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DERECHO COMERCIAL I

Unidad 4
DERECHO COMERCIAL I – UNIDAD 4

Introducción
En esta unidad se abordará sobre los criterios de comercialidad, así como de los actos
de comercio, sus objetivos, clasificarlos. Al mismo tiempo, se estudiarán los conceptos
relacionados a la empresa, temas importantes para el desarrollo de la economía, siendo
el motor de la misma, enfocados desde un punto de vista jurídico y económico.

Objetivo
General
• Conocer la Clasificación de los Actos de Comercio.

Específicos
• Clasificar los actos de comercio.
• Conceptualizar Empresa y Empresario.
• Valorar la empresa desde el punto de vista jurídico.

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UNIDAD IV
F

4.1. Criterios de comercialidad en el antiguo derecho y en el


derecho comparado
En el antiguo derecho, la regulación y aplicación de este derecho se circunscribe
exclusivamente a los comerciantes, en razón del carácter profesional de esta actividad.
No olvidemos que los primeros estatutos de los comerciantes, surgieron de las
corporaciones y las primeras normas surgieron como una sistematización de las
prácticas y costumbres comerciales.

De Allí, que los comerciantes inscriptos eran sujetos de la jurisdicción mercantil y el acto
de comercio era realizado solo por el comerciante en el ejercicio del comercio. Los
demás actos se regían por el derecho común.
Ya habíamos señalados que los litigios de los comerciantes se sometían a la jurisdicción
de los Cónsules y el derecho aplicable se basa en los usos y costumbres legislado en
disposiciones aisladas Leyes rodias" (de la isla de Rodas), que apareció
aproximadamente a 400 años antes de Cristo, pero más adelante, a partir del año 1063,
esas costumbristas se incorporaron en el denominado Libro del Consulado del Mar.
(Torres et al.,2018).

4.2. La formación de un derecho profesional en los sistemas


unitarios

EN LOS SISTEMAS UNITARIOS


Atendiendo a que ningún sistema legislativo es puro, las soluciones jurídicas,
parafraseando al recordado Prof. Silva Alonso, no son químicamente puras; entonces,
aun en el sistema que trata de determinar objetivamente los actos de comercio como la
introducida por el Código de Napoleón, donde los actos de comercio serán caracterizado
por voluntad del legislador, sin embargo, en el tratamiento de algunos aspecto del
derecho comercial no podrá divorciarse de la calidad profesional del comerciante, pues,
para los comerciantes, existen leyes, derechos, obligaciones cargas, como: la
inscripción en los Registros Públicos de Comercio, tenedurías de libros, contabilidad
legal, conservación de documentos, obligaciones tributarias, etc., empero, a estas
obligaciones no están sujetas aquellas personas que no ejercen el comercio en forma
profesional.
Estas son las razones, por la que indefectiblemente deberá ser considerada en todas
las legislaciones, el aspecto profesional del comerciante, y que finalmente da la idea del
retorno hacia un derecho profesional, pero no hay que olvidar que sólo en ciertos
aspectos, pues, el comercio en sí en nuestros días se realiza en salones virtuales,
mediante ofertas virtuales, adquisición mediante compraventa virtual, o contrataciones
virtuales.
Todas estas circunstancias tornan al derecho comercial, con un contenido más limitado
y solo en su aspecto esencialmente profesional se rige por el Estatuto del comerciante.
(Torres et al.,2018).

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4.3. Las manifestaciones del concepto subjetivo


Estas manifestaciones se dan en diversas legislaciones donde se considera el carácter
profesional del comerciante, regulándose en forma especial las actividades mercantiles,
en nuestro país la Ley 1034 del Comerciante, regula la actividad profesional del
Comerciante estableciendo sus derechos y obligaciones.
En este sistema la comercialidad del acto depende del ejercicio profesional del comercio
y su vinculación con una empresa comercial, que constituye una organización material.
Cabe destacar que, en este caso, se considera al sujeto comerciante a fin de calificar la
existencia del acto de comercio y la ley crea una presunción de que actos de los
comerciantes realizados en su calidad de tales, se presumen actos de comercio, salvo
prueba de contrario.
Se debe aclarar que con la unificación de las obligaciones civiles y comerciales y de las
jurisdicciones esta discusión carece de relevancia (Torres et al.,2018).

