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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES


DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Asignatura: Psicología Educativa I.


Ciclo: I-2023
Grupo: 01 Teórico
Tarea: Investigación “La Adultez”
Integrantes N° de Carné

Rocío Geraldinne Rivera Hernández RH22019

Josué Enmanuel Membreño Pineda MP17049

Emérita Rosmery Aguillón de Torres AT21021

Kenya Berenice Rolin Ayala RA17072

Nombre del docente: Lic. Alfredo Rodríguez Escobar

Ciudad Universitaria, 12 de mayo de 2023


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................3
OBJETIVOS..........................................................................................................................................4
LA ADULTEZ........................................................................................................................................5
CARACTERÍSTICAS DE LA ADULTEZ....................................................................................6
EDAD ADULTA TEMPRANA....................................................................................................11
EDAD ADULTA INTERMEDIA.................................................................................................15
ADULTEZ TARDÍA.....................................................................................................................19
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO DE LA EDAD ADULTA: TEORÍAS Y CONTEXTOS 23
EL APRENDIZAJE EN LA EDAD ADULTA.............................................................................28
CICLO VITAL Y CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES DE LOS ADULTOS.................................................35
DESARROLLO EVOLUTIVO HACIA LA ADULTEZ..................................................................................37
Salud mental en la adultez.......................................................................................................40
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................................49
Preguntas...................................................................................................................................50
Conclusiones..............................................................................................................................51
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se ha investigado el tema de “La adultez”, que se puede


definir como la etapa de la vida que sigue a la adolescencia. La adultez comienza
entre los 21 y 60 años, una etapa de grandes cambios, ya que en ella se
adquieren muchas responsabilidades y se toman decisiones importantes.

Existen varias etapas en la adultez que se definen por los cambios y desafíos que
enfrenta una persona. Adultez temprana, intermedia y tardía. Aunque cada
persona experimenta la adultez de manera única, existen ciertos desafíos y
oportunidades comunes en esta etapa de la vida. La adultez implica la adquisición
de nuevas habilidades, como la gestión del tiempo, las finanzas y las relaciones.
También ofrece la oportunidad de madurar y crecer como persona a medida que
se asumen nuevas responsabilidades y prioridades.

En la actualidad, la edad adulta se considera un proceso continuo en el que la


autonomía, la responsabilidad y la capacidad de decisión del individuo
aumentan gradualmente.
OBJETIVOS
LA ADULTEZ

La adultez es la etapa del desarrollo humano que sigue a la adolescencia, en la


cual el individuo se encuentra ya plenamente desarrollado y constituido como un
eslabón individual de la especie. Se le conoce como cuarta etapa. ×

La madurez sexual, el afianzamiento de la personalidad y la plenitud física ocurren


gradualmente en esta etapa cumbre de la vida, hasta que, eventualmente, se da
paso a la vejez.

La llegada a la adultez es celebrada y ritualizada desde puntos de vista sociales,


emocionales e incluso jurídicos, ya que a partir de esta etapa se forma un
miembro pleno de la sociedad, con todos los derechos y responsabilidades.
CARACTERÍSTICAS DE LA ADULTEZ

Mayoría de edad:

La mayoría de edad marca, a una edad variable dependiendo de los países, la


entrada en vigencia legal de la adultez. Suele rondar los 18 y 21 años de edad.

No es precisamente un sinónimo de ella, sin embargo, y no en vano muchos


especialistas consideran la adolescencia como un período que se extingue
finalmente a principios de la veintena.

Aun así, la mayoría de edad marca el inicio, de cara a las leyes y el Estado, de la


vida adulta del individuo, y suele ser una de las fechas más ritualmente celebradas
a lo largo de las culturas.

Etapas de la adultez:

La adultez es un proceso gradual, no se trata de un crecimiento inmediato. En ese


sentido se pueden identificar dos distintas etapas de adultez: la temprana y la
media.

 Adultez temprana. Comprende el momento inicial de adultez, desde el fin de la


adolescencia hasta más o menos los 40 años. Se trata de una etapa vigorosa y
de enorme potencia productiva, acompañada de una sensación de plenitud
indispensable para emprender los caminos profesionales e individuales
trazados.
 Adultez media. Es la etapa “meseta” de la vida, comprendida entre los 40 años
y los 65 años, en la que se espera un mayor asentamiento y cierto
enlentecimiento del ritmo, a pesar de que sigue siendo un instante de
gran productividad y experiencia, cuyo fin conduce al cese de la vida
productiva y la vejez.
Independencia:

Lo esperable durante la adultez temprana es un anhelo de independencia en el


individuo, que apunta a necesidades de espacio físico y emocional distintos del
hogar paterno.

Ya sea que esto pueda lograrse o no (ello dependerá de variables de entorno


socioeconómico, de emplazamiento cultural y geográfico, tanto como las
capacidades del individuo), o que pueda lograrse por propia cuenta, en pareja o en
grupo, se trata de una necesidad intrínsecamente vinculada con la adultez, sobre
todo considerando que el individuo maduro tenderá, con el tiempo, a fundar una
propia familia.

Integración social:

A diferencia de en la adolescencia, los vínculos sociales del adulto pasan


necesariamente por su personalidad y sus decisiones individuales de vida. Dejan
de ser tan frecuentes las pandillas, para enfocarse en la pareja y en amistades
que tengan un camino vital semejante: compañeros de trabajo, de universidad,
etc. Se dice que los amigos hechos en esta etapa son realmente los que durarán
toda la vida.

Estabilidad:

La adultez, y más aún la etapa media, es un período de mayores estabilidades en


el ser humano. La emotividad meteórica y la volubilidad de carácter típicos de la
adolescencia suelen ya haber quedado atrás, reemplazados por un progresivo
autoconocimiento y una mayor profundidad de carácter.

La toma de decisiones en esta etapa (sobre todo en la media) tiende a ser más
concienzuda, más fruto de meditaciones y no a la emoción del momento. Lo cual
acusa un desarrollo cognitivo más acentuado en la reflexión y la flexibilidad, la
adaptabilidad y el individualismo.
Matrimonio:

La mayor parte de la población adulta se casa durante la primera adultez (entre los


25 y 34 años). Es también la etapa de mayor presión social en torno a los temas
de reproducción y descendencia (sobre todo en la mujer), y de los primeros
intentos formales de vida familiar.

En el caso de muchos adultos, esta decisión se posterga en aras de otras áreas


vivenciales, pero es lo común que, a partir de la entrada a la adultez media,  las
necesidades de compañía y pertenencia deriven más hacia el ámbito familiar,
sobre todo con miras a la paternidad.

Los márgenes de divorcio, por demás, van en franco incremento mundial, siendo
más frecuentes al entrar a la adultez media, pero la tendencia apunta cada vez
pronunciadamente hacia el adulto joven.

Paternidad:

Junto con el matrimonio, en la adultez temprana suelen producirse las primeras


tentativas de paternidad (deseada o no), lo cual es vivido sin las dimensiones
trágicas del embarazo adolescente, pero sí supone un reto para los jóvenes
profesionales en formación.

Así como en las sociedades poco desarrolladas el embarazo adolescente es


común, en muchas sociedades desarrolladas existe la tendencia a postergar el
embarazo y la fundación de una familia, e incluso la vida conyugal, en pro de
garantizar primero el éxito profesional e individual, cuando no económico, para
afrontarlo. Y muchos, llegado el momento, deciden optar por modelos de vida
distintos al familiar. En los países menos desarrollados, igualmente, la adultez
temprana constituye una lucha por insertarse en el entorno laboral o por educarse,
así que la paternidad es también tenida como un impedimento y a menudo un
accidente que precipita la constitución familiar.
La moral:

En la adultez se reafirman los preceptos de moralidad que determinarán la vida en


sociedad. El contrato social, por ejemplo, que antepone el bien de la mayoría a los
deseos individuales, o ciertos preceptos éticos universalistas, echan raíz en esta
etapa. Y esto se debe a que el conjunto de experiencias vividas
y conocimientos adquiridos ya es suficiente para evaluar desde distintas ópticas
posibles un dilema.

De hecho, los expertos acusan dos tipos de experiencia como enormes


formadores de la moralidad, como son: la confrontación de valores (como la que
tiene lugar en la universidad o en las labores militares) y responsabilizarse del
bienestar de un tercero (como la paternidad). Ambos tipos de experiencias muy
vinculadas con el mundo adulto.

Sexualidad:

En la adultez la sexualidad sirve como una vía hacia la realización individual.

El ejercicio de la sexualidad en la adultez encuentra, idealmente, sus mayores


oportunidades para la libertad, la experimentación y la satisfacción. Sea o no
dentro de un contexto conyugal o monógamo, el sexo cosecha un espacio
psíquico importante en el adulto, empezado a ceder lugar hacia finales de la
adultez media.

La sexualidad se percibe como una vía hacia la realización individual y se la


ejerce, en principio, de manera autónoma, ética, abierta y autoconsciente.

Amistad:

La amistad en la adultez temprana Surge con mayor frecuencia qué en otras


etapas de la vida. Implica confianza, respeto, disfrutar de la compañía del otro,
comprensión, entre otros.
Educación superior y trabajo:

La época universitaria puede ser una etapa de búsqueda intelectual y crecimiento


personal, ésta ofrece la posibilidad de moldear una nueva identidad personal.

Los universitarios, pueden presentar una crisis de identidad que originan serios
problemas abuso de drogas y alcohol, desórdenes alimenticios, suicidios, etc.

En el trabajo influyen muchos aspectos del desarrollo tanto físicos, intelectuales,


emocionales y sociales. Los trabajadores jóvenes se preocupan más por lo
interesante qué puedo hacer su trabajo y por las posibilidades de desarrollo que
pueda presentar.

La crisis experiencial:

También conocida como crisis de la mitad de la vida, suele producirse en el paso


de la adultez temprana a la media, y consiste en un replanteamiento radical, a
veces incluso temerario, de las prioridades vitales y del ritmo y modelo de vida que
se lleva.

