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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

PROGRAMA ACADÉMICO DE DERECHO

“EL ACTO ADMINISTRATIVO”

CURSO:
Derecho Administrativo

AUTOR: Grupo N°10

➔ Casusol Ygnacio Brayams Alexis


➔ Chimoy Asalde Anali Leonor
➔ Gamarra Fernández Estrella Brigitte
➔ Huamán Montalvo Jesús
➔ Manayalle Rivera Alonso Flavio
➔ Panta Flores Ana Lucia
➔ Pérez Altamirano, María Orfelinda.

DOCENTE:

Dra. Ramírez Ortiz Evelin Liliana

PIMENTEL - PERÚ

2023
INDICE..................................................................................................................................................2
I. DIFERENCIA ENTRE HECHO Y ACTO ADMINISTRATIVO................................................................2
II. EL HECHO ADMINISTRATIVO.......................................................................................................2
III. El ACTO ADMINISTRATIVO: Naturaleza jurídica y definición....................................................2
IV. LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO........................................................................2
4.1. SUJETO...................................................................................................................................20
4.2. LA MANIFESTACIÓN EXTERNA DE LA VOLUNTAD...................................................................21
4.3. OBJETO....................................................................................................................................22
4.4. FORMA....................................................................................................................................23
4.5. MOTIVO.................................................................................................................................24
4.5.1. La razón en el aspecto móvil de la voluntad administrativa...........................................24
4.5.2. Relevancia del motivo para el accionar del propio sistema.............................................25
4.5.3. La importancia de un motivo legítimo y razonable.........................................................25
4.6.- FINALIDAD.............................................................................................................................26
4.6.1.- La finalidad como expresión del interés público.............................................................26
4.6.2.- La finalidad y la eficacia de la administración................................................................26
4.6.3.-El control de la finalidad por parte de los órganos jurisdiccionales.................................27
V. REQUISITOS DE VALIDEZ
5.1.-LA COMPETENCIA...................................................................................................................27
5.2.- EL OBJETO..............................................................................................................................28
5.3.-LA FINALIDAD PÚBLICA...........................................................................................................30
5.4.-Motivación..............................................................................................................................31
5.5.- Procedimiento Regular.......................................................................................................31
5.6.- Formas de actos administrativos........................................................................................33

VI. CONCLUSIONES

REFERENCIAS

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Introducción

La finalidad de esta investigación es conocer qué es el acto administrativo y cuál es


la diferencia con el llamado hecho administrativo, cuales son los elementos que
permite que un acto administrativo sea válido, también conocer el cómo funciona el
acto administrativo, el rol que cumple en nuestro ordenamiento jurídico peruano,
cuáles son sus consecuencias, qué función cumple en nuestra legislación peruana ,
cuál es el fin del acto administrativo y el porqué de su funcionamiento en nuestro
país el Perú; ¿el acto de administración interna en que se enfoca?; cual es la ley
actual que permite, que hace mención respecto al acto administrativo en nuestro
país; conocer también cómo es que en el Perú funciona la administración pública
en el escenario legal y de ello tomar conocimiento y encontrar soluciones a la
problemática que tiene nuestro país en mi opinión respecto a la burocracia que
existe al realizar trámites, y buscar soluciones para acortar el tiempo y
tramitaciones que se da en la administración pública y la demora que tiene la
administración pública en su funcionamiento en nuestro país, es importante hacer
mención y resaltar y hacernos la pregunta siguiente, ¿la administración pública solo
lo realizan los entes estatales?, o también las entidades privadas realizan la
administración pública, sin duda alguna es un tema muy importante y de mucha
relevancia que todo futuro abogado tiene que conocer, para este trabajo grupal se
tuvo que recurrir a libros valga la redundancia libros del curso de derecho
administrativo, también a páginas web, al aula virtual de la universidad señor de
sipán, así como también el buscar videos de internet relacionados al tema del acto
administrativo y en general al tema de derecho administrativo, sin duda alguna este
trabajo grupal nos ayudará a tener una noción más clara del tema del curso de
derecho administrativo en el escenario del acto administrativo y por qué no decirlo
también del todo el curso de derecho administrativo porque cada tema está
conectado con otro tema lo cual abarca muchos argumentos estos últimos teniendo
en común y como tema principal el derecho administrativo, y en este trabajo
haremos mención en la parte específica del acto administrativo el cual iremos
desarrollando en este trabajo grupal.

I. Diferencia entre hecho y acto administrativo

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La diferencia radica en que el acto administrativo es emitido por la entidad pública
con la finalidad de generar efectos jurídicos y el hecho administrativo es la
materialización del acto administrativo.

Las entidades públicas son las que realizan la administración pública y por ello
emiten actos administrativos lo cual este último recae sobre el administrado, el acto
administrativo está regulado en nuestra legislación peruana en el texto único
ordenado de la ley 27444, dicha ley nos menciona en su artículo uno sobre el acto
administrativo.

“Son actos administrativos, las declaraciones de las entidades que, en el marco de


normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los
intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación
concreta”. (27444, 2021).

El acto administrativo se da cuando se otorga por el ejemplo un permiso para


edificar un edificio cumpliendo con todos los requisitos de ley o también en el
permiso que se le da al administrado para que pueda realizar la apertura de un
local comercial.

El hecho administrativo se efectúa cuando se clausura un local comercial o también


cuando se realiza la demolición de un edificio; el hecho administrativo es cuando el
acto administrativo se ha consumado, se ha realizado, se ha efectuado mediante la
acción; las entidades públicas al realizar su función es decir la administración
pública dan o emiten el acto administrativo cumpliendo con los requisitos de ley que
son la competencia, el contenido, finalidad pública, la motivación y el procedimiento
regular, dichos requisitos permiten que un acto administrativo sea legal y válido,
cuando se emite el acto administrativo este último produce efectos jurídico como
puede ser el permiso para la construcción de un edificio, en ese caso el hecho
administrativo se da cuando se realiza las acciones de construcción. En conclusión
el acto administrativo lo emiten las entidades públicas con la intención producir
efectos jurídicos sobre el administrado en sus intereses, obligaciones o sus
derechos y el hecho administrativo es poner en ejecución el acto administrativo
todo ello teniendo como finalidad el interés público

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II. EL HECHO ADMINISTRATIVO

El hecho administrativo hace referencia a cualquier acto, evento o circunstancia


que tiene relevancia jurídica y que ocurre en el espacio de administración pública.

Los hechos pueden ser generados por la actuación de las entidades de la


administración y de los órganos , así como por los particulares se relacionan con la
administración pública.

Los hechos administrativos pueden ser clasificados en dos categorías principales:

· Hechos administrativos generales.

· Hechos administrativos individuales.

Hechos administrativos generales: Aquellos que tienen incidencia sobre un


grupo de personas o una colectividad en general. Algunos ejemplos de hechos
administrativos generales son la promulgación de una ley, la adopción de un
reglamento, la declaración de un estado de emergencia, entre otros.

Hechos administrativos individuales: Aquellos que surgen a una persona


específica o a un grupo reducido de personas. Estos hechos pueden ser de
diversa naturaleza, como la concesión de una licencia, la imposición de una
sanción, la resolución de un contrato administrativo, entre otros.

Es importante destacar que los hechos administrativos están sujetos al principio de


legalidad, lo que implica que deben estar respaldados por una norma jurídica que
les otorgue validez y que establezcan los procedimientos y requisitos para su
adopción.

Además, la administración pública debe ser guiada de acuerdo con los principios
de:

· Eficiencia.

· Transparencia.

· Igualdad.
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· Debido al procedimiento en la gestión de los hechos administrativos.

En caso de que un particular recursos se vea afectado por un hecho administrativo


y considere que sus derechos han sido vulnerados, tiene la posibilidad de
interponer los recursos y acciones legales correspondientes ante las órganos
competentes, como los administrativos y las acciones contencioso-administrativas.

