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Repartido de Historia del Arte 1 Prof.

Fernando de los Ángeles

EGIPTO: LA EVOLUCIÓN ARTISTICA EN LA TIERRA DE LOS FARANONES”

CRONOLOGIA DE EGIPTO:

1- REINO ANTIGUO (2660-2180 a.C). Se construyen las pirámides más famosas (III – IV dinastía), si bien son
politeístas, en este período la religión solar (dios Ra) se convierte en la religión oficial. El faraón que es un rey-
dios tiene un carácter absoluto, su poder es hereditario.

2- REINO MEDIO (2040-1780 a.C.) Se inicia la construcción de Templos: Luxor y Karnak.

3- IMPERIO NUEVO (1560-1085). Egipto se convierte en una potencia de primer orden, campañas militares en
Asia y Nubia. Se destacan grandes faraones: la faraona Hatshepsut, Tutmosis III y principalmente Ramsés II. Se
terminan de construir los templos monumentales de Karnak, Luxor y Abú Simbel.

4- EPOCA MACEDONIA Y ROMANA. (332 a.C.- 313. d. C)Conquista de Alejandro Magno y luego
dominación romana sobre el país.

El CONTEXTO HISTÓRICO
“[…], el Neolítico trajo consigo una profunda variación en todas las facetas de la vida humana,
comenzando un camino que llevará a la aparición de las primeras sociedades urbanas, con complejos
sistemas sociales y culturales que se verán reflejados en las creaciones artísticas de estos pueblos.
[…] la cultura egipcia va a ser una de las primeras y más destacadas sociedades urbanas, creando una
civilización que perduró alrededor de 3.000 años, con un riquísimo acervo cultural, científico, religioso
y por supuesto, artístico.
Por descontado Egipto alcanzó un esplendor que cegó a todo el mundo antiguo gracias a ser la tierra
mimada del todopoderoso río Nilo. Así lo dejaría escrito el viajero griego Herodoto, padre de la historia
en el siglo II («El Egipto que los griegos frecuentan en sus naves, es según los propios Egipcios, una
tierra de formación reciente y un don del río»). El Nilo, sin duda, es la sangre que lleva la vida a una
región donde el 93 % de su territorio es desierto. Las crecidas de Iteru (denominación del Nilo en lengua
faraónica) llevan la riqueza y el alimento a los márgenes del río, que al retirarse las aguas se convierte
en una tierra fértil y fecunda capaz de dar a los egipcios varias cosechas anuales. El territorio egipcio se
divide en Alto y Bajo Egipto, siendo Luxor-Tebas la frontera de unas tierras unificadas bajo el mítico
rey Menes.
Características fundamentales para comprender el arte de esta civilización son su sistema de gobierno y
su escala social, copada por el faraón, hijo de Ra, y por tanto fuertemente divinizado. Rodeándole se
encontrarán su familia y un imbricado sistema de gobierno, en el cual sacerdotes y funcionarios ejercían
un gran poder. Destaca la figura de los escribas, garantes y custodios de la palabra escrita, símbolo y
vehículo de poder sobre el pueblo.
Por último, destacar la importancia en la creación artística de la religión. Es un sistema de creencias
politeísta, donde el Panteón aparece dominado por un grupo de dioses: Ra (dios Sol, padre y
fecundador); Horus (señor del cielo, dios halcón); Osiris (dios de la vegetación y jefe de las creencias
funerarias, preside el tribunal de ultratumba); Isis (mujer de Osiris y madre de Horus) principal diosa
femenina junto a Hathor (diosa de la fertilidad, representada con forma de vaca); Anubis (deidad
funeraria representado con forma de chacal) y Thot (dios civilizador). En determinados momentos de la
historia egipcia se imponen otras deidades como Atón en la XVIII Dinastía. Estos dioses generalmente
son representados con parte humana y una parte animal, acompañados de unos símbolos característicos.
Será la creencia en la vida de ultratumba de este sistema religioso, uno de los elementos más
característicos de esta civilización, al contar con un complicado sistema de rituales, objetos y
construcciones relacionadas” (M.ª Teresa Fernández Madrid y otros (2009): “Historia del Arte. 2° Bachillerato”.
Madrid, España. p.14)

