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 LA ENTREVISTA CLÍNICA

Tal como se mencionó en la lectura anterior, la entrevista constituye la primera herramienta


de evaluación y es imprescindible en el proceso de evaluación psicológica.

Esta puede tener diferentes objetivos y se clasifica en estructurada y semiestructurada según


la rigidez del estilo y metodología de recolección de información.

Adicionalmente, en esta lectura veremos las habilidades que debe desarrollar el


terapeuta para que su entrevista sea exitosa a lo largo de las diferentes fases de la misma.

Objetivos:

 Comprender los alcances de la entrevista clínica.


 Comprender los tipos de entrevista clínica.
 Aprender las fases de la entrevista clínica.
 Identificar las habilidades terapéuticas requeridas para la entrevista clínica

Entrevista Clínica.

La entrevista se entiende como un proceso de interacción entre el entrevistador y el


o los entrevistados por medio de dos canales de comunicación; verbal y no verbal. Esta
interacción tiene un objetivo claro para el entrevistador quien asume un rol de
experto durante el proceso y es quien conduce esta interacción. Este es “un proceso
dinámico y continuo, generador de hipótesis, a la búsqueda de un modelo explicativo que
intenta operacionalizar la conducta problema y a partir de ahí, seleccionar y definir las
metas terapéuticas para la planificación de un tratamiento” (Sierra, Buela - Casal, Garzón y
Fernández, 2001, pág. 42).

Los objetivos de la entrevista varían en función del contexto aplicado de la psicología


en cuatro metas principales que a veces se dan de manera indep endiente y en
otras ocasiones se presentan varias en un mismo caso (Marquez, 2011):

 Diagnóstico.
 Orientación
 Selección.
 Intervención.

En algunas ocasiones el consultante o cliente se acerca a la entrevista y plantea sus


propias inquietudes en espera de algo particular, sea una respuesta a lo que le sucede,
deseos de ser apoyado y acompañado en un proceso en especial, deseos de cambiar al go
de sí mismo o de su realidad entre otros.
Por lo tanto, los objetivos concretos de la entrevista se darán en función de las
inquietudes del consultante.

En otros casos, el paciente es remitido con el fin de evaluar aspectos concretos, por ejemplo
en contextos educativos o forenses el cliente es remitido para determinar sus
habilidades para el aprendizaje o para evaluar el estado de su salud mental
respectivamente. Para el entrevistador debe haber claridad de lo que requiere la instancia
que ha remitid o al individuo. En contextos organizacionales y educativos se utiliza la
entrevista como una herramienta para evaluar si el sujeto posee determinadas
características, así como identificar sus fortalezas y debilidades en relación a unos
parámetros deseados o perfiles predeterminados. Entonces los objetivos varían en
relación al contexto y situación bajo la cual el entrevistado se aproxima a la
entrevista. Sin embargo, aquí se trabajará la entrevista clínica, la cual debe propender
por:

 Establecer una relación de confianza y empatía.


 Obtener información relevante y suficiente para:
 Conceptualizar el problema: comprenderlo y establecer relaciones con otras
variables endógenas o exógenas del sujeto.
 Formular hipótesis sobre el problema: su adquisición, mantenimiento,
diagnóstico y pronóstico
 Seleccionar metas terapéuticas: todo aquello que se espere que el paciente
logre con el tratamiento
 Obtener información para el examen del estado mental. Este se verá en profundidad más
adelante, pero básicamente se refiere a identificar qué tan cercano o lejano está el
sujeto de la normalidad o la patología en aspectos como el juicio, inteligencia,
orientación, estado emocional entre otros.
 Devolución de información al paciente. Aunque en este punto de la evaluación no
hay a claridad absoluta del problema, es importante ayudar al paciente a entender
lo que le sucede, reconocer los puntos más relevantes a trabajar y hacerle sentir que ha
sido comprendido.
 Si la entrevista tiene fines terapéuticos estos varían en relación al diagnóstico y fines de
la intervención.

