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Capacitación en comunicación funcional: revisión y guía práctica

Jeffrey H. Tiger, Universidad Estatal de Luisiana, Gregory P. Hanley, Western New England College
y Jennifer Bruzek, Universidad de Vanderbilt

RESUMEN

El entrenamiento en comunicación funcional (FCT, por sus siglas en inglés) es una de las intervenciones más comunes y efectivas para
los problemas de conducta graves. Desde la descripción inicial de FCT por Carr y Durand (1985), se han evaluado varios aspectos del
proceso de tratamiento de FCT y, a partir de esta investigación, han surgido las mejores prácticas. Este manuscrito proporciona una
revisión de estas prácticas a medida que surgen durante el desarrollo de intervenciones FCT efectivas.
Descriptores: Trastornos de la conducta, refuerzo diferencial de la conducta alternativa, entrenamiento en comunicación funcional,
tratamiento basado en funciones

F
formación en comunicación funcional
(FCT) es un refuerzo diferencial
(DR) procedimiento en el que a un individuo
se le enseña una respuesta alternativa que da como
resultado la misma clase de refuerzo identificado
como el mantenimiento del comportamiento problemático.comportamiento problemático (es decir, las
La conducta problemática generalmente se coloca
en extinción (es decir, el refuerzo ya no sigue a la
conducta problemática). El entrenamiento de
comunicación funcional difiere de otros procedimientos
de DR basados en funciones en que la respuesta
alternativa es una forma reconocible de comunicación
Las intervenciones de FCT progresan a través
de tres etapas. Se lleva a cabo un análisis funcional
para identificar los eventos ambientales que sirven
como reforzadores para el comportamiento
problemático y las condiciones que evocan el
"operaciones de establecimiento" relevantes que
aumentan el valor del reforzador; Michael, 1982).
Una respuesta comunicativa socialmente aceptable
se fortalece al reasignar el reforzador encontrado
para mantener el comportamiento problemático a
esa respuesta comunicativa.2 Finalmente, el
si se publicaron en una revista académica en inglés,
describieron el uso de una evaluación funcional
previa al tratamiento en cualquier forma (es decir,
análisis indirecto, descriptivo o funcional) e incluyeron
FCT como una intervención para el problema de
conducta. Un total de 91 artículos, publicados en 19
revistas, y que consta de 204 participantes
individuales3
se incluyeron. Puede encontrar una lista de
los 91 artículos de FCT en www.abainternational.
org/BAinPractice.asp.
.

¿Para quién se han desarrollado las

(p. ej., una vocalización, señas manuales).
Carr y Durand (1985) introdujeron FCT como
tratamiento para el problema de conducta de 4 niños
con discapacidades del desarrollo. Se enseñó una
respuesta vocal que resultó en la atención del
maestro ("¿Estoy haciendo un buen trabajo?") a los
niños para quienes se pensaba que la atención era
mantener su comportamiento problemático. Una
respuesta vocal diferente ("No entiendo") que resultó
en la ayuda del maestro se les enseñó a los niños
para quienes se pensaba que escapar de las tareas
difíciles era mantener su comportamiento
problemático. Estos procedimientos dieron como
resultado la adquisición de estas respuestas vocales
y reducciones sustanciales en el comportamiento
problemático de los 4 niños. En los más de 20 años
transcurridos desde la publicación de Carr y Durand
(1985), FCT se ha convertido en el tratamiento
basado en funciones más publicado para problemas
de conducta.1
tratamiento FCT se extiende a todos los entornos y
cuidadores.
Aunque este proceso se puede resumir
brevemente, hay variaciones de procedimiento en
cada etapa que probablemente afecten los resultados
asociados con FCT. El propósito de este documento
es identificar las variaciones descritas en la
investigación publicada para cada etapa del
tratamiento, evaluar críticamente la efectividad de las
diferentes variaciones de FCT y generar pautas para
las mejores prácticas sobre la base de esta
investigación. Idealmente, este manuscrito servirá
como una guía práctica para las personas que
implementan FCT para personas con trastornos del
comportamiento.
Los estudios sobre FCT se identificaron
mediante una búsqueda en Psychinfo y ERIC
utilizando las palabras clave "entrenamiento en
comunicación funcional" o "entrenamiento en
equivalencia funcional" desde 1985 hasta 2006. Se
examinó la sección de referencia de cada artículo
intervenciones de FCT?
Los 204 participantes de esta revisión iban
desde niños pequeños hasta adultos, y casi todos
fueron diagnosticados con una discapacidad del
desarrollo o retraso mental (195 de los 204 casos).
Ochenta y una personas fueron diagnosticadas con
autismo. Aquellos individuos no diagnosticados con
una discapacidad del desarrollo o retraso mental
fueron diagnosticados con lesión cerebral traumática
(3 casos), trastorno por déficit de atención o trastorno
por déficit de atención con hiperactividad (3 casos) y
retrasos en el habla o lenguaje (3 casos). Aunque
FCT tiene el mayor nivel de apoyo empírico para su
uso con personas con discapacidades del desarrollo,
existe evidencia limitada de que FCT puede ser
relevante para otras personas que muestran
problemas de conducta.

