Está en la página 1de 9

TEMA 91 DERECHO CIVIL. LAS RESERVAS: CONCEPTO Y CLASES. EL DERECHO DE ACRECER.

LAS
SUCESIONES EN DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO: BREVE REFERENCIA AL REGLAMENTO (UE) 650/2012.

* Intro: Antes de entrar en el estudio de los epígrafes de este tema conviene hacer mención de otros conceptos objeto de estudio en otros Temas del
programa:
La sucesión es la subrogación de una persona en los bienes y derechos transmisibles dejados a su muerte por otra. La herencia es la masa o conjunto de
bienes y relaciones patrimoniales que son objeto de la sucesión. Artículo 659 CC: “La herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones
de una persona que no se extingan por su muerte”. La determinación del destino de los bienes, derechos y obligaciones de una persona para cuando
fallezca se instrumenta a través del testamento, que tiene por objeto servir de vehículo, dotado de especiales formalidades, a las disposiciones mortis
causa del causante. Artículo 667 CC: “El acto por el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de parte de ellos se
llama testamento”.

1) LAS RESERVAS: CONCEPTO Y CLASES 

I. Concepto 

Tiene la palabra “reserva" varias acepciones, y en otros países se usa para significar la legítima de los herederos forzosos. En nuestro
ordenamiento jurídico la podemos definir como "una institución que obliga a algunas personas a no disponer libremente de ciertos
bienes, caracterizados, entre otras circunstancias, por su procedencia, y a asegurar la transmisión mortis causa de los mismos bienes o
de su equivalente a otras personas determinadas, si existieran al fallecer aqu éllas". La persona que tiene la obligación de reservar se
llama “reservista" y aquellos q tienen derecho a participar de la reserva, “reservatarios".

II. Clases de reservas 

Existen 2 clases de reservas: la reserva extraordinaria o troncal o lineal, a la q se refiere el art 811 CC, y la reserva ordinaria o viudal,
regulada en la Sección 2.ª “De los bienes sujetos a reserva” del Capítulo V, Título III, Libro III CC (art 968- 980).

1
1. Reserva ordinaria o vidual 

a) Concepto 

"La institución por la que al viudo o viuda que pase a segundo o ulterior matrimonio o haya tenido durante el matrimonio o en estado
de viudez un hijo no matrimonial o haya adoptado a otra persona se le impone la obligación de conservar en favor de los hijos y
descendientes del primer o ulterior matrimonio la propiedad de los bienes que haya adquirido a t ítulo lucrativo de su difunto consorte o
de los hijos del primer matrimonio o de los parientes del difunto en consideración a éste". 

b) Fundamento

Se ha señalado como fundamento de esta reserva: 


1. La idea de sanción o pena contra las segundas nupcias . Históricamente, sin duda, la reserva viudal u ordinaria se asentaba en la
idea de dificultar o restringir las segundas nupcias (sobre todo las de la mujer, como ocurría originariamente en Roma), pues por
razones religiosas, culturales o antropológicas se consideraban una injuria o una afrenta para el cónyuge fallecido. Semejante
planteamiento de sanción a las segundas nupcias resulta hoy día inaceptable. 
2. El principio de reversibilidad de los bienes a la familia de que proceden . Pero a este fundamento no puede dársele un predominio
exclusivo, pues la reserva del cónyuge bínubo (a diferencia de la del artículo 811) no tiene apenas sentido troncal, como lo prueba
estar establecida únicamente a favor de los hijos, no de otros parientes, y admitirse la sustitución de los bienes por su valor. 
3. La protección del interés de los hijos del primer matrimonio y el aseguramiento del orden regular de las transmisiones. Este es el
punto de vista que consignan la generalidad de los tratadistas clásicos.
Muchos autores rechazan esta reserva alegando que se adapta mal a los principios del Derecho moderno: se basa en un sistema de
recelos y desconfianzas del que cada vez se apartan más las legislaciones, pues implica una desconfianza respecto al padre reservista,
convirtiendo en regla una excepción, como lo es, sin duda, el suponer que los padres tengan propósito de perjudicar a los hijos del
primer matrimonio para favorecer a los del segundo, amén de que tal reserva es injusta en el terreno de los principios y estéril en el
terreno de la realidad práctica. 

