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TEMA 3. LA NARRATIVA B2H Curso 2022- 2023 (L.

Lasala)
3.2.EL REALISMO SOCIAL EN LA NOVELA DE LOS AÑOS 50: LA COLMENA Y EL JARAMA

En los años 50, el Franquismo inicia un proceso de liberalización económica, apertura


internacional y relajamiento de la censura y, paralelamente, protestas de trabajadores
y universitarios. En este ambiente surge la novela social que denuncia la injusticia y la
pobreza con la intención de transformar esta realidad. Como afirmaba Celaya en su
poesía, la novela también podía ser un “arma” útil para trasformar la sociedad, y
para ello, debía de adoptar nuevos procedimientos que acercasen las obras a la
mayoría.

Los precursores son Delibes con El camino (1950) y Cela con La Colmena (1951).
Novela social plena: la Generación del 55 o Generación del medio siglo con Ignacio
Aldecoa, Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio, Ana Mª Matute, Juan Goytisolo,
Carmen Martín Gaite, etc.

Características y temas

Novela social y testimonial que refleja la miseria de la vida del proletariado y clase
baja, la falta de libertad y la injusticia. Se solidariza con los humildes y los oprimidos.

En los temas, se produce un desplazamiento de lo individual a lo colectivo. Algunos de


estos temas son la dura vida del campo, el mundo del trabajo, la vida en el suburbio
con su miseria, la juventud burguesa desocupada, los efectos de la Guerra Civil sobre
los más jóvenes y la alienación de la clase media.

En cuanto a la técnica, la estructura suele ser sencilla y pueden aparecer secuencias.


Se prefiere la narración lineal y la concisión en las descripciones. Algunas concentran
la acción en un corto espacio de tiempo (un día o menos). Junto al personaje
colectivo, también aparece el personaje representativo, síntesis de una clase o grupo.
Y la técnica del conductismo (el narrador objetivo muestra como una cámara de cine
las conductas y palabras de los personajes). También puede haber un narrador
omnisciente y destacan los diálogos que recogen el habla viva, ya sea de campesinos,
obreros o señoritos burgueses. Fuera de los diálogos, el lenguaje adopta el estilo de la
crónica desnudo y directo.
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Dos obras representativas de esta novela son:

LA COLMENA (1951) de Camilo José Cela. Publicada en Buenos Aires y de inmediato


prohibida en España.

Estructura: La novela se compone de seis capítulos y un final o epílogo. Cada capítulo


está integrado por una serie de secuencias separadas por un espacio en blanco, de
longitud variable, centrada en un personaje o en varios relacionados). Es una
estructura caleidoscópica o de contrapunto con técnica cinematográfica: varias
secuencias transcurren en el mismo momento en distintos lugares o bien se ofrecen
perspectivas diferentes de una misma secuencia. La suma de esas secuencias es como
el conjunto de las “celdillas” de la “colmena”. Son vidas que transcurren paralelas o
entrecruzadas, y que así presentadas, tejen un vivir colectivo: la vida de Madrid en
1942.

La unidad, además de por las múltiples relaciones entre los personajes, viene dada por
la reducción espacial y temporal: la novela abarca poco más de dos días invernales del
Madrid hambriento de la inmediata posguerra. La disposición temporal no es lineal: se
produce un entrecruzamiento que va ligado al movimiento de los personajes. Su
ambientación espacial se reduce al café de doña Rosa y otros bares, algunas casas
particulares, casas de citas, comercios y algún descampado. Por otro lado, la novela
responde al modelo de “estructura abierta”: no hay un argumento ni tampoco un
desenlace. No se sabe qué será de los personajes más allá de la última página. Todo
queda inconcluso.

Tema: Es la vida colectiva marcada por la miseria económica y moral de la posguerra


española y el pesimismo.

Protagonista colectivo: De entre los trescientos personajes que aparecen, apenas hay
de las clases más acomodadas, ni de la clase obrera o marginados. Predomina la clase
media baja que vive como puede.

