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LA NOVELA ESPAÑOLA EN LAS TRES DÉCADAS POSTERIORES A LA GUERRA CIVIL.

CAMILO JOSÉ CELA, MIGUEL


DELIBES, CARMEN LAFORET Y MARTÍN SANTOS
PANORAMA GENERAL
Después de la Guerra Civil, los narradores tuvieron que crear una nueva tradición novelística que, en
parte, retomó los modelos de la narrativa realista de autores como Galdós o Pío Baroja. Se rompió
así la continuidad con la línea del vanguardismo y experimentación iniciada en las décadas de
preguerra.
Desde el punto de vista del contenido, en la novela de posguerra apareció pronto la actitud de
compromiso con la realidad. En algún caso, las obras literarias no mostraban un compromiso
ideológico, pero las historias narradas estaban cargadas de una atmosfera de opresión individual que
solo puede explicarse por un contexto que no ofrecía salidas a la angustia de los personajes.
La censura fue una circunstancia omnipresente en la inmediata posguerra y también en la década de
los cincuenta, en la que se mantuvo una novela de contenido social y de crítica al régimen franquista
imperante.
Hacia los años sesenta, el contenido dejó de ser fundamental y los autores empezaron a preocuparse
más por la forma de narrar. La innovación técnica llevada a veces al extremo del experimentalismo,
caracterizó la novela de esa década y de la posterior. Este cambio se correspondía con la nueva
realidad que vivía la España de la época, de mayor apertura cultural y de acceso a las grandes
aportaciones de la novela occidental del siglo XX. Si a esto se añade el desencanto de muchos autores
respecto del papel que podía desempeñar la novela en el panorama social, resulta comprensible el
cambio de actitud.
En el siguiente cuadro se recogen, esquemáticamente, las distintas orientaciones de la novela
española en las tres décadas posteriores a la Guerra Civil:

PRINCIPALES ORIENTACIONES NARRATIVAS


Años Son años de ruptura con el pasado reciente en los que coexisten
40 varias tendencias: la novela nacionalista, el realismo tradicional y
el tremendismo, unido a una visión existencialista, sin olvidar una
tendencia humorística o fantástica.
Años Se incorporan técnicas del objetivismo norteamericano y la
50 orientación dominante es la de la novela de compromiso social.
Años Las innovaciones narrativas del siglo XX y la influencia de la novela
60 hispanoamericana se dejan notar en la novela experimental de los
años sesenta.

LOS PRIMEROS AÑOS DE POSGUERRA (Década de los 40)

Realmente, la historia de la novela española de posguerra se inicia a partir de la obra de dos escritores:
Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte (1942), que inicia el Tremendismo, corriente que se
caracteriza por mostrar los aspectos más sórdidos y terribles de la realidad.
La obra causó gran impacto, pues distaba de ser un relato de carácter moralista: el protagonista, un
condenado a muerte, relata su vida llena de episodios terribles, como el asesinato de su propia madre.
El autor retoma la tradición del realismo decimonónico y de la picaresca.

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En 1944 se crea el Premio Nadal, otorgado en su primera edición a Nada, de Carmen Laforet. Nada está
contada por Andrea, bajo la fórmula del “narrador protagonista”, y refleja la existencia de una joven que
va a estudiar una carrera universitaria a Barcelona, poco después de la Guerra Civil. Andrea procede de
un pueblo, y en el tiempo que transcurre la novela pasa de sus ingenuas ilusiones de adolescente hacia
una difícil madurez. En su doloroso descubrimiento de la vida influyen varios factores: la posguerra en la
ciudad de Barcelona; el ambiente histérico y desequilibrado de la casa familiar de la calle Aribau, en la
que es acogida por sus parientes pequeño-burgueses; el mundo de sus amistades universitarias...
Andrea participa de la vida como un testigo que aprende sufriendo.
Carmen Laforet con Nada inaugura la novela existencial (1945) y Miguel Delibes sigue esta línea con La
sombra del ciprés es alargada (1947).
Son características de estas novelas:
-Reflejo de la vida de posguerra desde una perspectiva pesimista y existencial.
-Los temas giran en torno a la amargura de la vida cotidiana.
-Predominan los personajes desorientados, frustrados…
-Ausencia de crítica directa o de denuncia social.
-Técnicamente estas novelas destacan por su sencillez y su carácter tradicional.