ARTE EGIPCIO
“Las pirámides de Gizéh eran monumentos a la esperanza. Hoy nos impresiona su tamaño, la precisión
de su obra, su aire recóndito. Pero para los reyes de Egipto y para los millones de personas que los
aceptaban como dioses, las pirámides eran el único vínculo eficaz entre ellos y el reino de los dioses, y
no curiosidades abstractas. Reproducían arquitectónicamente una verdad cósmica que traía a la mente la
creación y su garantía eterna, el sol que sale y se pone cada día. En algunas frases del Texto de las
Pirámides grabada en sus muros se describe al faraón usando los rayos del sol como escaleras para
ascender a Ra: “He caminado por estos tus rayos como rampa bajo mis pies, en la que subo hasta mi
madre Uraeus en la frente de Ra”. El cielo fortalecía los rayos del sol, se nos dice, para facilitar su
ascenso Parece probable, pues, que las pirámides de Gizeh, estas terroríficas masas de piedra, eran
monumentos a algo inmaterial y sutil, los rayos del sol. Ellos eran la prueba visible, para el pueblo que
cultivaba la tierra benigna, de que el universo seguía un orden que garantizaba su bienestar y seguridad.
Para nosotros son montañas de piedra. Pero para sus espectadores verdaderos, emanaban haces
luminosos (piedra caliza y cubierta de oro en su cima) que llevaban hasta el cielo…proclamaban la
verdad de la promesa: “yo soy la luz del mundo…aquel que crea en mí aunque yo muera, no morirá
nunca”. Kostof, Spiro: “Historia de la arquitectura”, tomo I, Ed. Alianza Forma, 1988.

FICHA TÉCNICA
TÍTULO: Las pirámides de Gizeh de los faraones
Kéops, Kefrén y Micerinos
AUTOR: Hemiunu (Kéops)
CRONOLOGÍA: 2551 – 2494 a.C.
ESTILO: Arquitectura colosal
TIPOLOGÍA: tumba
MATERIALES: enormes bloques de piedra de las
montañas de Egipto
LOCALIZACIÓN: a las afuera de la ciudad de
Gizeh, a 20 km de El Cairo
“El templo tiene una cierta simbología: la utilización de la piedra está en relación con la perennidad de
los dioses. Los soportes se asientan sobre el suelo, que simboliza la tierra de Egipto, los soportes son la
vegetación y la cubierta, que es adintelada y muchas veces pintada de azul con estrellas, es el cielo.”
http://www.arteespana.com/templosegipcios.htm

“La influencia del medio geográfico, se acusa en aquella arquitectura, no solamente por el empleo de la piedra,
sino en la identificación entre el paisaje y los monumentos arquitectónicos…Egipto es el país de las columnas.
Templos y palacios se pueblan de bosquecillos de columnas que no son sino recuerdo de los otros bosquecillos de
palmeras o de los haces de loto y papiro, que crecen a orillas del Nilo. El gran desarrollo que alcanzó la columna
papiriforme se explica por la abundancia de esa planta, que facilitaba la materia escriptoria. El uso de las
diferentes columnas se realiza de acuerdo con su destino. Así, las columnas papiriformes se colocaban en las
naves laterales de los templos, en tanto las campaniformes – verdadero orden colosal – se elevaban en el centro de
la nave, por ser este el espacio más alto. Su forma abierta aumentaba su capacidad de sostenimiento” (Martín
González: “Historia de la arquitectura”. Ed. Gredos, 1981.)

LA ESCULTURA. LEY DE FRONTALIDAD : “Es el eje vertical que pasando por entre las cejas,
nariz y ombligo, corta la figura humana dividiendo el cuerpo en dos mitades simétricas, impidiendo
girar la figura en sentido lateral, porque se impone el punto de vista único y frontal” Lange, arqueólogo
danés del S.XIX.