Como muchas otras cosas en la vida, es producto de la conciencia de la finitud:


del fin eventual de la vida, del paso inexorable del tiempo, reflejado en el fin,
justamente, de la etapa más cotizada socialmente en nuestras sociedades: la
juventud.
EDAD ADULTA TEMPRANA

Los humanos cambian y crecen en muy diversos aspectos durante el período de


los 20 a los 40 años, edades límite aproximadas que la mayoría de los estudiosos
han establecido para definir al joven adulto. Durante estas 2 décadas se toman
muchas de las decisiones que han de afectar al resto de la vida, con respecto a la
salud, la felicidad y el éxito del individuo. Es en esta etapa de la vida cuando la
mayoría de las personas dejan el hogar paterno, obtienen el primer empleo, se
casan, tienen hijos y los crían, es decir, tiene las principales transiciones. Para la
sociedad, estos años son los más importantes de toda la vida.

La manera como comen los adultos, cuándo beben, si fuman o no, qué clase de
ejercicio hacen, cómo manejan las tensiones, todas estas opciones de las formas
de vida pueden tener un impacto primordial en el funcionamiento físico presente y
futuro, como se verá en este capítulo; también se analizarán las implicaciones de
las decisiones que se toman sobre el colegio y la educación media o superior, que
están relacionadas con los desarrollos del desempeño intelectual del joven adulto.

El desarrollo social y emocional en la adultez, las teorías de Erikson, de las etapas


críticas, relacionadas con la normatividad acorde a la edad, que han inspirado
varios estudios intensivos sobre los adultos, y la teoría de la periodización de
acontecimientos que acentúa las experiencias de la vida más que la edad
cronológica al explicar por qué las personas sienten y actúan de determinada
manera.

Con un conocimiento de estas dos teorías, es más fácil comprender los


acontecimientos de la adultez joven - y de la adultez tardía, a revisarse más
adelante- que se relacionan con algunas opciones fundamentales: casarse o
permanecer soltero, tener hijos o no, elegir una conducta sexual, entablar
amistades. Intentando hacer un análisis más dirigido, se describen las
características del desarrollo físico e intelectual en esta primera parte para, más
adelante, describir las del desarrollo social y de la personalidad.

Para mucha gente, la esencia de los adultos jóvenes está encerrada en estas
palabras: "El tiempo - no hay nunca suficiente tiempo para hacer todo lo que yo
quiero y todo lo que yo debería hacer" -. Habla un estudiante de último año de
universidad que trata de entrar en todos los cursos necesarios para prepararse a
la escuela de médicos.

También expresan los sentimientos de una mujer joven que recientemente ha sido
contratada como abogado, que trabaja 80 horas a la semana mientras trata de
encontrar tiempo para la vida personal, la que incluye ver a su novio y hacer
“aerobics” diariamente. Expresan el dilema de una persona joven que ha llegado al
campo de trabajo y cuyo jefe cuestiona su compromiso con la carrera cuando él
deja el trabajo lo suficientemente temprano para comer con sus hijos; también
pueden reflejar las presiones de una madre soltera que, abrumada por el estrés de
criar una bebé sola y arreglárselas para que todo le alcance, siente que esto la
conduce a fumar mucho y a comer muy poco. La gente en estas situaciones
establece prioridades cada día de su vida.

Toma decisiones importantes que afectan su salud, sus carreras y sus relaciones
personales. Todavía están madurando de muchas maneras muy importantes.
Como veremos en este material, los años adultos tienen un gran potencial de
desarrollo intelectual, emocional y aún físico. Los avances importantes ocurren
durante temprana edad adulta (definida arbitrariamente como el periodo entre los
20 y los 40 años de edad) a través de la edad media (considerada aquí de los 40 a
los 65) y a través de los últimos años de la vida adulta (a los 65 y después).

Algunos de estos avances suceden como resultado de los papeles nuevos y


significativos que mucha gente asume en la edad adulta: como trabajador, esposo
y padres. Estos afectan la manera como la gente piensa y actúa; esto afecta la
manera como realiza estos papeles - o si no los realiza -. Las interacciones entre
los diversos aspectos del desarrollo - físico, intelectual, social y emocional- están
influyendo en forma muy importante durante este período Veremos, por ejemplo,
cómo la personalidad afecta la salud cuando examinamos los factores que llevan a
algunas personas a fumar, a beber o a hacer ejercicio o que aumentan el riesgo de
un ataque al corazón; así mismo se hablará sobre el proceso intelectual y, como
parte de ese, la situación que se vive respecto a la moral. Miraremos también la
experiencia de la escuela media superior o superior y el desarrollo intelectual y de
personalidad que sucede cuando el individuo pasa más del tercio de su tiempo en
ella. También se analizará el momento en que se elige una carrera y/o un estilo y
modo de vida.

DESARROLLO FISICO:

el adulto joven típico es un espécimen físicamente bueno, le caracteriza su fuerza,


energía y resistencia. Desde la mitad de los 20 años, cuando la mayor parte del
cuerpo está completamente desarrollado (en tamaño) hasta alrededor de los 50, el
declive de las capacidades físicas está generalmente tan graduado que se nota
difícilmente. Hoy día los que tienen veinte años tienden a ser más altos que sus
padres por la tendencia secular, consecuencia de una mejor alimentación y
atención a la salud. Entre los años 30 a los 45, la altura es estable luego comienza
a declinar.

La fuerza muscular tiene su punto entre los 25 y los 30 años de edad y luego viene
una pérdida gradual de 10% entre las edades de los 30 a los 60. La mayor parte
del debilitamiento ocurre en la espalda y en los músculos de las piernas, un poco
menos en los músculos de los brazos. La destreza manual es más eficiente en los
adultos jóvenes; la agilidad de los dedos y los movimientos de las manos
empiezan a disminuir después de la mitad de los 30 años. Los sentidos están
también más agudos durante la vida adulta joven.

La agudeza visual es más penetrante alrededor de los 20 años y empieza a


declinar alrededor de los 40. Una pérdida gradual de la audición empieza
típicamente antes de los 25 años, después de estos, la pérdida llega a ser más
real. El gusto, el olfato y la sensibilidad al dolor y a la temperatura generalmente
no muestran ninguna disminución hasta cerca de los 45 a los 50 años.

Recreación: Actividad que revitaliza el cuerpo la mente y el espíritu tipos de


recreación activa, pasiva, acompañado, solo.

DESARROLLO INTELECTUAL:

El sentido común señala que los adultos piensan de una manera diferente a los
niños - que los adultos pueden sostener diferentes clases de conversaciones,
comprender material mucho más complicado y resolver problemas más allá de las
capacidades de la mayoría de los niños o aún de muchos adolescentes -. Pero
¿qué tan correcto es esto? Y si las diferencias existen, ¿cuál es la base de ellas?

La valoración psicométrica. Un medio obvio de intentar descubrir si la inteligencia


aumenta o disminuye durante la vida adulta es hacer a los adultos de diferentes
edades pruebas psicométricas similares a las que usan para medir la inteligencia
en los niños. Miremos cómo han sido los resultados de tales pruebas.

El funcionamiento intelectual está generalmente en un nivel alto en la vida del


adulto joven. Por muchos años se creyó que la actividad intelectual en general
llegaba a su punto máximo alrededor de los 20 años y luego declinaba. Esta
conclusión estaba basada en los resultados de los estudios transversales, los
cuales hacían pruebas a gente de varios grupos de edad y encontraban que los
adultos jóvenes lo hacían mejor. Sin embargo, el desempeño intelectual superior
de la gente joven puede no significar que la inteligencia disminuya con la edad,
sino que la gente joven de hoy ha tenido experiencias diferentes y, por
consiguiente, ha desarrollado sus habilidades intelectuales más que la gente
nacida una generación antes. Los estudios longitudinales, que examinan a la
misma gente periódicamente a través de los años, han mostrado un incremento de
la inteligencia en general por lo menos hasta los 50.
EDAD ADULTA INTERMEDIA

¿Es igual nuestra vida adulta a los 20-25 años que a los 40-50? ¿Cuándo empieza
la edad adulta intermedia? ¿Es en esa fiesta de cumpleaños cuando usted
contiene su respiración (quizá con dificultad ya) para apagar 40 velas?, ¿Es el día
en que su hija anuncia su próxima boda o cuando el hijo le vence en una
competencia deportiva? La edad adulta intermedia, que en este material se define
aproximadamente como los años que van desde los 40 hasta los 65, tiene muchos
determinantes. Examinaremos en forma sintética la salud en la edad adulta
intermedia, comentando la menopausia, el período crítico masculino y los cambios
físicos que se presentan en los dos sexos. También miraremos rápidamente la
manera como los procesos de pensamiento de las personas adultas difieren de los
de la gente más joven. Finalmente, examinaremos las satisfacciones que la gente
de edad intermedia obtiene de su trabajo, así como los efectos del agotamiento
(desgaste), el desempleo y el reto de cambiar carreras en mitad de la vida. Como
consecuencia de todo esto, exploraremos la famosa “crisis de mitad de vida” y
miraremos las relaciones que los adultos de edad intermedia tienen con la gente
importante en sus vidas sus cónyuges, amigos y las generaciones a ambos lados
de ellos - sus hijos y sus padres -.