El hecho administrativo es una categoría fundamental en el ámbito del derecho


administrativo. Se refiere a aquellos sucesos o acontecimientos que se producen
en la tarea de la función administrativa y esto es por parte de la administración
pública.

Estos hechos pueden tener diversas implicancias jurídicas, ya sea en obligaciones


de los ciudadanos y relación a los derechos, el funcionamiento de los organismos
públicos, la toma de decisiones administrativas, entre otros aspectos.

Un aspecto importante a considerar en el hecho administrativo es su carácter


unilateral.

Esto significa que los hechos administrativos son realizados por la administración
pública de manera autónoma, sin necesidad de un acuerdo o consentimiento previo
por parte de los particulares involucrados.

Por ejemplo, la imposición de una multa por parte de una autoridad administrativa
es un hecho administrativo unilateral, ya que se ejecuta sin la necesidad de la
aceptación del sancionado.

Otro elemento relevante en el hecho administrativo es su relación con el principio


de legalidad.

Esto implica que los hechos administrativos deben estar respaldados por una
norma jurídica que les otorgue validez y establezca los procedimientos para su
adopción.

Además, los hechos administrativos están sujetos al control jurisdiccional. Esto


significa que los actos o decisiones administrativas pueden ser impugnados ante

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los órganos jurisdiccionales competentes, a través de los recursos y acciones
contencioso-administrativas correspondientes.

El control jurisdiccional permite garantizar que los hechos administrativos se


ajusten a la legalidad y respeten los derechos de los administradores.

Es por ello que se puede mencionar que el hecho administrativo en el derecho


peruano se refiere a los sucesos o sucesos que se causan en el ámbito de la
administración pública y que tienen relevancia jurídica.

Estos hechos son realizados unilateralmente por la administración pública, deben


estar respaldados por una norma jurídica y están sujetos al control jurisdiccional.

Los hechos administrativos pueden tener diferentes naturalezas y manifestaciones.


Algunos ejemplos comunes de hechos administrativos incluyen la emisión de actos
administrativos como:

· Resoluciones.

· Disposiciones.

· Reglamentos.

· Licencias o autorizaciones por parte de la administración pública.

Estos actos pueden afectar directamente las obligaciones y derechos de los


ciudadanos y empresas.

Además, los hechos también pueden comprender la realización de obras públicas,


la prestación de servicios administrativos públicos, la celebración de contratos
administrativos, la toma de decisiones en materia de contrataciones públicas, la
administración de recursos humanos en la administración pública, entre otros.

Es por esto que es importante tener en cuenta que los hechos administrativos
están sujetos a ciertos principios fundamentales del derecho administrativo en
Perú. Entre ellos se encuentran el principio de debido procedimiento y el principio
de legalidad.

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Principio de legalidad:

Establece que los actos y decisiones administrativas deben estar basados


en la ley y deben respetar los derechos de los administradores.

Principio de debido procedimiento,

Garantiza que las personas tendrán la oportunidad de ser atendidos y de


mostrar sus argumentos y pruebas antes de que se tome una decisión
administrativa que les afecte. Esto implica que la administración debe seguir
un proceso justo y transparente al adoptar sus decisiones.

El hecho administrativo también puede ser objeto de impugnación mediante


recursos administrativos y acciones contencioso-administrativas.

Los recursos administrativos, como el recurso de reconsideración o el recurso de

apelación, permiten a los administradores impugnar los actos y decisiones

administrativas ante la propia administración pública antes de acudir a la vía

judicial.Fig.1

Por otro lado, las acciones contencioso-administrativas se presentan ante los


órganos jurisdiccionales competentes para obtener la revisión judicial de los actos y

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decisiones administrativas que se consideran ilegales o lesivos para los derechos
de los administradores.

Se puede decir que el hecho administrativo una amplia gama de sucesos y


acontecimientos en el ámbito de la administración pública abarca en Perú.

Estos hechos tienen implicaciones jurídicas y pueden afectar los derechos y


obligaciones de los ciudadanos.

La legalidad, el debido procedimiento y la posibilidad de impugnación son principios


fundamentales que rigen los hechos administrativos en el derecho peruano.

Es importante destacar que los hechos administrativos también pueden generar


responsabilidad para la administración pública. Si un hecho administrativo causa
daños o perjuicios a los ciudadanos, estos tienen el derecho de solicitar la
reparación correspondiente.

En estos casos, se puede recurrir a la vía judicial para presentar una demanda de
responsabilidad patrimonial del Estado, buscando obtener una indemnización por
los daños sufridos.

Además, es relevante mencionar que los hechos administrativos deben cumplir con
los principios de eficiencia y servicio al ciudadano. La administración pública tiene
la obligación de actuar de manera eficiente y brindar un servicio de calidad a los
ciudadanos.

Esto implica que los hechos administrativos deben ser realizados en tiempo y
forma, evitando dilataciones injustificadas y garantizando la adecuada prestación
de los servicios públicos.

Es importante tener en cuenta que los hechos administrativos están sujetos a la


fiscalización y vigilancia y esto es por parte de los órganos que sean competentes.
Existen organismos de control como la Contraloría General de la República,
encargado de supervisar y fiscalizar el uso de los recursos públicos, así como
evaluar la legalidad y eficiencia de los actos administrativos.

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En el ámbito del derecho administrativo, es fundamental contar con un marco
normativo claro y actualizado que regula los hechos administrativos.

En Perú, la Ley N.º 27444 , Ley del Procedimiento Administrativo General indica
los principios, procedimientos y garantías aplicables a los actos y hechos
administrativos, asegurando la transparencia, legalidad y seguridad jurídica en la
actuación de la administración pública.

Es por ello que podemos afirmar que el hecho administrativo en el derecho peruano
engloba una amplia variedad de sucesos y eventos en el entorno de la
administración pública. Los hechos pueden generar responsabilidad para la
administración, están sujetos a los principios de eficiencia y servicio al ciudadano, y
son objeto de fiscalización y control por parte de los órganos competentes. Contar
con un marco normativo sólido y garantizar el cumplimiento de los principios
fundamentales son aspectos clave en relación al hecho administrativo en Perú.

El hecho administrativo, es transcendental mencionar la figura de la conjetura de


legalidad de los actos administrativos. Esta presunción establece que los actos
emitidos por la administración pública se presumen válidos y legales, a menos que
se demuestre lo contrario. Es decir, los actos administrativos gozan de una
presunción de veracidad y legalidad, lo cual implica que los ciudadanos deben
acatarlos y cumplir con lo establecido en ellos hasta que sean anulados o
revocados mediante los procedimientos legales correspondientes.

La administración pública tiene la potestad de dictar actos administrativos en


ejercicio de sus facultades y competencias.

Estos actos pueden ser de carácter individual o general, y su emisión está sujeta a
requisitos formales y sustantivos establecidos por la ley. Asimismo, los actos
administrativos deben ser debidamente motivados, es decir, deben expresar las
razones y fundamentos que sustentan la decisión tomada por la administración.

En caso de que un ciudadano o una persona jurídica se vea afectada por un acto
administrativo, existe la posibilidad de interponer recursos administrativos para
impugnarlo y buscar su modificación o revocación. Estos recursos administrativos,

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como el recurso de apelación o el recurso de reconsideración, permiten que los
administradores ejerzan su derecho de defensa y presenten argumentos en contra
del acto que consideran injusto o ilegal.

Es importante destacar que los plazos para interponer estos recursos son
establecidos por ley y deben ser respetados para evitar su inadmisibilidad. En el
caso de que los recursos administrativos se agoten y no se obtenga una respuesta
satisfactoria, los administradores tienen la facultad de asistir a la vía judicial para
impugnar el acto administrativo a través de una acción contencioso-administrativa.

