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Josue Yoris

jyoris90@gmail.com
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Josue Yoris
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Josue Yoris
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NO APAGUÉIS EL ESPÍRITU
Copyright 2023 Jesuscopy
Categoría: Vida cristiana

Primera Edición – 2023


Todos los derechos reservados.
Es prohibida la reproducción total o parcial sin el permiso
escrito de los editores.

AUTOR: Fábio Coelho


traducción: Agustina Valasco

PROYECTO GRÁFICO Y EDITORIAL: Autor da Fé Editora


COORDINACIÓN EDITORIAL: Filipe Mouzinho
DEDICATORIA

Dedico este libro a mis padres Jalmir (in memoriam) y Telma


Coelho, que fueron un testimonio de justicia, paz y alegría en mi
vida, y quienes me enseñaron desde la niñez a amar a Dios, a Su
familia en la Tierra y a Su Santo Libro.
A mi hermosa esposa Jacqueline Coelho, mujer fuerte y
decidida, que se unió a mí en esta aventura, edificó una familia
Josue Yoris
maravillosa y se convirtió en la mejor mamá del mundo y en un
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refugio seguro en miHP44916917613337
vida.
A mi primogénito Daniel Coelho, un chico sumamente in-
teligente, bondadoso y extremadamente generoso con aquellos
que lo rodean, que aprendió a temprana edad el sentido de amar
a su Dios y al prójimo.
A Débora Coelho, mi niña dulce y fuerte, que creció cono-
ciendo la experiencia de entregarse a su Amado y desarrolló la
habilidad de conectarse e influir en las personas por intermedio
de un don nato de liderazgo.
Josue Yoris
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CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS 7

PREFACIO (MARCOS BRUNET) 11

MENSAJE PROFÉTICO (MARTIN SCOTT) 15

INTRODUCCIÓN
NO APAGUÉIS EL ESPÍRITU 23

CAPÍTULO 1 Josue Yoris


DEFINIENDO PROFECÍA 31
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CAPÍTULO 2 HP44916917613337
SEGUIR EL AMOR 61

CAPÍTULO 3
VISIÓN PROFÉTICA 101

CAPÍTULO 4
MENSAJE PROFÉTICO 141

CAPÍTULO 5
EL OPERAR DE LOS DONES 179

CAPÍTULO 6
EL PROCESO DE LA PROFECÍA 231

CAPÍTULO 7
UNA PALABRA A LA GENERACIÓN 265

PALABRAS FINALES 287

APÉNDICE
SERVICIO CORPORATIVO DE LA PROFECÍA 289
Josue Yoris
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AGRADECIMIENTOS

Agradezco, en primer lugar, a mi Padre Celestial, el Susten-


tador de mi vida; a mi amado Jesús, Señor sobre toda la creación;
a mi amigo el Espíritu Santo, que me enseña todas las cosas y me
guía a toda la verdad.
(in memoriam)
A mis padres Jalmir Josue Yoris y Telma Coelho, quie-
nes me enseñaron a jyoris90@gmail.com
vivir en el camino de la verdad; a mis herma-
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nos Felipe y Joana (hermana del corazón), por ser mis compañe-
ros en esta jornada.
Jacqueline Coelho, mi bella esposa, por ser un pilar de apo-
yo en el camino que hemos recorrido en el Señor; a mis queri-
dos hijos Daniel y Débora, por el amor, el compañerismo y por
estar convirtiéndose en poderosas flechas en nuestras manos
en estos días.
Arlete Quaresma (in memoriam), mi primera mentora pro-
fética, que en mi juventud me enseñó que todo lo que necesi-
tamos edificar no es por fuerza, sino por el Espíritu. A Asaph
Borba, Adhemar de Campos y Moysés Malafaia (in memoriam),
quienes a través de sus ministraciones me enseñaron a conocer y
amar la presencia de Dios en mi adolescencia.

7
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Renan Santiago, el gran activador de la misión profética en


mi vida, que me enseñó lo que significa ser un ministro del Señor.
Él también me instruyó a siempre esperar por la voz del Espíritu
y a amar a mi familia por encima de cualquier obra terrenal.
A Harold Walker, que en los últimos años se ha vuelto un
amigo valioso y un mentor profético preciso. Ser instruido por
su sabiduría me hace recordar constantemente que la conexión
generacional siempre liberará cura en la tierra.
Martin Scott, sus consejos me han iluminado los ojos y me
han ayudado a ser más asertivo en estos días.
A Marcos y Fernanda Brunet, por su cariño hacia mi fa-
milia y todo su apoyo y ánimo en el proceso de hacer accesible
Josue Yoris
este libro al pueblojyoris90@gmail.com
latino.
A mi gran amigoHP44916917613337
Marcelo Rodrigues, por creerme y animar-
me, haciendo posible este proyecto. July Amorim, por ayudarme
a encontrar un norte para escribir este libro. Carol Bazzo, por la
dedicación al revisar mis «locuras», ayudándome a hacer que el
libro fuera menos «herético».
Les agradezco a Douglas y Val Gonçalves y al equipo de
Jesuscopy, por la amistad y el apoyo durante todo el proceso
de construcción de este trabajo.

- Fábio Coelho

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Josue Yoris
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Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
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PREFACIO

M
ás que un libro histórico, la Biblia es un libro profético
porque es la Palabra de Dios. Él habló. Algunas cosas se
cumplieron, otras se están cumpliendo y otras se van a
cumplir. Cada generación es responsable de entender los
tiempos e interpretar correctamente el cumplimiento de las pro-
fecías bíblicas. En la época que Jesús vino a la Tierra por primera
vez, muy pocos reconocieron JosueSuYoris
visitación, pues no supieron
interpretar las señales e indicaciones que los profetas ya habían
jyoris90@gmail.com
dado. Mi clamor es que no nos pase lo mismo en esta generación.
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Oro por la iglesia en América Latina, para que seamos como
los hijos de Isacar: entendidos en los tiempos y que sabían lo que
el pueblo de Dios debía hacer. Bíblicamente, esto es ser proféticos.
Este libro que está en tus manos es un manual de revelación so-
bre cómo funcionar correctamente en el ministerio profético den-
tro de la iglesia local. Es esencial para la madurez que debemos tener
antes del regreso de Cristo. No menospreciar (no minusvalorar las
profecías) está completamente relacionado con la intensidad del
movimiento del Espíritu Santo en una generación.

No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías.


1 Tesalonicenses 5:19-20

11
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Cuando digo que debemos dar el valor correcto a la pro-


fecía, no me refiero a exaltar todas las palabras proféticas perso-
nales. Creo que existen profetas verdaderos hoy que dan pala-
bras directivas a la iglesia, pero no creo que debemos guiarnos
por palabras personales, sino por la voz de Dios revelada en las
Escrituras. Un verdadero profeta no es solamente el que da pa-
labras reveladas de conocimiento o ciencia, más bien es el que
interpreta correctamente las profecías bíblicas, lleva la iglesia a
alinearse con lo que Dios está hablando y también equipa a los san-
tos para que profeticen el cumplimento de las promesas de Dios.
La iglesia necesita de los cinco ministerios (apóstoles, profe-
tas, evangelistas, pastores y maestros), para que seamos edifica-
dos a la madurez de Cristo. Lo profético representa el ministerio
que nos conecta con lo Josue
que DiosYoris
habla, siente, quiere y desea.
Cuando no valoramos el ministerio profético, nos «desconec-
jyoris90@gmail.com
tamos» de la historia de Dios.
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¿CÓMO CRECER ESPIRITUALMENTE?

La madurez no viene con la edad, viene con asumir respon-


sabilidades. Necesitamos la habilidad de responder a lo que Dios
espera de nosotros como iglesia hoy. Necesitamos ser responsa-
bles en conocer Su voz, Su historia y Sus tiempos.
No hablo solo de reconocer a los profetas, sino de ser una
iglesia profética, que valora Su voz, que conoce Su historia, sabe
cuál es su parte en Su plan y entiende el momento de actuar.
¿Quieres arder con el fuego del Espíritu Santo hasta el fin?
¿Anhelas tener la guía del Espíritu siempre? ¿Deseas claridad y
revelación que viene por medio del Espíritu Santo? El secreto es
este: «no menosprecies las profecías». En otras palabras, crece

12
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

en el entendimiento y en el funcionamiento correcto del minis-


terio profético en los días de hoy. Su Palabra es como fuego en el
corazón ( Jeremías 23:29/Lucas 24:32).

VENCIENDO A LOS FALSOS, SIENDO EXPERTOS EN LA VERDAD

El mal uso lleva al abuso y, consecuentemente, al desuso. Esa


secuencia ha pasado con diferentes énfasis en el Cuerpo de Cris-
to. Específicamente en lo profético, hemos visto malos usos que
han provocado abusos. Por eso, la mayoría de los creyentes pre-
fiere rechazar la profecía por no saber si es verdadera o no. Pero,
si el enemigo produce algo falso, es porque Dios tiene el original
intacto. Si existe tantos ataques que buscan distorsionar y con-
fundir la iglesia en cuantoJosue Yoris profético es porque, sin
al ministerio
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lugar a dudas, es algo esencial para el cumplimiento del plan de
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Dios en la Tierra.
Para solucionar este asunto, no debemos «descartar» a los
profetas ni alejarnos de gente profética. Más bien, debemos ha-
cernos expertos en la verdad. La Escritura es la palabra profética
más segura, por esa razón debemos ser una iglesia entendida en
los tiempos, con sensibilidad espiritual, que se desarrolla en el
correcto manejo de la Palabra de Dios.

MI AMIGO FÁBIO COELHO

Desde que conocí a Fábio Coelho, siento en el espíritu que


él es del remanente de los íntimos de Dios para esta temporada.
Dios ha levantado a Fábio desde Brasil para equipar a los santos
en lo auténtico y genuino de lo profético según las Escrituras.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Estimado lector, espero que este libro te edifique tanto como lo


hizo en mi vida y en mi comunidad.
Los principios descritos en este libro son bíblicos y total-
mente aplicables a la realidad de la iglesia local. Conozco la vida
y la familia de Fabio y sé cómo viven estos principios en la iglesia
de Brasil —principios que, a partir de ahora, vamos a vivirlos de
una forma más madura en Latinoamérica.
Dios no hace nada sin antes revelar Sus designios a sus sier-
vos, los profetas (Amós 3:7). Ese es un principio espiritual del
Antiguo Pacto. En el Nuevo Pacto, Jesús ya no nos llama «sier-
vos», nos llama «amigos». Porque un siervo no sabe lo que
hace su señor, el amigo sí lo sabe ( Juan 15:15). Así como Dios
equipó a Fábio y a otros profetas en las naciones, creo firmemen-
te que Dios está despertando
Josuea Sus amigos en todo el planeta
Yoris
Tierra, para revelarjyoris90@gmail.com
los secretos de Su corazón que ya están es-
critos y necesitan serHP44916917613337
bien interpretados en esta generación. No
se trata de cuan fuerte habla Dios, sino de cuanta atención le
dedicamos a Él. Mi oración es que seas parte de los amigos de
Dios que darán la vida por Sus sueños y por la consumación de
Su plan en esta tierra.
Vale la pena dedicar tiempo de calidad para ir profundo en
lo que el Espíritu está hablando a la iglesia gloriosa de los últi-
mos tiempos.
Para mantener las lámparas encendidas hasta el fin, no pode-
mos menospreciar las profecías. Entonces, el fuego del Espíritu
no se apagará hasta que Él venga.

Marcos Brunet
Córdoba – Argentina.

14
MENSAJE PROFÉTICO

E
s con enorme gusto que escribo estas líneas para el prefacio
del libro que está en tus manos. Durante la lectura, serás
instruido sabia y cuidadosamente a través de una enseñan-
za clara. Además, serás guiado en las buenas prácticas con
respecto a los dones y al ministerio profético. Al ser escrita por
un brasileño, esta obra está contextualizada y llega en un momento
crucial de la historia de América
JosueLatina.
Yoris
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LA IMPORTANCIA DE LA PROFECÍA

El surgimiento del pentecostalismo y el rescate de la práctica


de los dones del Espíritu marcaron los últimos cien años de la
iglesia. El cambio a escala global fue impresionante. La creen-
cia en un Dios que habla y Se revela capacitó a muchos cristia-
nos a conectarse con ese Dios que no solamente está vivo, sino
que coopera activamente con ellos. Como siempre, donde hay
gran bendición, también hay abusos. El uso excesivo de títulos
honoríficos resultó en el abuso de la posición y en el abuso de
autoridad sobre otros, en la manipulación de personas a través
de prácticas y palabras controladoras que generaron confusión,
desconfianza e incluso miedo a los dones del Espíritu. El abuso debe
combatirse, pero no debe impedirnos de usar los dones. Más bien,
debe provocarnos a aprender sobre la manera correcta de utilizarlos.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Cuando la profecía es ejercida por aquellos que son humil-


des y enseñables (no perfectos), ¡los efectos pueden ser increí-
bles! Eso sucede a menudo en las Escrituras, donde los profetas
y aquellos que profetizaban no eran perfectos, pero a medida
que buscaban el rostro de Dios y transmitían Su revelación, el re-
sultado era una comprensión profunda del tiempo en el que las
personas estaban viviendo. Uno de los pasajes bíblicos favoritos de
todas las personas proféticas es el texto que dice que los hombres
de Isacar eran «expertos en el conocimiento de los tiempos, que sa-
bían lo que Israel tenía que hacer» (1 Crónicas 12.32, NVI). Este
pasaje es normalmente citado en el contexto de la profecía, ya que
contiene dos componentes fundamentales: el tiempo y la acción.
Dios es coherente. Él es el mismo Dios fiel hoy como lo fue
en el pasado. Él nunca seJosue
queda confundido
Yoris intentando conce-
bir una idea nueva jyoris90@gmail.com
porque Su plan anterior falló. Sin embargo,
Él siempre dice palabras nuevas a medida que los tiempos y las
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épocas cambian y cuando nosotros respondemos (o no) a Su lla-
mado. El profético está particularmente conectado a ese aspecto
de la comprensión de los tiempos en los que vivimos, ya sea a
nivel personal o colectivo, a nivel de iglesia o incluso a nivel nacio-
nal/global. La vida puede ser confusa a veces, y nosotros podemos
responder a la confusión que sucede a nuestro alrededor de varias
maneras. Es posible que las cosas estén tan por encima de nuestra
capacidad de comprensión que simplemente nos descuidamos o
nos rendimos al miedo producido por la confusión. El profético
primero nos ayuda a comprender lo que realmente está pasando
y cuál es el tiempo en el que vivimos. Nunca tendremos todas
las respuestas a través del profético, pero su dinámica hace cesar
la confusión, para que tengamos suficiente claridad para seguir
adelante y participar en la segunda parte del pasaje. Una vez que

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

tenemos conocimiento suficiente sobre el «tiempo», podemos


responder con la «acción». Entonces podemos ser proactivos.
Vemos esa misma dinámica de los dos aspectos sucediendo
en el Día de Pentecostés. Algo interrumpió la normalidad y la
previsibilidad de la vida. El Espíritu Santo vino y las vidas de 120
discípulos de Jesús que estaban en aquella casa fueron transfor-
madas para siempre. Los tiempos cambiaron, el Día de Pentecostés
llegó, y el resultado fue la acción. Aquellos que estaban reunidos
en Jerusalén provenientes de todas las naciones también comenza-
ron a reconocer un cambio en los tiempos. Primero, preguntaron:
«¿Qué quiere decir esto?» (Hechos 2.12). Pedro luego explicó que
los tiempos habían cambiado. Lo que había sido declarado como
algo para el futuro, ahora, era el presente. Eso resultó en la pregun-
ta siguiente: «¿Qué debemosJosuehacer?» (Hechos 2.37).
Yoris
Los dones y el jyoris90@gmail.com
ministerio profético nos capacitarán a en-
tender lo suficiente HP44916917613337
sobre el contexto y el tiempo en el que nos
encontramos, y como debemos responder. La profecía viene
a disipar la confusión, al abrir nuestro entendimiento. La ce-
guera da lugar a la visión, la sordera a la audición, la ignorancia al
conocimiento, el miedo a la fe, y el resultado de todo eso es que
nos movemos hacia adelante, a medida que descubrimos, a la luz
de lo que pasamos a entender, que esa es la trayectoria de la acción.
Todo el que profetice traerá revelación, aunque el contenido
de la profecía no exprese toda la verdad sobre los tiempos en los
que vivimos (1 Corintios 13.9). Actuar en lo profético y buscar
una «palabra» no es el aspecto central de nuestra fe. La esencia
de nuestra fe es la plena dedicación a Jesús como Señor, pero
la revelación que la verdadera profecía produce es algo vital, de
hecho, es el propio «testimonio de Jesús» (Apocalipsis 19.10).

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Son muchas las palabras asociadas a la profecía: revelación,


inspiración, acción, descubrimiento, confrontación, aliento,
exhortación, consuelo… y podríamos nombrar muchas otras.
Podríamos centrarnos en cualquier de esas palabras, pero elegí
(y creo que sea por una buena razón) centrarme en cómo la pro-
fecía ayuda a desbloquear destinos.

DESTINO INDIVIDUAL Y COLECTIVO

Pablo instruyó a Timoteo con estas palabras:

Timoteo, hijo mío, te doy este encargo porque tengo en cuen-


ta las profecías que antes se hicieron acerca de ti. Deseo que,
apoyado en ellas, pelees Yoris
Josue la buena batalla.
1 Timoteo 1.18
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Timoteo recibió palabras proféticas sobre su llamado, des-
tino y futuro. Al pasar por una situación desafiadora en Éfeso,
Pablo sabía que necesitaba recordarle a Timoteo de que él te-
nía lo necesario para responder a esa palabra. Se hicieron pro-
fecías acerca de su vida, las cuales Pablo lo exhortó a recordar.
La profecía produce varios efectos, y uno de ellos es capacitar
a las personas a nivel individual, colectivo e incluso nacional, a
conectarse con su destino. Alguien, muy útilmente, definió pe-
cado no simplemente como una falla en alcanzar el estándar de
Dios (la principal palabra griega para «pecado» es un término
relacionado con el arco y la flecha, que significa perder el obje-
tivo), sino también como una falla en descubrir la razón por la
cual nacemos. Fuimos hechos para marcar la diferencia, y eso
comienza cuando sabemos quiénes somos y, al mismo tiempo,

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

cuando descubrimos que podemos dar frutos en nuestras vidas


que impacten la vida de otros. La profecía revela esa realidad de
una manera muy poderosa. Ella abre nuestros ojos para la reali-
dad de quiénes somos en Dios, cuál es nuestro verdadero «yo» y
cuál es el llamado de nuestra vida. Ella desbloquea destinos.
La profecía no manipula, tampoco nos presiona con amena-
zas; tal es la naturaleza de la falsa profecía. En cambio, ella puede
mostrarnos la presión a la que hemos sido sometidos, pero más
importante aún, ella nos capacita a ver el camino que se dirige al
gran campo que el Señor ha preparado para que nuestras vidas
den fruto. Eso se aplica a nivel personal y colectivo, como Cuer-
po de Cristo, y también a nivel nacional.

Josue Yoris
AMÉRICA LATINA:jyoris90@gmail.com
ES TIEMPO DE TOMAR TU LUGAR
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Una de las razones por las que siento algo muy positivo so-
bre este libro es que fue escrito por un brasileño. Hay muy bue-
nos libros que vienen de América del Norte o Europa, y estoy
seguro de que muchos de ellos han sido traducidos provechosa-
mente para el portugués y el español y han bendecido el Cuerpo
de Cristo en América Latina. Seríamos arrogantes si no apren-
diéramos con otras voces, pero también seríamos inmaduros
si no descubriéramos nuestra propia voz.
La próxima temporada en América Latina será un tiempo de
descubrir su propia voz. Hubo una temporada para recibir las en-
señanzas de otros lugares e incluso ampliarlas. Como resultado de
la enseñanza de los cinco ministerios, se agregaron todo tipo de
títulos a los nombres: «Apóstol»; «Profeta»; «Superapóstol».
Esto no es algo que se originó en América Latina, pero es una mar-
ca de inmadurez. Títulos no producen identidad, ellos crean una

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

envoltura para la inmadurez, independencia e inseguridad. En mis


años de conexión con América Latina, he sido testigo de una in-
madurez que se enfocó en números y títulos, que ocultó la soledad
y la inseguridad de muchos, y que al mismo tiempo sirvió como
justificativa para el control, la manipulación y el abuso, con la fina-
lidad de construir riquezas y alcanzar posiciones y personas.
Sin embargo, eso es pasado, aunque todavía suceda en el pre-
sente. El futuro no viene simplemente con la crítica hacia el
pasado. El pasado desaparece cuando algo nuevo es cultiva-
do. Y este es el tiempo en el que algo nuevo está siendo cultivado.
Para que la nación abrace un futuro de redención, la iglesia debe
recorrer este camino primero. Esto se logra a través del camino
del juicio verdadero. Juicio es una palabra pesada, pero la primera
ola de juicio tiene un propósito
Josue de redención. Ella sucede cuan-
Yoris
do respondemos a lajyoris90@gmail.com
voz de Dios, aceptamos Su veredicto y nos
movemos hacia adelante en Su claridad y poder. Creo que hay
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personas en la iglesia latinoamericana que están haciendo preci-
samente esto, están negándose a recorrer el camino del «éxito» y
eligiendo caminar el camino de la fidelidad. Con los ojos fijados
en el cielo y los pies plantados en su mundo, un pueblo nuevo se
está levantando. Él será marcado por la multiplicidad de los pe-
queños y por la riqueza de la diversidad.
La corrupción ha sido denunciada en América Latina porque
un pueblo se está separando de una «generación corrupta». Esa
denuncia continuará, y podemos sorprendernos algunas veces al ver
dónde se manifiesta, pero la llave será enfocarnos en el futuro y no
en el pasado. Lo profético algunas veces puede anunciar lo que será
denunciado, pero más que eso, debe centrarse en lo que se está le-
vantando. Sin que se levante algo nuevo, el pasado se repetirá. Nom-
bres y ropas diferentes, pero los mismos problemas.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Los próximos diez años serán tumultuosos para las naciones del
continente. Habrá muchas bajas entre las facetas públicas de la iglesia.
Sin embargo, si las personas que se comprometieron a buscar la agen-
da del Señor se mantienen enfocadas, surgirá algo nuevo. El pueblo
latino tiene el don de innovar, que primero debe manifestarse en la
iglesia. De esa forma, Latinoamérica se erigirá en la posición necesaria
para llevar eso al mundo.

FÁBIO COELHO – UN AMIGO

Finalmente, un comentario sobre Fábio Coelho, el autor de


este libro. Como mencioné antes, él es brasileño, nacido y cria-
do en esta tierra, lo cual es muy positivo. Este libro marcará un
aumento en las publicaciones brasileñas. Conozco a Fábio desde
Josue Yoris
hace más de diez años. Conversamos, oramos juntos, y aunque
jyoris90@gmail.com
tenemos opiniones diferentes sobre ciertos temas, sé que su de-
HP44916917613337
seo es por la verdad, y quizás aún más importante, su deseo es
verdadero, en el sentido de manifestar algo genuino. Eso genera
en mí confianza de que hay más en este libro que solo conoci-
miento: hay algo significativo que bendecirá el Cuerpo de Cris-
to en Brasil y lo ayudará a seguir en su llamado.
Fábio es un apasionado. Él no tomó el camino más cómo-
do, sino que soportó dificultades por causa del evangelio. Este
libro contiene un poco de esa jornada. Lee estas palabras y trata
de comprender las revelaciones que están en estas páginas, pero
también ábrete a recibir algo más allá de eso – un poco de la sus-
tancia que forma a Fábio: una pasión por Jesús y Sus propósitos,
revestida de humildad.

- Martin Scott
3 Generations. España, 2019

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Josue Yoris
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NO · INTRODUCCIÓN

APAGUÉIS EL
Josue Yoris
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ESPÍRITU
Josue Yoris
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HP44916917613337
No apaguen el Espíritu, no desprecien las profecías.
1 Tesalonicenses 5.19-20

E
n cuanto a la profecía, considero crucial la instrucción de
Pablo a todo aquel que desea crecer en la comprensión de
lo profético en los días de hoy. En su Carta a los Tesalo-
nicenses, Pablo haceJosue
una declaración
Yoris impresionante sobre
el enfriamiento espiritual y su relación con el servicio proféti-
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
co —no apaguéis el Espíritu. No apagar el Espíritu, en la visión
neotestamentaria, se relaciona con no despreciar las profecías.
¡Qué poderosa declaración hizo Pablo! En primer lugar, ella
nos impulsa a preguntarnos: «¿Es posible apagar o disminuir la
influencia del Espíritu Santo en nuestra jornada?». Para Pablo, sí.
Quizás, fuera la realidad de algunas iglesias del Nuevo Testamento y
el motivo que llevó al apóstol a tal exhortación. Eso nos recuerda la
iglesia que se reunía en la ciudad de Laodicea, por ser ella un ejem-
plo de comunidad que dejó que se apagara la llama del Espíritu.
Según el texto bíblico (Apocalipsis 3.14-17), los creyentes en
Laodicea nutrieron un sentimiento de autosuficiencia debido a la
riqueza y estabilidad socioeconómica en la que su ciudad se en-
contraba, un centro financiero de la época, lo que los transformó
en una comunidad tibia que, incluso, perdió su capacidad profé-
tica de ver. Jesús les declaró: «Por eso te aconsejo que de mí compres

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para
que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo
pongas en los ojos y recobres la vista» (Apocalipsis 3.18). Sí, la igle-
sia de Laodicea perdió la capacidad de ver, es decir, de relacionarse
con la revelación de quién es Dios y lo que Él estaba haciendo y
hablando por medio de la obra de Su Espíritu.
Si estamos de acuerdo con Pablo en que el Espíritu Santo puede
ser apagado, así como admitimos que es posible que una comunidad
se vuelva tibia, como en el caso de Laodicea, entonces es hora de ha-
cernos otra pregunta: «¿Qué es lo que puede apagar el Espíritu?»
o «¿Cuáles actitudes pueden reducir o apagar las llamas de la obra
del Espíritu Santo en nuestras vidas y en nuestras comunidades?».
Pablo, como buen rabino, responde: despreciando las profecías.
El servicio de la profecía
Josue colabora
Yoriscon el aumento de la per-
cepción, sumisión yjyoris90@gmail.com
desarrollo de la acción del Espíritu en la
vida de una personaHP44916917613337
o comunidad, porque acerca el entorno a
un relacionamiento con la voz de Dios. Por eso, Pablo enfatiza
que la profecía no debe ser despreciada en el ambiente de la co-
munidad de los santos, y la coloca como herramienta útil para
aumentar la llama del Espíritu.
En primer lugar, Pablo exhorta a los santos de la iglesia de
Tesalónica a que no desprecien ninguna de las profecías regis-
tradas en las Escrituras Sagradas por los profetas bajo la ins-
piración del Espíritu Santo (1 Pedro 1.10-12). Pablo es muy
claro al afirmar que distanciarse de las Escrituras y despreciar
sus instrucciones proféticas puede causar el enfriamiento es-
piritual en individuos y en comunidades de fe. Además, con
esa instrucción, Pablo también incentiva la comunidad de los
tesalonicenses a cultivar la práctica de los dones proféticos en
la comunión de los santos.

26
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Para el apóstol, el don de profecía es para beneficio de la


iglesia. Sin embargo, en los días de hoy, existe mucho temor en
la práctica de los dones proféticos en las iglesias, debido, en es-
pecial, a los innumerables errores y exageraciones que resultaron
de la falta de enseñanza, capacitación y supervisión. Desafortu-
nadamente, muchos terminan creando un ambiente peligroso e
irresponsable bajo la bandera de lo «profético», por ejemplo,
cuando elaboran discursos y acciones basados en sus emociones
y experiencias personales, y los presentan públicamente como
siendo algo «de parte de Dios». Asimismo, otros insisten en
presentar impresiones proféticas como doctrina en el mismo ni-
vel de importancia de las Escrituras, lo que también es un error
grave. Eso tiende a convertirse en lo que llamo de «esquizofrenia
profética». ¡Un auténticoJosue
circo! Yoris
No obstante, a jyoris90@gmail.com
pesar de los problemas y excesos asociados
a la práctica de los dones proféticos, prohibir o sofocar la flui-
HP44916917613337
dez de la profecía en el ambiente colectivo no es la mejor salida.
Constaté, en muchas comunidades que he visitado, que la cen-
sura de lo profético puede resultar en un terrible enfriamiento
espiritual (individual y colectivo), en vez de traer equilibrio.
Para obedecer al consejo del apóstol Pablo y transformarnos
en una iglesia llena del Espíritu Santo, debemos entender que la
práctica de la profecía puede y debe ser deseada; no despreciada.
Necesitamos que nos enseñen y alienten a ser celosos en el desa-
rrollo y la supervisión de los dones espirituales.
Por lo tanto, la misión de este libro es hacernos pensar
juntos en cómo crear un ambiente saludable en el seno de la
iglesia, donde la pasión por las Escrituras sea sembrada, donde
los Escritos proféticos (la Biblia) se conviertan en una luz para
el camino planteado por el Padre, y donde se pueda enseñar,

27
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

alentar, entrenar y supervisar a personas en la práctica de los


dones proféticos. Así, los santos serán animados a buscarlos
como parte inseparable de la vida cotidiana de la iglesia de
Cristo, para que la obra del Espíritu sea incandescente en nues-
tros días. Sin embargo, todo esto debe hacerse observando los
principios bíblicos y los protocolos saludables para el flujo de
la profecía en el ambiente corporativo de los santos redimidos.
Necesitamos que el Espíritu sea plenamente asequible entre
nosotros en estos días, individual y colectivamente, para que el
camino de la verdad sea iluminado y nuestros ojos se abran para
ver el futuro que el Señor tiene reservado para nosotros.

Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los


guiará a toda verdad, porque no hablará por su propia
Josue Yoris
cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las
jyoris90@gmail.com
cosas por venir.
HP44916917613337
Juan 16.13, NVI

ESCRIBE LA VISIÓN
En mi guardia estaré de pie y sobre la fortaleza estaré firme.
Vigilaré para ver qué dirá y qué tiene que responder a mi
queja. Entonces el Señor me respondió diciendo: Escribe
la visión y grábala claramente en tablas para que corra el
que las lea.
Habacuc 2.1-2, RVA 2015

La producción de este material resultó de una palabra per-


sonal recibida con base en la profecía de Habacuc, en la que él
afirma que, al subir a un lugar alto, con el objetivo de ver lo que
el Señor estaba hablando, oyó la voz de Dios que le ordenaba

28
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

escribir, de manera accesible y clara, lo que estaba viendo, para


que incluso aquellos que pasaran rápidamente o estuvieran dis-
traídos consiguieran leer.
Mi objetivo al escribir este libro es registrar lo que he cono-
cido y experimentado (en la presencia del Señor y de Sus hijos
ungidos durante más de diez años) sobre la obra del Espíritu y
la práctica de la profecía, describiendo Sus poderosos resultados,
así como los maleficios causados por la mala utilización de los
dones espirituales.
A pesar de haber nascido en una familia cristiana, tuve la
experiencia de conversión a Cristo a los catorce años. En esa oca-
sión, tuve mi primer contacto con los dones espirituales siendo
ejercidos. Mi vida ha sido profundamente marcada por la profe-
cía. Mi deseo con este material
JosueesYoris
que tu vida también sea com-
pletamente afectadajyoris90@gmail.com
por la revelación profética que proviene del
trono de la gracia. HP44916917613337
Como tal, este libro no pretende presentarse como una obra
enteramente autoral, sino como el resultado de investigación y
aprendizaje por medio de la oración, de la lectura de las Sagradas
Escrituras, de acceso a las literaturas de ancianos proféticos, ade-
más de la convivencia y sometimiento a los incontables consiervos
que ejercen el ministerio profético en mi trayectoria espiritual. Sin
esa subordinación al Cuerpo de Cristo y a los hermanos con más
experiencia, nunca hubiera llegado a donde estoy ahora.
No tengo la intención de hablar en enigmas y parábolas, sino
de comunicar los principios y conceptos relacionados al servicio
profético de la manera más clara, objetiva y bíblica posible, para
que los discípulos de Jesús, aún los más inexpertos, puedan acce-
der a medidas de conocimiento, sabiduría y revelación. Esta será
una jornada que emprenderemos juntos por la obra del Espíritu

29
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Santo. No quiero crear polémicas innecesarias ni introducir in-


formaciones «inéditas» que de nada sirven para la edificación
de la obra de Cristo, pero quiero presentar los fundamentos bá-
sicos revelados en la persona de Jesús, que están sujetos a la infa-
libilidad de la Palabra de Dios.
Un dato interesante en el Evangelio de Juan es que el discípulo
describe al Cristo, el enviado de Dios, como Aquel que profetiza-
ba las palabras del Padre, porque el Espíritu fue derramado sobre
Él sin medida, es decir, sin restricciones (Juan 3.34). A diferencia
de Jesús, cada uno de nosotros recibimos una medida del Señor
(2 Corintios 10.13, NVI). Deseo que en estos días aprendas a ac-
ceder a la plenitud de la medida del poder de Dios sobre tu vida,
que el Espíritu Santo se encienda en tu interior, y que las palabras
de Dios fluyan de tu bocaJosue
para queYoris
ambientes de obscuridad sean
iluminados en estosjyoris90@gmail.com
días de enfriamiento espiritual generalizado
en los que vivimos. HP44916917613337
Finalmente, este libro no es para «supercreyentes», sino
para todos los santos que anhelan vivir y desarrollar su sacer-
docio sirviendo a los demás y honrando a su Dios en amor. Por
lo tanto, el objetivo es abrir el camino para que esos sacerdotes
puedan desear la práctica de las profecías, vivir y servir a través
de ella.
Mi oración es que este material te ayude a tener un corazón
que queme por el Espíritu, que tu visión espiritual sea ampliada
y tu mente sea renovada; que las fortalezas espirituales que por
ventura se levanten en tu vida contra el conocimiento de Dios y
de Su Hijo sean enteramente destruidas por la luz de la Palabra
Eterna, y que te conviertas en estos días en un administrador de
los misterios de Dios.
Entonces… aprieta tu cinturón y vamos juntos…

30
DEFI-
· CAPÍTULO 1

NIENDO

PROFECÍA
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
E
l apóstol Pablo advierte que no debemos despreciar las pro-
fecías, por eso es importante definir qué es la profecía. Si bien
esa es una tarea un tanto compleja, debido a la diversidad de
interpretaciones y líneas teológicas, intentaremos lograr la
comprensión de la manera más sencilla posible. Normalmente,
defino la profecía como la expresión de los secretos de la mente
y del corazón de Dios a través
Josue delYoris
lenguaje humano.
Para entender qué es la profecía, primero debemos entender
jyoris90@gmail.com
que, cuando Dios nos habla, lo hace a partir de la persona de
HP44916917613337
Jesús. Accedemos a la mente y al corazón de Dios por medio de
la revelación de Cristo, porque Él es «la imagen del Dios invisi-
ble» (Colosenses 1.15) y el camino hacia el Padre ( Juan 14.6).
Por esa razón, Juan afirma: «El testimonio de Jesús es el espíritu
que inspira la profecía» (Apocalipsis 19.10). Jesús es el Verbo de
Dios, la Palabra encarnada y la imagen del Padre. Por lo tanto, la
profecía, que en su esencia más básica es la comunicación de un
mensaje, siempre partirá de la revelación de Cristo, porque en Él
están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conoci-
miento (Colosenses 2.2-3).
La profecía es un reporte que la mente humana produce a
través de la revelación del Espíritu de Cristo. En su Primera Car-
ta, Pedro habla de los profetas del Antiguo Testamento y afirma

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que el Espíritu de Cristo estaba en ellos cuando profetizaban


acerca de la futura salvación del Mesías:

Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para


ustedes, estudiaron cuidadosamente esta salvación. Que-
rían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se
refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando
testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo
y de la gloria que vendría después de estos. A ellos se les
reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les
servían a ustedes….
1 Pedro 1.10-12 , NVI

Cuando Pedro habla del Espíritu de Cristo que estaba en los


profetas, se refiere a la obra del Espíritu Santo que operaba sobre
ellos, abriéndoles los ojos a la revelación de la persona de Jesús,
Josue Yoris
la obra de la cruz yjyoris90@gmail.com
la instauración de Su Reino en gloria sobre
la Tierra. HP44916917613337
¿Cuál es el objetivo de la profecía? Según Pablo, el objetivo
es edificar, exhortar y consolar:

Pero el que profetiza, habla a los hombres para edificación,


exhortación y consolación.
1 Corintios 14.3, RVR1977

La profecía, tanto el acto de profetizar como el ministerio pro­


fético, tiene como objetivo servir a otros, nunca a uno mismo. Toda
manifestación que ambiciona el beneficio propio es influenciada
por el espíritu del falso profético.
La profecía no es pensamiento positivo. Quizás hayas escu-
chado a algún predicador decir: «Mire a la persona que está a
su lado y profetice: ¡este va a ser el mejor año de tu vida!». En
aquel momento, unas trescientas personas recibieron la misma

34
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

«profecía» pero, quizás, para algunas de ellas, aquel será uno de


los peores años de sus vidas. A veces, cuando deseamos algo muy
bueno a alguien, acabamos confundiendo nuestros deseos con
profecía. El hecho de que le hayas dicho algo bueno y positivo
(aun «en nombre de Dios») no significa necesariamente que lo
deseado sucederá, o sea, puede o no puede suceder.
La verdadera profecía no se origina en nuestras declaracio-
nes o en nuestro anhelo de que algo suceda, tampoco se origina
en cualquier demanda. Su fuente está en la revelación que pro-
viene de Dios. Si Él dice que hará algo, entonces seguramente lo
hará, en caso contrario, de nada servirá que declaremos, grite-
mos o creamos que aquello sucederá.
La profecía no es algo que empieza en el hombre y luego lle-
ga a Dios. Profetizar no Josue
es emitirYoris
decretos (profecías) para que
Dios las cumpla. Nadie tiene la autoridad para hacerlo. Nos toca
jyoris90@gmail.com
apenas pedirle al Padre en oración y humildemente esperar Su
HP44916917613337
respuesta (palabra y revelación). La profecía debe surgir a partir
de la humildad y la sumisión.
Desafortunadamente, el pensamiento de que la profecía par-
te del hombre es una de las ideas más equivocadas en el seno de
la iglesia en nuestros días. Es por esa razón que, en los entrena-
mientos que imparto, siempre enseño que aquellos que desean
crecer en el servicio profético no deben usar expresiones como
«yo decreto» o «yo ordeno» al profetizar. Si observamos las
Escrituras, especialmente en el contexto neotestamentario, nun-
ca encontraremos a nadie profetizando en primera persona del
singular, ni usando la expresión «así dice el Señor», excepto
Ágabo, que utilizó la frase «así dice el Espíritu Santo» (Hechos
21.11), al profetizar. Ágabo vivió en el período de transición de
la Antigua para la Nueva Alianza, lo que me sugiere que estaba

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

siguiendo el modelo profético del Antiguo Pacto. Recordemos


que hay una gran diferencia entre el ministerio profético del
Antiguo (canónico) y el Nuevo Testamento. En efecto, en lugar
de emitir decretos autoritarios, el lenguaje pacífico y humilde se
adapta mejor a las funciones proféticas que estamos tratando de
desarrollar hoy.
Otro error común es pensar que las profecías personales
solo sirven para predecir el futuro, por lo que mucha gente
confunde a los profetas con adivinos. Sin embargo, la profecía
no está relacionada necesariamente con predicciones sobre el
futuro. Ella revela cómo Dios nos ve y proyecta nuestro «es-
tado ideal» en Dios; es una invitación a nuestra inclusión en
el futuro que Dios trae de la eternidad para el ahora, según
Su voluntad. Así como mi amigoYoris
Josue Aldair Queiroz dijo una vez:
«El profeta no determina el destino de una persona, pero él in-
jyoris90@gmail.com
dica un destino». HP44916917613337
Para entender cómo podemos desarrollarnos y crecer en lo
profético, es importante entender la diferencia entre el ministe-
rio profético del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.
Las Escrituras muestran que en el Primer Pacto Dios hablaba a
Su pueblo y al mundo a través de los profetas, pero a partir de los
últimos días nos habla por intermedio del Hijo (Hebreos 1.1-2).
La responsabilidad era tan grande sobre los obreros proféticos
del Primer Pacto que, si alguien se posicionaba como profeta y
proclamaba algo en el nombre de Dios que no se cumpliera, de-
bería ser muerto (Deuteronomio 18.20).
Sin embargo, desde la encarnación de Cristo, que inició los
últimos días (Hechos 2.17), la voz profética, liberada sobre el pue-
blo de Dios y sobre las naciones, es la del Hijo de Dios. ¿Cómo es
esto posible, si Cristo ha resucitado y está a la diestra del Padre?