El adulto de la edad intermedia se da cuenta de que su cuerpo no es lo que una


vez fue. En una sociedad orientada hacia la juventud y la buena condición, las
arrugas, los hundimientos y los dolores musculares agudos son señales no
bienvenidas pues indican la proximidad de la vejez. Las aparentes señales de
envejecimiento pueden herir a la gente que está buscando trabajo o que se
encuentra dentro de una institución donde la mayoría de la población es gente
“joven”. Esto es significativo porque el trabajo que hace la gente ejerce una gran
influencia en la forma como se siente ante esta época de la vida. La edad
intermedia es una época de hacer inventarios. La gente revalúa sus aspiraciones
anteriores sobre la carrera elegida y qué tan bien se ha realizado. Durante la
transición de la adultez temprana y la intermedia algunas veces se modifican
metas o se incursiona en actividades totalmente diferentes de las esperadas. La
revaluación - que se extiende a las relaciones íntimas y otros aspectos del estilo
de vida sucede debido a un cambio en la orientación en el tiempo de las personas.
En vez de pensar en el período de su vida desde el punto de vista de los años que
ya ha vivido, la gente empieza a pensar en el tiempo que le queda por vivir.
Comienza a darse cuenta de que posiblemente no puede hacer todo lo que quiere
y está ansiosa - muchas veces desesperadamente- de sacar el máximo provecho
de sus años restantes. Esta comprensión incita a mucha gente a cambiar de
actividad profesional, a otra de dejar su cónyuge y a algunas más a jubilarse.

DESARROLLO FISICO:

Desde la temprana edad adulta hasta los años intermedios, en general suceden
cambios biológicos tan gradualmente, que con dificultad se perciben - hasta, hasta
que un día, un hombre de 45 años, se da cuenta que no puede leer sin lentes, o
una mujer de 55 años admite que no es tan rápida como solía realizar sus
actividades domésticas. El funcionamiento físico y la salud son usualmente
buenos en estos años, a pesar de que no están en el nivel máximo del de la edad
adulta temprana. La mayoría de la gente acepta los cambios en sus capacidades
reproductoras y sexuales - menopausia y período crítico masculino- y en la
disminución de la agilidad al caminar, pero suele haber alguna angustia por la
disminución del atractivo físico.

Funcionamiento sensorial y psicomotor: Vista, oído, gusto y olfato. A medida que


los cristalinos del ojo se vuelven menos elásticos con la edad, su foco no se ajusta
tan fácilmente; en consecuencia, mucha gente desarrolla presbicia - hipermetropía
asociada a la vejez- y necesita anteojos para leer; seguramente usted ha notado
que estas personas, para leer, comienzan a estirar el brazo y luego lo contraen
para afoscar mortalmente el objetivo; “¿te sobra vista o te falta brazo?”- suelen
decir sarcásticamente sus conocidos -. También se experimenta una leve pérdida
en la nitidez de la visión y necesitan cerca de un tercio más de luminosidad para
compensar la pérdida de luz que llega a la retina. La miopía, sin embargo, tiende a
nivelarse en estos años. Hay también una pérdida gradual de la audición,
especialmente en lo que respecta a los sonidos en las frecuencias más altas, esta
condición es conocida como presbiacusia.

Después de los 55 años, la pérdida de la audición es mayor para los hombres que
para las mujeres, la mayor parte de la pérdida de la audición durante estos años
no es percibida, puesto que está limitada a los niveles de sonido que son poco
importantes para el comportamiento cotidiano. La sensibilidad del sentido del
gusto empieza a disminuir alrededor de los 50 años, particularmente la habilidad
de discriminar “los matices más finos del gusto”, los alimentos que pueden ser
muy sabrosos a un joven pueden parecer insípidos a una persona de edad
intermedia, a menos que se le agreguen condimentos.

La sensibilidad al olfato parece sostenerse bien, es uno de los últimos sentidos


que se disminuye. Fuerza, coordinación y tiempo de reacción A pesar de que hay
una disminución gradual en fuerza y coordinación durante los años intermedios, la
pérdida es tan pequeña que la mayoría de la gente escasamente la nota. Diez por
ciento de reducción en la fuerza física desde su máximo en los 20 años no
significa mucho para la gente que, rara vez, si alguna vez lo hace, emplea toda su
fuerza en sus vidas cotidianas. Cuanto menos se esfuerce la gente, menos puede
hacer. La gente que lleva una vida sedentaria pierde la tonicidad muscular y se
vuelve aún menos inclinada a esforzarse físicamente.

La gente que hace el esfuerzo de conservarse activa durante la edad adulta


obtiene los beneficios de más fibra y elasticidad después de los 60 años. El tiempo
de reacción simple disminuye a cerca de 20%, en promedio, entre los 20 y los 60
años y decae después de estos últimos. Las habilidades motrices complejas, se
incrementan durante la infancia y la juventud, pero disminuyen gradualmente
después de que la gente ha alcanzado su completo desarrollo. Los trabajadores
industriales hábiles, en sus 40 y 50 años son usualmente más productivos que
nunca, en parte debido a que, generalmente, son más escrupulosos y cuidadosos.
Además, es menos probable que los trabajadores de edad intermedia tengan
lesiones que los incapaciten en el trabajo resultado, sin duda, de la experiencia y
el buen juicio, que hace más que compensar cualquier reducción de la
coordinación y las habilidades motrices.

DESARROLLO INTELECTUAL:

Mientras la inteligencia fluida (habilidad de manejar nuevo material o situaciones)


típicamente disminuye durante la edad adulta, la inteligencia cristalizada (habilidad
de solucionar problemas con base en el procesamiento automático de información
almacenada) a menudo se incrementa durante la edad intermedia. Por ejemplo,
las habilidades verbales ascienden, especialmente entre la gente que utiliza sus
capacidades intelectuales regularmente, bien sea en el trabajo o a través de la
lectura u otro ejercicio mental.

Los adultos están usualmente más preocupados en cómo utilizar el conocimiento


para propósitos prácticos que en adquirir conocimiento y habilidades para su
propio bien, usan sus habilidades intelectuales para solucionar problemas de la
vida real asociados con la familia, negocios o responsabilidades sociales. Este
desarrollo cognoscitivo de la edad intermedia se relaciona con la creencia de
Erikson (que se tratará más adelante) de que la gente de edad intermedia se
interesa en la labor de la generatividad -responsabilidad de establecer y dirigir a la
generación venidera.
ADULTEZ TARDÍA

La edad adulta tardía o vejez comienza a los 65 años aproximadamente y se


caracteriza por un declive gradual del funcionamiento de todos
los sistemas corporales. Diferentes teorías intentan explicar las causas del
envejecimiento biológico o senescencia.

DESARROLLO FÍSICOS

En la adultez tardía se presentan algunos cambios físicos como:


1- perdida de textura y elasticidad de la piel.
2- adelgazamiento y encanecimiento del cabello.
3- disminución de la talla corporal.
4- adelgazamiento de los huesos.
5- perdida de dientes y problemas de encías.
6- problemas de visión.
7- propensión a la osteoporosis.

Durante esta etapa presenta cambios físicos que incrementan la posibilidad de


desarrollar enfermedades, esto debido a la fragilidad del organismo. algunas de
las enfermedades que se asocian con la vejez son enfermedades crónicas que
han sido adquiridas aproximadamente a los 30 años, como son la diabetes la
artritis, de reumatismo, etc.

La forma corporal de todos cambia naturalmente a medida que envejecen. Según


la Biblioteca Nacional de Medicina (2014) después de los 30 años las personas
tienden a perder tejido magro, y algunas de las células de los músculos, hígado,
riñón y otros órganos se pierden. La pérdida de tejido reduce la cantidad de agua
en tu cuerpo y los huesos pueden perder algunos de sus minerales y volverse
menos densos (una condición llamada osteopenia en las primeras etapas y
osteoporosis en las etapas posteriores). La cantidad de grasa corporal aumenta de
manera constante después de los 30 años, y los individuos mayores pueden tener
casi un tercio más de grasa en comparación con cuando eran más jóvenes. El
tejido graso se acumula hacia el centro del cuerpo, incluso alrededor de los
órganos internos.

Con la edad la piel se vuelve más delgada, menos elástica, pierde grasa y ya no
se ve regordeta y tersa. Las venas y los huesos se pueden ver más fácilmente y
los rasguños, cortes y golpes pueden tardar más en sanar. Los años expuestos al
sol pueden provocar arrugas, sequedad, manchas de la edad y cáncer. Las
personas mayores pueden tener moretones con mayor facilidad, y estos
moretones pueden tardar más en sanar. Algunos medicamentos o enfermedades
también pueden causar moretones. La gravedad puede hacer que la piel se hunda
y se arrugue, y fumar puede arrugar la piel. Además, en los adultos mayores se
observan manchas de la edad, anteriormente llamadas “manchas hepáticas”.
Parecen manchas planas, marrones y a menudo son causadas por años en el sol.
Las marcas cutáneas son crecimientos de piel pequeños, generalmente de color
carne que tienen una superficie elevada. Se vuelven comunes a medida que las
personas envejecen, especialmente para las mujeres, pero tanto las manchas de
la edad como las marcas en la piel son inofensivas (NIA,

Casi todos tienen pérdida de cabello a medida que envejecen, y la tasa de


crecimiento del cabello se ralentiza ya que muchos folículos capilares dejan de
producir nuevos pelos. La pérdida de pigmento y posterior encanecimiento iniciada
en la adultez media continúa a finales de la edad adulta.

