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NE-EN 16001
españolla
Febrero 2010
TÍTULO Sistem
mas de gestión energética
ANTECEDENTES Esta noorma ha sido elaborada por el comité técnico AE EN/CTN 216 Energías
renovabbles, cambio climático y eficiencia energética cuyaa Secretaría desempeña
AENOR R.
ICS 27.010
Versión en español
Los miembros de CEN/CENELEC están sometidos al Reglamento Interior de CEN/CENELEC que define las
condiciones dentro de las cuales debe adoptarse, sin modificación, la norma europea como norma nacional. Las
correspondientes listas actualizadas y las referencias bibliográficas relativas a estas normas nacionales pueden obtenerse
en la Secretaría Central de CENELEC o en el Centro de Gestión de CEN, o a través de sus miembros.
Esta norma europea existe en tres versiones oficiales (alemán, francés e inglés). Una versión en otra lengua realizada
bajo la responsabilidad de un miembro de CEN/CENELEC en su idioma nacional, y notificada a la Secretaría Central
de CENELEC o al Centro de Gestión de CEN, tiene el mismo rango que aquéllas.
Los miembros de CEN/CENELEC son los organismos nacionales de normalización y los comités electrotécnicos
nacionales de los países siguientes: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia,
España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta,
Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y Suiza.
ÍNDICE
Página
PRÓLOGO .............................................................................................................................................. 5
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 6
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................... 29
PRÓLOGO
Esta Norma EN 16001:2009 ha sido elaborada por el Comité Técnico CEN/CLC BF/TF 189 Gestión de
la energía. Requisitos generales y procedimientos de cualificación, cuya Secretaría desempeña UNI.
Esta norma europea debe recibir el rango de norma nacional mediante la publicación de un texto idéntico
a ella o mediante ratificación antes de finales de enero de 2010, y todas las normas nacionales
técnicamente divergentes deben anularse antes de finales de enero de 2010.
Se llama la atención sobre la posibilidad de que algunos de los elementos de este documento estén sujetos
a derechos de patente. CEN y/o CENELEC no es(son) responsable(s) de la identificación de dichos
derechos de patente.
De acuerdo con el Reglamento Interior de CEN/CENELEC, están obligados a adoptar esta norma europea
los organismos de normalización de los siguientes países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre,
Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda,
Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino
Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y Suiza.
INTRODUCCIÓN
El objetivo global de esta norma europea es ayudar a las organizaciones a establecer los sistemas y procesos necesarios
para mejorar su eficiencia energética. Esto debería conducir a reducciones en costos y en emisiones de gases de efecto
invernadero a través de una gestión sistemática de la energía. Esta norma especifica los requisitos para un sistema de
gestión energética que permita a una organización desarrollar e implementar una política y unos objetivos que tengan en
cuenta los requisitos legales y la información sobre los aspectos energéticos significativos. Está prevista para que sea
aplicable a todos los tipos y tamaños de organizaciones independientemente de las condiciones geográficas, culturales y
sociales. Esta norma es aplicable a las actividades bajo el control de la organización.
Esta norma para los sistemas de gestión energética puede utilizarse de manera independiente o integrada con cualquier
otro sistema de gestión. Para facilitar su uso, la estructura de esta norma es similar a la de la Norma ISO 14001.
La base de este enfoque se muestra en la figura 1. El éxito del sistema depende del compromiso de todos los niveles y
funciones de la organización y especialmente de la alta dirección. Un sistema de este tipo permite a una organización
desarrollar una política energética, establecer objetivos y procesos para alcanzar los compromisos de la política, tomar
las acciones necesarias para mejorar su desempeño y demostrar la conformidad del sistema con los requisitos de esta
norma europea.
Existe una diferencia importante entre esta norma europea y una guía no certificable. La primera describe los requisitos
para el sistema de gestión energética de una organización y se puede usar para certificación/registro y/o para la
autodeclaración mientras que la segunda está destinada a proporcionar asistencia genérica a una organización para
establecer, implementar o mejorar un sistema de gestión energética. La gestión energética abarca una serie completa de
temas, incluidos aquellos con implicaciones estratégicas y competitivas. La demostración de que esta norma europea se
ha implementado con éxito puede servir para que una organización garantice a las partes interesadas que cuenta con un
sistema de gestión energética apropiado.
NOTA Esta norma europea se basa en la metodología conocida como Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PHVA). La metodología PHVA puede
describirse brevemente como:
− Planificar: establecer los objetivos y procesos necesarios para conseguir resultados de acuerdo con la política energética de la
organización.
− Hacer: implementar los procesos.
− Verificar: realizar el seguimiento y la medición de los procesos respecto a la política energética, los objetivos, las metas y las
obligaciones legales y otros requisitos que la organización suscriba, e informar sobre los resultados.
− Actuar: tomar acciones para mejorar continuamente el desempeño del sistema de gestión energética.
Esta norma europea contiene sólo aquellos requisitos que pueden ser auditados de manera objetiva.