36
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Esto es posible porque Dios habla a través del Cuerpo de Cristo


—la iglesia. En el Segundo Pacto, la manera como Dios comunica
Su sabiduría al mundo ya no es solo por medio de algunos profe-
tas llenos del Espíritu, sino a través de la iglesia empoderada por
el Espíritu (Efesios 3.20-21). Es decir, en la dispensación en la que
vivimos, el servicio profético es corporativo, no individual ni ab-
soluto. El lector puede preguntarse: «¿Por qué hubo profetas en
el Antiguo Testamento que actuaron solos?», «¿Por qué podían
decir: ‘así dice el Señor’, y nosotros no?». Bueno, hubo profetas
individuales en el Antiguo Testamento por el simple hecho de que
Dios quiso que así fuera. En cuanto al uso de la expresión «así
dice el Señor», es porque la autoridad profética en el Primer Pac-
to, de aquellos que proclamaron las porciones de las Escrituras, era
incuestionable y canónica.Josue
Sin embargo,
Yoris en el Segundo Pacto, se-
gún el apóstol Pablo,jyoris90@gmail.com
es necesario juzgar lo profetizado, ya que no
es absoluto ni puedeHP44916917613337
ser colocado en el mismo nivel de autoridad
que las partes proféticas de la Biblia.
Es cierto que nadie es infalible a punto de tener autoridad
para profetizar solo y de forma absoluta en los días de hoy. La
mayoría de nosotros todavía estamos aprendiendo a escuchar
la voz de Dios, a recibir revelación, interpretarla y transmitir-
la. Muchas personas se equivocan porque no saben distinguir
correctamente quién está hablando: si es Dios o si es su pro-
pia alma. Si fuéramos humildes y sinceros, llegaríamos a la
conclusión de que es extremadamente peligroso e irresponsa-
ble considerar «nuestra» profecía como la palabra infalible
de Dios y, a título de convencimiento, usar la expresión «así
dice el Señor» de la misma manera que los siervos profetas
declararon las palabras del canon profético (la Biblia). Por

37
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

eso, te aconsejo a no usar la expresión «así dice el Señor» al


profetizar.
No somos infalibles. Lo ideal es que, en el contexto de la
profecía, exista un ambiente corporativo absolutamente ajusta-
do a la doctrina bíblica. De esa manera, los hermanos maduros
que fluyen con mayor profundidad en el servicio profético po-
drán juzgar la profecía. Observa el consejo de Pablo:

En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás
examinen con cuidado lo dicho. Si alguien que está sentado
recibe una revelación, el que esté hablando ceda la palabra. Así
todos pueden profetizar por turno, para que todos reciban ins-
trucción y aliento. El don de profecía está bajo el control de
los profetas.
1 Corintios 14.29-32, NVI
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
Pablo deja claro a la iglesia de Corinto que las profecías
HP44916917613337
deben ser examinadas cuidadosamente, o sea, la visión sobre la
profecía en la Nueva Alianza es la de que el profeta debe estar
sujeto a juicio. Cuando el servicio profético sucede de forma
colectiva, toda comunicación profética necesita ser examinada,
juzgada y confirmada. La persona que ministra proféticamente
jamás puede considerarse como alguien que posee una palabra
absoluta, aunque cite versículos bíblicos o haya acertado la ma-
yor parte de las profecías que hizo. Mi amigo Martin Scott me
enseñó que toda profecía verdadera debe aceptar la posibilidad
de ser rechazada, porque la profecía que se presenta como abso-
luta estará, sin duda alguna, siendo influenciada por el espíritu
del falso profético.
Si en el servicio profético colectivo del Nuevo Pacto necesita-
mos examinar las profecías queda claro que la profecía está pasible
al error, ya que somos discípulos y todavía estamos aprendiendo.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Sin embargo, el hecho de que puedan existir errores no disminuye


la importancia y la necesidad de crecer, como Cuerpo de Cristo,
en la práctica de lo profético. De hecho, los errores nos ayudan a
crecer y desarrollar ese don que Dios nos ha dado.
Es normal tener miedo a cometer errores, especialmente
en ese sentido. A menudo sucede que, cuando notamos que la
profecía de alguien está equivocada o dice algo con lo que no
estamos de acuerdo, la rechazamos y nos deshacemos de todo.
Sin embargo, esas actitudes están equivocadas. Considere lo que
dice Pablo acerca de no despreciar las profecías:

No menosprecien las profecías; más bien, examinen todo,


retengan lo bueno.
1 Tesalonicenses 5.20-21
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
Medita con cuidado en lo que dice el apóstol Pablo: exa-
HP44916917613337
minen todo, retengan lo bueno. «Retener lo bueno» es muy di-
ferente a «retener lo que han dicho si todo es bueno». La in-
exactitud, la imprecisión y las imperfecciones también pueden
existir en profecías verdaderas. Sin embargo, eso no convierte a
las personas en falsos profetas ni sus mensajes en falsas profecías.
En los próximos capítulos discutiremos más sobre lo que verda-
deramente caracteriza a un falso profeta.
Nunca debemos descartar un mensaje entero solo porque
contiene un error. Nuestros antepasados nos enseñaron que,
si estás tomando una sopa y encuentras un pequeño hueso en
el caldo, no es necesario tirar toda la sopa. Solo tenemos que
sacar el pequeño hueso de la sopa y seguir tomándola, sin ma-
yores problemas.
Deshacernos de todo sin retener lo bueno es una actitud equi-
vocada, pero hay otro error común que cometen los cristianos

39
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

hoy: deshacerse del filtro del juicio. Desafortunadamente, mu-


chos creyentes piensan que cuando hablamos de profecía, estamos
hablando de algo infalible, y que examinarla y evaluarla deshono-
raría a Dios y al Espíritu Santo. Tales personas confían, admiran y
respetan al que profetiza, ya sea por su histórico de aciertos o por
su elocuencia y retórica. Sucede a menudo que, en base a experien-
cias positivas con el pastor o ministrante, una persona tome como
verdad todo lo que el ministrante enseñe y comunique.
Imagínate la siguiente situación: un día, un buen y sincero
ministro de Dios ve a una persona que está pasando por dificul-
tades, su vida está ahogada en lodo, en pecado y en sufrimiento.
Luego, el ministro la ayuda: cura sus heridas, comparte el evan-
gelio y ministra palabras de sabiduría y revelación, guiándola
a una plena restauración. En eseYoris
Josue caso, ¿cuál será la tendencia
del corazón de la persona que fue ayudada? Sin duda alguna,
jyoris90@gmail.com
además de estar agradecida, ella tendrá en alta estima quién la
HP44916917613337
ayudó y abrazará, como ley absoluta y digna de confianza, todo
lo que su ayudador le diga. Tal actitud puede parecer amable y
humilde, pero en realidad es el resultado de un corazón ingenuo
y engañoso, que olvida que los hombres de Dios siguen siendo
humanos propensos al error.
Un día, aunque tengan corazones sinceros, los siervos de
Dios podrán cometer errores. Querido lector, es importante que
tengas conocimiento de esto, porque puede suceder que veas al
ministro que admiras cometiendo una equivocación. Si esto
ocurre, no lo rechaces para siempre. Como nos aconseja Pablo,
abre tu corazón a lo que tiene que decir y retiene las cosas buenas
que surjan en su discurso.
Ahora imaginemos a un gran ministro de Dios que ha bende-
cido y ministrado a tu vida con sabiduría y revelación espiritual

40
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

a lo largo de los años. Lo has admirado desde siempre, has sido


inspirado por él y has apreciado tanto su ministerio que sientes
como si estuvieras en deuda con él. «Sin él —dices— no estará
donde estoy ahora». Trágicamente, se descubrió que el ministro
hace parte de un gran escándalo moral. ¿Cómo reaccionarías?
¿Cuál sería la tendencia de nuestros corazones engañosos con
relación a ese ministro que ha fracasado moralmente y cuyas fal-
tas han sido expuestas? Te aseguro que nuestra respuesta sería la
de deshacernos de todo servicio ministerial que él brindó en el
pasado y no darle el crédito en las cosas que hará en el futuro.
«De todos modos — diremos— ¡él nunca fue tan bueno como
pensábamos, todo fue un gran engaño!». Cuando actuamos y
pensamos de esa manera, nos estamos deshaciendo de todo un
legado ministerial y, másJosue
una vez,Yoris
ignoramos el consejo de Pablo
cuando él nos dice:jyoris90@gmail.com
«retengan lo bueno».
Ahora piensa en HP44916917613337
los hombres más poderosos de las Escrituras.
Sí, mira a sus héroes de la Biblia y observa atentamente el camino
que recorrieron. Aunque fueron usados intensamente por Dios,
la mayoría cometió errores grotescos a lo largo de su vida. Acuér-
date de David, un hombre conforme el corazón de Dios. ¡Mira sus
muchas fallas! Muchos de los que llamamos «héroes de la fe» ja-
más tendrían un lugar en nuestros púlpitos, porque fracasaron y
tropezaron en el desarrollo de su servicio a Dios y a los hombres.
Si estamos tratando de desarrollar una mente profética, de-
bemos entender que es esencial examinar todo lo aquellos que
sirven en el nombre de Dios pronuncian. No importa si es mi
predicador favorito o un ministro al que no soy cercano; si es quien
me pastorea o algún ministro que me defraudó en el pasado; ya sea
que profetice, predique o enseñe, el que ministre debe ser escuchado
y juzgado, y uno debe retener las partes buenas de su discurso.

41
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

APRENDIENDO CON EL NUEVO TESTAMENTO

Hay un ejemplo muy interesante en el libro de los Hechos


de los Apóstoles. Un grupo de hermanos de la ciudad de Berea
escuchó los sermones de Pablo y decidió tomar una actitud pun-
tual: examinaron todo lo que oyeron, a pesar de la elocuencia,
la autoridad y el profundo conocimiento teológico del apóstol.

Tan pronto como se hizo de noche, los hermanos enviaron


a Pablo y a Silas a Berea, quienes al llegar se dirigieron a
la sinagoga de los judíos. Estos eran de sentimientos más
nobles que los de Tesalónica, de modo que recibieron el
mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las
Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba.
Hechos 17.10-11,
Josue NVIYoris
jyoris90@gmail.com
Lucas describe aHP44916917613337
los bereanos como más nobles que los cre-
yentes de otras comunidades de la fe. El apóstol lo dijo porque
la comunidad de los bereanos recibió el mensaje de Pablo con
gran interés. ¿Qué determinaba el interés de los miembros de
la sinagoga de Berea? El hecho de que habían escuchado y exa-
minado durante días, a través de la investigación cuidadosa de
las Escrituras, lo que Pablo decía sobre el Reino de Dios y del
Cristo. Sí, los ciudadanos de Berea honraron el ministerio apos-
tólico de Pablo al escuchar lo que él tenía a decir, comparando y
examinando su discurso a la luz de las Escrituras. Luego de haber
revisado el discurso de Pablo, recibieron y abrazaron lo que el
apóstol comunicó. ¡Esto es hermoso!
Otra historia del Nuevo Testamento que mencioné anterior-
mente y creo tiene mucho que enseñarnos es la historia de Ágabo,
profeta neotestamentario que, según el evangelio de Lucas, fue una

42
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

voz muy influyente en la vida de la Iglesia del primer siglo. Algunos


teólogos enseñan que Ágabo pudo haber comenzado su ministerio
profético en los días del ministerio público de Yeshua, y que formó
parte del grupo de los setenta enviados por el Maestro para preparar
Su camino en las ciudades que visitaría posteriormente. Ese grupo
era responsable de anunciar el Reino de Dios, sanando a los enfer-
mos y expulsando los demonios (Lucas 10.1-17).
En el libro de Hechos, luego de los creyentes de Jerusalén ser
esparcidos a causa del asesinato de Esteban, está escrito que Ága-
bo, junto a un grupo de profetas, bajó a la ciudad de Antioquía y
allí profetizó que habría una gran hambruna en todo el Imperio
Romano. Lo que, de hecho, se cumplió.

Por aquel tiempo unos profetas bajaron de Jerusalén a Antio-


Josue
quía. Uno de ellos, Yoris
llamado Ágabo, se puso de pie y predijo por
jyoris90@gmail.com
medio del Espíritu que iba a haber una gran hambre en
HP44916917613337
todo el mundo, lo cual sucedió durante el reinado de Claudio.
Entonces decidieron que cada uno de los discípulos, según los
recursos de cada cual, enviaría ayuda a los hermanos que
vivían en Judea. Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los
ancianos por medio de Bernabé y de Saulo.
Hechos 11.27-30, NVI

Es interesante observar que los discípulos evaluaron la pala-


bra de Ágabo y, cuando juzgaron que era una predicción digna
de confianza, actuaron proactivamente para proporcionar re-
cursos a los hermanos de Judea. Sin duda, su evaluación fue co-
rrecta, pues como dicen las Escrituras, hubo una gran hambruna
en aquellos días.
Otro momento decisivo en el ministerio de Ágabo fue su en-
cuentro con Pablo en la casa de Felipe, uno de los siete diáconos de

43
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Jerusalén. En ese encuentro, él profetiza que los judíos encarcela-


rían a Pablo en Jerusalén y lo entregarían a los gentiles.

Al día siguiente salimos y llegamos a Cesarea, y nos hospeda-


mos en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete;
este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban. Llevábamos
allí varios días cuando bajó de Judea un profeta llamado
Ágabo. Este vino para vernos y, tomando el cinturón de Pa-
blo, se ató con él de pies y manos, y dijo: «Así dice el Espíri-
tu Santo: De esta manera atarán los judíos de Jerusalén
al dueño de este cinturón, y lo entregarán en manos de
los gentiles». Al oír esto, nosotros y los de aquel lugar le ro-
gamos a Pablo que no subiera a Jerusalén. «¿Por qué lloran?
¡Me parten el alma!» —respondió Pablo—. «Por el nombre
del Señor Jesús estoy dispuesto no solo a ser atado, sino
también a morir en Jerusalén».
Hechos 21.8-13,JosueNVI Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
Hay algunos puntos interesantes en ese pasaje:
Primero: Hay profecía en el Nuevo Testamento, incluso a
nivel personal. Ágabo no está profetizando sobre el plan de Dios
para Su pueblo, sino lo que sucedería con Pablo en los próximos
días de su ministerio. Eso sugiere que puede haber diferentes ni-
veles de profecía.
Segundo: A medida que seguimos leyendo el capítulo, podemos
notar que la predicción de Ágabo era algo inexacta o no se comuni-
có de forma clara o no se examinó con precisión por los hermanos.
Ágabo había profetizado que los judíos encarcelarían a Pa-
blo en Jerusalén y luego lo entregarían a los gentiles (similar a
lo que sucedió cuando el Sanedrín encarceló a Yeshua y luego
lo entregó a los soldados romanos). Al oírlo, los santos comen-
zaron a llorar y a clamar para que Pablo no fuera hacia Jerusa-
lén, porque creían que, si iba, el apóstol moriría. Imaginaron

44
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que le pasaría a él lo que le pasó a Jesús. Pablo, como respuesta


a aquel momento de conmoción, afirmó que estaba dispuesto a
morir en Jerusalén en el nombre del Señor, caso fuera la volun-
tad del Señor. El pasaje también muestra que Pablo entendía
en su interior que estaba siendo direccionado por el Espíritu
Santo a ir a Jerusalén y que nada podía impedirle obedecer a
esa dirección. En otras palabras, Pablo escuchó la profecía de
Ágabo, la examinó, pero siguió creyendo firmemente en que
debía llevar a cabo su plan.
¿Qué pasó al final? Pablo subió a Jerusalén y fue encarcela-
do como Ágabo había profetizado. Sin embargo, aunque haya
acertado el cerne de la palabra, los hermanos llegaron a una
conclusión imprecisa sobre los detalles del arresto de Pablo. Ve
la descripción del autorJosue
del libro de los Hechos sobre lo que
Yoris
realmente sucedió en Jerusalén:
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
Cuando estaban a punto de cumplirse los siete días, unos ju-
díos de la provincia de Asia vieron a Pablo en el templo. Al-
borotaron a toda la multitud y le echaron mano, gritando:
«¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el individuo que anda por
todas partes enseñando a toda la gente contra nuestro pueblo,
nuestra ley y este lugar. Además, hasta ha metido a unos grie-
gos en el templo, y ha profanado este lugar santo». Ya antes
habían visto en la ciudad a Trófimo el efesio en compañía de
Pablo, y suponían que Pablo lo había metido en el templo.
Toda la cuidad se alborotó. La gente se precipitó en masa, aga-
rró a Pablo y lo sacó del templo a rastras, e inmediatamente
se cerraron las puertas. Estaban por matarlo, cuando se le
informó al comandante del batallón romano que toda la ciu-
dad de Jerusalén estaba amotinada. En seguida tomó algunos
centuriones con sus tropas, y bajó corriendo hacia la multitud.
Al ver al comandante y a sus soldados, los amotinados de-
jaron de golpear a Pablo. El comandante se abrió paso, lo

45
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

arrestó y ordenó que lo sujetaran con dos cadenas. Luego


preguntó quién era y qué había hecho.
Hechos 21.27-33, NVI

Ágabo profetizó que los judíos de Jerusalén atarían a Pablo y


lo entregarían a los gentiles, eso es, a los romanos. Pero cuando Pa-
blo fue efectivamente capturado en Jerusalén, vemos que no eran
los judíos los que lo ataban, sino los romanos. La diferencia es to-
davía más clara en el texto original. Cuando Ágabo predijo que
los judíos «entregarían» a Pablo en manos de los gentiles, la pala-
bra griega para el verbo «entregar» era paradidomi, que significa
«dar voluntariamente, dar en la mano». Entonces, cuando ana-
lizamos y comparamos los detalles de la profecía con los registros
de lo que realmente sucedió, vemos que Pablo no fue entregado a
Josuejudíos
los gentiles, sino que los mismos Yorisintentaron matarlo. Pablo
jyoris90@gmail.com
tuvo que ser rescatado de las manos de los judíos por el comandante
HP44916917613337
y sus soldados, es decir, los romanos fueron en realidad instrumento
de Dios para salvar la vida del apóstol, lo cual es muy diferente a lo
que habían concluido los hermanos al escuchar la profecía de Ágabo.
¿Qué significa esto? ¿Que Ágabo no fue claro en los detalles
de su profecía y, por eso, debe ser despreciado? ¿Que Ágabo es
un ejemplo de falso profeta, Ya que el autor de Hechos dejó en
claro que lo que sucedió no fue realmente lo que los hermanos en-
tendieron estar profetizado? ¡No! Los detalles inexactos o la falta de
comprensión de sus palabras no lo convierten en un falso profeta.
Tampoco se puede considerar falsa su profecía.
Ahora piensa conmigo en esto: a pesar de Ágabo tener un his-
torial de profecías certeras y ser reconocido por la iglesia como
profeta, Pablo, aún considerando las palabras de Ágabo, como lo
dije anteriormente, no dejó de subir a Jerusalén. No lo hizo por-
que despreciaba las palabras del profeta, sino porque sentía en el

46
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

corazón que estaba siendo direccionado a eso y que su arresto era


parte del proceso. ¡Imagínate si Pablo, luego de escuchar la expli-
cación de la profecía, no fuera a Jerusalén por temor a morir a ma-
nos de los romanos! ¿Cuál sería el impacto de esa decisión en el
desarrollo de la obra de Dios y en la propia vida de Pablo?

JUZGANDO UNA PROFECÍA

De las enseñanzas de Pablo, entendemos que toda profecía


debe ser evaluada, probada y confirma­da antes de poder ser recibida
como palabra confiable proveniente del corazón de Dios. Además,
el juicio de una profecía también considera cómo debemos actuar
ante ella. Por ejemplo, en el caso de la profecía de Ágabo, Pablo no
la tomó como prohibición de ir a Jerusalén, sino como advertencia
Josue
para prepararse a lo que estaba porYoris
venir y confirmar en su corazón
jyoris90@gmail.com
su disponibilidad para el martirio. Pensando en esto, examinaremos
HP44916917613337
algunos criterios básicos para el juicio de una profecía.

La Palabra Profética

Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la


cual ustedes hacen bien en prestar atención, como a una lámpa-
ra que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga
el lucero de la mañana en sus corazones. Ante todo, tengan muy
presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la inter-
pretación particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su
origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron
de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.
2 Pedro 1.19-21

La primera verdad fundamental que debemos considerar para


confirmar o refutar cualquier afirmación profética es que la Biblia

47
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

es la verdadera «Palabra Profética» que ilumina toda oscuridad,


como se afirma en la Segunda Carta de Pedro. Ella es la Ley de
los cielos que sostiene todo el movimiento de la creación y, por lo
tanto, es también nuestra regla, nuestro instrumento de medida.
Debemos entender que existe una clara diferencia entre «Pala-
bra Profética» y «don de profecía». Todas las profecías deben
ser evaluadas, pero la Palabra Profética (es decir, las Escrituras) es
inmutable, indiscutible e incontestable. Una profecía nunca será
una Palabra Profética en el mismo nivel que las Escrituras. Por lo
tanto, la Palabra Profética es la regla que medirá todas y cada una
de las profecías que se hagan.
La Biblia debe ser el fundamento básico a todo aquel que
quiera crecer y desarrollarse en el servicio profético. Es imposi-
ble edificar un ambiente Josue
profético sin un profundo amor por la
Yoris
Biblia, pasión por sus fundamentos y respeto hacia los límites
jyoris90@gmail.com
que ella revela. En su libro, Developing Your Prophetic Gifting,
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Graham Cooke hace una declaración maravillosa sobre el juicio
de profecías. Él dice: «Es fundamental notar que estamos edifi-
cando nuestras vidas sobre las Escrituras y no sobre las profecías»1.
Eso significa que ninguna declaración profética puede contra-
decir lo que dice la Biblia. Ninguna palabra, visión, sueño o ex-
presión inspirativa que pretenda ser una declaración profética
puede considerarse tan importante como los textos bíblicos. Si
eso sucede, el mensaje debe descartarse inmediatamente.
Corey Russel dijo: «La restauración actual del movimiento
profético es una nueva aproximación a la Palabra de Dios. No hay
nada más profético que la Palabra de Dios, porque en ella está el
testimonio de Jesús».

1 COOKE, Graham. Desenvolvendo o dom profético. São Paulo: Editora DanPrewan,


2005, p.156.

48
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Oración

Pablo fue muy claro cuando escribió a su amado discípulo


Timoteo: «Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plega-
rias, oraciones, súplicas y acciones de gracias» (1 Timoteo 2.1). Es
decir, el ejercicio de la oración es el requisito para cualquier ac-
ción, decisión, práctica o conducta de vida. Por esa razón, antes
de hacer cualquier cosa, ORA.
Tal práctica es aún más cierta cuando se trata de un ambien-
te profético. Antes de recibir una profecía hacia su vida o la vida
de una comunidad de personas, someta todo lo que escuches al
lugar de oración. Acuérdate de que hay diferencia entre escuchar
y recibir una profecía. Cuando recibes la profecía como verdad
revelada por el Espíritu, tu jornada será totalmente afectada por
Josue
ella. La forma en que caminas, Yorise incluso oras se verá afec-
piensas
jyoris90@gmail.com
tada de alguna manera porque la palabra del Espíritu siempre
HP44916917613337
traerá luz a tus ojos.
Como mencionamos anteriormente, antes de aceptar una
profecía, debemos someterla a juicio. Luego de examinar las
palabras a la luz de la Palabra Profética (la Biblia), debemos so-
meterla a la oración. Orar es estar delante del trono de gloria;
es ser iluminado por la revelación de quién es Dios, de lo que Él
está hablando, y de la revelación de quiénes somos en Él. Luego,
cualquier palabra que se presente como profética, pero no está
adecuada a los parámetros de la justicia divina, no está alineada
al son de la voz del Eterno, tampoco tiene que ver con lo que nos
estamos tornando en Él. De ese modo, se puede concluir que ella
es una palabra falsa. Pero, créeme, la única forma de acceder a ese
nivel de revelación es a través de la oración.
Recuerda que orar no se trata de pedir cosas únicamente,
sino estar delante de Dios para relacionarte con Su belleza,

49
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

dignidad y voz. Cuanto más tiempo pasemos en Su presencia,


contemplando la belleza de Su santidad y oyendo Su voz como
el estruendo de muchas aguas, más creceremos en la revelación,
y más específica y concreta será nuestra capacidad de examinar
cada declaración profética. De tal forma, no recibas ninguna di-
rección, instrucción o comando sin antes examinarlo en oración
y colocarlo en el lugar secreto ante el Padre, porque es en ese
lugar donde el Padre nos recompensa con la revelación de quién
Él es y de quiénes somos nosotros en Él. ¡ANTE TODO, ORA!

¡Edificar, Exhortar y Consolar!

Sabemos por la enseñanza apostólica que la función princi-


pal del don de profecía esJosue Yoris
edificar, exhortar y consolar, y que su
jyoris90@gmail.com
objetivo es fortalecer, alentar y llevar esperanza a las personas,
HP44916917613337
liberándolas del dolor, la confusión, la condenación y el desáni-
mo. Si no se cumplen esos objetivos, podemos concluir que la pro-
fecía no fue comunicada correctamente o que fue una falsa profecía.

En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificar-


los, animarlos y consolarlos.
1 Corintios 14.3

- Edificar: Construir, estructurar, confirmar, fortalecer y


hacer que algo sea más efectivo;
- Exhortar: Estimular, alentar y advertir;
- Consolar: Dar esperanza, alegrar y animar (con rela-
ción al presente y al futuro).

50
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Una profecía puede implicar una o las tres de esas caracterís-


ticas. Por lo tanto, concluimos que una profecía completa debe
incluir los tres elementos. La finalidad (el objetivo) de la profe-
cía no es destruir, sino edificar, como enseñó Pablo al hablar del
foco de acción de su autoridad en la Iglesia de Cristo.

Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que


cuando vaya no tenga que ser severo en el uso de mi auto-
ridad, la cual el Señor me ha dado para edificación y
no para destrucción.
2 Corintios 13.10

La profecía es una herramienta dada por el Espíritu Santo


para servirle a Dios edificando a las personas (1 Corintios 14.4),
dándoles una comprensión claraYoris
Josue de su inclusión y en la edifica-
ción del Cuerpo dejyoris90@gmail.com
Cristo en la tierra, Su iglesia, aquella que
prevalece sobre la muerte (Mateo 16.18). Durante mucho tiem-
HP44916917613337
po, sobrevivió el paradigma de que personas proféticas tienen
como única y exclusiva función señalar las fallas de su entorno,
destruyendo todo lo que consideran como ineficaz. Según la Bi-
blia, eso es una mentira.
Por lo general, pensamos en la exhortación en el ministerio
profético como una exposición de las malas acciones por me-
dio de la acusación y la vergüenza. En realidad, la exhortación
profética anima a las personas o ambientes colectivos a cambiar
sus actitudes y pensamientos. Exhortar es, igualmente, guiar a
las personas al arrepentimiento y llevarlas de regreso al camino
divino, objetivos que no se deben ignorar al profetizar.
Contrariamente a la creencia popular, el propósito principal
del ministerio profético no es destruir, sino construir. Cualquier
esfuerzo por condenar la mentira y desmantelar las estructuras

51
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

malignas se basa en el deseo de revelar la verdad y establecer la


justicia. Si no actuamos con esa mentalidad, nuestro servicio no
será profético y tampoco edificará al Cuerpo del Mesías en las
naciones. En cambio, solo crearemos ruido y confusión.

«Vienen días — afirma el Señor— en que con la simien-


te de hombres y de animales sembraré el pueblo de Israel y
la tribu de Judá. Y así como he estado vigilándolos para
arrancar y derribar, para destruir y demoler, y para traer
calamidad, así también habré de vigilarlos para cons-
truir y planar —afirma el Señor».
Jeremías 31.27-28

La obra profética trabaja con la desconstrucción, pero no se


detiene ahí. Ella también trabaja para establecer realidades justas
Josue Yoris
con el objetivo de exhortar a las personas y a los entornos colec-
jyoris90@gmail.com
tivos a participar en la misión del Eterno, para que, a medida que
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se aproximen del Día del Señor, las familias, las ciudades y las
naciones puedan renovar su esperanza y reposicionarla en Dios.
La exhortación tiene como finalidad animar el corazón de las
personas a volverse a Dios, es decir, a que sean completamente
de Él. La conversión, a su vez, ilumina el camino angosto a aque-
llos que reciben la exhortación, brindándoles consuelo, aliento
y esperanza en Dios. La revelación de los caminos de Dios libera
el destino de todos nosotros y bautiza el ambiente con la renova-
ción de la esperanza.
Por otra parte, si la palabra proferida es acusatoria, confusa
y desesperanzada, su resultado ciertamente no coincidirá con
los resultados de las palabras proféticas fielmente nacidas en el
corazón del Padre. Por esa razón, debe ser examinada, juzgada
e identificada como palabra falsa. Además, si se observa que el

52
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

contenido de la palabra apunta a errores y pecados solamente,


sin una propuesta de restauración (llevar a una persona de un
estado de error a una posición de justicia), entonces la palabra
también debe ser juzgada como incompleta o incluso falsa.

PROFECÍA A LAS IGLESIAS DEL APOCALIPSIS

Para que entendamos el uso de la profecía en relación con la


edificación, la exhortación y el consuelo, es importante observar
cómo se practica esa dinámica en la Palabra Profética (la Biblia).
Los capítulos 2 y 3 del libro del Apocalipsis son un excelente ejem-
plo. En ese registro profético, Jesús profetiza a las iglesias de las
siete ciudades de Asia Menor (la actual Turquía). De ese pasaje
destacamos la profecía que Jesús le dio a la iglesia de Éfeso:
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso:
Esto diceHP44916917613337
el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y
se pasea en medio de los siete candelabros de oro: Conozco tus
obras, tu duro trabajo y tu perseverancia. Sé que no puedes
soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que
dicen ser apóstoles, pero no lo son; y has descubierto que son
falsos. Has perseverado y sufrido por mi nombre, sin desani-
marte [EDIFICACIÓN].
Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer
amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a
practicar las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes,
iré y quitaré de su lugar tu candelabro [EXHORTACION].
Pero tienes a tu favor que aborrecer las prácticas de los nicolaítas,
las cuales yo también aborrezco [EDIFICACIÓN].
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las igle-
sias. Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol
de la vida, que está en el paraíso de Dios [CONSUELO]
Apocalipsis 2.1-7

53
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Esto es lo que podríamos llamar de profecía completa, porque


trae edificación, exhortación y consuelo. La aplicación de la pro-
fecía de Cristo a esas personas se puede identificar claramente a
través de los siguientes aspectos:

- EDIFICACIÓN – Confirma que lo que los santos


estaban haciendo era correcto, y los fortalece para que
puedan seguir el camino trazado por Jesús;

- EXHORTACIÓN – Señala los errores, pero al mismo


tiempo los anima a cambiar de actitud e ilumina ante
ellos el camino del arrepentimiento;

- CONSUELO –Josue Palabras de esperanza que describen a


Yoris
lo que estosjyoris90@gmail.com
hermanos tendrían acceso caso se arrepin-
tieran y corrigieran lo que debería ser corregido.
HP44916917613337

Cuando servimos a las personas con una palabra profética


completa, estamos colaborando para que superen dos de los ata-
ques más comunes de Satanás: la condenación y el desánimo.
Resumiendo: el propósito principal de la profecía es edi-
ficar a las personas, confirmando lo que la voz de Dios está
declarando sobre ellas; animarlas a que obedezcan a los pa-
trones de justicia divina (arrepentimiento), para que puedan
continuar en el camino de Dios; y, finalmente, iluminarlas
con la renovación de la esperanza en sus corazones, trayendo
claridad sobre la infinita bondad de Dios y Su perfecta volun-
tad hacia sus vidas.

54
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS

Otra práctica que debemos ejercitar al evaluar las profecías


es el discernimiento espiritual, que es la capacidad de recibir reve-
lación a través del Espíritu de Dios, para comprender de dónde
viene una palabra o una acción. El discernimiento espiritual es el
resultado de la búsqueda y el desarrollo del don de discernimiento
de espíritus, que como otros dones, se da a los santos como herra-
mienta de capacitación (1 Corintios 12.10), para que participen
con poder y confianza en la obra del ministerio y en la edifica-
ción del Cuerpo de Cristo (Efesios 4.12).

Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda es-


tar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para
ver si es de Dios,
Josueporque han salido por el mundo muchos
Yoris
falsos profetas.
jyoris90@gmail.com
1 Juan 4.1
HP44916917613337

Cada palabra o acción puede tener tres posibles fuentes de in-


fluencia: el Espíritu de Dios, las emociones humanas o los espíri-
tus demoníacos. Debemos entender que las profecías son mensajes
que el Espíritu de Dios transmite a nuestro espíritu, y que también
se comunica por nuestra mente, es decir, el mensaje inevitablemente
pasa a través de nosotros antes de llegar a su destino.
¿Cómo discernir la fuente de cada mensaje profético? Por
la oración. Sí, la oración nos llevará al desarrollo de la intimidad
con la práctica de los dones del Espíritu Santo, y es a través de
la oración que buscamos la testificación de nuestro espíritu con
el Espíritu de Dios en cada comunicación profética que viene a
nuestro encuentro. Esa es una práctica necesaria y saludable.

55
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Imagínate la siguiente situación: alguien te llama a la puerta,


tú la contestas y te encuentras con una persona vestida en ropas
de paño que, de repente, comienza a sacudirse frenéticamente,
haciendo movimientos extraños y a profetizar en alta voz. Ese es
el momento exacto en que debes plantearte una simple pregun-
ta: «¿Cuál es la fuente de ese comportamiento?, «¿De dónde
vienen esas palabras?».
Cuando se trata de lo profético, la apariencia no es un pará-
metro de juicio a ninguna palabra o acción, lo que puede com-
probarse al observar la vida de los profetas de ambas alianzas en
las Escrituras. En la historia del servicio profético, hombres y
mujeres hicieron «locuras», pero estaban siendo guiados por el
Espíritu del Eterno. Por lo tanto, uno debe enfrentar el hecho de
que una acción insensataJosue
por parte de alguien que está profeti-
Yoris
zando puede haber jyoris90@gmail.com
sido originada en una de las siguientes fuen-
tes: en sus propias emociones (a menudo confusas), en espíritus
HP44916917613337
demoníacos o en el Espíritu Santo. La única manera de conocer la
fuente de la acción es por medio del don de discernimiento de espí-
ritus que, como ya dijimos, se desarrolla a través de la oración.
En ese mismo sentido, también necesitamos discernir el espíri-
tu que está por detrás de un mensaje, aún antes de evaluar su con-
tenido. Eso es discernir espíritus, es decir, saber qué fuente influye
en aquella acción o comunicación. Sin embargo, algunos juzgan el
contenido de la palabra y también el individuo que la está articulan-
do, sin que antes haya juzgado el espíritu que está por detrás de ellos.
¿Te acuerdas del momento en que Pablo estaba en la región
de Filipos y una mujer poseída con un espíritu de adivinación co-
mienza a seguirlo durante días, proclamando sobre él y sus discí-
pulos: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, y les anuncian
a ustedes el camino de salvación»? El punto es que lo que la mujer

56
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

dijo acerca de Pablo era verdad, pero la fuente de esas palabras era
un espíritu maligno que estaba tratando de exponer a Pablo en aquel
lugar. Eso enojó profundamente al apóstol, llevándolo a reprender y
expulsar aquel espíritu que estaba en ella (Hechos 16.16-18).
A primera vista, la palabra puede estar completamente har-
monizada con las Escrituras, pero, aún así, provenir de un espí-
ritu de engaño o de emociones humanas nascidas en corazones
engañosos. Recuerda que, cuando el enemigo tentó a Cristo en
el desierto, usó las Escrituras para tratar de sacar a Jesús de la
sumisión a la obra del Padre (Lucas 4.9-11). Por esa razón, es
indispensable prestar mucha atención y tener cuidado al juzgar
cada acción que se presenta como profética.

¿ES UNA PALABRA INCOMPLETA?


Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
Otro punto que se debe observar es que la misma palabra
HP44916917613337
puede contener elementos correctos y falsos. Eso sucede, por
ejemplo, cuando una persona recibe una palabra confiable del
Señor, pero al proclamarla, le agrega sus percepciones persona-
les. Eso no hace el mensaje completamente falso, simplemente lo
convierte en una palabra incompleta. No es raro que aparezcan
palabras incompletas en las reuniones de la iglesia, lo cual es una
prueba más de que las profecías deben evaluarse cuidadosamen-
te, para que no haya más confusión que edificación.
Existe una dinámica interesante entorno al servicio proféti-
co colectivo. Puede suceder que, para tener acceso a una palabra
completa (edificación, exhortación y consuelo), esta se comuni-
que a través de tres o más personas. Por lo tanto, es perfectamente
aceptable que en la práctica de la comunicación profética la pa-
labra completa sea «construida» a partir de impresiones de más
de una persona. Por ejemplo: una trae una palabra de edificación,

57
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

otra trae una palabra de exhortación y la otra trae una palabra de


consuelo. Como podemos ver, la comunicación entre tres perso-
nas juntas declara una palabra completa.
Aunque la comunicación profética pueda, eventualmente,
incluir un error o parecer extraña, asegúrate de escuchar con
atención. Ella puede ser extremadamente importante y colabo-
rar profundamente con la revelación del tipo de persona en la
que te debes convertir y con el camino que tu comunidad debe
seguir colectivamente en lo que concierne al propósito divino.
¡CONTINÚA EXAMINANDO TODO, SIEMPRE RE-
TENIENDO LO BUENO!

UN CONSEJO PERSONAL
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
Trabajaremos con principios y conceptos a lo largo del camino
HP44916917613337
que estamos construyendo juntos para pensar en lo profético.
Los principios son instrucciones bíblicas innegociables. Esas son
instrucciones claras e inequívocas presentes a lo largo de la Palabra
Profética, basadas en la Ley de Dios. Son esos fundamentos que es-
tablecen los decretos y los límites que ordenan toda la creación que
está sobre el dominio del Hijo de Dios. Como ejemplo, recordemos
el principio que Pablo estableció a la iglesia de Corinto:

Por lo cual, el que habla en lenguas, debe pedir en oración


poder interpretarlas.
1 Corintios 14.13

Cualquiera que reciba el don de orar en otras lenguas debe


orar para que pueda interpretarlas, un principio bíblico innego-
ciable, un mandato apostólico sin margen a contestación, es decir,

58
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

ningún concepto humano puede contradecir esa verdad. A lo lar-


go de los próximos capítulos, trabajaremos con varios principios
bíblicos acerca de lo profético, de la obra de Dios y de las bases del
evangelio de Cristo, recordando que para esas cosas tampoco hay
margen de contestación.
Los conceptos son ideas (concepciones) personales sobre
cómo los principios innegociables deben ser aplicados. En este
libro, describo muchos de mis conceptos sobre la edificación de
una mente profética y cómo creo que debemos desarrollar ese
proceso de forma individual y colectiva. Tales conceptos no son
absolutos, ya que están relacionados con mi cosmovisión y ex-
periencia personal en el camino del Señor, por eso, deben ser
juzgados, evaluados y confirmados por los lectores.
Mientras trabajamosJosue
juntos para la edificación de una mente
Yoris
profética, quiero darte un consejo: NO CREAS EN TODO
jyoris90@gmail.com
LO QUE VAS A LEER en los siguientes capítulos. ¡Así es! Mi
HP44916917613337
consejo es que LEAS TODO, estando de acuerdo con lo que fue
expuesto anteriormente. EVALÚA TODO por intermedio de
la observación de las Escrituras, de la práctica de la oración y del
discernimiento espiritual. Luego, RETIENE SOLO LO QUE
SEA BUENO para ti. Mi deseo es que retengas aquello que te
haga sentido, basado en lo que estás viviendo en Dios ahora, en
la estación en la que te encuentras. Desecha todo lo que no sea
bueno sin sentir culpa alguna.
Querido (a), reitero que no debes creer integralmente en lo
que estás a punto de leer en este libro, por cierto, no debes creer
en todo lo que cualquier persona hable o escriba, ya sea tu predi-
cador preferido, el ministro con quién menos te identificas o el
profeta más extraño que conozcas. Antes de eso, escucha todo,
evalúa todo, luego, retén lo bueno.

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Josue Yoris
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· CAPÍTULO 2

SEGUIR

EL AMOR
Josue Yoris
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HP44916917613337
Josue Yoris
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HP44916917613337
D
ebido a un aparente conflicto en la práctica de los dones es-
pirituales, Pablo enseña sobre el servicio profético en la Pri-
mera Carta a los Corintios. Esa carta es fundamental para
comprender los principios de ese servicio colectivo y el re-
glamento de su funcionamiento. El primer versículo del capítu-
lo 14 contiene una de las declaraciones más «brutales» sobre la
búsqueda de los santos por el desarrollo
Josue Yorisde la práctica profética.
jyoris90@gmail.com
Empéñense en seguir al amor y ambicionen los dones espiri-
HP44916917613337
tuales, sobre todo el de profecía.
1 Corintios 14.1

Pablo enseña claramente a los santos a buscar fervientemen-


te los dones del Espíritu. Hay una frase, repetida innúmeras ve-
ces en literaturas y seminarios, que dice: «No busques los dones,
sino al dador de los dones». Obviamente, es importante buscar
a Dios antes de buscar cualquier don. La frase que he citado es
hermosa, pero es totalmente contraria a la instrucción apostóli-
ca y, por lo tanto, no puede aceptarse como verdad en ninguna
esfera de enseñanza sobre los dones espirituales. Pablo enfatiza:
«¡hay que buscar los dones!» Sin embargo, más que eso, los
dones se deben buscar con empeño y ambición. Además, Pablo
señala que en esa búsqueda debemos buscar ante todo el don de
profecía. ¡Guau! ¡Esto es animador!

63
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Lo más importante de la enseñanza de Pablo es por qué de-


bemos estar determinados en esta búsqueda: el amor. ¡Sigue el
camino del amor y busca los dones, pues son regalos del Espíritu!
Otra falsa enseñanza que se ha generalizado en las últimas
décadas es la de que el «amor es el mayor de los dones espiri-
tuales», lo que resta importancia de los demás dones. No, el
amor no es el mayor de los dones, sino «el camino más exce-
lente» (1 Corintios 12.31b), por lo que es la base del verda-
dero servicio profético. Seguir ese camino más excelente debe
motivarnos a buscar los mejores dones, porque el amor no bus-
ca sus propios intereses (1 Corintios 13.5), sino los intereses
de los demás. Por tanto, cuanto más crecemos en la práctica
del amor, más correctamente nos comportamos en el servicio
profético, porque no nos miramos
Josue a nosotros mismos, sino a
Yoris
Dios y al prójimo. jyoris90@gmail.com
Sabemos que el amor de Dios es derramado en nuestros co-
HP44916917613337
razones por el Espíritu Santo (Romanos 5.5), pero él también se
presenta en las Escrituras como un mandamiento. Las Escrituras
nos enseña a buscar los dones espirituales (1 Corintios 12.31),
pero cuando se trata del amor, nos dice que practiquemos el
amor. De hecho, el amor no es solo un mandamiento, es el gran
mandamiento del Señor en nuestras vidas. Con respecto a las
enseñanzas de la Ley divina, Jesús resume las enseñanzas de la
Torá y de los Profetas de la siguiente manera:

- Maestro, ¿cuál es el MANDAMIENTO más importan-


te de la ley?
- «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo
tu ser y con toda tu mente» – le respondió Jesús—. Este
es el primero y el más importante de los mandamientos.

64
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El segundo se parece a este: «Ama a tu prójimo como a


ti mismo». De estos dos mandamientos dependen toda
la ley y los profetas.1 Mateo 22.36-40

En esto se resume la misión del sacerdocio: servir a Dios y al


prójimo en amor. Servir a Dios ante la creación y servir a la crea-
ción ante Dios. La instrucción del Señor a Su pueblo se resume
siempre en el amor: amar a Dios y al prójimo con todo lo que
somos y tenemos.
Así como yo, probablemente hayas escuchado o leído esta
cita: «Si deseas saber dónde está el corazón de un hombre, ob-
serva dónde invierte su tiempo, energía y recursos, y lo encon-
trarás». No sé la fuente exacta de dicha frase, pero estoy seguro
de que tiene sentido en elJosue
contexto del que estamos hablando.
Yoris
Como hemos observado, la práctica del amor implica dar la
jyoris90@gmail.com
vida al servicio de los demás. El amor implica perder para que
HP44916917613337
nuestro prójimo pueda ganar. El camino del amor nunca busca
sus propios intereses, pero se dedica a bendecir a otros.
Porque tanto amó Dios al mundo (kosmos = creación) que
dio a su Hijo unigénito. Piénsalo: El Padre dio lo más preciado
que tenía para redimir a toda la creación ( Juan 3.16). En el mis-
mo sentido, por amor al Padre, el Hijo descendió de lo más alto
a lo más bajo —descendió del cielo a la tierra, como un escla-
vo— para servir a la humanidad caída (Filipenses 2.6-7). Como
discípulos y sacerdotes de la orden mesiánica, tenemos el deber
de seguir el camino más excelente del amor, ofreciendo nuestras
vidas en servicio y a favor del prójimo.

1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

65
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo en-


tregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos
entregar la vida por nuestros hermanos.
1 Juan 3.16

Amar no es una elección, es un mandamiento. Por lo tanto,


sabemos que debemos perder nuestras vidas para convertirnos en
una conexión entre el amor del Padre y la humanidad caída. Eso
no tiene nada que ver con que te «guste» una persona. No creo
que a Jesús —como ser humano— le gustara todas las personas,
pero sirvió a todos con amor sacrificial. De esa manera, les abrió
nuevamente el camino a la presencia del Padre y comenzó el proceso
de redención de toda la creación a través de Su sacrificio en la cruz.
No tengo que complacer a todos y ser el mejor amigo de to-
das las personas, pero tengo el mandamiento
Josue Yoris de amar a todos y la
jyoris90@gmail.com
misión de amar incluso a mis enemigos (Mateo 5.44).
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EL AMOR Y EL SERVICIO DE LA PROFECÍA

Cualquier deseo de servir a los demás con el don de profecía


debe estar motivado por el amor, porque, si ministramos algo que
emana del corazón de Dios, no hay como hacerlo sin amar. Es ne-
cesario recordar que Dios no solamente ama, sino que Él es amor.

Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y


poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar
montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
1 Corintios 13.2

Curiosamente, cuando Pablo enseñó a la comunidad de Co-


rinto acerca de los dones espirituales y el ministerio profético,

66
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

dejó en claro (capítulos 11–14) que la manera de alinear el desa-


rrollo profético de los santos de aquella ciudad era que todos sus
movimientos proféticos sentaran las bases en el amor.
Como vimos en el primer capítulo, el propósito del don de
profecía es edificar, exhortar y consolar (1 Corintios 14.3), es decir,
servir al prójimo. Pablo lo enfatizó al afirmar que el conocimiento
envanece, mientras que el amor edifica (1 Corintios 8.1b).
La palabra don (charisma), en su raíz griega (idioma original
del Nuevo Testamento), puede ser traducida como «regalo».
Así, los dones espirituales son regalos del Espíritu del Padre a Su
iglesia; son capacidades espirituales que los santos pueden usar
como herramientas efectivas en su jornada. La función de los
santos es dedicar sus vidas al servicio de la obra del ministerio, es
decir, participar en la edificación del Cuerpo de Cristo (Efesios
Josue Yoris
4.12), uniéndose a la obra redentora del Mesías.
jyoris90@gmail.com
Todos los creyentes en Cristo deben buscar los dones del
HP44916917613337
Espíritu, no como si fueran opcionales, sino como mandamien-
to basado en la doctrina apostólica. Cuando Pablo nos anima a
buscar principalmente el don de profecía, en realidad está ani-
mando a los santos a usar esas herramientas para servir al Cuer-
po de Cristo y edificar a otros en amor, no en beneficio propio.

Empéñense en seguir al amor y ambicionen los dones es-


pirituales, sobre todo el de profecía. Porque el que habla
en lenguas no habla a los demás, sino a Dios. En realidad,
nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Es-
píritu. En cambio, el que profetiza habla a los demás para
edificarlos, animarlos y consolarlos. El que habla en len-
guas se edifica a si mismo; en cambio, el que profetiza
edifica a la iglesia.
1 Corintios 14.1-4

67
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Esa es una indicación que refuerza el don de profecía como


el don principal que debe buscarse en el entorno corporativo de
los santos. Curiosamente, la razón por la que el apóstol explica
tal búsqueda en su relato es que el don de lenguas solo puede
edificar a aquellos que lo tienen, pero el don de profecía edifica a
la iglesia, y sirve para edificación, exhortación y consuelo.
Ante dicha realidad, es interesante que, cuando analizamos
la experiencia del ambiente eclesiástico (que cree en la con-
tinuidad y necesidad de los carismas en los días actuales), con
los dones del Espíritu, inmediatamente concluimos que el don
más valorizado y buscado es el don de lenguas. A lo largo de mi
jornada como cristiano, cuando veo llamadas a reuniones caris-
máticas para que las personas sean bautizadas en el Espíritu, el
mensaje es: «¡Serán bautizados
Josue en el Espíritu Santo y orarán en
Yoris
lenguas!». La verdad es que nunca he visto a una persona que
jyoris90@gmail.com
ore para que otros sean bautizados en el Espíritu, para que pue-
HP44916917613337
dan recibir el don de profecía, discernimiento de espíritus o fe.
Al hacer esa observación, no pretendo disminuir la impor-
tancia del don de lenguas. Al contrario, ese don es un instrumen-
to esencial para desarrollar la devoción de los santos a Dios; es el
don más importante en la formación personal de un seguidor de
Jesús. Yo, por ejemplo, paso más tiempo orando en lenguas que
en portugués en mis momentos de adoración diaria. Mi mente
permanece infructífera cuando oro en lenguaje espiritual, pero
es maravilloso que mi espíritu, bajo la influencia del Espíri-
tu Santo, ore correctamente al Padre (1 Corintios 14.14).
Cuando oro en lenguas, oro correctamente, porque yo, por
mí mismo, no sé orar como conviene, pero el Espíritu me
ayuda en mis debilidades e intercede por mí con gemidos que
no pueden expresarse con palabras (Romanos 8.26).

68
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Al afirmar que el don de lenguas es la única evidencia del


bautismo del Espíritu, y que su presencia en la práctica de la ora-
ción es señal de que hemos desarrollado lo que necesitábamos
con relación a los carismas, cometemos un gran error que se ha
repetido en las últimas décadas en la iglesia mundial. La verdad
es que, según el protocolo de Pablo para el desarrollo de los do-
nes, todo aquel que ora en lenguas debe AVANZAR en la bús-
queda de los dones que edifican la iglesia.

Por eso ustedes, ya que tanto ambicionan los dones espiri-


tuales, procuren que estos abunden para la edificación de
la iglesia. Por esta razón, el que habla en lenguas pida en
oración el don de interpretar lo que diga.
1 Corintios 14.12-13
Josue Yoris
Al leer las instrucciones de Pablo sobre los dones, conclui-
jyoris90@gmail.com
mos que el don de lenguas es el menos importante en el con-
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texto corporativo, porque es el único don que edifica exclusiva-
mente a aquel que lo posee. Por eso, Pablo afirma que debemos
seguir el amor. Con base en esto, entendemos más claramente
que debemos buscar, principalmente, el don de profecía, pues
siempre edifica a la iglesia.
En mi trayectoria en el desarrollo de la obra y ministerio, he
entendido que el don de profecía nunca me edificará a mí mis-
mo, pero siempre bendecirá a otros. Por esa razón, Pablo afirma
que debemos empeñarnos en buscar los mejores dones en térmi-
nos de edificación colectiva (1 Corintios 12.31).
Luego de observar lo que el apóstol presenta en sus re-
latos, está claro que el principal don espiritual que debe ser
buscado para el servicio de la edificación colectiva es el don
de profecía.

69
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Pero, ¿por qué el don más enfatizado y buscado en los am-


bientes eclesiásticos carismáticos es el don de lenguas, y no los
demás dones? Tal hecho nos revela la influencia del egocentris-
mo y la idolatría en el corazón humano y en los ambientes auto-
denominados cristianos. Si quedamos satisfechos cuando somos
edificados y bendecidos, aunque los hermanos no tengan la mis-
ma experiencia, eso nos demuestra que no estamos siguiendo el
camino más excelente.
El deseo egoísta es uno de los fundamentos básicos de la ido-
latría. Relacionarse con alguna divinidad buscando el beneficio
personal es lo que ha motivado la práctica de servir a ídolos. En
el pasado, por ejemplo, cuando un idólatra quería tener un hijo,
ofrecía sacrificios al dios de la fertilidad, para que pudiera al-
canzar su bendición; y cuandoJosue quería
Yorisobtener éxito en su cosecha,
ofrecía sacrificios al dios de la cosecha. La relación del idólatra con
jyoris90@gmail.com
los dioses no es una relación de amor y servicio, sino de intercambio
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y negociación, una búsqueda del interés propio y la satisfacción de
la carne, es decir, los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y
la arrogancia de la vida (1 Juan 2.16).
La gran verdad es que muchas veces los creyentes están tan
ebrios de egoísmo e idolatría que sus acciones revelan la impure-
za de sus corazones. Asisten a los cultos como espectadores, con
el objetivo de recibir bendiciones, pero se olvidan de que culto
— latreuo, en griego— significa servicio. Culto no es algo que
simplemente observas o un lugar al que vas para recibir bendi-
ciones, sino «servirle» a Dios. En las reuniones colectivas de los
santos debe existir un ambiente justo e irreprochable en el que
se pueda ejercer el sacerdocio, es decir, un ambiente en el que los
creyentes puedan servir a Dios ante los hombres y servir a los
hombres ante Dios.

70
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Otro ejemplo que revela el egoísmo interior de muchos creyen-


tes es cuando oran con la intención de resucitar a alguien. Por lo
general, solo hacen esa oración cuando el difunto pertenece a la fa-
milia o es un hermano en Cristo que le es cercano. Recordemos que
Pablo dijo: «Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia»
(Filipenses 1.21). He asistido a muchos funerales cristianos donde
se anhelaba orar por la resurrección de aquel que había muerto, pero
no por amor al difunto (que, en Cristo, está mucho mejor que noso-
tros), sino para llenar el vacío en el corazón causado por la pérdida,
lo que significa que aquel deseo era por interés propio.
Como la anécdota que se cuenta de que, hace algunos años,
en Argentina, un ministro murió. En su funeral, algunos ami-
gos, conmovidos por la pérdida, oraron para que el ministro re-
sucitara, y fue exactamente lo que
Josue ocurrió, el ministro resucitó.
Yoris
Pero cuando el ministro se despertó de su «sueño», miró a sus
jyoris90@gmail.com
amigos y, con indignación, les preguntó: «¿Por qué me trajeron
HP44916917613337
de vuelta?» ¿Puedes imaginarte la escena? ¡Alguien siendo rega-
ñado por resucitar a un hombre muerto! Debemos entender, de
una vez por todas, que la fuerza motivadora de nuestras acciones
debe ser el amor. Cuando lo entendamos, fácilmente seremos
capaces de ver que aun una actitud que puede beneficiar a otros
no debe originarse en el deseo de beneficiarse a uno mismo. Al
adoptar un niño, por ejemplo, debemos hacerlo por amor al
huérfano, no por la fuerza de alguna circunstancia o apenas por
la imposibilidad de concebir a un hijo naturalmente.
En lo personal, creo que cuanto más crecemos en el ejercicio
del amor, más acertados y eficaces seremos en el ministerio pro-
fético, es decir, en nuestra capacidad de comunicar pensamien-
tos e intenciones de Dios a las personas y/o al entorno colectivo.

71
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Déjame hacerte algunas preguntas inusuales: como a mí, ¿al-


guna vez tu madre te dijo que llevaras un paraguas, la ignoraste
porque el sol brillaba, y te quedaste encharcado en agua de llu-
via poco después?; ¿Alguna vez has tenido un problema del que
nadie sabía, pero tu mamá sí pensaba que había un problema y
te llamó para preguntarte si algo andaba mal?; O simplemente,
¿has preguntado a tu mamá su opinión acerca de una situación,
por la que ella te dijo «no funcionará», y luego no funcionó?
El hecho es que las mamás tienen labios «peligrosos». Con
los años he aprendido algo muy poderoso: cuando una mamá
habla, lo mejor es escucharla. En ese sentido, creo que no hay
mayor expresión de amor en toda la creación que el amor de una
madre por su hijo. Creo que incluso una madre no creyente dirá
a sus hijos cosas que asustadoramente
Josue Yorisse harán realidad, o acce-
derá a secretos sobrejyoris90@gmail.com
ellos que nadie más los pudo acceder. Todo
eso se debe al poderHP44916917613337
del amor que habita en su corazón. Creo
que el amor de una madre por sus hijos les abre un acceso para
que se conecten a los sentimientos de Dios hacia ellos, y eso es
extremadamente poderoso. A ese respecto, entiendo que, cuanto
más nos preocupamos por el amor al prójimo, más acceso ten-
dremos al corazón de aquel que es el amor.
Como profetizó Pedro, apóstol del Cordero, a medida que se
acerca el fin, los hijos de Dios, que fueron vivificados por la obra
del Espíritu, deben buscar la sobriedad de mente, cultivar una
vida de devoción y volver constantemente sus mentes y corazones
a Dios en oración. De esa manera, tendrán una vida basada en el
amor y dedicada a servir al prójimo, es decir, dando su vida en
favor del otro, como lo hizo Cristo (1 Juan 3.16), cada uno con el
don que recibió según la gracia multiforme, para que el Padre sea
glorificado a través de la obra de Cristo en sus vidas.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien,
manténganse sobrios y con la mente despejada. Sobre todo,
ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor
cubre multitud de pecados. Practiquen la hospitalidad entre us-
tedes sin quejarse. Cada uno ponga al servicio de los demás el
don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de
Dios en sus diversas formas. El que habla, hágalo como quien
expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún
servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios
será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la glo-
ria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
1 Pedro 4.7-11

La práctica de la profecía busca siempre la edificación colecti-


va. El don de profecía es un servicio de amor, no de juicio o con-
denación. Incluso las palabras de exhortación y corrección están
destinadas a producir frutos de arrepentimiento.
Josue Yoris El propósito de
jyoris90@gmail.com
la profecía es beneficiar a otros, no promover el «culto al yo».
HP44916917613337
Cualquier cosa que no cumpla con esos parámetros proviene de in-
fluencias espirituales que promueven la práctica de lo falso profético
en la vida de la iglesia de Cristo. El falso profeta no es aquel que
profetiza mal, sino el que profetiza con un corazón equivocado.
Al profetizar sobre los días previos a Su segunda venida, Je-
sús afirmó que muchos (o la mayoría) de los corazones se enfria-
rían. Una de las evidencias de ese fenómeno será la aparición de
falsos profetas que engañarán a muchas personas en un ambiente
caracterizado por la apostasía y el escándalo (Mateo 24.11-12).

DEFINIENDO «FALSOS PROFETAS»

En este punto, nuestro enfoque principal no es hablar de


aquellos que invocan espíritus caídos, adivinadores o satanistas.

73
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Quizás esas personas se caractericen más como hechiceros o, en


última instancia, como profetas del engaño. Nuestro objetivo
ahora es enfocarnos en las marcas de un falso profeta en el am-
biente profético de la iglesia.
También es importante aclarar que el concepto de «falso
profeta» es mucho más amplio que «personas que profetizan
mal». Los errores en una profecía pueden estar relacionados
a la inmadurez, a la ingenuidad o a un simple equívoco; no
hay duda de que vamos a equivocarnos algunas veces en el de-
sarrollo del servicio profético. Por esa razón, Pablo nos da el
siguiente consejo:

En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los demás
examinen con cuidado lo dicho [posibilidad de error].
Josue Yoris
1 Corintios 14.29
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HP44916917613337
Los falsos profetas pueden obtener resultados correctos de
sus profecías, pero el mayor problema con ese grupo de creyen-
tes no es el contenido de sus mensajes, sino los motivos detrás de
sus acciones «proféticas». El falso profeta es un mercenario, lo
que lo impulsa a involucrarse en la profecía es siempre lo que re-
cibirá por su «servicio», no el amor al prójimo (Miqueas 3.11;
2 Pedro 2.15). El propósito en el predicar sus mensajes proféti-
cos es manipular a las personas para lograr metas personales y
solo participar en algún nivel de servicio en un esfuerzo por ga-
nar algo para sí mismos. ¡Cuidado! Cualquiera que tenga el don
de profecía en algún momento (o en varios momentos) se verá
tentado a usar la autoridad que tiene para promover su propia
agenda. ¡Lucha siempre contra esa realidad!

74
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Servir con el objetivo de tener ventaja sobre otros es exac-


tamente lo contrario de la principal característica de un profeta
del Señor. Un profeta legítimo nunca trabaja para sí mismo, sino
por amor a su prójimo (o por amor a la próxima generación).
Siempre trabaja para desarrollar la voluntad del Padre en los de-
más, y no manipula a las personas para que cooperen con sus
metas personales.

Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para us-


tedes, estudiaron cuidadosamente esta salvación. Querían
descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería
el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de
antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria
que vendría después de estos. A ellos se les reveló que no se
estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a us-
Josue Yoris
tedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado lo
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que les predicaron el evangelio por medio del Espíritu Santo
enviadoHP44916917613337
del cielo. Aun los mismos ángeles anhelan contem-
plar esas cosas.
1 Pedro 1.10-12

Al observar las Escrituras, encontramos que el carácter de


Balán es uno de los más grandes ejemplos de falso profeta. La
primera cosa que llama la atención es que él pronunciaba orá-
culos divinos a cambio de dinero (Números 22.7). Balán, hijo
de Bosor, llamado de «hombre de los ojos abiertos», se refería
al Señor como su Dios (Números 22.18), y en Su presencia pro-
fetizó palabras reveladas por el propio Eterno para bendecir al
pueblo de Israel. Durante el despliegue de la narrativa bíblica,
podemos concluir que todo lo que Balán profetizó en el nombre
de Dios al pueblo de Israel fue inspirado por el Espíritu de Dios.

75
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Sin embargo, su destino fue la muerte a manos del pueblo elegi-


do, a causa de sus prácticas abominables (Números 31.8).

En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre


ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente intro-
ducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mis-
mo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta des-
trucción. Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas,
y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad.
Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán
a ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho
tiempo su condenación está preparada y su destrucción los
acecha […] Han abandonado el camino recto, y se han ex-
traviado para seguir la senda de Balán, hijo de Bosor, a
quien le encantaba el salario de la injusticia.
2 Pedro 2.1-3,15
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
Como hemos visto, los falsos profetas siempre están motiva-
HP44916917613337
dos por la codicia, pues los mueve el amor por lo que recibirán
por su servicio. Eso caracteriza al falso profeta como un merce-
nario, no como siervo del Dios viviente. Su objetivo es hacer de
las personas un negocio. ¡Mantente atento! Lo que modela sus
movimientos es la recompensa: dinero, fama, poder, beneficios
sexuales o incluso control emocional sobre las personas. Cuidado
con los que actúan sobre la influencia de lo falso profético.
El entorno en el que operan los falsos profetas es a menudo
el de la manipulación y el control sobre otros. Como la bestia
que sube de la tierra, que se parece a un cordero y habla como
dragón (Apocalipsis 13.11), el falso profeta manipulará las na-
ciones en los años que anteceden la segunda venida de Cristo.
Personas que profetizan falsamente se presentarán con aparien-
cia de espiritualidad y manifestaciones de poder (Mateo 24.24).
Quiero recordarte nuevamente: ¡Cuidado! Un falso profeta no

76
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

puede ser reconocido por su apariencia, sino por su comporta-


miento y su actitud serán siempre de manipulación y control.

Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfraza-


dos de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
Mateo 7.15

En el escenario actual de la iglesia latinoamericana es co-


mún que líderes de falsos movimientos apostólicos y proféti-
cos gobiernen sobre personas, porque alguna vez les sirvieron
o las bendijeron de alguna manera durante su camino. Esas
personas exigen el pago de sus servicios, y lo hacen controlan-
do emocionalmente a las personas, incluso interfiriendo direc-
tamente en asuntos personales, como con quién casarse, qué
ropa vestirse, cuándo irseJosue
de vacaciones
Yoris o qué música escuchar.
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De ese modo, en cada decisión que uno debe tomar surge una
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«dependencia profética», tanto en el ámbito privado como
en la jornada sacerdotal. Si desobedecen a las órdenes de sus
líderes, enfrentan la amenaza de romper la alianza espiritual
que los sostiene en Dios. Algunos creyentes y sus familias son
maldecidos por líderes que no admiten el «rompimiento de
la alianza». Es una triste realidad, pero bastante común, que
tenemos que resistir en estos días tenebrosos.
¡Nunca te dejes manipular por el sentimiento de gratitud
hacia otra persona! ¡LA GRATITUD NO SIGNIFICA ES-
CLAVITUD! Escucha todo lo que sea liberado a tu vida por
hombres de Dios, pero examina todo y quédate solo con lo
bueno. Debes entender que una persona profética no tiene la
misión de reclutar discípulos para lograr visión personal, sino
para que tengan ojos abiertos y sean capaces de acceder a la vi-
sión de Dios (2 Reyes 6.17), porque así tendrán claridad sobre

77
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

cómo deben andar en el «camino estrecho» en la presencia


del Padre.
Si has sido maldecido por algún líder que te acusó de haber
roto la alianza por no haberle obedecido en todo, y sus palabras
afectaron tus emociones y aún hieren tu corazón, ¡ordeno, en el
nombre de Yeshua, que la influencia de esas palabras se encierre
en tu interior ahora mismo! ¡Que todos los frutos de esa decla-
ración en tu mente y corazón se marchiten y mueran! ¡Ordeno
que tus emociones sean sanadas y que todo dolor en tu corazón
termine ahora, para la gloria de Dios! Amén.

ROBAR, MATAR Y DESTRUIR…


Josue
El apóstol Juan registró unaYoris
parábola (que claramente era
jyoris90@gmail.com
una advertencia de Jesús) sobre la obra de los falsos profetas en-
HP44916917613337
tre el pueblo de Dios. Como de costumbre, nadie entendió qué
significaba porque, contrariamente a lo que muchos creen, Jesús
contaba parábolas no para ayudar a la gente a entender, sino para
impedir que entendieran el mensaje del Reino. La intención de
Jesús no era llevar el mensaje a las masas, sino a Sus discípulos,
que tienen el derecho de acceder a la revelación de los secretos
del Reino de Dios (Lucas 8.9-10).

Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puer-


ta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro
lado, es un ladrón y un bandido. Por eso volvió a decirles:
Ciertamente les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y
unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy
la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo.
Se moverá con entera libertad, y hallará pastos. El ladrón

78
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido


para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Yo soy el
buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. El
asalariado no es el pastor, y a él no le pertenecen las ovejas.
Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye;
entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa. Y ese hombre
huye porque, siendo asalariado, no le importan las ove-
jas. Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me co-
nocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco
a él, y doy mi vida por las ovejas.
Juan 10.1,7-15

La interpretación de esa parábola es (según mi punto de vis-


ta) bastante simple. Identifiquemos sus símbolos y personajes:

- El Redil – Representa
JosuelaYoris
realidad del Reino de Dios, la
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de que el Hijo es la puerta de (o para las) ovejas. Él es el
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acceso al Padre;
- Las Ovejas – Representan los perdidos de la casa de Is-
rael (Mateo 15.24);
- Los Ladrones – Todos aquellos que vinieron antes del
pastor ( Jesús) y actuaron como mercenarios en medio
de las ovejas.

Los ladrones son los falsos profetas, líderes religiosos que


trataron de manipular el rebaño de Israel usando la Ley santa
de Dios y las tradiciones religiosas. Jesús claramente denunció
la falla del servicio sacerdotal y profético de Su tiempo. La pará-
bola habla de líderes que actuaban como mercenarios, buscando
el beneficio propio y provocando robos, muertes y destrucción
en la vida del pueblo. El mercenario no ama a las ovejas. Cuando
el lobo (el diablo) se levanta contra ellas, en lugar de proteger a

79
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

las ovejas, él huye, porque no se importa con nadie a no ser con


su propio bienestar. Entonces, en ese contexto, Jesús se revela
como Mesías Redentor, aquel que ama a las ovejas de Su Padre.
Él afirma que no vino al mundo para ser beneficiado, sino para
dar la vida para redimir a las ovejas.
Querido (a), sé fuerte en este momento, porque necesito de-
cirte algo que quizás te sorprenda. En este pasaje, contrariamente
a lo que comúnmente se dice, no es el diablo que viene a matar,
robar y destruir. Quienes están cumpliendo este papel hábilmente
en el medio de la iglesia del Cordero son los falsos profetas. Ellos
usan sus títulos y su conocimiento de la Palabra Profética para
manipular y controlar al pueblo de Dios. De esa manera, actúan
como mercenarios, siempre buscando su propio beneficio.
Ante tal realidad, creoJosue
que el Espíritu
Yoris de Cristo está viniendo
sobre Su iglesia en estos días para restaurar la pureza del sacerdo-
jyoris90@gmail.com
cio profético de los santos y romper la influencia de los ladrones
HP44916917613337
sobre la casa del Padre, una vez más. ¿Te acuerdas de lo que dijo
Jesús al entrar en el templo y ver la corrupción en el comercio que
el sacerdocio de la época sustentaba en la casa de Dios?