4.4. Acto aislado de comercio y acto de comercio profesional


En la actualidad abundan en cantidad sideral los actos de comercios realizados
aisladamente por las personas, son actos que consisten en contrataciones comerciales
o compraventas comerciales que realizan los consumidores finales, que por expresa
disposición de la ley son considerados actos de comercio. En nuestro país los actos
regulados por el Art. 71 de la Ley del Comerciante, hoy día lejos del formalismo
tradicional, un comprador negocia en la página Web del oferente, concluye una
compraventa y posteriormente vuelve a negociar, sin ser comerciante.
El Art. 5 de la Ley del Comerciante establece: "Los que realicen accidentalmente actos
de comercio no son considerados comerciantes. Quedan, sin embargo, sujetos en
cuanto a las consecuencias de dichos actos, a la legislación comercial". (Torres et
al.,2018).
4.5. El concepto objetivo
Empero, el Comerciante profesional es el que ejerce habitualmente la profesión del
comercio, que crea una organización para su ejercicio profesional, y está sometido a las
regulaciones de la Ley 1034 en cuanto a las obligaciones, los derechos, la competencia
comercial y las transferencias de los establecimientos mercantiles. (Torres et al.,2018).

4.6. Intento de determinar y definir el acto de comercio


No resulta fácil determinar y definir el acto de comercio, como una categoría distinta de
los actos jurídicos en general y especialmente de los contratos, que constituye
jurídicamente el instrumento de las transacciones comerciales, aun considerando que
otros actos no representa técnicamente compraventa, pero que por la Ley son actos de
comercio como los reconocidos en el Art. 71 de la ley del Comerciante, por lo que más
propiamente se podrá llamar actos jurídicos de carácter comercial.
Guiados por un criterio preponderantemente económico, algunos maestros (Vicens en
Francia y Obarrio en Argentina) sostienen que la especulación es el rasgo distintivo del
acto de comercio: está, en última instancia sería una operación que se compra para
revender con propósito de lucrar con la reventa. Esta teoría reduce los límites propios
del concepto y ello es notorio- muchos son los actos comerciales en los que no se
manifiestan propósito de especulación o de lucro, Ej.: transporte, letras de cambio, etc.
La circulación, como rasgo distintivo del acto comercial, señalada por Thaller, tampoco
puede ser aceptada. Peca de imprecisa e incompleta, pues no toda circulación es
comercial. (Torres et al.,2018).

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4.7. La teoría de Rocco


Según Torres et al. (2018) el jurista Italiano, pretende explicar los actos de comercio
como intercambio de bienes y servicios, en procura de algún lucro, que ha desarrollado
el Derecho Comercial, se debe aclarar todos estos intercambios han existido desde la
primera época de la humanidad y que dichos intercambios debe realizarse por los
medios establecidos por la ley, para transmitir o modificar derechos, por lo que
esencialmente, el acto de comercio no puede divorciarse de los actos jurídicos en
general, sólo podría categorizarse con algunos principios propios y regulaciones propias
"El esfuerzo dogmático más serio para definir el acto de comercio, fue el realizado por
Rocco.
Sistematizada la materia de comercio dentro de los límites del antiguo Código italiano el
acto de comercio puede definirse, según la concepción de Rocco, como todo acto que
realiza o facilita una interposición en el cambio. En efecto en la compra para revender,
hay un cambio inmediato de mercancía; en las operaciones de banca, cambio mediato
de dinero presente por futuro; en la empresa, cambio mediato de los productos del
trabajo por bienes económicos; en el seguro, cambio de un riesgo individual por una
parte proporcional de un riesgo colectivo..."

La teoría de Rocco tuvo profundas repercusiones y fue sumamente fecunda para el


desarrollo del Derecho Mercantil.
Recientes teorías e investigaciones la han superado, pues, y ello es notorio, el poderoso
caudal del Derecho Mercantil ha rebasado el fenómeno de la interposición como
característica del acto comercial.
Por lo demás, la teoría de Rocco deja de lado a las letras de cambio, y, como lo señala
Garrone, la definición de Rocco adaptó los actos de comercio al concepto, en lugar de
proceder a la inversa como corresponde. Pero sobre todo la idea de buscar un concepto
del acto unitario, choca con la génesis histórica del Derecho Mercantil, el cual, en un
momento determinado, comprendía actividades humanas para ser extendida luego a
otras, por razones de conveniencia y de necesidad social. La determinación del
concepto legal de comercio procede, por tanto, por causas históricas, con criterios
históricos y empíricos de oportunidad, (Goldschmidt).