Esta norma europea no establece requisitos absolutos para el desempeño energético más allá de los compromisos inclui-
dos en la política energética de la organización y de su obligación de cumplir con la legislación pertinente. Por tanto,
dos organizaciones que realizan actividades similares pero con diferente desempeño energético, pueden ambas cumplir
con sus requisitos.
Los requisitos de esta norma europea pueden alinearse o integrarse con los de otros sistemas de gestión, tales como los
relativos a gestión de la calidad, gestión meddioambiental, gestión de seguridad y salud en el trabajo,, gestión financiera o
gestión de riesgos. Por lo tanto, es posible que
q una organización adapte su sistema o sistemas de geestión existentes para
establecer un sistema de gestión energética que
q sea conforme con los requisitos de esta norma europpea.
Véase la página web www.cen.eu para obtenner las referencias de otras normas de sistemas de gestióón.
El nivel de detalle y complejidad del sistemaa de gestión energética, la extensión de la documentacióón y los recursos que
se dedican dependen de varios factores taless como el tamaño de una organización, el alcance del sisstema y la naturaleza
de sus actividades y productos (incluyendo servicios). Este podría ser el caso en particular de las pequeñas
p y medianas
empresas.
Para facilitar su uso, los números de los apaartados en el cuerpo de esta norma europea y los del annexo A se encuentran
relacionados. Por ejemplo, los apartados 3.3.3 y A.3.3 tratan sobre objetivos, metas y programaas energéticos, y los
apartados 3.5.5 y A.5.5 tratan sobre auditoríaas internas del sistema de gestión energético.
Esta norma establece los requisitos para la mejora continua en forma de un uso de la energía más eficiente y más
sostenible, independientemente del tipo de energía. Esta norma no establece por sí misma criterios de desempeño
específicos con respecto a la energía.
Esta norma se aplica a cualquier organización que desee asegurarse de que es conforme con su política energética
establecida y demostrar dicha conformidad a otros. Esto puede confirmarse mediante autoevaluación y autodeclaración
de la conformidad o mediante la certificación del sistema de gestión energética por parte de una organización externa.
2 TÉRMINOS Y DEFINICIONES
Para los fines de este documento, se aplican los términos y definiciones siguientes:
2.1 energía:
Electricidad, combustible, vapor, aire comprimido y otros medios similares.
NOTA 1 Consumo energético es un término ampliamente utilizado, aunque técnicamente es incorrecto porque la energía se transforma o se
convierte, pero no puede consumirse.
NOTA Un aspecto energético es significativo si representa una gran proporción del consumo energético total y tiene potencial para uno o más de los
siguientes:
− uso de la energía más eficiente;
− aumento del uso de energías renovables arraigadas;
− aumento del intercambio energético con el exterior.
EJEMPLO Rendimiento de la producción, temperatura, humedad, velocidad del viento, tasa de ocupación.
NOTA En el contexto del sistema de gestión energética, los resultados se pueden medir respecto a la política, los objetivos y las metas energéticas y
otros requisitos de eficiencia energética.
2.13 organización:
Compañía, corporación, firma, empresa, autoridad o institución, o parte o combinación de ellas, sean o no sociedades,
pública o privada, que tiene sus propias funciones y administración, que tiene autoridad para controlar su uso de la ener-
gía y su consumo energético.
2.17 procedimiento:
Forma especificada de llevar a cabo una actividad o proceso.
2.19 documento:
Información y su medio de soporte.
2.20 registro:
Documento que presenta resultados obtenidos o proporciona evidencia de las actividades desempeñadas.
2.21 auditoría:
Proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias y evaluarlas de manera objetiva con el fin
de determinar el grado en que el sistema de gestión energética cumple con los criterios establecidos por la organización.
2.22 auditor:
Persona con competencia para llevar a cabo una auditoría.
2.23 no conformidad:
Incumplimiento de un requisito.
a) establecer, documentar, implementar y mantener un sistema de gestión energética de acuerdo con los requisitos de
esta norma;
c) determinar y documentar cómo va a cumplir los requisitos de esta norma para lograr la mejora continua de su
eficiencia energética.
d) incluye un compromiso para asegurarse de la disponibilidad de información y de todos los recursos necesarios para
alcanzar los objetivos y las metas;
e) proporciona el marco de referencia para establecer y revisar los objetivos energéticos y las metas energéticas;
f) incluye un compromiso de cumplir con los requisitos aplicables relacionados con sus aspectos energéticos, sean
legales o acordados por la organización;
g) se documenta, implementa, mantiene y se comunica a todas las personas que trabajan para la organización y en su
nombre;
3.3 Planificación
a) el consumo energético pasado y presente, así como los factores energéticos basados en la medición y otros datos;
d) la identificación de todas las personas que trabajan para la organización y en su nombre, cuyas acciones puedan
llevar a cambios significativos en el consumo energético;
a) identificar y tener acceso a los requisitos legales aplicables y otros requisitos que la organización suscriba relaciona-
dos con sus aspectos energéticos;
La organización debe asegurarse de que estas obligaciones legales y otros requisitos que la organización suscriba se
tengan en cuenta en el sistema de gestión energética.