También les enseñaba con estas palabras: ¿No está escrito: «Mi
casa será llamada casa de oración para todas las naciones»?
Pero ustedes la han convertido en «cueva de ladrones».
Marcos 11.17

Jesús comienza a profetizar las palabras del profeta Isaías


(Isaías 56.7). En su proclamación, reveló la verdadera identidad
de la Casa de Dios: la Casa de Oración. En ese lugar habitan los
sacerdotes que sirven a todas las naciones de la Tierra. Curiosa-
mente, no dijo que el Templo de Jerusalén era una bendición solo
para la nación de Israel, sino para todas las naciones. El Templo de

80
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Jerusalén era un lugar adonde acudían personas de todas las nacio-


nes para invocar el nombre del Eterno y desde allí interceder por
las familias de todas las naciones. Esa era una dinámica muy po-
derosa. Pero Jesús condenó un problema grave que se había asen-
tado en el templo: un grupo de sacerdotes corruptos que habían
convertido el templo en una cueva de ladrones, donde los falsos
profetas usaban la Palabra de Dios y su Santa Ley para manipular
las masas y para causar robo, muerte y destrucción.
En particular, creo que en estos días el Espíritu de profecía
está cayendo una vez más sobre la iglesia de todas las naciones
de la Tierra para restaurar la identidad de la casa de Dios y para
servir a las naciones, haciendo de esa casa una casa de oración
(sacerdocio). Mi oración, especialmente en estos días, es que Él
destruya el poder de la influencia de los falsos profetas sobre la
Josue Yoris
iglesia, que Sus ungidos sean levantados por el Espíritu y que el
jyoris90@gmail.com
sacerdocio proféticoHP44916917613337
de los santos sea completamente restaurado
en América Latina y en toda la Tierra.
¡Que se levante en estos días una casa sacerdotal en América
Latina al servicio de todas las naciones, para que este continente sea
un granero misionero que las bendiga! ¡Que haya testimonios del
evangelio del Reino en todas las naciones (Mateo 24.14), para que
venga el fin de esta era y el Reino del Mesías gobierne sobre todas las
naciones de la Tierra desde Jerusalén! Amén.

LA BATALLA POR LA FE

Judas (hermano de Santiago y, según teólogos eruditos,


hermano de sangre de Jesucristo), escribió una carta destinada,
posiblemente, al público judeocristiano alrededor del año 65.
En la carta, él invita la comunidad de los santos a luchar por la

81
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

fe ( Judas 1.3), resistiendo a los falsos profetas y a la falsa ense-


ñanza que se había infiltrado en el seno de la iglesia. El libro
de Judas está practicamente dedicado a combatir la influencia
de los falsos profetas y condenar sus acciones y falsas doctri-
nas que contaminaron a muchos en la comunidad de santos en
aquel momento.
En cuanto a las acciones de los falsos maestros, Judas afirmó
que siguieron el camino de tres figuras importantes en el plan
de salvación de la creación prometido por Dios en la narración
bíblica: Caín, Balán y Coré ( Judas 1.11). Así que pasaremos al-
gún tiempo mirando las obras de esas tres figuras para identificar
las señales de un falso profeta.

Josue Yoris
El camino de Caín
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
En el libro de Génesis, Moisés narra el primer asesinato en
la historia humana: Caín mató a su hermano Abel. Sabemos
que esos dos hombres se presentaron al Señor, cada uno con su
ofrenda. Caín ofreció a Dios los frutos de la tierra, pero Abel
ofreció a Dios las partes gordas del rebaño como primicias (las
mejores partes de los mejores animales). La palabra se refiere al
hecho de que la ofrenda de Abel fue aceptada, pero la de Caín
fue rechazada porque sus obras eran malas (1 Juan 3.12). El au-
tor del libro de Hebreos afirma que Abel, por la fe, trajo a Dios
mejor sacrificio que Caín, por lo cual recibió testimonio de ser
justo, pues Dios aceptó su ofrenda (Hebreos 11.4). Creo que el
hecho de que Dios haya aceptado la ofrenda de Abel no tiene
que ver solamente con que Abel haya ofrecido las primicias, sino
también algo que ver con el derramamiento de sangre: sin derra-
mamiento de sangre no hay perdón (Hebreos 9.22).

82
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Cuando su ofrenda fue rechazada, Caín mató a Abel por


ira y celos. No creía que Dios lo amaba tanto como a su herma-
no, pero la verdadera razón por la que su ofrenda fue rechazada
fue su comportamiento ante Dios (Génesis 4.7). Eso nos reve-
la que Dios no acepta cualquier sacrificio, aunque el sacrificio
sea hecho con buenas intenciones.
Los falsos profetas siempre buscarán matar a los que están
siendo ungidos por el Espíritu de Cristo y desarrollándose en
su llamado sacerdotal y profético ante la presencia de Dios. Eso
sucede porque los profetas legítimos son una amenaza a la con-
ducta del control y la manipulación. Los falsos profetas saben
que en el momento en que ellos comiencen a dar un testimonio
verdadero, su conducta maligna será expuesta y eventualmente
juzgada por la exposiciónJosue
de la verdad.
YorisPor lo tanto, con su boca
altiva ( Judas 1.16) propagan todo tipo de ataque para humillar
jyoris90@gmail.com
los que se están levantando delante de Dios y prevaleciendo so-
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bre ellos, antes de que sea demasiado tarde y su posición de po-
der sea amenazada.
Saúl también sigue el camino de Caín. Cuando Saúl se dio
cuenta de que la unción de Dios ya no estaba sobre él, sino sobre
David, y que la obra de David era más popular que la suya, quiso
matarlo. Saúl temía que el crecimiento de David sofocara su posi-
ción frente al pueblo (1 Samuel 18.7-12). ¿Te suena esto familiar?
¡Presta mucha atención! Siempre que una persona comience
a fructificar en obras de justicia por medio de la unción del Es-
pírito y esté en un ambiente controlado y manipulado por falsos
profetas, sin duda sufrirá calumnias ( Judas 1.10). La razón es
que a partir del momento en el que una persona se levanta como
una voz profética, eso amenaza la obra de lo «falso profético».
El miedo y la envidia, consecuencias de un sistema de esclavitud

83
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

mental y emocional, serán siempre un poderoso ataque contra


los que están cresciendo en Dios. Si has sido difamado y humillado
por causa de la justicia, felicitaciones, estás en el camino correcto.

La Codicia de Balán

Como ya hemos visto, Balán era un profeta que cambiaba


sus dones por dinero. Era tan famoso por su práctica proféti-
ca que Balac, rey de los moabitas, lo contrató para maldecir al
pueblo de Israel. Curiosamente, el costo del servicio de Balán
era conocido por las personas: Moisés afirma que los ancianos
moabitas y madianitas llevaron consigo dinero para pagarle sus
conjuros cuando fueron a su encuentro (Números 22.7).
Josue
Balán era como una nube Yoris
sin agua y un árbol sin hojas ni frutos
jyoris90@gmail.com
(Judas 1.12). Esa declaración revela que era un hombre que preten-
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día ser un siervo espiritual del Dios viviente, pero en realidad era
un falso profeta, malvado de corazón, corrompido por la avaricia; él
tenía apariencia, pero sin realidad. Conocía la voz de Dios, y de he-
cho profetizaba palabras que el Eterno ponía en su boca (Números
23.16), pero el problema estaba en la intención que lo impulsaba a
participar en la obra profética. Más tarde, a causa de la recompensa
prometida, enseñó a Balac a tender trampas para que los israelitas
comieran comidas sacrificadas a ídolos y practicaran la prostitución
(Apocalipsis 2.14).
¡Cuidado! Los discursos de muchos falsos profetas están
llenos de conocimiento de la Santa Ley y hablan de verdades
eternas reveladas por el Espíritu del Señor. Sin embargo, es ne-
cesario conocer sus corazones y saber qué es lo que los mueve
en el ministerio profético. Lo que define a un falso profeta no
es la calidad de sus palabras, sino las intenciones de su corazón.

84
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Muchos citan el versículo «Dios no es un simple mortal para


mentir y cambiar de parecer» (Números 23.19), sin saber que
fue Balán, el falso profeta asesinado por el pueblo de Israel,
quien profetizó esa poderosa verdad eterna (Números 31.8).
Como dijimos anteriormente, el falso profeta busca sus pro-
pios intereses y exige el pago a cambio de su «servicio proféti-
co» (2 Pedro 2.15). Tal pago normalmente se cobrará en una
de las tres áreas que sustentan el sistema mundial: sexo, dinero
y poder.
Un falso profeta usa sus dones, su elocuencia bíblica o su
posición de autoridad para manipular y seducir a las personas
a cambio de favores. Así como la inmoralidad sexual y la bru-
jería siempre han estado vinculadas, la sexualidad siempre ha
sido el blanco de enemigos en laYoris
Josue vida de quienes tienen auto-
ridad y/o tienen una misión profética. Estate atentos porque
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eso sucede más a menudo en el ambiente de la iglesia de lo
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que piensas.
Otro camino que personas como Balán siempre seguirán es
el de aprovecharse de su función de proclamador profético para
acceder a mayores niveles de poder y a posiciones más altas que
los que lo rodean. Muchos intentarán usar el servicio ministe-
rial para alcanzar rangos más altos y buscar nuevos niveles de
influencia en el sistema religioso que se ha introducido en las
naciones durante los últimos siglos. Esto sucede generalmente
por medio de la adulación motivada por interés ( Judas 1.16).
¡Cuidado con personas que se mueven «forzando puertas»
para nuevos ambientes de autoridad! Quien es verdaderamente
llamado por Dios no debe forzar puertas, sino someterse a Dios,
que abre el camino ante sus ojos. Siempre es Dios, siempre es Él
quien abre la puerta a Sus obreros.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Durante las últimas dos décadas en América Latina, con


la creciente revelación de los cinco dones de Cristo (Efesios
4.11) (también conocidos como los cinco ministerios), he-
mos visto una nociva corrida por títulos y posiciones. La gen-
te comenzó a negociar «unciones», títulos y posiciones en
redes ministeriales sin ningún pudor o temor. Nunca había-
mos visto tantos «apóstoles» en Latinoamérica.
Estoy convencido de la veracidad y necesidad de actuación
de los cinco ministerios en la iglesia de Cristo para los días de
hoy. Realmente creo que el verdadero llamado del Espíritu Santo
a nuestra nación durante las últimas décadas ha sido el de servir y
entrenar a los santos en esos ministerios. Tenemos una compren-
sión más clara de ese asunto tan fundamental para la edificación
del Cuerpo de Cristo y para la segunda
Josue Yoris venida del Rey de toda
la tierra. Sin embargo, no debemos olvidarnos de que los dones
jyoris90@gmail.com
de Cristo (los cinco HP44916917613337
ministerios) no son títulos, sino funciones,
y que nadie pasa a ejercer un oficio ministerial simplemente por-
que se derramó aceite sobre su cabeza, sino porque lo recibió
de Cristo y porque nació con esa misión. Existe una diferencia
enorme entre la dinámica de esas dos realidades. Los dones del
Espíritu deben ser buscados, pero, en el caso de los ministerios
de Cristo, son ellos los que nos buscan.
Después de una breve reseña de la situación en nuestro país,
volvemos a nuestro tema. Hemos visto que los falsos profetas
pueden exigir el pago en el ámbito del sexo, en el ámbito del
poder, y ahora veremos el ámbito de las finanzas en sí. De hecho,
la relación entre el servicio ministerial y las finanzas es bastante
controvertida en los entornos religiosos. En ese sentido, debe-
mos evaluar dos prácticas antiéticas que contribuyen a la injusti-
cia en ese ámbito: la deshonra y la codicia.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Las Escrituras tienen una enseñanza muy transparente con


respecto a los obreros misionales y a las finanzas. Sabemos que el
trabajador merece que se le pague su salario (1 Timoteo 5.18).
El mismísimo Pablo, uno de los más preeminentes obreros de
Cristo, enseña que debemos bendecir con bienes materiales a
aquellos que nos han bendecido con valores espirituales (Roma-
nos 15.27). También enseña que aquel que ha sido instruido en
las Escrituras debe compartir «todas las cosas buenas» con aquel
que lo instruye (Gálatas 6.6), y que los presbíteros que sirven
con éxito en la obra de Cristo son merecedores del salario mul-
tiplicado, principalmente los que se dedican a la predicación de
la Palabra y a la enseñanza de las Escrituras (1 Timoteo 5.17). La
práctica de servir a los obreros del Señor con diezmos y ofrendas
es bíblica e incontestableJosue
(Hebreos 7.1-2). Ese es un principio
Yoris
revelado que opera jyoris90@gmail.com
en toda la extensión de la Palabra Profética.
Creo que cualquier persona involucrada en la misión de Dios
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merece una donación monetaria, especialmente aquellos que es-
tán totalmente dedicados a la obra de Dios. Es un principio irre-
vocable de las Eternas Escrituras el que nos insta a usar nuestras
finanzas para honrar a esas personas, no a sus necesidades finan-
cieras particulares, sino a la obra de Dios, quien es el Maestro de
la misión que se desarrolla en sus vidas. Creo que todo aquel que
trabaja para Cristo merece una buena vida y un salario digno, sin
tener que pedir limosna a la iglesia, en cuyo caso la iglesia diezma-
ría por pena. Los trabajadores que están al servicio de Cristo han
sido deshonrados por la Iglesia. Ese es el resultado de la cosmo-
visión de que los trabajadores deben vivir miserablemente «para
la gloria de Dios», y esta es una de las causas de la codicia en los
corazones de muchos ministros. Estamos en una época en la que
se está abandonando a los obreros en el campo misionero y se está

87
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

utilizando a los músicos y predicadores de la Palabra como sistema


de propaganda. En consecuencia, la insatisfacción y la codicia se
han apoderado de los ambientes ministeriales en las naciones.
Tengo un consejo a aquellos que quieren diezmar en la vida
de personas que están en la misión: ¡nunca ofrendes por pena!
La gran verdad es que la mayoría de las personas diezman porque
quieren satisfacer una necesidad inmediata. Eso hace que los mi-
sioneros se sientan obligados a crear una imagen casi constante de
dolor, llanto y súplica en mítines públicos y en las redes sociales,
para expresar sus dificultades y sufrimiento. Por ejemplo, un mi-
sionero de hoy no puede llevar a su esposa a un buen restaurante
a cenar por su aniversario o publicar fotos en sus redes sociales
porque podría perder sus socios financieros. Esas personas pue-
den pensar: «Ya no necesita mis ofertas
Josue Yorisporque está viviendo una
buena vida». Pero, jyoris90@gmail.com
¿quién dice que los que trabajan para Cristo
no pueden vivir unaHP44916917613337
buena vida? Nunca ayudes económicamen-
te a una persona o un proyecto misionero por pena o necesidad,
sino por lo que cargan en Dios y para que la persona y su familia
puedan tener una vida buena y tranquila en términos financieros.
Sin embargo, la falta de respeto que la mayoría de las iglesias
tienen por sus obreros no les da el derecho de fijar un precio por
su servicio a la edificación de la iglesia de Cristo. Involucrarse en
la obra de Dios esperando recibir algo a cambio es tan inmoral
como cuando la iglesia deshonra la jornada y la familia de los
misioneros. Lo que debe mover el corazón de un ministro profé-
tico es el amor y la búsqueda del servicio eficaz ante Dios y ante
los hombres. No obstante, si lo que mueve el corazón del obrero
a involucrarse en cualquier esfera de la misión divina es lo que
ganará por su servicio, esa persona carga en sí y en su movimien-
to ministerial las marcas de un falso profeta.

88
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Actualmente trabajo como obrero, dedicándome integral-


mente a la oración, al estudio de las Escrituras, a la formación
de los santos y a la predicación de la Palabra. Así que vivo de
las ofrendas de comunidades a las que sirvo y de donaciones vo-
luntarias de mis hermanos. Antes de eso, había pasado casi diez
años sirviendo a Dios y cumpliendo mi profesión, hasta que el
Señor me dijo que dedicara mi tiempo a la formación de los san-
tos en algunas ciudades de Brasil. Debido a eso, me contactan
todas las semanas preguntándome cuánto cobro para ministrar
en alguna iglesia. Siempre respondo que no puedo determinar
el valor, porque cada uno debe dar según lo que haya decidido en
su corazón, no de mala gana ni por obligación (2 Corintios 9.7).
Varias veces salí, luego del servicio ministerial en alguna
iglesia, sin recibir ninguna donación.
Josue YorisYa sucedió que me habían
prometido cierta donación, pero al final del servicio el pastor
jyoris90@gmail.com
salió corriendo y yoHP44916917613337
me quedé sin nada. A veces llevo grupos
musicales para predicar en otras ciudades. Hubo ocasiones en las
que nos dejaron sin el dinero de la gasolina y no podíamos volver
a nues­tro hogar. También sucedió—si usted es misionero, debe
haber oído hablar de ello—que una persona no tenía dinero en ese
momento y pidió mi cuenta bancaria para hacer un depósito, pero
eso nunca sucedió (la probabilidad de recibir ese tipo de ofrenda es
casi cero). También es igualmente frustrante cuando una persona se
compromete a dar una ofrenda mensual, porque «sintió que Dios
la llamaba a hacerlo», pero «cambia de opinión» al final del mes.
El problema principal con dicha realidad es este: si permi-
timos que nuestro corazón se contamine por la ira y la ganan-
cia debido a ese tipo de situaciones frustrantes, perderemos la
certeza de nuestra posición en Cristo y no tendremos autoridad

89
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

para movernos proféticamente y servir con poder a las personas,


a comunidades y a ciudades ante Dios.
Como siervos del Señor, debemos entender que Él nos ha
llamado para hacer Su obra. Así que no tenemos una misión
personal, pero compartimos Su misión. Si Él es el dueño de la
obra, entonces trabajamos para Él, no para los hombres. Además,
como cabeza de esta misión, el Señor mismo es responsable por
nuestro sustento (si, de hecho, fue Él quien nos envió). Debe-
mos creer en esa verdad todos los días de nuestras vidas.
Como hemos visto antes, siempre es el amor y el deseo de
servir a los demás lo que impulsa la trayectoria de una persona
profética. Por lo tanto, todos los recursos económicos que lle-
guen a sus manos serán una expresión de rectitud y honra en
su vida y en la vida de suJosue
familia.Yoris
Cuando el ministro legítimo
maneja sus finanzasjyoris90@gmail.com
y las ofrendas que recibe de esa manera, su
actitud sube al tronoHP44916917613337
como incienso ante el Eterno.
Aprendí algo sobre finanzas en el ministerio público de Je-
sús, algo que hirió mi vida intensamente. Quiero compartirlo
contigo. Mira este pasaje conmigo:

…y también algunas mujeres que habían sido sanadas de


espíritus malignos y de enfermedades: María, a la que lla-
maban Magdalena, y de la que habían salido siete demonios;
Juana, esposa de Cuza, el administrador de Herodes; Susana
y muchas más que los ayudaban con sus propios recursos.
Lucas 8.2-3

Lucas nos dice que el ministerio de Jesús era sustentado eco-


nómicamente por personas que lo ayudaban ofreciendo sus re-
cursos al desarrollo de la obra. Pero, ¿quiénes eran esas personas?
Según el pasaje, eran las mismas personas a las que Jesús sirvió con
amor. Recibir una ofrenda no es un problema, lo que realmente

90
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

importa es dónde está tu motivación. La motivación del corazón


del Maestro estaba siempre en amar y servir a todos a través de
la unción que estaba sobre Él, lo que movió el corazón de aque-
llas personas a servirle. Aquí hay una clave poderosa: esfuérzate
para servir a las personas en amor todos los días tu vida y sabe que,
cuando necesites algo, un corazón agradecido te honrará y satisfa-
rá tus necesidades. Creo en eso con todo mi corazón.
En cuanto a los que siguen el camino de Balán, el salario que
suelen exigir —quizás el salario más peligroso— está relacionado a
la dependencia emocional de aquellos que están bajo su influencia
ministerial. En las últimas décadas, América Latina ha sufrido una
terrible práctica, el «paternalismo espiritual», que coloca el líder
en una posición de decisión (a punto de intervenir, por ejemplo, en
la aprobación y rechazo de casamientos),
Josue Yoris creando así un contexto
profético de dependencia profética. Como hemos dicho, debemos
jyoris90@gmail.com
recordar que el trabajo de una persona profética no es simplemente
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revelar su visión y comprometer a sus discípulos, sino trabajar dili-
gentemente para abrir los ojos de sus discípulos, darles claridad y
ayudarlos a desarrollar la capacidad de decidir sus proprios pasos.
¿Recuerdas la escena en la que Eliseo y sus discípulos fueron rodea-
dos por el ejército sirio en la ciudad de Dotán?

Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se


levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros
de combate rodeaba la ciudad. - ¡Ay, mi señor! — exclamó
el criado—. ¿Qué vamos a hacer? —No tengas miedo —
respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que
ellos. Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele a Guiezi los ojos
para vea». El Señor así lo hizo, y el criado vio que la colina
estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
2 Reyes 6.15-17

91
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Dada la situación en la que se encontraban los dos frente a


sus enemigos, Eliseo simplemente podría haber dicho: «Con-
fía en mí, haz lo que te ordeno y todo estará bien, porque mis
ojos están abiertos». Pero su actitud fue como la de un ver-
dadero padre profético, porque oró al Señor para que abriera
los ojos de su discípulo, lo que efectivamente sucedió. Martin
Scott, uno de mis mentores en mi jornada profética, dijo cierta
vez algo poderoso de que nunca me olvidaré: la función prin-
cipal de un padre no es formar hijos, sino formar nuevos pa-
dres. La función de un líder espiritual no es crear un ambiente
de esclavitud emocional en el que los liderados son tratados
como eternos niños espirituales, que necesitan ser llevados en
el regazo y son incapaces de tomar decisiones en sus vidas sin
la interferencia de sus «padres».
Josue Yoris
La primera responsabilidad de un padre espiritual es ayudar
jyoris90@gmail.com
a sus hijos a desarrollarse espiritualmente, para que crezcan en la
HP44916917613337
presencia de Dios, sus ojos sean abiertos y puedan relacionarse
con la voz del Señor. De esa manera, estarán aptos y habilitados a
conducir sus propios caminos ante su Padre Celestial. Entienda
que el trabajo de un pastor no es ser «niñera» de sus ovejas,
sino enseñar a sus discípulos a administrar espiritualmente sus
propias vidas.
Quien verdaderamente ha aprendido a conectarse con la voz
de Dios (no me refiero al famoso y cotidiano «Dios me dijo»)
no necesita la aprobación de los demás para obedecer al designio
de esa voz. ¿Recuerdas la respuesta de Jesús al hombre que dijo
que quería seguirlo, pero que primero tenía que despedirse de
su familia? «Nadie que mire atrás después de poner la mano en
el arado es apto para el reino de Dios» (Lucas 9.61-62). No creo
que el Maestro haya reprendido la voluntad del «candidato a

92
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

discípulo» de despedirse de sus padres. Esa era una realidad le-


gítima, e incluso había sucedido una vez en las Escrituras: Eliseo
pidió besar a sus padres antes de seguir los pasos del discipula-
do propuesto por Elías, y su pedido fue concedido sin ninguna
objeción (1 Reyes 19.20). Sin embargo, Kenneth Bailey, en su
libro Las Parábolas de Lucas2, hace una lectura impresionante de
este pasaje. Él afirma que, según la tradición oriental, cuando el
discípulo pedía para despedirse de su casa, él no estaba hablan-
do simplemente de una despedida, sino de pedir una bendición,
esto es, la permisión de sus padres para que pudiera seguir al Ra-
bino Jesús. Ante la situación, Jesús lo confrontó y afirmó que
aquellos que tenían que pedir permiso para seguirlo, incluso el
permiso de sus padres, no eran dignos de participar en Su Reino.
Esa es una declaración muyJosuefuerte para nosotros, que deseamos
Yoris
convertirnos totalmente al camino de Cristo.
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Querido (a), quiero decirte con amor y respeto que no ne-
HP44916917613337
cesitas el permiso de nadie para seguir la VOZ DEL SEÑOR
ni siquiera de tus padres biológicos o espirituales. Solo nece-
sitas escuchar la voz del Señor y someterte a Su voluntad. Así,
tendrás la autorización del propio Dios para llevar Sus orácu-
los dondequiera que vayas.
Toda persona que hace parte de la misión apostólica y pro-
fética de la santa iglesia debe someterse enteramente a alguna
expresión del Cuerpo de Cristo, bien como a un pastoreo, sin
importar su nivel de madurez o autoridad ministerial. Cualquier
enseñanza que contradiga esa verdad es inmoral. Sin embargo, esto
no significa que tengamos que tolerar ambientes de control y mani-
pulación en nombre de lo «profético»; tenemos que guerrear en
contra a tales ambientes en estos días en los que vivimos.

2 Las Parábolas de Lucas, de Kenneth Bailey, página 69, 3ª edición, Editora Vida Nova.

93
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

En el Espírito de Coré

En la Torá (Pentateuco), Moisés relata la rebelión del levita


Coré contra su liderazgo y el sacerdocio de Aarón (Números
16). Coré, un anciano prominente, movilizó otros 250 ancia-
nos de entre los israelitas para oponerse al liderazgo de Moisés
sobre la congregación de Israel. Él era un líder extraordinaria-
mente dotado que logró reunir grandes multitudes al hablar
sobre los conceptos de democracia e igualdad. Su discurso in-
tentaba desacreditar la autoridad que Moisés y Aarón habían
recibido de Dios.

Se reunieron para oponerse a Moisés y a Aarón, y les dijeron:


¡Ustedes han ido ya demasiado lejos! Si toda la comunidad
es santa, lo mismo
Josue queYoris
sus miembros, y el Señor está en
medio de ellos, ¿por qué se creen ustedes los dueños de la co-
jyoris90@gmail.com
munidad del Señor?
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Números 16.3

Como resultado de la rebelión contra la autoridad de Moisés y


Aarón, Coré y sus seguidores, Datán y Abirán, con sus familias, todo
lo que poseían y todos los que se habían sometido a Coré, incluidos
los 250 líderes del pueblo que lo apoyaron en el motín, fueron todos
tragados por la tierra. Las Escrituras afirman que la tierra se abrió y
todos descendieron vivos al sheol, es decir, fueron directamente al
infierno (Números 16.31-33). El evento aún resultó en la muerte de
14.700 personas heridas por una plaga enviada por el Señor, porque
simpatizaron con la causa de Coré (Números 16.49). Coré, literal-
mente, causó confusión y desorden entre el pueblo de Dios.
En cuanto a la influencia de los falsos profetas en la iglesia,
Judas afirma que actúan en el espíritu de Coré, por lo que re-
chazan y calumnian a los que el Señor ha puesto para ejercer

94
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

autoridad en la tierra ( Judas 1.8). Por eso se vuelven maestros


de la murmuración y se dejan llevar por sus propias pasiones
( Judas 1.16). Son pastores que se alimentan a sí mismos y no
están sujetos a ninguna expresión de la iglesia del Cordero ni
al pastoreo de otros ( Judas 1.12). Así como el falso profeta in-
siste en calumniar a los que Dios ha levantado en sus esferas de
influencia, también insiste en calumniar a cualquiera que gane
autoridad en un ambiente en el que él mismo desea obtener
algún tipo de beneficio.
Falsos profetas trabajan a favor de la difamación de personas
que ocupan posiciones de liderazgo porque, en realidad, desean
asumir esas posiciones. Nótese que la meta principal de Coré no
era desarrollar su vida para ejercer un verdadero liderazgo espi-
ritual, sino alcanzar una Josue
posiciónYoris
de poder para que su nombre
y el de su familia fueran engrandecidos ante el pueblo de Dios.
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La iglesia de Cristo no fue diseñada para ser «informal»,
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lo que según los estándares bíblicos significa sin forma y vacía
(Génesis 1.2). La iglesia es el Cuerpo místico de Cristo, un or-
ganismo vivo que necesita una estructura organizativa para ser
sostenible. Durante años se ha argumentado que las grandes es-
tructuras son la principal causa de desvío y destrucción de los
principios básicos que sustentan la casa de Dios, pero Pablo afir-
ma que nuestra lucha no es contra estructuras físicas y organiza-
cionales, sino contra estructuras de pensamiento que se levantan
contra el conocimiento de Dios (2 Corintios 10.4-5). Nuestro
mayor problema no es el tipo de organización estructural en la
que nos reunimos como iglesia, sino la mentalidad que cultiva-
mos cuando nos reunimos.
En la parábola de los odres, Jesús enseña que el vino nuevo
debe ser colocado en odres nuevos, o sea, es necesario tener una

95
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

estructura adecuada para recibir el vino, o se derramará por tie-


rra y eventualmente perecerá (Lucas 5.37). La comunidad apostóli-
ca y profética de Jesús necesita una estructura adecuada para recibir
lo que el Señor está derramando en estos días. De lo contrario, todo
será perdido. La profecía no debe tener ninguna relación con la in-
formalidad en el sentido de caos, pues su función es traer claridad,
para que todo esté ordenado y en su lugar. Todo cuerpo organizado
necesita orden, y toda organización necesita liderazgo. Recordemos
que toda posición de liderazgo fue establecida por Dios.

Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay au-


toridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron
establecidas por Él».
Romanos 13.1

Josue Yoris
Toda persona profética necesita conexión con el Cuerpo
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de Cristo, y todo hombre que manifiesta obediencia a la co-
HP44916917613337
munión de los santos debe someterse a un cierto cuidado pastoral,
para que su sacerdocio se desarrolle ante Dios y los hombres. Así,
todos los involucrados en la obra de Dios, independientemente
de su influencia, deben someterse a un liderazgo, ya sea un cuerpo
individual o un presbiterio colectivo. Sí, todo ministro debe tener
a alguien en su vida que le diga «NO» cuando sea necesario.
Ten cuidado con los profetas que operan solos, que no están
bajo un liderazgo o que caminan apartados de una comunidad
de fe. ¿Recuerdas al profeta que, solo en una cueva afirmó en la
presencia del Señor que todo el pueblo se había desviado de Sus
caminos y que solo él permanecía fiel al verdadero llamado pro-
fético? Después de declararlo, escuchó del Señor: «¡Ha llegado
tu hora, Elías! ¡Ahora ve y UNGE A OTRO PROFETA EN
TU LUGAR!»3 (1 Reyes19.16).

3 Traducción Libre.

96
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Muchas personas dicen que están en la «cueva», como si fuera


un lugar de tiempo con Dios y reclusión. En particular, creo que se
trata de un malentendido. Una cueva no es lugar para un profeta. El
interior de la cueva es oscuro y la visión pierde su función. El lugar
de un profeta es en lugares altos, donde su visión puede extenderse.
Dios no invitó a Elías a la cueva. En cambio, cuando Dios lo vio
dentro de ella, le preguntó: «Elías, ¿Qué haces aquí?» (1 Reyes
19.9). Fue la presión del enfrentamiento y el miedo a Jezabel lo que
hizo que el profeta se escondiera en una cueva (1 Reyes 19.2-3). Al
igual que Elías, muchas personas con llamados extraordinarios se
esconden en lugares oscuros porque pueden enfrentar estrés y con-
frontación en el camino, miedo al fracaso o traumas del pasado.
Otra característica para tener en cuenta es que las cuevas
son lugares solitarios. El Josue
aislamiento
Yorisde los profetas del Cuerpo
de Cristo siempre les abre la puerta para amenazar la visión de
jyoris90@gmail.com
Dios. Cuando DiosHP44916917613337
le preguntó a Elías qué hacía él en aquella
cueva, su respuesta fue: «Los hijos de Israel se han apartado de
tu pacto […] y yo he quedado solo» (1 Reyes 19.14). Entonces,
Dios le respondió: «Sin embargo, yo preservaré a siete mil israe-
litas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado» (1
Reyes 19.18). ¡Atención! Si alguien dice que Dios no hace nada
o que nadie le obedece, no le hagas caso. La obra de Dios está en
constante movimiento a través del tiempo y las estaciones. Dios
siempre está trabajando con un remanente en Su obra.

Así también hay en la actualidad un remanente escogido


por gracia.
Romanos 11.5

La perspectiva bíblica del ministerio profético es corporativa,


no individual. El aislamiento social no debería ser una característica

97
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

de lo profético. Todos los que tienen llamado deben tener comu-


nión con los santos. No existe validación para los llamados «ser-
vicios para eclesiales», es decir, servicios paralelos a la iglesia. Toda
vocación confiada por Cristo tiene la función de servir a la iglesia
y convertirse en una bendición de la Iglesia para el mundo. De esa
manera, la multiforme sabiduría de Dios desde el cielo se manifiesta
a través de la iglesia (Efesios 3.10), no solo a través de los apóstoles
y profetas.
En los últimos años, se ha observado en América Latina el
fenómeno de los desigrejados (los «sin iglesia»), personas que
dicen ser profetas y quieren amar a Jesús, pero que están separa-
das del Cuerpo de Cristo y del ambiente de la iglesia. Ese es un grave
error. El testimonio de Jesús es el espíritu de profecía. Si no te some-
tes a Su Cuerpo, no puedesJosue
testificar sobre el Cabeza, que es Jesús.
Yoris
jyoris90@gmail.com
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LAS MARCAS DE UN FALSO PROFETA

Hasta aquí he señalado varias características de un falso pro-


feta, tanto en la vida de las personas que están bajo su liderazgo
como en su servicio al ministerio colectivo. Permíteme hacer un
breve resumen de esas cualidades, recordando que los falsos pro-
fetas siempre buscan su propio beneficio y no están interesados en
brindar sus servicios por amor al prójimo. Estas son las marcas:

- Muestra un «espíritu de superioridad», que crea la im-


presión de que está más cerca de Dios que otros creyentes;
- Profetiza cuando sabe que recibirá algo a cambio, sea en
forma de dinero, servicios sexuales, posiciones de poder
o deuda emocional;

98
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- No permite que lo interroguen acerca de su mensaje tam-


poco suele prestar cuentas de lo que profetiza, impidiendo
que sus errores sean corregidos cada vez que hace un pro-
nunciamiento. Básicamente, no tiene un espíritu enseñable;
- No tiene un buen relacionamiento con otros oficios
inherentes al Cuerpo, por lo que suele trabajar solo,
nunca en grupo;
- En sus conversaciones, siempre se enfoca en lo que está
haciendo y en lo que está profetizando «en el nombre
de Dios», para crear una especie de autopromoción de
su ministerio;
- Siempre se invita a sí mismo a ministrar en lugares que con-
sidera clave para el desarrollo de su ministerio. Se esfuerza
en derribar puertas para «servir»
Josue Yoris a la iglesia, con el obje-
tivo de autopromocionarse y obtener lucros ministeriales;
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- En un ambiente de exhortación, nunca se examina a sí
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mismo, sino que trata de encontrar las fallas y los defec-
tos del otro. Justifica y minimiza sus errores, resaltando
las fallas del otro.

NOTA: Si has leído todo esto y quieres encontrar estas


señales en otras personas sin revisarte primero, ¡cuida-
do! Puede haber señales en ti que haga alusión al espíri-
tu de la falsa profecía. Recuerda, el falso profeta no es un
título, sino un patrón de comportamiento.

¡DI «NO» A LA DEPENDENCIA PROFÉTICA!