1 Una búsqueda en PsychInfo en la que los términos
clave entrenamiento en comunicación funcional (FCT),
refuerzo diferencial de otro comportamiento (DRO) y refuerzo
no contingente (NCR) se vincularon con la evaluación
funcional, el análisis funcional y la evaluación del
comportamiento arrojó 66 artículos de FCT, 31 papeles NCR
y 11 papeles DRO. Estos resultados, aunque preliminares,
respaldan la afirmación de que FCT es el tratamiento basado
en funciones más popular para los problemas de conducta.
para identificar artículos FCT adicionales. Finalmente,
cada artículo fue revisado para determinar si cumplía
con los criterios de inclusión para la presente revisión.
Se incluyeron estudios
2 La respuesta comunicativa puede conceptualizarse
como un mando en el sentido de que se evoca en presencia
de una operación de establecimiento relevante y se mantiene
mediante una consecuencia característica.
3 Cuatro estudios FCT adicionales que consistieron en
Se excluyeron grupos relativamente grandes de participantes
para evitar la posibilidad de superposición con otros artículos
publicados. Se remite al lector a Hagopian, Fisher, Sullivan,
Acquisto y LeBlanc (1998) para obtener datos resumidos de
FCT relevantes para una muestra de pacientes hospitalizados,
a Kurtz et al. (2003) para una muestra ambulatoria de niños
pequeños, y Wacker et al. (2005) y Wacker et al. (1998)
para muestras de niños pequeños con discapacidades del
desarrollo atendidos en sus hogares.

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.
¿Qué formas y funciones de
problemas de comportamiento se
han abordado con FCT?
Los participantes se involucraron con mayor
frecuencia en agresiones, autolesiones o
alteraciones motoras y vocales; sin embargo, las
evaluaciones de FCT también han incluido
vocalizaciones extrañas (Mace & Lalli, 1991),
estereotipias (Wacker et al., 1990), conducta
sexual inapropiada (Fyffe, Kahng, Fittro, &
Russell, 2004), autocontrol (Vollmer & Vorndran ,
1998) y conductas comunicativas inapropiadas
(Frea & Hughes, 1997). Las conductas
problemáticas se mantuvieron por atención (32%
de los casos); materiales (29% de los casos);
acceso a otros eventos, como sujeción o
movimiento de silla de ruedas (3% de los casos);
escapar de las demandas (43% de los casos); y
escapar de otros eventos aversivos, como ruidos
fuertes e interacción social (4% de los casos).4
Por lo tanto, FCT es un tratamiento apropiado
para una variedad de conductas problemáticas
mantenidas por fuentes de refuerzo social
(positivas o negativas).
Directrices para el desarrollo
Intervenciones FCT
¿Cómo se identifica el reforzador de la
respuesta comunicativa?
El primer paso para implementar FCT es
realizar una evaluación funcional del
comportamiento problemático del cliente. Las
evaluaciones funcionales identifican los eventos
ambientales que mantienen el comportamiento
problemático, lo que permite retener el evento de
mantenimiento después del comportamiento
problemático y reasignarlo para seguir un
comportamiento comunicativo reconocible. La
mayoría de los estudios (71 de 91 artículos
publicados) utilizaron el modelo de análisis
funcional en el que se manipularon las posibles
variables de control de la conducta problemática
(ver Hanley et al., 2003, para una revisión). Sin la
identificación precisa de los reforzadores de
mantenimiento, los eventos asignados para seguir
una respuesta comunicativa pueden no estar
funcionalmente relacionados con el problema de
conducta. Es menos probable que tales
intervenciones disminuyan el comportamiento
problemático y/o fortalezcan una alternativa socialmente diferencian por
4 Las personas que presentaban problemas de conducta
controlados de forma múltiple dieron como resultado que la
suma de estos porcentajes fuera superior al 100 %.
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realizar un análisis funcional de la conducta
problemática grave antes de implementar FCT
(consulte Iwata & Dozier en este número de BAP
para obtener pautas sobre la realización de
análisis funcionales).
¿Cómo se selecciona una topografía de
respuesta comunicativa?
Se han abordado una variedad de topografías
de respuesta en FCT, que incluyen respuestas
vocales, intercambios de imágenes, lenguaje de
señas, gestos y activación de dispositivos de
salida de voz o texto. Los hallazgos sugieren que
se deben considerar varios factores al seleccionar
una topografía de respuesta comunicativa.
Esto incluye el esfuerzo requerido para participar
en la respuesta, la probabilidad de que otros
reconozcan y respondan apropiadamente a
la respuesta y el repertorio conductual actual del
consumidor.
Considere el esfuerzo de respuesta. Horner
y Day (1991) demostraron por primera vez que
cuando una respuesta comunicativa requería más
esfuerzo que la conducta problemática (p. ej.,
firmar manualmente una oración completa), la
respuesta no se producía a niveles superiores a
los de la conducta problemática. Por el contrario,
cuando la respuesta comunicativa requería menos
esfuerzo (p. ej., firmar una sola palabra), ocurría
con la exclusión del comportamiento problemático.
Por lo tanto, la respuesta comunicativa debería
requerir menos esfuerzo que el comportamiento
problemático, al menos en las etapas iniciales del
tratamiento. Si bien esta recomendación parece
sencilla, la complejidad o el esfuerzo de adquirir
una respuesta comunicativa a menudo no se
aprecia por completo.