DESARROLLO INTELECTUAL
Una controversia importante, concierne el mantenimiento o declinación en la
inteligencia, en la edad adulta tardía. La inteligencia fluida, la capacidad para
resolver nuevos problemas parece declinar, pero la inteligencia cristalizada que
está basada en la experiencia, en el aprendizaje, tiende a mantenerse incluso a
aumentar. El funcionamiento intelectual en la edad tardía está marcado por
influencias ambientales y culturales. Algunos aspectos de la inteligencia parecen
aumentar con la edad, la mecánica de la inteligencia declina, pero la de la
pragmática continúa creciendo. La vejez exitosa involucra optimización selectiva
por compensación (uso de capacidades especiales para compensar pérdidas)

En la literatura se encuentran términos como envejecimiento


exitoso y envejecimiento óptimo, los cuales implican que existe una forma correcta
o mejor de envejecer. El crecimiento en la vejez es posible y muchos ancianos que
se sienten sanos, competentes y en control de su vida,
experimentan de manera positiva la última etapa de la vida. La personalidad no
cambia mucho en la vejez. Las personas extrovertidas tienden a
reportar inicialmente niveles muy altos de emoción positiva y tienen más
probabilidad que otros de conservar este rasgo positivo a lo largo de su vida. Es
probable que las personas neuróticas reporten emociones negativas y con
el tiempo tienden incluso a volverse menos positivas. Para Erikson, la vejez
constituye la última etapa del ciclo de vida y el conflicto característico de ella es la
integridad del yo frente a la desesperanza. Los ancianos necesitan evaluar,
sintetizar y aceptar sus vidas para admitir la proximidad de la muerte. Se
esfuerzan por lograr un sentido de coherencia e integridad en lugar de rendirse
ante la desesperación por su incapacidad de revivir el pasado de manera
diferente. La virtud que es posible desarrollar durante esta etapa es la sabiduría,
una «preocupación informada y desapegada por la vida al enfrentar la muerte». La
gente que no logra la aceptación se siente abrumada por la desesperanza al darse
cuenta de que el tiempo es demasiado corto para buscar otros caminos a la
integridad del yo.
La teoría del retiro dice que el envejecimiento normal implica reducción gradual en
la participación social y una mayor preocupación del yo. la teoría de la
actividad dice que los roles del adulto son las principales fuentes de satisfacción y
entre mayor sea la pérdida de roles, menos satisfecha estará la persona; las
personas que envejecen bien mantienen tantas actividades como les es posible y
encuentran sustitutos para los roles perdidos. esta teoría va ligada a la hipótesis
del compromiso, que sugiere que la participación en actividades y roles sociales
desafiantes promueve la retención de las capacidades cognoscitivas y también
tiene efectos positivos en la salud y el ajuste social. el hecho de jubilarse y cuándo
hacerlo es una de las decisiones del estilo de vida más cruciales que toman las
personas al aproximarse a la vejez; afecta tanto en su situación financiera
como en su estado emocional, la forma en que pasan su tiempo y la manera en
que se relacionan con la familia y los amigos. las personas que siguen trabajando
después de los 65 o 70 años por lo regular disfrutan su trabajo y no lo encuentran
demasiado estresante. Los trabajadores ancianos tienden a ser más confiables,
cuidadosos y responsables que los trabajadores jóvenes. La gente que se jubila
puede sentir la pérdida de un papel que es central para su identidad o quizá
disfrute la pérdida de presiones que se van con ese papel.
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO DE LA EDAD ADULTA: TEORÍAS Y
CONTEXTOS

Las preguntas clave de una psicología del desarrollo de la edad adulta serían, si
se dan verdaderos cambios con el aumento de edad, qué magnitud encierran
estos, en qué ámbitos pueden observarse y si se manifiestan relacionados entre
sí. Además, habría que investigar cómo se producen. Dado que los cambios
suceden de manera distinta en las diversas competencias, conviene hablar de una
multidimensionalidad y una multidireccionalidad. También es necesario describir
los cambios, según las características de cada persona o cada grupo. El influjo de
la experiencia y del propio historial, el prolongado hábito en criterios cognitivos y
conductuales o el efecto de diversos contextos educativos, sociales, etc…
componen una serie de variables decisivas. Se han de considerar, pues, los
cambios diferenciales, al aumentar la edad. Las diferencias de cambio entre las
personas (interindividuales) y dentro de la misma persona (intraindividuales)
conforman, por tanto, la base de la gran variabilidad dentro del grupo de las
personas mayores.

El fundamento de todo ello se busca en la interdependencia de la psicología y la


fisiología. Esta interdependencia postula que la diferenciación neuronal de las
estructuras cognitivas corre pareja con las funciones psicológicas. Esta
interdependencia psico-física se va debilitando en la edad adulta y los influjos de
la experiencia y el entorno adquieren un mayor protagonismo; por tanto, ya no
sería tan influyente y, en consecuencia, el desarrollo sensomotor aparecería cada
vez más independiente del cognitivo (Diferenciación).

El desarrollo tiene lugar cuando se observan cambios duraderos. En la persona


coinciden el cambio y la estabilidad, dado que los cambios de las diversas
competencias personales transcurren a distintas velocidades y en su interacción
producen cierta estabilidad, por ejemplo, en la autonomía de la persona o en su
bienestar. Las diferencias en los cambios indican que el desarrollo adulto puede
manifestarse multidireccionalmente, es decir, en algunas competencias de manera
estable y en otras aumentando o disminuyendo. Este hecho permite investigar la
relación entre los cambios y las distintas competencias. Esta es la intención del
estudio de Berlín de Mayer y Baltes. que analiza el transcurso de los recursos
cognitivos, emocionales, mentales, corporales y sociales a los 70 años.

La literatura moderna sobre la psicología del desarrollo de la edad adulta parece


querer ir olvidando al varias veces mencionado Erikson, pero creemos que
siempre habrá que tenerlo presente. No en vano, él fue quien amplió las etapas de
Freud hasta ocho, cambiando su modelo psicosexual por otro psicosocial y
abriendo el camino para el estudio del ciclo vital que tanto juego ha dado desde
entonces. Erikson (1950, 1968, 1985) explica el desarrollo humano, desde la
infancia a la senectud, como una búsqueda de la identidad personal, a través de
ocho etapas. La resolución positiva de cada etapa es de capital importancia para
poder acceder a las etapas siguientes. El conflicto propicia el paso de una etapa a
otra superior. Si esa “crisis” no se resuelve de forma satisfactoria, continúa
demandando energía y causando dificultades. Por tanto, toda personalidad sana
debe resolver la crisis de forma adecuada. La naturaleza de cada crisis es
diferente y se caracteriza por una bipolarización (positiva-negativa).

De acuerdo con Erikson, el problema fundamental que se encara en la adultez es


el de la generatividad frente al estancamiento. Respecto a la generatividad,
Erikson afirma que operamos dentro de tres dominios:

• el procreativo, que consiste en dar y en responder a las necesidades de la

siguiente generación,

• el productivo, que consiste en integrar el trabajo a la vida familiar y cuidar a la

siguiente generación, y
• el creativo, que consiste en hacer aportaciones a la sociedad en gran escala.

La alternativa de ambos sexos es el estancamiento y el sentido de


ensimismamiento y de tedio. Algunos no perciben el valor de ayudar a la siguiente
generación y tienen sentimientos recurrentes de llevar una vida insatisfactoria.
Alcanzan pocos logros o rebajan los que han obtenido. En la última etapa de la
vida, con la octava crisis de integridad del yo frente a desesperación, la
contradicción se expresa entre el deseo de envejecer satisfactoriamente y la
ansiedad que producen los pensamientos de pérdida de autonomía y muerte.
Durante este período se analizan los estadios anteriores, metas, objetivos fijados,
alcanzados y no logrados, etc. El individuo entra así en un proceso filosófico
orientado hacia la espiritualidad, las relaciones sociales y la búsqueda del
envejecimiento satisfactorio (sabiduría), que según Erikson muy pocos individuos
llegan a experimentar del todo.

TEORIAS
Las preguntas clave de una psicología del desarrollo de la edad adulta serían, si
se dan verdaderos cambios con el aumento de edad, qué magnitud encierran
estos, en qué ámbitos pueden observarse y si se manifiestan relacionados entre
sí. Además, habría que investigar cómo se producen. Dado que los cambios
suceden de manera distinta en las diversas competencias, conviene hablar de una
multidimensionalidad y una multidireccionalidad. También es necesario describir
los cambios, según las características de cada persona o cada grupo. El influjo de
la experiencia y del propio historial, el prolongado hábito en criterios cognitivos y
conductuales o el efecto de diversos contextos educativos, sociales, etc…
componen una serie de variables decisivas. Se han de considerar, pues, los
cambios diferenciales, al aumentar la edad. Las diferencias de cambio entre las
personas (interindividuales) y dentro de la misma persona (intraindividuales)
conforman, por tanto, la base de la gran variabilidad dentro del grupo de las
personas mayores. Son todavía escasas las teorías nacidas en el contexto de una
psicología del desarrollo de la edad adulta. Hablaremos, por ello, de aquel par de
teorías que explícitamente se fijan en el desarrollo de la edad adulta.

TEORÍAS DE CRISIS NORMATIVA


El transfondo de las teorías de que hablaremos de momento se centra en la teoría
ya clásica de Havighurst (1948/1972). La concepción de Havighurst se extiende a
lo largo de toda la vida y formula para cada fase vital unas tareas características
de desarrollo. Estas nacen del juego entre el desarrollo biológico, el contexto
históricosocial, la personalidad de cada uno y las metas individuales. Para la fase
de la edad adulta establece unas tareas típicas del proceso de envejecimiento, de
las correspondientes pérdidas y de la proximidad del fallecimiento. La tarea
general será la adaptación a un cuerpo que se deteriora, y las pérdidas, por
ejemplo, de la pareja deben compensarse con mejores contactos sociales con los
propios hijos y otros familiares o amigos. Otra adaptación esencial, según
Havighurst, se refiere a la jubilación y su consecuente descenso de recursos
económicos.

Los procesos que pueden iniciarse para alcanzar las metas pueden ser la
ampliación de las actividades de ocio o el ajuste de las disposiciones financieras.
El contexto histórico-social obliga a la tarea de adaptarse a los cambios de edad y
de reafirmarse en la pertenencia al grupo de personas mayores. Todo ello debe
acompañarse de una gran flexibilidad en los cambios de roles a desempeñar. Esto
se consigue, con frecuencia, potenciando los roles familiares, por ejemplo, el rol
de abuelos.

Otra concepción que tematiza directamente el desarrollo de la edad adulta es la

de Peck (1959, 1968), que establece cuatro etapas para la adultez y tres para la
senectud. Al explicar los retos especiales de la vida adulta, Peck propone cuatro
problemas o conflictos del desarrollo adulto:
Aprecio de la sabiduría frente al aprecio de la fuerza física. A medida que
empiezan a deteriorarse la resistencia y la salud, las personas deben canalizar
gran parte de su energía de las actividades físicas hacia las mentales.