Los objetivos y metas deben ser coherentes con la política energética, incluyendo los compromisos de mejoras en la
eficiencia energética, y cumplir con las obligaciones legales aplicables y con otros requisitos que la organización
suscriba. La organización debe establecer metas específicas para aquellos parámetros controlables que tengan un
impacto significativo en la eficiencia energética. Los objetivos energéticos y la meta o metas energéticas deben ser
medibles y deben documentarse, y se debe establecer un plazo para alcanzarlos.
Cuando una organización establece metas, debe considerar los aspectos energéticos significativos identificados en la
revisión, al igual que sus opciones tecnológicas, sus condiciones financieras, operacionales y comerciales, los requisitos
legales y las opiniones de las partes interesadas.
La organización debe establecer y mantener programas de gestión energética que deben incluir:
a) la designación de responsabilidades;
Los objetivos, metas y programas energéticos deben documentarse y actualizarse a intervalos previamente determinados.
Las funciones, responsabilidades y autoridades se deben definir, documentar y comunicar para facilitar una gestión
energética eficaz.
La alta dirección de la organización debe designar un representante de la dirección que, independientemente de otras
responsabilidades, debe tener funciones, responsabilidades y autoridad definidas para:
a) asegurarse de que el sistema de gestión energética se establece, implementa y mantiene de acuerdo con esta norma;
b) informar del desempeño del sistema de gestión energética a la alta dirección para su revisión, con recomendaciones
para la mejora.
La organización debe asegurarse de que sus empleados y todas las personas que trabajan en su nombre son conscientes de:
b) los requisitos del sistema de gestión energética, incluyendo las actividades de la organización para controlar el uso
de la energía y mejorar la eficiencia energética;
c) el impacto, real o potencial, con respecto al consumo energético, de sus actividades y cómo sus actividades y su
comportamiento contribuyen a alcanzar los objetivos energéticos y las metas energéticas;
d) sus funciones y responsabilidades para cumplir los requisitos del sistema de gestión energética;
El personal que realice tareas que puedan causar un impacto significativo en el consumo energético debe ser competente
tomando como base una educación, formación y/o experiencia adecuados. Es responsabilidad de la organización asegu-
rarse de que dicho personal es y sigue siendo competente. La organización debe identificar las necesidades de formación
asociadas con el control de sus aspectos energéticos significativos y con la operación de su sistema de gestión energética.
La organización también debe asegurarse de que cada nivel de dirección recibe la información y la formación apropia-
das en el campo de la gestión energética para poder establecer objetivos y metas pertinentes y escoger herramientas y
metodologías de gestión energética adecuadas.
3.4.3 Comunicación
La organización debe comunicar internamente lo relativo a su desempeño energético y al sistema de gestión energética.
Esto debe asegurar que todas las personas que trabajan para la organización o en su nombre puedan tomar parte activa
en la gestión energética y en la mejora del desempeño energético.
La organización debe decidir si comunica o no externamente información acerca de su sistema de gestión energética y
su desempeño energético. Si la decisión es comunicarla externamente, la organización debe establecer, implementar y
documentar un plan de comunicación externa.
d) los documentos se guardan y mantienen de manera que sean fácilmente accesibles y estén protegidos frente a daño,
pérdida o destrucción; debe establecerse y documentarse el tiempo de retención;
e) se conservan los documentos obsoletos con propósitos legales y/o de preservación del conocimiento y están
adecuadamente identificados, o se eliminan cuando sea apropiado.
a) evitar situaciones que podrían llevar a desviaciones de la política energética, los objetivos energéticos y las metas
energéticas;
c) consideraciones energéticas a la hora de adquirir equipo, materias primas y servicios; cuando se compren equipos
consumidores de energía con un impacto significativo en el consumo energético total, la organización debería
informar a los proveedores de que la compra se evalúa parcialmente tomando como base la eficiencia energética;
d) la evaluación del consumo energético cuando se considera el diseño, cambio o restauración de todos los activos que
tienen el potencial de afectar de manera significativa al consumo energético, incluyendo edificios;
e) el establecimiento de una comunicación apropiada relativa a este tema con el personal y con las personas que actúan
en nombre de la organización y otras partes pertinentes.
3.5 Verificación
A intervalos definidos, la organización debe realizar el seguimiento, medir y registrar el consumo energético significati-
vo y los factores energéticos asociados.
La organización debe asegurarse de que la precisión y repetibilidad del equipo de seguimiento y medición utilizado es
apropiado para la tarea. Deben mantenerse los registros asociados.
En cada caso posible, la organización debe establecer las relaciones entre el consumo energético y los factores energé-
ticos asociados, y debe, a intervalos definidos, evaluar el consumo energético real frente al esperado.
La organización debe mantener registros de todas las desviaciones accidentales significativas del consumo energético
esperado, incluyendo causas y remedios.
Las relaciones entre el consumo energético y los factores energéticos deben revisarse a intervalos definidos y deben
modificarse si fuera necesario.