c) Regulación

2
Artículo 968.: Además de la reserva impuesta en el artículo 811, el viudo o viuda que pase a segundo matrimonio estará obligado a
reservar a los hijos y descendientes del primero la propiedad de todos los bienes que haya adquirido de su difunto consorte por
testamento, por sucesión intestada, donación u otro cualquier título lucrativo; pero no su mitad de gananciales.
Artículo 969.: La disposición del artículo anterior es aplicable a los bienes que, por los títulos en él expresados, haya adquirido el
viudo o viuda de cualquiera de los hijos de su primer matrimonio y los que haya habido de los parientes del difunto por consideración
a éste.
Artículo 970.: Cesará la obligación de reservar cuando los hijos de un matrimonio, mayores de edad, que tengan derecho a los bienes,
renuncien expresamente a él, o cuando se trate de cosas dadas o dejadas por los hijos a su padre o a su madre, sabiendo que estaban
segunda vez casados.
Artículo 971. : Cesará además la reserva si al morir el padre o la madre que contrajo segundo matrimonio no existen hijos ni
descendientes del primero.
Artículo 972. : A pesar de la obligación de reservar, podrá el padre o madre, segunda vez casado, mejorar en los bienes reservables a
cualquiera de los hijos o descendientes del primer matrimonio, conforme a lo dispuesto en el artículo 823.
Artículo 973.: Si el padre o la madre no hubiere usado, en todo o en parte, de la facultad que le concede el artículo anterior, los hijos y
descendientes del primer matrimonio sucederán en los bienes sujetos a reserva, conforme a las reglas prescritas para la sucesión en
línea descendente, aunque a virtud de testamento hubiesen heredado desigualmente al cónyuge premuerto o hubiesen repudiado su
herencia.
El hijo desheredado justamente por el padre o por la madre perderá todo derecho a la reserva, pero si tuviere hijos o descendientes,
se estará a lo dispuesto en el artículo 857 y en el número 2 del artículo 164.
Artículo 974.: Serán válidas las enajenaciones de los bienes inmuebles reservables hechas por el cónyuge sobreviviente antes de
celebrar segundas bodas, con la obligación, desde que las celebrare, de asegurar el valor de aqu éllos a los hijos y descendientes del
primer matrimonio.
Artículo 975.: La enajenación que de los bienes inmuebles sujetos a reserva hubiere hecho el viudo o la viuda después de contraer
segundo matrimonio subsistirá únicamente si a su muerte no quedan hijos ni descendientes del primero, sin perjuicio de lo dispuesto en
la Ley Hipotecaria.
Artículo 976.: Las enajenaciones de los bienes muebles hechas antes o después de contraer segundo matrimonio serán válidas, salva
siempre la obligación de indemnizar.
Artículo 977.: El viudo o la viuda, al repetir matrimonio, hará inventariar todos los bienes sujetos a reserva, anotar en el Registro de la
Propiedad la calidad de reservables de los inmuebles con arreglo a lo dispuesto en la Ley Hipotecaria y tasar los muebles.
Artículo 978. : Estará, además, obligado el viudo o viuda, al repetir matrimonio, a asegurar con hipoteca:
1.º La restitución de los bienes muebles no enajenados en el estado que tuvieren al tiempo de su muerte.
2.º El abono de los deterioros ocasionados o que se ocasionaren por su culpa o negligencia.
3.º La devolución del precio que hubiese recibido por los bienes muebles enajenados o la entrega del valor que ten ían al tiempo de
la enajenación, si ésta se hubiese hecho a título gratuito.
4.º El valor de los bienes inmuebles válidamente enajenados.
Art 979. : Lo dispuesto en los artículos anteriores para el caso de segundo matrimonio rige igualmente en el tercero y ulteriores.
Artículo 980.: La obligación de reservar impuesta en los anteriores artículos será también aplicable:
1.° Al viudo que durante el matrimonio haya tenido o en estado de viudez tenga un hijo no matrimonial.
2.° Al viudo que adopte a otra persona. Se exceptúa el caso de que el adoptado sea hijo del consorte de quien descienden los que
serían reservatarios.
Dicha obligación de reservar surtirá efecto, respectivamente, desde el nacimiento o la adopción del hijo.