Socialización frente a sexualización en las relaciones humanas. Es otro ajuste


impuesto por las restricciones sociales y por los cambios biológicos. Los cambios
físicos pueden obligar a redefinir las relaciones con miembros de ambos sexos, a
dar prioridad a la camaradería sobre la intimidad sexual o la competitividad.

Flexibilidad emotiva frente a empobrecimiento emotivo. La flexibilidad emotiva


es el origen de varios ajustes que se hacen en la madurez, cuando las familias se
separan, cuando los amigos se marchan y los antiguos intereses dejan de ser el
centro de la vida.

Flexibilidad frente a rigidez mental. El individuo debe luchar contra la tendencia


a obstinarse en sus hábitos o a desconfiar demasiado de las nuevas ideas. La
rigidez mental es la tendencia a dejarse dominar por las experiencias y los juicios
anteriores, a decidir, por ejemplo, que "Toda mi vida he rechazado la política, de
modo que no veo por qué deba cambiar de opinión ahora".

A semejanza de las etapas de Erikson, ninguno de los conflictos de Peck se


restringe a la madurez ni a la vejez. Las decisiones tomadas en los primeros años
de vida sientan las bases de las soluciones en los años de la adultez y las
personas maduras comienzan ya a resolver los desafíos que se les presentarán
en la senectud. Peck, por otra parte, fija tres tareas principales para el
envejecimiento:

— 1) Transcendencia corporal frente a preocupación por el cuerpo. Teniendo

en cuenta el más que previsible riesgo de enfermar a esta edad y la disminución


del rendimiento físico, es obligado "transcender" los problemas físico-corporales,
es decir, centrar las metas vitales en el rendimiento mental y espiritual, y en las
relaciones sociales.
EL APRENDIZAJE EN LA EDAD ADULTA

Cuando pensamos en educación, generalmente la asociamos con la educación


formal de niños, adolescentes y jóvenes. Si bien ellos son los principales
beneficiarios de la educación según el derecho internacional de los derechos
humanos, a los adultos también se los reconoce como titulares de derechos. El
derecho a la educación es como todos los derechos humanos, es universal y se
aplica de todas las personas, independientemente de su edad.

Según el derecho internacional, los objetivos de la educación incluyen “el pleno


desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad” y “capacitar a
todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre”.

La educación de los niños no basta para alcanzar estos objetivos (ni los otros
objetivos de la educación bajo el derecho internacional). Por lo tanto, el derecho a
la educación reconoce la importancia de la educación como un proceso de toda la
vida. Los primeros años son fundamentales para este proceso, donde cada nivel
de educación sienta las bases para la educación posterior a lo largo de toda la
vida de la persona.

El aprendizaje y la educación de adultos es un componente básico del derecho a


la educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Comprende “todas las
formas de educación y aprendizaje cuya finalidad es lograr que todos los adultos
participen en sus sociedades y en el mundo del trabajo.

Designa el conjunto de todos los procesos educativos, formales, no formales e


informales, gracias a los cuales personas consideradas adultas por la sociedad a
la que pertenecen desarrollan y enriquecen sus capacidades para la vida y el
trabajo, tanto en provecho propio como en el de sus comunidades, organizaciones
y sociedades.” (Recomendación sobre el aprendizaje y la educación de adultos,
UNESCO [2015] párrafo 1).

Los adultos entran (o vuelven) al sistema de educación por varios motivos. Por
ejemplo, para:

• Reemplazar la enseñanza primaria o secundaria que no tuvieron o que


abandonaron;

• Adquirir habilidades básicas de educación, como la lectura, escritura y


aritmética;

• Adquirir formación y conocimientos profesionales con miras a adaptarse a


las nuevas condiciones del mercado de trabajo o para cambiar de carrera o para el
desarrollo profesional permanente;

• Seguir aprendiendo como parte del desarrollo personal o por placer;

• Participar plenamente en la vida social y en los procesos democráticos.

Además de los beneficios conseguidos de lo arriba mencionado, la educación de


adultos también ayuda a:

• Gozar de otros derechos humanos como, por ejemplo, el derecho al trabajo,


a la salud y a participar en la vida cultural y en los asuntos públicos;

• Capacitar a los adultos económica y socialmente marginados a entender,


cuestionar y transformar, mediante la conciencia crítica, los motivos de su
marginación, incluido salirse ellos mismos de la pobreza;

• Desarrollar las habilidades y los conocimientos necesarios para participar


en la sociedad;

• Facilitar la ciudadanía activa.


El aprendizaje y la educación de adultos tiene también beneficios económicos,
sociales, políticos y culturales más amplios, especialmente reconocidos en la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (2015), que contiene varios objetivos
relativos a la educación de adultos y cuenta con el compromiso de todos los
Estados.

Sin embargo, a pesar de los compromisos asumidos por los Estados, se han
descuidado los esfuerzos por implementar y hacer realidad el derecho a la
educación de los adolescentes, los jóvenes y los adultos. Este fracaso en
implementar plenamente la educación de adultos agrava la marginación histórica,
porque los que más se beneficiarían de la educación de adultos son precisamente
los que no recibieron una enseñanza primaria o secundaria.

Actualmente, la educación de adultos, particularmente la educación no formal,


incluidos los programas de alfabetización, suele ser el nivel de educación que más
déficit acusa en su financiamiento.

Son muy pocos los países que gastan el tres por ciento recomendado de su
presupuesto nacional de educación en los programas de alfabetización y
educación de adultos (UNESCO [2016] Reading the Past: Writing the Future). Por
consiguiente, el aprendizaje y la educación de adultos generalmente no es gratis,
lo cual actúa como una barrera prohibitiva del acceso a la educación de adultos o
es una carga financiera para los adultos que ya son marginados y tienen que
pagar para acceder a una educación que anteriormente les fuera denegada.

Un elemento fundamental del derecho a la educación es que debe ser accesible a


todos, razón por la cual la enseñanza primaria y secundaria inferior son
generalmente gratuitas. El mismo principio se aplica a la educación de adultos. Sin
embargo, para los adultos es diferente porque, además del Estado, existen
proveedores privados (que ofrecen desde clases de yoga y cocina hasta clases de
computación), las compañías capacitan y entrenan a su personal, las
organizaciones comunitarias crean oportunidades de aprendizaje para sus
miembros y la Red ofrece toda una gama de programas de aprendizaje gratuitos
(COMA) y pagados.
Una responsabilidad clave de los Estados es establecer un marco legal y
regulador que garantice el acceso a oportunidades de aprendizaje y educación de
adultos, especialmente para personas de grupos marginados. Además, los
Estados tienen obligaciones bajo el derecho internacional de los derechos
humanos en lo que concierne a ciertas formas de aprendizaje y educación de
adultos.

Entre estas formas, cabe mencionar la educación fundamental, la enseñanza


básica, los programas de alfabetización de adultos, la formación técnica y
profesional y la educación superior. Asimismo, estudia el derecho a la educación
de las personas mayores y a la educación de adultos, según lo expresado en la
Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Para el marco normativo internacional que proporciona principios rectores para las
políticas y la práctica de la educación de adultos, véase la Recomendación sobre
el aprendizaje y la educación de adultos (2015) de la UNESCO y el Marco de
Acción de Belém (2009) de la Sexta Conferencia Internacional de Educación de
Adultos (CONFINTEA VI).

Se asume que los adultos tienen tiempo limitado, y que tienen que balancear las
demandas de la familia, el trabajo y la educación. Igualmente se puede asumir que
éstos ya han adquirido un conocimiento propio y del mundo, suficiente para
sobrevivir, aunque no puedan controlar su entorno a su gusto. En otras palabras,
los adultos no son una tabula rasa, o listas vacías, sobre las cuales una persona
pueda escribir.

¿Dónde se lleva a cabo la educación para adultos?

Los adultos escogen el lugar donde desean llevar a cabo las actividades
educativas. Principalmente, prefieren lugares que se orienten hacia sus
necesidades, y una gran proporción de la educación adulta tiene lugar en los sitios
de trabajo o en la casa o en lugares donde los adultos tengan una asociación
positiva. Dentro de éstos podemos incluir: salones comunales, iglesias u otros
sitios de reunión y, por lo menos en algunos países, en instituciones de posgrado.
Algunos de estos lugares de reunión pueden estar preparados para brindar
instrucción especializada, sin embargo los adultos normalmente prefieren utilizar
lugares de reunión que se usen con otro propósito. Primordialmente, la educación
para adultos se lleva acabo en pequeños grupos, a pesar de que existe una
creciente tendencia que apunta hacia la realización de convenciones masivas en
oportunidades educativas tanto comerciales como religiosas. Cuando los
movimientos sociales se involucran en una actividad educativa también se puede
trabajar con grupos de varias personas.

¿Cuándo se involucran los adultos con actividades educativas?

Cuando se programa la educación, como opuesto a lo informal, ésta


probablemente sucederá fuera de las horas laborales. Como resultado, muchos
programas son fijados para la tarde o para los fines de semana. Los adultos por
ende, deben decidir si atienden o no dichos eventos cambiando las actividades
que realizan en su tiempo libre, a no ser que puedan organizar la educación
durante sus horas de trabajo.

Cuando se usan las horas laborales, los adultos se pueden ver forzados a
renunciar a sus sueldos con el fin de atender. Si no tendrán que trabajar horas
extras para compensar el tiempo gastado en la educación. En estos casos, como
en aquellas decisiones sobre el tiempo libre, existen costos significativos y, por
ello, los adultos que si asisten a las actividades educativas están altamente
motivados y son altamente exigentes con los resultados.

Muchos adultos no tienen la oportunidad de educarse, o consideran que no tienen


esta oportunidad. De esta forma los programas educativos que facilitan la
asistencia, o por lo menos aquellos que la hacen menos complicada, tienen
mayores posibilidades de atraer un grupo más amplio de personas.

¿Cómo aprenden los adultos?

