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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA
UNIVERSIDAD CATOLICA SANTA ROSA DE LIMA
PROGRAMA DERECHO
CATEDRA: DERECHO MINERO Y ENERGETICO

Sector minero y energético y su relación


con las demás ramas del derecho
(análisis)

Profesor: Integrante:
Oriana Parada
Luis López C.I V- 18.959.602
Caracas, noviembre 2022
El derecho de la energía encuentra su objeto de regulación en las energías
primarias y secundarias las primeras pueden definirse como los recursos naturales
disponibles en forma directa o indirecta que no sufren ninguna modificación
química o física para su uso energético, entre ellas: el petróleo, el gas natural, el
carbón mineral, la leña, el viento y geotérmica. En cuanto a las segundas, por el
contrario, se obtienen de la transformación química o física de las energías
primarias, que las hacen más aptas para su utilización final, tales como: diésel,
gasolinas, kerosén, gas licuado de petróleo, electricidad, y otros. No obstante, la
clasificación anterior, en Venezuela y en general a nivel internacional como
materia a ser regulada por el derecho de la energía, los inicios regulatorios
estuvieron referidos básicamente a dos sectores: el minero, que incluía las minas
metálicas y de hidrocarburos por un lado y la electricidad por el otro. En cuanto a
la regulación conjunta de minas e hidrocarburos, esta se mantuvo desde el primer
Código de Minas en 1854 y durante las sucesivas Leyes y Códigos de Minas.
Actualmente, la actividad minera se encuentra bajo la supervisión de varias
instituciones públicas: Ministerio del Poder Popular de Desarrollo Minero
Ecológico, Ministerio del Poder Popular de Petróleo, Ministerio del Poder Popular
para las Industrias, Vicepresidencia de la República, Petróleos de Venezuela y
Gobernaciones. A partir de 2016, se incorpora la Fuerza Armada Nacional
mediante la Compañía anónima militar de industrias mineras. El ministerio rector
de la minería ha experimentado cambios: primero se fusiona con el sector
petrolero (Ministerio de Minas e Hidrocarburos; Ministerio de Energía y Minas),
luego se separa para integrarse al sector industrial (ministerio del poder popular
para las industrias básicas y minería), vuelve a unirse con el sector petrolero
finalmente pasó a denominarse ministerio del poder popular de desarrollo minero
ecológico; El Sector Minero Energético es uno de los motores del desarrollo del
país, por su aporte al crecimiento económico, al aparato productivo, a la
dinamización de la economía, generación de empleo e ingreso local y a la
inversión privada.
Ahora bien es de gran importancia este tema de desarrollo minero y
energético que por ello guarda relación con varias y resaltantes ramas del
derecho, de primer momento con el derecho constitucional; La constitución de
1999 y las Leyes Orgánicas de hidrocarburos gaseosos y de hidrocarburos de
1999 y 2001, respectivamente, se apartan de esa tradición al establecer que los
yacimientos mineros y de hidrocarburos son bienes del dominio público que
pertenecen a la República, en contradicción con el artículo 113 del mismo texto
constitucional que en su segundo aparte nos dice que cuando se trate de
explotación de recursos naturales propiedad de la Nación o de la prestación de
servicios de naturaleza pública con exclusividad o sin ella, el Estado podrá otorgar
concesiones por tiempo determinado, asegurando siempre la existencia de
contraprestaciones o contrapartidas adecuadas al interés público. De ello se
deduce que el Constituyente incurrió en una contradicción que se desprende de la
redacción de los artículos 12 y 113 de la vigente carta magna, en el primero de
dichos artículos le asigna la propiedad de los yacimientos mineros de
hidrocarburos a la República y en el segundo reconoce que como recurso natural
pertenecen a la Nación.
Por otro lado, Con el derecho económico: Como recurso natural no
renovable, la actividad minera se inscribe en el capítulo de los recursos naturales y
territoriales existentes en cada país, como parte de la actividad económica, que
produce bienes, materias primas y elementos que integran cadenas de valor
estratégicas, el derecho minero se vincula como un instrumento tutelar de
recursos escasos a utilizarse con fines de desarrollo y en favor de regiones,
comunidades y núcleos agrarios campesinos e indígenas, con el derecho
administrativo: se vincula con esta rama jurídica, ya que regula su relación con el
Estado y los particulares, respecto a la extracción, apropiación y uso de las
sustancias minerales, a través de una institución básica de la administración
pública, como es la concesión, expresamente reconocida en nuestra propia carta