4.8. Clasificación de los actos de comercio


Siguiendo la interpretación del Prof. Jorge H. Escobar, según la Ley del Comerciante se
puede clasificar en:
a) objetivo;
b) subjetivo; y
c)Accesorio o por conexión.
Los actos de comercio objetivo fijan el legislador, independientemente del sujeto y está
dado por el Art. 71.- Son actos de comercio:
a) Toda adquisición a título oneroso de una cosa mueble e inmueble, de derechos sobre
ella, o de derechos intelectuales, para lucrar con su enajenación, sea en el mismo
estado que se adquirió o después de darle otra forma de mayor o menor valor;
b) La transmisión a que se refiere el inciso anterior;
c) Las operaciones del banco, seguro, empresas financieras, warrants, corretaje o
remate;

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d) Las negociaciones sobre letras de cambio, cheques o cualquier otro documento de


crédito endosable o al portador;
e) La emisión, oferta, suscripción pública, y, en general, las operaciones realizadas en
el mercado de capitales, respecto de títulos -valores y documentos que le sean
equiparados;
f) La actividad para la distribución de bienes y servicios;
g) Las comisiones, mandatos comerciales y depósitos;
h) El transporte de personas o cosas realizado habitualmente;
i) La adquisición o enajenación de un establecimiento mercantil;
j) La construcción, compraventa o fletamento de buques y aeronaves y todo lo relativo
al comercio marítimo, fluvial, lacustre o aéreo;
k) Las operaciones de los representantes, factores y dependientes;
l) Las cartas de crédito, fianzas, prendas y demás accesorios de las operaciones
comerciales; y
m) Los demás actos especialmente legislados. (Torres et al.,2018).
4.8.1. Actos de comercio como intento especulativo del sujeto
Los actos de comercio de carácter subjetivo se establecen por la disposición del Art.72:
"Los actos de los comerciantes realizados en su calidad de tales, se presumen actos de
comercio, salvo prueba de contrario". (Torres et al.,2018).

4.8.2. Acto de comercio en razón de otro que aparece como


principal
Algunos actos que se encuentran subordinados a los actos de comercio, principalmente
para asegurar la realización de dicho acto de comercio, en cuyo caso caería bajo la
órbita del derecho comercial, el ejemplo de lo accesorio sería todo el sistema de garantía
de los créditos, y en la conexión, se destacan el mandato, la comisión, la fianza, el mutuo
el depósito etc. (Torres et al.,2018).

4.9. Actos subjetivos de comercio o conexos con la actividad del


comerciante
4.9.1. Carácter de esta enumeración
Aunque su importancia se relativiza con la unificación de las obligaciones, el debate
sobre si esta enumeración legal podría considerarse limitativa o simplemente
enunciativa. Debe entenderse, que toda enumeración se considerará de carácter
limitativa, si la misma es de carácter excepcional, pero desde el momento, de que: "Los
demás actos especialmente legislados", tal como lo dispone la ley, implica que podrá
aumentarse los actos de comercio en adelante, en consecuencia, no tiene el carácter
limitativo, sino simplemente enunciativo. (Torres et al.,2018).

4.9.2. Actos a los que se refiere el Art.72


Disposición del Art.72: "Los actos de los comerciantes realizados en su calidad de tales,
se presumen actos de comercio, salvo prueba de contrario". (Torres et al.,2018).

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4.9.3. Actos unilateralmente comerciales


Dispone el Art. 73 de la ley del Comerciante: "Si un acto es comercial para una de las
partes, se presume que lo es para las demás". Es decir, crea una presunción de que el
acto que sólo es de carácter comercial para uno, sin embargo, en el momento de
determinar la legislación aplicable se considerará la legislación comercial, es el típico
caso de la venta de un inmueble a una inmobiliaria, que va a destinar a la nueva venta
con fines comerciales.
Se debe aclarar, nuevamente que en la actualidad es relativa dicha importancia por la
unificación en el Código Civil y Comercial, las disposiciones que regulan los contratos y
las obligaciones en general, que no requiere de la elección de una jurisdicción
especializada para entender en un litigio. (Torres et al.,2018).

4.10. La empresa: concepto económico

Existe coincidencia en que la calidad de empresa se da por la organización para


desarrollar una actividad determinada, para llevar a cabo en forma ordenada y una
empresa cultural y una empresa agrícola tendrán finalidades diferentes, sin embargo,
ambas requieren de una organización para llevar adelante las finalidades propuestas,
para la producción de bienes y servicios.