No es necesario que la gente asista a un programa educativo con el propósito de


aprender. Mucha gente continuará aprendiendo de la propia experiencia -haciendo
cosas por ellos mismos, observando a otros personas e imitando o improvisando
lo que ellos hacen, al intentar hacer algo y, cuando esto no da resultado, "leyendo
el manual" o siguiendo el conjunto de procedimientos descritos por aquellos que
han realizado estas actvidades con anterioridad.

Aquellos que tienen una mejor percepción, como los que se oponen a llevar a
repetir los mismos esquemas, son quienes reflejan lo que han hecho y la forma en
como lo hicieron. La visión que nos brindan estas reflexiones determinan la forma
qnn que se comportarán en el futuro, y esto a su tiempo se refiere a la experiencia
y al cambio. Con el tiempo, los adultos llevan a ser mejores de lo que
normalmente eran si son capaces de sentir y reflejar su propia experiencia.

Esta reflexión disciplinada no siempre es fácil, particularmnete si la experiencia es


compleja o si viene acompañada con emociones que en parte ocultan lo que está
sucediendo. Puede ser el caso donde la gente no cuenta con el suficiente
conocimiento para transmitirr lo que está sucediendo. Ciertas generaciones de
gente observan y navegan con las estrellas sin cambiar su punto de vista con
relación a que la tierra fue el centro del universo.

Los educadores, por tanto, juegan un importante papel al proporcionar el


conocimiento para ayudar a los adultos en la reflexion, enmarcando sus
experiencias al escuchar cuidadosamente con el propósito de brindar puntos de
vista calificados dentro de su experiencia, y a través de la creación de
oportunidades para los adultos a efecto de desempacar o diferenciar experiencias
a través de seguros y obligados ejercicios y asignaciones, a través de un estudio y
la lectura guiada.

La lectura

Si el aprendizaje adulto se refiere a una reflexión disciplinada sobre la experiencia,


y si los educadores tienen a su cargo las tareas para apoyar a lo adultos a
aprender más que a enseñar, por que la mayoría de las actividades educativas
son tan parecidas? La mayoría consiste de lecturas o presentaciones llevadas a
cabo por alguien que presumiblemente cuenta con la experiencia y el
conocimiento deseado para aquellos que lo escuchan.
Las lecturas no necesariamente son una forma eficiente de transmitir el
conocimiento. Tampoco son una forma efectiva para ayudar a la gente a aprender.
Aún continúan dominando los programas educativos.

Los adultos no dependen necesariamente de otros para su aprendizaje. Incluso


cuando hayan elegido asistir a la conferencia, es probable que lleguen con un
catálogo de habilidades conocimientos y capacidad de reflexión que puedan usar
para analizar y evaluar la información que se les ofrece.

Cuando requieran conocimiento o información, una buena lectura puede


ofrecérselas en condiciones que le permitan a l adulto extraer conclusiones acerca
de la confiabilidad de la información -evaluando las reacciones de otros,
formulando preguntas o vigilando y evaluando la trama de la lectura. Estas claves
permiten que la lectura o la plática resulten muy diferentes al mirar una película
sobre la misma lectura en privado, y son potentes valores agregados de la
experiencia del aprendizaje.

Dándole acceso a recursos, y el tiempo para experimentar, un adulto puede


incluso descubrir que una lectura produce un impacto sobre habilidades de
comportamiento sustanciales. Sin embargo, los educadores no querrán basarse
en formas ineficiencias de transmisión de la información si tienen la capacidad de
extender la experiencia del aprendizaje para incluir ensayos, práctivas y
reflexiones.

Estilos de aprendizaje.

Parece que los adultos tienen diferentes estilos de aprendizaje. Algunos


encuentran más fácil aprender en contextos comunitarios o de pequeños grupos,
otros de actividades de aprendizaje individualizadas o más anónimas, algunos
otros haciendo cosas y experimentando (con los consecuentes fracasos), mientras
que otros requieren asesoría y pequeños avances.

Dado que la educación para adultos, especialmente en apoyo de la democracia,


es voluntaria y multifacética, es probable que quienes encuentran apropiado un
determinado enfoque seleccionen un programa ajustado a él.. Cuando esto no
ocurre, es probable que los adultos renuncien al programa. Los programas que
incluyen algún elemento obligatorio necesitan adecuarse a los estilos de los
participantes.

CICLO VITAL Y CARACTERÍSTICAS PSICOSOCIALES DE LOS


ADULTOS

El desarrollo en la edad adulta se ve marcado por acontecimientos como nuevos


roles, jubilación, enfermedades crónicas y desempleo. Situar a los adultos en la
teoría del ciclo vital supone la asunción de una serie de roles sociales y normas
adscritas a este periodo del desarrollo evolutivo. Se estudia el desempleo desde
una perspectiva psicosocial, con un interés preferente en aspectos como el trabajo
en la vida adulta, la transición trabajo-desempleo y los mayores de 45 años como
uno de los colectivos con mayor vulnerabilidad. La mayoría de los investigadores o
estudiosos del desarrollo que estudian la edad adulta identifican una serie de
cambios en la madurez. Sin embargo, hoy en día, sólo algunos creen que esos
cambios suelen producir una crisis en la madurez. Otros estudios, en cambio,
revelan que se da un alto grado de variabilidad al comparar los procesos de
desarrollo de diferentes personas de la misma edad y una gran continuidad en el
desarrollo de cada individuo. Referirnos a una psicología evolutiva del ciclo vital
supone postular una perspectiva más amplia que la habitualmente considerada
por la llamada psicología del desarrollo.

La psicología evolutiva se refiere a todo el transcurso de la vida humana cuyo


interés se centra en la descripción, explicación y modificación del cambio intrain-
dividual de la conducta y las diferencias interindividuales en dicho cambio a través
del ciclo vital.

De lo expuesto hasta ahora se puede deducir fácilmente el carácter


eminentemente social de la adultez o, mejor dicho, de sus acontecimientos y
quehaceres más significativos, vinculados al desarrollo adulto, pero hay otro
conjunto de autores que aportan una serie de ideas de diverso alcance e interés
desde una perspectiva psicosocial. Estos acontecimientos de la vida adulta siguen
una evolución menos dependiente del paso del tiempo que los de etapas
anteriores y están más condicionados por las diversas experiencias de la persona.
La vida adulta, al contrario de lo que ocurre en otras etapas del desarrollo, está
fuertemente marcada por acontecimientos sociales, cambios en la estructura de
los roles y nuevas demandas derivadas de las asunción de importantes tareas
sociales.

Diversos autores han considerado que los tres roles más importantes que
identifican la vida de adulto son los que atañen a su vida familiar, profesional y
comunitaria. En el ámbito laboral, el adulto se enfrenta a la tarea de establecer
una identidad laboral adulta. En la mitad de la vida es, también, el momento donde
pueden sucederse acontecimientos ligados a la no productividad, como es el caso
del desempleo y la jubilación. Es de gran importancia considerar que los efectos
psicosociales derivados del desempleo han de estar estrechamente ligados al
mundo del trabajo.

Este estudio pone de relieve el papel fundamental que cumple la edad en el


significado del trabajo. Entre el desempleo y el empleo con ciertas condiciones
(horarias, retributivas, de seguridad.) existe un abanico amplio de situaciones. Una
de las más comunes es la inclusión en la denominada "economía sumergida". La
edad se convierte, por tanto, en una de las variables que modula los efectos de la
situación de desempleo. Se presentan las características más notorias que definen
al colectivo de mayores de 45 años. Los estudios que analizan los efectos del
desempleo en los adultos muestran que las consecuencias se hacen más notables
en este grupo de edad. Los resultados de diversas investigaciones han mostrado
que los efectos negativos derivados del desempleo son especialmente importantes
para el grupo de edades medias, siendo este grupo donde se manifiestan más
notablemente las consecuencias derivadas de la pérdida de empleo.
Por último, los resultados de la investigación aconsejan la utilización de
metodologías específicas desde la orientación profesional, para ofrecer soluciones
y alternativas al desempleo, especialmente en los colectivos más desfavorecidos.
Estas metodologías pueden convertirse en herramientas eficaces para plantear
nuevos objetivos y contenidos para la orientación profesional que, a pesar de la
complejidad del mundo laboral, es todavía un campo relativamente reciente.

DESARROLLO EVOLUTIVO HACIA LA ADULTEZ

Crecimiento y desarrollo físico:

Los hombres crecen hasta los 21 años y las mujeres hasta los 17 -18 años, una de
cada 10 mujeres puede crecer hasta los 21 años.

Desarrollo sensorial y motor:

En el adulto joven las capacidades físicas alcanzan al máximo de efectividad,


existen destrezas manuales y una mayor agudeza visual. Los hombres y mujeres
alcanzan su mayor plenitud, han logrado en más elevado. De coordinación
equilibrio, agilidad fuerza y resistencia.

Entre los 25 y los 30 años el hombre tiene máxima fuerza muscular, siempre y
cuando la desarrolle.

Desarrollo sistemático:

Los sistemas tienen en esta edad una notable capacidad compensatoria, así el
adulto joven es capaz de conservar la salud en forma casi continua, por esta razón
presentan poca o ninguna preocupación por su salud.

A pesar de qué en esta etapa las características físicas alcanza en su plenitud, se


debe considerar que alrededor de los 30 años empieza a declinar algunas
capacidades.

Desarrollo cognitivo:
Es importante saber que la vida para los jóvenes adultos, pierde su carácter
provisional lo cual significa que sabe qué lo que hace hoy tendrá consecuencias
mañana y que debe proyectarse a lo largo de la vida y no a dos o tres años

El desarrollo del pensamiento alcanza un paso más el adulto pasa del


pensamiento Formal según Piaget, al pensamiento pos formal que tiene la
particularidad de qué la persona es más a las diversas situaciones a las que
enfrenta.

Desarrollo afectivo:

El adulto joven comienza superar el egocentrismo de la etapa anterior y logra


colocarse en el lugar del otro compartir experiencias de comportarse de una
manera altruista, que le permite establecer una relación de pareja responsable
posible paternidad.

Al encontrarse identidad permite la función con otro, ya sea laboral o


efectivamente ya posee la capacidad de adaptarse y afiliarse.