Siempre que sea posible, la organización debe comparar sus indicadores de desempeño energético frente a organizacio-
nes o situaciones similares, externa o internamente.
NOTA Se deja a la organización decidir cómo se va a tomar una acción ante una no conformidad, incluyendo los criterios para determinar cuándo la
no conformidad es de tal naturaleza que requiere una acción.
La organización debe definir los controles necesarios para la gestión de los registros.
Los registros deben ser y permanecer legibles, identificables y trazables para la actividad, producto o servicio pertinente
durante el periodo de retención establecido.
a) es conforme con la política energética, objetivos energéticos y metas energéticas y con el programa de gestión ener-
gética, y con todos los demás requisitos de esta norma;
b) cumple con las obligaciones legales pertinentes y con otros requisitos que la organización suscriba;
Se debe planificar un calendario de auditorías, tomando en consideración la importancia de las partes del sistema de
gestión a auditar, así como los resultados de auditorías previas.
La selección de los auditores y la realización de las auditorías deben asegurar la objetividad y la imparcialidad del pro-
ceso de auditoría.
La dirección responsable del área auditada debe asegurarse de que se toman acciones sin retrasos indebidos para elimi-
nar las no conformidades detectadas y sus causas. Las actividades de seguimiento deben incluir la verificación de las
acciones tomadas y el informe de los resultados de la verificación.
Las auditorías del sistema de gestión energética se llevan a cabo por parte de la organización, o a petición suya, para
propósitos internos y puede ser la base para una autodeclaración de conformidad con esta norma.
Los resultados de las auditorías deben documentarse y deben comunicarse a la alta dirección.
3.6.1 Generalidades
La alta dirección debe revisar el sistema de gestión energética de la organización a intervalos planificados para asegu-
rarse de su conveniencia, adecuación y eficacia continuas. Se deben mantener los registros de las revisiones por la
dirección.
c) la evaluación del cumplimiento legal y de los cambios en las obligaciones legales y en otros requisitos que la
organización suscriba;
c) los cambios en los objetivos, metas y otros elementos del sistema de gestión energética, coherentes con el
compromiso de mejora continua de la organización;
d) la asignación de recursos.
ANEXO A (Informativo)
c) identifique los requisitos legales aplicables y otros requisitos que la organización suscriba;
d) identifique las prioridades y establezca los objetivos energéticos y metas energéticas apropiados;
e) establezca una estructura y uno o varios programas para implementar la política y alcanzar los objetivos y metas;
f) facilite la planificación, el control, el seguimiento, las acciones correctivas y preventivas, las actividades de
auditoría y revisión, para asegurarse de que la política se cumple y que el sistema de gestión energética sigue siendo
apropiado.
La organización debería llevar a cabo una revisión inicial para identificar áreas de uso de la energía y oportunidades de
mejora. Esta información resultante proporciona la base para establecer el programa de trabajo, los objetivos y las metas
de la gestión energética.
Todas las iniciativas de la dirección requieren claridad en términos de dirección y relación hacia los fines estratégicos
de la organización. Esta política energética debería tomar la forma de una declaración oficial, a disposición del público,
del compromiso de la organización para alcanzar los objetivos de la gestión energética y para reducir las emisiones
relacionadas con la energía. La ausencia de compromiso del alto nivel implica que la política energética no estará
plenamente integrada en la cultura subyacente de la organización. Una política no oficial puede desestabilizarse por un
cambio en el personal o en las actividades. Por tanto, la política energética puede integrarse con las políticas existentes
para dar continuidad y relevancia continuada a la organización.
La política constituye la base para el establecimiento de metas energéticas y debería ser lo suficientemente clara para
poder ser entendida por las partes internas y externas, es decir, empleados, clientes, autoridades públicas, inversores,
etc.
La organización debería asegurarse de que hay un hilo coherente que va desde la política energética hasta las áreas de
consumo energético significativo identificadas, a través de las metas establecidas y extendiéndose para incluir planes de
acción y figuras clave, para permitir que los esfuerzos se concentren en las áreas en las que se alcanza el efecto óptimo.
Cuando la organización opere en varias ubicaciones, la política puede limitarse a incluir las actividades únicamente en
algunas de dichas ubicaciones. Esto debería establecerse de manera explícita en la política energética. Entre las partes
de la organización cubiertas, la política debería abarcar todos los procesos y actividades. Si la política energética no
especifica ningún límite, se asume que aplica a la organización entera, independientemente del lugar de operación.
a) comprometer a la organización a tratar los productos, procesos y otras actividades que afecten al consumo
energético significativo, es decir, las áreas que representan el mayor consumo energético o que ofrecen el potencial
más considerable de ahorro energético;
c) comprometer a la organización a adherirse a las leyes y disposiciones reglamentarias aplicables que sean relevantes
para el uso de la energía de la organización; cuando sea apropiado, también debería figurar en la política cualquier
otro acuerdo al que la organización haya llegado y que afecte a su uso de la energía;
d) comunicarse a todo el personal que trabaja para la organización o en su nombre, y debería estar a disposición del
público de manera fácil.