La investigación lingüística preliminar sugiere
que las personas con discapacidades del
desarrollo son más hábiles para adquirir
respuestas basadas en topografía en comparación
con respuestas basadas en selección (Sundberg
y Sundberg, 1990; Wraikat, Sundberg y Michael,
1991). En los sistemas basados en la topografía,
como el lenguaje de señas, la forma de la
respuesta diferencia una respuesta verbal de otra
(es decir, el signo de "jugar" es diferente del signo
de "romper"). En los sistemas basados en la
selección, como los intercambios de imágenes,
la forma de cada respuesta es idéntica (p. ej.,
entregarle a alguien una tarjeta con una imagen)
y seaceptable.
Por loel estímulo
tanto, seleccionado. Los
recomendamos
sistemas basados en la selección pueden
presentar desafíos para las personas con
discapacidades porque estos sistemas requieren
que las personas exploren una serie de estímulos y apropiadamente a las respuestas comunicativas.
discriminar entre múltiples estímulos pictóricos o
textuales. Por otro lado, se requiere un control
motor más preciso para la firma manual efectiva
en relación con los intercambios de imágenes.
Por lo tanto, las respuestas basadas en la
selección pueden ser más fáciles de moldear o
estimular, facilitando una adquisición más rápida
de la respuesta comunicativa. Sin embargo, aún
F
no se ha determinado hasta qué punto el esfuerzo
relativo de los sistemas de comunicación basados
en la selección y la topografía impactan la
efectividad de las intervenciones de FCT.
También hay evidencia de que el uso de
respuestas simples y de bajo esfuerzo debe
restringirse a la etapa inicial del tratamiento.
Mientras enseñaban a niños pequeños con
retrasos en el lenguaje y el desarrollo, Hernández,
Hanley, Ingvarsson y Tiger (2007) demostraron
que el refuerzo de las respuestas de esfuerzo
relativamente alto (solicitudes integradas en un
marco como "¿Puedo tener el __ [automóvil]__,
por favor”) tenían más probabilidades de inducir
la generalización (p. ej., “¿Puedo tener el libro,
por favor”) que las respuestas de bajo esfuerzo
(caracterizadas por palabras específicas únicas
como “Automóvil”).
Considere el reconocimiento social de la
respuesta. Deben seleccionarse las topografías
de respuesta que un nuevo compañero de
conversación probablemente reforzará (Durand y
Carr, 1992). Lógicamente, es poco probable que
los adultos que no están familiarizados con la
programación del comportamiento de un individuo
respondan adecuadamente a gestos arbitrarios
como aplaudir y solo un poco más probable que
respondan adecuadamente al lenguaje de señas manual.
Es más probable que los adultos nuevos
respondan a la comunicación que identifica sin
ambigüedades al reforzador.
Una investigación brindó un fuerte apoyo
para seleccionar topografías de respuesta
reconocibles. Durand (1999) enseñó a 5 personas
con discapacidades a reclutar refuerzos a través
de dispositivos de salida de voz como alternativas
al comportamiento destructivo. Después de esta
capacitación, los dispositivos se introdujeron en
entornos comunitarios (p. ej., se capacitó a una
persona con un comportamiento problemático
mantenido por el acceso a los alimentos para que
usara un dispositivo de salida de voz para solicitar
alimentos y luego llevó el dispositivo a la zona de
comidas de un centro comercial). Este estudio
mostró que estas respuestas ocurrieron bajo
condiciones no entrenadas para los 5 participantes
y que los adultos no entrenados respondieron
FCT REVISIÓN 17
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Considere la velocidad probable de adquisición de
la respuesta. Deben seleccionarse formularios de respuesta
que puedan adquirirse rápidamente como sustitutos de la
conducta problemática.
Las respuestas vocales son la alternativa ideal para el
comportamiento problemático mantenido socialmente
debido a la posibilidad de reclutar refuerzos de personas
nuevas o de personas a distancia. Sin embargo, las
respuestas motoras pueden ser preferibles para las
personas que tienen poca o ninguna conducta vocal, ya
que sería necesario un entrenamiento extenso para
desarrollar respuestas vocales reconocibles. Las respuestas
motoras probablemente deberían considerarse como
respuestas FCT iniciales incluso cuando los repertorios
verbales vocales están intactos porque las respuestas
vocales son más difíciles de iniciar.
Los esfuerzos pueden dedicarse a aumentar la naturaleza
apropiada para el desarrollo de la respuesta una vez que
el comportamiento comunicativo ha reemplazado el
comportamiento problemático.
Es posible que ya existan respuestas vocales o
motoras alternativas en los repertorios de los consumidores,
pero que no se produzcan en las condiciones que provocan
la conducta problemática.
Los médicos pueden fortalecer estas respuestas a través
de FCT. Por ejemplo, una persona a veces puede firmar
manualmente "todo listo" o autolesionarse en situaciones
difíciles.
Por lo tanto, la señal manual de “todo hecho” puede
fortalecerse como respuesta comunicativa terminando las
tareas solo después de la señal de “todo hecho”. Es
probable que el entrenamiento de una respuesta
preexistente resulte en una adquisición más rápida que la
introducción de una alternativa de respuesta novedosa
(Winborn, Wacker, Richman, Asmus y Geier, 2002).
Sin embargo, el refuerzo de una respuesta preexistente
puede resultar en un aumento de la conducta problemática
en algunos casos (ver Derby, Fisher, Piazza, Wilke y
Johnson, 1998).