Walster plantea que puede existir en las parejas dos tipos de Amor:

Apasionado: se caracteriza por una confusión de estados emocionales, hay


ternura, pasión y alegría sin embargo, genera mucha ansiedad y dependiendo de
la estructura de personalidad se manifieste sentimientos. Es característico de la
juventud.

Compartido: es un amor más profundo, donde hay compromiso, se comparte, se


toma decisiones en conjunto con el otro en cuanto a la relación efectiva y existe
conciencia de la relación afectiva que se tiene.

Se espera que en el adulto joven temprano desarrolle un Amor compartido, donde


se sabe administrar la relación de pareja.

Alrededor de los 30 años hay un cuestionamiento de la vida pasada, de la elección


de pareja, de la carrera, se hacen nuevas elecciones o se cambia compromisos.
El adulto siente la necesidad urgente de dar un carácter real y comprometido a su
vida con el objeto de lograr la estabilidad, por tanto, reconstruye. Luego de esta
transición se establece con la familia, el hogar y logra un sentido de pertenencia y
llega a ser un miembro valorado por la sociedad.

Desarrollo psicosocial:

Según Ericsson el adulto joven Imprenta la intimidad versus el aislamiento en


donde la gran tarea es: ser capaz de comprometerse con otro.

Según Schwartz las personas solteras pueden tener seis estilos de vida:

• La profesional: que tiene planificado a toda su vida y se dedica al trabajo y


al estudio.

• La social: que se dedican a la relaciones. Interpersonales, individualista que


se centran en sí mismos.

• La activista: los cuales se dedican a la política.

• El pasivo: que tiene una visión negativa de la vida.

• Los asistentesiales: los cuál es les gusta servir a otros.

Desarrollo moral:

Kohlberg define moral como un sentido de justicia, el cual depende de un


desarrollo cognitivo que implica una superación de pensamiento egocéntrico y una
capacidad creciente de pensar de una manera abstracta

El adulto joven puse según este autor, una moral voz convencional, que marca el
logro de la verdadera moralidad, las personas conocen las posibilidades de
conflicto entre dos estándares socialmente aceptados y tratan de decidir entre
ellos.

Se debe de destacar que en periodo post convencional se presenta la moral de


contrato de los derechos individuales en la ley aceptada democráticamente, es
decir, el adulto piensa en términos racionales, valorando la voluntad de la mayoría
y el bienestar social, aceptando el obedecimiento a la ley impuesta por la
sociedad y la moral de principios éticos universales, en la cual el adulto hace lo
que considera correcto a pesar de las restricciones legales o de lo que los demás
opinen, actuando de acuerdo a estándares internos; en la adultez la persona
puede encontrarse en una de estas dos etapas.

El desarrollo moral del adulto se basa en experiencias, el adulto vive y aprende, a


través de las emociones que le permiten reevaluar lo correcto y lo justo. Estas
experiencias hacen que pueda ver mejor, moral y socialmente el punto de vista de
los demás. Así también la confrontación de valores en conflicto fuera del hogar
(como el trabajo, los estudios, etc.), ayuda al desarrollo de la moral.

Salud mental en la adultez.

La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la


forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida.
También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los
demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas
de la vida, incluso a medida que envejecemos.

Muchos adultos corren el riesgo de tener problemas de salud mental. Pero esto no
significa que los problemas de salud mental sean una parte normal del
envejecimiento. Los estudios muestran que la mayoría de las personas adultas se
sienten satisfechas con sus vidas, a pesar de que pueden tener más
enfermedades o problemas físicos.

Sin embargo, los cambios importantes en la vida a veces pueden provocar


molestias, estrés o tristeza. Estos cambios pueden incluir la muerte de un ser
querido, pensar en una futura jubilación o el tratamiento de una enfermedad grave.
Muchas personas adultas eventualmente se adaptan a los cambios, pero algunas
pueden tener más problemas para adaptarse. Esto puede ponerlos en riesgo
de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.

Es importante reconocer y tratar las enfermedades mentales en los adultos. Estas


afecciones no solo causan sufrimiento mental. También pueden dificultar el manejo
de otros problemas de salud, lo que es especialmente cierto si se trata de
problemas crónicos de salud.
Algunas de las señales de advertencia de trastornos mentales en adultos incluyen:

 Cambios en el estado de ánimo o el nivel de energía

 Cambio en sus hábitos alimenticios o de sueño

 Aislarse de las personas y actividades que disfruta

 Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto,


preocupado o asustado

 Sentirse sin interés o como si nada importara

 Tener dolores y molestias inexplicables

 Sentir tristeza o desesperanza

 Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual

 Ira, irritabilidad o agresividad.

 Tener pensamientos y recuerdos que no puede sacar de su cabeza.

 Pensar en que se está próximo a llegar a una edad mucho mas avanzada.

Si cree que puede tener un problema de salud mental, busque ayuda. La terapia
de conversación y / o los medicamentos pueden tratar los trastornos mentales. Si
no sabe por dónde comenzar, hable con su profesional de la salud.

Los problemas psicológicos más comunes en la adultez.

Hoy en día gran parte de la población se enfrenta a algún problema psicológico en


un momento u otro de su vida. Esta condición supone un obstáculo para tirar
adelante con total funcionalidad en al menos algún aspecto de nuestras vidas, lo
que nos puede dejar en una situación de vulnerabilidad e insatisfacción.

Si bien puede ser algo transitorio, en algunos casos puede ser el inicio de algún
trastorno psicológico serio para los adultos. No debemos permitir que estas
situaciones nos superen y dejar que nuestro funcionamiento deje de estar en
nuestras propias manos. Afortunadamente, los psicólogos pueden proporcionarnos
ayuda para reconducir nuestro destino.

Cinco tipos de problemas psicológicos más comunes en la edad adulta.

Los datos estadísticos reflejan que al menos unas de cada tres personas sufren
algún trastorno mental a lo largo de su vida. No hay duda de que los ciertos
problemas psicopatológicos pueden desencadenar en psicopatologías más
severas si no se resuelven adecuadamente.

La población es cada vez más consciente de ello, y el interés por identificar de


forma temprana este tipo de problemas psicológicos es cada vez mayor. Para
tener más conocimiento de este asunto, a continuación, veremos los problemas
psicológicos más comunes en la adultez.

1. Trastornos del estado de ánimo

Todo el mundo está triste, irritable o de mal humor de vez en cuando, pero hay
personas que tienen un estado emocional más alterado de lo normal. Se calcula
que una de cada diez personas adultas tiene un trastorno del estado del ánimo,
siento la depresión y el trastorno bipolar los problemas psicológicos más
prevalentes.

El trastorno depresivo se caracteriza por los sentimientos de desesperación que


sienten las personas que lo sufren. Esta psicopatología afecta mucho a la
capacidad de actuar de la persona, siendo recurrentes los pensamientos que
abocan a la decepción y la frustración.

Por otro lado, el trastorno bipolar se caracteriza por tener unos estados de ánimo
muy exagerados, que alternan momentos de gran depresión con otros de gran
exaltación. No se trata, pues, de meros cambios de humor, sino de una
inestabilidad emocional que puede causar grandes problemas en la experiencia
vital de quien padece esta afectación psicológica.

2. Trastornos de la ansiedad
En este tipo de trastornos psicológicos la angustia se apodera quien los padece. El
estrés por el miedo o la incertidumbre llega a dominar a la persona de tal manera
que acaba afectando a su día a día (trabajo, familia, relaciones sociales, etc.).

Una de las manifestaciones son los ataques de pánico. Se trata de apariciones


repentinas de una sensación muy intensa de terror que pueden hacer dudar por la
integridad física de la persona. Se produce mucha somatización, es decir,
síntomas físicos tales como la falta de aire, palpitaciones, sudor, etc.

El peso de la ansiedad es mayor que el del mal que la provoca.

Daniel Defoe en «Robinson Crusoe».

Los trastornos fóbicos también producen una serie de afectaciones relacionadas.


Pueden tratarse de miedos irracionales a objetos o animales como por ejemplo
cuchillos o serpientes, pero también existen fobias más complejas. Por
ejemplo, quien sufre fobia social siente una ansiedad extrema a la hora de
interactuar con otros seres humanos en determinados contextos.

El trastorno obsesivo-compulsivo también pertenece al grupo de los problemas


psicológicos clasificados como trastornos de la ansiedad. Quien padece este
trastorno sufre mucha angustia y estrés debido a sus pensamientos obsesivos.
Para tener control sobre las situaciones de su vida diaria según estos
pensamientos, la persona puede desarrollar una serie de rituales para mitigar la
fuente de estrés. Un ejemplo es el miedo a contaminarse o infectarse al tocar
ciertos objetos.

3. Trastornos de la conducta alimentaria

Hay personas que desarrollan pensamientos y conductas disfuncionales con la


comida. Este tipo de trastornos generan mucho malestar psicológico, pero también
pueden acarrear repercusiones a nivel físico. Estas pueden comprometer la salud
o incluso la integridad física de la persona.

La anorexia nerviosa es seguramente el caso más conocido de este grupo de


trastornos. Quienes sufren este trastorno has desarrollado un problema
psicológico en relación a su imagen corporal, la cual perciben de forma
distorsionada. Comen menos cantidad, restringen ciertos alimentos o incluso
hacen mucho ejercicio para adelgazar. El perfil de este tipo de personas es
generalmente de tipo obsesivo, guardando relación con el caso que hemos visto
en el grupo de trastornos anterior.

Existen otros trastornos relacionados con la comida. Por ejemplo, en la bulimia


nerviosa la persona puede privarse de comida durante horas para luego acabar
dándose atracones de comida desmesurados. Maniobras para luego tratar de
deshacerse de todo lo comido puede ser el vómito o incluso los laxantes.