En conclusión, el hecho administrativo en el derecho peruano implica la emisión de


actos administrativos por parte de la administración pública, los cuales gozan de
una presunción de legitimidad. Los administradores tienen el derecho de impugnar
estos actos mediante recursos administrativos y, en última instancia, mediante
acciones contencioso-administrativas. Respetar los plazos y requisitos legales es
fundamental para garantizar una adecuada protección de los derechos de los
ciudadanos cara a los actos administrativos.

III. El ACTO ADMINISTRATIVO: Naturaleza jurídica y definición

Al tratar de definir al acto administrativo surge un gran problema, y es que


basándonos en lo que señala Martin (2012) hay una definición que puede ser
adoptada al caso de los que son personas jurídicas y pertenecientes a un régimen
privado.

Según, ello cuando nos referirnos al concepto de acto administrativo nos basamos
del primer artículo de la Ley del Procedimiento Administrativo General: Son
denominados actos administrativos, las exposiciones que presenten las entidades
que, por medio de un marco de normas de derecho público, tienen como destino el
elaborar efectos de manera jurídica ante obligaciones, derechos, o intereses de los
administrados por medio de determinada disposición.

Nuestra Ley de Procedimiento Administrativo General (LPAG) establece que es


requisito subjetivo que un acto administrativo sea expresado mediante una entidad
de la administración pública. Al dar referencia a una categoría de entidad, podría

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entenderse que esto abarca solo a las entidades administrativas y omite a las
entidades pertenecientes a un régimen privado.

En cuanto a la eficacia del acto administrativo, es la atribución por la cual el acto


elabora efectos en la esfera de los administrados a partir de su notificación. Según
el artículo 16º de la LPAG, el acto administrativo es eficaz desde la notificación
legalmente elaborada, de acuerdo a lo establecido en este capítulo. Además, se
establece que un acto administrativo que establece un beneficio al administrado se
considera eficiente a partir de la fecha en la que sea emitida, a menos que el propio
acto disponga lo contrario. Hasta este punto, el panorama es claro tanto para las
empresas reguladas como para las no reguladas.

Sin embargo, surge la duda sobre la ejecutoriedad del acto administrativo,


establecida en el artículo 192º de la LPAG. Las disposiciones sobre ejecutoriedad
indican que los actos administrativos son ejecutables, a menos que haya una
disposición legal que esté expresada por medio de un contrario, un mandato
judicial o estén vinculados a una restricción o plazo según lo establecido por la ley.
Es importante tener en cuenta que las entidades que no pueden ejercer función
administrativa no se encuentran dentro del ámbito de la ejecutoriedad del acto
administrativo.

Frente al acto administrativo hay aspectos que vuelven diferente a la ejecutividad y


ejecutoriedad entre sí, ante ello, Tirado (2012) menciona que estos radican que la
ejecutividad es una característica común a todos los actos administrativos, mientras
que la ejecutoriedad se refiere a un aspecto característico que solo se aplica a los
actos que imponen obligaciones específicas a un administrado y que, en caso de
negativa por parte del administrado, podrían ser ejecutados forzosamente. Sin
embargo, esta característica no puede ser aplicada a las empresas prestadoras de
servicios públicos, reguladas o no, ya que representa una especial manifestación
en cuanto a eficacia del acto administrativo.

Bajo tal sentido, cuando los actos administrativos exigen tanto restricciones y
deberes a los particulares, podrían ser llevados a cabo incluso en contra de su
voluntad por los órganos directamente pertenecientes a la administración, sin
requerir una previa declaración de los órganos judiciales. Esta manifestación

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especial del acto administrativo es una expresión de la autotutela de la
administración pública, que constituye una atribución indelegable y propia del poder
público. Por lo tanto, la ejecutoriedad posee como característica en el acto
administrativo no puede ser aplicada a los actos emitidos por empresas bajo el
régimen privado. Ante lo que se ha explicado, tenemos un excepcional caso tratado
en el ordenamiento jurídico de nuestro país. El cual radica en una empresa
nacional SEDAPAL, La cual por mandato legal, posee cierta facultad para que de
forma coactiva pueda cobrar por utilizar y/o extracción de agua subterránea dentro
de la jurisdicción de la Provincia de Lima y Constitucional del Callao, esta posee
vigencia a partir del día en el que sea notificado, contra el cual interprodeceria un
Recurso de Reclamación., la aplicación de la LPAG no presentaría mayor
inconveniente en el caso que estamos estudiando; sin embargo, se fue encontrado
por medio de un artículo, variedad de manifestaciones de poder público y
potestades administrativas que no tienen la capacidad de ser ejecutadas de la
misma manera por las personas jurídicas del régimen privado, por aquella razón es
que, en su reflexión se merecen análisis con más profundidad con el fin de que le
sea otorgado a la publicidad los procesos que merecen el conocimiento de
particulares.

El acto administrativo es una de las principales herramientas para una

sostenibilidad de la elección de decisiones en la administración pública cuando se

desea ejecutar una variedad de pronunciamientos; este tiene que estar otorgado de

elementos fundamentales para un pronunciamiento legal, siempre dando

observación a un proceso debido y las diferentes garantías que le son presentes al

administrado; ya que, en general , es ante este que recaería de manera absoluta, la

decisión contentiva en el mismo. Es por tal razón que mediante un acto

administrativo se descubre el actuar administrativo conectado a competencias y

atribuciones las que por ley tienen que ser emitidas y notificadas. Sin embargo, esa

manifestación que se da de manera voluntaria no debe, ni podría estar lejos de las

disposiciones sustanciales que para el resultado debe tener, en forma y fondo el

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acto, respecto a lo que se menciona, se asegura que no solamente se puede

garantizar la eventual complacencia del interés general o común por una

intervención necesario del Estado con sus entes ungidos de idoneidad, sino que

también tiene que proteger al administrado de probables actuaciones o

arbitrariedades discrecionales de quienes lo emiten, lo que conlleva sin más a la

declaratoria de nulidad tal como se prescribe en nuestra carta más relevante.

Para Riascos (2015), el acto administrativo viene a ser aquella declaración jurídica

de característica concreta y unilateral de la Administración Pública, al ejercer bajo

poder legal, tiende a elaborar o plasmar actos jurídicos, estos crean posiciones que

derivan al ámbito subjetivo jurídicamente, al par que aplicar el derecho a la acción

controvertido.

Bajo tal sentido, se compone el acto mediante la administración pública ejecuta una

declaración voluntaria en pleno progreso de su potestad administrativa, como si se

manifestara su actividad; otro autor de doctrinas lo ha definido como el acto

jurídico especializado y que por medio de este es que tanto autoridades y

funcionarios se valen en los órganos del sector semipúblico, público y privado con

objetivos sociales o públicos; de tal manera, se tiene definición de ello como una

declaración unilateralmente elaborada en ejecución de la función administrativa que

elabora consecuencias jurídicas individuales de manera rápida. .

El Artículo 65 del Decreto No. 2428, conocido como el Estatuto del Régimen

Jurídico y Administrativo de la Función Ejecutiva, tiende a definir al acto

administrativo como una declaración que presenta solo un lado, realizada en la

ejecución del ejercicio administrativo, que elabora consecuencias jurídicas

individuales de manera directa. Esta declaración debe ser unilateral y realizada por
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los servidores públicos autorizados por la entidad pública, en asuntos que afectan

los intereses del administrado. En resumen, el acto administrativo genera efectos

jurídicos directos o indirectos, inmediatos o mediatos, y se considera un acto

jurídico debido a su origen y los efectos que produce. Es importante resaltar que el

acto administrativo es el medio a través del cual se ejercen las atribuciones

atribuidas por la ley a la administración pública, con el objetivo de alcanzar el bien

común como base fundamental de la acción nacional.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos actos administrativos deben

cumplir con ciertas formalidades para que sean plenamente válidos y efectivos.

Bocanegra, citado por Benalcazar, señala algunas características de estos actos.

