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VIII.

LAS IGLESIA CARNAL Y LA IGLESIA ESPIRITUAL: LA ABDICACIÓN DE


CELESTINO V

En este periodo se encuentran dos tendencias: una de reforma, querida y buscada por la
Iglesia espiritual, y de no-reforma que opta por mantener el estado de las cosas. Se evidencia el
abismo que separa a la Iglesia Carnal de la Espiritual. Nacen, como consecuencia, corrientes
escatológicas, movimientos religiosos populares y los así llamados espirituales. En suma, nace la
necesidad de una reforma permeada de espíritu escatológico: franciscanos espirituales, Joaquín de
Fiore. Se espera el fin de los tiempos y la venida del anticristo. Se espera como remedio y como
señal la llegada del Papa Angélico (identificada con Celestino V).
Todo esto hace crecer la necesidad de una reforma, identificada con la Iglesia Espiritual que
se pretende esté más ligada al servicio. Se comprende ahora el gran golpe que significó la renuncia
del papa Celestino V.

Celestino V (5 de julio-13 diciembre 1294)


Se trata de un clásico caso historiográfico. Peter Herder ha sostenido que la elección de
Celestino V fue una desgracia para la Iglesia en cuanto que era un hombre ingenuo y desprovisto.
Estamos de acuerdo con la última parte del juicio.

A. La elección
Después de la muerte de Nicolás IV (4-04-1292), el colegio cardenalicio, compuesto de 12
cardenales, estaban divididos entre Colonna, Orsini y los no partidarios. El jefe de los Orsini era
Matteo Rosso Orsini que tuvo que ver en las intrigas de todos los cónclaves habidos entre 1279 y
1305; por los Colonna estaba Jacopo. Había también un conflicto entre los franciscanos y los
dominicos, por motivos políticos.
Después de un primer intento de elección en Roma, los cardenales se dispersaron por la
muerte de uno de ellos a causa de la peste. Se reencontraron en Perugia más divididos aún. Latino
propuso a Pietro del Morrone, que fue elegido por aclamación.
Fue un error porque Pietro tenía 85 años y era un inexperto en el gobierno de la Iglesia y
también en la política. Era un santo eremita, animador de una rama del orden benedictino. Los
cardenales pensaban servirse de él, pero quedaron desconcertados cuando el papa rechazó los
símbolos del poder imperial y aquellos de la sabiduría escolástica, eligiendo, en cambio, la
simplicidad de Cristo. Nunca quiso aparecer como el “papa angélico” puesto que este mito surgió
después.

B. El gobierno
En vez de retornar a Roma, se marchó a Nápoles donde Carlos de Angió puso a su
disposición la cancillería. El Papa nombró 12 cardenales de los cuales 7 eran franceses y 5 italianos,
pero ninguno romano. Cinco eran monjes, dos de los cuales eran benedictinos, dos celestinos y uno
cisterciense. Herder ve en este nombramiento un signo de la idea joaquinista de la Iglesia de los
monjes en la edad del Espíritu.
Pronto se encontró el papa con grandes obstáculos. Tomó algunas decisiones absurdas como
el intento de recibir en su orden a dos franciscanos espirituales viviendo bajo la regla de san
Francisco. La curia no lo siguió y fue entonces que pensó en delegar el gobierno de la Ig. a tres
cardenales.

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C. La dimisión
Era evidente que esta situación no podía continuar. El papa seguía con su estilo de vida. Se
dio cuenta que era manejado y pensó en dimitir. Existe una leyenda en torno a la dimisión de
Celestino V que cuenta una aparición de Benedicto Gaetani; sin embargo, los puntos claros sobre el
asunto son:
1º La doctrina canónica admitía la dimisión de un papa.
2º La iniciativa proviene del propio papa.
3º Carlos II lo apoyó con manifestaciones para disuadirlo de tal cosa.
4º Celestino buscó consejo entre las personas relevantes (Caetani). Puso por escrito sus razones:
enfermedad, falta de conocimiento, el deseo de la vida eremita. Se dimitió libre y espontáneamente
el 13 de diciembre de 1294.
La cuestión viene retomada después por parte de los teólogos, dando Pier di Giovanni Olivi
argumentos para la aceptación de esta renuncia:
1º Según la tradición un papa hereje podía ser depuesto. Se deduce que el poder del papa era
transferible.
2º El poder de orden y de jurisdicción son diferentes, por lo tanto es lícito renunciar a la
jurisdicción sin renunciar al orden.
3º Es verdad que ninguno puede aceptar la renuncia porque por encima del papa no hay ninguno,
mas tampoco ninguno puede ratificar la elección.
4º Se argumentaba en contra que el obispo de Roma contraía nupcias indisolubles con la Iglesia
universal. Olivi llama a poner atención en la diferencia entre matrimonio espiritual y matrimonio
sacramental.
5º El papa puede dirimir las cuestiones de carácter doctrinal, luego puede decidir libremente sobre
su renuncia.

En los años siguientes la discusión se lleva a cabo en París (1295-1296) destacando


Godofredo di Fontaines y Pietro d'Auvergne, que dieron otras razones: Para el bien de la Iglesia,
por el cual el papa se manifiesta incapaz, no sólo puede, sino que debe, renunciar; El hombre debe
de evitar todo aquello que es dañino para su alma, también debe renunciar a aquello que puede ser
malo para el prójimo.

D. El fin del sueño del “Papa Angélico”


La Apocalíptica atraviesa todo el Medioevo. Giacchino da Fiore había hablado de una
historia humana en tres planos: el primero se extiende desde la edad del Padre hasta la del Hijo; la
segunda sería la venida de Cristo que obra la redención; y se está en espera de una nueva edad que
será la del Espíritu. Después de la muerte de Giacchino surgió una literatura que trataba de
interpretar lo dicho y que buscaba unos signos en los tiempos que confirmara lo anterior. Se hablaba
de catástrofes, gobiernos malos, guerras, corrupción en la Iglesia, pero también de apariciones de
varios personajes, un tirano, el Anticristo, un pseudo-papa y al fin el “Papa Angélico”.
Con la elección de Celestino V se esperaba la victoria de la Iglesia espiritual sobre la Iglesia
carnal, identificada con la Curia romana. La dimisión de Celestino V y la elección de Bonifacio VIII
fue una desilusión. Con el nuevo pontificado se tiene un importante cambio, se pasó de Iglesia
espiritual al Cuerpo místico, en el sentido que la esperanza no vendría de lo alto, sino en la Iglesia
renovada.

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