La política energética puede formar parte de una política ambiental más amplia o de la política de alguna otra organiza-
ción pertinente y puede incluir el compromiso con el costo del ciclo de vida. Sin embargo, el compromiso de la
organización específicamente respecto a la energía debería aparecer siempre en la política más amplia.
A.3 Planificación
La organización debería mantener un registro de las oportunidades de ahorro energético, reduciendo así costos y emisiones
de dióxido de carbono. Cuando sea posible, para cada oportunidad en el registro se debería identificar como mínimo:
− la acción requerida;
La identificación de los aspectos energéticos es crítica para comprender dónde se usa la energía dentro de la organización y
constituye la base para dar prioridad a los esfuerzos para reducir el consumo energético. La organización que pretenda
implementar un sistema de gestión energética debería empezar estableciendo su posición actual con relación al consumo
energético por medio de una evaluación inicial de los aspectos energéticos. Esta es la piedra angular fundamental para
establecer y mantener un sistema de gestión energética adaptado a los aspectos energéticos de la organización.
a) El consumo energético pasado y presente, y los factores energéticos basados en la medición y otros datos:
El consumo energético debería estar asociado a los datos de los niveles de producción y/o a otros factores que
pudieran afectar al consumo energético. El grado de detalle depende del tamaño de la organización y del consumo
energético, pero debería incluir como mínimo las entradas de energía (electricidad, petróleo, gas natural u otro) y el
uso de la energía (secado, bombeado, aire acondicionado, iluminación u otro). Cuando la organización opere en
varias instalaciones, deberían evaluarse individualmente el suministro energético y el consumo energético de cada
instalación. Las tendencias en el consumo energético de los años anteriores deberían evaluarse y constituir la base
para establecer metas y evaluar si se han alcanzado las metas anteriores. En la evaluación puede utilizarse la
información sobre el consumo energético que esté disponible, por ejemplo, facturas energéticas, lecturas de
contador, informes sobre la energía en la gestión de edificios u otra información existente. Cuando no haya otra
información disponible, el consumo puede determinarse por medios tales como la información de la placa descripti-
va, lecturas actuales, horas de funcionamiento, etc.
NOTA 1 Se aconseja que la información de la placa descriptiva se use con extremo cuidado, ya que raramente corresponde con el uso real.
Generalmente se especifica la información de la placa descriptiva en el peor de los casos o en las peores condiciones de prueba
estándar.
NOTA 2 El uso de submedidas apropiadas puede ayudar al gestor energético a obtener información adicional del uso de la energía y del
consumo energético (por ejemplo, submediciones para diferentes edificios, plantas y departamentos).
Estas áreas deberían estar sujetas a una evaluación más detallada. El consumo energético significativo es aquel que
representa una proporción alta del consumo energético total de la organización. La evaluación también debería
aplicarse a otras áreas que ofrezcan un potencial considerable de ahorro energético. Evaluar qué consumo energético
es significativo es una tarea que depende de la organización. Es esencial que la organización sea capaz de corroborar
por qué se considera significativo el consumo energético.
d) La identificación de todas las personas que trabajan para la organización y en su nombre, cuyas acciones puedan
conducir a cambios significativos en el consumo energético:
Deberían aclararse su función, sus responsabilidades y su autoridad. Esto también incluye al personal que tiene una
influencia indirecta pero significativa en el consumo energético, por ejemplo, el personal de compras, de diseño y de
formación.
Además de la identificación de las oportunidades de mejora de la eficiencia energética, la organización puede tener
iniciativas planificadas para mejorar el desempeño energético. La combinación de oportunidades existentes y de
oportunidades recientemente identificadas a partir de la evaluación debería constituir la base para establecer las metas y
los programas de gestión energética. Frecuentemente, las mejores oportunidades para una eficiencia energética
mejorada vendrán de medidas de sentido común sin costo, es decir, enseñar al personal a apagar el equipo cuando no se
usa, promoción y toma de conciencia del desempeño energético en las prácticas de trabajo del personal, etc.
La organización debería considerar actualizar la evaluación a intervalos previamente definidos. Cuando sea posible, las
evaluaciones actualizadas deberían basarse en mediciones reales. En las evaluaciones actualizadas, debería haber de
manera progresiva un análisis más detallado de todas las áreas de uso de la energía. Deberían tenerse especial cuidado
con los cambios esenciales de los aspectos energéticos de la organización, por ejemplo, ampliación de la producción,
modificaciones de planta, cambios en la organización, cualificaciones del personal y descripciones del trabajo, etc. El
propósito de esto es permitir que la organización evalúe el progreso durante el periodo de evaluación anterior, y que
identifique las posibles iniciativas para el periodo entrante.
f) directrices no reglamentarias;
La determinación de cómo aplican las obligaciones legales y otros requisitos que la organización suscriba a los aspectos
energéticos de la organización generalmente se hace en el proceso de identificación de dichos requisitos. La organiza-
ción debería preparar y mantener una lista de la legislación energética pertinente y de otros requisitos que afectan a las
actividades, productos y servicios de la organización. Por tanto, puede no ser necesario tener un procedimiento separado
o adicional para llevar a cabo esta determinación.
