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UNIVERSIDAD DE SUCRE

HISTORIA DE LA CONTRATACION ESTATAL EN COLOMBIA

CONTRATACION ESTATAL

NOMBRES: DARGIE SALCEDO

MARIA FERNANDA ALEGUE

MARIA JOSE ALEGUE


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Historia de la contratación estatal en Colombia

La contratación estatal en Colombia ha sido una herramienta clave en el desarrollo del país,

pero también ha sido un tema de debate y críticas debido a los casos de corrupción y falta de

transparencia que se han presentado a lo largo de la historia.

En la época colonial, los españoles se encargaban de la contratación de obras públicas y

servicios mediante el sistema de encomienda, donde se entregaba la responsabilidad a un

particular para que realizara la obra o servicio. Posteriormente, en el siglo XIX, con la

independencia de Colombia, se estableció un sistema de subastas públicas, donde se adjudicaban

los contratos al oferente que presentara la mejor oferta económica.

Durante la primera mitad del siglo XX, la contratación estatal se vio afectada por la

inestabilidad política y la falta de recursos del Estado. Sin embargo, a partir de la década de 1950

se observó un aumento en la inversión pública en infraestructura y servicios, lo que generó una

mayor demanda de contratación estatal.

En 1905 se promulgó la primera ley de contratación en Colombia, la cual establecía un sistema

de licitación pública para la contratación de obras públicas y suministros. Esta ley buscaba
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garantizar la transparencia en los procesos de contratación y evitar la corrupción en la

administración pública.

Sin embargo, fue hasta 1988, con la promulgación de la Constitución Política de Colombia,

que se establecieron las bases legales para la contratación estatal. En esta nueva constitución se

estableció el principio de transparencia en la contratación pública, se creó el sistema de selección

objetiva y se establecieron los criterios para la adjudicación de contratos.

Toda actividad de la Administración propende por la satisfacción de los intereses de la

colectividad; el cumplimiento de este objetivo puede llevarla a requerir a los administrados la

realización de actividades personales, a la entrega de bienes o a la prestación de servicios

públicos. Tales prestaciones de los particulares, en ocasiones cuando tienen carácter obligatorio,

se encuentran configuradas constitucional y legalmente como deberes públicos, de manera que el

Estado puede imponer su cumplimiento en forma coactiva. Otras veces, el Estado carece de ese

poder coactivo, bien porque el sujeto llamado a colaborar es otro ente estatal o porque tratándose

de un particular, no existe el deber de soportar las prestaciones pretendidas por la

Administración. En ambos casos, la colaboración se debe obtener en forma voluntaria y la

Administración puede acudir a la figura del contrato. El contrato se convierte así en instrumento

para la creación. modificación o extinción de relaciones jurídicas entre dos entes estatales, o entre

el Estado y los particulares.

El contrato administrativo se caracteriza, precisamente porque la actividad de la

Administración se encuentra asociada a la noción de interés público. Por ello el contrato


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administrativo puede definirse como aquel que celebra, directa o indirectamente, la

Administración Pública, en cualquiera de sus manifestaciones, central y descentralizada,

territorial o funcionalmente con otro sujeto de derecho público o privado para satisfacer una

finalidad pública y gobernado fundamentalmente por normas de derecho administrativo, tanto en

la etapa previa puede acudir a la figura del contrato. El contrato se convierte así en instrumento

para la creación, modificación o extinción de relaciones jurídicas entre dos entes estatales, o entre

el Estado y los particulares.

El contrato administrativo se caracteriza, precisamente porque la actividad de la

Administración se encuentra asociada a la noción de interés público. Por ello el contrato

administrativo puede definirse como aquel que celebra, directa o indirectamente, la

Administración Pública, en cualquiera de sus manifestaciones, central y descentralizada,

territorial o funcionalmente con otro sujeto de derecho público o privado para satisfacer una

finalidad pública y gobernado fundamentalmente por normas de derecho administrativo, tanto en

la etapa previa a su formación (licitación, concurso, subasta, etc.) como en su ejecución,

(estipulación de cláusulas exorbitantes) y revisión, (demandas ante la jurisdicción contencioso

administrativa).

En la década de los 90, con la promulgación de la Ley 80 de 1993, se creó el Estatuto General

de Contratación de la Administración Pública, que estableció los principios de transparencia,

economía, eficacia, eficiencia, publicidad y selección objetiva en la contratación pública.