Debemos combatir la dependencia profética y enseñar a


las personas a confiar en Dios como su creador, sustentador

99
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y proveedor. No quiero que dependas de mis enseñanzas o


consejos, tampoco quiero llegar al punto en que pueda ser la
«respuesta final» de la gente.
Si deseas ser un ministro que sirve a la iglesia del Cordero
en estos días, debes recusarte a ser la única fuente de respues-
tas, porque eso definitivamente te llevará a alimentar relaciones
de absoluta dependencia. La única relación de dependencia que
debemos tener es la con el Dios viviente. No seas de los que de-
penden de otras voces que no sean la voz del Señor. La función
principal del profeta de la Nueva Alianza no es ser la voz de Dios
para las personas, sino enseñarles a oír a Dios por sí mismas y
relacionarse con Él.
Apóstoles, profetas, pastores, evangelistas y maestros, los
cinco ministerios descritosJosueporYoris
Pablo (Efesios 4.11), tienen
como objetivo principal llegar a ser INÚTILES. Su misión es
jyoris90@gmail.com
entrenar a los santosHP44916917613337
para que participen en la obra del ministe-
rio y en la edificación del Cuerpo hasta que alcancen la plenitud
de Cristo. ¡Nuestro servicio ministerial debe durar hasta que el
Cuerpo de Cristo se levante sobre la tierra!

La misión del profeta es guiar a las personas para que escu-


chen la voz de Dios y le obedezcan. La misión del profeta no
es lograr que la gente le obedezca y lo escuche a él, sino lograr
que la gente obedezca a Dios. Es su trabajo convertirse en
algo descartable, porque enseñó a los que lo siguen a escuchar
a Dios, no al profeta.
Ângelo Bazzo

100
VISIÓN
· CAPÍTULO 3

PROFÉTICA
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
J
esús es la referencia máxima del ministerio profético y sus
obras son las más precisas en lo que se refiere al servicio de
un profeta. También debemos recordar que el testimonio
de Jesús es el espíritu de profecía (Apocalipsis 19:10). En
su ministerio público, nos enseñó algo de gran valor, uno de los prin-
cipios fundamentales en la trayectoria profética de los santos redimidos:
Josue Yoris
Entonces Jesús afirmó: Ciertamente les aseguro que el Hijo
jyoris90@gmail.com
no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamen-
HP44916917613337
te lo que ve que su Padre hace, porque cualquier cosa que
hace el Padre, la hace también el hijo1.
Juan 5.19

Conocemos bien la historia del estanque de Betesda («casa


de la misericordia»), un reservatorio acuífero ubicado cerca de la
Puerta de las Ovejas en Jerusalén. Allí yacían muchos enfermos,
ciegos, cojos y paralíticos, todos esperando el movimiento del agua,
porque creían que un ángel bajaba y la agitaba, y que el primero que
entrara al agua seria curado de cualquier enfermedad (Juan 5.2-4).
En ese lugar de desesperanza, lleno de «olor a muerte», Je-
sús sanó en el día de sábado a un hombre que había estado en-
fermo durante 38 años, diciéndole: «Levántate, toma tu lecho,

1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

103
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y anda» ( Juan 5.8). Cuando los judíos vieron que el hombre


cargaba su lecho en el sábado, lo reprendieron. Él respondió a
la reprensión, diciendo que aquel que lo sanó le ordenó: «toma
tu lecho y anda». Como se sabe bien, a partir de ese momento
comenzó una gran confusión, pues según la tradición judía no se
permitía ningún tipo de trabajo físico en el sábado.
Lógicamente, los judíos cuestionaron por qué Jesús hacía
milagros en día sábado. Jesús respondió, revelando el funda-
mento de su actividad profética: «No puede el Hijo hacer nada
por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre» ( Juan 5.19). Me
gustaría que pensáramos juntos en algunas cosas.
El primer tema que me fascina en esa historia es que Jesús
tuvo un ministerio público con testimonios de curas y milagros
extraordinarios. No solo Josue
sanó a laYoris
gente, sino que Él era la propia
cura. Pero el día quejyoris90@gmail.com
entró en un lugar donde había tal concen-
tración de enfermosHP44916917613337
graves (sin esperanza, enfermos terminales,
sin medios económicos para ir a un médico), curó a uno y se fue.
Admito que eso todavía me sorprende. Déjame hacerte una
pregunta: Si fueras Jesús, ¿Qué harías al entrar en aquel ambiente?
Te diré que haría yo: sanaría a todos. ¡Sí, promocionaría un «Espec-
táculo de Fe»! Pero Jesús sanó a una sola persona y luego desapareció.
No había un patrón predeterminado para las funciones
apostólicas y proféticas de Jesús. Sus acciones eran siempre una
amenaza al sistema del mundo porque nadie podía predecir
cómo se comportaría. En algunos momentos, Jesús sanó a todos
(Mateo 8.16), sin embargo, en un momento dado, en Su ciu-
dad, Jesús quiso sanar a todos, pero no pudo por la incredulidad
de la gente (Marcos 6.5-6). Por fin llegó al estanque de Betesda,
donde había muchos que necesitaban su poderosa intervención,
pero sanó solo a una persona. ¿Por qué lo hizo?

104
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¿Será que Jesús no sabía que sanar en el sábado causaría es-


cándalo en la comunidad religiosa y lo metería a él y a su equipo
en problemas? Por supuesto, lo sabía. Entonces, ¿por qué no es-
peró hasta el día siguiente para realizar el milagro? La respuesta
es simple: El Hijo NO PUEDE HACER LO QUE QUIERE.
Suena increíble, pero esa es una declaración verdadera. Jesús no
tenía autosuficiencia para hacer cualquier cosa en la Tierra. Por
eso, volvía Sus ojos al Padre para ver que estaba haciendo Él, y así
poder participar en Sus hazañas en la Tierra.
Es interesante notar que, en Juan 5.19, el término griego usa-
do es blepo, cuya raíz es eidos, que significa ver, observar, mirar.
No tiene que ver con el pasado, refiriéndose a lo que Cristo vio
ante el Padre en la eternidad antes de Su encarnación, sino a lo que
veía ante el Padre todos los días durante
Josue Yoris Su ministerio terrenal.
Me gusta pensarjyoris90@gmail.com
que siempre que se retiraba a un lugar apartado
para orar (Lucas 5.16), como solía hacer, se aplicaba en fijar Sus ojos
HP44916917613337
en el Padre para observar qué estaba haciendo Él. Como el padre
quiere revelar a sus hijos lo que ha hecho, Dios le muestra a Jesús
aquel hombre que esperaba que el agua se moviera, con la esperanza
de ser sanado. El Padre tenía un propósito para la situación, así que
dirigió los pasos de Jesús adonde estaba el hombre. Su curación no
fue un accidente. Jesús fue a su encuentro con un propósito deter-
minado, de acuerdo con lo que había visto en el lugar de oración.

Pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Sí,


y aun cosas más grandes que estas le mostrará, que los dejará
a ustedes asombrados.
Juan 5.20

Aprendemos de Jesús que los hijos de Dios son llamados a pre-


sentarse ante Él con los ojos abiertos. No pueden ser movidos solo

105
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

por las demandas que están ante sus ojos, mucho menos por los re-
sultados o la presión. ¿Recuerdas cuando Lázaro se enfermó y le avi-
saron a Jesús que su amigo, a quien Él amaba, estaba enfermo? ¿Je-
sús dejó todo lo que estaba haciendo para sanarlo? No, permaneció
donde estaba durante dos días. La presión de la posible pérdida de
Su amigo no lo quitó del lugar en el que Jesús debería estar.
Creo que nosotros que creemos en Jesús debemos pasar
por un cambio drástico de corazón con respecto a nuestra par-
ticipación en la obra de Dios. ¿Has asistido alguna vez a una
reunión de planificación de eventos de la iglesia? He asistido a
muchas de esas reuniones. Durante un tiempo de vida, asistí a
tantas reuniones de ese tipo que, a veces, iba a ellas sin siquiera
saber de qué íbamos a hablar. Tales reuniones generalmente
ocurren cuando hay unaJosue demanda que debe ser realizada en el
Yoris
nombre de la obra jyoris90@gmail.com
de Dios (proyecto, reunión, servicio, etc.).
Una persona presideHP44916917613337
la reunión, y es común que haya un «es-
criba» para registrar lo que está siendo decidido. Después de que
los integrantes hayan llegado a una conclusión, todos presentan
sus ideas para lograr el resultado deseado, y los hermanos deciden
inmediatamente (por votación o decisión final del líder de la reu-
nión) cómo proceder con el tema o proyecto propuesto. Después
de que se resolvieron todas las cuestiones entre los participantes,
llega la parte que más me gusta: el final, y los creyentes oran pi-
diendo para que Dios bendiga lo que han decidido hacer.
Tomó algún tiempo para darme cuenta de que los cristia-
nos que están destinados a ser conformados a la imagen del Hijo
(Romanos 8.29) no le piden a Dios que bendiga sus decisiones,
sino que buscan las decisiones del Eterno para sus vidas. Los hi-
jos de Dios no buscan hacer algo por Él, sino que buscan parti-
cipar en lo que Él hace.

106
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¿Te acuerdas de lo que Jesús le dijo a Marta cuando estaba


hospedado en su casa? Lucas relata el episodio (Lucas 10.38-42)
en el que Jesús visita a su amigo Lázaro y a sus dos hermanas,
Marta y María. Para comprender mejor por qué Marta trabajó
tanto, debemos comprender un poco las tradiciones de la hospi-
talidad oriental. Cuando recibían a un invitado y querían mos-
trarle que era bienvenido, había al menos dos costumbres en la
cultura judía: lavarle los pies y darle de comer (Génesis 18.4-5).
Cuando Jesús ya estaba en casa de Lázaro, María se sentó a
sus pies y escuchó Su sabia voz. Marta, en cambio, estaba dis-
traída y cansada por todo el trabajo resultante de sus tareas do-
mésticas. Su amigo famoso estaba en su casa, aquel amigo que
nunca estaba solo. Probablemente, después de lavar los pies de
los invitados, estaba ocupada
Josue cocinando
Yoris para todos. Mira la es-
cena: María no hizojyoris90@gmail.com
nada para complacer a su amado amigo Je-
sús, simplemente se quedó en su presencia y escuchó su sabiduría
HP44916917613337
y sus palabras. Mientras tanto, Marta corre de un lado a otro,
tratando de servir lo mejor posible a su Maestro y a su comitiva.
Es importante notar que lo que María hizo —sentarse a los
pies del Maestro— no era costumbre permitida para las muje-
res en aquella época. Al hacerlo, mostró a todos que ella tam-
bién era una de las discípulas del Maestro. Fue en tal situación
que Marta trató de «chantajear emocionalmente» a Jesús y
le dijo: «Señor, ¿no te importa verme trabajar sola mientras mi
hermana se sienta a tus pies sin hacer nada?». La respuesta de
Jesús es genial: «Marta, Marta…».
No sé si has notado que, en las Escrituras, cuando el Señor
desea que una persona se acerque y construya una relación más
estrecha e íntima con Él, Dios llama su nombre dos veces: «Moi-
sés, Moisés…» (Éxodo 3.4); «Samuel, Samuel…» (1 Samuel 3.10);

107
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

«Saulo, Saulo…» (Hechos 9.4). En el Día del Señor, muchos usa-


rán la expresión de intimidad: «Señor, Señor…», sin embargo, oi-
rán de su boca: «Nunca los conocí…» (Mateo 7.22-23).
Cuando Jesús llama a Marta por su nombre dos veces, la
invita amorosamente a un lugar de intimidad. De hecho, lo
que Él quería decir era: «Deja de lado todas tus tareas, estás
muy concentrada y empeñada en esas cosas. Siéntate aquí con
nosotros y construye una relación conmigo».

«—Marta, Marta— le contestó Jesús, estás inquieta y pre-


ocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. Ma-
ría ha escogido la mejor, y nadie se la quitará».
Lucas 10.41-42

¡Pon atención! MartaJosue


no hizoYoris
nada malo, solo siguió las tradi-
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ciones que aprendió de su familia y que habían sido transmitidas
HP44916917613337
de generación en generación. La hermana de María hacía sus ta-
reas de buen corazón para el Señor, pero todavía no había enten-
dido que no tenía que hacer nada para agradarle a Jesús. Lo que
más quiere el Señor de nosotros es que participemos de Su presen-
cia y de lo que Él está haciendo. María eligió la mejor parte y, al
hacerlo, rompió paradigmas culturales que le impedían participar
en sesiones de estudio con rabinos (un entorno tradicionalmente
exclusivo para hombres). Ella no hizo nada por el Señor, sino que
estuvo delante de Él, relacionándose con Él y escuchando Su voz.
Un dato muy interesante es que el término griego que se uti-
liza para «la mejor parte» es agathos meris, que puede traducir-
se como buen oficio o buena obra. Jesús dijo que María hizo una
«buena obra» al estar ante Él, a Sus pies, obedeciendo a Su voz,
sin hacer nada. ¡Eso es muy poderoso!

108
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Tú no tienes que hacer «nada» para Dios, solo debes invo-


lucrarte en lo que Él está diciendo y haciendo desde la eternidad
hasta ahora. La única manera de conocer Su obra es dejándolo
todo para estar en Su presencia con los ojos abiertos y atentos
a Su voz. De esa manera, Dios iluminará los ojos de tu corazón
para que puedas participar de la revelación de quién Él es y cómo
se está moviendo, y para mostrarte cómo debes participar en Su
obra. Los hijos de Dios no pueden hacer nada por sí mismos,
sino que deben observar e imitar lo que hace el Padre.

OJOS ABIERTOS

Como señalamos anteriormente, profetizar no es nada más


que revelar la mente y elJosue
corazónYoris
de Dios a través del lenguaje
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humano. También puede entenderse como la capacidad de ac-
HP44916917613337
ceder y comunicar pequeñas partículas de revelación de los in-
mensurables pensamientos y caminos del Señor a través de una
devoción profunda, es decir, con la práctica de la meditación
en Su presencia. Entonces, en ese sentido, apartar la mirada de
nosotros mismos, de todo lo que existe alrededor, de todas las
necesidades y sufrimientos, y dirigirla a Dios es la única manera de
acercarse a Él. Es necesario que silenciemos nuestros pensamientos,
guiando nuestra mente y el corazón hacia Dios para que Él pueda
llenarlos con revelación y resplandores de Sus caminos eternos.

«Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus cami-


nos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis
pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos
que los cielos sobre la tierra».
Isaías 55.8-9

109
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Personas proféticas son heridas por el Espíritu de Cristo con


un hambre insaciable de revelación divina, que es el material bá-
sico para la edificación de una jornada profética, tanto en la vida
individual como en la misión colectiva de la iglesia. La raíz grie-
ga de la palabra revelación (Apocalipsis 1.1) es apokalupto, que
se refiere al gesto de remover el velo de los ojos, es decir, desven-
dar o quitar todo lo que impide que la visión sea clara. También
se refiere a abrir los ojos de nuestro corazón (Efesios 1.17-18),
para que podamos ser capaces de ver los aspectos de la realidad
invisible que está sobre el dominio de Cristo (Colosenses 1.16)
y que no son accesibles a los ojos de la carne.
Curiosamente, el Libro de Apocalipsis (traducción al espa-
ñol de la palabra griega apokalupto) es una profecía que Juan re-
cibió directamente de Cristo
Josueen la isla de Patmos. Sin embargo,
Yoris
quizás el nombre más apropiado para este libro sea Revelación
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—«la revelación deHP44916917613337
Jesucristo»— como se describe al comien-
zo del primer capítulo de la profecía.
La principal vocación profética de la iglesia de Cristo es el lla-
mado para VER y así ingresar a la revelación de quién es Dios y
de quiénes somos nosotros en Él. Lo hacemos cerrando los ojos
a nosotros mismos y volviéndolos al corazón de Dios. Solo así se-
remos afectados por lo que Él está diciendo y haciendo en estos
días. Al examinar la actividad profética a lo largo de las Escrituras,
encontraremos que su mayor característica es la videncia. Personas
proféticas son hombres y mujeres que tienen los ojos abiertos, por
eso se les llama VIDENTES en muchos lugares de la Biblia.

«Condenarás a muerte a ese profeta o visionario por ha-


berte aconsejado rebelarte contra el Señor tu Dios, que te
sacó de Egipto y te rescató de la tierra de esclavitud. Así ex-
tirparás el mal que haya en medio de ti, porque tal profeta

110
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

habrá intentado apartarte del camino que el Señor tu Dios


te mandó que siguieras».
Deuteronomio 13.5, NVI

Selomit y sus hermanos tenían bajo su cuidado todo lo que


había sido obsequiado por el vidente Samuel, por Saúl hijo
de Quis, y por Abner hijo de Ner y Joab hijo de Sarvia.
1 Crónicas 2.28, NVI

Por la mañana, antes de que Davi se levantara, la palabra


del Señor vino al profeta Gad, vidente de David, y le dio
este mensaje […].
2 Samuel 24.11, NVI

Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente del rey, y con la


palabra de Dios exaltaban su poder. Dios le dio a Hemán
catorce hijos y tres hijas.
Josue Yoris
1 Crónicas 25.5, NVI
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HP44916917613337
Asá se enfureció contra el vidente por lo que este le dijo, y
lo mandó encarcelar. En ese tiempo, Asá oprimió también a
una parte del pueblo.
2 Crónicas 16.10, NVI

El rey Ezequías y los jefes les ordenaron a los levitas que


cantaran al Señor las alabanzas que David y Asaf el
vidente habían compuesto. Los levitas lo hicieron con
alegría, y se postraron en adoración.
1 Crónicas 29.30, NVI

Los cantores descendientes de Asaf ocuparon sus puestos, de


acuerdo con lo que habían dispuesto David, Asaf, Hemán y Je-
dutún, vidente del rey. También los porteros permanecieron en
sus respectivas puertas, y no tuvieron que abandonar sus puestos
de servicio, pues sus compañeros levitas les prepararon la Pascua.
2 Crónicas 35.15, NVI

111
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Entonces Amasías le dijo a Amós: —¡Largo de aquí, vidente!


¡Si quieres ganarte el pan profetizando, vete a la tierra de Judá!.
Amós 7.12, RVA-2015

De la misma manera, en algunos pasajes la palabra equivalente a


profeta tiene en su raíz hebrea el significado de VIDENTE, como
RAAH (1 Samuel 9.9) y CHOZEH (1 Crónicas 21.9). Por tanto,
podemos concluir que los profetas descritos en la Biblia compartían
aquello que veían delante de Dios, y no se basaban en los aconteci-
mientos que les rodeaban. Por eso sabemos hoy que la Biblia que
tenemos en nuestras manos es el resultado de los registros de vida
de hombres y mujeres que trabajaron y pasaron tiempo delante de
Dios, tratando de encontrarlo y recibir revelación de Su obra eterna.
Tenemos innúmeros ejemplos bíblicos: desde Abraham,
que vio al Señor que le Josueprometió Yoris
una tierra, una nación y un
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descendiente que bendeciría a todas las familias de la tierra (Gé-
HP44916917613337
nesis 12.7); David, Gad y Natán, quienes fueron testigos de la
liturgia del culto celeste ante el trono de Dios y siguieron su mo-
delo en el funcionamiento del tabernáculo de David (2 Crónicas
29.25); Isaías, quien vio a Jesús sentado sobre el Trono en Su
Reino venidero (Isaías 6.1; Juan 12.41), entonces sus ojos fueron
abiertos para ver detalles del Reino del milenio que no están es-
critos en ningún otro libro de las Escrituras; Daniel y Ezequiel,
quienes escribieron en sus profecías los destinos de las naciones,
basados en lo que vieron (Daniel 9.21-23; Ezequiel 1.1); Pablo, que
vio la luz de la gloria de Cristo resucitado en el camino de Damasco
y permaneció fiel a la visión celestial de la obra de reconciliación
y salvación hasta su muerte (Hechos 9.3-5; Hechos 26.13,19); y
Juan, el autor de la profecía del Apocalipsis, que recibió un manda-
to de un ángel que le decía «escribe todo lo que VES», para que
la iglesia sepa lo que sucedería (Apocalipsis 1.10-11).

112
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Pero de todos los encuentros proféticos que Dios proporcio-


nó en las Escrituras, el que más me llama la atención es el man-
dato de Moisés, cuando sus ojos fueron abiertos para descubrir
la Palabra viva en el desierto.

Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la


hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a
disfrutar de los efímeros placeres del pecado. Consideró que el
oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los
tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recom-
pensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey,
pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al invisible.
Hebreos 11.24-27

El autor de Hebreos hizo una declaración inusual acerca de


Moisés: cuando salió de Josue
Egipto yYoris
condujo el pueblo de Dios en
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el desierto, fue movido por el amor por la obra de Cristo, por
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lo que mantuvo la fe en todo el camino, porque vio al Dios invi-
sible. Esas declaraciones plantean algunas preguntas interesan-
tes: ¿Moisés amaba a Cristo? ¿Cómo logró ver al Dios invisible?
Sabemos por los escritos proféticos (la Biblia) que nuestro
Dios es invisible. Él habita en la luz inaccesible que nadie ha visto
ni puede ver (1 Timoteo 6.16; Juan 1.18). Moisés pudo ver a Dios
porque sus ojos miraron aquel día en el desierto al Hijo del Hom-
bre, el Cordero sacrificado desde la creación del mundo (Apoca-
lipsis 13.8), el verbo que estaba con Dios desde el principio (Juan
1.1), el Ángel de Dios que quemaba en fuego en medio de la zarza
ardiente (Éxodo 3.2). Moisés vio al Dios invisible, porque aquel
día en Horeb él vio al mismo Cristo, imagen del Dios invisible
(Colosenses 1.15). Creo que Moisés no vio la zarza ardiente, sino
el fuego en los ojos del Hijo ardiendo en ella. Por eso, todo lo que
hizo Moisés en los últimos cuarenta años de su vida, guiando a los

113
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

israelitas en todas sus peregrinaciones por la tierra, se basó en la fe


en la revelación que había visto. Todo lo que hizo en su vida fue
por amor a la persona y obra de Cristo.
De hecho, podemos estar de acuerdo en que, a lo largo de la
historia de Su plan de salvación, todos los que Dios ha enviado
en misiones proféticas han sido movidos por el amor a lo que
Dios ha revelado, es decir, ponen su fe en la visión celestial.

EL LUGAR SECRETO

Pero, en última instancia, ¿cómo podemos ver aquello que


el Padre está revelando a partir de Su Hijo? En el Sermón del
Monte, Jesús enseñó a sus discípulos algunas claves para recibir
revelación. Dijo que cuando
Josuelos Yoris
hijos de Dios oran, deben en-
contrarse con el Padre en secreto.
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Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la
puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre,
que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
Mateo 6.6.

Es en el lugar de oración que los creyentes en Cristo van a ac-


ceder a los secretos de Dios, porque todas las veces que alguien está
orando, lo que realmente está haciendo es ponerse ante el trono del
Altísimo. Cuando Jesús dice cierra la puerta de tu cuarto, no creo
que esté hablando solo de la puerta de un cuarto literal, sino de la
puerta que da acceso a todo lo que está a nuestro alrededor, es decir,
debemos silenciar las voces internas y externas para simplemente
enfocarnos en Su voz. La oración es un encuentro entre el Padre
y Sus hijos en un lugar donde todos los argumentos y las presio-
nes de la vida son silenciados.

114
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Cuando el Padre se encuentra con Sus hijos en el lugar se-


creto, los recompensa. Pero, ¿con qué nos recompensa? ¡Con
revelación! La revelación ilumina los ojos de nuestro hombre
interior y quita el velo de nuestros corazones para que podamos
conocer la voluntad del Señor y los caminos del Señor y ser bau-
tizados con Su sabiduría. La oración no es solo petición; más
importante, es también volver nuestro corazón y mente a Dios.
En mi jornada cristiana, he escuchado muchas enseñanzas so-
bre la práctica de la oración colectiva del «Padrenuestro», pero
muy pocas sobre el lugar secreto donde nuestro Padre Celestial se
encuentra con Sus hijos. Debemos notar que antes de que Jesús
enseñara la oración colectiva (usando el «Padrenuestro» como
ejemplo a seguir en la oración colectiva), enseñó que cada uno de
nosotros debe conocer al Padre que está en el lugar secreto. Nadie
conoce el «Padre nuestro»Josueantes deYoris
conocer a «su Padre». Eso sig-
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nifica que la práctica de orar colectivamente el «Padre Nuestro» no
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tiene sentido si no conocemos a nuestro Padre Celestial en privado.
A lo largo de los años de mi relación con la Iglesia de Cristo,
he conocido a muchos hermanos perdidos cuyas visiones espiri-
tuales son oscuras porque no tienen una relación cercana con la
presencia del Padre, lo que los transforma en personas sin reve-
lación de quién es Dios y de lo qué deben ser en Él. Cuando se
reúnen en comunidad, producen reuniones tibias, sin la presencia
de Dios (Apocalipsis 3.16,20). Para que nuestras reuniones colec-
tivas sean llenas de la vida que proviene de la presencia del Espíritu
del Padre, debemos tener una comunión personal e individual con
el Señor que ilumina nuestros ojos y hace arder nuestro corazón
con Su poder. Por lo tanto, cuando nos reunimos —en las regio-
nes en las que estamos inseridos como comunidad de fe— para
invocar colectivamente la persona del PADRE NUESTRO, sere-
mos como una linterna que irradia luz desde el trono de la gracia.

115
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Juntas, la oración y la meditación son la forma en que reci-


bimos la revelación del corazón y la mente de Dios a través de la
obra de Cristo. Todos los días debemos cerrar la puerta a todo lo
que nos rodea y sentarnos como María a los pies del Señor, para
simplemente contemplarlo. Cuando silenciamos todas las voces
para relacionarnos únicamente con la voz de Dios, enfocamos nues-
tra mirada en la belleza de la gloria de Dios, que se revela a nosotros
por la persona de Cristo. La práctica de la oración es tan importante
en la vida de una persona profética como dormir o beber. La oración
es una práctica que sustenta lo que Dios nos ha revelado.
Muchas veces escucho a la gente decir: «No necesitamos
orar, necesitamos hacer algo práctico». Lo que necesitamos en-
tender al desarrollar una mente profética es que la oración ilumi-
na nuestro entendimiento y nos permite
Josue Yoris ver lo que estamos o no
autorizados a hacer,jyoris90@gmail.com
revela el destino que Dios nos ha confiado.
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EL CONSEJO DE DIOS

El libro de Jeremías es una colección de mensajes y princi-


pios proféticos que nos ayudan a entender cómo una persona
llamada a estar delante de Dios debe andar en Sus caminos. En el
capítulo 23, Jeremías reprende fuertemente a los pastores malva-
dos que dispersan el rebaño de Dios. De hecho, estaba hablando
de reyes ungidos para guiar al pueblo de Dios, pero cuyas vidas
y oficios no estaban sujetos a la Ley divina. Luego advierte a los
falsos profetas que profetizaron en Samaria y Jerusalén basados ​​en visio-
nes de sus propios corazones en lugar de palabras del corazón de Dios
(Jeremías 23.16). En medio a la corrección, Jeremías hace una pregunta
muy importante a todo aquel que desea ser una persona profética:

116
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¿Quién de ellos ha estado en el consejo del Señor? ¿Quién


ha recibido o escuchado su palabra? ¿Quién ha atendido y
escuchado su palabra? […] La ira del Señor no cesará hasta
que haya realizado por completo los propósitos de su cora-
zón. Al final de los tiempos lo comprenderán con claridad.
Jeremías 23.18,20

De hecho, Jeremías está cuestionando a los falsos profetas:


«Si son profetas, como dicen serlo, ¿alguno de ustedes ha par-
ticipado en el consejo de Dios, visto y oído Su voz, y conocido
la voluntad de Su corazón, que se ha de hacer en toda la tierra?».
Partiendo de esto, debemos plantearnos algunas preguntas: ¿Cuál
es el consejo del Señor? ¿Qué debemos hacer para ver Su Palabra?
¿Qué es un consejo de organización institucional? No es más
que un grupo de personasJosue poderosas que ejercen poder sobre una
Yoris
organización. El grupo se reúne para deliberar sobre propósitos,
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acciones y resultadosHP44916917613337
que se desean para una determinada insti-
tución. Lo que se decida en estas reuniones se convierte en un de-
creto para la vida de la organización. Si la junta directiva de una
empresa se reúne y decide, por ejemplo, que los overoles de sus
empleados deben ser verdes, y publica un documento informando
a todos de esa decisión, ¿quién podrá usar overoles amarillos para
trabajar? Nadie, pues quedó decidido en la junta empresarial que
el uniforme verde es una ley para aquel ambiente organizacional.
Creo que el consejo del Señor es la sala de reunión de Dios.
En el Cielo de los cielos está la Santa Ciudad de Dios (real y física),
también llamada en las Escrituras de Nueva Jerusalén o Jerusalén
Celestial (Gálatas 4.26; Hebreos 11.10, 12.22; Apocalipsis 3.12),
que es donde está el trono de Dios. Dentro de los muros de la ciudad
está el monte del Señor, llamado Sion en los Escritos Proféticos (Sal-
mos 24.3, 48.1,2; Hebreos 12.22; Apocalipsis 21.10). En la cima del

117
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

monte está la sala del trono de Dios, que en la Biblia se llama Lugar
Santísimo (Hebreos 10.19), donde está el trono de gracia de nues-
tro Señor (Hebreos 4.16). En esa sala, Dios lleva a cabo Su consejo
(creo literalmente que sea una reunión de trabajo y de decretos).
Desde ese lugar, los propósitos del corazón del Todopoderoso son
deliberados y emitidos como decretos para toda la creación.
Veamos cómo funciona el consejo del Señor según las Es-
crituras:

Así que le preguntó a Josafat: ¿Irías conmigo a pelear contra


Ramot de Galaad? Josafat le respondió al rey de Israel: Estoy
a tu disposición, lo mismo que mi pueblo y mis caballos. Pero,
antes que nada, consultemos al Señor – añadió. Así que el rey
de Israel reunió a los profetas, que eran casi cuatrocientos, y
les preguntó: ¿Debo ir a la guerra contra Ramot de Galaad, o
Josue Yoris
no? Vaya, Su Majestad – contestaron ellos -, porque el Señor
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la entregará en sus manos. Pero Josafat inquirió: ¿No hay aquí
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un profeta del Señor a quien podamos consultar?
1 Reyes 22.4-7

Ahora bien, el mensajero que había ido a llamar a Micaías le


advirtió: Mira, los demás profetas a una voz predicen el éxito
del rey. Habla favorablemente, para que tu mensaje concuerde
con el de ellos. Pero Micaías repuso: Tan cierto como que vive el
Señor, ten la seguridad de que yo le anunciaré al rey lo que el
Señor me diga. Cuando compareció ante el rey, este le pregun-
tó: Micaías, ¿debemos ir a la guerra contra Ramot de Galaad, o
no? Ataque, Su Majestad, que vencerá – contestó él -, porque el
Señor la entregará en sus manos. El rey le reclamó: ¿Cuántas
veces debo hacerte jurar que no me digas nada más que la ver-
dad en el nombre del Señor? Ante esto, Micaías concedió: Vi a
todo Israel esparcido por las colinas, como ovejas sin pastor. Y el
Señor dijo: «Esta gente no tiene amo. ¡Que cada cual se vaya a
su casa en paz!» El rey de Israel le dijo a Josafat:

118
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¿No te dije que jamás me profetiza nada bueno, y que solo


me anuncia desastres? Micaías prosiguió: Por lo tanto, oiga
usted la palabra del Señor: Vi al Señor sentando en
su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a
su derecha y a su izquierda. Y el Señor dijo: «¿Quién
seducirá a Acab para que ataque a Ramot de Galaad
y vaya a morir allí?» Uno sugería una cosa, y otro su-
gería otra. Por último, un espíritu se adelantó, se puso
delante del Señor y dijo: «Yo lo seduciré». «¿Por qué
medios?», preguntó el Señor. Y aquel espíritu respondió:
«Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos
sus profetas». Entonces el Señor ordenó: «Ve y hazlo así,
que tendrás éxito en seducirlo». Así que ahora el Señor
ha puesto un espíritu mentiroso en la boca de todos esos pro-
fetas de Su Majestad. El Señor ha decretado para usted la
calamidad. AlJosue
oír esto, Sedequías
Yoris hijo de Quenaná se levantó
y le dio jyoris90@gmail.com
una bofetada a Micaías. ¿Por dónde se fue el espíritu
del Señor cuando salió de mí para hablarte? – le preguntó.
HP44916917613337
1 Reyes 22.13-24

Esa escena escrita por el cronista del Primer Libro de los Reyes
es muy interesante. Los reyes de Judá e Israel, Josafat y Acab, for-
maron un tratado de alianza para guerrear contra sus enemigos.
Sin embargo, antes de ir juntos, el rey de Judá pidió consultar la
Palabra del Señor por medio de profetas y videntes, para que lo
que hicieran fuera conforme al corazón de Dios y Sus intenciones
para esa unión. El rey Acab de Israel movilizó a cuatrocientos pro-
fetas que servían en su corte para que profetizaran. Todos ellos,
unánimemente, respondieron positivamente a aquella batalla.
Josafat, un hombre que temía al Dios de sus padres, hizo una
pregunta interesante: «¿No hay aquí un profeta del Señor para
consultar?». Si el rey judío pidió un profeta de Dios, ¿a qué tipo

119
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

de profeta Acab había consultado? Eso es algo extraño. Por me-


dio de los registros de los cronistas, descubrimos que Acab y su
infame esposa Jezabel estaban asociados con profetas que invo-
caban a los dioses Baal y Aserá y servían en su corte profana en
Israel (1 Reyes 18.19). Cuando Josafat interrogó a Acab sobre su
comportamiento, el rey de Judá, de mala gana, le pidió a Micaías
—un vidente del Señor— que viniera para que los reyes pudie-
ran consultar con él. Durante diálogo, Micaías revela a los reyes lo
que había visto en la reunión del consejo del Señor con respecto a la
guerra en la que los dos reyes estaban tratando de participar.
Micaías narra que vio el Señor sentado en Su trono y las cria-
turas celestiales delante de Él. Ellos discutían la mejor manera de
engañar a Acab, para que muriera en batalla. ¡Sí! Los espíritus
presentes hablaban con Dios y le Yoris
Josue preguntaban cómo resolvería el
asunto con Acab. jyoris90@gmail.com
Permíteme aclarar algo aquí: una cosa para tener en cuenta
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sobre el consejo de Dios es que, aunque Él tiene la última palabra
y es el emisor de los decretos a partir de Su asiento de autoridad,
los participantes pueden comunicarse con Él con respecto a lo
que es tratado delante de Su trono. ¡Eso es violento!
Es de ese modo que vemos al profeta Micaías hablando so-
bre un espíritu que apareció delante de Dios y se ofreció para ser
un espíritu mentiroso (sé lo que estás pensando, pero es exacta-
mente lo que sucedió), que colocaría palabras falsas en la boca de
los profetas de Israel para hacer con que Acab marchara hacia su
propia muerte. Sí, Dios puede usar un espíritu mentiroso para
lograr Su propósito. Él puede usar a Satanás, si así lo desea. De
hecho, puede usar a quien quiera porque todos los seres celes-
tes y terrenos están completamente sometidos a Su soberanía.
Luego de escuchar todo lo que había sido dicho en la sala de Su

120
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

consejo, Dios decidió que el espíritu de mentira debería ir hasta


los profetas de Acab para engañarlo. Lo que realmente sucedió
fue que Acab obedeció a sus profetas, fue a la guerra y murió en
batalla, lo cual era exactamente la voluntad de Dios.
Yo creo que ese es uno de los niveles más altos del juicio de
Dios: Él envía un espíritu de mentira sobre un ambiente proféti-
co para engañar, con el fin de que los decretos de Su justa ira sean
establecidos. Eso define perfectamente la afirmación: «¡Terrible
cosa es caer en las manos del Dios vivo!» (Hebreos 10.31).
En un ambiente lleno de falsas profecías, Micaías, quien no su-
cumbió a las manipulaciones de Acab y Jezabel, mostró un verdade-
ro ministerio como vidente y profeta, sin pensar en las consecuen-
cias de confrontar al rey de Israel con las palabras duras que se le
mostraban en sus visiones,Josue
cuandoYoris
estuvo delante de Dios. Eso fue
posible porque Micaías se paró ante el Señor con los ojos abiertos.
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Otro momento HP44916917613337
de las Escrituras donde se registra una re-
unión en el consejo de Dios es cuando el autor del libro de Job
(probablemente Moisés) describe una reunión de la asamblea
celeste, en la que se encuentran presentes los seres celestiales que
están ante el trono, Satanás y el Eterno. Ellos hablan de Job, conside-
rando su fidelidad en caminar por el camino de la justicia ante Dios.

