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Voces: CAPACIDAD ~ DETERMINACION DE LA INCAPACIDAD ~ INHABILITACION DE PERSONAS

~ INSANIA ~ LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL ~ SALUD MENTAL


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala B(CNCiv)(SalaB)
Fecha: 31/10/2013
Partes: L., A. A.
Publicado en: LA LEY 18/11/2013, 18/11/2013, 11 - LA LEY2013-F, 285
Cita Online: AR/JUR/71167/2013

Sumarios:
1. El plazo de tres años que el art. 152 ter del Cód. Civil fija como límite de la interdicción no debe derivar en
una actualización automática para que el pronunciamiento conserve su validez, sino que se trata de un
requerimiento que busca hacer operativo el principio que establece que la capacidad jurídica plena es la regla y
su limitación la excepción, debiendo el magistrado evaluar completa y pormenorizadamente la situación del
causante a los efectos de establecer si corresponde mantener la decisión a la que oportunamente se arribó.
Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala B, “L., M. P. s/insanía”, 30/03/2012, ED 08/08/2012, 7,
AR/JUR/10278/2012.
(*) Información a la época del fallo

Texto Completo:
Dictamen de la Defensora General de la Nación:
I. En virtud de las facultades que me confieren los artículos 59 del Cód. Civil y 55 de la ley 24.946, tomo
intervención en autos en representación de la Sra. A. A. L., DNI ... y procedo a contestar la vista conferida a fs.
169.
II. Cabe destacar que la elevación en consulta importa recurso legal instituido como una garantía más que se
otorga al denunciado frente a la limitaciones a su incapacidad que se deriva de la declaración de inhabilitación
(cf. doc. CNCiv., Sala I, en sum. nro.: 11.444 del 11/06/1998 en expte. nro.: 131.247, caratulado “C., R.N.
s/inhabilitación”), lo que importa la intervención obligada del 'Tribunal, sin limitación alguna, en la revisión del
debido cumplimiento de las formas del proceso y del fondo del asunto (cf. doc. CNCiv., Sala C, del 2419/02, en
sum. nro.: 14.887, en expte. nro.: 352.133, caratulado “O.A. s/insania”).
III. A modo de breve reseña, estimo oportuno mencionar que con fecha 8 de septiembre de 2009 (fs. 52) se
dictó sentencia de inhabilitación de la causante, en los términos del art. 152 bis inc. 2° del Cód. Civil.
III.1. El art. 152 ter del Cód. Civil, incorporado por la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 en su art.
42, indica que las declaraciones de inhabilitación o incapacidad no podrán extenderse por más de tres años y
deberán fundarse en un examen de facultativos conformado por evaluaciones interdisciplinarias, donde se
especifique las funciones y actos que se le limitan a la persona aquejada por enfermedad mental, procurando que
la afectación de la autonomía personal sea la menor posible.
A la luz de dicho precepto, y contando con los resultados del informe interdisciplinario de fs. 134/137, el
juez de grado dictó un nuevo pronunciamiento (cf. fs. 148) mediante el cual se actualiza la sentencia
oportunamente dictada a fs. 52 y la mantiene en sus demás términos.
Dicho decisorio ha sido notificado la curadora definitiva (cf. fs. 149), la causante (cf. fs. 158) y la Sra.
Defensora de Menores e Incapaces de primera instancia (cf. fs. 160).
IV. Sentado ello cabe señalar las contradicciones en las que incurre la sentencia elevada en consulta.
Del informe interdisciplinaria obrante a fs. 134/137 se colige que la causante no puede: vivir sola, cumplir
con las indicaciones terapéuticas que se le efectúen, prestar consentimiento informado, realizar actividad laboral
remunerada, cobrar un salario o beneficio previsional, efectuar compras para satisfacer sus necesidades básicas,
no conoce el valor del dinero y requiere supervisión para el desarrollo de su vida cotidiana.
Sin perjuicio de ello, el juez de grado refiere que del informe interdisciplinario mencionado se colige que la
causante presenta un retraso mental leve, no recibe medicación, concurre a un taller de pintura y a un club de
jubilados, que se encuentra totalmente integrada en la vida familiar teniendo sus necesidades básicas cubiertas y
manteniendo contacto con el medio externo.
Sentado ello, resta señalar que conforme lo informado a fs. 134/137 debería modificarse el encuadre legal
respecto de la capacidad de la causante, ya que ante las limitaciones reseñadas por los profesionales
correspondería otorgarle a la causante la protección que brinda el art. 141 Cód. Civil.
Más aún, en la sentencia de fs. 148 el juez de grado señala que “no encuentra del análisis de la prueba, la
existencia de un nivel de autonomía que amerite especificar las funciones y actos que pueda cumplir, y en los
que se pueda ver afectada con la declaración de incapacidad como sugiere el art. 152 ter del Cód. Civil” (el