2. Reserva extraordinaria o troncal o lineal  

3
a) Concepto 

Artículo 811.:El ascendiente que heredare de su descendiente bienes que éste hubiese adquirido por título lucrativo de otro
ascendiente, o de un hermano, se halla obligado a reservar los que hubiere adquirido por ministerio de la ley en favor de los parientes
que estén dentro del tercer grado y pertenezcan a la línea de donde los bienes proceden.
En contraposición a la reserva ordinaria del artículo 968 y siguientes, se llama a ésta "reserva extraordinaria, lineal o familiar y troncal
o semitroncal, dado el beneficio concedido a favor de la familia o tronco de procedencia de los bienes". 

b) Fundamento de la reserva lineal 

Mientras que la reserva ordinaria fue ya conocida en Roma y regulada en nuestros Textos legales históricos, la reserva lineal,
desconocida en el Derecho romano y en nuestro Textos legales históricos, fue introducida en el Có digo Civil (artículo 811) con la
concreta finalidad de evitar que los bienes poseídos secularmente por una familia pasasen bruscamente a título gratuito a manos
extrañas por el azar de los enlaces y muertes prematuras. Así lo ha declarado reiteradamente el Tribunal Supremo. 

c) Elementos

1) Elementos personales 

- Están obligados a reservar (reservistas): Los ascendientes respecto a la herencia de sus descendientes, cuando concurran las
circunstancias que hacen nacer la reserva: haber heredado aquéllos, por ministerio de la ley, de un descendiente, bienes que éste, a
su vez, hubiese adquirido a título lucrativo de un ascendiente o de un hermano. No cabe distinguir líneas ni grados, ni sucesión
legítima o testamentaria. 
- Personas beneficiarias de la reserva (reservatarias): Tienen derecho a esta reserva los parientes que reúnan estas dos condiciones: 1)
Estar dentro del tercer grado; y 2) Pertenecer a la línea de donde procedan los bienes. 
Tiene el Tribunal Supremo declarado a este respecto lo siguiente: que han de ser parientes consangu íneos y que no es preciso que se
trate de parientes de doble vínculo; el parentesco de tercer grado ha de computarse desde el descendiente fallecido; sólo tienen derecho

4
a la reserva los parientes del grado más próximo y no todos dentro del tercer grado ya que se aplica la regla general de la sucesión
intestada de que el grado más próximo excluye al más remoto; sólo tienen derecho a la reserva los parientes que existan en el momento
de ocurrir el fallecimiento del reservista; cabe suceder por derecho de representación a los reservatarios del artículo 811, siempre que
con el mecanismo de la representación no se rebase el límite del tercer grado; el derecho de reserva lineal es transmisible. 

2) Elementos reales

Para que los bienes hereditarios estén sujetos a reserva del artículo 811, se requieren dos condiciones: 

1. Que los bienes los adquiera el ascendiente reservista del descendiente por ministerio de la ley. 
2. Que el descendiente los haya adquirido de otro ascendiente o de un hermano a t ítulo lucrativo, es decir, por donación o
sucesión testada o intestada. 