En primer lugar, se dirigen de manera clara y precisa al establecimiento como

también a la producción de una consecuencia jurídica específica. Además, están

destinados a modificar, extinguir o crear una relación jurídica particular, a declarar o

negar un derecho u otra circunstancia legalmente relevante con respecto a una

persona, objeto o situación en particular.

De manera doctrinaria, se podría definir al acto administrativo como aquella

decisión que surge a partir de ejercer la función administrativa, se adquiere de una

forma unilateral la autoridad administrativa, además infiere ante los deberes,

derechos e intereses, ya sea de entidades públicas o particulares, en referencia a

la ley del proceso general administrativo. Ahora bien, para Díaz (2019) los actos

administrativos serían lo que las entidades declaran, desde un sistema de

normativas referentes al derecho público, tienen como fin elaborar efectos jurídicos

referente a intereses, derechos u obligaciones de los administrados desde una

determinada situación. A partir de una división en tres partes de los poderes

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estatales, el acto administrativo tiende a proceder en ejecución de la función

administrativa, comparando con el acto legislativo, este es diferente, el cual es

conformado por la ley o las resoluciones de la legislación y del acto judicial, ya sea

este por una resolución judicial como auto, decreto o sentencia.

El acto administrativo no se limita estrictamente al Poder Ejecutivo, ya que puede

ser elaborado por otras entidades en el ejercicio de sus funciones administrativas.

Es importante que la autoridad o el agente actúe como encargado de la

Administración Estatal, que está sujeta al Derecho Público. Si actuaran como si

estuvieran regidos por el derecho privado, estarían tratando las relaciones como

civiles o comunes, sin las prerrogativas que corresponden al Estado y demás

entidades derivados de su ius imperium. Los actos administrativos pueden incluir

resoluciones, disposiciones, acuerdos, órdenes, decretos e instrucciones, ya sea

expresados por escrito o de forma verbal (especialmente si están documentados).

Estos actos pueden ser emitidos por el Jefe de Estado hasta los alcaldes. La

entidad pública es definida según la Ley como amplia e incluye incluso a personas

jurídicas que operan bajo el régimen privado, pero facilitan servicios públicos o

realizan funciones administrativas mediante delegación, concesión o autorización

del Estado, acorde con la normativa correspondiente.

Sin embargo, hay diferentes formas de definir la Administración Pública. Algunos la

definen de manera orgánica, identificándose con los órganos que la componen,

como se ha hecho incorrectamente en el artículo I del Título Preliminar de la Ley de

proceso general administrativo. Otros la definen más bien desde un enfoque

material, relacionándola con el la aplicación de la función administrativa, lo cual

también sería un concepto incompleto del acto administrativo. Una mejor

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aproximación sería definir la Administración Pública por medio de criterios

combinados de orden formal, material y orgánico, como se ha sugerido

anteriormente. También es importante considerar la naturaleza del acto que tiene

efectos sobre los particulares. A diferencia de los actos legislativos u otros actos

normativos, el acto administrativo produce efectos individualizados o

individualizables. No genera efectos generales y abstractos, sino que opera en

situaciones concretas, tal como lo prescribe la normativa. Por lo tanto, no hay actos

administrativos de naturaleza normativa.

En cuanto a la naturaleza del acto administrativo, surge la pregunta de si es una

declaración de voluntad. En las definiciones tradicionales, se describe al acto

administrativo como aquella declaración de voluntad fundada por la administración

con el fin de elaborar efectos jurídicos. Sin embargo, asignarle voluntad al Estado

no es apropiado, ya que este actúa o debería actuar de acuerdo con las normas

legales existentes. Aquí radica una diferencia, que es de las más principales, existe

entre el acto jurídico dentro del ámbito civil y el acto administrativo. Para empezar,

se debe saber que siempre es una declaración que da expresión a la voluntad de

una persona cuyo determinante es completamente libre. En cambio, el acto

administrativo se somete a un procedimiento y a una justificación. No se puede

afirmar que la Administración tenga voluntad, ya que su actuación no es libre.

Únicamente hay una voluntad admisible, y esa vendría a ser la del legislador o del

constituyente, ninguno de los que se desempeña una función administrativa.

Mientras que el acto jurídico civil implica un elemento de voluntad ineludible y, el

acto administrativo se caracteriza principalmente por su componente cognitivo, ya

que surge como fruto de un proceso previo establecido por la ley. Aun así, existe

un sector significativo en la doctrina y la legislación comparada que aún considera


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al acto administrativo como una forma de acto jurídico y lo interpreta como una

manifestación de voluntad, lo cual se debe a una transferencia incorrecta de la

definición de acto jurídico del ámbito del derecho civil al ámbito del proceso

administrativo.

Es importante señalar que no todos los hechos y situaciones son considerados

actos administrativos. Según la normativa estudiada, los actos administrativos no

incluyen actividades o comportamientos materiales de la administración que no se

formalizan en instrumentos legales, además que no vulneran los derechos de las

personas. Parte de la doctrina los denomina "hechos de la administración" para

distinguirlos de los actos administrativos propiamente dichos, aunque eso no

implica negar que dichos actos se realicen en el cumplimiento de la función

administrativa de la entidad.

Los actos administrativos son decisiones unilaterales tomadas por la

Administración del Estado en el ejercicio de su autoridad pública. Y ante lo que

Güechá (2016) señala, podríamos inferir que su propósito principal es elaborar

efectos de una manera específica en las situaciones jurídicas de los ciudadanos,

con el fin de crear, modificar, constatar, dictaminar o extinguir relaciones legales

entre ellos y la Administración. Estos actos son generalmente efectivos desde el

momento en que se notifican o publican, lo que significa que tienen consecuencias

legales, ya sean positivas o negativas, en la situación jurídica del destinatario. Una

vez que se notifican, estos efectos se vuelven parte del patrimonio del individuo y

son protegidos ante el derecho de propiedad. Sin embargo, la Administración

puede despojar a los ciudadanos de estos derechos a través de la expropiación por

utilidad estatal o interés nacional, siempre y cuando se les compense

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adecuadamente por cualquier daño patrimonial causado. En consecuencia, una vez

que los actos administrativos se notifican o publican, adquieren una cierta

estabilidad que limita las facultades de revisión de la Administración del Estado.

La falta de la definición del acto administrativo dentro de la Constitución ha llevado

a la Corte Constitucional a establecer su propio significado a través de diversas

sentencias. A lo largo del tiempo, la Corte ha intentado construir una noción común

aceptada en su labor de interpretar las disposiciones constitucionales relacionadas

con el acto administrativo.

La Sentencia C-487/1996 es uno de los pronunciamientos que fueron emitidos por

por primera vez, y son relevantes de la Corte Constitucional, ya que tratan el

alcance de una definición en cuanto al acto administrativo. En dicha sentencia se

determinó que las declaraciones de juicio, deseo y conocimiento no siempre son

consideradas actos administrativos, aunque en ciertos casos habría la posibilidad

que logren ser. Esta sentencia también estableció que las ideas y nociones sobre

cómo conceptualizaban la Subdirección Jurídica de la Dirección de Impuestos y

Aduanas Nacionales emitieron, y estos serían vinculantes.

En cuanto al concepto de acto administrativo complejo, se podría dar referencia a

la expresión de una voluntad que estaría configurado bajo la manifestación de

diversos órganos de varias e incluso de la misma entidad. Aunque el acto

administrativo complejo conserva la unilateralidad como requisito de existencia, su

formación implica la participación de múltiples entidades. Por ejemplo, un concepto

favorable como también previo del alcalde y la autorización de otra entidad

conformarán un solo acto administrativo complejo.

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La existencia de una definición clara y unívoca del acto administrativo tiene

ventajas significativas en la aplicación del Derecho. Por un lado, contribuye a la

consolidación científica del Derecho administrativo al permitir identificar y

establecer los contornos de esta figura jurídica. Por otro lado, brinda certidumbre a

las autoridades al saber en qué casos su conducta puede calificarse como acto

administrativo y en cuáles no.