En resumen, las respuestas comunicativas que son
reconocibles y pueden adquirirse rápidamente (es decir,
bajo esfuerzo) deben seleccionarse durante el inicio de
FCT. Se deben considerar formas de respuesta más
complejas después de que se adquieran las respuestas
iniciales y se reduzca satisfactoriamente el comportamiento
problemático.
. ¿Quién debería implementar FCT y dónde debería
implementarlo?
Cuando se han identificado el reforzador y la
respuesta comunicativa, se debe seleccionar el entorno
de enseñanza y el individuo que enseñará la respuesta
comunicativa. Ambas decisiones son esencialmente
cuestiones
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de control de estímulos y generalización. El éxito final de
FCT está determinado por la medida en que la comunicación
se produce en presencia de todos los cuidadores relevantes
en todos los entornos relevantes. Eso no significa
necesariamente que todos los cuidadores relevantes
deban implementar simultáneamente FCT en todos los
entornos relevantes. Existen importantes condiciones de
partida para asegurar la adquisición de la respuesta
comunicativa. Eventualmente, las condiciones de enseñanza
se modifican para promover la generalización y el
mantenimiento de los efectos del tratamiento.
Considere las condiciones iniciales de enseñanza.
La capacitación en comunicación funcional ha sido
realizada por expertos en entornos altamente controlados
(p. ej., médicos en hospitales o clínicas; Hagopian et al.,
1998; Kurtz et al., 2003) y por padres o maestros en
entornos comunitarios (p. ej., Northup et al. , 1994; Wacker
et al., 2005). Vale la pena considerar la cantidad de tiempo
requerida para capacitar a un cuidador para implementar
FCT al decidir quién debe implementar FCT inicialmente.
La capacitación en comunicación funcional requiere la
manipulación precisa del establecimiento de operaciones,
el momento de las indicaciones y la entrega de
consecuencias para el comportamiento comunicativo y
problemático, al tiempo que se garantiza la seguridad del
implementador y el consumidor. Los cuidadores pueden
requerir una amplia capacitación para implementar FCT,
tiempo durante el cual el comportamiento problemático
puede continuar ocurriendo. Los profesionales capacitados
a menudo implementan las primeras etapas de FCT (que
suelen ser las más desafiantes) y luego introducen a los
cuidadores en los entornos de capacitación luego de
resultados exitosos (cuando la comunicación ocurre con la
exclusión del comportamiento problemático).
Por el contrario, algunos investigadores han adoptado
el enfoque de iniciar FCT exclusivamente en entornos
naturales (p. ej., capacitar a entrenadores laborales en un
lugar de trabajo; Kemp y Carr, 1995). Este enfoque tiene
la ventaja de desarrollar una respuesta comunicativa en
condiciones específicas (es decir, se minimizan los
problemas de generalización), pero adolece de dos
posibles limitaciones. En primer lugar, la conducta
problemática u otras conductas incompatibles con la
respuesta comunicativa pueden seguir reforzándose en el
entorno natural. Estas fuentes de refuerzo en competencia
se eliminan o minimizan más fácilmente en entornos
controlados.
En segundo lugar, el riesgo para el cliente, otras personas,
y la propiedad personal o pública se puede minimizar
eliminando a otras personas del entorno de capacitación
(p. ej., otros estudiantes), utilizando equipo de protección
especial (p. ej., salas y mesas acolchadas) y eliminando
elementos frágiles o peligrosos (p. ej., lámparas, televisores
y mesas).
Se recomienda encarecidamente iniciar el tratamiento en
un entorno protegido para las personas cuyo
comportamiento problemático representa un peligro
indebido para ellos mismos o para los demás.
Eso no quiere decir que sea suficiente realizar la
capacitación solo en un entorno controlado. La realización
de FCT en un solo entorno de entrenamiento no dará como
resultado niveles clínicamente aceptables de generalización
a otros entornos o individuos (Wacker et al., 2005).
Cuando se usa un ambiente de entrenamiento controlado,
típicamente serán necesarias estrategias adicionales para
promover la generalización de los cambios de
comportamiento a otros ambientes.
Considere estrategias para promover la generalización.
Recomendamos enfáticamente tres de las técnicas de
generalización descritas por Stokes y Baer (1977), junto
con el entrenamiento del cuidador, para promover la
generalidad de la respuesta. Una técnica es eventualmente
incorporar múltiples capacitadores o entornos de
capacitación (es decir, el enfoque de múltiples ejemplares).
Durand y Carr (1991) hicieron que tres implementadores
capacitados realizaran la capacitación inicial de FCT y
luego observaron la generalización de la respuesta
comunicativa en el aula para 3 participantes.
En este sentido, se mejoró la generalización al profesor
entrenando la respuesta en presencia de múltiples
formadores.
Una segunda técnica que no se ha articulado
claramente en la literatura de FCT es incluir estímulos
similares en el entorno de entrenamiento o, dicho de otra
manera, hacer que el entorno de entrenamiento sea similar
al entorno natural. Por ejemplo, los elementos comunes
que se encuentran en las aulas se pueden introducir en
los entornos de capacitación (por ejemplo, materiales
curriculares particulares) para facilitar la transición de
regreso a las aulas. Una tercera técnica a menudo se
denomina modificación secuencial o capacitación
secuencial en cada contexto relevante.