Tipos de entrevista clínica


Sierra, Buela - Casal, Garzón y Fernández, (2001) proponen una interesante clasificación de
los tipos de entrevista según el grado de estructuración de la misma, su finalidad y
el modelo te órico desde la cual se realiza. A continuación algunos de los tipos que los
autores plantean.
Según su finalidad la entrevista clínica puede ser:

 De Investigación: buscando obtener información sobre uno o varios


aspectos determinados sin influir sobre el individuo, sino por el contrario intentando
recabar la información de la manera más objetiva posible.
 Diagnóstica: recoge información biográfica y sobre diferentes aspectos de la persona
como personalidad, opiniones y actitudes con el fin de conocer el problema y
las necesidades del individuo sin buscar aún cambios en el mismo.
 Terapéutica: esta entrevista suele realizarse después de la entrevista
diagnóstica y pretende por medio de la realización de preguntas avanzar en la
consecución de objetivos terapéuticos como modificar conductas,
pensamientos o estados emocionales.

Según el grado de estructuración:

 Estructurada: Aquí, todo está predeterminado con anterioridad; las preguntas, el


orden en el que se realizan y se registran, en ocasiones la opciones de
respuestas también. Estas características la hacen muy útil para investigación,
pero no es muy recomendada para una entrevista diagnóstica ya que la
estructuración limita el establecimiento de empatía con el entrevistado. Las
preguntas suelen ser cerradas como “¿práctica algún deporte?”, “¿se ha sentido
nervioso en los últimos días?”.
Como ventaja se reconoce que este tipo de entrevista abarcará todos los
aspectos relevantes a indagar, sin olvidar ninguno.
Existen protocolos de entrevistas estructurad as como el CHIPS (Weler et al., 1999), el
cual es una entrevista para la identificación de trastornos psiquiátricos en niños. Estos
también pueden ser diseñados por el evaluador, se recomienda realizar una
prueba piloto del mismo y obtener la validez y con fiabilidad del instrumento.
 Semiestructurada: en esta entrevista hay unos lineamientos definidos
anteriormente que indican que información se debe recolectar y en ocasiones
algunas preguntas abiertas que lo pueden facilitar, sin embargo, el evaluador
puede incluir durante el proceso aspectos que considere relevantes, profundizar
más en unos que en otros y alterar el orden de indagación. Este tipo
favorece la entrevista diagnóstica en la medida en que en una interacción más
natural, en la que el paciente tie ne un grado de libertad para plantear aquello que
considera relevante, esto a su vez permite un mejor rapport y una mejor
recolección de información.
Las preguntas abiertas son más abarcadoras, por ejemplo, “¿qué hace en su tiempo
libre?, ¿cómo se ha sentido en los últimos días?”. Para profundizar, el entrevistador
puede incluir espontáneamente preguntas cerradas que considere. Otra
diferencia con la entrevista estructurada es que el registro de la información no tiene
que ser en un orden tan específico, cuando el entrevistador se limita al formato
la entrevista pierde espontaneidad, en este caso puede registrar la información
en el orden en el que se vaya dando en la entrevista pero siempre en el
espacio correspondiente para tal fin.
Como desventaja se l e critica la posible interferencia de subjetividad del
evaluador perdiendo algo de validez y el posible olvido o descuido de
información importante. Esta requiere de más habilidades terapéuticas.
Según el modelo teórico: este tema fue abordado en la lectur a anterior y será
profundizado en las últimas semanas del módulo.
Igualmente existen protocolos ya diseñados o estos pueden ser creados por el
evaluador.

Fases de la entrevista (Sierra, Buela - Casal, Garzón y Fernández, 2001)

A la entrevista clínica debe anteceder una preparación en la cual se debe considerar la


poca información que tenemos de la persona a entrevistar, su nombre, edad, si ha
sido remitido por quien o si consulta voluntariamente, si vendrá acompañado o solo.
Según el contexto laboral en el que se desenvuelva el psicólogo ya sabrá los objetivos
generales de la entrevista. Con esta información el evaluador debe tener claridad sobre
el tipo de entrevista que realizará, la información que desea recolectar, el tiempo que
requiere para hacerlo y la forma como registrará la información que el consultante le irá
proporcionando.

