se representa en valor absoluto
el número de pacientes supervivientes de cada grupo. Como se puede observar, el grupo de
pacientes que presentan alelos salvajes de RAS y BRAF tiene mayor porcentaje de supervivencia
que el grupo que presenta la mutación positiva de RAS, que a su vez tiene mayor porcentaje de
supervivencia que el grupo que presenta la mutación positiva de BRAF. Sin embargo, la
supervivencia nula se alcanza primero en el grupo con la mutación de BRAF (48 meses), después
en el los dos alelos salvajes de RAS y BRAF (66 meses) y por último en el de la mutación de RAS
(72 meses).
En la gráfica de la derecha, el eje de abscisas representa el número de meses trasncurridos desde
el inicio del estudio, mientras que el eje de ordenadas representa el porcentaje de pacientes
supervivientes cuya enfermedad además no ha progresado. Podemos observar que el grupo de
pacientes con los alelos salvajes de RAS y BRAF presenta mayor porcentaje de supervivencia sin
progresión de la enfermedadque el grupo con la mutación de RAS, que a su vez presenta mayor
porcentaje de supervivencia sin progresión de la enfermedad que el grupo con la mutación de
BRAF. Sin embargo, la supervivencia sin progresión nula se alcanza primero en el grupo con la
mutación de BRAF (24 meses), después en el de los alelos salvajes de RAS y BRAF (60 meses) y
por último en el de la mutación de RAS (72 meses).
Estudios previos sugieren que la liberación de ATP extracelular, desde las células en apoptosis,
conduce a la activación paracrina de mTOR en las células vecinas. Para resolver esta hipótesis
se analizan los niveles de la proteína S6 fosforilada en respuesta a concentraciones crecientes
de ATP empleando organoides procedentes de pacientes con CRC. El resultado se muestra a
continuación.
El ATP extracelular puede activar la señalización en la célula diana a través de una familia de
proteínas transmembrana denominada receptores purinérgicos. Para identificar qué miembro
de esta familia está involucrado en la traducción de señales desde el ATP hasta mTOR, se
determina la expresión génica de los distintos subtipos conocidos en organoides humanos no
transformados y en organoides tumorales.