DÉCADA DE LOS 50 (novela social)

La novela social surge a partir de una cierta relajación de la censura, a la vez que la poesía social. Camilo
José Cela es, de nuevo, su iniciador, con “La Colmena” (1951), que, pese a la tímida “apertura” del
régimen, hubo de ser publicada inicialmente en Argentina. La novela muestra la existencia gris de
cientos de personajes en el Madrid de la posguerra, durante el transcurso de tan solo tres días de
diciembre de 1942. Es, pues una especie de crónica colectiva en el que un autor omnisciente refleja
fragmentos de las vidas de sus personajes, pertenecientes a todas las clases sociales. Para ello hace uso
de la reducción temporal (sólo tres días de acción en más de trescientas páginas) y de múltiples espacios
(un café, las calles, una tienda, bares, casas, prostíbulos...).
La Colmena no se divide en capítulos, sino en secuencias breves que se van sumando unas a otras. Con
esa construcción Cela compone una colmena humana, cuyas “celdillas” (esas secuencias) son habitadas
por los diferentes personajes. Las vidas de estos madrileños están dominadas por la miseria física y
moral: el hambre, el sexo, la pobreza y el miedo son los temas más destacados de la obra.
Con la publicación de La colmena se abre este nuevo rumbo del Realismo social o novela social,
movimiento literario que se desarrolló a lo largo de esta década. Es una literatura de corte realista,
atenta a los condicionamientos histórico-sociales del individuo que queda consolidada con la aparición
de El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio en 1956.
Entre las características de esta narrativa están:
-Estructura aparentemente sencilla y preferencia por la narración lineal.
-Relato objetivista basado en técnicas cinematográficas.
-Número elevado de personajes y preferencia por el protagonista colectivo.
-Predominio del diálogo y fidelidad a la hora de recoger el habla de las distintas clases sociales.
-En cuanto a la temática, interés por dar un testimonio de la situación por la que atraviesa el pueblo.
-Concentración del espacio y el tiempo.
DÉCADA DE LOS 60 (novela experimental)

A partir de 1960 comienzan a manifestarse síntomas de cansancio del realismo social; los autores tienen
cada vez más en cuenta las aportaciones de los grandes novelistas extranjeros, y pronto causará un
fuerte impacto la nueva novela hispanoamericana. En 1962 se publica Tiempo de silencio de Luis
Martín-Santos, que se considera la obra inaugural de esta nueva etapa de nuestra narrativa. A lo largo
de esta década, se suceden aportaciones decisivas en la línea de la renovación. Destacan: Miguel
Delibes, Cinco horas con Mario; C.J. Cela, San Camilo, 1936; Goytisolo, Señas de identidad; Joan Benet,
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Volverás a Región y Juan Marsé, Últimas tardes con Teresa.
Algunas de las novedades técnicas:
-Perspectivismo (narrar un mismo hecho desde el punto de vista de los distintos personajes).
-Desorden temporal (flash back, contrapunto, técnica caleidoscópica...)
-Incorporación de elementos extraños: informes, expedientes, textos periodísticos,...
-Imitación de géneros menores: novela folletinesca, novela policíaca,... → pastiche
-Nuevas técnicas para reflejar los pensamientos de los personajes: el monólogo interior.

CAMILO JOSÉ CELA


(Premio Nobel de Literatura en l989)
Aunque su obra es muy variada, se pueden apreciar en ella unos temas comunes: la Guerra Civil y sus
consecuencias; y la sociedad española, a la que satiriza grotescamente. Toda su narrativa refleja un
profundo pesimismo. Su actitud es la de un espectador distanciado y burlón, con un humor negro,
amargo, desgarrado y cruel. Sin embargo, a veces manifiesta ternura por algunos seres desvalidos y
adopta un tono lírico. En general, ofrece una visión deformada del mundo, cercana al esperpento de
Valle-Inclán. Su estilo se caracteriza por la riqueza expresiva en la descripción de tipos y ambientes;
también se distingue por su afán de experimentar nuevas técnicas narrativas. Etapas:
 Primera etapa (años cuarenta): a ella corresponden La familia de Pascual Duarte y Pabellón de
reposo. En La familia de Pascual Duarte se narra la historia de un campesino extremeño quien,
condenado a muerte, recoge por escrito su sórdida vida, llena de acontecimientos truculentos,
asesinatos, violencia y horrores diversos. Se advierten en ella variadas influencias: la novela picaresca,
las novelas naturalistas... Todo ello unido da como resultado una obra que, al seleccionar los aspectos
más desagradables de la realidad y recrearse a veces en ellos, propone una nueva estética que se
denominó, como ya hemos mencionado, Tremendismo.
 Segunda etapa (años cincuenta): introduce el Realismo social con La colmena, considerada la
obra maestra de Cela. Lo más destacado es su falta de argumento. El autor ofrece un panorama
colectivo de la vida del Madrid de la inmediata posguerra, en un ambiente de pobreza en el que un gran
número de personajes fracasados, que están relacionados entre sí, intentan sobrevivir.
 Tercera etapa (desde los años sesenta): se percibe la influencia de la corriente experimental. A
esta época pertenecen novelas como San Camilo, 1936, en la que refleja de manera grotesca los
primeros días de la Guerra Civil en Madrid y Mazurca para dos muertos, ambientada en la Galicia rural.