Bajo una clásica noción francesa se distingue a los actos administrativos como

actos autoridad y de gestión En cuanto a actos de gestión se refieren a los que

implican un acuerdo entre una entidad pública y un particular, como los contratos

administrativos, mientras que los actos de autoridad reflejan la imposición unilateral

de la Administración sobre el particular, generando una desigualdad superior. En el

contexto colombiano, fueron adoptando como forma de definir al acto administrativo

basado en el criterio francés, en donde la voluntad administrativa es manifestada

como lo que por tal busca o logra producir efectos desde un punto jurídicos, con un

sentido de unilateralidad. Tanto la doctrina como la jurisprudencia han acogido este

criterio para conformar una definición uniforme en el sistema de derecho

colombiano.

IV. LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Otra es la variedad y disposición de las partes constitutivas del acto administrativo.

Hay un tema muy discutido en la teoría del derecho administrativo.

Es prácticamente imposible revisar la diversidad de opiniones, a veces con cambios.

Más palabras que contenido real.Intentaremos ser esquemáticos al exponer estos

elementos para evitar simplificar demasiado un problema desafiante.

20
Se discuten los siguientes componentes del acto administrativo, con variaciones

entre los autores tenemos: Sujeto, Manifestación De Voluntad, Objeto, Forma, Motivo,

Finalidad.

Estos elementos, son presentados por Manuel M. Diez, Como Condiciones De

Legitimidad Del Acto Administrativo. (Diez, 1951)Fig.2

1.

2.

3.

4.

4.1. SUJETO

21
Es la administración pública en su conjunto la que exterioriza unilateralmente la

voluntad del Estado en el ejercicio de sus funciones administrativas, dando lugar a

sanciones disciplinarias subjetivas.

El sujeto que expide el acto, un órgano administrativo, debe poseer la facultad que la

ley le otorga para actuar en la circunstancia particular. El empleado

público que ordena a la entidad estatal producir el acto debe tener el derecho legal de

tomarlo y exteriorizar.

Además de tener el nombramiento correspondiente, también debe haber cumplido

con todos los requisitos para el desempeño del cargo, incluido el protesto para

guardar la constitución y las leyes que de ella emanan (art. 128).

Es decir, un órgano administrativo competente que actúa por conducto es siempre el

sujeto del acto administrativo, funcionarios o miembros del personal debidamente

autorizados. La categoría de acto administrativo no incluye los actos legislativos,

jurisdiccionales o creados por un individuo.

Se dice que un acto administrativo nada más puede ser producido por una entidad

pública en un punto formal y no puede ser producido por ningún organismo público

que no esté incluido en una administración como persona (judicial, legislativa),

cualquiera que sea la materia objeto de la misma, dichos actos, o por cualquier

persona física, fuera de los casos excepcionales señalados anteriormente, dejando de

lado todos los actos de la sociedad). Para dictar el acto, la facultad cuyo ejercicio se

trata debe pertenecer específicamente a la Administración, la Administración tiene

varios órganos a través de los cuales funciona. Una concreción posterior debe señalar

que el único ente administrativo con facultad para dictar el acto respectivo es aquel al

que se le ha conferido dicha facultad. Así lo establece el artículo 53.1 LPC. Se debe

22
consultar la Ley de la organización en lugar de formular una teoría general de la

competencia en este momento. Baste decir que la capacidad es "la medida del poder

que corresponde a cada cuerpo", y que esta determinación es siempre normativa.

3.1

3.2 LA MANIFESTACIÓN EXTERNA DE LA VOLUNTAD

El acto administrativo en sí, no uno de sus componentes, es la declaración de

voluntad, a pesar de que frecuentemente se estudia como tal. Los elementos son los

componentes esenciales de un todo, o los cimientos o el motivo que constituye algo.

La decisión del órgano administrativo que tenga efecto sobre la

aplicación de una ley de carácter subjetivo se expresa mediante una manifestación o

declaración externa de voluntad.

Una voluntad unilateral de esta naturaleza debe expresarse libremente, sin vicios

ni errores, dentro de un marco de facultades claramente definido, y otorgarse de

conformidad con la ley.

Cuando debería haber habido declaración de voluntad, su ausencia puede tener

repercusiones legales. El llamado silencio administrativo será con lo que nos

enfrentemos en esta situación. Ya hemos dicho que el acto administrativo consiste en

23
una declaración, y que la declaración puede ser tanto una voluntad (decisión) como

otros estados psicológicos (juicio, conocimiento, deseo). También hemos mencionado

que la declaración puede hacerse explícitamente o inferirse de un acto expresivo (un

acto tácito), aunque este último viene con algunas salvedades. De manera similar a

como se ha hecho en el derecho privado, la controversia es repetible en el derecho

administrativo primero, llegando luego la resolución sobre el valor de la intención,

declaración y conclusiones que pueden extraerse sobre cómo deben interpretarse los

actos jurídicos. A la luz del uso que hace la jurisprudencia de la cláusula de

subsidiariedad en la versión anterior del artículo 16 de la Convención sobre los

Contratos de Compraventa de Mercaderías (actual art. 4.3), utilizó los artículos 1.281

y siguientes. Según la tradición del principio espiritualista de nuestro Derecho, el CC

atribuía un valor primordial a la intención sobre su expresión literal a la hora de

interpretar los actos administrativos: sentencias de 19 de mayo de 1970, 17 de

octubre de 1972, etc.

Hay que considerar es que la actividad jurídico-administrativa es una actividad de

ejecución judicial a través del mecanismo que ya conocemos. Si el contenido del acto

se ajusta a la Ley, típicamente será irrelevante investigar los vicios de la

voluntad o estado psíquico del agente expresados en el acto. Esta observación

común en la doctrina plantea la cuestión en términos totalmente singulares respecto

del principio privado de autonomía de la voluntad, porque en este último caso se trata

de impedir que surja la única regulación vinculante que de la empresa surge si la

voluntad no ha sido expresada con absoluta libertad y conciencia. Sin embargo, la

pretensión de que la posición de la Administración es única sólo es cierta si el acto de

que se trata está regulado y su contenido se restringe a identificar en una situación

determinada el efecto que la Ley ha previsto taxativamente. No es cierto si el acto en


24
cuestión incluye un elemento discrecional porque en ese caso, los efectos creativos

que pueden vincularse al ejercicio de esa discrecionalidad no pueden aceptarse si

existe la situación psicológica que el acto pretende atender.

3.3 OBJETO

Al dictarse la ley, la administración tiene por objeto crear, transmitir, registrar,

reconocer, modificar o extinguir situaciones jurídicas subjetivas para servir los

intereses de la comunidad. El objetivo debe ser admisible, alcanzable y estar en

consonancia con las obligaciones legales. Como destreza física y como componente

de la autoridad del servidor público.

El contenido del acto administrativo constituye su objeto real. El "objeto o contenido"

del acto es una declaración de voluntad, conocimiento o juicio. Debe ser establecido o

estableciéndose, factible y legal (Nieto & Mallo-López, 1978).