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La contratación estatal es una herramienta que utiliza el gobierno para asegurar el uso

de los recursos público se le da a cada unidad para desarrollar y la política de Estado,

basada en el principio de transparencia.

Los contratos públicos son una herramienta que utiliza el gobierno para asegurar el uso

de los recursos

Antecedentes de la Ley 80 de 1993

En los contratos La dualidad existen en el Decreto Ley 222 de 1983 para referirse a los

contratos estatales y dividirlos en contratos administrativos y contratos privados de la

administración desaparece. Así, se crea una sola institución a la que se le denominó CONTRATO

ESTATAL, para referirse a todos los contratos celebrados por la entidad administrativa sin que

importara la calidad jurídica de la otra parte (privada o pública).

El sustento jurídico de los mismos, se encuentra en varios artículos de la Ley 80 de 1993, para

empezar, se tiene que en el artículo 13: "...los contratos que celebren las entidades a que se refiere

el artículo 20. del presente estatuto se regirán por las disposiciones comerciales y civiles

pertinentes..."

Así mismo en el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, se establece que se debe entender como

contrato estatal "...aquel acto jurídico generador de obligaciones "que celebren las entidades a

que se refiere este estatuto", es decir aquellas que, en principio, aparecen enlistadas en el art. 2º,

nótese cómo, elemento esencial para calificar de estatal un contrato es que haya sido celebrado
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por una entidad estatal, es decir, una entidad pública con capacidad legal para celebrarlo. Dicho

de otro modo, no existen contratos estatales celebrados entre particulares, ni siquiera, cuando

éstos han sido habilitados legalmente para el ejercicio de funciones públicas..."16.

De la misma forma, en el artículo 40 se hace referencia a que "...los contratos serán los que, de

acuerdo con las normas civiles, comerciales y las previstas en esta ley, correspondan a su esencia

y naturaleza. Las entidades podrán celebrar los contratos y acuerdos que permitan la autonomia

de la voluntad y requieran el cumplimiento de los fines estatales...".

Es de esta forma como el nuevo concepto de contrato estatal creado por la Ley 80 de 1993 se

introduce en el sistema de contratación estatal y así mismo dentro de estas importantes figuras

como el principio de la autonomía de la voluntad, se simplifican y agilizan todos los

procedimientos y requisitos necesarios para contratar, se concreta un régimen de responsabilidad

más acorde con los postulados constitucionales, se hace una restricción relevante a las cláusulas

exorbitantes y se introducen los mecanismos alternativos de solución de conflictos dentro del

sistema de contratación estatal, entre muchas otros cambios.

Desde hace aproximadamente 30 años se vienen hablando en el país de la latente necesidad de

crear un Estatuto Único Contractual de la Administración Pública Nacional, que logre

normativizar de una manera coherente y sistematizada aquellas reglas informales de derecho que

se habían creado alrededor de aquellos contratos suscritos entre la Administración pública y los

particulares. De está manera se puede hacer un breve recuento cronológico de la normatividad

existente en lo concerniente al tema de la siguiente manera:


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En los últimos años, la contratación estatal en Colombia ha estado en el ojo del huracán

debido a los casos de corrupción que se han presentado. Uno de los casos más sonados fue el de

Odebrecht, donde se destapó una red de corrupción que involucró a varios políticos y empresarios

en el país. Este caso llevó a la creación de la Ley 1882 de 2018, que estableció medidas para la

prevención y el control de la corrupción en la contratación pública.

En respuesta a estos escándalos, el gobierno colombiano ha implementado una serie de

medidas para fortalecer la transparencia y la eficiencia en la contratación estatal. Entre estas

medidas se encuentran la creación de la Agencia Nacional de Contratación Pública (Colombia

Compra Eficiente), la implementación de sistemas electrónicos de contratación y la promulgación

de nuevas leyes y decretos para regular la contratación estatal.

En conclusión, la contratación estatal en Colombia ha tenido una evolución importante desde

la época colonial hasta la actualidad. A pesar de los avances en la regulación y la implementación

de medidas para prevenir la corrupción, aún se presentan casos que ponen en entredicho la

transparencia y la eficacia de este sistema. Por tanto, es importante seguir trabajando en la mejora

continua de la contratación pública en Colombia para garantizar el desarrollo del país de manera

justa y equitativa.
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