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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION

UNIVERSIDAD PRIVADA DR. RAFAEL BELLOSO CHACIN

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS

CATEDRA: DERECHO FINANCIERO

SECCION: D-711.

ANALISIS DEL PROYECTO DE LEY DE


ARMONIZACION TRIBUTARIA.

REALIZADO POR:

ABREU YADULKYS

CI 28.167.974

PROFESOR: HAROLD ZAVALA

MARACAIBO, SEPTIEMBRE DE 2022.


Análisis.

Desde el Ejecutivo nacional se planteó un proyecto de ley que pretende

regular los impuestos que pueden implementarse en el ámbito regional y

municipal de forma que se pueda controlar el peso de la carga impositiva al

que se ven sometidas las empresas y comercios venezolanos.

De esta manera se intentaría poner freno, hasta cierto punto, a la

capacidad que tienen las municipalidades y gobernaciones para crear

nuevos tipos de impuesto que en la práctica puedan afectar la actividad

económica del sector privado.

Entre aspectos que se destacan en el proyecto de ley está que el pago de

los tributos se hará en moneda nacional, mientras que la unidad de cuenta

que podrán usar los estados y municipios para el cálculo de los tributos,

accesorios y sanciones será el tipo de cambio de la moneda de mayor valor

que publique el Banco Central de Venezuela.

En el primer borrador se establece que el pago de los tributos se hará en

moneda nacional, mientras que la unidad de cuenta que podrán usar los

estados y municipios para el cálculo de los tributos, accesorios y sanciones

será el tipo de cambio de la moneda de mayor valor que publique el Banco

Central de Venezuela (BCV).


El proyecto de ley se basa en las competencias atribuidas al Poder

Público Nacional en la Constitución en su artículo 156 numeral 13 que otorga

a la Asamblea Nacional (AN) la legislación para garantizar la armonización

de las distintas potestades tributarias.

No obstante, para el especialista Iván Paredes hay aspectos de la ley que

son innecesarios por estar establecidos en la Constitución. En ese sentido, el

proyecto de ley promueve en el artículo 8 que los “estados y municipios no

podrán cobrar impuestos, tasas o contribuciones que no se encuentren

previstos en leyes estadales u ordenanzas, respetando los límites

establecidos en la Constitución”. Ese artículo en realidad es innecesario

porque si lo suprimimos de ese proyecto también sigue existiendo el artículo

317 de la Constitución, que respecto al sistema tributario señala que no

podrá cobrarse impuesto tasas ni contribuciones que no estén establecidos

en la ley, explica Paredes.

Ahora, ya sabemos el punto de vista de los que quieren aprobar esta ley,

observemos que nos dice la Constitución de la República Bolivariana de

Venezuela, la norma suprema:

“Artículo 156. Es de la competencia del Poder Público Nacional:

1. La política y la actuación internacional de la República.

2. La defensa y suprema vigilancia de los intereses generales de la

República, la conservación
de la paz pública y la recta aplicación de la ley en todo el territorio nacional.

3. La bandera, escudo de armas, himno, fiestas, condecoraciones y honores

de carácter nacional.

4. La naturalización, la admisión, la extradición y expulsión de extranjeros o

extranjeras.

5. Los servicios de identificación.

6. La policía nacional.

7. La seguridad, la defensa y el desarrollo nacional.

8. La organización y régimen de la Fuerza Armada Nacional.

9. El régimen de la administración de riesgos y emergencias.

10. La organización y régimen del Distrito Capital y de las dependencias

federales.

11. La regulación de la banca central, del sistema monetario, del régimen

cambiario, del sistema financiero y del mercado de capitales; la emisión y

acuñación de moneda.

12. La creación, organización, recaudación, administración y control de los

impuestos sobre la renta, sobre sucesiones, donaciones y demás ramos

conexos, el capital, la producción, el valor agregado, los hidrocarburos y

minas, de los gravámenes a la importación y exportación de bienes y


servicios, los impuestos que recaigan sobre el consumo de licores, alcoholes

y demás especies alcohólicas, cigarrillos y demás manufacturas del tabaco, y

de los demás impuestos, tasas y rentas no atribuidas a los Estados y

Municipios por esta Constitución o por la ley.