Quizás el primer intento de definir a la empresa de modo completo se debe a Wieland


para quien "la empresa es aportación de fuerzas económicas- capital y trabajo- para la
obtención de una ganancia ilimitada". Y la mercantilidad de la empresa dependerá
según Wieland, de la concurrencia de los siguientes requisitos:
a) soportar en forma constante un riesgo de pérdida, el cual se compensa por la
expectativa- causa determinante de su creación de obtener un beneficio ilimitado;
b) contar con una organización conforme a un plan elaborado por el empresario, y
c) el cálculo racional del resultado económico perseguido, que permite calificar la
mercantilidad de la empresa. Cálculo del que, por un lado, es el exponente máximo de
la presencia de la organización y del plan, y por el otro, se manifiesta en el cálculo
permanente de costos y de precios, como exponente de la racionalización en la
explotación de la empresa"(Torres et al.,2018).

4.10.1. Empresa y empresario


Debe señalarse, que la denominación de empresa fácilmente se confunde con las
entidades jurídicas que las han creado, o con las personas humanas que son sus
propietarias. La empresa no es en sí un sujeto de derecho, sujeto de derecho es el
individuo o la persona jurídica titular, que asume los riesgos de su explotación. No
obstante, se utiliza el término empresa (la mayoría de las veces erróneamente), como
expresión abreviada, cada vez que se menciona los contratos celebrados por una
empresa, dando por sobreentendido que quien contrata es el sujeto titular de ella, sin
embargo, el titular del derecho puede ser una sociedad anónima o cualquier otra entidad
jurídica o bien una persona humana. (Torres et al.,2018).

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Figura 1.acercamiento a un joven empresario que realiza una pasantía. https://www.freepik.es

Según Torres et al (2018) Con respecto a qué se entiende por empresa, no existe
uniformidad de conceptos. Según Fontanarrosa: "Empresa es una organización
sistemática de actividades y de medios, apta para determinar una serie notable de
relaciones jurídicas, y que tiene por objeto suministrar a otras utilidades de naturaleza
variada; en el cual el empresario, asumiendo todo riesgo sobre sí, sustituye y elimina
con su propio riesgo, el que traería consigo la ordinaria creación o la directa
consecuencia de dichas utilidades.

Hablar de empresa nos conduce al empresario, pues, normalmente se confunde a la


persona física o jurídica con la empresa. El imperio, realiza en nombre propio y por
medio de la empresa una actividad económica que le es jurídicamente imputable. Desde
el punto de vista jurídico el empresario es el sujeto activo y pasivo de las relaciones
jurídicas que nacen de esta actividad. Para atribuir a un sujeto la condición de
empresario mercantil es necesaria la existencia de una actividad organizada como
empresa, y que él asuma los riesgos y las consecuencias económicas y jurídicas de su
explotación.
El empresario es entonces, la persona humana o la entidad jurídica, dueña de la
actividad organizada que es la empresa, y es quien asume los riesgos, sea una empresa
individual o una sociedad la que explota dicha actividad. (Torres et al.,2018).

4.10.2. La actividad de producción en forma de empresa


No puede precisarse la naturaleza jurídica de la empresa, porque entre nuestras
clásicas categorías falta la que se adecue a ella, es decir, a su significado económico.
Pero esto no nos impide sostener que el derecho regula íntegramente a la empresa
como fenómeno económico, de modo que su concepto jurídico coincide necesariamente
con el concepto económico. No puede pretenderse un concepto jurídico de espaldas a
la realidad, no puede aceptarse que la empresa sea una cosa para la economía y otra
total o parcialmente distinta para el derecho.

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Si desde un punto de vista económico la empresa es organización instrumental de


medios destinada a la producción o intermediación de bienes o servicios para el
mercado, el concepto jurídico de empresa debe coincidir necesariamente con el
económico. (Torres et al.,2018).
4.10.3. La empresa desde el punto de vista jurídico
Finalmente, y a la luz de esta rica exposición de la doctrina, podemos afirmar que desde
el punto de vista jurídico, la empresa es una organización de medios destinada a la
producción de bienes y servicios o a su intermediación, cuya titularidad es ejercida por
una persona humana o una entidad jurídica, regulada por la ley. (Torres et al.,2018).
4.10.4. Empresa y ejercicio profesional
Se debe destacar que la empresa como actividad organizada y comunidad de
producción de bienes y servicios para el mercado, requiere del ejercicio habitual y
continuado por parte del agente de la actividad comercial. El desarrollo de la actividad
de manera sistemática revela la calidad profesional del ejercicio de las operaciones
comerciales, haciendo de ello una profesión habitual. (Torres et al.,2018).