“Las esculturas representativas de los faraones constituyen retratos que recogen los rasgos idealizados
de la figura, el faraón es reconocible como lo que el mortal aspiró a ser, ya que serenidad y mesura
fueron siempre virtudes para la moral egipcia, así como la sólida fe en el más allá que se traduce en la
fuerza e intemporalidad de la expresión” “El arte egipcio”, Revista “Pueblos, hombres y formas en el
arte” Centro Editor de América Latina.
“Otra de las imágenes que, como las pirámides, son un símbolo característico
del Antiguo Egipto, es la del escriba. Este personaje tenía un rol indispensable
en una sociedad en la que el orden y la administración funcionando eran
sinónimo de la vida misma…La geometrización de la forma es perfecta, podría
enmarcarse en un triángulo y sus proporciones se ajustan al canon con que
trabajaron los artísticas de la época.” “El arte egipcio”, ob. cit.

EL ESTILO EGIPCIO.

“Uno de los rasgos más estimables del arte egipcio es que todas las estatuas, pinturas y formas
arquitectónicas se hallan en su lugar correspondiente como si obedecieran una ley. A esta ley, a la cual
parecen obedecer todas las creaciones de un pueblo, la llamamos estilo. Resulta muy difícil de explicar
con palabras qué es lo que crea un estilo, pero es mucho más fácil verlo. Las normas que rigen todo el
arte egipcio confieren a cada obra individual un efecto de equilibrio y armonía. El estilo egipcio fue un
conjunto de leyes escritas que cada artista tuvo que aprender en su más temprana juventud. Las estatuas
sedentes tenían que tener las manos apoyadas sobre las rodillas; los hombres tenían que ser pintados
más morenos que las mujeres; la representación de cada divinidad tenía que ser estrictamente respetada:
Horus, el dios-sol, tenía que aparecer como un halcón, o con la cabeza de halcón; Anubis, el dios de la
muerte, como un chacal o con la cabeza de un chacal. Cada artista tuvo que aprender también el arte de
escribir bellamente. Tuvo que grabar las imágenes y los símbolos de los jeroglíficos clara y
cuidadosamente sobre piedra. Pero una vez en posesión de todas esas reglas, su aprendizaje había
concluido. Nadie pedía una cosa distinta, nadie le requería que fuera original. Por el contrario,
probablemente fue considerado mucho mejor artista el que supiera labrar sus estatuas con mayor
semejanza a los admirados monumentos del pasado. Por ello, en el transcurso de tres mil años o más, el
arte egipcio varió muy poco. Cuando fue considerado bueno y bello en la época de las pirámides, se
tuvo por excelente mil años después. Ciertamente, aparecieron nuevas modas y se solicitaron nuevos
temas al artista, pero su manera de presentar al hombre y la naturaleza siguió siendo, esencialmente, la
misma” Gombrich, E.: “La Historia del arte”, Ed. Phaidon, 2007 (reimpresión).

LA PINTURA

Las pinturas poseen un valor artístico en sí misma, pero al mismo tiempo son una fuente de
conocimiento de la vida cotidiana de las distintas clases que formaron la sociedad egipcia. La diversidad
de temas representados abarcan: escenas de la vida y obra de los faraones, escenas de ritos religiosos
(dioses), y escenas de la vida cotidiana, son éstas últimas las que trasmiten ritmo, movimiento, elegancia
y alegría. Se representan animales y plantas. La técnica utilizada es el fresco, en ella los muros son
preparados con aplicaciones de barro y paja para hacer la superficie más lisa y por último una capa de
cal.

“Banquete de la fiesta del valle”


(detalle), hacia el 1400 a.C.

Los egipcios tenían una visión positiva de la vida después de la muerte, anhelaban una eternidad en la
que pudieran seguir disfrutando de los placeres que tuvieron en vida. Las pinturas que decoran las
tumbas estaban al servicio de temas religiosos y mágicos, y las escenas que se ven representadas no
tenían por finalidad recordar la vida sino garantizarla en el más allá, con todas las actividades que
habían realizado. Las principales escenas de las tumbas muestran los deleites de las buenas cosechas, la
belleza de la naturaleza, el goce de la caza, las fiestas, la música y los juegos. Así, este arte tenía una
finalidad específica que no era estética, y debían representar las cosas de un modo evidente, como sí
todo aquello que se pintaba adquiría mágicamente la vida. El dueño de la tumba y su familia
continuaban viviendo, incluso sus servidores, los víveres que todos necesitaban, los campesinos, los
viñateros, los músicos, las bailarinas etc.

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