Llegó el día en que los ángeles debían hacer acto de presen-


cia ante el Señor, y con ellos se presentó también Satanás.
Y el Señor le preguntó: ¿De dónde vienes? Vengo de rondar
la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro — le respondió
a Satanás. ¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —vol-
vió a preguntarle el Señor —. No hay en la tierra nadie
como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive
apartado del mal. Satanás replicó: ¿Y acaso Job te honra sin
recibir nada a cambio? ¿Acaso no están bajo tu protección él y
su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido

121
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda


la tierra. Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a
ver si no te maldice en tu propia cara! Muy bien — le contestó
el Señor—. Todas sus posesiones están en tus manos, con la
condición de que a él no le pongas la mano encima. Dicho
esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor.
Jeremías 23.18,20

Después de un breve discurso sobre el corazón temeroso de


Job y sus intenciones ante el Eterno, Dios determina que la fideli-
dad de Job debería pasar por una prueba, y decide usar al mismo
Satanás para apoyar esa misión. Se le fue permitido al enemigo da-
ñar toda la propiedad de Job, excepto su vida. Así sucedió, y luego
hubo una razón para el comienzo de una nueva reunión celestial.
Otros profetas vieron el consejo del Señor y lo registraron en
el canon de la Biblia. En uno salmos, David describe el mo-
de susYoris
Josue
mento en que el Padre y el Hijo conversan en el cielo sobre los
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decretos de Dios y elHP44916917613337
juicio divino que caería sobre las estructuras
que se levantaron contra la soberanía divina y el establecimiento
del Reino Milenial de Cristo entre las naciones (Salmo 2). Daniel
vio a un venerable Anciano que le entregaba la autoridad sobre
toda la creación a su Hijo (Daniel 7.9,14). Pablo fue arrebatado al
Edén (el tercer cielo), donde vio y oyó cosas impronunciables (2 Co-
rintios 12.2-4); y Juan se asomó a la puerta y vio al Padre entregando a
su Hijo un libro sellado en el que estaban escritos los decretos divinos
para la humanidad, justo en la cima del monte santo de Dios.
Jeremías confrontó a aquellos que se autodenominaban pro-
fetas con las siguientes preguntas: «¿Quién de ustedes ha pues-
to sus ojos en la sala del consejo divino para poder VER y OÍR la
Palabra Viva y acceder a la revelación del plan de Dios? ¿Quién
de ustedes ha puesto su mirada en el lugar donde el Creador del
universo juzga toda Su creación?».

122
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Dios preside el consejo celestial; entre los dioses dicta sentencia.


Salmos 82.1

El consejo de Dios es un lugar accesible a todas las personas


«proféticas», a través de la unción de Su Espíritu, y es donde los
que están ante Dios con sus ojos abiertos pueden reunirse con Él y
con Su corte celeste para ver Su Palabra y Sus caminos. Es un lugar
de extrema devoción, donde podemos contemplar Su Palabra en ac-
ción, es decir, podemos observar Su obra moviéndose en los cielos y
en la tierra, siendo establecida en el tiempo y en las estaciones que Él
mismo determinó por Su propia autoridad.
Pero, ¿cómo podemos VER la PALABRA DE DIOS, de
acuerdo a lo que está escrito en Jeremías 23.18? De hecho, eso
es complicado y simple a la vez. La Palabra de Dios no es un
sonido, sino una PERSONA. JosueElYorisHijo es la operación de la Pa-
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labra de Dios, por esa razón todas las cosas fueron creadas por
HP44916917613337
Dios a través de Él ( Juan 1.1-3). Solo por intermedio de Je-
sús tenemos acceso a la revelación de los planes del corazón de
Dios, porque en Él se revelan todos los tesoros de la sabiduría
y del conocimiento (Colosenses 2.3). El testimonio de Jesús
es el espíritu que inspira la profecía (Apocalipsis 19.10). Todo
lo que se mantiene fuera de Cristo no es profético y puede ser
categorizado como falso. Cristo es la medida exacta de los pen-
samientos e intenciones de Aquel que está sentado en el trono.
Jesús, la imagen del Dios invisible como lo conocemos, es la
piedra angular que sostiene el universo y toda la realidad creada
(Job 38.4-6; Efesios 2.20). Toda la revelación de los pensamientos
y caminos eternos del Padre está en Él. Siempre que vemos la
gloria de su rostro, nuestro rostro está desnudo, y entonces po-
demos contemplar el reflejo de la luz inaccesible del Padre. Así

123
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

seremos transformados a la luz de Su gloria y creceremos en el


conocimiento de quién es Dios y qué debemos ser en Él a través
de la persona gloriosa del Hijo.

«Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto refleja-


mos como en un espejo la gloria de Dios, somos transforma-
dos a su semejanza con más y más gloria por la acción del
Señor, que es el Espíritu”.
(2 Corintios 3.18)

¡Atención! Actúa siempre con los ojos abiertos, porque una


de las preguntas más interesantes que el Señor hace a las perso-
nas proféticas es: ¿QUÉ VES?

Entonces el Señor me preguntó: «¿Qué ves, Jeremías?»


Yo respondí: «Veo
Josuehigos. Unos están muy buenos, pero otros
Yoris
están tan malos que no se pueden comer».
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Jeremías 24.3
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Y el Señor me preguntó: ¿Qué ves, Amós? Una cuerda de plo-
mada —respondí. Entonces el Señor dijo: Mira, voy a tirar la
plomada en medio de mi pueblo Israel; no volveré a perdonarlo.
Amós 7.8

Y me preguntó: «¿Qué es lo que ves?» Yo le respondí: «Veo


un candelabro de oro macizo, con un recipiente en la parte
superior. Encima del candelabro hay siete lámparas, con siete
tubos para las mismas».
Zacarías 4.2

LA PUERTA ESTÁ ABIERTA

Cristo es la Puerta de acceso de las ovejas de Dios a su reba-


ño, es decir, Jesús es la única entrada al Reino del Padre ( Juan

124
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

10.7,9), porque Él mismo afirma: «Yo soy el camino, la verdad y


la vida. Nadie llega al Padre sino por mí» ( Juan 14.6). Uno no
puede entrar a la presencia del Eterno estando distante de la fe y
la sumisión reverente a Jesús.
El salón de Su trono es un lugar totalmente accesible a los
santos por el nuevo y vivo camino que el Hijo ha abierto a través
de Su sangre (Hebreos 10.19-20). Con su sacrificio en la cruz,
Jesús abrió los cielos y reabrió el camino a la presencia de Dios.
Por eso, cuando entregó Su espíritu en la cruz, se rasgó el velo
del santuario que separaba a los sacerdotes del Lugar Santísimo
(espacio del templo consagrado a la habitación de la gloria de
Dios), como está escrito en Mateo 27.50-51.

Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y


Josue
a los ángeles de Yoris
Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
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Juan 1.51
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El ministerio del Ungido abrió el cielo y, después de Su sacrificio
en la cruz, jamás se cerró. El creyente redimido tiene acceso inmedia-
to al trono de Dios en cualquier lugar y en cualquier momento de
la tierra. Conocemos la advertencia dada por el Señor al pueblo, por
medio de Moisés en la Torá: «Pero debes saber que, si no obedeces al
Señor tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y preceptos
que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldicio-
nes […] Sobre tu cabeza, el cielo será como bronce; bajo tus pies, la tierra
será como hierro» (Deuteronomio 28.15,23). Sin embargo, en Cristo
los cielos se abren por doquier, y la gloria que brota de la Jerusalén
Celestial se derrama sobre cada discípulo de Jesús porque la sangre de
la Nueva Alianza abre el camino.
Muchas veces la gente afirma que el cielo de cierto lugar está
cerrado por el pecado o la religiosidad que opera en ese ambiente.

125
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Cuando se confirma ese tipo de realidad, una oración muy común


es: «¡Señor, abre aquí los cielos!». Pero, ¿recuerdas lo que dijo
Esteban cuando fue apedreado por el Sanedrín (el núcleo del sis-
tema religioso corrupto) en Jerusalén?

Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el


cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de
Dios. ¡Veo el cielo abierto! —Exclamó— ¡Y veo al Hijo del
hombre de pie a la derecha de Dios!
Hechos 7.55-56

En particular, no creo que luego de la resurrección de Cris-


to existan cielos cerrados sobre la cabeza de los sacerdotes que
fueron ungidos por el Espíritu en la Nueva Alianza. Hoy hay co-
razones y mentes cerrados que necesitan convertirse a la obra de
Josue Yoris
salvación de Cristo. Si en algún lugar existe la sensación de que
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«el cielo se ha cerrado» o la falta de conciencia de la presencia
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de Dios, la solución no es abrir los cielos, sino que haya la con-
versión de personas a la obra de Cristo.
Mientras estaba en la isla de Patmos, Juan fue bautizado con
la revelación del mismo Jesús y Su plan de salvación. Entre sus
muchas visiones, vio una puerta abierta en el cielo y escuchó
la voz del Hijo invitándolo a los lugares celestiales, para ver el
progreso de Su obra en la historia.

Después de esto miré, y allí en el cielo había una puerta


abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido
como de trompeta me dijo: «Sube acá: voy a mostrarte lo que
tiene que suceder después de esto».
Apocalipsis 4.1

Si los cielos están abiertos y las puertas del trono de la gracia


están abiertas, ¿quién está capacitado para subir al monte del Se-
ñor y mirar más allá de las puertas? Todos los creyentes en Jesús

126
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que han sido lavados por Su Palabra (Efesios 5.26) y purificados


por Su sangre (1 Juan 1.7) pueden entrar al trono de Dios con
manos limpias y corazones puros.
Ahora mismo hay una voz que desprende un eco de eterni-
dad, llamándonos a subir a la habitación santa del Dios Altísi-
mo, diciendo: ¡VEN, SUBE AQUÍ! ¡VEN Y MIRA!

LOS DE CORAZÓN LIMPIO VERÁN A DIOS

Pero, ¿cómo podemos ver qué está haciendo Dios? ¿Quién


está ante Dios con los ojos abiertos? ¿Cómo crecemos en la
revelación del Señor? ¿Cómo entramos realmente en la visión
profética y edificamos el pueblo de Dios?
Jesús respondió a todas esas preguntas
Josue Yoris en Sus instrucciones
a los discípulos en jyoris90@gmail.com
el Sermón de la Montaña, registrado en el
Evangelio de Mateo.HP44916917613337
Aquí el Señor da revelaciones sobre el com-
portamiento de los discípulos en el Reino de los Cielos según
la Torá (Pentateuco). Con un simple decreto, Jesús nos enseñó
cómo ver al Dios invisible y verlo obrando en la creación.

Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.


Mateo 5.8

Las enseñanzas de Jesús son tan simples como profundas, lo


que llega a ser desconcertante. Los ojos que ven a Dios no son los
ojos físicos, sino los ojos del corazón (Efesios 1.18). Con base en
ese entendimiento, podemos estar seguros de que la revelación no
está atada a nuestras mentes. Las visiones proféticas no están limi-
tadas por la cantidad de información que obtenemos de libros, se-
minarios, conferencias, cultos o nuestras experiencias personales,
incluso si están involucradas en hacer algo en el nombre de Dios.

127
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

La visión está enteramente enlazada a nuestro corazón, es decir, a


nuestro hombre interior (Efesios 3.16). Mis intenciones, deseos y
la forma con la que actúo y reacciono están totalmente relaciona-
dos con el nivel de revelación que soy capaz de alcanzar en la vida.
Si bien sabemos que nuestro Dios es invisible, Jesús nos mos-
tró una manera de verlo (Hebreos 11.26-27), para que podamos
acceder a Su corazón y mente. Sabemos que profetizar es revelar
a la creación la mente del Padre a través del lenguaje humano; es
compartir Sus sentimientos e intenciones de una manera que sea
comprensible para la realidad de la tierra. Entonces, entendemos
que la pureza del corazón afecta la veracidad de las profecías.
«Bienaventurado», término de raíz hebrea (ashar asher,
según el Salmo 2.12), significa «feliz, bendito, próspero, que
avanza». En otras palabras, ese versículo
Josue Yoris significa: «aquellos que
tienen un corazón puro, prosperan (o progresan) porque ven a
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Dios». David predijo esa realidad en uno de sus salmos más fa-
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mosos, cuando dijo que los que tienen un corazón puro y manos
limpias suben al monte de Dios para contemplar Su rostro.

¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar


en su lugar santo? Solo el de manos limpias y corazón puro,
el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos […] Tal
es la generación de los que a ti acuden, de los que buscan tu
rostro, oh Dios de Jacob.
Salmos 24.3-4,6.

Corazón puro y manos limpias indican buenas intenciones y ac-


ciones, respectivamente. El corazón es la fuente de todas las accio-
nes. Entonces, si tengo un corazón puro, actuaré con justicia, y los
ojos de mi corazón estarán fijos en el rostro del Dios vivo. Un cora-
zón puro se siente como Jesús se sintió (Filipenses 2.5) y emprende

128
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

las mismas acciones justas que emprendió Jesús. Jesús, de quien se


profetizó que sería un profeta (Deuteronomio 18.18), es sin duda el
profeta más grande que jamás haya existido. Como sabemos, no po-
día hacer nada sino lo que veía hacer Su Padre (Juan 5.19), porque
nunca hubo y nunca habrá un hombre tan puro como Él.

Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible


y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.
Mateo 11.29

La mansedumbre y la humildad son el fundamento del co-


razón del Hijo de Dios, que es la mayor expresión de amor. La
mansedumbre está relacionada al modo como reaccionamos a
las cuestiones de la vida; habla de un tipo de orden en las emo-
ciones que aumenta nuestraJosue habilidad
Yoris de acceder a Dios. Por
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otro lado, la humildad tiene que ver con la forma con la que nos
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comportamos, que vivimos nuestra vida. Como sabemos, un pa-
dre ama a sus hijos, por eso le gusta revelarse a ellos ( Juan 5.20).
Lo que tenemos que hacer es abrir nuestros ojos interiores y en-
focarnos en el Señor con un corazón apacible y humilde.

HUMILDAD

El sentido de la palabra humilde en su raíz hebrea (shaphel)


significa, literalmente, bajar, disminuir, derribar. El significado
de las dos palabras —mansedumbre y humildad— es completa-
mente opuesto al significado de las palabras soberbia y altivez,
que nada más son que el deseo de superponerse, el deseo de estar
por encima de todo y de todos. Dios resiste a ese sentimiento.
La humildad significa someterse a los demás y humillarse en la

129
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

poderosa mano de Dios (1 Pedro 5.5-6), aceptando plenamente


Su propósito y soberanía en nuestra vida.

Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura:
«Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».
Santiago 4.6

Debemos desarrollar el mismo sentimiento que estaba en el


corazón de Jesús y practicar la humildad, tomando como ejem-
plo la vida de nuestro Maestro. En la Carta a los Filipenses, Pa-
blo describe precisamente el proceso que debe atravesar nuestro
corazón para que lleguemos a ser personas humildes como Jesús.

La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,


quien, siendoJosue
por naturaleza
YorisDios, no consideró el ser igual
a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó
jyoris90@gmail.com
voluntariamente, tomando la naturaleza de SIERVO y
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haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse
como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente
hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!
Filipenses 2.5-8

Aunque se encontraba en la posición más alta, semejante a


Dios, Jesús se humilló y descendió voluntariamente a la más baja
posición: la posición de un siervo. Él obedeció hasta el final. Eso
es muy poderoso. Jesús nos enseñó que la humildad se cultiva en
nuestra vida a través del servicio, la obediencia y la perseve-
rancia. Sí, ese fue el aspecto central del ministerio público del
Hijo. Vino para servir a los propósitos de salvación de Dios, así
como a la creación. Bajó de la posición más alta para servir a
la humanidad caída, incluso hasta la muerte. ¿Recuerdas lo que
hizo cuando se encontró con sus discípulos en la última cena?

130
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su
dominio, y que había salido de Dios y al él volvía; así que
se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla
a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a
lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla
que llevaba a la cintura. Cuando llegó a Simón Pedro, este
le dijo: ¿Y tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí? Ahora no
entiendes lo que estoy haciendo – le respondió Jesús -, pero lo
entenderás más tarde. ¡No! – protestó Pedro -. ¡Jamás me
lavarás los pies! Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo.
Juan 13.3-8

Anteriormente, habíamos comentado acerca de la tradición


oriental de hospitalidad que incorporaban los judíos: cuando eran
visitados, tenían que lavarle los pies a la visita antes de servirle la
comida. William L. Coleman, en su libro Manual de los Tiempos
Josue
y Costumbres Bíblicas2, enseñó Yoris
que, en los hogares más ricos, el la-
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vado de pies siempre lo hacían los esclavos, ya que era un servicio
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humillante para la sociedad de la época. Si la familia no tenía con-
diciones de tener un esclavo, la mujer lavaría los pies del invitado (en
la antigüedad, las mujeres eran consideradas inferiores a los hombres).
Así que, en la Cena del Señor, Jesús estaba decidido a ense-
ñar a sus discípulos las lecciones de humildad y servicio. Como
no había esclavos ni mujeres en ese lugar, probablemente nadie
lavó los pies de los discípulos antes de la cena. Curiosamente, la
principal disputa entre ellos era sobre quién era mayor (Lucas
22.24). Las cosas estaban tan mal que los hijos de Zebedeo lla-
maron a su madre para que ella le pidiera a Jesús que los colocara
en la posición más alta de Su Reino (Mateo 20.20-21). Si había
una disputa entre ellos sobre quién debería ser el mayor, ningu-
no de ellos ciertamente se inclinaría a lavar los pies del otro y, por
lo tanto, no se pondría en la posición de siervo.
2 Manual dos Tempos e Costumes Bíblicos, William L. Coleman, pág. 24 – Ed. Betânia.

131
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Entonces Jesús, imagen del Dios invisible, Creador del cielo y


de la tierra, Piedra fundamental que sustenta el universo y Señor del
mundo, DESCIENDE para servir a sus discípulos y, al lavarles los
pies, asume la forma de siervo (Filipenses 2.7). En ese momento, el
Maestro testificó a Sus amigos que el hombre más grande del Reino
no es el que vence a su prójimo, sino el que sirve a su prójimo. Puedo
imaginar los sentimientos de aquellos que vieron al Mesías en con-
diciones humillantes lavando los pies de los discípulos.
Cuando llegó su turno, Pedro le dijo a Jesús: «¡Jamás me lava-
rás los pies! ¡Nunca permitiré que hagas algo tan humillante por
mí!». Es en ese momento que Jesús da una de las respuestas más
brutales que un líder puede dar a su discípulo: «Si no te los lavo,
no tendrás parte conmigo». Amigos, esto me duele en el alma.
Mientras los líderes de hoy construyen imperios y amenazan a la
gente diciendo «si no me sirven,
Josue noYoris
tienen parte conmigo», vemos al
Mesías de Dios declarando que aquellos que permanecen en alianza
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con Su Reino son las personas a las que Él vino a servir.
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Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa


o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin
embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve.
Lucas 22.27

Otro signo importante de humildad es la obediencia. Jesús es


el mayor testigo del desarrollo de la obediencia en la historia, por-
que no solo obedeció, sino que siguió obedeciendo hasta la muerte
(Filipenses 2.8). Recordemos que la obediencia no es conformidad,
sino sumisión.
Vivimos en una era donde nadie quiere obedecer a ninguna
ley y/o persona. Hay una crisis de anarquismo en nuestra genera-
ción, lo que está afectando los ambientes de las iglesias en todo el
mundo. Un corazón puro debe ser sumiso en todos los aspectos

132
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

de la sociedad. La obediencia comienza en el ámbito familiar, pasa


por el ámbito social, legislativo y llega a la Iglesia. Pablo afirma que
los santos deben someterse a todas las autoridades, porque son es-
tablecidas por Dios; y el que resiste a las autoridades, en realidad,
resiste al mandato de Dios (Romanos 13.1-2).
Si quieres ser una persona con acceso continuo a la revela-
ción, primero debes convertirte en una persona que obedezca
constantemente a sus padres, al jefe del trabajo, a las leyes de la
nación y a los líderes establecidos en el Cuerpo de Cristo. Como
sabemos, no existe «vuelo solitario» en el ministerio profético.
Por el contrario, toda persona que desea desarrollarse proféti-
camente debe aprender la obediencia, y toda persona profética
debe rendir cuenta de su vida y ministerio a alguna expresión
del Cuerpo de Cristo. Si el Hijo de Dios tuvo que aprender a
desarrollar la obediencia Josue
mediante el sufrimiento (Hebreos 5.8),
Yoris
¿por qué pensamos jyoris90@gmail.com
que estamos exentos de esa responsabilidad?
Actualmente, enHP44916917613337
América Latina y en el mundo, la mayor
crisis que hemos vivido no es política, económica o religiosa,
sino moral. Los estándares de justicia se ven como relativos,
y cada persona es libre para determinar lo que es moralmente
apropiado para su vida de acuerdo con el sistema mundial. En
ese caos anárquico, la Palabra Profética, es decir, la Biblia, es la
única fuente que define de manera confiable los parámetros mo-
rales de la justicia. Las instrucciones establecidas por Dios para
que logremos someternos en obediencia son Sus leyes eternas
reveladas en las Escrituras. Esa es la norma moral que gobierna
toda la creación. La Biblia es un registro del código de conducta
para la gente del Reino de los Cielos, que contiene los deberes
y límites que Dios ha establecido para Su pueblo. Por lo tanto,
cualquiera que se dedique al ministerio profético debe conocer
las leyes del Señor y obedecer a Su verdad. Cualquier práctica de

133
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

vida que viole las leyes de Dios es inmoral y, por lo tanto, ilegal
ante la creación.
La encarnación de Jesús fue un verdadero testimonio de obe-
diencia. Uno de los aspectos más destacados de Su servicio público
es Su intercesión en el Huerto de Getsemaní. El desarrollo de la
oración del Hijo en ese momento nos enseña mucho sobre la
práctica de la obediencia.

Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que,


de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora. De-
cía ‘Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este
trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo quieres tú.
Marcos 14.35-36

La escena que acabo de destacar es muy clara y al mismo


tiempo polémica. Jesús estaba
Josue en Yoris
el Getsemaní, muy cerca de ex-
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perimentar el clímax de Su primera venida para servir al mundo.
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Luego se volvió al Padre y le preguntó si era posible apartarlo del
sacrificio de la cruz. Sin embargo, creo que el problema con Jesús
en ese momento no era que tuviera miedo al sufrimiento físico,
porque cuando se trata de sufrimiento físico, Pablo sufrió mucho
más que Jesús. El Hijo de Dios sufrió una sola cuarentena menos
una (azote). Pablo fue azotado cinco veces, golpeado tres veces,
apedreado una vez (probablemente hasta la muerte) y naufragó
tres veces (2 Corintios 11.24-25). De hecho, creo que Jesús quiso
evitar el momento en el que pasaría por el alejamiento de la pre-
sencia de Su Padre, ya que más tarde declaró en la cruz: «Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (Mateo 27.46).
Sin embargo, independientemente del motivo, la gran verdad
es que Jesús, en su humanidad, no tenía el deseo de ser crucificado,
pero esa no era la voluntad de Su Padre. Aquí encontramos un cla-
ro conflicto entre dos deseos: los deseos de la humanidad del Hijo
y los deseos del Padre. No obstante, el conflicto no duró mucho,

134
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

porque enseguida Jesús proclama ante la creación: «!No se haga mi


voluntad, sino la tuya!». El Señor del mundo rindió Su voluntad y
se sometió al propósito de Aquel que está sentado en el trono.
La obediencia no es conformidad, sino hacer lo que quizás no
queremos hacer; es entregar nuestra vida a la voluntad de otro, aun
creyendo que nuestra voluntad es la más eficaz. Jesús renunció a su
libertad en ese momento. Él obedeció hasta la muerte, lo que lo con-
vierte en la mayor autoridad profética que jamás haya caminado so-
bre la Tierra. Obedientes son aquellos cuyos ojos están abiertos y ve-
rán la gloria de la imagen invisible de Dios en su camino sacerdotal.

MANSEDUMBRE

En la cultura occidental, la mansedumbre


Josue Yoris se asocia a menudo
con la vulnerabilidad, la pasividad o
jyoris90@gmail.com la credulidad. Pero el con-
cepto bíblico es mucho más profundo que eso, la mansedum-
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bre es una de las características del fruto del Espíritu (Gálatas
5.22-23). El concepto hace referencia a la renuncia absoluta de la
batalla por nuestra opinión y posición, es lo opuesto al compor-
tamiento agresivo. Si pudiéramos resumir la mansedumbre en
una frase, sería esta: La mansedumbre es fuerza controlada, la
capacidad de no reaccionar violentamente ante situaciones que
nos molestan, incluso si somos lo suficientemente fuertes y po-
derosos para reaccionar de esa manera.
La humildad tiene que ver con nuestra posición ante Dios y los
hombres; tiene que ver con cómo vivo. La mansedumbre, por otro
lado, tiene que ver con cómo respondo a las situaciones de la vida,
revelando así lo que hay dentro de mí. Jesús dijo: «Aprended de mí,
que soy manso». ¿Cómo manejó la presión de Su misión?

135
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como


cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció
ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.
Isaías 53.7

Jesús fue perseguido, atacado, insultado, herido, humillado


y calumniado, a pesar de que era inocente de todos los cargos.
Ante todo esto, no abrió la boca para defenderse, ni atacó a los
que le rodeaban. Jesús sufrió en silencio, sin responder. Una de
las mayores cualidades de una persona apacible es nunca reaccio-
nar violentamente. Los mansos aprenden lo que significa morir a
la arrogancia y al orgullo, como lo hizo Jesús. Puedes calumniar,
gritar, patear a un muerto como te regale la gana y él nunca res-
ponderá; el muerto no siente nada, no se defiende.
Hay una cosa muy importante
Josue Yoris que debemos aprender los
que estamos en la misión de Dios: cuando somos perseguidos y
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calumniados, ese es elHP44916917613337
momento en el que no debemos defender-
nos. Porque la misión pertenece a Dios, no a nosotros. Si somos
perseguidos por la misión, entonces Dios está siendo atacado,
no nosotros. ¡Dios no necesita ser defendido!
Como hemos dicho, la mansedumbre no tiene nada que
ver con la debilidad. De hecho, es exactamente lo opuesto. La
mansedumbre es la capacidad de tener poder y autoridad y, aún
así, no reaccionar violentamente, cultivando una estructura
emocional estable y sometida a la obra del Espíritu Santo. La
mansedumbre se manifiesta en personas que tienen un alto nivel
de autoridad (dada por Dios) y el autocontrol emocional para
manejar adecuadamente lo que han recibido de Dios.
Jesús era manso, pero no era débil. Era un hombre sediento
de justicia y que no escatimó esfuerzos para dar testimonio de
la verdad. ¿Recuerdas lo que hizo en el templo profanado por
ladrones y mercenarios?

136
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Llegaron, pues, a Jerusalén. Jesús entró en el templo y co-


menzó a echar de allí a los que compraban y vendían. Volcó
las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los
que vendían palomas, y no permitía que nadie atravesara
el templo llevando mercancías. También les enseñaba con
estar palabras: «¿No está escrito: Mi casa será llamada casa
de oración para todas las naciones?» Pero ustedes la han con-
vertido en una «cueva de ladrones».
Marcos 11.15-17

Algunos sugieren que Jesús estaba fuera de control en ese


episodio, pero claramente están equivocados. A lo largo de Su
vida, Jesús nunca abandonó Su postura apacible. Cuando estaba
purificando el tempo, no perdió la cabeza, actuando en un ata-
que de ira, sino que se mantuvo firme en aquel ambiente y ejer-
ció justicia, sin dejar de ser manso.
Josue Si Jesús se saliera de control,
Yoris
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amigo mío... el mundo entero se volcaría en ese instante.
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Cuando era chico y escuchaba a mi madre contar la historia
del sacrificio de Jesús en la cruz, siempre pensaba: «Si Jesús es el
Hijo de Dios y es tan poderoso, ¿por qué los soldados lo humilla-
ron y lo crucificaron y Él no hizo nada?». Hoy puedo entender
Sus motivos. Pensemos juntos en esto: imagínate si Jesús, el susten-
tador de la creación, cuando fuera provocado en la cruz, se pusiera
enojado y descontrolado, gritando a la multitud que lo insultaba,
¿qué sucedería? ¡Todo el universo explotaría! ¡Sería game over! ¡El
fin del juego! Tendría que empezar de nuevo. Pero Jesús obedeció
al Padre, obedeció hasta la muerte, no se defendió ni reaccionó
con violencia, sino que dio su vida en sacrificio por muchos, y era
un cordero sin mancha. El inocente paga el precio de muerte por
los culpables, el Santo derrama Su sangre por los pecadores.
Jesús vino a revelar a la humanidad una nueva perspectiva so-
bre el ministerio profético, un ministerio basado en un corazón

137
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

puro. Hay un momento en las historias bíblicas donde Jesús rom-


pe el paradigma de la profecía de una manera maravillosa, pero
pocos lo notan porque están todo el tiempo maldiciendo y ame-
nazando a las personas «en el nombre de Dios».

Envió por delante mensajeros, que entraron en un pueblo


samaritano para prepararle alojamiento; pero allí la gente
no quiso recibirlo porque se dirigía a Jerusalén. Cuando los
discípulos Jacobo y Juan vieron esto, le preguntaron: Señor,
¿quieres que hagamos caer fuego del cielo para que los
destruya? Pero Jesús se volvió a ellos y los reprendió.
Lucas 9.52-55

Analizando esa conversación entre Santiago, Juan y Jesús, la


primera pregunta que podemos plantearnos es esta: ¿De dónde
sacaron la idea de hacer caer fuego del cielo y matar a quienes
Josue Yoris
no los recibieron de manera amistosa? Por supuesto, según la
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cosmovisión judía y HP44916917613337
cristiana, para justificar esa forma de pensar,
deben de estar refiriéndose a Elías, uno de los más grandes pro-
fetas de la historia. Los discípulos crecieron conociendo la histo-
ria del día que Elías hizo descender fuego del cielo para matar a
los soldados que insistían en que bajara de la montaña en la que
estaba sentado, y así sucedió (2 Reyes 1.10). Pero cuando le hi-
cieron tal sugerencia a su Señor, Jesús los reprendió: «Vosotros no
sabéis de qué espíritu sois». ¿De qué espíritu está hablando Jesús?
Creo que está hablando de un servicio basado en un corazón
puro, apacible y humilde que sigue el camino del amor.

CARACTERÍSTICAS DE UN CORAZÓN CONTAMINADO

Resumiré brevemente las razones que llevan a una persona a


cultivar un corazón impuro, para brindar cautela y advertencias
en situaciones y prácticas que requieren arrepentimiento:

138
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Corazón contaminado por la práctica de pecados

- El acto de pecado nos aleja de Dios y debilita la claridad


de los ojos de nuestro corazón para que podamos con-
templar la belleza de Dios y entrar en Su corazón. Una
cosa es experimentar dificultades de alguna manera, otra
cosa es vivir en pecado;
- Debemos confesar nuestros pecados a Dios y a los que
guardan nuestra vida (Santiago 5.16) y arrepentirnos de
nuestras obras muertas (Hebreos 6.1);
- Necesitamos una comprensión de la gracia, para liberar-
nos de la culpa y el miedo y aceptar el perdón de nues-
tros pecados.

Corazón contaminado con heridas,


Josue Yoris amarguras y penas
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- Siempre será difícil a una persona que tiene el corazón
lleno de tristeza y dolor ver claramente la voluntad de
Dios, porque su corazón está en constante conflicto;
- Debemos comprender la gracia que se manifiesta en el
ejercicio de la compasión, perdonando a quienes nos
han ofendido;
- La humildad nos permitirá pedir perdón a quienes hemos
ofendido. Debemos entender que los conflictos nunca se
resolverán solos y que siempre se debe revelar la verdad para
que todas las partes puedan reconciliarse (Mateo 5.23-24);
- La práctica del perdón y la misericordia liberará tu co-
razón para permitir que la obra del Espíritu del Padre
produzca sanidad y purificación interior.

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Juicios carnales
- El hecho de que juzguemos todas las cosas desde el pun-
to de vista de nuestra carne, y no con ojos espirituales,
muestra un corazón contaminado. Samuel, uno de los
mayores profetas de Israel, fue traicionado por su juicio
personal (por la apariencia) en el caso de la unción de
David (1 Samuel 16.6-7);
- Necesitamos desarrollar una visión espiritual, para que
podamos tener una perspectiva correcta de nuestra vida.
No podemos vivir por ambición egoísta o vanidad, sino
en humildad y creyendo siempre que los demás son su-
periores a nosotros (Filipenses 2.3);
- Debemos clamar por un bautismo de inteligencia espi-
ritual (Colosenses 1.9), es decir, la capacidad de juicio
y raciocinio basada en la revelación
Josue Yoris del Espíritu de enten-
dimiento, uno de los siete espíritus de Dios (Isaías 11.2).
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Deseos impuros

- Nuestros corazones pueden estar endurecidos porque


nuestros deseos impuros se basan en la codicia por lo que
no es nuestro o es ilícito ante Dios. Los deseos de la carne,
los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Juan 2.16);
- Esos deseos carnales siempre están conectados de algu-
na manera con la base del mantenimiento del sistema
mundial: impureza sexual, deseo de poder, amor al dinero;
- Debemos arrepentirnos y confesar nuestros deseos ante
el trono de la gracia. Debemos pedir a los presbíteros
(personas maduras) que oren para que seamos sanados
(Santiago 5.14).

140
· CAPÍTULO 4

MENSAJE

PROFÉTICO
Josue Yoris
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Josue Yoris
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HP44916917613337
J
unto con los apóstoles, los ministros proféticos son lo que
Pablo llama de administradores de los misterios de Dios (1
Corintios 4.1), es decir, les ha sido encomendada la tarea
de ser mensajeros del Señor para servir a Su pueblo y al
mundo. Toda actividad profética tiene como objetivo revelar un
mensaje de Dios, incluso a través de una acción física, como en el
caso de Isaías (Isaías 20.3). Lo importante
Josue Yoris es que ella se transfor-
me en un mensaje comprensible a aquellos con quienes el Señor
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desea compartir Su corazón y mente.
HP44916917613337
Estoy convencido de que el propósito del mensaje profético de
hoy es traer claridad, no duda o confusión. La función de la profecía
es iluminar las mentes que han sido oscurecidas por intoxicar los
pensamientos de Dios sobre la vida y el presente con la vida ordina-
ria. No es bueno decir cosas vagas y que nadie entiende el verdadero
significado del «mensaje profético» y al final se le siga llamando
«misterio». Ese es un comportamiento irresponsable que debe ser
resistido. Estamos llamados a traer LUZ, no TINIEBLAS, en el mi-
nisterio. Recuerda que Jesús habló a la multitud en parábolas, para
que pudieran entender Su mensaje, pero Él reveló a Sus discípulos
los secretos del Reino de Dios (Lucas 8.10).
Otra cosa que debemos recordar acerca de un mensaje pro-
fético es que puede estar dirigido a individuos, grupos de per-
sonas, ciudades o incluso países, y el alcance de ese mensaje está

143
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

relacionado con el nivel de autoridad del mensajero profético y


las jurisdicciones en las que opera. Por eso, todo aquel que quiera
ministrar de manera profética debe ser un mensajero responsable,
que sabe que el mensaje es de Dios y, por lo tanto, no debe ser
manipulado de ninguna manera. Es necesario tener temor y celo.
Permíteme compartir algo: ¿Alguna vez has notado la di-
ferencia entre una persona que se mueve con el vaso vacío y
otra con el vaso lleno? La que tiene el vaso con agua anda cui-
dadosamente para no derramarla. Asimismo, todos los que
cargan los oráculos del Reino deben moverse con extremo
cuidado y celo. Solo se mueve de cualquier manera los que
están vacíos, porque no tienen nada que perder.
Recordemos que cada persona es responsable de sus profecías
y debe responder por todo lo que
Josue ha profetizado. No podemos
Yoris
decir nada en ninguna parte sin querer ser acusados ​​de lo que he-
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mos dicho o hecho en nombre de lo profético. Cuando ministro
HP44916917613337
de manera profética y alguien me confronta con ciertas faltas (que
son aceptables), no tengo derecho a ofenderme. Humildemente,
pido perdón y sigo ministrando a la persona que estoy confron-
tando. ¿Te has dado cuenta de que el único ministerio que Dios le
ha pedido a la iglesia que juzgue es el ministerio profético?