4.10.5. Empresa y fondo de comercio


Si bien, la Ley del Comerciante, regula en el Título V. de la Transferencia del
Establecimiento Comercial, sin embargo, se refiere claramente al fondo de comercio en
la disposición del Art. 112", que preceptúa: "Son elementos constitutivos de un
establecimiento comercial, las instalaciones, existencias de mercaderías, nombre y
enseña comercial, derecho al local, patentes de invención, marcas de productos y
servicios, dibujos y modelos industriales, menciones honoríficas y todos lo demás
derechos derivados de la propiedad comercial o industrial"
No cabe duda, que todo este conjunto de elementos constitutivos del establecimiento
comercial, constituye el fondo de comercio, pues, sus componentes son elementos
materiales e inmateriales, que en su conjunto constituye el derecho, que será transmitido
mediante un procedimiento especial, que podría resultar absolutamente independiente
de la empresa, lo que significa, que es posible transmitir todo el fondo de comercio, que
en sí comprende todos los elementos señalados precedentemente. Si bien, el concepto
tradicional de la empresa es la organización que reúne diversos factores o elementos
formando una unidad, una unidad económica, compuestos por elementos humanos o
naturales, con una finalidad determinada y la empresa mercantil para actuar dentro del
mercado comercial. Empero, en nuestra actualidad, las empresas se forman bajo las
formas de diversas entidades jurídicas, pero para mayor precisión se puede afirmar que
la empresa es una organización y el fondo de comercio son todos los derechos
materiales inmateriales, que constituye el instrumento de la empresa (Torres et
al.,2018).

4.10.6. Naturaleza jurídica. Teorías


Si bien la naturaleza jurídica de la empresa y los fondos de comercio, es a fin de ubicar
dentro de las instituciones jurídicas conocidas o legislada por el ordenamiento jurídico,
la cual, tiene una importancia para la aplicación del derecho al caso concreto, sin
embargo, cuando una entidad jurídica es la propietaria de las mismas, los bienes y
derechos corresponde a dicha entidad, como el caso de las Sociedades en general. Por
otro lado, si la empresa o la hacienda pertenece a una persona humana, se estaría
identificando los bienes y derechos con dicha persona, salvo la empresa individual de
responsabilidad limitada (Torres et al.,2018).

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En síntesis, la importancia de la distinción entre empresa y fondo de comercio es a los


efectos de su estudio y conocimiento, pues, para la responsabilidad corresponde
analizar la titularidad de las mismas.
"Siempre se ha hablado de la naturaleza jurídica como de la esencia>> de lo estudiado;
sin embargo, lo que se ha logrado normalmente es apenas la ubicación del instituto
dentro del espectro total del derecho. Y eso es lo que se intenta con las teorías, a los
efectos de comprender lo mejor posible sus consecuencias.
Tres teorías sobre salen de las demás;
a-) La empresa como persona jurídica:
b-) La empresa como patrimonio separado o de afectación: y
c-) La empresa como institución.
En cuanto a la empresa como persona jurídica, considera a la misma como titular de
derechos y de obligaciones y su propietario no sería más que el primero de sus
servidores. Con esta teoría se da nacimiento a un nuevo sujeto con vida propia. Se la
crítica por el hecho de que no es posible ser al mismo tiempo objeto y sujeto de
derechos.
La empresa como patrimonio separado o de afectación, que tiene una finalidad propia,
una administración, representación ante terceros, nombre, etc. La crítica que se le hace
es que mientras la ley no conozca una limitación de la responsabilidad para sus titulares,
no es posible hablar de autonomía del patrimonio afectado. Césare Vivante, citado por
Garrone, nos dice: <<los establecimientos no tienen una personalidad distinta a la de
sus propietarios”, recordando una sentencia de la Rota Florentina: “Taberna sine
tabernario ese non potest” (No puede haner taberna sin tabernario).