MIGUEL DELIBES

Su obra muestra un compromiso con la dignidad del ser humano, que combina con el amor a la
naturaleza y el rechazo a la deshumanización, al materialismo y al consumismo. En ella abundan los
seres indefensos y los ambientes humildes: los niños, los viejos, la vida en el campo, la pobreza de los
pueblos y del paisaje castellano. Pero también se fija en la vida de la ciudad de provincias y en la
pequeña burguesía. Su estilo se mantiene siempre dentro de la sencillez, lo que no ha impedido que, a lo
largo de su extensa obra, haya ido experimentando nuevas técnicas narrativas.
 Se inicia con La sombra del ciprés es alargada, en ella el autor se centra en la Castilla rural y en la
mentalidad de los hombres que la habitan, personas humildes y marginadas, en la mayoría de las
ocasiones.
 En 1950 publica El camino, novela que gira en torno al despertar a la vida de un niño, Daniel el
Mochuelo y de la vida de un pueblo, vista desde los ojos infantiles de Daniel. Una de las obras más
significativas del Realismo social es Las ratas, en la que se denuncia la subsistencia y las
desigualdades sociales en un pueblo agrícola.
 Cinco horas con Mario (1966) -su obra maestra- diálogo/monólogo interior de Carmen, mujer de
clase media que vela el cadáver de su esposo. El contraste entre Mario, profesor solidario y
progresista, y Carmen, de mentalidad cerrada y convencional, refleja el de la España progresista y el

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de la tradicional.
 Otras novelas destacadas: El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes y El hereje (la
única de carácter histórico: ambientada en el Valladolid del S. XVI y que, tomando como eje la vida
de un personaje, Cipriano Salcedo, es un canto apasionado por la tolerancia y la libertad de
conciencia).
CARMEN LAFORET

Ganó, con 23 años, la 1ª edición del Premio Nadal con su novela Nada, que obtuvo un enorme éxito de
público y de crítica. La novela -como ya hemos anticipado- sigue el itinerario de la joven Andrea, que
recién terminada la Guerra Civil se traslada a Barcelona, cargada de ilusiones y dispuesta a emprender
sus estudios universitarios. Sus ansias juveniles y sus expectativas chocan con el mundo gris, cargado de
violencia, que representan su abuela y sus tíos que la acogen en su casa. Sin embargo, en la universidad
conoce a Ena, que desempeñará un papel importante en su vida, pues con ella aprenderá lo que el
mundo exterior puede ofrecer.
La producción literaria de la escritora no es muy amplia. En 1950 publicó La isla y los demonios,
novela ambientada en Canarias, donde se había criado. En 1955, La mujer nueva, que refleja sus propias
experiencias religiosas, y que tiene como tema central la fe de la protagonista, Paulina, una mujer que
pasa de criticar a la Iglesia a practicar la religión católica. Siguió, en 1963, La insolación, primer volumen
de la trilogía Tres pasos fuera del tiempo, de la que no llegó a publicar los otros dos tomos.
También escribió novelas cortas, libros de cuentos y narraciones de viaje. Casi toda su obra gira en
torno a un mismo tema central: el enfrentamiento entre el idealismo juvenil y la mediocridad del
entorno.
LUIS MARTÍN- SANTOS

Su formación en las corrientes filosóficas modernas y las innovaciones narrativas lo llevaron a


replantearse el papel de la novela española de los años cincuenta y a apostar por una renovación del
género, que incluía la experimentación lingüística y estructural. Además de Tiempo de silencio, su
producción narrativa abarca un libro póstumo de cuentos, Apólogos, y la edición de algunas partes de
Tiempo de destrucción, en la que el autor retomó el tema del aislamiento cultural de España.
Tiempo de silencio es considerada la novela que inicia la narrativa experimental en España. El asunto de
la obra tiene mucho de relato folletinesco, con rasgos de novela negra y lo original no es el argumento
sino el tratamiento que el novelista hace de la historia: Pedro es un investigador que se ve implicado en
un aborto clandestino que acaba en muerte, en un suburbio madrileño de chabolas. La policía lo detiene
y, después de una investigación, queda en libertad. Sin embargo, la situación provoca su despido del
centro de investigación donde trabaja. Poco después, sufre la venganza de Cartucho, el novio de la chica
muerta que va a vengarse matando a Dorita, novia de Pedro. Finalmente, el protagonista abandona
Madrid
y se hace médico rural. Su gran novedad es la forma, el estilo, que supone una ruptura radical y
definitiva con el realismo convencional: Tiempo de silencio, en efecto, modifica el realismo e influye en
todos los novelistas de la época: como en el realismo social, se mantiene el compromiso social, la
intención crítica, la denuncia de personas e instituciones y la actitud testimonial, pero se sustituyen las
técnicas realistas por otras más complejas y renovadoras.
Así, Martín Santos, atento a las tendencias innovadoras europeas y norteamericanas -ejemplarizadas en
la obra de Proust, Kafka, Joyce, Huxley, Faulkner, etc-, construye una novela mediante una estructura
que rompe con la linealidad y en la que destacan el monólogo interior (transcripción del pensamiento
del personaje), el contrapunto (acciones paralelas), el perspectivismo (puntos de vista distintos sobre la
realidad), saltos temporales, la implicación del autor en la obra mediante digresiones intercaladas y una
gran riqueza verbal extraída de los distintos registros lingüísticos.

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