A los efectos de ilustrar el punto anterior, cabe señalar que mientras que la finalidad

de la expropiación es claramente la adquisición forzosa de un recurso e,

indirectamente, la satisfacción de un servicio público, la finalidad de la licencia de

conducir es otorgar permiso para operar un vehículo de este tipo en la vía pública,

protegiendo el interés de la comunidad asegurando que la persona que

conduce el vehículo tenga las habilidades necesarias para evitar poner en peligro a

las personas o sus bienes. Esta hipótesis normativa de los objetos de los

pronunciamientos administrativos limita, pero no elimina del todo, la cuestión de las

notas genéricas a las que debe sujetarse el objeto de los actos jurídicos, en particular

cuando existen apreciaciones o formaciones. libertades de la Administración, esto es,

en la hipótesis de los actos discrecionales. Hay que tener en cuenta que El objeto ha

de ser lícito, determinado y posible. Del mismo modo, un principio pro libertad general
25
obliga a la administración a seleccionar "la menos restrictiva de la libertad individual"

cuando el contenido del acto permite distintas interpretaciones. Ello porque la

legalidad excluye no sólo lo no permitido por la ley, según el principio de legalidad que

ya conocemos, sino también, dentro del ámbito autorizado, la materia, especialmente

tutelada, y una lista de los derechos constitucionalmente protegidos y de la dignidad

de

la persona. La determinación del objeto no presenta desafíos únicos; más bien, su

determinabilidad per relationem es equivalente a ella, manteniendo en todo caso el

principio de certeza [por ejemplo: una convocatoria de concurso o concurso para

puestos vacantes en la plantilla así como "los que puedan surgir

hasta el vencimiento del plazo de solicitud"].

3.4 FORMA

El acto administrativo es la manifestación de la voluntad de la administración pública,

mediante la cual se toman decisiones y se ejercen facultades en el ámbito de su

competencia. Sin embargo, esta voluntad debe ser expresada de manera adecuada,

cumpliendo con ciertas formalidades y requisitos establecidos tanto por la ley como

por la costumbre. Es en este contexto que se hace indispensable comprender la

importancia de la forma en los actos administrativos. En primer lugar, es necesario

destacar que, si bien el acto administrativo puede manifestarse tanto de manera

escrita como verbal, la forma escrita se presenta como la modalidad más común y

apropiada para su exteriorización. Al ser plasmado por escrito, el acto administrativo

adquiere mayor certeza y seguridad jurídica, ya que se convierte en un documento

que puede ser conservado, consultado y utilizado como prueba en caso de

controversias o impugnaciones. Dentro de la forma escrita, es crucial observar una


26
serie de reglas y formalidades que garantizan la adecuada expresión de la voluntad

administrativa. Entre estas formalidades se encuentran la inclusión de la fecha, la

firma del órgano emisor, la identificación del destinatario, así como la fundamentación

y motivación del acto. Estos elementos no solo brindan claridad y transparencia, sino

que también aseguran que la decisión administrativa esté debidamente fundamentada

en la normativa aplicable y que se expliquen las razones que la sustentan. Además, la

inclusión de la fecha y la firma permiten establecer la temporalidad y la autoría del

acto, evitando posibles confusiones o suplantaciones. Es importante resaltar que la

forma no es un simple requisito formal, sino que tiene una relevancia sustancial en el

ámbito de los actos administrativos. La forma escrita cumple una función probatoria

fundamental, al proporcionar evidencia tangible de la voluntad y las decisiones de la

administración. Además, permite un adecuado conocimiento del contenido del acto,

tanto por parte de los administrados como por parte de los órganos jurisdiccionales

encargados de controlar su legalidad. Ahora bien, más allá de la forma escrita,

también es preciso considerar el grupo de requisitos y algunas normas que se deben

llevar para dar ajustes a la administración de voluntad, en otras palabras, con

respecto al procedimiento de formación del acto. Estos procedimientos pueden variar

en cada caso, dependiendo de la naturaleza y la complejidad de la decisión

administrativa a tomar. No obstante, es esencial que estos procedimientos sigan

principios de legalidad, transparencia y participación, a fin de garantizar un adecuado

ejercicio del poder administrativo y respetar los derechos de los ciudadanos.

3.5 MOTIVO

3.5.1 La razón en el aspecto móvil de la voluntad administrativa

27
El motivo se define como la razón que impulsa y llega a darse el accionar de

aspecto de administración. Es el porqué del acto, es decir, los hechos a tener en

cuenta y de igual forma el accionar del órgano emisor lo comprende en el instante

que toma acción. Siendo también al que podemos considerar como el motivo

constituye el fundamento lógico y razonado que justifica la adopción de una

determinada medida administrativa. El motivo es esencial para garantizar la

transparencia y la legalidad de los actos administrativos. Sin un motivo válido y

legítimo, la decisión administrativa carecería de base y podría ser arbitraria o

injusta. Al establecer un motivo, la administración pública demuestra que ha tenido

en cuenta los elementos pertinentes y ha accionado dentro de los distintos

parámetros.

3.5.2 Relevancia del motivo para el accionar del propio sistema

En sí, es un requisito esencial para la validez del acto administrativo. Sin un motivo

válido, el acto puede ser impugnado y declarado nulo. La falta de un motivo

adecuado puede ser considerada como un vicio de legalidad y puede dar lugar a la

anulación del acto por parte de los órganos jurisdiccionales. El motivo debe ser

coherente y congruente con la normativa aplicable y con los fines de la

administración pública. Debe existir una relación directa y justificada entre el motivo

invocado y la decisión adoptada. Además, el motivo debe estar debidamente

fundamentado y motivado en el acto administrativo, de manera que se pueda

comprobar la lógica y la razonabilidad de la decisión. El control del motivo por parte

de los órganos jurisdiccionales Los órganos jurisdiccionales desempeñan un papel

fundamental en el control del motivo de los actos administrativos. Tienen la facultad

de revisar y evaluar la legalidad y la fundamentación de las decisiones


28
administrativas. En caso de que consideren que el motivo invocado es insuficiente,

inexistente o contrario a la normativa aplicable, pueden anular el acto y restablecer

la legalidad. El control del motivo por parte de los órganos jurisdiccionales hace

atribuciones para lograr el dar seguro con respecto a la propia seguridad de los

variados derechos que entran en el área de los administrados. Da paso a poder dar

corrección a diferentes errores con respecto a la forma de tratar el mandato o

decisiones arbitrarias, asegurando que la administración actúe en la sección de la

propia norma y dar paso al beneficio del interés general.

3.5.3 La importancia de un motivo legítimo y razonable

La existencia de un motivo legítimo y razonable en los actos administrativos es

esencial para preservar la seguridad en los distintos sectores de los variados

distritos públicos. Un motivo bien fundamentado y justificado brinda seguridad

jurídica y hace denotar el proceso que se lleva para este mismo, asi evitando

arbitrariedades y decisiones injustas. Además, un motivo adecuado permite evaluar

la legalidad y la corrección de las decisiones administrativas. Facilita el

cumplimiento de las cuentas de estos mismos, ya que se puede comprobar si la

decisión se ha tomado con base en criterios objetivos y en cumplimiento de la

normativa aplicable.

La finalidad del acto administrativo es un aspecto central que se encuentra

presente en cada decisión que toma la administración pública. Constituye el

propósito o meta que persigue el órgano emisor al ejercer sus facultades y ejercer

su función administrativa. En este ensayo, profundizaremos en el aspecto de

importancia con respecto a la finalidad en el acto administrativo, su relación con el

29
interés público y la eficacia de la administración, así como su control por parte de

los órganos jurisdiccionales.

3.6 FINALIDAD

3.6.1 La finalidad como expresión del interés público

El interés público es uno de los pilares fundamentales en la administración pública.

El acto administrativo, como instrumento de acción del Estado, tiene como finalidad

primordial la búsqueda y promoción del interés público. Esto implica que las

decisiones administrativas deben estar orientadas hacia el bienestar general que se

puede encontrar en esta sociedad y administraciones en los aspectos colectivos.

La finalidad, en este sentido, actúa como un mecanismo de conexión entre la

acción administrativa y el interés público. Sirve como camino para las decisiones a

tomar, asegurando que las actuaciones de la administración sean coherentes con

los fines que justifican su existencia. Además, la finalidad busca asegurar que las

decisiones administrativas sean proporcionales y razonables en relación con los

objetivos perseguidos.