Sin embargo, la organización debería identificar quién tiene la responsabilidad de evaluar todas las obligaciones legales
y los otros requisitos que la organización suscriba. La organización debería describir cómo:
b) realistas, para que puedan alcanzarse dentro de los límites de tiempo especificados;
c) específicos y medibles.
Como mínimo, deberían establecerse metas para cada aspecto energético significativo identificado en la evaluación. Al-
gunas metas pueden aplicar al equipo o a las instalaciones (por ejemplo, a una línea de producción específica), mientras
otras pueden tratar el consumo energético de los departamentos (por ejemplo, el departamento de transporte y logística),
la formación o la toma de conciencia, las medidas adicionales y el seguimiento.
Las metas de reducción energética pueden expresarse mediante indicadores del desempeño energético tales como el
consumo por elemento, por kilo, por m2 o equivalente, haciendo así que la meta energética sea considerablemente inde-
pendiente de las variaciones de actividad.
El propósito de establecer programas de gestión energética es asegurarse de que la organización alcanza sus objetivos y
metas. Los programas de gestión energética deberían detallar cómo planifica la organización mejorar la eficiencia
energética y debería contener una descripción de las tareas y recursos requeridos para su implementación. Los
programas de gestión energética deberían estar incorporados a las operaciones de negocio normales para evitar la
duplicación de recursos.
La organización debería considerar la posibilidad de usar la Mejor Tecnología Disponible (en inglés Best Available
Technology, BAT) al establecer sus programas de gestión energética. Al establecer dichos programas, debería
identificarse y tratarse lo siguiente:
− ¿Cuáles son las actividades y proyectos a iniciar con prioridad, es decir, qué acciones traerán las mayores mejoras
considerando los recursos disponibles?
− ¿Qué se va a lograr, y cuál es la escala de tiempo para la obtención, es decir, definir el objetivo central de la acción y
cuándo se va a alcanzar?
− ¿Quién tiene la responsabilidad y qué recursos se requieren para implementar los planes de acción, es decir, quién
tiene la responsabilidad y autoridad globales para asegurarse de que se implementan los planes, qué personal se
requiere y qué recursos financieros se necesitan?
− ¿Cómo se va a hacer el seguimiento de los programas de gestión energética y cómo se van a revisar, es decir, cómo
se va a hacer el seguimiento del progreso y cómo se va a informar a la dirección sobre si el objetivo se alcanza o no,
y cómo se van a documentar las mejoras en la eficiencia energética?
− ¿Reflejan los programas de gestión energética la política energética, los objetivos energéticos y las metas
energéticas junto con las obligaciones legales y otras obligaciones?
Los programas de gestión energética se deben documentar y revisar con regularidad para asegurarse de que están
actualizados y son pertinentes.
Este compromiso debería comenzar en los niveles superiores de la dirección. En consecuencia, la alta dirección debería
establecer la política energética de la organización y asegurarse de que se implemente el sistema de gestión energética.
Como parte de este compromiso, la alta dirección debería designar un representante específico de la dirección con
responsabilidades y autoridad definidas para implementar el sistema de gestión energética. El representante de la
dirección también debería tener la responsabilidad de informar a la alta dirección sobre el desempeño y los resultados
del sistema.
La alta dirección debería también asegurarse de que se asignen los recursos adecuados para la implementación y opera-
ción del sistema de gestión energética. Estos recursos incluyen recursos humanos, habilidades especializadas, recursos
tecnológicos y financieros.
La operación del sistema de gestión energética debería ser responsabilidad de empleados con experiencia que tengan la
autoridad, habilidades y recursos apropiados. También es importante que las funciones y responsabilidades clave del
sistema de gestión energética estén bien definidas y que esto se comunique a todas las personas que trabajan para la
organización o en su nombre.
Se deberían establecer y revisar los programas de formación. Se deberían mantener los registros de la formación.
La organización debería exigir a los contratistas que trabajan en su nombre que sean capaces de demostrar que sus
empleados poseen la competencia necesaria y/o la formación apropiada.
A.4.3 Comunicación
Una comunicación eficaz es esencial para asegurarse de la implementación y operación con éxito del sistema de gestión
energética. La información pertinente y regular sobre el sistema de gestión energética contribuye a motivar y
comprometer a los empleados a cumplir con la política energética de la organización y a tomar parte activa en el logro
de los objetivos y metas de la organización.
− el cumplimiento con las obligaciones legales y con otros requisitos que la organización suscriba;
− los beneficios financieros de las actividades de gestión energéticas, otros beneficios, es decir, ambientales, sociales, etc.;
La organización debería asegurarse de que se anima y se facilita al personal de todos los niveles en la organización a
que hagan propuestas de mejora, y a que presenten comentarios pertinentes sobre el sistema de gestión energética. Se
deberían revisar y responder dichas propuestas. La organización puede establecer, implementar y mantener un plan para
la comunicación interna con el personal. El plan puede incluir lo siguiente:
a) quién tiene la responsabilidad para la comunicación interna con respecto al sistema de gestión energética;
b) información pertinente sobre el establecimiento, la implementación y la operación del sistema de gestión energética;
c) los medios de comunicar la información (reuniones internas, seminarios, revistas para el personal, intranet, correo
electrónico, carteles relativos a la energía, campañas de toma de conciencia, etc.).
