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Resumen - Tratado elemental de Derecho Comercial / Georges Ripert (1954)

Betsy Y. Almonte G. / 10142256

Derecho del Consumo


DER DER451-201 LEC (1090)

Prof. Ariel Elías Jaquez Núñez

Santo Domingo, RD
Mayo, 2023
Es esencial iniciar el escrito diciendo que entendiendo la connotación del derecho como ciencia,
entorno a lo que se refiere en ser lo que regula las relaciones entre particulares, pues el derecho
comercial partiendo de esa premisa, es aquel que se encarga de regular las relaciones entre
comerciantes, y consumidores, y sin descartar, a aquellos que realizan actividades de comercio,
dígase regula las acciones en tanto a la naturaleza de quien acciona, y por la naturaleza del acto, por
lo que, a penar que su normativa y reglamentación sea del derecho público, da prevalecía a su
individualidad y particularidad dentro del derecho privado, denominándose una rama de este último.

Es en ese sentido que, la importancia de conocer la determinación de su auge, porque aunque en


múltiples ocasiones, juristas de países como Francia, y en ciudades como Roma, quieran unificar las
acciones a través del derecho civil, no lo hace dependiente de este, dígase que, ambos pertenecen al
derecho privado, y en un principio legislativo, o más bien, positivo, este era parte del código civil, de
donde se comprende que ha nacido, ahora bien, entorno al concepto de comercio, y partiendo del
uso que le han dado los particulares en sociedad a las actividades que comerciales, que han hecho
que esto sea una rama aparte del derecho debido a la importancia de la individualidad de sus
funciones.

En términos de industria y comercio, el derecho comercial los abarca a ambos porque en términos
jurídicos, quien ejerce las industrialización, suele en su mayoría de actividades ser un comerciante, y
ya el comercio por vía de consecuencia de su significado y concepto entra dentro de las regulaciones
de a codificación del código de comercio. Abriendo una falso paréntesis, para marcar un diferencia
del derecho privado con el derecho civil y el comercial, vale la pena recalcar que estos no son las
únicas ramas que los compone, porque sabemos que el derecho comercial son el conjunto de reglas
excepcionales que se establecen entorno al interés del comercio, y el derecho civil solo es el derecho
común, sin ser superior a las materias especiales que manejan sus respectivas materia y las
actividades que se regulan por medio a sus regulaciones especiales.

Es decir, entrando de lleno en el derecho comercial, se debe de presentar su desarrollo y crecimiento


para poder entender lo que es el derecho comercial hoy en día, el porqué de muchas regulaciones y
del porque aun se dice que le falta crecer, es por eso que, los escritores jurídicos e historiadores
doctrinales dividen el avance de este derecho entre las épocas que en si misma marcaron el
desarrollo del derecho como ciencia, y se toman de la mano con lo ante mencionado, con la relación
entre la industria y el comercio, ya que entorno a la evolución del último, se presenta que previo al
dinamismo de la época moderna, se entendía que el comercio no se centraba más allá que las bienes
raíces, por lo que la cantidad de comerciantes existentes en ese momento, eran pocas, ahora bien,
en el momento en que se determino que la industria y el comercio tenían más en común en términos
comerciales, pues se unifico entorno al fin de sus actividades, lo que hizo que aumentaran la cantidad
de personas que funjan en el ejercicio de ser industriales o comerciantes.

En principios de la evolución del derecho comercial, conociendo que las cantidades de personas que
ejercían este derecho eran pocas, por lo que, con la intensidad de la actividad económica, en Francia
se llego a ocupar el primer lugar en porción de personas activas siendo comerciantes, en Roma más
de tres millones de personas, siendo comparativamente a 1937 la octava parte de la población activa
en ese entonces, y en Inglaterra la quinta parte.

Georges Ripert, Tratado Elemental de Derecho Comercial. (Buenos Aires: Tipográfica Editorial Argentina, 1954),
Traducción de Felipe de Solá Cañizare de librairie générale de droit de jurisprudence (paris) págs.1 - 31 .
Entonces, dentro de la definición y el desarrollo de este escrito, se ha dado a entender que regula las
relaciones entre personas físicas, pero vale destacar en esta parte que también regula las sociedades,
y en todo caso aquellas dotadas de personalidad moral, ya que, las sociedades civiles son mas
extrañas que las asociaciones comerciales, definiéndose las asociaciones como poderosas, por su
duración y su riqueza, que el de las personas físicas y que su alcance es, en esencia, puramente con
negocios.