4.10.7. La empresa como universalidad: de hecho y de derecho


Esta entidad abstracta, puede existir como universalidad de hecho o como universalidad
jurídica. La universalidad de hecho es también una entidad con vida independiente de
sus elementos, pero se distingue de la universalidad jurídica en que sólo comprende
una masa de bienes destinados a un fin económico; en cambio, la universalidad jurídica
es, sobre todo, un conjunto de derechos y obligaciones, imputables a la persona, que
tienen vida independiente desde el punto de vista del derecho de los elementos activos
y pasivos que la constituyen.

Además, dentro del concepto de universalidad jurídica se abarcan todos


los derechos y obligaciones de la persona, así como los bienes objeto de
esos derechos u obligaciones. En cambio, la universalidad de hecho constituye un
sector limitado dentro de la esfera patrimonial de la persona. Toda universalidad de
hecho supone una parte del activo patrimonial. Hay, por consiguiente, la relación del
todo a la parte, entre la universalidad jurídica y la universalidad de hecho. En
la universalidad de hecho únicamente se comprenden ciertos bienes que forman
una parte del activo patrimonial de la persona y que se agrupan en relación con un fin
económico determinado (Diccionario Jurídico, 2023)

4.10.8. Tesis atomista


Precisamente la constatación de este vacío jurídico-positivo sobre la conceptuación de
la empresa genera un fuerte pesimismo conceptual en la materia, fruto del cual es la
denominada doctrina atomista: según esta concepción, en el actual sistema de Derecho
positivo, la empresa sólo puede considerarse, desde el punto de vista jurídico
patrimonial, atomística mente, esto es, descompuesta en la diversidad de sus elementos
simples y regulada con arreglo a las normas que a cada uno de éstos corresponda según
su naturaleza jurídica. No hay, pues, una vertebración jurídica de la entera y unitaria

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organización económica productiva esto es, la empresa en sentido económico-, puesto


que no existe un sistema conceptual de la empresa capaz de sujetar a un principio de
unidad de orden. El Derecho -se dice- no ha conseguido aún dominar conceptualmente
la empresa. (Jiménez ,1990.)
Ante esta situación, buena parte de la doctrina, decepcionada- -en este punto- del
Derecho vuelve su vista (de nuevo) a la Economía, e intenta forzar una ecuación entre
el concepto económico y el jurídico de empresa. Pero esta ecuación -conceptualmente
correcta- sólo será jurídicamente válida y normativamente operante cuando resulte
reconocida con carácter general por el Ordenamiento. Así pues, el estado de la cuestión
relativa al concepto jurídico de empresa permanece aún abierto y sin resolver. (Jiménez,
1990.)

4.10.9. Empresa y actividad


Toda vez que, en un contrato, una de las partes sea empresario o comerciante y tenga
por objeto directo, indirecto o, por conexión la producción o intermediación de los bienes
o servicios que el empresario vuelca al mercado, dicha relación contractual quedará
sujeta a la legislación mercantiles independientemente de que el acto sea o no mercantil
para la otra parte, salvo las explícitas excepciones, como ocurre con el derecho del
trabajador. (Torres et al.,2018).

4.10.10. Empresa y establecimiento. Elementos


Precisamente sobre el concepto económico de organización referida a la aptitud
funcional y resultado eficiente del conjunto de elementos personales, patrimoniales y
espirituales o inmateriales que forman parte de la empresa, y a su disposición para
realizar negocios y obtener ganancias, centra otro sector doctrinal la esencia del
concepto jurídico de empresa. Se pretende, así, que la empresa concebida
jurídicamente como organización sea reconocida y protegida como creación inmaterial
del empresario, por cuanto que en ella se latan ideas creadoras y esfuerzos intelectuales
y materiales, imagen y prestigio, expectativas económicas, clientela, cuota de mercado,
capacidad de competencia, calidad en los análisis comparativos de sus productos o
servicios, premios, estructuras de producción y comercialización, sistemas de
financiación y de administración del riesgo, cualificación técnica del personal de la
empresa, acervo en I+D+i y, en suma, todos los diversos elementos que contribuyen a
su funcionalidad y productividad. (Jiménez S. 1990.)

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Referencias Bibliográficas
1- Bibliografía Básica
● Jiménez (1990). Derecho Mercantil. 13 Edición Actualizada. Ariel Derecho.
Septiembre 2009. Barcelona
● Torres et al.,(2018). El Derecho Comercial y su Globalización. Editora Lotocolor
SRL. 2018. Asunción – Paraguay.

2- Bibliografía Complementaria
● Diccionario Jurídico (S.R.). http://diccionariojuridico.mx/definicion/universalidad-
de-hecho/

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