Posteriormente, se da inicio a la entrevista, fase en la cual se debe crear el Rapport


con el paciente a partir del encuadre. El rapport se refiere a un ambiente de
confianza entre los participantes, es la relación entre el evaluado y el evaluador la cual
debe generar confianza, credibilidad y tranquilidad al paciente. El encuadre es la explicación
y contextualización de lo que va a suceder en la entrevista, entonces el entrevistador
debe presentarse, explicar que se realizarán una serie de preguntas para conocer al
consultante y su problemática, que se espera recoger suficiente información para
comprender su problema y poderlo ayudar (o cualquier otro objetivo que tenga la
entrevista) . Luego, se explican los criterios de confidencialidad que establece el
código ético del ejercicio de la psicología y se le facilita el consentimiento informado,
el cual debe leer y firmar antes de empezar a recolectar información. Una vez
firma do se recogen los datos demográficos del consultante, como nombre completo,
documento, teléfonos, fecha de nacimiento. En esta fase es fundamental disminuir la
incertidumbre del consultante.

La fase de desarrollo se divide en tres subfases:

1. Inicial: en esta se indaga por el motivo de consulta, el inicio y curso del problema, las
soluciones intentadas. Permite una conversación más libre y fluida por parte del
evaluado, las preguntas del evaluador son más abiertas.
2. Media: el evaluador hace preguntas cerradas y directivas que buscan
profundizar en la información del paso anterior y en aspectos adicionales.
3. Final: en esta fase se sintetiza la información proporcionada por el consultante
buscando corroborar si el evaluador la ha comprendido y si h a identificado los
aspectos relevantes para el paciente.

A continuación, se da cabida a la fase de finalización en la cual se da cierre a la entrevista


de una manera muy amable y positiva, además se da retroalimentación al paciente. En lo
posible, brindar una comprensión del problema y una delimitación de algunos aspectos a
trabajar en el proceso terapéutico posterior, incrementa la adherencia al tratamiento y
la tranquilidad del consultante. Esta fase es fundamental para la adherencia y compromiso
del paciente con el tratamiento posterior, se debe hacer claridad sobre la frecuencia,
horario y lugar de los siguientes encuentros, sobre la posible necesidad de ejecución de
tareas.

A lo largo de la entrevista y al finalizar la intervención se debe registrar la información,


esta se puede considerar como una fase adicional ya que se recomienda que durante la
entrevista solo se escriba lo necesario para recordar posteriormente la información y así
no distraer la atención durante la entrevista. Otra alternativa es grabar la entrevista
(con el previo consentimiento del entrevistado) y al finalizarla registrarla en el formato
diseñado para tal fin. Cuando la entrevista se realiza con fines terapéuticos estas fases
pueden variar en función de los objetivos puntuales de la sesión. En realidad, esto
hace parte del proceso terapéutico, pues se utiliza la entrevista como técnica de
intervención, lo cual no se profundizará en el presente módulo.

Al finalizar la evaluación psicológica (entrevista y otras técnicas) se deb e elaborar y entregar


un informe al paciente que constituye un documento como archivo perdurable y fuente
permanente de información sobre sí mismo y su problema.

Habilidades Terapéuticas
El proceso de entrevista exige al evaluador una serie de habilidad es que propiciarán
la recolección de la información requerida. A continuación, se presentan las
principales habilidades necesarias para el logro exitoso de la entrevista clínica.