Cuando ocurre una generalización mínima de la respuesta
comunicativa en otros entornos, el entrenamiento debe
introducirse secuencialmente en cada entorno para producir
reducciones generalizadas en el comportamiento
problemático.
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Aunque es más desafiante en términos de tiempo y
esfuerzo, esta técnica es claramente necesaria cuando han
fallado otros intentos de promover la generalización.
No hay duda de que los cuidadores pueden
capacitarse con éxito para implementar FCT.
Varios estudios han evaluado los efectos de la FCT
implementada por maestros de escuela y miembros del
personal con una participación mínima de médicos
capacitados (p. ej., Durand & Kishi, 1987; Northup et al.,
1994).
Sin embargo, existe una falta de consenso sobre la mejor
manera de capacitar a estas personas. Los procedimientos
comunes de capacitación del personal (p. ej., el uso de
modelos, guiones, juegos de roles, cintas de video y
retroalimentación) se han informado anecdóticamente a lo
largo de la literatura, pero no han sido el foco de una
evaluación formal.
En resumen, recomendamos que FCT sea iniciado
por un profesional bien capacitado en un entorno que
minimice las fuentes de refuerzo en competencia y
maximice la seguridad del terapeuta, el consumidor y la
propiedad personal. Se deben incorporar estrategias para
promover la generalización a entornos y cuidadores
importantes, y se debe evaluar la generalización para
asegurar que ocurra. En algunos casos, puede ser
necesaria la capacitación directa en estos entornos
importantes. Los cuidadores deben estar capacitados para
implementar FCT; sin embargo, aún no se ha descrito la
forma ideal de organizar esta capacitación.
¿Cómo se debe enseñar la
respuesta comunicativa?
Hay dos consideraciones para enseñar la respuesta
comunicativa. En primer lugar, ¿se organizarán las pruebas
de enseñanza a través de situaciones artificiales o los
terapeutas esperarán las oportunidades que surjan de
forma natural? En segundo lugar, ¿cómo se incitará la
respuesta comunicativa y cómo se desvanecerá esta
incitación? La siguiente sección abordará cada consideración
individualmente.
Considere el uso de operaciones de establecimiento
artificiales versus naturales. La distinción entre operaciones
de establecimiento artificiales y naturales depende de si un
entrenador espera a que el reforzador de mantenimiento
se vuelva valioso o establece específicamente condiciones
que aumentarán el valor del reforzador. Por ejemplo, un
entrenador podría incorporar pruebas de FCT durante las
rutinas de autocuidado de la mañana para personas cuyo
comportamiento problemático se mantiene al escapar de
estos
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rutinas o podría incitar repetidamente a un individuo a
participar en tareas de cuidado personal durante sesiones
de entrenamiento artificiales. Realizar el entrenamiento
durante las rutinas naturales promoverá la generalización
a estas condiciones. Sin embargo, este enfoque de
“operación de establecimiento natural únicamente” por sí
solo probablemente resulte en una adquisición relativamente
más lenta de la respuesta objetivo debido a menos
oportunidades de aprendizaje y puede ser peligroso para
problemas de conducta graves.
Idear oportunidades de enseñanza puede acelerar el
aprendizaje al organizar múltiples oportunidades para
impulsar y reforzar la respuesta comunicativa, las cuales
pueden organizarse repetidamente para que ocurran en
condiciones presumiblemente más seguras. Sin embargo,
este enfoque de “solo operación de establecimiento
artificial” de forma aislada puede requerir capacitación
adicional para promover la generalización a condiciones
más típicas (Moes & Frea, 2002).
Considere las tácticas de incitar y atenuar las
incitaciones para promover la respuesta comunicativa.
En la bibliografía sobre FCT se han descrito varias técnicas
de indicación y desvanecimiento inmediato. En un sentido
general, estas técnicas de incitación pueden describirse
como secuencias de incitación de menor a mayor y de
mayor a menor. Shirley, Iwata, Kahng, Mazaleski y Lerman
(1997) describieron una versión de la técnica de incitación
de menos a más, quienes comenzaron cada prueba de
enseñanza estableciendo la operación de establecimiento
relevante (p. ej., eliminando el acceso a un elemento
preferido) y proporcionando una oportunidad para que
ocurra la respuesta comunicativa (por ejemplo, esperar 5
s).
Este retraso de 5 s fue seguido por un aviso verbal o físico
(es decir, guiar físicamente las manos del participante para
completar la señal del objetivo), después de lo cual se
entregó el refuerzo en forma de breve acceso al elemento
preferido. Luego, la indicación física se retrasó aún más
para eliminar la dependencia del participante de la
indicación (es decir, la respuesta finalmente se produjo
cuando se eliminó el elemento objetivo). El objetivo de este
procedimiento es transferir el control de la indicación del
maestro al evento evocador (p. ej., un juguete o la atención
que se retira) a través de demoras progresivamente
crecientes entre la presentación del evento evocador y la
indicación.
Fisher et al. describieron una versión de la técnica de
indicación de mayor a menor. (1993) en lo que se denominó
procedimiento de encadenamiento hacia atrás sin errores.