Narrador omnisciente y objetivista: testigo privilegiado que conoce todo de sus


criaturas y aporta datos y opiniones sobre ellas. Aparentemente, las observa desde
fuera sin intervenir en sus problemas, dejando que se revelen a través de los

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abundantes diálogos: de ahí que la novela haya sido calificada de “behaviorista” o
conductista. Sin embargo, en las palabras del narrador se transluce una visión del
mundo.

Rasgos estilísticos: Los diálogos: recogen los infinitos matices de la lengua coloquial
(habla callejera madrileña). Para caracterizar personajes y ambientes, la mayoría de las
veces utiliza la técnica impresionista, que consiste en dar rápidas pinceladas sueltas
con predominio de las frases cortas. Otras veces, hay descripciones detalladas.

Alcance social y existencial: se muestra un mundo marcado por la sordidez de los


tiempos de penuria. Se trata de una masa alienada, abatida por el hambre, la falta de
dinero y las miserias morales, sin duda, Cela muestra su desoladora concepción del
mundo.

EL JARAMA (1956) Rafael Sánchez Ferlosio (Premio Nadal)

Objetivismo y lirismo: novela de realismo testimonial, en la que se observa una


postura objetivista por parte del autor. Es decir, el narrador recoge los diálogos de los
personajes y transcribe la historia de una manera totalmente imparcial, como si fuera
una cámara cinematográfica, sin opinar, por eso se la considera el mayor exponente
del objetivismo. Sin embargo, la aparición de descripciones líricas, hechas por medio
de pinceladas impresionistas, dejan ver una dimensión subjetiva y simbólica.

Novela “antinovelesca”, inacción: Con una considerable concentración espacial y


temporal (sólo dieciséis horas y un reducido número de escenarios muy próximos
entre sí), la acción es escasa e irrelevante; domina el diálogo y se representa la vida
cotidiana. Da una visión fatalista de la vida, pues los personajes aceptan lo que les
sucede sin rebelarse, como algo inevitable.

El argumento es el siguiente: un domingo de verano, un grupo de jóvenes madrileños


de clase baja van de excursión al río. Las escenas en que ellos intervienen alternan con
las que protagonizan los parroquianos de la taberna de Mauricio, a los que se suman
luego el taxista Felipe Ocaña y su familia, procedentes también de la capital. La tónica
general es el aburrimiento. Juegan, se bañan, comen y dialogan, y, de pronto, irrumpe

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de forma brutal la tragedia con el accidente de una de las muchachas, que se ahoga en
el río.

Perfección técnica: Las situaciones producen una absoluta impresión de veracidad. El


diálogo vivo y las actitudes de los personajes los va definiendo en el preciso momento
en que los vemos. Otro de los grandes logros técnicos de la novela es la simultaneidad:
Los episodios que se desarrollan en el río y los de la taberna comparten la misma
secuencia temporal. Es una estructura que intenta ajustarse al fluir de la vida.

Aspectos lingüísticos: Además de las descripciones, aparece el lenguaje coloquial de


los jóvenes, lleno de frases hechas.

Entre visillos de Carmen Martín Gaite: mujer y posguerra.

Esta novela es una historia realista acerca de la situación de las mujeres en la España
de la posguerra de los años 50. Pablo Klein, un joven profesor de alemán, ayudará a
visualizar las frustraciones, los miedos, los intereses de unas jóvenes que luchan con su
destino en una pequeña capital de provincias. Sus vidas están sometidas por una
sociedad que hunde cualquier aspiración, no tienen libertad de decisión, por eso
sueñan a través de las ventanas, así, la ventana es un elemento que, además de
encuadrar la realidad, marca el límite entre su mundo interior y su relación con la
sociedad. Se muestra un ambiente marcado por la presión de la sociedad, la religión y
la familia, en el que el hombre es superior en todos los niveles. La autora realiza una
crítica subyacente hacia esta situación de desigualdad, fue una revolucionara de su
tiempo que supo transmitir las inquietudes que se planteaban para las mujeres. Su
idea sobre el papel de la mujer en la sociedad se resume en esta cita:

«El testimonio de las mujeres es ver lo de fuera desde dentro. Si hay una característica
que pueda diferencia al discurso de la mujer es su encuadre.»

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