Si la decisión es comunicar de manera externa, la organización debe establecer, implementar y documentar un plan de
comunicación externa que resuma:
− quién tiene la responsabilidad para la comunicación externa con respecto al sistema de gestión energética;
− instrucciones de trabajo;
− organigramas;
− registros;
− documentación técnica, tal como planos de la instalación y del equipo, planos de distribución de la energía y de los
servicios auxiliares, planes de mantenimiento, manuales de las operaciones del equipo, etc.;
Cualquier decisión para documentar los procedimientos debería basarse en la consideración de:
− la necesidad de demostrar el cumplimiento con los requisitos legales y con otros requisitos que la organización
suscriba;
− las ventajas de hacerlo, que pueden incluir una implementación más fácil a través de comunicación y formación;
− un mantenimiento y revisión más fáciles, un menor riesgo de ambigüedad y de desviaciones, así como la capacidad
de demostración y visibilidad;
a) que todos los documentos del sistema de gestión energética pertinentes pueden identificarse respecto a su autor, el
proceso, sistema o actividad tratado, personas de contacto, etc.; estos documentos deberían revisarse con regularidad
y modificarse cuando sea necesario, con toda revisión sujeta a un procedimiento de aprobación formal;
b) que las versiones actuales de los documentos pertinentes están disponibles en las áreas de trabajo en las que se está
desempeñando la actividad pertinente;
c) los documentos que ya no son aplicables están claramente identificados como tales, o son eliminados.
Los documentos pueden estar en forma de copia en papel o en formato electrónico, dependiendo de la manera más
conveniente de hacer que los documentos estén disponibles para los empleados que los van a utilizar.
A menudo las oportunidades para la mejora del desempeño energético surgirán de la continua identificación e imple-
mentación de medidas de organización interna sin costo, por ejemplo, del apagado del equipo cuando no se usa.
− los procedimientos de organización interna y listas de verificación para evitar y minimizar el desperdicio;
− la descripción de los intervalos de servicio para el equipo pertinente, incluyendo lo que está sujeto al servicio
posventa;
− los calendarios para la inspección del equipo pertinente y la descripción de cómo se realiza la inspección.
Las consideraciones energéticas en el diseño aseguran que se consideran alternativas de eficiencia energética al diseñar
cualquier equipo, planta, instalación o edificio nuevo o modificado que tengan un impacto potencial en los aspectos
energéticos significativos. Esto incluye el diseño de nuevas líneas de producción, servicios auxiliares e instalaciones,
etc., donde sea viable y económicamente factible hacerlo. En términos generales, esto podría cubrirse mediante la toma
de conciencia y la formación para todo el personal al que se hace referencia en el apartado 3.4.2.
− se realiza un análisis minucioso de la demandas energéticas en la primera etapa de los proyectos de diseño;
− posteriormente se lleva a cabo una evaluación energética durante las etapas de diseño pertinentes cuando sea
apropiado (ofertas, diseño inicial detallado, diseño final, selección del equipo, entrega, recepción, etc.);
− se definen claramente las tareas de las personas responsables en relación con las consideraciones energéticas en el
diseño.
Las consideraciones energéticas en las compras aseguran que se tiene en consideración el consumo energético cuando
se toman decisiones sobre la compra de maquinaria, equipo, materias primas y servicios. Cuando las compras tienen un
impacto potencial de un grado significativo en el consumo energético significativo, la eficiencia energética debería
entonces pasar a formar parte de los criterios de evaluación. En términos generales, esto podría cubrirse mediante la
toma de conciencia y la formación para todo el personal al que se hace referencia en el apartado 3.4.2.
− directrices de compra, es decir, criterios a seguir si los productos propuestos tienen el potencial de incrementar el
consumo energético más allá de los niveles prescritos;
− lista de referencia de repuestos de eficiencia energética aprobada y/o reserva de dichos repuestos.
Cuando se realizan evaluaciones de la eficiencia energética, en el diseño o en la compra de equipo que afectará a
aspectos energéticos significativos, debería establecerse lo siguiente:
− aquellas personas responsables de tomar las decisiones finales entre las opciones disponibles.
Puede haber niveles variables de evaluación, dependiendo de los criterios que establezca la organización. A mayor con-
sumo energético, mayor razón para centrarse en las posibilidades de reducir el consumo mediante el diseño y/o la
compra del equipo de mayor eficiencia energética del mercado.
Estos procedimientos deberían aplicar a todas las partes que desempeñan un trabajo en nombre de la organización,
incluyendo contratistas, consultores, etc. Por lo tanto, los procedimientos deberían describir:
La organización fomentará el diálogo con el proveedor con respecto a la posibilidad de mejorar la eficiencia energética
informando a los proveedores de la política energética y de los procedimientos de adquisición.