Un terapeuta incitaba físicamente al consumidor a
involucrarse en la respuesta comunicativa objetivo
inmediatamente después de la eliminación del reforzador
(es decir, cuando la operación de establecimiento relevante
estaba en su lugar). Luego de intentos sucesivos, la
indicación física se desvaneció gradualmente al eliminar la
intensidad de la indicación hasta que el individuo respondiera
de forma independiente. Carr y Durand (1985) describieron
un enfoque similar para incitar respuestas vocales
proporcionando inicialmente la instrucción vocal, "Di, 'Por
favor'" y reduciendo gradualmente el volumen de la
instrucción (es decir, susurrando progresivamente la
instrucción). El objetivo de las estrategias de indicación de
mayor a menor también es transferir el control de la
indicación del maestro al evento evocador, pero esto ocurre
a través de la eliminación gradual de la indicación en
oposición al retraso de tiempo inherente en el procedimiento
de menor a mayor. utilizado por Shirley et al. (1997).
Aunque no ha habido ningún análisis comparativo de
estas técnicas de impulso en el contexto de FCT, hay
algunas ventajas distintas para cada uno que se pueden
considerar. El procedimiento de menor a mayor permite
que ocurran problemas de comportamiento durante las
etapas iniciales del entrenamiento, creando experiencias
breves con la extinción que pueden ser útiles para disminuir
futuras ocurrencias de problemas de comportamiento. Sin
embargo, pueden desarrollarse cadenas de respuestas
indeseables que involucran la conducta problemática y la
respuesta comunicativa si episodios de conducta
problemática preceden consistentemente a una respuesta
comunicativa impulsada y reforzada.
Hay muchas menos posibilidades de que se produzca un
encadenamiento de respuestas indeseables con el
procedimiento de mayor a menor (p. ej., Fisher et al., 1993)
que asegura la emisión de la respuesta comunicativa tan
pronto como se experimenta el evento evocador. Sin
embargo, rara vez se experimenta la extinción del
comportamiento problemático, por lo que los problemas
pueden surgir incluso después de un entrenamiento exitoso
en comunicación.
¿Cómo debe seleccionar las consecuencias para el
comportamiento problemático?
Al implementar FCT, se pueden organizar tres clases
genéricas de consecuencias para el comportamiento
problemático: refuerzo, extinción y castigo.
Considere el refuerzo continuo del comportamiento
problemático. El comportamiento problemático puede
FCT REVISIÓN 19
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necesitan ser reforzados durante FCT cuando hay
poco control sobre el reforzador (p. ej., la atención
de los compañeros en un salón de clases), o cuando
retener el reforzador puede ser peligroso (p. ej., un
adulto grande que se involucra en una agresión
severa o se autolesiona). La eficacia de este enfoque
de tratamiento se basa en la respuesta comunicativa
que compite con el comportamiento problemático.
Un número limitado de casos informados ha
demostrado que la FCT es eficaz en ausencia de
extinción y sugiere que una mayor duración del
reforzamiento (Peck et al., 1996; Peterson et al.,
2005), un reforzamiento más inmediato o de mayor
calidad (Horner & Day, 1991), y se debe asignar una
mayor tasa de reforzamiento (Kelley, Lerman, & Van
Camp et al., 2002; Worsdell et al., 2000) a la
respuesta comunicativa si se continúa reforzando la
conducta problemática.
Considere la posibilidad de extinción para el comportamiento problemático.
FCT sin extinción con frecuencia no logrará
reducciones suficientes en el comportamiento
problemático (Fisher et al., 1993; Hagopian et al.,
1998; Shirley et al., 1997; Wacker et al., 1990;
Worsdell et al., 2000) .
Quizás el estudio más definitivo sobre la importancia
relativa de organizar la extinción de los problemas
de conducta fue el realizado por Hagopian et al.
(1998) en un resumen de 27 aplicaciones de FCT
implementadas en una unidad de hospitalización
especializada en el tratamiento de trastornos graves
del comportamiento. FCT sin extinción se aplicó
como tratamiento en 11 de estas aplicaciones y no
fue eficaz para reducir el comportamiento
problemático por debajo del 90 % de los niveles de
referencia en un solo caso. FCT con extinción se
implementó durante 25 aplicaciones y resultó en al
menos 90% o más reducciones en el comportamiento
problemático en 11 casos. Con base en estos
resultados y los de estudios adicionales,
recomendamos implementar la extinción para el
comportamiento problemático como punto de partida
para FCT cuando sea posible.
Considere el castigo del comportamiento
problemático. Aunque FCT con extinción ha
demostrado ser eficaz para una variedad de
trastornos del comportamiento, varias evaluaciones
rigurosas de componentes han demostrado que este
tratamiento puede no ser eficaz para todos los
individuos (p. ej., Fisher et al., 1993; Hagopian et
al., 1998; Hanley, Piazza , Fisher y Maglieri, 2005;
Wacker et al., 1990). Estos mismos estudios
mostraron que agregar una consecuencia de castigo
por problemas de conducta
REVISIÓN DE 20 FCT
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mejoró la eficacia de FCT con la extinción. Aunque
el uso terapéutico del castigo plantea cuestiones
éticas, las investigaciones indican que las
contingencias del castigo suelen ser eficaces y, a
veces, necesarias para reducir de forma sostenida
los problemas graves de conducta. Por ejemplo, en
Hagopian et al., después de que FCT con extinción
no fuera efectivo para reducir el comportamiento
problemático en 14 de 25 aplicaciones informadas,
la adición de una contingencia de castigo (p. ej.,
tiempo fuera en la habitación, restricción manual
breve) resultó en una reducción del 90 % en los 14
casos. Por lo tanto, debe esperarse que en algunos
casos se necesite un castigo para un tratamiento
exitoso. Los aspectos aversivos de las situaciones
que implican castigo pueden minimizarse si se sigue
reforzando la respuesta comunicativa, identificando
claramente las conductas que provocan el castigo y
entregando el castigo en un horario fiable (Hanley et
al., 2005; Lerman & Vorndran, 2002).