Independientemente de las naturalezas que se consideran como actividad comercial, o quienes son
comerciantes, debe de comprenderse que no todas las personas tienen calidad de comerciantes, por
ejemplo, los grandes CEO de empresas y sociedades, o quienes aportan capital, o agricultores, aun
tengan interés directo sobre asuntos comerciales, no se consideran como tal. En un régimen
capitalista, como el actual, se ve la necesidad de reglamentar el comercio, y controlar las trabas que
se podían interponer por el legislador sin mediar, y que de cierto modo significaban un retroceso en
el derecho comercial.

Tratándose de reglas de excepción, se entiende que la esfera de acción de este derecho debe estar
determinada con antelación, para que consecuentemente, con la legislación que se le imponga, se
establezca especialmente sobre el tema, o materia que realmente se quería trabajar, y sin salirse de
los limites que realmente se determina del ejercicio de ese derecho. Si se toman en consideración los
sujetos de derecho se aplicará el derecho comercial únicamente a las personas que tienen calidad
comerciante, considerándose esta la calidad subjetiva y en contrario, si se toman en consideración
los actos jurídicos será necesario referirse a los actos que son necesarios para a vida comercial, siendo
esto denominado la concepción objetiva. En principio estas dos concepciones se supone no deberían
ir a la par, si no que se debería seleccionar una, pero dependiendo la codificación y como el legislador
lo plantee se puede dar ambas percepciones, porque, en sentido ideal de los juristas, la concepción
subjetiva en si sola, consta de aquellas reglamentaciones y principios jurídicos que se establece ante
las corporaciones de comerciantes, es decir, profesionales de la materia, anotados y registrados como
tal, comerciantes, que ejerzan en su práctica y teoría el comercio como profesionales del mismo. La
concepción objetiva, en contrario, es aquella que figura su conceptos entorno a los actos de comercio,
que no depende de la naturaleza del autor, si no mas bien, de la naturaleza del acto, de la actividad
comercial, en este caso, a la que va dirigida.

Ahora bien, aun que se considera ideal es que se elija una de las concepciones, pero a nivel positivo,
o de código, los legisladores no se decidieron por ninguna en específico, y desarrollaron las
alternativas de regulación frente ambas actividades, sea o no sea profesional del comercio y siempre
que realice la determinada actuación de comerciante por medio a sus actos y acciones. Aunque, cabe
destacar que el código, ya hablando en materia jurídica como base reguladora de este derecho, que
no se trabaja ante las relaciones sobre comerciantes y actividades de comercio, sino que también
regula la competencia excepcional, como la calidad de su regla, sobre los tribunales que les compete
conocerla, también reconoce las limitaciones que se establecen para el control de las acciones, y sea
beneficio también para el servicio privado que se da por las relaciones, y para la parte publica que se
be beneficiada por esta, sin que se abuse de la adquisición por ninguna de las partes.

Georges Ripert, Tratado Elemental de Derecho Comercial. (Buenos Aires: Tipográfica Editorial Argentina, 1954),
Traducción de Felipe de Solá Cañizare de librairie générale de droit de jurisprudence (paris) págs.1 - 31 .
Para que una persona sea reconocida como comerciante, deberá ejercer, como oficio habitual, las
actividades de comercio, y deberán, ante lo que el propio código dice, reconocer ante cualquier
conflicto, que el tribunal competente, de la jurisdicción comercial que se determine, según en donde
suceda la discusión, deberá ser presentada frente al tribunal de materia comercial, esto, porque el
código a través de esto marca la individualidad de este derecho, y hace recalcar la importante de
esta profesión, sin igualar a las profesiones que en materia civil se pudiesen dar, ya que, los
legisladores no se basaron tanto en lo que era el derecho hoy, sino más bien, en lo que era el comercio
en si mismo, porque, la codificación de este derecho depende del uso que se le dé, no del avance del
derecho como ciencia, por lo que la determinación de las normas consideradas están en su correcto
lugar, y regulando con actualidad las acciones de quienes las cometan.

Pero, históricamente, si se necesitaba que naciera un derecho único en esta materia, y así esta materia
especializada pueda ser trabajada de manera especial frente a sus actos, los cuales, ante su naturaleza,
se les aplican las reglas de los actos, en cuanto a su forma y en tanto a su fondo el propio código
específica que contenido es valido en tanto a los distintos comercios que se quieran realizar, es decir,
lo que el código especifique que se deba considerar como comercio, lo que, en tanto a las tesis de las
concepciones se refiere, el autor dice, que por esta acápite de la naturaleza del acto, la concepción
objetiva, no pertenecería a un primer plano, porque, sea o no un comerciante quien lo emita, deberá
identificarse y determinarse la calidad del autor, para así verificar cual es la actividad jurídica que se
deberá regular.

Georges Ripert, Tratado Elemental de Derecho Comercial. (Buenos Aires: Tipográfica Editorial Argentina, 1954),
Traducción de Felipe de Solá Cañizare de librairie générale de droit de jurisprudence (paris) págs.1 - 31 .

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