13. La legislación para garantizar la coordinación y armonización de las

distintas potestades tributarias, definir principios, parámetros y limitaciones,

especialmente para la determinación de los tipos impositivos o alícuotas de

los tributos estadales y municipales, así como para crear fondos específicos

que aseguren la solidaridad interterritorial."

Ahora bien, el artículo 7 de la CRBV establece: “La Constitución es la

norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las

personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta

Constitución.”

El principio de la supremacía implica un derecho de los ciudadanos a que

la Constitución aprobada por el pueblo en todo momento sea la norma

suprema, a que no sea modificada sino mediante los procedimientos

previstos en la Constitución, y a que, además, no sea violada.

La Pirámide de Kelsen representa la relación vertical entre las normas

jurídicas. La Pirámide de Kelsen, la Pirámide Kelseniana o la Pirámide de la

jerarquía jurídica es la representación gráfica del sistema jurídico mediante

una pirámide segmentada en diversos estratos o niveles. Representa una


relación vertical entre las distintas normas jurídicas, como lo entendía el

jurista y filósofo austríaco Hans Kelsen (1881-1973), desde

la doctrina positivista.

En pocas palabras, la pirámide kelsiana, es categorizar las diferentes

clases de normas ubicándolas en una forma fácil de distinguir cual

predomina sobre las demás, ejemplo. Constitución, ley, decreto ley,

ordenanza, etc.

Esta pirámide normativa surge de la idea de que toda norma

jurídica obtiene su valor de una norma superior en jerarquía, de acuerdo a

tres niveles jerárquicos distintos en los que Kelsen dividía su pirámide:

 El nivel fundamental. A la punta de la pirámide, donde se halla la

Carta Magna, Constitución Nacional o el texto jurídico base del cual


emanan todas las demás leyes y disposiciones. Es el texto clave

sobre el cual no tiene jerarquía ninguna institución jurídica.

 El nivel legal. Ubicado en un peldaño intermedio y pudiendo dividirse

en muchos subpeldaños, a lo largo de los cuales se ordenarán según

jerarquía el conjunto de las leyes que hacen vida dentro del marco

legal constitucional, desde las más (arriba) hasta las menos

fundamentales (abajo).

 El nivel base. Al final de la pirámide, siendo el más ancho, pues

contiene las sentencias de los organismos jurídicos, las cuales son

mucho más abundantes en comparación con los peldaños anteriores,

al mismo tiempo que menos fundamentales.

Podemos decir, con lo antes explicado, que lo que trata de establecer

está ley es inconstitucional, puesto que busca establecer una “racionalidad,

armonía y coordinación” y que las entidades municipales no podrán seguir

aplicando cálculos o cobros discrecionales. La Constitución establece en su

artículo 156, N°13 "La legislación para garantizar la coordinación y

armonización de las distintas potestades tributarias, definir principios,

parámetros y limitaciones, especialmente para la determinación de los

tipos impositivos o alícuotas de los tributos estadales y municipales,

así como para crear fondos específicos que aseguren la solidaridad

interterritorial”.
Los municipios deben sostenerse económicamente de estos cobros, para

el avance del territorio y mantenimiento del mismo, por establecerlo la

Constitución, la norma suprema, debe respetarse, cumplirse a cabalidad.  La

legislación que se planea llevar a cabo, atenta contra la autonomía de los

municipios consagrada en la Constitución. Son las propias autoridades

locales quienes cuentan con la facultad de establecer el ordenamiento en lo

que a materia de tributos se refiere. Esto se encuentra plasmado en el

artículo 180 de la Carta Magna, donde claramente se especifica que esta

potestad tributaria recae en los municipios.

La aprobación de la ley en las condiciones en las que está planteada, lo

único que generaría es limitar el rango de acción que poseen las

municipalidades de toda Venezuela al impedir que estas mismas puedan

tomar las decisiones necesarias tanto en materia de recaudación como del

uso de los recursos. Algunos de los artículos presentes en el proyecto de ley

atentan contra la descentralización planteada por la Carta Magna, lo que

representa una “clara violación” al ordenamiento jurídico nacional.

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