3.6.2 .- La finalidad y la eficacia de la administración

La finalidad del acto administrativo también está estrechamente relacionada con la

eficacia de la administración. Al establecer una meta clara y definida, se

proporciona a la administración un objetivo concreto que guía su actuación. Esto

permite una gestión más útil y responsiva para la labor que se da, al mismo tiempo

que da una gran efectividad en la consecución de los resultados esperados. La

30
finalidad también contribuye a la eficacia de la administración al promover la

planificación y el enfoque estratégico en la toma de decisiones. Al tener en cuenta

el interés público y los objetivos a largo plazo, se evita la adopción de decisiones

aisladas y se fomenta una visión integral de la gestión administrativa. Esto se

traduce en una mayor coherencia y consistencia en las actuaciones

administrativas, lo que a su vez aumenta lo que sería la seguridad de los propios

administradores de la sección pública.

3.6.3 El control de la finalidad por parte de los órganos jurisdiccionales

El control de la finalidad del acto administrativo es fundamental para asegurar la

legalidad y la corrección de las decisiones administrativas. Los órganos

jurisdiccionales tienen la responsabilidad de evaluar la finalidad invocada por la

administración y determinar si se ajusta al interés público y a la normativa aplicable.

Este control es esencial para prevenir desviaciones de poder y decisiones

arbitrarias por parte de la administración. Los órganos jurisdiccionales, al evaluar la

finalidad, garantizan que la administración actúe dentro de los límites establecidos

y en beneficio del interés general. Además, este control promueve dar cuenta y

mostrar estos procesos, al permitir que los administrados puedan impugnar

decisiones que consideramos importantes.

V. REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO

31
4

4.1 LA COMPETENCIA

Este requisito de validez es el sistema de actividad de cualquier elemento directivo,

prefijando el alcance de sus capacidades y poderes y decidiendo la razón pública a

la que se coordina. Es una garantía para el administrado y un límite a la

discrecionalidad concebible de que, por prudencia de la norma de legitimidad, la

capacidad está predeterminada y establecida por reglamento. La habilidad cumple

con una reunión de cualidades que la deciden, tal es la situación de:

1. El tema (que establece la materia concreta sobre la que actúa una determinada

dirección de Política, facultándola para utilizar sus poderes).

2. La región, como destino de capacidades y ejercicio de habilidades en todo

nuestro dominio (teniendo en cuenta los ciclos de descentralización y

desconcentración que infiere una redistribución y traslado de competencias es

fundamental).

3. El nivel, teniendo en cuenta que, dentro de las sustancias, cada órgano se

somete a un nivel progresivo que trazará las áreas de habilidad, así como el

alcance de la encuesta practicada por el progresivo mejor con deferencia que las

elecciones tomadas por el órgano de nivel principal.

4. El tiempo, siendo dotado algún órgano regulador por la rectitud del uso de los

arreglos regularizadores en un momento dado; y, v. La suma, que sugiere una

32
determinación del órgano gestor capaz por la eticidad de la suma que es

examinada o en la cual se basará la elección reguladora.

Pérez (2008) alude a la capacidad como la "...aptitud jurídica del órgano directivo

para actuar..."; en sentido similar, para el investigador Secaira (2004) la capacidad

es la disposición de atribuciones que la ley prevé para los órganos del poder

público. Como debe ser visible, la capacidad decide las cuestiones que caen dentro

del círculo de cada poder y establece los puntos de corte dentro de los cuales las

sustancias legítimas públicas y los órganos directivos deben trabajar.

La capacidad es un prerrequisito de la sustantividad, ya que, para que la

manifestación gestora sea legítima, debe venir dada fundamentalmente por la

cúpula del órgano legalmente encargado de exteriorizar la voluntad reguladora. De

no ser así, implicaría que la elección gerencial estaría indefectiblemente viciada de

nulidad o erraría el blanco de la legítima valía y de esta manera, ningún individuo

estaría obligado a consentirla.

4.2 EL OBJETO

Según el artículo 5 de la LPAG, el objeto o contenido es lo que cualquier autoridad

reguladora elige, proclama o garantiza; un similar debe comunicarse de forma

razonable y exacta determinada para que el poder directivo, y el establecimiento

real, conozcan y decidan inequívocamente sus impactos legítimos. Un componente

más que fuerza este prerrequisito de legitimidad es la similitud esencial de la

sustancia con las disposiciones del conjunto general de leyes; esperando así una

concordancia con la circunstancia genuina acomodada en las directrices, lo que

sugiere la necesidad de ajustarse a las cualidades acompañantes:


33
1. Oportunidad física y legítima: El artículo en el que se basa la demostración

autorizada debe ser conforme a nuestro conjunto general de leyes, posteriormente

su aprobación legal; ya que la aplicación de la Política debe aceptar la plena

consideración de que el artículo o contenido se ajusta a los bordes de nuestro

conjunto general de leyes. Simultáneamente, es fundamental que el artículo o

contenido de la manifestación directiva sea igualmente materializable como regla

general y maneje componentes que sean accesibles y existan verdaderamente.

2. Precisión: Teniendo en cuenta que la manifestación gerencial sugiere un impacto

inmediato sobre las libertades, intereses y compromisos del controlado, el grado e

impacto de estas actividades regulatorias debe ser caracterizado de manera

incuestionable, para que, ya sea en razón de un derecho, éste pueda ser

practicado en las circunstancias y contenido presentados; o en razón de

compromisos y autorizaciones, éstos puedan ser seguidos cabalmente.

3. Ninguna nebulosidad: La claridad y el conocimiento en el fondo de la

manifestación normativa permitirán un reconocimiento suficiente de los fines tras

los cuales la dirección de la Política espera que se dé la elección. Es fundamental

que la gestión de la Política implique un lenguaje razonable y sólido para ser

percibida.

4. Debe incorporar las cuestiones que surjan de la inspiración: La sustancia debe

incorporar todas y cada una de las cuestiones de realidad y regulación planteadas

por los grupos en cuestión, y puede incluir otras no propuestas por ellos que hayan

sido estudiadas de oficio, dado que la aplicación de la Política ofrece a los grupos

incluidos la oportunidad de presentar su situación y, en su caso, aportar pruebas en

su apoyo.
34
La manifestación debe contener un compromiso expreso de dar, hacer o no hacer;

la sustancia de la manifestación autoritativa debe tener cualidades como

convicción, legitimidad y posibilidad real; además, dicho contenido o protesta debe

ser moral y no puede herir a extraños. El reglamento demuestra que el objeto de la

manifestación reglamentaria es enteramente distinguible en tres secciones: una de

naturaleza normal que lo retrata, es decir, la sustancia de lo semejante lo hace

único en relación con otros de su género; la segunda alude a la petición implícita

que encontrándose en una manifestación directiva, procede de una disposición

legítima pertinente, es decir, existe en la manifestación sin haber sido comunicada

en ella, puesto que así se establece en el conjunto general de las leyes; y, una

tercera parte, llamada posible, que podría diseñar la manifestación reglamentaria.

4.3 LA FINALIDAD PÚBLICA

Cada manifestación gerencial debe apuntar a satisfacer una razón pública trazada

en el círculo de su capacidad y que, a través de sus poderes, la sustancia debe

cumplir. No obstante, la ofensiva de esta idea ha implicado que numerosas

autoridades y organizaciones hayan contorsionado la utilización de sus

capacidades y habilidades; infiriendo que la capacidad pública está coordinada a la

satisfacción de intereses privados. Por lo tanto, según el principio, la importancia de

este componente de la legitimidad reside en la forma en que restringe la desviación

de la fuerza. La LPAG determina que la autoridad o autoridad responsable del

objetivo de una estrategia no puede ser habilitada para buscar a través de la

demostración reguladora, incluso secretamente, cualquier razón, ya sea individual,

del poder real, para un extraño o alguna otra razón pública que no sea la

acomodada por la regulación. El significado capital de esta disposición sugiere que


35
cualquier manifestación hecha en desviación de la razón relegada por el

reglamento estará viciada de nulidad.

