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dentro del proceso general de evaluación psicológica, en el cual se busca formular hipótesis y
planificar la intervención, es de suma importancia ya que, de no hacer un diagnóstico acertado
y oportuno, se corre el riesgo de aplicar un tratamiento erróneo. (Benitez, 2014)
El proceso de evaluación se divide en cuatro pasos:
1. Análisis del caso- se elaboran hipótesis, se contrasta la hipótesis, se analizan los datos.
2. Organización e información de los resultados- se devuelve la información en forma oral
o escrita
3. Planificación de la intervención-
A) Establecimiento de criterios y metas
B) Valoración de variables para evaluar resultados del tratamiento
4. Valoración y seguimiento- valoración de cambios positivos o negativos, planificación
del seguimiento
Tiene como objetivos: identificar la demanda o problemática; generar hipótesis acerca del
diagnóstico y contrastarlas. (Alberto, s.f.)
Existen tres niveles de análisis
1. Nivel descriptivo: interacción entre variables
2. Nivel funcional: cognitivo, coherencia, personalidad
3. Nivel de diagnóstico: contrastar ámbitos de actuación y usuarios
Tenemos que entender que el lenguaje que usemos para comunicar la información obtenida,
debe estar dada de una manera que el paciente sea capaz de entender todo lo explicado, no
utilizar una jerga de la profesión sino más bien que se convierta en una plática.
No se debe ser tan redundante con lo la información brindada, debe ser particular evitando las
generalizaciones que puedan interferir o también dificultar la comprensión. Además, Debe ser
“graduada” para no abrumar con información al evaluado. Sobre todo con un monologo largo
que no le permita asimilar la información en ese momento.
También se debe brindar una descripción integrada del entrevistado, y de lo que le pasa a
partir de las hipótesis que se construyen en el proceso de psicodiagnóstico. Y principalmente
debe responder al objetivo de inicio del proceso del psicodiagnóstico. Por ejemplo, en la
Clínica debería apuntar al tratamiento más conveniente o en el área Laboral a las fortalezas y
debilidades para el puesto y/o la empresa en cuestión.
En cambio, es muy distinto cuando frente a la devolución de información por parte del
psicólogo el consultante comienza a establecer nuevas asociaciones a partir de esa
información, a aportar nuevas ideas o recuerdos. Frases como “A sí, recuerdo que” o “ahora
que lo menciona, creo que eso tuvo que ver con”. Este tipo de respuesta indicaría por ejemplo,
que el «Timing» del profesional es el adecuado. (Segovia, s.f.)