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destacado me pertenece) y continúa: “En los términos expuestos dejo actualizada le sentencia oportunamente
dictada a fs. 52 y que mantengo en su demás términos”.
Cabe señalar que a fs. 52 se ha dictado sentencia en los términos del art. 152 bis inc. 2° del Cód. Civil.
De 9110 se concluye que se confirma una sentencia de inhabilitación y que no, resulta necesario especificar
las limitaciones a la capacidad, en razón de que la causante no cuenta con un nivel de autonomía que amerite
especificar las funciones y actos que se limitan.
En consecuencia, el juez a quo confunde los tipos de procesos, ya que confirma un pronunciamiento y a su
vez hace referencia a la declaración de incapacidad, por lo que no delimita las funciones y actos que se
restringen.
V. Por lo expuesto, esta Defensoría de Menores de Cámara es de opinión que no corresponde confirmar la
sentencia obrante a fs. 148, debiendo remitirse las actuaciones a la instancia de grado a fin de que el juez a quo
dicte un nuevo pronunciamiento acorde a la prueba producida y ajustado la normativa vigente y asimismo se
confiera, vista al Sr. Director General de Tutores y Curadores Públicos.
VI. En tal sentido, en virtud de lo resuelto por V.E. a fs. 169 segundo párrafo y la Resolución DGN N°
899/13, dictada por la Sra. Defensora General de la Nación, toda vez que las actuaciones serán remitidas a la
instancia de grado, solicito que en dicha oportunidad se confiera vista al Sr. Director General de Tutores y
Curadores Públicos, Dr. E. M., a sus efectos. Buenos Aires, octubre 16 de 2013. Patricia A. Sanguinetti.
2ª Instancia. — Buenos Aires, octubre 31 de 2013.
Vistos:
Vienen estos autos a la alzada a fin de que el tribunal conozca en consulta (art. 633 del Cód. Procesal) con
relación a la sentencia de fs. 148 que declara la subsistencia de la inhabilitación de la causante, tal como fue
decretada a fs. 52. La resolución ha sido consentida por la curadora designada (hermana) y por la causante. El
Ministerio Público de la Defensa se ha expedido a fs. 170/1.
Coincide el tribunal con lo que ha sido objeto de adecuado tratamiento en el dictamen de la Sra. Defensora
Pública de Menores ante los Tribunales de Segunda Instancia de fs. 170/1 a cuyos fundamentos y conclusiones
corresponde remitir por razones de brevedad.
En tal sentido, consideramos que la sentencia de fs. 148 es, por lo menos, confusa pues –aun cuando el a quo
se limita a "actualizar" la sentencia de inhabilitación— se señala en el decisum que el juez de grado "no
encuentra del análisis de la prueba la existencia de un nivel de autonomía que amerite especificar las funciones
y actos que puede cumplir y en los que se pueda ver afectada con la declaración de incapacidad" (ver fs. 148).
Por otro lado, de la información que obra en la causa se desprende que es la curadora de la causante quien
administra los ingresos de la Sra. L.; tanto por el beneficio provisional que percibe como por el alquiler de una
vivienda de la cual es condómina. Estas funciones asumidas por la curadora definitiva nombrada en autos se
deberían a la incapacidad de la causante de realizarlas por sí misma, en consonancia con lo manifestado por los
galenos.
Esta Sala se ha expedido con anterioridad acerca de los alcances de lo dispuesto por el nuevo art. 152 ter del
Cód. Civil (t. o. ley 26.657), en cuanto establece que las declaraciones judiciales de incapacidad o inhabilitación
"No podrán extenderse por más de tres (3) años". En tal sentido, hemos sostenido que el plazo de tres años que
fija la ley como límite de la interdicción debe entenderse, en sintonía con los instrumentos internacionales de
derechos humanos ("Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad" -aprobada
por ley 26.378-, "Principios para la protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención de la
salud mental" adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 46/119, entre otros)
y en armonía con el resto del ordenamiento jurídico interno, que es un término que obliga a revisar dentro de ese
plazo los alcances de la sentencia dictada; esto es, realizar un reexamen de la situación del causante a fin de
determinar si ese pronunciamiento se adecua a las actuales circunstancias de la persona.
Esta revisión constituye una garantía para aquél a quien le ha sido limitada su capacidad, y es parte de la
nueva visión que ha impuesto la nueva ley de salud mental. En ese sentido, debe procurarse que el examen de la
situación actual del causante sea concienzudo y que no se limite a una "actualización automática" de la decisión
que ha limitado su capacidad.
En ese sentido, es claro que dicha revisión constituye una de las herramientas mediante las cuales el poder
judicial cumple con el derecho de la causante al trato personalizado y humanitario y la garantía de acceso
directo al órgano de decisión establecidos en las citadas convenciones. Dicho de otro modo, el requisito del art.
152 ter no debe derivar en una "actualización automática" para que el pronunciamiento conserve su validez;
sino que se trata de un requerimiento que busca hacer operativo el principio que establece que la capacidad
jurídica plena es la regla, y su limitación, la excepción. En consecuencia, la exigencia a los magistrados es la de
una evaluación completa y pormenorizada de la situación del causante a los efectos de establecer si corresponde
mantener la decisión a la que oportunamente se arribó, o si, por el contrario, se impone su modificación.

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Así las cosas, por compartir lo opinado precedentemente por la Sra. Defensora de Cámara, corresponderá en
la primera instancia proveer lo conducente a la recalificación jurídica del estatus de la Sra. L., lo que habrá de
cumplirse garantizando la debida defensa de su persona, con la participación de la Dirección de Tutores y
Curadores que reclama el Ministerio Público.
En consecuencia, en un todo de acuerdo con lo dictaminado precedentemente, el tribunal resuelve: No
confirmar en este estadio la sentencia de fs. 148 y devolver los autos a la instancia de grado, a sus efectos.
Regístrese, protocolícese y notifíquese a la Sra. Defensora de Cámara en su despacho. Fecho, publíquese
(Ac. 24/2013 CSJN) y devuélvase.
El Dr. Díaz Solimine no firma por hallarse en uso de licencia. — Mauricio Luis Mizrahi. — Claudio Ramos
Feijóo.

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