Se trata de la voluntad legítima del Estado, exteriorizada en una declaración legal

expresa. (Younes Moreno, 2016) La voluntad tiene dos componentes, el Emocional

conformado por el alma, entendimiento o valoración que el individuo regular, titular

del ente público encargado de elegir, tiene respecto del hecho diferencial a dirimir;

y el Objetivo distinguido por el fundamento verificable y legítimo de la interacción,

que debe ser considerado para el objetivo.

4.4 Motivación

La motivación de los actos administrativos es justificar la decisión tomada por parte

de la administración pública proporcionando una argumentación convincente e

indicando su fundamentación en derecho con base a los actos de simple

administración que se puedan haber generado en este sentido se debe entender a

la motivación como una garantía básica de los ciudadanos en todo proceso que

realiza la administración pública incluyendo los administrativos, al establecer que

las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivados esto significa que

los servidores públicos están obligados a enunciar las normas o principios jurídicos

en que se funda la resolución que están expidiendo pero además deben explicar la

pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho.

Se indica que en la motivación del acto administrativo se observarán los

siguientes requisitos:

36
- Primero el señalamiento de la norma jurídica o principios jurídicos aplicables

y la determinación de su alcance

- Segundo la calificación de los hechos relevantes para la adopción de la

decisión sobre la base de la evidencia que consta en el expediente

administrativo y la explicación de la pertinencia del régimen jurídico invocado en

relación con los hechos para esto se puede hacer remisión a otros documentos

sin olvidarnos de incorporar su referencia en el texto del acto administrativo los

cuales también debieron estar en conocimiento de la persona interesada, ya

que si los fundamentos de hecho y de derecho que motivan el acto

administrativo no se derivan lógicamente nos encontramos frente a un acto

administrativo no motivado que se convertiría en un acto administrativo nulo

4.5 Procedimiento Regular

La administración pública tiene por objeto gestionar los asuntos públicos


gestionar los asuntos de la colectividad como su propio nombre indica a
administrar los asuntos colectivos pues la administración cuando ejerce su
capacidad administrativa lo que realizan los actos distintos que realiza a través
de los que ya hemos estudiado los denominados actos administrativos debe
canalizar su actuación dentro del llamado procedimiento administrativo.

El procedimiento administrativo es el cauce formal de la serie de actos en que


se concreta la actividad administrativa, por ejemplo, en nuestro día a día
cuando vamos de casa al trabajo, debe seguir unas normas, un itinerario. Eso
es lo que hace la administración cuando actúa porque, existe un itinerario un
cauce formal que se dice un camino determinado previamente determinado en
la ley porque pues básicamente por dos razones: una razón para seguridad de
los particulares, de la administración cuando actúe lo haga conforme a la

37
legalidad al camino previamente concertado en la ley y no conforme a su
arbitrio.

Por lo tanto, es en primer lugar una garantía de estado y en segundo lugar,


donde hay un procedimiento hay una automatización, entonces hay mayor
eficacia, mayor posibilidad de conseguir lo que busca la administración que es
la satisfacción de los intereses generales, decimos que el procedimiento
tenemos que verlo desde ese punto de vista igual que en cualquier tema
seguimos un procedimiento la administración con mayor razón que frente de
trabajo tiene que establecer un camino determinado.

La cooperación el procedimiento administrativo tiene por objeto que se cumplan


justamente esos objetivos de la administración, esa es su funcionalidad darnos
seguridad jurídica. Cuando hablamos de eficacia estamos hablando incluso
más que de eficacia de eficiencia y conseguir los resultados que se buscan al
mínimo coste posible, es lo que conocemos como economía procesal, pero se
debe seguir el proceso del conjunto de actos que realiza la administración
deben ser lo más eficaces posibles, llegando al objetivo y de una
descentralización que se cumpla en la realidad.

4.6 Formas de actos administrativos

En cuanto a la forma dice el artículo 36 de la ley del procedimiento


administrativo que los actos administrativos se producirán por escrito a través
de medios electrónicos a menos que su naturaleza exija o permita otra forma
más adecuada de expresión y constancia la forma escrita es muy importante
porque es la mejor manera que tiene la administración de dejar constancia de lo
que quiere y eso le da seguridad jurídica al administrador pero a veces la
naturaleza el administrativo determina que no se puede hacer por escrito.

La ley de procedimiento administrativo que cuando deba dictarse una serie de


actos administrativos de la misma naturaleza tales como nombramientos
concesiones o licencias podrás refundirse en un único acto acordado por el
órgano competente que especificar a las personas u otras circunstancias e

38
individualice los efectos del acto para cada interesado vamos a continuar con la
motivación de la ley de procedimiento administrativo común que serán
motivados con sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho y qué
significa eso de sucinta referencia de hechos y fundamentos del derecho.

En general establece como regla en que un acto administrativo es eficaz a partir


de que la notificación legalmente realizada produce sus efectos habiéndose
atendido los requisitos y siempre que se cumplen los siguientes puestos:

- Primero cuando las autoridades en el mismo acto administrativo se hacen de


forma anticipada a condición por ser favorable a los administrados siempre y
cuando no se vulneren derechos puntos mentales y los intereses de buena fe.

- Segundo cuando se trata de una declaratoria de nulidad y los actos que se


dicten en su enmienda, la validez y eficacia del acto administrativo son distintas
debido a que pueden existir actos administrativos de inválidos pero que logre
cobrar eficacia en virtud de la presunción de validez establecida entre promueve
de la ley del procedimiento entonces podemos entender que mientras que un
acto viciado no se ha anulado podrá seguir produciendo sus efectos a pesar de
ser inválido.

VI. Conclusiones:
39
Este trabajo nos ha permitido tener una noción más clara del acto administrativo y
también conocer la diferencia que tiene con el hecho administrativo, esta
monografía nos ha permitido conocer más del derecho administrativo y darnos
cuenta que en nuestro país aún nos falta mejoras respecto al acto administrativo y
todo lo relacionado a la administración pública ; en mi opinión será de beneficio
para la sociedad y nuestro país acortar el tiempo y agilizar los trámites para dar o
emitir los actos administrativos pues la burocracia en nuestro país nos perjudica por
el tiempo dedicado a los trámites ya que según estudios las empresas en general
pierden veinticinco días de cada año en el cumplimiento de trámites y eso suma
que la informalidad en nuestro país crezca la solución es reducir la burocracia en
nuestro país para facilitar, agilizar los trámites que el administrado solicite pues la
finalidad del acto administrativo es el interés público, reduciendo la burocracia en
nuestro país nos ayudaría a crecer más económicamente y reducir la informalidad
que se ve a diario en nuestro país el Perú. El acto administrativo es la
manifestación o declaración de la entidad pública para producir efectos jurídicos en
el administrado respecto a sus intereses, derechos y obligaciones; el acto
administrativo para que sea válido tiene que cumplir ciertos criterios es decir tiene
que cumplir con cinco elementos para su validación como es la competencia que
se basa en que si la entidad tiene la autoridad para emitir el acto administrativo
solicitado por el administrado, otro requisito es el contenido el cual hace mención
sobre la decisión que toma la autoridad, el otro criterio es la finalidad pública que
quiere decir que el acto administrativo tiene que tener como fin el interés público, el
penúltimo requisito es la motivación es decir cuáles son las razones del porqué se
da dicho acto administrativo sobre el administrado, la entidad pública da las
razones del porqué de su decisión al emitir dicho acto administrativo, la autoridad
expresa las justificaciones de su decisión y por último tenemos el procedimiento
regular, el acto administrativo tiene que cumplir con el procedimiento administrativo
previsto para su emisión. Ahora respecto al hecho administrativo es la
materialización del acto administrativo. La importancia del acto administrativo es
esencial en nuestra sociedad porque su finalidad es el interés público y por eso es
necesario y recalcó con énfasis se debe reducir la burocracia para que nuestro
país se acerque más a la formalidad ,al desarrollo y progreso.

40
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