En cuanto a los profetas, que hablen dos o tres, y que los


demás examinen con cuidado lo dicho1.
1 Corintios 14.29

Al profetizar, también debemos tener el cuidado de no agregar


o restar del mensaje cuando lo comunicamos. ¡Esto está absoluta-
mente prohibido! Recordemos que la fuente del mensaje profético
es el Espíritu de Dios, por lo que debemos tener cuidado de expresar
1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

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exactamente lo que recibimos de Él. No tenemos que «mejorar»


Su mensaje para ayudarlo a hacerlo mejor para la audiencia. Pensar
que podemos hacerlo es en realidad un gran error. Recuerda que hay
espacio para el error y el aprendizaje en la dinámica del ministerio
profético (nuevas alianzas), pero habrá serias consecuencias por
cambiar a sabiendas y deliberadamente un mensaje profético de
Dios (Apocalipsis 22.18,19).
Los profetas no solamente hablan la palabra de Dios, sino que
también deben encarnar el mensaje que se les ha encomendado
revelar. La palabra que se les confía afectará inevitablemente su
visión del mundo y cómo manejan su vida, ya que se convierte en
un mensaje para todos. La vida de un profeta es una parábola que
Dios usa para comunicar Su justicia y Su voluntad al mundo. En
la Biblia, vemos a personas haciendo
Josue todo tipo de cosas extrañas
Yoris
para revelar un mensaje a su generación y a la humanidad, tal cual
jyoris90@gmail.com
el profeta Oseas, cuando se casó con una prostituta para condenar
HP44916917613337
la prostitución del pueblo hebreo en relación con la alianza divina
(Oseas 1.2). ¿Qué palabra de Dios ha guiado tus pasos y acciones?
¿Qué mensaje de Dios encarnas en tu vida?
Habiendo concluido que las personas proféticas son desig-
nadas como «mensajeros» de Dios, debemos responder algunas
preguntas: ¿Cuál es el contenido del mensaje que el profeta tiene
que transmitir? ¿Cómo se relacionan sus palabras con la dinámica
del entorno colectivo de la casa de Dios? ¿Qué significa el mensaje
para los santos y el mundo?
Para responder a esas preguntas, pensemos en el conteni-
do del mensaje profético. Personalmente, creo que el ministerio
profético debe funcionar revelando al menos cinco aspectos de
la obra de Dios:

145
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

1. El plan eterno de Dios;


2. El desarrollo histórico del plan divino;
3. El discernimiento de los tiempos y las estaciones, en re-
lación con el plan eterno;
4. ¿Cómo encaja un área geográfica (región, ciudad o nación)
o persona en el plan eterno revelado por el Padre en Jesús?
5. ¿Cuál es el futuro del Señor para nosotros, individual y
colectivamente?

Esas realidades son esenciales para quien quiere participar


en la obra de Cristo que se lleva a cabo desde la eternidad.

EL PLAN ETERNO DE DIOS


Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
El primer aspecto de la obra de Dios que la profecía debe com-
HP44916917613337
prometerse a revelar es el plan eterno de Dios, que se lleva a cabo
desde la fundación del mundo. La obra de Dios se completó en
Cristo desde antes de la fundación del mundo (Hebreos 4.3). Sabe-
mos por la Biblia que Cristo es el Cordero de Dios, que se sacrificó
por el bien de los hombres antes de la fundación del mundo (Apo-
calipsis 13.8; 1 Pedro 1.18,20) y que, por eso, el Padre preparó, a
través del Hijo, un Reino para los santos y para las naciones desde
la fundación del mundo (Mateo 25.34). Los nombres de todos los
miembros de ese Reino están escritos en el Libro de la Vida, escri-
to desde la fundación del mundo (Apocalipsis 17.8), y todos aque-
llos cuyos nombres están escritos en este libro fueron elegidos en
Cristo y destinados a la adopción de hijos antes de la fundación del
mundo, santificados ante el Padre (Efesios 1.4-5).
Independientemente de la línea teológica o la perspectiva
soteriológica que uses para equilibrar tus puntos de vista sobre

146
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

la obra de Dios, creo que esas verdades bíblicas son irrefutables y


deben verse como indiscutibles en el mensaje profético.
Recuerde siempre que el sacrificio de Cristo no fue una
respuesta de emergencia para la presencia del pecado en la crea-
ción. ¡Atención! Dios es omnisciente y nada puede sorprender-
lo. Cuando decidió (en la eternidad) crear el hombre, ya sabía
que el hombre pecaría. A veces se cree que cuando el hombre
pecó en el Edén, Dios se puso desesperado y clamó: «¿Y ahora?
¿Quién podrá ayudarme?» Entonces, Jesús apareció en escena y
dijo: «¡Yo! ¡No contaban con mi astucia!» Eso no sucedió. La
obra de Cristo no es la respuesta de Dios al pecado. De hecho,
Cristo es la solución a los problemas, incluso antes de que surjan.
La obra de Cristo fue establecida por Dios antes de la creación
del mundo, por lo tanto, Josue
todo (elYoris
cielo y la tierra) fue creado por
Dios a través de la persona de Cristo, y él mantiene todo de eter-
jyoris90@gmail.com
nidad en eternidad. HP44916917613337
¡Él es Señor de toda la realidad!

[…] porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en


el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes,
principados o autoridades: todo ha sido creado por medio
de él y para él. Él es anterior a todas las cosas, que por medio
de él forman un todo coherente.
Colosenses 1.16-17

¿Has estado alguna vez en un servicio de adoración en un


grupo de fe donde se hizo un «llamado» para invitar a las per-
sonas a «aceptar a Jesús» como Señor y Salvador de sus vidas?
Entonces, déjame explicarte algo muy interesante: nunca acep-
tan realmente a Jesús, porque Él dijo una vez: «No me escogieron
ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes» ( Juan 15.16). Nunca
acepté a Jesús. Cuando tenía catorce años, todo lo que hice fue

147
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

recibirlo en mi corazón ( Juan 1.12), confiar en Su obra de salva-


ción, arrepentirme de mis pecados y someterme a Su autoridad.
Y cuando alguien se adelanta para «aceptar a Jesús», ¿has
notado alguna vez la oración que esa persona tiene que repetir?
«Señor Jesús, Te acepto en este momento como el Señor y Salvador
de mi vida. Ahora escribe mi nombre en el Libro de la Vida».
Pero, como vimos anteriormente, el Libro de la Vida fue escrito
antes de que todos los hombres fueran creados, así como fueron
escritos los nombres de todos los que fueron redimidos por la
obra del Mesías, y ellos serán salvados del Día de la venganza de
nuestro Dios. Por lo tanto, si el libro ya está escrito, los nombres
no serán registrados todas las veces que alguien recibe al Señor
en su corazón.
Nosotros no entramos en laYoris
Josue obra de Cristo a medias, solo
cuando nos sometemos a Su soberanía. De hecho, las personas
jyoris90@gmail.com
salvas han estado en HP44916917613337
Cristo, incluso antes de la creación del mun-
do. El primer hombre, Adán, fue creado del polvo de la tierra.
Dios sopló aliento de vida en su nariz, y él se convirtió en alma
viviente (Génesis 2.7). La creación de Adán fue el resultado de la
unión de la realidad celestial y la realidad terrenal: polvo + Espí-
ritu = Adán. Pero, ¿y Eva? ¿Cómo fue creada? Eva no fue creada
del polvo de la tierra y luego se unió a Adán como su esposa.
¡No! De hecho, Eva fue creada a partir de Adán. Ella no se unió
a él en medio del camino, sino que salió de su interior porque
siempre estuvo dentro del él.
Cómo el Señor hizo nacer a Eva nos enseña mucho sobre el
propósito eterno de la Iglesia en Cristo. Para concebir a Eva, el
Señor puso a Adán en un sueño profundo. Inmediatamente hizo
una incisión en su costado, tomó una de sus costillas e hizo de ella
a Eva, que se levantó de la tierra (Génesis 2.21-22). ¿Y la iglesia, la

148
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

esposa del Cordero, cómo fue levantada sobre la tierra? Permíte-


me expresar lo que creo: Jesús murió en la cruz. ¿Qué pasó después
de que se quedó dormido? El soldado tomó una lanza y le atravesó
el costado, del cual brotó agua y sangre (Juan 19.34). Cuando el
agua (la Palabra que nos lavó —Efesios 5.26) y la sangre (que nos
purificó —1 Juan 1.7) fueron derramadas, la iglesia (su esposa) se
levantó sobre la tierra. Toda persona que pertenece al Cuerpo de
Cristo no es recibida en Él durante la vida por elección propia. De
hecho, nosotros (los santos redimidos) estamos en Cristo desde
antes de la fundación del mundo, esperando el tiempo que el Pa-
dre ha preparado para revelarnos en gloria sobre todas las cosas.
Como ya hemos mencionado, el plan eterno de Dios apunta
no solo a la cruz y al sacrificio del Cordero de Dios, sino también
al Reino que fue preparado JosueparaYoris
ordenar la tierra desde la crea-
ción del mundo. Ese Reino es constituido por sacerdotes que
jyoris90@gmail.com
fueron elegidos en Cristo a través de Su sangre desde la eterni-
HP44916917613337
dad (Apocalipsis 1.5-6).

Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: «Vengan us-


tedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el
reino preparado para ustedes desde la creación del mundo».
Mateo 25.34

Cada mensajero profético es responsable de la proclama-


ción del Reino eterno y venidero del Señor y del papel de la
Iglesia, que allana el camino para el establecimiento completo
y final del Reino sobre la creación y la participación en el go-
bierno de todas las naciones, como sacerdotes del Dios vivo.
En un Reino global, físico y tangible con sede en Jerusalén, el
Rey descendiente de David se sentará en su trono para gober-
nar el mundo (Zacarías 14.9; Mateo 25.31). Así lo creo.

149
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El deber de los mensajeros proféticos es proclamar el men-


saje de la obra de salvación de Dios desde la eternidad. Toda
persona llamada al ministerio profético debe ser predicador del
evangelio revelado desde la eternidad a su propia generación.

EL PLAN DE DIOS EN LA HISTORIA

Otro aspecto de la función de la profecía es aclarar el desa-


rrollo del plan eterno de Dios en la historia, para que las perso-
nas puedan comprender cómo la obra salvífica de Cristo se ha
desarrollado gradualmente desde la eternidad, es decir, cómo se
ha revelado en la historia. Desde la creación hasta el presente,
en lugar de menospreciar el pasado, debemos agradecerle a Dios
por lo que ha hecho hasta ahora.Yoris
Josue Necesitamos entender que si
no fuera por Su obrajyoris90@gmail.com
salvadora en la historia (hombres y mujeres
obedeciendo a DiosHP44916917613337
a lo largo de los años), ciertamente no esta-
ríamos viviendo nuestras vidas en Dios hoy.
Desde la caída en el Edén, Dios ha revelado a la humani-
dad lo que el gran teólogo y maestro Walter Kaiser Jr. denomina
el plan de la promesa2, nada más que la revelación del Evangelio
de Salvación desde Génesis a Apocalipsis. Eso nos enseña que la
revelación del evangelio de Dios no comienza con el Evangelio
de Mateo, sino con el libro de Génesis (Gálatas 3.8). Desde los
primeros registros de la Biblia, Dios ha revelado Sus planes a las
personas y las ha invitado a ser testigos de Su obra desde el prin-
cipio. Por lo tanto, no podemos hablar de profecía sin hablar de
historia, porque Dios tiene el control de la historia y siempre se
revela en los caminos que ella toma.

2 El Plan de la Promesa de Dios – Teología bíblica del Antiguo y Nuevo Testamentos, de


Walter C. Kaiser Jr., Ed. Vida Nova, pág. 14.

150
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Jesús —el descendiente de mujer, que aplastaría la cabeza de


la serpiente (Génesis 3.15); el descendiente de Sem que extendería
su tienda sobre sus hermanos (Génesis 9.26-27); el descendiente
de Abraham, que sería de bendición para todas las familias de la
tierra (Génesis 12.3,7; Gálatas 3.16); el descendiente de Judá, que
reinaría sobre sus hermanos y todas las naciones le obedecerían
(Génesis 49.8-12); el profeta semejante a Moisés que llevaría en su
boca las palabras del Altísimo (Deuteronomio 18.18); el descen-
diente de David, que se sentaría en el trono de Sion, edificaría la
casa de Dios y reinaría sobre las naciones para siempre (2 Samuel
7.12,13,16); el siervo sufriente que se ofrecería a sí mismo como
sacrificio suficiente para perdonar los pecados de la humanidad
caída (Isaías 53.4-11); el Mesías de Israel enviado por el Padre, que
se manifestó también en Josue
la plenitud
Yorisde Su creación, meta de Su
redención (Gálatas 4.4). La obra y la gloria del Hijo unigénito han
jyoris90@gmail.com
sido revelados a la creación en la historia que Dios ha diseñado.
HP44916917613337
Esto está registrado desde la primera página del libro de Génesis.
En la historia de la iglesia también observamos el desarro-
llar de la misión apostólica y profética del Cuerpo del Mesías.
La antorcha del evangelio y la revelación de la obra de Dios fue
pasando de generación en generación hasta llegar a nosotros. Al-
gunas de las personas que Dios usó para cumplir esa misión: los
primeros discípulos de Jesús y Pedro; Bernabé, Pablo y Apolo
(quienes apostólicamente expandieron y construyeron iglesias
en los países del mundo antiguo); Timoteo, Tito, Aquila y Pris-
cila (quienes colaboraron con la supervisión de las iglesias plan-
tadas por los apóstoles); Atanasio de Alejandría (defensor de
la encarnación y divinidad de Cristo); San Agustín de Hipona
(gran teólogo que influyó mucho en el desarrollo del cristianis-
mo occidental); Anselmo de Cantuarias y Tomás de Aquino

151
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

(quienes tuvieron gran influencia en la formulación de la cos-


movisión cristiana de la Edad Media); John Wycliffe, John Huss
(reformadores que allanaron el camino para la Reforma Protes-
tante); Martín Lutero, Juan Calvino, Ulrico Zuínglio y John
Knox (figuras notables de la Reforma). Esos hombres predicaron
el evangelio de la gracia de Dios a través del sacrificio de Jesús en me-
dio de un sistema de ladrones y mercenarios disfrazados de ovejas.
Jesús nunca se dio por vencido con su iglesia. En todas las
etapas del desarrollo histórico después de la encarnación y resu-
rrección, Dios siempre usó al remanente del pueblo como voz
profética en la tierra para testificar del evangelio de Cristo cruci-
ficado a través de la vida sacrificial. Así como como los siervos de
Dios descritos en la Biblia cometieron muchos errores (algunos
absurdos), eso no impidióJosueque Dios los siguiera usando en el cur-
Yoris
so de la historia, lo jyoris90@gmail.com
que nos lleva a creer que, aún en los tiempos
más oscuros de la humanidad, la Iglesia de Cristo nunca estuvo
HP44916917613337
muerta o paralizada. Dios siempre ha usado y usará Su pueblo
remanente para llevar la antorcha de la verdad en la tierra.
Incluso en la era posterior a la Reforma, Dios sigue levantan-
do personas a que lleven la antorcha del evangelio y enciendan
naciones y generaciones con su testimonio, lo que muchos llaman
avivamiento. Lo vemos en la vida de los avivadores: Jonathan Ed-
ward y George Whitefield (enfatizando la oración y el evangelis-
mo, vieron a miles convertirse a la obra del Mesías); Conde Zin-
zendorf y Moravos (quienes experimentaron un derramamiento
del Espíritu Santo durante cien años de reuniones de oración,
resultando en una de las campañas misioneras más efectivas en la
historia de la iglesia); John Wesley (un gran misionero y evange-
lista que influyó en Inglaterra y América; fue influenciado por el
movimiento moravo y dejó un legado de cientos de misioneros

152
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

legos, lo que estaba prohibido en el sistema religioso de la épo-


ca); Charles Finney y Charles Spurgeon (poderosos predicadores
y maestros que han influido en la teología cristiana hasta el día
de hoy); Evan Roberts (en el siglo XX, lideró el poderoso aviva-
miento del País de Gales que afectó a todo el país y a muchas otras
naciones); William Seymour (en el otro lado del Atlántico, un
reverendo, influenciado por el avivamiento del País de Gales, fue
llamado a liderar el avivamiento de la Calle Azuza, movimiento
que influenció a todo el mundo con un despertamiento y un deseo
de buscar más de los dones del Espíritu Santo).
El avivamiento de la Calle Azuza dio origen al movimiento
carismático, creando un deseo por la obra del Espíritu Santo en
varias denominaciones alrededor del mundo, incluyendo la Igle-
sia Católica. Eso llevó al avivamiento
Josue Yoris de muchos misioneros que
surgieron en las naciones a través del poder del Espíritu Santo
jyoris90@gmail.com
y la difusión del evangelio, realizando innumerables milagros,
HP44916917613337
sanidades y prodigios por doquier. Un ejemplo importante es el
alemán Reinhard Bonnke, que vio la sumisión de miles de perso-
nas al Señor en el continente africano.
En resumen, varias visitas del Espíritu Santo en el siglo XX
tuvieron lugar en varias partes de la tierra a través de personas
piadosas (imperfectas) que se entregaron al Señor y se convir-
tieron en instrumentos de un avivamiento extraordinario en
la historia humana reciente. Dios derramó Su Espíritu en Ar-
gentina cuando estalló el movimiento del discipulado; Corea
del Sur construyó la iglesia local más grande del mundo con un
fuerte énfasis en la oración individual y colectiva en las reunio-
nes familiares; en Inglaterra tuvo lugar la restauración de los
fundamentos apostólicos y proféticos; en China y otros lugares

153
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

como Toronto, Canadá, la experiencia del derramamiento del


Espíritu Santo ha influido en la historia de la iglesia mundial.
Como hemos señalado, Dios ha estado obrando en su iglesia
a lo largo de la historia. Desde la época de los primeros apóstoles
hasta hoy, el Señor se ha revelado a Su pueblo. Una de las fun-
ciones principales del ministerio profético es ver el desarrollo del
plan eterno de Dios, para que podamos aprender todo lo que el
Señor ha ido revelando, así como de los errores que la iglesia de
Jesús ha cometido en el camino. Sería una tontería ignorar la obra
de Dios en la historia. Es ignorancia y arrogancia pensar que todo
lo que Dios está haciendo hoy en la tierra comenzó con nosotros.
Nuestra generación debe ser muy humilde, aceptando que nuestra
vida en Dios comienza no con nosotros, sino con los hombres y
las mujeres que nos allanaron
Josueel camino
Yoris a través de la obediencia,
la entrega total, las lágrimas y los testimonios, el derramamiento
jyoris90@gmail.com
de sangre e incluso sus errores. Seamos humildes y reconozcamos
HP44916917613337
que todo lo que somos en Dios es el resultado de lo que el Señor
ha hecho en Su iglesia a lo largo de la historia. Asimismo, debe-
mos servir con humildad a la generación que vendrá después de
nosotros y allanarle el camino para que viva todo lo que Dios le ha
destinado. En una de las conferencias que hicimos juntos, el men-
tor y sabio Harold Walker dijo algo de que nunca me olvidaré:
«Si vas a cometer errores, sé creativo. Comete errores nuevos. No seas
arrogante, aprende a mirar a tus predecesores y no repitas sus erro-
res». Aquellos que desean entrar en el ministerio profético deben
tener cuidado con dos grandes errores: el primero es rechazar la
historia, al asumir que lo que Dios está haciendo ahora se aplica
solo a sus propias vidas. Como he dicho, desde la resurrección de
Cristo tenemos una pequeña parte de lo que Dios está haciendo
en la tierra a través de Su iglesia. Eso no empezó con nosotros. El

154
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

otro error, que es igual de grave, es ignorar el plan de Dios para


nosotros y simplemente querer ser y vivir lo que Dios hizo en el
pasado. Ese es un problema serio que la iglesia hoy enfrenta. No
podemos rechazar lo que Dios está haciendo y esperar ser la iglesia
del pasado. Bill Johnson ha dicho algo maravilloso acerca de las
características de una generación que quiere experimentar un ver-
dadero avivamiento: «Necesitamos dos cosas para encontrar un ver-
dadero avivamiento: gratitud por lo que Dios ha hecho en la historia
y un deseo de que el Señor se derrame sobre nosotros hoy».

DISCERNIMIENTO DE LOS TIEMPOS Y LAS ESTACIONES

Además de poder observar cómo se ha desarrollado histórica-


mente el plan de salvaciónJosue
para la Yoris
creación, las personas proféticas
jyoris90@gmail.com
también tienen la responsabilidad de determinar dónde estamos en
HP44916917613337
el desarrollo de ese plan. En otras palabras, no solo debemos saber
lo que Dios ha hecho en la historia, sino también desarrollar la ca-
pacidad de recibir revelación sobre lo que Dios está haciendo hoy.
El ministerio profético debe tratar de responder a las siguientes pre-
guntas: ¿Qué le está diciendo Dios a nuestra generación? ¿Cómo
debemos aplicar el evangelio de Cristo en nuestros días? ¿En qué
punto de la edificación de la iglesia de Jesús nos encontramos?
Los dos episodios de Moisés en el desierto con la roca pue-
den servir como ejemplos de lo que voy a describir. Sabemos que
Moisés estaba rodeado de quejas de los israelitas cuando sacó al
pueblo de Egipto y lo llevó al desierto. Los rumores abundaban,
esta vez el motivo era la falta de agua en el distrito de Refidín.
Entonces el Señor le dijo a Moisés que tomara su bastón y gol-
peara la roca delante de los ancianos del pueblo, para que brotara
agua de la roca, y así sucedió (Éxodo 17.2-7).

155
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Años más tarde, en otro momento de su camino como líder


del pueblo de Dios, Moisés se encontró nuevamente rodeado de
murmuración, y por la misma razón: la falta de agua. Pero esta
vez, cuando Moisés consultó con el Señor, recibió una instruc-
ción diferente para intervenir en el asunto.

[…] y el Señor le dijo a Moisés: «Toma la vara y reúne a la


asamblea. En presencia de esta, tú y tu hermano le ordena-
rán a la roca que dé agua. Así harán que de ella brote agua,
y darán de beber a la asamblea y a su ganado».
Números 20.7-8

El problema es el mismo, solo que el tiempo es diferente.


Por lo tanto, lo que dijo el Señor está relacionado no solo con el
evento en sí, sino también con el momento en el que ocurrió el
Josue Yoris
evento. Esta vez Dios le ordenó a Moisés que le hablara a la roca
jyoris90@gmail.com
para que saliera aguaHP44916917613337
de ella. Sin embargo, por increíble que pa-
rezca, Moisés desobedeció al mandato de Dios y golpeó la piedra
dos veces.

Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la


roca, y Moisés dijo: «!Escuchen, rebeldes! ¿Acaso tenemos
que sacarles agua de esta roca?». Dicho esto, levantó la
mano y dos veces golpeó la roca con la vara. ¡y brotó agua en
abundancia, de la cual bebieron la asamblea y su ganado! El
Señor les dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado
en mí, ni haber reconocido mi santidad en presencia de los is-
raelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad
a la tierra que les he dado».
Números 20.10-12

Las consecuencias que enfrentó Moisés por ignorar la voz de


Dios fueron catastróficas. Debido a que desobedeció al mandato

156
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

del Señor y no santificó Su nombre ante el pueblo, se le prohibió


llevar los hebreos a la tierra de Canaán. Hay tantos detalles en ese
pasaje que podríamos pasar horas pensando en ello y discutiéndolo,
pero hay algunos puntos clave en los que quiero centrarme:

- La roca de la que brotó agua en el desierto apunta a Cristo,


nuestra Roca y Fuente espiritual (1 Corintios 10.4). Esa
roca espiritual podía ser herida una sola vez, es decir, Jesús
debería morir una sola vez por la creación, por lo tanto, es
el primogénito de entre los muertos, el único que resucita
y vive para siempre;
- Finalmente, cuando Dios le ordenó a Moisés que hablara
a la roca, ¿por qué él la golpeó? Personalmente, creo que
Moisés estaba tanJosue
influenciado
Yorispor la murmuración de la
gente que inconscientemente
jyoris90@gmail.com se aferró a lo que funcio-
nó en el pasado, independientemente de lo que Dios le
HP44916917613337
había dicho en aquel momento. ¡Ten cuidado! Muchas
veces lo que Dios dijo en tu camino personal en el pasado
puede convertirse en enemigo de lo que Dios te ha dicho
hoy. El fundamento de la obra de Dios es inmutable, y
Sus leyes (la Biblia) son infalibles; esas cosas nunca fallan.
Pero la forma que Jesús ha desarrollado históricamente la
edificación de Su iglesia puede cambiar, y debemos some-
ternos a Su proceso. Curiosamente, Él lo hace a propó-
sito, para que aquellos que son llamados a ser Sus sabios
constructores puedan siempre estar atentos a Su voz y ser
conscientes de cómo el Padre está desarrollando Su obra
en cada estación.
- Aunque Moisés haya golpeado la roca, desobedeciendo al
mandato de Dios, el agua salió y el pueblo bebió el agua

157
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que Dios hizo brotar. Lo que parece correcto no siempre


indica que estamos sujetos a la voluntad de Dios. Moisés
no santificó el nombre de Dios al golpear la roca, pero aun
así funcionó y el pueblo se puso satisfecho y feliz. No todo
lo que da una apariencia profética es una realidad profética,
aunque produzca señales milagrosas y demostraciones de
poder (Mateo 24.24). El pueblo se regocijó con ese evento,
pero Moisés fue desarraigado de la tierra.

Desde la eternidad hasta la estación en la que estamos vivien-


do, hay un tiempo específico para la realización de cada uno de los
propósitos del Padre (Eclesiastés 3.1). El Padre Celestial, según Su
soberana voluntad, predestinó el tiempo, el cual fue determinado
desde la fundación y creación del mundo (Hechos 17.26). Por eso,
Josue Yoris
Jesús nos exhorta (como discípulos suyos) a ver los SIGNOS DE
jyoris90@gmail.com
LOS TIEMPOS propuestos por el para el establecimiento de Su
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autoridad sobre la creación (Mateo 16.2-3). Al describir el minis-
terio de los profetas en su Primera Carta, Pedro afirma que los pro-
fetas buscaron el Espíritu de Cristo para conocer los tiempos y las
circunstancias en que la obra de la gracia de Dios se manifestaría en
la creación a través del ministerio del Mesías.

Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para uste-


des, estudiaron cuidadosamente esta salvación. Querían
descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refe-
ría el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testi-
ficó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la
gloria que vendría después de estos.
1 Pedro 1.10-11

Había una tribu en Israel que tenía una función muy especial
en la organización del reino, la tribu de Isacar. Su función profé-
tica era dar a los santos entendimiento acerca de los TIEMPOS

158
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y el posicionamiento correcto que deberían ocupar en cada épo-


ca. Así, sabían cómo la voluntad del Padre se revelaba ante ellos
cada vez, para que el pueblo de Dios supiera cómo actuar.

De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes.


Eran hombres expertos en el conocimiento de los tiempos,
que sabían lo que Israel tenía que hacer.
1 Crónicas 12.32

Al igual que la tribu de Isacar, debemos escuchar la voz de


Dios en cada estación, comprender cómo edifica Su obra y tener
claro qué es lo que Él está reparando, restaurando o dispen-
sando. Después de un par de mudanzas (siempre agotadoras),
he aprendido algo: cuando te mudas, necesitas sabiduría para
entender qué descartar, restaurar o adquirir.
Josue Yoris
Recuerda que lajyoris90@gmail.com
voz de Dios es como el estruendo de mu-
chas aguas (Apocalipsis 1.15). No sé si has visto el mar durante
HP44916917613337
mucho tiempo, pero cuando lo has visto lo suficiente, llegas a la
conclusión de que cuando el agua está agitada, emite un sonido
estrepitoso y poderoso; cuando está tranquila, emite un sonido
dulce y suave. Sin embargo, la característica más fuerte y pode-
rosa del sonido de muchas aguas es que es constante, indepen-
dientemente si es fuerte o suave. Así es la voz de Dios. A veces
parece atronadora; otras veces, dulce. Pero como el sonido del
agua, ella es constante. LA VOZ DE DIOS SIEMPRE ESTÁ
EN MOVIMIENTO. Entonces el problema no es que Dios
silencie Su voz de vez en cuando, sino que nosotros mismos de-
jamos de escucharla y, por lo tanto, no podemos comunicarnos
con Él constantemente.
Aún en este tema, quiero compartir un último pensamiento
que aprendí y que me dio más claridad. En los últimos años, muchas

159
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

personas en América Latina han levantado la bandera de la «res-


tauración de la iglesia». Conceptualmente, esa es una actividad
sana y, de hecho, divina. Dios mismo guía la iglesia de los santos sal-
vados, tratando de restaurar la obediencia al fundamento apostólico
y profético (Efesios 2.20), es decir, la obra mesiánica, el evangelio de
la cruz y la revelación de Su Ley divina. Eso es bueno y muy necesa-
rio en nuestro tiempo, pero no debemos cometer el error de querer
volver a ser la iglesia del primer siglo en Jerusalén en nombre de una
«seudorrestauración» y tratar de implantarla en la iglesia de hoy.
Subrayo nuevamente que las leyes reveladas por el Hijo a lo largo
de la Biblia (que regulaban las actividades de la Iglesia en Jerusalén
e indicaban los deberes y limitaciones del pueblo consagrado) son
inmutables e irrevocables. Nuestra misión en estos días no es volver
a la iglesia de Jerusalén, sino transformarnos
Josue Yoris en la iglesia que el Se-
ñor quiere que seamos hoy en América Latina y entre las naciones.
jyoris90@gmail.com
Necesitamos unaHP44916917613337
visión espiritual que vea claramente en qué
tipo de iglesia debemos convertirnos, una iglesia sublime que
prepara camino al Señor y recibe el Reino de Jesús en la tierra.
No queremos volver a ser la iglesia del pasado, sino ser la iglesia
del futuro descrita en el Libro de Apocalipsis, en gloria y poder.

POSICIÓN INDIVIDUAL Y COLECTIVA EN EL PLAN DIVINO

En mi opinión, hay otro aspecto con el que deben lidiar las


visiones proféticas: ¿Cómo se relaciona una persona (o región)
con el plan eterno de Dios a medida que se desarrolla en la his-
toria? Además de mirar el plan eterno de Dios, su desarrollo y
en qué punto estamos incluidos en él, también debemos buscar
articular cómo las personas deben someterse a la revelación de la
obra continua de Dios en los pasillos de la historia.

160
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El don de la profecía edifica, exhorta y consuela, también


amplía sus horizontes, ayudándonos a comprender nuestro
destino en Dios y así someternos a la voluntad del Padre para
nuestra vida. La profecía sitúa las personas y las regiones en el
camino angosto que Dios ha trazado desde la creación.
Algunos de los principales misionólogos han sugerido que
el término «misión» sea abolido cuando se refiera a la misión
apostólica de la iglesia en relación con la obra de Cristo de salvar
la creación, porque dicen que en realidad hay una sola misión: la
misión de Dios. Esa misión es redimir toda la creación por obra del
Hijo y establecer Su Reino sobre ella. Entonces yo no tengo una
misión y tú otra, porque como miembros del Cuerpo de Cristo,
nuestra función es unirnos a Su misión y, de esa manera, ser par-
ticipantes de la misión redentora
Josue de Dios en nuestra generación.
Yoris
La misión de Dios es una realidad con muchas formas de
jyoris90@gmail.com
actividad y esferas deHP44916917613337
autoridad. Aunque el reino de Dios consta
de un solo tipo de personas, los sacerdotes (Apocalipsis 1.6), ellos
cumplen diferentes funciones y, por lo tanto, diferentes posicio-
nes de autoridad en el Reino divino, lo que nos lleva a considerar
un principio fundamental relacionado con la misión de Dios: la
jurisdicción espiritual.
Comprender la autoridad da fundamento y claridad a nuestro
lugar en la misión de Dios. La raíz griega de la palabra autoridad es
exousia, que significa «privilegio, poder, influencia confiada y juris-
dicción». Por lo tanto, la autoridad no es más que una autorización
divina para realizar una función, para servir a la obra de Dios en un
área determinada y con un grupo determinado de personas. Quere-
mos explorar el concepto de jurisdicción espiritual.

161
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Para reflexionar más sobre ello, veamos que el mismo Cristo


antes de su encarnación le dijo a Josué, antes de conducir el pue-
blo de Dios, cruzar el Jordán y conquistar la tierra prometida:

Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que


Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, di-
ciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate
y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les
doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había
dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro
pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates,
toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone
el sol, SERÁ VUESTRO TERRITORIO.
Josué 1.1-4, RVR1960

Josué escuchó una cita de Dios


Josue que damos por sentada en los
Yoris
sermones y en la llamada «música cristiana»: «Os he dado todo
jyoris90@gmail.com
lugar que pise la planta de vuestros pies». Pero veamos el con-
HP44916917613337
texto de la declaración. ¿Dijo Dios que cada lugar del planeta que
Josué pisara sería suyo? No, pero ¿por qué no? Porque Dios trazó
límites que Josué debería respetar en la ocupación de la tierra que
estaba delante de él: «Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río
Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone
el sol». Dondequiera que Su pueblo pisara dentro de los límites
que Dios había trazado, Él lo entregaría a sus manos. Por lo tanto,
la condición para que eso sucediera era que Josué y los israelitas
obedecieran a la jurisdicción establecida por Dios.
Así que puedes ir a la derecha, a la izquierda, hacia adelante, ha-
cia atrás e incluso hacer giros locos, pero Dios bendecirá tus pasos
solo si el camino que estás decidido a caminar está de acuerdo con
la autoridad que has recibido de Él. Dios no está comprometido en
bendecir todo lo que hacemos. Su promesa es bendecir a aquellos

162
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que obedezcan a Su misión y observen los límites de autoridad que


Él pone sobre cada uno de ellos. Comprender nuestra jurisdicción
sobre la misión de Dios también nos permite comprender qué ha-
cer y dónde hacer, así como qué no hacer y dónde no hacer. Mi ex-
periencia personal me ha mostrado que saber qué no hacer suele ser
más importante que saber qué hacer, me hace sentir más seguro de
que no estoy perdiendo el tiempo con cosas que están más allá de
mis límites.
Nótese la increíble afirmación de Pablo acerca del principio de
la jurisdicción espiritual en su movimiento para cooperar en la edi-
ficación apostólica del Cuerpo del Mesías.

Nosotros, por nuestra parte, no vamos a jactarnos más de lo


debido. Nos limitaremos al campo que Dios nos ha asig-
nado según su Josue
medida,Yoris
en la cual también ustedes están
jyoris90@gmail.com
incluidos. Si no hubiéramos estado antes entre ustedes, se po-
HP44916917613337
dría alegar que estamos rebasando estos límites, cuando
lo cierto es que fuimos los primeros en llevarles el evangelio de
Cristo. No nos jactamos desmedidamente a costa del tra-
bajo que otros han hecho. Al contrario, esperamos que, se-
gún vaya creciendo la fe de ustedes, también nuestro campo
de acción entre ustedes se amplíe grandemente, para poder
predicar el evangelio más allá de sus regiones, sin tener que
jactarnos del trabajo ya hecho por otros.
2 Corintios 10.13-16

Pablo, el gran siervo de Dios, uno de los mayores referentes del


ministerio apostólico y profético en la historia de la iglesia, con un
excelente registro bíblico de la revelación de los misterios de Dios
y su obra de salvación, estuvo limitado en su jornada ministerial.
Afirma que no se enorgullece demasiado de las obras de los demás,
es decir, no se «mete» a hacer lo que los demás deben hacer según
la voluntad de Dios. Ahora piensa conmigo: si el gran apóstol Pablo

163
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

tenía un límite, ¡imagínate cada uno de nosotros! A veces compara-


mos el ministerio apostólico y profético entre los obreros bíblicos,
por ejemplo: ¿Quién es mayor en el ministerio apostólico y profé-
tico de Dios, Isaías o Daniel? ¿Pablo o Santiago? Cada uno de ellos
fue fiel a la jurisdicción que había recibido del Señor, por lo que to-
dos cumplieron el propósito de Dios. ¡Eso es fantástico!
La profecía ilumina los ojos de individuos y grupos en cuan-
to a cómo deben someterse a la jurisdicción del Reino de Dios,
para que puedan servir en autoridad en la obra del Señor. La pro-
fecía también aclara el propósito de la redención de cada región
(ciudad o nación), para que cada persona entienda cómo enca-
jarse en la misión de Dios y cómo usar sus dones celestiales para
servir a otras regiones y naciones, bendiciendo al mundo.
¿Recuerdas las profecíasJosue queYoris
personas de otros países li-
beraron sobre Brasiljyoris90@gmail.com
desde los años 70 sobre el fin de esta era?
Ellos decían que Brasil sería un granero de misioneros para las
HP44916917613337
naciones. Si esa afirmación es cierta (y creo que lo es), el obje-
tivo colectivo de la nación brasileña es bendecir al mundo en
los próximos años, sirviendo y enviando sacerdotes apostólicos
a todas las naciones, para llevar a cabo la gran misión de la evan-
gelización para que, así, venga el fin3.