4. Trastornos psicóticos

Este tipo de problemas psicológicos son difíciles para quienes lo padecen y para
los que están a su alrededor, ya que básicamente hacen que la persona pierda el
contacto con la realidad. Estas personas sufren falsas creencias a través de los
delirios y falsas percepciones a través de las alucinaciones. Sin duda los delirios y
las alucinaciones son dos de los síntomas más representativos, los cuales pueden
manifestarse de forma combinada o solamente uno de los dos.

Los trastornos delirantes y la esquizofrenia son los dos trastornos


psicóticos más representativos. El primero se caracteriza por desarrollar algún
delirio en una parcela de la vida de la persona que poco a poco va afectando al
resto de su vida. Su conducta acaba siendo muy condicionada, pero aún más
sucede en el caso de la esquizofrenia. Puede ser especialmente grave este último,
ya que diversas alucinaciones pueden perturbar y mermar mucho la calidad de
vida de la persona afectada.

5. Trastornos de la personalidad

Los trastornos de la personalidad son un tipo de problema psicológico que sufre


un número significativo de adultos. Típicamente se empieza a desarrollar este
problema psicológico en la adolescencia o al principio de la edad adulta.

Una vez se establece como trastorno, se puede describir como una fuerte
incapacidad de adaptación al entorno y una rigidez en una manera de actuar que
resulta muy disfuncional. Hay diferentes trastornos que representan este tipo de
psicopatologías.

Por ejemplo, las personas que sufren trastorno límite de la personalidad sufren por


su falta de personalidad. Sufren ansiedad debido a su carácter dubitativo y su falta
de capacidad para controlar sus emociones extremas. Esto irremediablemente
acostumbra a acabar desencadenando un deterioro de sus relaciones sociales,
pues resulta muy difícil convivir con ellas. La autoestima se puede ver muy dañada
en estos casos.

Otras posibles afecciones que se pueden desarrollar en la edad adulta en el


aspecto psicológico son:

 Estado de ánimo: depresión, manía, bipolar.

 Ansiedad: fobias, ansiedad social, obsesiones/compulsiones, crisis de


pánico, agorafobia, estrés postraumático, preocupaciones generalizadas,
hipocondría.

 Alimentación e imagen corporal: anorexia, bulimia, atracones, complejos


con el aspecto físico.

 Relaciones sociales: pasividad, agresividad, aislamiento, dificultades en la


comunicación y en las habilidades sociales.

 Adicciones: químicas (tabaco, alcohol y otras sustancias) y sociales (juego


patológico, compras compulsivas, nuevas tecnologías de la comunicación).

 Esquizofrenia y otras psicosis: paranoia, alucinaciones.

 Personalidad: límite, dependiente, perfeccionista, narcisista.

 Psicosomáticos: insomnio, dolor crónico, fibromialgia, fatiga crónica.

Sexualidad en la adultez temprana (19-40 años)


En esta etapa se espera que exista una separación psicológica de los padres. Es
decir, hay un mayor nivel de independencia que debe estar intermediado por la
aceptación de la responsabilidad del propio cuerpo.

De igual manera, se espera que la persona busque estrategias para lograr la


satisfacción de sus necesidades psicológicas y, de igual manera, integrar sus
experiencias sexuales junto con ellas.

Así mismo, es muy común que en esta etapa se produzca la elección de la pareja
o parejas. Y, junto con tal decisión, se desarrolla la capacidad de intimidad.

En consecuencia, suele ser común decidir si se va a formalizar una relación, si se


tienen las mismas expectativas de futuro, el inicio o no de una familia o si se va a
tener hijos, entre otros.

Siendo necesaria la comunicación y claridad de dichas expectativas para la


construcción de una relación duradera.

El llamado “reloj biológico”: ¿Realmente existe?

Se dice que en esta etapa de la adultez se produce el fenómeno del “reloj


biológico”, entendido como un cronómetro psicológico interno e individual que,
supuestamente, anuncia la realización de cumplir ciertas metas (por ejemplo, el
matrimonio, tener hijos o hacer una carrera), donde se siente un tiempo límite para
hacerlo.

Este proceso se produce con mayor frecuencia en las mujeres y está determinado
por la cultura y la sociedad.

¿Cómo surge esta premisa sobre la sexualidad en la adultez? Por la


temporalidad con la que todos los seres vivos presentamos un ritmo biológico.

Esto es, cómo distintos ciclos genéticos y ambientales coordinan diversos ritmos
circadianos conductuales, fisiológicos y hormonales que dan paso a nuestra
supervivencia (Tassino et al., 2018).
Ahora, socialmente hablando, se ha difundido la idea de que existe una etapa que
potencia esta “realización personal” y en la que todos los individuos “tendríamos
que enfocarnos” en alcanzar ciertas metas. Lejos de una realidad absoluta, esta
idea presiona y compromete a las personas en esta etapa a buscar alcanzar
dichos estándares.

No obstante, no podemos olvidar que los tiempos han cambiado y que, en la


actualidad, la concepción de ser padres antes de los 25 años (o menos) es una
idea que no se puede concretar en la realidad de muchas personas.

Aunque este tema nos sugiere un amplio debate (probablemente en otra nota) es
clave comprender que cada persona tiene su propio tiempo, incomparable,
diferente y valioso.

Sexualidad en la adultez intermedia (40-60 años).

En esta etapa es muy común que la persona deba ajustarse a los distintos


cambios corporales y físicos propios del paso del tiempo.

En consecuencia, resulta fundamental aceptarlo y adaptarse


al envejecimiento.

Así mismo, este periodo suele ser adecuado para profundizar la relación
con los hijos (de tenerse), mantener amistades y crear otras nuevas.

Por supuesto, también existen cambios a nivel sexual. En la adultez, y


precisamente aquí, es muy probable (si no se ha dado antes) que se
produzca un fenómeno tanto en la mujer como el hombre que son muestras
de que ya no están en la capacidad de procrear hijos. Se trata de
la menopausia y andropausia, respectivamente.

Menopausia

Este ciclo en la mujer se conoce también como climaterio y es la transición


de la capacidad de tener hijos a no tenerla más. Lo que significa que
acontece el cese de la menstruación.

El proceso, que implica cambios en la producción de hormonas, tiene como


consecuencias cambios biológicos, reacciones fisiológicas, de humor,
cambios emocionales, hipersensibilidad y psicológicos. Es muy importante
que se den cuidados médicos adecuados para evitar posibles
enfermedades.

Andropausia

Correspondiente a la etapa en la que se producen diferentes cambios a


nivel hormonal y biológico que se relacionan con el proceso de
envejecimiento.

En ese sentido, también se observan modificaciones en el ámbito sexual.


Por ejemplo, disminución del deseo sexual, pérdida de
erecciones, depresión, irritabilidad, desmineralización ósea, dificultades en
la concentración y disminución de la capacidad de memoria (Silva Herrera,
2006).

Al igual que en el caso de la mujer, el hombre también debe acudir a


profesionales de la salud que puedan guiar este proceso y minimizar
cualquier efecto propio de los cambios.

¿Qué aspectos se deben cuidar?

Cuidar nuestra salud mental es clave en esta etapa. En consecuencia, es


importante formar nuevos vínculos emocionales.

Se tiene que buscar apoyo social, sobre todo por el hecho de que el cuerpo
sufre un notable desgaste en la salud. De igual manera, es necesario
atender las necesidades sexuales y las expresiones (cambiantes).

En resumen, procurar enfocarnos en el presente y, con un panorama claro y


de cuidado en el futuro.

LA TRANSICIÓN A LA EDAD ADULTA: LA ADULTEZ EMERGENTE.


BIBLIOGRAFÍA

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https://www.redalyc.org/pdf/3498/349832315005.pdf

https://trabajosocialucen.files.wordpress.com/2012/05/desarrollo-adultez.pdf

http://germanculture.com.ua/beta/wp-content/

https://dgep.uas.edu.mx/archivos/libros_2018_U1/
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https://espanol.libretexts.org/Ciencias_Sociales/Desarrollo_Humano/Libro
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_Una_perspectiva_psicologica_(Lally_y_Valentine-French)/
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https://psicorelacional.com/los-problemas-psicologicos-mas-comunes-en-la-
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https://neuro-class.com/sexualidad-en-la-adultez/#:~:text=Sexualidad%20en%20la
%20adultez%20intermedia,aceptarlo%20y%20adaptarse%20al
%20envejecimiento.

Preguntas

1- ¿Qué es la adultez?

La adultez es la etapa del desarrollo humano que sigue a la adolescencia, en la cual el
individuo se encuentra ya plenamente desarrollado y constituido como un eslabón
individual de la especie. Se le conoce como cuarta etapa.

2- ¿Cuáles son las dos etapas de la adultez?

Adultez temprana, adultez media y adultez tardía.

3- ¿Cuál es la edad que comprende la adultez temprana?

La edad la comprende entre los 20 a 45 años.


4- ¿Cuál es la edad que comprende la adultez media?

La edad comprende de 40 a los 60 años.

5- ¿Cuál es la edad que comprende la adultez tardía?

De los 60 años hasta la muerte.

Conclusiones

1- La adultez joven constituye una etapa de consolidación de las capacidades


físicas como salud fertilidad y vigor. En cuanto al desarrollo de la
personalidad, debe estar consolidada la identidad y lograr así una pareja.
Además este desarrollo se da en etapas que incluyen transiciones y metas.
La sexualidad constituye uno de los aspectos importantes, tanto para los
casados como solteros. La paternidad se concreta cada vez a más
avanzada edad y con menor número de hijos.

2- Como hemos visto, la sexualidad es un aspecto relevante en nuestras


vidas. Desde el momento en el que nacemos hasta en el que dejamos
de existir conforma una parte integral de nosotros. Por consiguiente,
es necesario hablar sobre la sexualidad en la adultez, sin prejuicios ni
tabúes, resaltando la importancia de ser responsables con nosotros
mismos y permitiéndonos vivirla con respeto y libertad. Por otro lado,
es imprescindible buscar ayuda de profesionales médicos y de la
salud mental para abordar cualquier conflicto inherente de estas
etapas, pieza fundamental en el abordaje responsable de nuestra
sexualidad.

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