El TS, entiende q la reserva es aplicable a los bienes que el ascendiente recibe del descendiente por ministerio de la ley y q en este
concepto se comprenden los q recibe por s. intestada y en la testada, los q recibe por la legítima que le corresponde. 

d) Efectos 

Al no regular el Código los derechos y obligaciones de reservista y reservatario, la jurisprudencia ha encontrado un criterio de analogía
o interpretación en las disposiciones que el propio Código dedica a la reserva ordinaria y las que integran el Derecho com ún de
sucesiones. 

• Posición jurídica del reservista 


La jurisprudencia atribuye al heredero reservista la titularidad dominical sujeta a condición resolutoria, consistente en la supervivencia
a su fallecimiento de personas con derecho a la reserva. 
Por ello, le corresponden el dominio, usufructo y administración de los bienes reservables, con su secuela de "ius disponendi ”. La
facultad de enajenar los bienes reservables, reconocida y regulada por los artículos 974 y 976 del Código Civil para la reserva vidual,

5
se ha de aplicar también a la del artículo 811. Pero tales derechos van acompañados de las garantías y limitaciones que como
obligaciones del reservista se imponen a ésta en la reserva ordinaria en los artículos 977 y 978: inventario de bienes reservables,
anotación de los inmuebles en el Registro con la cualidad de reservables y la constitución de hipoteca para garantizar a los
reservatarios la entrega de bienes muebles no enajenados, abono de deterioros culpables, precio o valor de los bienes muebles
enajenados y el de los inmuebles válidamente enajenados. 

• Posición jurídica de los reservatarios 


- En vida del reservista: Se encuentra en situación de condición pendiente o suspensiva y no tiene más que garantías anejas a una
expectativa jurídica. La jurisprudencia ha declarado que puede pedir las garantías a que se refieren los artículos 977 y 978 del
Código Civil: inventario, anotación de inmuebles en el Registro y constitución de hipoteca legal. 
- A la muerte del reservista: Los reservatarios pueden entonces ejercitar la acción real para pedir los bienes reservables o su valor,
exigiendo, en su caso, la efectividad del derecho de reserva contra las fincas o derechos hipotecados, o reclamando la resolución de
actos de enajenación de inmuebles realizados por el ascendiente reservista. Si no consta en el Registro el car ácter reservable de los
bienes, dicha acción no surtirá efectos contra terceros. 

e) Extinción

Puede extinguirse la reserva, entre otras causas: 

1. Por no existir ningún pariente con derecho a la reserva al morir el ascendiente reservista. 
3. Por renuncia expresa o tácita de los reservatarios. 
4. Por la repudiación o renuncia de la herencia del descendiente hecha por su ascendiente que es perfectamente l ícita e
imposibilita el tránsito de los bienes que constituyen la herencia al patrimonio del reservista, aunque sea m ás bien un caso de
no nacimiento de la reserva. 

- Colisión entre la reserva ordinaria y la reserva lineal 

6
La mayor parte de la doctrina estima que si se dan al mismo tiempo la reserva ordinaria y la reserva lineal debe de prevalecer la
reserva ordinaria. 
2) EL DERECHO DE ACRECER 

I. Concepto 

El derecho de acrecer es “la facultad de recibir un heredero o legatario que ha aceptado su parte, la porción vacante de otro copart ícipe
en la herencia o en el legado". 
Nuestro Código admite la existencia del derecho de acrecer en la sucesión testamentaria y en la intestada. Y habla de este derecho, no
sólo respecto a la herencia, sino también respecto a donaciones hechas conjuntamente a los cónyuges (artículo 637) y de la retribución
que también conjuntamente señale el testador a los albaceas (artículo 908). 
Su fundamento, como ha reconocido la jurisprudencia, se encuentra en la tácita voluntad del testador. 