fundamental, se sostiene que la concesión es un acto administrativo mixto, que
tiene la faceta pública y otra privada, pero que en ningún caso abandona el
carácter de institución intuito persona. Con el derecho civil: La relación va en el
sentido que los contratos que suscriba el titular de la concesión minera con el
dueño del terreno superficial, se realizan a través de la autonomía de la voluntad
propia del derecho civil. Aplicándose también normas sucesorias de carácter civil,
como también Con el derecho procesal: En materia de conflictos mineros, la
resolución de los mismos se da por la vía jurisdiccional administrativa, esto se
diferencia en el derecho comparado, en donde los conflictos de este tipo se
resuelven en sede judicial ordinaria, la única excepción en nuestra legislación
vendría a ser con el juicio de amparo, cuando estén involucrados actos u
omisiones de autoridad en que conoce del mismo la autoridad judicial
correspondiente por otro lado con el derecho penal: Es normal la comisión de
delitos de hurto de mineral, en perjuicio del estado, delitos de robo de minerales
en agravio de concesionario, delitos de invasión de lotes mineros, delitos
ambientales, que son claramente tipificados en la ley penal respectiva, no menos
importante con el derecho ambiental: Adecuado con la definición y concepto del
derecho minero contemporáneo, las normas que protegen el medioambiente
constituyen un prerrequisito para todas las actividades mineras, en cualquiera de
sus etapas, cabe destacar que con el derecho internacional público: Si bien el
derecho internacional público se funda en tratados o convenciones
internacionales, que ponen fin a controversias o resuelven problemas de límites
territoriales, su orientación es básicamente de cooperación entre estados;
derivado del proceso globalizador, procesos de integración han dado vida a
numerosos tratados de libre comercio, con capítulos especiales en materia de
inversiones, en donde los estados se obligan a un trato nacional recíproco y
garantizan mecanismos de solución de controversias a través de tribunales
arbitrales que escapan de las jurisdicciones internas de los mismos. Asimismo,
con el derecho tributario: Las inversiones que se realizan en la industria minera
bajo el principio de estabilidad tributaria han diseñado distintos sistemas para
abordar tan complejo y delicado asunto, de hecho con el derecho de la
competencia: Uno de los objetivos de esta rama jurídica es prevenir, evitar y
sancionar las concentraciones empresariales que se expresan en
comportamientos monopólicos u oligopólicos, los cuales dañan la competitividad
de las economías, impiden el desarrollo de la libre competencia y la concurrencia.
El derecho minero propugna por un libre mercado, por tanto, se relaciona con el
tema mencionado y, a través de sus órganos y autoridades reguladoras, al otorgar
las concesiones, debe evitar en todo momento la forma de monopolios en el
campo de la actividad minera.
Por otro lado, es importante destacar que la protección del ambiente y la
garantía de su ejercicio como derecho humano individual y colectivo, se
interrelaciona con el ejercicio de las libertades económicas, que, al no ser
absolutas, tienen entre sus límites la protección del ambiente y la necesidad de
garantizar la satisfacción de las necesidades humanas de las generaciones
presentes y futuras. es aquí donde la conexión entre la protección de los derechos
humanos y el derecho de la energía se hace inevitable, en la medida en que sus
actividades hacen posible la satisfacción de necesidades imperiosas, como la
salud, la educación, la vivienda y tantas otras que sin la disponibilidad de la
energía sencillamente no podrían realizarse, adicionalmente las actividades para
la producción de energía se vinculan con el medio ambiente, en la medida en que
pueden poner en riesgo la posibilidad de disfrutar de un ambiente apto para la
vida, libre de contaminación como un derecho inviolable,siendo Venezuela unos
de los principales exportadores de petróleo del mundo y poseedor de las mayores
reservas de hidrocarburos del planeta, resulta lógico que los tratados y acuerdos
internacionales suscrito por el país y en los que la energía y muy particularmente
los petróleos están involucrados, constituyan parte fundamental de las fuentes del
Derecho de la Energía.
Bibliografía

 González Miranda, El derecho de propiedad de los hidrocarburos en


Venezuela. 2010
 Origen y tradición legal, en Revista Venezolana de Economía y Ciencias
Sociales.
 Bahamón C., Álvaro, Derecho de minas y petróleos, 1988, p. 62 .

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