Con base en la evidencia disponible,
recomendamos organizar la extinción del
comportamiento problemático durante el inicio de FCT. entre la respuesta comunicativa y el refuerzo se
Para los casos en los que la extinción no se puede
implementar o es ineficaz, se deben ajustar los
parámetros de refuerzo para favorecer la respuesta
comunicativa y se debe disponer el castigo para el
comportamiento problemático. La selección de
castigos debe basarse en una evaluación directa
que indique su posible efectividad.
¿Cómo se debe diluir el refuerzo para la respuesta
comunicativa?
Se ha utilizado un programa de refuerzo
continuo (CRF) durante la enseñanza inicial de la
respuesta comunicativa (es decir, cada respuesta
resultó en un refuerzo) en todos los estudios de
FCT; por lo tanto, recomendamos encarecidamente
que la respuesta comunicativa se refuerce
inicialmente en un cronograma CRF. Sin embargo,
los cuidadores a menudo tienen múltiples
responsabilidades (p. ej., cocinar, cuidar a otros
niños) que les impiden reforzar cada caso de
comportamiento comunicativo. Es decir, es probable
que el refuerzo de la respuesta comunicativa se
entregue de forma intermitente, después de retrasos
considerables, o ambas cosas en condiciones
naturales. Cuando el cronograma para la respuesta
comunicativa se cambia abruptamente de un
cronograma CRF
en el entrenamiento con un programa intermitente o
retrasado en condiciones naturales, es probable que
la respuesta se extinga, preparando el escenario
para el resurgimiento del comportamiento
problemático (p. ej., Fisher et al., 1993; Hanley, Iwata
y Thompson, 2001).
Por lo tanto, se han desarrollado procedimientos
para reducir sistemáticamente los cronogramas de
CRF a cronogramas más manejables que mantengan
las ganancias del tratamiento. Las siguientes
secciones describen estos adelgazamientos de refuerzo.
Considere introducir un retraso de tiempo entre
la respuesta comunicativa y el refuerzo. Una técnica
de adelgazamiento del refuerzo consiste en introducir
un retraso de tiempo entre la respuesta comunicativa
y la entrega del reforzador. Siguiendo a FCT para 1
participante, Fisher, Thompson, Hagopian, Bowman
y Krug (2000) introdujeron un retraso de 1 s para el
refuerzo de la respuesta comunicativa y extendieron
gradualmente este retraso hasta 30 s. Este enfoque
es el procedimiento de adelgazamiento de refuerzo
informado con mayor frecuencia (ver, por ejemplo,
Hagopian et al., 1998); sin embargo, su eficacia se
ve comprometida con retrasos más prolongados
entre la respuesta y su reforzador. La contingencia
debilita a medida que aumenta el tiempo entre la
respuesta comunicativa y la entrega del refuerzo, lo
que hace probable la reanudación de la conducta
problemática (Fisher et al., 2000; Hanley et al., 2001).
Este efecto de debilitamiento de contingencia de la
demora puede minimizarse, pero no eliminarse, al
incluir una señal destacada durante la demora de
que se acerca el refuerzo (ver Vollmer, Borrero, Lalli
y Daniel, 1999, para un ejemplo).
Lalli, Casey y Kates (1995) describieron un
procedimiento alternativo de demora que mantenía
la contigüidad temporal entre la respuesta de
comunicación y el reforzador. Lali et al. primero
enseñó a su participante a solicitar verbalmente un
descanso de una tarea de 16 pasos entregando el
descanso después de cada solicitud. Posteriormente,
se le pidió al participante que completara más y más
pasos de la tarea antes de que se aceptara una
solicitud. En este sentido, el reforzador se retrasó
para las respuestas que ocurrieron antes de que se
cumplieran los requisitos de la tarea, pero el
descanso siguió inmediatamente a cualquier solicitud
que ocurriera tan pronto como se completara el
requisito del trabajo.
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Considere establecer un control de estímulo de
la respuesta comunicativa. Después de mostrar que
el reforzamiento tardío resultó en la extinción de la
respuesta comunicativa y la reanudación del
comportamiento problemático, Hanley et al. (2001)
describieron un procedimiento que consistía en
enseñar al individuo a identificar cuándo el refuerzo
no estaría disponible para la respuesta comunicativa.
Los experimentadores alternaron entre períodos de
refuerzo y extinción para las respuestas
comunicativas, y cada período se correlacionó con
un estímulo discriminativo distinto (una tarjeta roja
visible durante los períodos de refuerzo y una tarjeta
blanca visible durante los períodos de extinción).
Este procedimiento de control de estímulos fue muy
efectivo cuando el refuerzo de la respuesta
comunicativa solo estuvo disponible durante el 20%
del tiempo. Este procedimiento tiene la ventaja de
mantener una fuerte contingencia entre la respuesta
comunicativa recién adquirida y el reforzador al
mismo tiempo que permite a los cuidadores un
“descanso” durante los períodos de extinción.