II. Casos en que procede en el Código Civil 

Regulación: Sección 3.ª "Del derecho de acrecer”, Capítulo V, Título III, Libro III Código Civil.
Artículo 981.: En las sucesiones legítimas la parte del que repudia la herencia acrecerá siempre a los coherederos.
Artículo 982. : Para que en la sucesión testamentaria tenga lugar el derecho de acrecer, se requiere:
1.º Que dos o más sean llamados a una misma herencia, o a una misma porción de ella, sin especial designación de partes.
2.º Que uno de los llamados muera antes que el testador, o que renuncie la herencia, o sea incapaz de recibirla.
Artículo 983.: Se entenderá hecha la designación por partes sólo en el caso de que el testador haya determinado expresamente una
cuota para cada heredero.
La frase «por mitad o por partes iguales» u otras que, aunque designen parte alícuota, no fijan ésta numéricamente o por señales
que hagan a cada uno dueño de un cuerpo de bienes separado, no excluyen el derecho de acrecer.

Artículo 984. : Los herederos a quienes acrezca la herencia sucederán en todos los derechos y obligaciones que tendría el que no quiso
o no pudo recibirla.
Artículo 985.: Entre los herederos forzosos el derecho de acrecer sólo tendrá lugar cuando la parte de libre disposición se deje a dos o
más de ellos, o a alguno de ellos y a un extraño.
Si la parte repudiada fuere la legítima, sucederán en ella los coherederos por su derecho propio, y no por el derecho de acrecer.
Artículo 986. : En la sucesión testamentaria, cuando no tenga lugar el derecho de acrecer, la porción vacante del instituido, a quien no
se hubiese designado sustituto, pasará a los herederos legítimos del testador, los cuales la recibirán con las mismas cargas y
obligaciones.

7
Artículo 987.: El derecho de acrecer tendrá también lugar entre los legatarios y los usufructuarios en los términos establecidos para los
herederos.

3) LAS SUCESIONES EN DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO: BREVE REFERENCIA AL REGLAMENTO (UE)


650/2012 

I. Las sucesiones en Derecho Internacional Privado 

El Código Civil dedica dos normas a la materia de sucesiones en el derecho internacional privado. Una relacionada con el fondo
(artículo 9.8) y otra con la forma (articulo 11). 

1. Fondo de las sucesiones

Artículo 9. 8. La sucesión por causa de muerte se regirá por la Ley nacional del causante en el momento de su fallecimiento,
cualesquiera que sean la naturaleza de los bienes y el país donde se encuentren. Sin embargo, las disposiciones hechas en testamento y
los pactos sucesorios ordenados conforme a la Ley nacional del testador o del disponente en el momento de su otorgamiento
conservarán su validez, aunque sea otra la ley que rija la sucesión, si bien las legítimas se ajustarán, en su caso, a esta última. Los
derechos que por ministerio de la ley se atribuyan al cónyuge supérstite se regirán por la misma ley que regule los efectos del
matrimonio, a salvo siempre las legítimas de los descendientes.
Artículo 11.
1. Las formas y solemnidades de los contratos, testamentos y demás actos jurídicos se regirán por la ley del país en que se
otorguen. No obstante, serán tb válidos los celebrados con las formas y solemnidades exigidas por la ley aplicable a su contenido, así
como los celebrados conforme a la ley personal del disponente o la común de los otorgantes. Igualmente serán válidos los actos y
contratos relativos a bienes inmuebles otorgados con arreglo a las formas y solemnidades del lugar en que éstos radiquen.
Si tales actos fueren otorgados a bordo de buques o aeronaves durante su navegación, se entenderán celebrados en el país de su
abanderamiento, matrícula o registro. Los navíos y las aeronaves militares se consideran como parte del territorio del Estado al que
pertenezcan.
2. Si la ley reguladora del contenido de los actos y contratos exigiere para su validez una determinada forma o solemnidad, ser á
siempre aplicada, incluso en el caso de otorgarse aquéllos en el extranjero.
3. Será de aplicación la ley española a los contratos, testamentos y demás actos jurídicos autorizados por funcionarios diplomáticos
o consulares de España en el extranjero.