 Empatía: es la capacidad de entender la perspectiva y la experiencia del otro,


ver el mundo desde su visión y hasta cierto grado experimentar sus sensaciones.
(Bohart y Greenberg, 1997):
 Habilidades de influir: dirigir la interacción de la consulta de tal manera que
se obtengan la información que se requiere y el paciente se sienta
cómodo, comprendido y escuchado.
A continuación, se presentan algunas conductas y recomendaciones específicas
al evaluador, propias de estas dos habilidades:

La seguridad, la seriedad y el aplomo


Buen humor, actitud cordial y afectuosa
Capacidad de inspirar confianza y simpatía
Interés sincero por la personalidad del entrevistado: humanismo
Ser natural, sencillo, cooperativo, no imponerse
Evaluar los hechos, objetivamente, sin prejuicio
No mostrar sorpresa, emoción ni contrariedad ante los hechos revelados
Evitar los sermones, las críticas o censuras
Adoptar una actitud justa
No interrumpir al entrevistado innecesariamente
Tener mucho tacto al indagar hechos íntimos
Respetar la confidencialidad
Tener en cuenta las características soc io - culturales del paciente a fin de proceder
en conveniencia y mantener la comunicación.
 Capacidad de autoevaluarse permanentemente y reflexionar sobre sus
desaciertos
 Habilidades de comunicación:

 Comunicación verbal: proceso de interacción verbal entre d os o más personas.


Incluye los sistemas de respuesta cognitivos, emocionales, sensoriales.
 Comunicación no verbal: se refiere a conductas como el contacto visual,
postura corporal y expresiones faciales que transmiten información por si
solos o complementa n los mensajes verbales. El evaluador no solo debe
poseer habilidades de comunicación no verbal sino que debe ser hábil
para identificar, interpretar y aprovechar la comunicación no verbal del
evaluado como fuente de información, teniendo en cuenta que se pueden
presentar dos situaciones:

- Conjunción: congruencia entre la comunicación verbal y no verbal.

– Incongruencia: inconsistencia entre ambos tipos de comunicación, el


tema sobre el cual se presente esta incongruencia debe ser
profundizado ya que puede reflejar que el consultante no está siendo
del todo sincero o no es consciente de sus emociones al respecto.

Algunas manifestaciones de las habilidades se comunicación son:

 Saber escuchar atentamente


 Utilizar el silencio oportunamente
 Saber aclarar lo expuesto por el paciente
 Parafrasear, o sea repetir lo expuesto por el paciente en las propias
palabras del entrevistador, reflejando al paciente que se ha comprendido lo
expuesto por él
 Efectuar preguntas de final abierto para dar libertad de respuesta y no
hacerle sentir al paciente que se espera de él una respuesta específica
 No mostrar señales que des orienten la comunicación
 Concluir la historia  Mantener contacto visual
 Cuidar la postura corporal, una posición erguida sugiere seguridad y disposición a
la escucha vs. una posición encorvada o con brazos cruzados denota
desinterés, cansancio o aburrimiento
 Hablar pausado, con dicción clara y precisa
 Sonreír al recibir al paciente
 El vestuario y presentación personal del evaluador son importantes, ya que puede
generar más o menos confianza al paciente, hacerlo sentir confortable o no.
BIBLIOGRAFÍA

Barroto, R., (1998) “Medicina Familiar y Educación Médica” Universidad Mayor de San
Andrés, La Paz, Bolivia.

Bleger, J. (1964) Temas de psicología (entrevista y grupos), Buenos Aires: Ediciones Nueva
Visión.

Bohart, A., & Greenberg, L. (1997). Empathy reconsidered: New directions


in psychotherapy. Washington, DC: American Psychological Association

Márquez M. O. (2011) La entrevista en Fernández - Ballesteros R. (2011) Evaluación


Psicológica, Conceptos, métodos y estudio de casos. Octava Edición. Madrid. Editorial
Pirámide.

Sierra J.C., Buela - Casal G., Garzón A. y Fernández M.A., (2001) La entrevista
clínica en Buela - Casal G. y Sierra J.C. (2001) Manual de Evaluación y Tratamientos
Psicológicos. Madrid. Editorial Biblioteca Nueva.

Sullivan, H. (1954). The Psychiatric lnterview , Norton, Nueva York, Ulloa, F., ”Entrevista
Operativa” , Ficha Departamento. Psicología, Buenos, Aires.

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