Sea consciente de la reaparición de problemas
de conducta. Se debe esperar que ocurra un
comportamiento problemático durante el proceso de
adelgazamiento del refuerzo, independientemente
de la estrategia utilizada. La exposición continua a
la extinción puede ser suficiente para reducir el
comportamiento problemático; sin embargo, pueden
ser necesarios componentes de tratamiento
adicionales. Una opción es proporcionar elementos
preferidos durante los intervalos de retraso o los
períodos de extinción para competir con la aparición de problemas de conducta.
Por ejemplo, Fisher, Kuhn y Thompson (1998)
enseñaron a un participante a solicitar los materiales
preferidos durante los períodos en los que el
reforzador funcional (atención) no estaba disponible.
Otra opción, a considerar si los estímulos preferidos
no compiten efectivamente con el reforzador de la
conducta problemática, es incluir el castigo de la
conducta problemática durante los períodos de
extinción.
En conclusión, enseñar a los consumidores a
escapar apropiadamente de una tarea aversiva ya
solicitar materiales o atención son pasos tempranos
apropiados en el proceso de tratamiento; sin
embargo, terminar el tratamiento en esta fase
resultará en cuidadores extremadamente
insatisfechos. Aunque los padres pueden estar
contentos de que sus hijos ya no tengan conductas
problemáticas, no estarán satisfechos si sus hijos
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evitar eficazmente actividades importantes (p. ej.,
higiene personal o actividades académicas).
Enseñar a los consumidores a tolerar períodos sin
refuerzo y completar actividades inicialmente
aversivas debe seguir al FCT inicial reduciendo el
programa de refuerzo. Es probable que las exigencias
prácticas que dificultan la implementación de FCT
con integridad se aborden mejor mediante la
incorporación de múltiples tácticas de adelgazamiento
en los programas de FCT.
Disponer de controles de estímulo apropiados (es
decir, retrasos señalados para el reforzamiento y
períodos señalados de extinción) y hacer que los
reforzadores alternativos estén disponibles durante
los períodos de retraso o extinción tienen más
probabilidades de mantener la fuerza de la respuesta
comunicativa a lo largo del tiempo (Fisher, Thompson,
Hagopian, Bowman, & Krug, 2000). En el caso de la
conducta problemática mantenida por escape,
recomendamos el enfoque descrito por Lalli et al.
(1995) debido a los posibles efectos de debilitamiento
de contingencia del procedimiento de demora.
Resumen
Los últimos 20 años o más de investigación
han proporcionado una base empírica para tomar
decisiones durante la implementación de FCT como
tratamiento para problemas graves de conducta. Las
historias importantes de las personas atendidas y los
contextos en los que los analistas de conducta los
atienden dictarán algunos aspectos del proceso de
tratamiento de FCT, pero hemos ofrecido pautas
basadas en evidencia para tomar decisiones en cada
etapa del proceso de FCT. Estos se resumen en la
Tabla 1. Esperamos que estas pautas permitan que
los analistas de conducta encargados de mejorar las
condiciones de las personas que se involucran en
conductas problemáticas graves y sus cuidadores
apliquen intervenciones basadas en funciones más
efectivas. Además, estas pautas pueden ser útiles
para la implementación proactiva del entrenamiento
en comunicación funcional con personas en riesgo
de desarrollar un comportamiento problemático grave
(consulte Hanley, Heal, Tiger e Ingvarsson, 2007 y
Keen, Sigafoos y Woodyatt, 2001, para obtener
ejemplos). .
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Tabla 1: Pautas de mejores prácticas para realizar FCT
1) Realizar un análisis funcional para identificar el reforzador que mantiene la conducta
problemática.
2) Seleccione una respuesta comunicativa que sea reconocible y pueda adquirirse
rápidamente.
3) Identificar a una persona capacitada para iniciar FCT en un lugar seguro y controlado.
ambiente.
4) Organice múltiples oportunidades para impulsar y reforzar la comunicación.
respuesta para promover la adquisición rápida.
5) Enseñar la respuesta comunicativa utilizando procedimientos de indicación de mayor a menor
o de menor a mayor, y reforzar cada instancia de la respuesta.
6) Retener el refuerzo para el comportamiento problemático y, cuando sea necesario,
disponer castigos para el comportamiento problemático.
Una vez que los comportamientos problemáticos se reducen en situaciones controladas

Hanley, GP, Plaza, CC, Fisher, W.
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entrega del reforzador o enseñando al cliente a reconocer situaciones o momentos en los
que el refuerzo no está disponible para la respuesta.
2) Implementar estrategias para promover la generalización mediante la incorporación de múltiples
capacitadores o escenarios en el entrenamiento, incluyendo estímulos de los escenarios de
generalización, y realizando el entrenamiento en todos los contextos relevantes.
3) Enseñar a los cuidadores a responder al comportamiento comunicativo y problemático.
4) Disponer situaciones de aprendizaje en el medio natural.
5) Aumentar la complejidad de la respuesta comunicativa a lo largo del tiempo.
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Nota del autor
Partes de este manuscrito se completaron
en cumplimiento parcial de los requisitos de
la Universidad de Kansas para el doctorado
del primer autor.
Dirija la correspondencia a Jeffrey H. Tiger,
Department of Psychology, 218 Audubon
Hall, Louisiana State University, Baton
Rouge, LA 70803 (correo electrónico: jtiger@lsu.edu).

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