8
2. Forma de las sucesiones 

Del artículo 11.1 del Código se desprende que las formas y solemnidades de los testamentos se rigen por la ley del pa ís en que se
otorguen. No obstante hay que tener en cuenta en esta materia que es de aplicación preferente el Convenio de la Haya sobre conflictos
de leyes en materia de formas de las disposiciones testamentarias de 5 de octubre de 1961, que entró en vigor en España el 10 de julio
del 88, y que será aplicable en todos los casos en que el testador hubiera fallecido después de dicha fecha. 
Conforme al art 1.1 de tal Convenio, una disposición testamentaria será válida en cuanto a la forma si ésta responde a la ley interna: a)
del lugar en que el testador hizo la disposición, o b) de la nacionalidad pose ída por el testador, sea en el momento en que dispuso, sea
en el momento de su fallecimiento, o c) del lugar en el cual el testador ten ía su domicilio, sea en el momento en que dispuso, sea en el
momento de su falle cimiento, o d) del lugar en el cual el testador tenía su residencia habitual, sea en el momento en que dispuso, sea
en el momento de su fallecimiento, o e) respecto a los inmuebles, del lugar en que est én situados. No obstante, el Convenio no se
opone a las normas actuaciones o futuras de los Estados contratantes que reconozcan disposiciones testamentarias hechas en forma de
una ley no prevista en las normas de conflicto del Conv. (art 3). 

II. El Reglamento (UE) 650/2012 

La pertenencia de España a la Unión Europea hace que deban tenerse presentes las normas emanadas de la misma, como, en lo que
ahora interesa, el Reglamento (UE) no 650/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de julio de 2012, relativo a la
competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la ejecución de las resolución, a la aceptación y la ejecución de los documentos
públicos en materia de sucesiones mortis causa y a la creación de un certificado sucesorio europeo. 
Se trata de un Reglamento que se aplica a las sucesiones por causa de muerte, aunque hay diversas exclusiones (por ejemplo, las
cuestiones relativas a la desaparición, la ausencia o la presunción de muerte de una persona física o la validez formal de las
disposiciones mortis causa hechas oralmente). 
Como su propio titulo indica, abarca una pluralidad de aspectos, no sólo sustantivos, sobre las sucesiones, aunque aqu í interesa resaltar
los referidos a la ley aplicable: 
- En materia de ley aplicable, recoge el principio de aplicación universal, pues la ley designada se aplicar á aun cuando no sea la de un
Estado miembro (artículo 20). 
- Rige, con límites, el principio de la autonomía de la voluntad, pues cualquier persona podrá designar la ley del Estado cuya
nacionalidad posea en el momento de realizar la elección o en el momento del fallecimiento (artículo 22). 
- En defecto de elección, la LA será la del Estado en el que el causante tuviera su residencia habitual en el momento del fallecimiento.
No obstante, si, de forma excepcional, resultase claramente que, en el momento del fallecimiento, el causante manten ía un vínculo
manifiestamente más estrecho con un Estado distinto, la LA será la de ese otro Estado (art 21). 
- La ley determinada conforme a las reglas anteriores rige la totalidad de la sucesión (artículo 23). 
- Se enuncian reglas especiales para determinar la validez formal de las disposiciones mortis causa realizadas por escrito o de una
declaración relativa a una aceptación o una renuncia, sobre los administradores en ciertas situaciones, cuando hay restricciones
relativas a la sucesión de determinados bienes, etc. 
- En el caso de que ley designada por el Reglamento fuera la de un Estado que comprenda varias unidades territoriales con sus
propias normas jurídicas en materia de sucesiones, las normas internas sobre conflicto de leyes de dicho Estado determinar án la que
regule la sucesión. En su defecto, el propio Reglamento establece reglas supletorias, que toman como referencia la residencia
habitual del causante (artículo 36). 

También podría gustarte