A.5 Verificación
El seguimiento y la medición deberían ser apropiados a las necesidades de la organización y deberían facilitar el análisis
del consumo energético (por ejemplo en procesos, aire comprimido, calefacción e iluminación), de las variaciones en el
tiempo, del logro de metas, etc. Esto quiere decir que el consumo energético significativo debería evaluarse con una
frecuencia que permita detectar, investigar y rectificar el deterioro de la eficiencia energética.
Puede ser útil hacer el seguimiento del consumo energético a través de indicadores del desempeño energético (en inglés
Energy Performance Indicators, EPI), por ejemplo, kWh por unidad de producción y/o kWh por m2 de superficie.
El consumo energético puede no ser directamente proporcional a los factores energéticos. La organización debería utili-
zar el método de cálculo más preciso viable del consumo “esperado”.
Las comparaciones entre el consumo real y el esperado pondrán de relieve las desviaciones inesperadas y pueden
permitir detectar derroches ocultos.
Se acepta que la organización no tendrá necesariamente instalados contadores suficientes, y que introducirlos será
potencialmente costoso, llevará mucho tiempo y causará molestias. Sin embargo, cuando sea apropiado, debería tener
un plan demostrable de mejora de la provisión de contadores.
La organización debería ser capaz de justificar la relevancia de la frecuencia de medición aplicada en relación con el
consumo energético identificado.
EJEMPLO Dependiendo de la naturaleza y la escala de la organización pueden utilizarse distintos intervalos de medición. Para algunas
organizaciones los intervalos semanales podrían ser apropiados. Otras pueden querer realizar mediciones en tiempo real, por turnos,
diarias, mensuales o con menos frecuencia.
− seguimiento y registro continuos del consumo energético significativo y de los factores energéticos asociados;
− registros de las desviaciones significativas del consumo energético esperado, sus causas (cuando se establezcan) y
remedios.
NOTA Esta actividad puede contribuir directamente al registro de oportunidades de ahorro de energía.
La organización debería planificar el seguimiento y medición de todo el consumo energético significativo y de los
factores energéticos. Estos planes deberían incluir una descripción de lo siguiente:
b) el alcance del seguimiento, incluyendo la frecuencia de las mediciones, el calibrado y el mantenimiento del equipo
de medida;
d) cómo se calcula el consumo energético esperado en relación con los factores energéticos.
NOTA Hay un requisito para revisar, a intervalos definidos, las relaciones entre los factores energéticos y el consumo energético. Esto es para
asegurarse de que el consumo siempre se evalúa frente al mejor desempeño alcanzable actual. En la práctica, las relaciones pueden revisarse
según dicten las circunstancias, por ejemplo, en cuanto se lleve a cabo un proyecto que tiene efecto sobre la eficiencia energética.
La organización debería:
d) cambiar los procedimientos documentados si es necesario para asegurarse de que son coherentes con las nuevas
iniciativas o acciones;
e) identificar quién es responsable de registrar las no conformidades y cómo se registran, y asegurarse de que se inicia
el proceso de acciones correctivas y preventivas;
f) mantener toda la documentación pertinente de acuerdo con los períodos de tiempo legales y/o documentados.
El alcance de la documentación puede variar de acuerdo con los requisitos de cada organización. Estos registros pueden
incluir:
c) material de comunicación pertinente sobre la gestión energética para todas las partes afectadas, tales como
comunicados de prensa, campañas de toma de conciencia, presentaciones, páginas web, galardones, etc.;
j) resultados de auditorías;
Todos los registros que se mantengan deberían ser legibles, identificables, trazables y fácilmente recuperables. Estos
registros deberían apoyar los procesos del sistema de gestión energética.
Las auditorías internas pueden ser realizadas por empleados de la organización y/o por partes externas designadas por la
organización. En ambos casos, la persona o personas que realicen las auditorías deben estar cualificadas, tener experien-
cia, ser imparciales e independientes del área de la organización a auditar.
Generalmente el sistema de gestión energética debería ser revisado y auditado como mínimo anualmente. Los resulta-
dos de la auditoría interna deberían documentarse y se deberían comunicar a la alta dirección.
Llevando la revisión por la dirección más allá de la verificación del sistema de gestión energética, la alta dirección
puede utilizar los resultados de la revisión como elementos de entrada para los procesos de mejora. La alta dirección
puede usar este proceso de revisión como una poderosa herramienta para la identificación de oportunidades de
eficiencia energética y de mejora del desempeño del sistema. El calendario de revisiones debería facilitar la oportuna
provisión de información en el contexto de la planificación estratégica para la organización. Deberían comunicarse
algunos resultados seleccionados para demostrar al personal de la organización cómo el proceso de la revisión por la
dirección lleva a nuevos objetivos que beneficiarán a la organización.
La organización puede encontrar beneficioso elaborar una declaración del desempeño, resumiendo cómo la organiza-
ción ha mejorado de manera continua su desempeño energético, y/o cómo ha cumplido su política energética y sus
metas energéticas.
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