MIRANDO HACIA EL FUTURO

Además del análisis del presente, la tarea de la profecía es lla-


mar a todos a mirar el futuro que Dios ofrece. Cuando nuestros
corazones están alineados con el futuro que Dios nos ha traído,
la forma en la que vivimos hoy se ve afectada y entonces tenemos
3 Aunque este es un mensaje profético que ha sido proclamado muchas veces y por diferen-
tes personas sobre Brasil, personalmente creo que encaja perfectamente con toda América
Latina en el escenario del tiempo del fin.

164
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

una nueva visión para el mañana. No hay duda de que esa es una
verdad muy poderosa. Mis decisiones de hoy siempre estarán re-
lacionadas con las metas que tengo al frente de mí. Por lo tanto,
es importante que cuando usemos la profecía al servicio de una
persona o un ambiente colectivo, tratemos de alinear sus expec-
tativas con los pensamientos de Dios, no con nuestros planes. En
resumen, el servicio profético trabaja para anticipar el futuro
escondido en Dios, para que todos puedan sentirlo en el presen-
te. Eso afectará sus pasos en la jornada espiritual.
Todos los misterios de Dios fueron revelados en Cristo (Colo-
senses 2.3) y, por lo tanto, el futuro que Dios tiene preparado para
nosotros se revela a través de la persona de Jesús. Si queremos mirar
hacia el futuro, primero debemos mirarlo a Él, porque por medio de
Él fueron creadas todas lasJosue
cosas enYoris
el cielo y en la tierra (Colosenses
1.16). Él es el maestro de la historia desde el pasado eterno hasta el
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futuro más lejano. Él HP44916917613337
gobierna los pasillos de la historia. Cristo es la
puerta abierta (Juan 10.7) que nos permite ver desde una perspecti-
va celestial lo que vendrá delante de nosotros.

Después de esto miré, y allí en el cielo había una puerta


abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido
como de trompeta me dijo: «Sube acá: voy a mostrarte lo
que tiene que suceder después de esto».
Apocalipsis 4.1

Sabemos que los profetas del Primer Pacto miraran a la persona


del Mesías y, a través del Espíritu de Cristo que estaba en ellos, ha-
blaron del futuro muchas veces y con precisión impresionante.

Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para us-


tedes, estudiaron cuidadosamente esta salvación. Querían

165
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el


Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de an-
temano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que
vendría después de estos.
1 Pedro 1.10-11

Es interesante observar que los profetas hablaban del futuro


desde una perspectiva mesiánica, es decir, todos los eventos que
proclamaban (respecto al pueblo de la alianza y las naciones de
la tierra) se referían al plan de redención que sería revelado en
la persona de Cristo. Sin embargo, vale la pena señalar que esas
predicciones proféticas estaban divididas en dos dispensaciones:
el testimonio de los sufrimientos de Cristo (en Su primera ve-
nida); y las glorias que habrían de manifestarse después de Su
muerte, Su resurrección Josue
y el establecimiento
Yoris de Su Reino sobre
la creación (en Su segunda venida).
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HP44916917613337
Una de las responsabilidades del ministerio profético es dar
a conocer el futuro Reino del Mesías que vendrá a la tierra y los
acontecimientos que prepararán Su manifestación en la crea-
ción. Así, la mayoría de las enseñanzas de Cristo (registradas en
nuestras Biblias) se refieren a la venida del reino de Dios a la
tierra y al código de conducta que los ciudadanos de ese reino
deben seguir. El llamado «discurso profético de Jesús» (Mateo
24.25) revela los detalles del Día en el que volverá a la tierra y
se sentará en Su trono, así como los acontecimientos (literales)
que tendrán lugar antes de Su llegada. Lo que debemos llegar a
ser para participar de su Reino Eterno (Mateo 5, 6 y 7) define el
código de conducta que debemos adoptar como sacerdotes para
participar del Reino de Jesús.
Es responsabilidad del mensajero profético señalar clara-
mente los eventos que tendrán lugar antes de la venida del Día

166
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

del Señor y el establecimiento de Su reino. En vista de las in-


numerables profecías registradas en la Biblia sobre la parousia, la
gloriosa segunda venida de Jesús para gobernar sobre la creación
al final de los tiempos, necesitamos arrojar luz sobre el tiempo y
la estación en que se cumplirá ese glorioso Día. Pablo deja claro
que los Hijos no se sorprenderán de la venida del Señor, sino
que estarán preparados para ella, así como los magos del oriente
estaban preparados para recibir a Jesús en Su primera venida.

Ahora bien, hermanos, ustedes no necesitan que se les escriba


acerca de tiempos y fechas, porque ya saben que el día del Se-
ñor llegará como ladrón en la noche […] Ustedes, en cambio,
hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los
sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son hijos de la luz
y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad.
Josue Yoris
1 Tesalonicenses 5.1,2,4-5
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HP44916917613337
Además de hablar de la voluntad eterna e inmutable de Dios, la
profecía también indica dónde tendría que estar el hombre desde
una perspectiva futura para conformarse a esa voluntad a lo largo de
la historia. Las condiciones de la previsión profética son la obedien-
cia a la voluntad de Dios, la violación de las leyes divinas y la indi-
ferencia a las instrucciones específicas y personales dadas por Dios.

Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fiel-


mente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Se-
ñor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones
de la tierra.
Deuteronomio 28.1

Pero debes saber que, si no obedeces al Señor tu Dios ni


cumples fielmente todos sus mandamientos y preceptos que

167
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas


maldiciones…
Deuteronomio 28.15

Finalmente, la predicación del mensaje profético comienza


con la revelación del plan eterno y su desarrollo en los pasillos de
la historia, en qué época vivimos, cuál es nuestro lugar en estos
días, bien como anticipar el futuro que el Señor está trayendo a
nosotros según Su soberana voluntad.

LA PROFECÍA Y LA EDIFICACIÓN

Cuando se trata de la entrega de mensajes proféticos, quiero


compartir un último concepto: la relación inseparable entre la
Josue Yoris
revelación profética y el ministerio. Eso no es más que la edifi-
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cación del cuerpo místico de Cristo —la Iglesia (Efesios 4.12;
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Mateo 16.18). El contenido de la profecía debe ser siempre fruto
de la revelación, y la transmisión de la revelación coopera con la
edificación de la casa de Dios.
Hay un principio importante de la profecía registrado por
el sabio Salomón en el libro de Proverbios, y aquí hay una guía
para quien quiere profundizar su comprensión de la función de
la profecía en la edificación de la Iglesia del Mesías:

Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que


son obedientes a la ley.
Proverbios 29.18

Ese es un versículo bien conocido y con un significado pro-


fundo sobre el ministerio profético. En el texto original en he-
breo, la palabra profecía en el proverbio es chazon, que puede

168
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

traducirse como «visión, revelación, oráculo». Así que permí-


teme parafrasear el versículo anterior de la siguiente manera:

Sin profecía, el pueblo se corrompe (o se desintegra).

Entonces, si la ausencia de visiones proféticas corrompe a


las personas (las hace caer), entonces podemos estar seguros de
que las personas se edifican y se levantan cuando hay visiones
proféticas. Esa es una verdad muy poderosa.

El que habla en lenguas se edifica a sí mismo; en cambio, el


que profetiza edifica a la iglesia.
1 Corintios 14.4

La edificación del pueblo de Dios tiene que ver con la revela-


ción; y la presencia de la Josue Yoris
revelación tiene que ver con ministrar a
jyoris90@gmail.com
aquellos que buscan a Dios. La revelación no se trata de nosotros,
HP44916917613337
se trata de servir a los demás. Ser una persona con revelación es ser
alguien en constante proceso de conversión a Dios, para que pue-
da convertirse en una herramienta en el proceso de edificación del
pueblo consagrado a Su nombre y a Su obra en el mundo.
Ahora analicemos la escena de la Biblia que nos revela el
proceso de la edificación de la iglesia de Cristo:
En un momento de su camino, Jesús invitó a sus discípulos
a orar con Él en un lugar reservado. Podríamos llamar a ese mo-
mento «reunión colectiva con el Padre en el lugar secreto». En
ese lugar de oración colectiva, Jesús preguntó a sus compañeros:
«¿Quién decís que soy yo?» (Lucas 9.18-20). Pedro respondió au-
dazmente, como siempre: «El Cristo de Dios». Al escucharlo,
Jesús responde de forma intrigante: «Dichoso tú, Simón, hijo de
Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo REVELÓ ningún mor-
tal, sino mi Padre que está en el cielo». De hecho, Jesús le dijo:

169
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

«Pedro, no estés tan animado, porque lo que dices no viene de


ti, sino del Padre, que te lo ha dicho en secreto». Después de la
conversación, Jesús hace una de las declaraciones más poderosas
de Su ministerio público: «Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre
esta piedra EDIFICARÉ mi iglesia, y las puertas del reino de la
muerte no prevalecerán contra ella» (Mateo 16.16-18).
De acuerdo con el texto griego, en esas últimas palabras de Je-
sús hay un juego de palabras muy útil para el desarrollo de nuestro
pensamiento. El nombre de Pedro es petros, que significa «pie-
dra, roca». En las Escrituras, piedra es petra, que se refiere a una
roca dura. Entonces, lo que Jesús realmente hizo fue revelar un
secreto a sus discípulos. Le dijo a Pedro: «Tú eres una piedra, una
partícula que proviene de la gran roca (Daniel 2.34-35), y sobre
esta roca, sobre esta revelación
JosuedeYoris
que yo soy el Cristo, Yo mismo
edificaré Mi iglesia, jyoris90@gmail.com
y ni la muerte podrá prevalecer contra ella».
La piedra fundamental que sustenta a la iglesia en las naciones es la
HP44916917613337
revelación de que Jesús es el Cristo de Dios, y por lo tanto el fun-
damento de la iglesia es la revelación del Ungido. Una comunidad
que no tiene la revelación de quién es Cristo, el Cordero de Dios
que fue sacrificado antes de la fundación del mundo, no es una
iglesia, sino un grupo de personas reunidas en torno a sí mismas.
Este es el proceso que debemos seguir para alcanzar la co-
municación profética y la edificación de la iglesia de Jesús: en el
lugar de ORACIÓN, el Padre nos recompensa con REVE-
LACIÓN, y la revelación sostiene la EDIFICACIÓN. De-
bemos entender que cualquier cosa que construyamos en Dios
debe ser apoyada por la revelación que ocurre cuando volvemos
continuamente nuestra mente y corazón a Dios en oración. Por
lo tanto, no hay revelación sin oración.

170
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Podemos ver la misma realidad cuando se reconstruye el templo


de Dios en Jerusalén, después de que los hebreos (una parte de ellos)
regresaran del exilio en Babilonia. Sabemos que después de regresar
a su tierra, por orden de Ciro, rey de Persia, el pueblo de Dios res-
tauró, en primer lugar, el altar del templo, aun antes de que pusieran
los fundamentos (Esdras 3.1,2,6). Los profetas Hageo y Zacarías
también profetizaron y cooperaron con el liderazgo de Zorobabel y
Jesúa mientras los judíos construían el templo (Esdras 5.1-2).
Lo primero que el Señor está restaurando en nuestra genera-
ción es el altar, el ministerio sacerdotal de los santos redimidos. Si
estamos en un período de restauración, si este período ha sido di-
rigido por el Señor mismo, entonces debemos confiar en que cual-
quier cosa que deba hacerse se hará a Su manera. El altar en estos
días, como en los días posteriores
Josue Yorisal exilio, es la primera cosa que
necesita restauración. Una de las funciones del espíritu profético
jyoris90@gmail.com
de Elías, que se manifestará en la iglesia en el final de los tiempos
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(Lucas 1.17; Malaquías 4.5), será restaurar el altar del Señor, que
ha sido dañado por la desviación del hombre del verdadero sacer-
docio profético (1 Reyes 18.30). Un altar es un lugar de invocación,
un lugar de encuentro entre el hombre y Dios. Estos encuentros
contribuyen al verdadero servicio de los sacerdotes a la creación.
La restauración del altar significa la restauración del lugar de
oración, la restauración del acceso a los altos lugares en Dios por
medio de la sangre de Jesús, derramada para abrir el camino de la
gracia. Sabemos que el servicio de la edificación comienza en el
lugar de oración. Curiosamente, los judíos reconstruyeron el al-
tar antes de que se colocaran los cimientos, a diferencia de lo que
la iglesia latinoamericana está buscando hoy. Mucha gente de mi
generación está realmente buscando el verdadero fundamento
de la Biblia, la teología divina y el conocimiento profundo de la

171
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

sabiduría bíblica. Esas aspiraciones parecen razonables, pero el


problema es que esta generación está buscando fundaciones en
gran medida de forma equivocada. Debemos seguir los procedi-
mientos ordenados por Dios.
En el proceso de edificación de la casa de Dios —la restau-
ración del altar— se lleva a cabo antes de que se construyan los
cimientos. La revelación fundamental apostólica y profética no
puede abordarse sin restaurar el lugar de oración (Efesios 2.20).
Es en ese ambiente que desarrollamos nuestra capacidad de des-
cubrir gradualmente el verdadero fundamento de la casa: Jesu-
cristo, el Hijo del Dios vivo (1 Corintios 3.11).
Sin la oración, la Biblia o la literatura para explicar Sus verda-
des, la investigación puede ser una acumulación de información en
lugar de una revelación. ElJosue
acceso Yoris
a información que llene nuestra
mente con datos confiables sobre las palabras de la profecía, sobre el
jyoris90@gmail.com
mismo Jesús y Sus leyes es invaluable. La revelación, sin embargo, es
HP44916917613337
algo más importante, una realidad que nos lleva a conocer: el mis-
terio de Dios —la persona de Cristo (Colosenses 2.2); el misterio de
Cristo— la iglesia, que son los gentiles y el remanente de Israel que
se encuentra en Jesús y que se convierte en Su familia a través de
Su sangre (Efesios 2.13-20; 3.4-6); y los misterios del Reino de Dios
—principios eternos de las leyes de los cielos que gobiernan toda la
creación (Lucas 8.10). Tales misterios son revelados solo a Sus dis-
cípulos. Toda esta realidad solo se puede comprender si se cultiva
la intimidad con el Padre en el lugar de oración. La raíz hebrea de
la palabra «conocer» es yada (Génesis 4.1), y está asociada a una
relación de extrema intimidad como signo de alianza.
Personalmente, creo que ahora debemos ver tres niveles de
restauración del altar: restauración del altar en entornos indivi-
duales, familiares y colectivos.

172
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Ante todo, la práctica de la oración debe renovarse en la


vida personal de todo seguidor de Jesús. Las reuniones
corporativas no reemplazan la necesidad personal de estar
delante de Dios todos los días. Recuerda que una de las ca-
racterísticas de los testigos proféticos que profetizarán las
palabras de Dios en los últimos tiempos es que «permane-
cen delante del Señor de la tierra» (Apocalipsis 11.4);
- Segundo, necesitamos renovar el hábito de la oración
en nuestra vida familiar. Es necesario detener el enten-
dimiento en la iglesia de que las «mujeres» están obli-
gadas a orar por la familia. Necesitamos no solo mujeres
que oren, sino también familias que oren. Necesitamos
hombres que sean sacerdotes en su hogar y se conviertan
en hombres de oración,
Josuedando
Yorisasí testimonios justos a su
familia. Necesitamos crear un ambiente donde el niño
jyoris90@gmail.com
aprenda y crezca en el lugar de oración, para que pueda
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ser una voz profética para los últimos tiempos; necesita-
mos jóvenes que oren para que puedan ser los profetas de
nuestra generación (Hechos 2.17); y necesitamos muje-
res que oren, para que ellas sean portadoras de sabiduría
para edificar familias justas (Proverbios 14.1);
- En tercer lugar, necesitamos restaurar el altar de oración
colectiva. Un ambiente de oración fuerte y eficaz es el re-
sultado de las familias sacerdotales que se reúnen en co-
munidades de fe para invocar el nombre de Dios. A esa
actitud la podríamos llamar «reunión con el Padre en el
lugar secreto», donde Él nos premia con manifestacio-
nes de su amor, multiforme sabiduría y presencia espiri-
tual. Sin embargo, eso no es posible sin la restauración del
altar personal y familiar.

173
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Después de que se construyó el altar en el templo del Se-


ñor en Jerusalén, los judíos comenzaron a construir el templo de
Dios. Desde la colocación de los cimientos hasta su finalización,
mientras los constructores construían los profetas profetizaban
bajo la influencia del Espíritu Santo sobre ellos, es decir, la pro-
fecía que era liberada, principalmente sobre los supervisores de la
obra (Zorobabel y Jesúa), instruía a los involucrados en la restau-
ración del templo, revelando las dimensiones y los parámetros
del templo de Dios. El Espíritu de Cristo estaba sobre aquellos
que profetizaban (1 Pedro 1.10-11)
El proceso de edificación comienza en el lugar de oración.
Todo lo que se ha de edificar en Dios comienza en el lugar se-
creto donde el Padre recompensa con la revelación. Por lo tan-
to, sin oración no hay revelación de Dios, y toda la información
Josue Yoris
profética viene de lajyoris90@gmail.com
revelación de Dios a nosotros. En todos los
ambientes construidos, la función de la profecía es explicar los
HP44916917613337
propósitos de Dios (el «plan de construcción»), revelando la
persona de Cristo que es el fundamento del templo de Dios.
Cristo no es solo el fundamento de la iglesia, sino también la
piedra angular que sostiene todas las cosas ( Job 38.6).

No hay construcción sin revelación. No existe revelación sin


oración. Y no hay oración sin que volvamos nuestro corazón y
mente a Dios.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LA COMUNICACIÓN PROFÉTICA

Acerca de la comunicación profética, me gustaría ofrecer al-


gunos consejos prácticos que me han ayudado mucho en mi mi-
nisterio profético en los últimos años. Creo que pueden ayudarte

1 74
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

también. Estos métodos protegen tanto la persona que comparte


el mensaje profético (al reducir el error a través de la humildad
y la comunicación sin emociones) como el receptor (al proteger
el mensaje de la interferencia personal y la mala interpretación
de la expresión profética). Estos no son principios indiscutibles,
sino conceptos basados en​​ mi experiencia personal, por lo que se
toman como consejos. Dicho esto, compilaré una lista de suge-
rencias que pueden ser útiles a aquellos que quieren mejorar en el
ejercicio del don de profecía y la difusión del mensaje profético:

- Procura comunicarte siempre de la forma más humilde


y sencilla, evitando cualquier sentimiento de superiori-
dad y misticismo exacerbado. No necesitas cambiar tu
tono o lenguaje Josue
para profetizar,
Yoris o incluso hacer movi-
mientos «pirotécnicos» para crear un ambiente más
jyoris90@gmail.com
espiritual alHP44916917613337
profetizar;
- Evita profetizar utilizando la frase «así dice el Señor».
Recuerda que, en el contexto del Nuevo Testamento,
Dios le habla a la creación a través del Cuerpo de Cris-
to, no solo a través de los profetas, y todo lo profetiza-
do en esta temporada debe ser analizado y confirmado
corporativamente. Cuando tú profetizas en el nombre
de Dios, eliminas la posibilidad de análisis, porque estás
afirmando que Dios mismo está hablando a través de
tus palabras;
- En lugar de hablar en nombre de Dios, utiliza expresiones
como: «Creo que el Señor te hablará» o «Creo que Dios
te está llevando a tal estado...». Esas expresiones crean un
lenguaje simple y modesto, que acerca el destinatario al
mensaje que está siendo profetizado y lo aleja de ti;

175
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Al final del mensaje profético, siempre pregúntale a la


persona que te escuchó si lo que has dicho tiene sentido
y/o si ella tiene alguna duda. Si tu profecía no significa
nada a esa persona, puede ser porque la comunicaste de
manera incorrecta, o porque el mensaje realmente vino
de ti, no de Dios;
- Te aconsejo que evites profetizar con las manos sobre la
cabeza de las personas, especialmente a los extraños que
no están bajo tu autoridad. Siempre recomiendo poner
la mano suavemente sobre el hombro de la otra persona
y transmitir las palabras en un lenguaje que le suene lo
más cercano posible. Eso creará un ambiente fraterno
para la liberación profética;
- Evita profetizar solo,
Josue especialmente
Yoris si el destinatario de
la profecía es del sexo opuesto. Busca siempre un testigo
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que escucheHP44916917613337
y supervise lo que dices, preferiblemente
un creyente maduro que tenga alguna autoridad sobre
la persona que está recibiendo la profecía;
- Pídeles que graben lo que se está comunicando, ya sea
en audio o texto. Eso es importante para poder obser-
var el desarrollo del cumplimiento de la palabra, para
asumir más responsabilidad por las profecías que se
proclamaron;
- Evita usar los dones proféticos en medio a discusiones
calorosas. Si profetizas en un ambiente de ira, dolor o
decepción, podrás ser traicionado por tus propios senti-
mientos, produciendo un mensaje cuestionable;
- Si vas a profetizar una palabra que direccione una ciudad o
nación, antes de anunciarla públicamente, trata de some-
terla al análisis de profetas más experimentados, si posible

176
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

al de aquellos que tienen autoridad sobre la región a la que


quieres profetizar;
- Si tienes una palabra de dirección a una comunidad de
fe, te recomiendo que primero la comparta con el lide-
razgo de ese grupo, ellos tienen derecho a recibirla y tra-
bajarán para entenderla y probar su ejecución;
- Nunca saques o agregues palabras a la revelación que
has recibido de parte de Dios, incluso si ella no tiene
sentido para ti. Recuerda que una palabra no debe tener
sentido para el que la envía, sino para el que la recibe,
por lo que siempre debemos preguntar si la palabra tie-
ne sentido para el receptor;
- No uses el don de profecía para compartir consejos so-
bre el matrimonio, el sexo
Josue del bebé o la muerte de in-
Yoris
dividuos. Esa práctica tiende a salir mal, especialmente
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en ambientes de inmadurez profética y sin supervisión;
HP44916917613337
- Trata de siempre asociarte a un conjunto de compañeros
proféticos, preferiblemente uno que congregue personas
más maduras que tú en la jornada profética. Así siempre
tendrás a alguien que pueda analizar y validar lo que ves y
escuchas de Dios antes de convertirlo en algo público;
- Profetiza en la medida de tu fe. No trates de profetizar
cosas grandiosas, sino de obtener palabras exactas a tra-
vés de tu fe;
- No te desanimes cuando cometas errores. Cualquiera
que desarrolle la práctica del don de profecía algún día
se equivocará. Por eso, Pablo enseñó que debe haber
una conferencia en cada contexto profético. Recuerda
que todos somos discípulos de Cristo que aún están
aprendiendo.

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Josue Yoris
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HP44916917613337
· CAPÍTULO 5 EL

OPERAR DE LOS

DONES
Josue Yoris
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Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
E
n este capítulo nos enfocaremos en el operar de los dones en
el Cuerpo de Cristo. Lo haremos juntos, ampliando nuestra
comprensión y tratando de basar nuestro entendimiento
en las Escrituras, la Palabra Profética, una lámpara capaz de
iluminar toda la oscuridad de nuestro pensamiento y de nuestras
convicciones (2 Pedro 1.19).
La palabra don (del griego charisma, un término muy utili-
Josue Yoris
zado) se refiere al significado de un regalo, algo que recibimos
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sin hacer nada para ganarlo, un agrado de alguien que nos ama.
HP44916917613337
El recibimiento de los dones, de los regalos del cielo, está rela-
cionado con la gracia divina. La gracia es el favor inmerecido de
Dio de parte de Dios, cuando, en realidad, merecíamos la peor
de las puniciones; es un acto de bondad y misericordia divina
sobre la humanidad caída y rebelde. La gracia de Dios el único
motivo por el que todavía respiramos, por el que podemos tener
acceso a Dios y participar del Reino de Su Hijo amado.
Los dones no son dados por meritocracia, sino por la voluntad
soberana de Dios para el cumplimiento de Su propósito eterno a
lo largo de las generaciones. No pueden ser comprados o ganados
por acciones humanas, sino que son obtenidos por la gracia de
Dios. Se dan a cada generación, para que las personas se encuen-
tren en el propósito divino y se conviertan en servidores del Señor
y de la creación. Sí, los dones nos abren el camino para participar
en el desarrollo de la obra de redención de todas las cosas.

181
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

La Biblia habla de varios dones que están disponibles para


las personas y se manifiestan a través de los santos redimidos,
miembros de la iglesia de Cristo. Para que sea más fácil enten-
derlo, dividiremos los dones en tres grupos: el don de Dios, los
dones de Cristo y los dones del Espíritu.

EL DON DE DIOS

Porque por gracia ustedes han sido SALVADOS mediante


la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios,
no por obras, para que nadie se jacte1.
Efesios 2.8-9

El primer don del que Yoris es el don de Dios: la sal-


hablaremos
Josue
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vación. En los versículos resaltados arriba, Pablo describe espe-
HP44916917613337
cíficamente la salvación como un regalo de Dios, que no nos es
dado por méritos u obras humanas, sino por medio de la obra de
la gracia. La palabra griega que Pablo usa para don en el pasaje es
doron, que significa que el don (regalo) es el resultado de la obra
sacrificial de Dios por la humanidad.
La obra de salvación es una realidad iniciada, planificada y
realizada por Dios. En Su obra redentora, la salvación viene del
corazón del Padre al hombre caído, no del hombre caído a Dios.
Jesús afirmó a Sus discípulos que para el hombre es imposible
alcanzar la salvación por sí mismo; eso es posible solo por medio
de Dios Padre (Marcos 10.26-27).
La salvación es el regalo que Dios nos dio en Cristo antes de
la fundación del mundo (Efesios 1.4-5). No somos salvos por lo

1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

182
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que hacemos por Él, sino por lo que Él hizo por nosotros desde la
eternidad. Dios Padre entregó a Su Hijo para morir por nosotros
desde la fundación del mundo (Apocalipsis 13.8), y para darnos
salvación y vida eterna.

Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva


de Dios es VIDA ETERNA en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Romanos 6.23

Gracias a Su misericordia actuante desde la eternidad, aún


antes del primer pecado, tenemos la salvación en Cristo (sozo =
salvación, protección, cura). Él es el Cordero de Dios inmolado
en la eternidad para darnos vida eterna, es el único reconocimien-
to verdadero de Dios y Mesías Jesús, el Apóstol del Padre (Juan
17.3), que nos permite vivir en SuYoris
Josue santa presencia eternamente.
jyoris90@gmail.com
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Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era
arrojado al lago de fuego.
Apocalipsis 20.15

Ese versículo significa que aquellos de nosotros que reci-


bimos el regalo de la salvación a través de la fe en la obra del
Hijo de Dios somos librados de Su ira (el lago de fuego). Por
naturaleza, éramos hijos de la ira (Efesios 2.3) y merecedores
del juicio de Dios por causa de nuestros pecados e iniquida-
des. Por eso, Dios en Su infinita misericordia envió a Su Hijo a
derramar Su sangre en la cruz como rescate por todos los que
eran esclavos del reino de las tinieblas y del reino de la muerte.
«Porque sin derramamiento de sangre no hay perdón de peca-
dos» (Hebreos 9.22). Por gracia, vino a nosotros, nos salvó,
nos libró y nos transportó de las tinieblas al maravilloso reino

183
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

de Su Hijo. Esa realidad no proviene de nosotros, sino de un


don de Dios, para que nadie pueda jactarse de su salvación.
Todos los nacidos de nuevo ( Juan 3.3) reciben la salvación
por medio de Su gracia. La gracia es el don más grande que po-
dríamos ganar, cuando en realidad merecíamos el peor castigo,
que es el de ser consumidos por la ira de Dios. Por gracia, Dios
no nos salvó del diablo o de la muerte, sino de Su ira. Dio a Su
Hijo para salvarnos de sí mismo (Romanos 5.9).

Que nadie los engañe con argumentaciones vanas, porque


por esto viene el castigo de Dios sobre los que viven en la
desobediencia.
Efesios 5.6

Si te has arrepentidoJosue
de tus pecados,
Yoris has creído en el sacri-
ficio y la resurrección de Jesús y lo has aceptado como el Señor
jyoris90@gmail.com
absoluto de tu vida,HP44916917613337
entonces te has convertido en un objetivo
para la poderosa gracia del Eterno Dios. Eso significa que has
recibido el don de Dios.

LOS DONES DE CRISTO


Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la
medida del don de Cristo. Por lo cual dice: «Subiendo a lo
alto, llevó cautivo a la cautividad, y dio dones a los hombres.
Efesios 4.7-8, RVR1960

Cristo, por la gracia divina, descendió a las regiones más bajas de


la tierra, ascendió a los lugares más altos del cielo y entregó dones a la
humanidad. ¿Qué dones nos dio? Pablo afirma que Cristo ascendió
al tabernáculo celestial y dio hombres como dones para ministrar

184
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

a los santos. Cuando Pablo describe los dones de Cristo, también


llamados «los cinco ministerios» (diakonia = oficio, servicio, mi-
nisterio), habla de cinco tipos de «hombres y mujeres dones» que
tienen el poder de ministrar a la iglesia de los santos redimidos.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a


otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.
Efesios 4.11, RVR1960

Los cinco ministerios de Cristo se dan a aquellos que han


recibido el don de Dios desde la fundación del mundo. Luego,
nadie se convierte en profeta o pastor en algún momento de su
vida, porque cada persona que es un don de Cristo ya nasció con
esa misión. Los dones de Cristo no deben buscarse, sino identi-
Josue Yoris
ficarse, desarrollarse y confirmarse bajo la supervisión de minis-
jyoris90@gmail.com
tros ancianos cuyo papel es guiar las personas hasta que puedan
HP44916917613337
madurar y servir responsablemente al Cuerpo de Cristo.

Pero, ¿cuál es el papel de los cinco dones de Cristo


en la iglesia?

… a fin de perfeccionar a los santos para la obra del minis-


terio, para la edificación del Cuerpo de Cristo […].
Efesios 4.11, RVR1960

Los cinco ministerios tienen una función eclesiástica bien


definida: preparar los santos para la obra del ministerio, es decir
que no todos los creyentes tienen una misión respecto al don
de Cristo, solo aquellos a quienes se les encomienda capacitar a
los santos. Los santos son aquellos que fueron consagrados por
el Espíritu del Padre para convertirse en sacerdotes de Su casa

185
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

espiritual. La obra del ministerio es el sacerdocio de los santos,


que produce la construcción del Cuerpo místico de Cristo sobre
la tierra. Los ministerios son los «técnicos» que trabajan entre-
nando el equipo (santos), para que esté habilitado a jugar (obra
de Dios) ante una audiencia (el mundo). Y así como hay más
jugadores que entrenadores en un campeonato de fútbol, ​​hay
más santos en el cuerpo de Cristo —edificadores en la obra del
ministerio— que «hombres y mujeres dones» para entrenarlos.
Llegamos a la conclusión de que la función principal de un
pastor de oficio no es pastorear, sino nutrir la comunidad de fe
y convertirla en un ambiente pastoral. Asimismo, los maestros
deben enseñar a las personas cómo acceder a la revelación a tra-
vés de las Escrituras y comprender la teología bíblica. Los evan-
gelistas inspiran a las personas
Josuecon un entusiasmo ardiente por
Yoris
la obra de Dios y Sujyoris90@gmail.com
evangelio. Profetas capacitan regiones para
que se levanten comunidades proféticas en cada ciudad. Los
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apóstoles capacitan obreros para que se encuentren en la misión
de Dios, edificando comunidades misioneras.
La dinámica es simple: los dones de Cristo capacitan a los santos para
que participen en la edificación del Cuerpo de Cristo. Eso significa
que el Cuerpo de Cristo aún no está listo (no está edificado) y, por
lo tanto, el Cabeza aún no puede unirse a él. Dicha situación con-
firma dos realidades: 1. El servicio de los cinco ministerios no terminó
en el primer siglo con el cierre del canon bíblico; 2. Los cinco dones de
Cristo tienen fecha de caducidad en el contexto de esta era.
¿Hasta cuándo los dones de Cristo serán necesarios?

[…] hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del


conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Efesios 4.13, RVR1960

186
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El servicio de los dones de Cristo es necesario HASTA QUE


la edificación produzca un cuerpo que alcance la unidad de la fe,
el conocimiento del Hijo, la madurez y medida de la estatura de
Cristo, es decir, hasta que la esposa del Cordero alcance un nivel
de madurez que la habilite a casarse con Su esposo.

Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han lle-


gado las bodas del Cordero, y su esposa SE HA PREPA-
RADO. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,
limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones
justas de los santos.
Apocalipsis 19.7-8, RVR1960

Como hemos visto, los ministerios están enteramente li-


gados a la venida de Cristo, también conocida como el Día del
Josue Yoris
Señor, el evento quejyoris90@gmail.com
abrirá la puerta a la fiesta de las bodas del
Cordero. Cristo estáHP44916917613337
listo para casarse, pero espera que Su novia
también lo esté. Entiende: Jesús no es un pedófilo, Él no se casa-
rá con una niña inmadura, sino con una esposa madura.
En la descripción profética, ese preparo o madurez está asocia-
do con la justificación de las obras de los santos. La verdad es que,
si el Cuerpo de Cristo no está listo para el matrimonio, Él no pue-
de regresar. No habrá el regreso de Jesús sin el servicio de los dones
de Cristo en la capacitación de los santos, para edificar un Cuerpo
maduro y justificado. Los cinco dones de Cristo deben estar en
pleno funcionamiento hasta que Cristo regrese, hasta el Día en
que Él regrese para casarse con Su iglesia. Por lo tanto, cualquier
enseñanza que diga que los cinco oficios ministeriales no son ne-
cesarios hoy en día debe ser eliminada de la Iglesia.
A continuación, ampliaremos nuestra comprensión de los
dones de Cristo, al describir brevemente cada tipo de ministerio.

187
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

APÓSTOLES

El término apóstol tiene el mismo significado tanto en la raíz


griega (apostolos) como en la hebrea (shalia): «enviado, embaja-
dor, delegado, emisario y procurador con plena autoridad para
representar al que lo envió», es decir, una persona que nunca
habla de sí misma porque ha sido enviada por una autoridad su-
perior, para llevar a cabo una determinada misión. Por eso, en
su raíz latina (missionis), el apóstol también se llama misionero,
aquel que se unió a la misión de su remitente.
Así como el Padre lo envió, Jesús envió a Sus apóstoles como
mensajeros a las naciones ( Juan 20.21), para que ocuparan y
orientaran regiones enteras, bautizando a personas en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así, edificarían comu-
Josuediscípulos
nidades de fe donde los nuevos Yoris podrían aprender las
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doctrinas de Cristo (Mateo 28.19-20).
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Los apóstoles son los dones de Cristo enviados a las ciuda-
des para crear espacios donde las personas sean atraídas a Dios
a través de la predicación del Evangelio y la revelación abierta
de la salvación y el Reino. Son los iniciadores de la comuni-
dad donde los santos se reúnen en la casa de Dios, enseñando,
confraternizando, orando y partiendo el pan (Hechos 2.42).
El escritor de la Carta a los Hebreos proporciona una mejor
comprensión del caso, señalando a Jesús como apóstol y sumo
sacerdote y creando un paralelo muy interesante con el minis-
terio de Moisés.

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento


celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cristo Jesús; el cual es fuel al que constituyó, como
también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
Hebreos 3.1-2, RVR1960

188
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Jesús no es un apóstol, sino EL APÓSTOL, el Enviado del


Padre. Cristo es nuestra mayor referencia apostólica en la histo-
ria de la humanidad, el modelo para todo lo relacionado con lo
apostólico y profético. Eso significa que todo lo que está fuera de
Cristo no tiene relación con lo apostólico y mucho menos con
lo profético. El pasaje de la Carta a los Hebreos da testimonio de
Su lealtad a Aquel que lo hizo Apóstol y Sumo Sacerdote, como
Moisés, algo muy interesante.
Siguiendo la declaración, creo que Moisés fue un tipo de
Cristo en el Primer Pacto en términos de su ministerio sacer-
dotal y apostólico. Al profetizar la venida del Mesías, confirmó
que Dios enviaría un profeta como él entre sus hermanos (Dt
18.18). Considerando que Moisés fue el arquetipo del ministe-
rio apostólico en el Primer Pacto, podemos ver algunas señales
que indican el servicio deJosue Yorisde Dios:
un emisario
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- Dios lo envió a Egipto —Éxodo 3.10;
- Proclamó el decreto de liberación de los cautivos —
Éxodo 3.12;
- Predicó la revelación de la Ley de Dios (Torá) —Éxodo 24.12;
- Su mensaje fue respaldado por señales y prodigios —
Éxodo 3.20;
- Él edificó la casa (tabernáculo) de Dios, según la revelación
del modelo visto en el cielo —Éxodo 26.30;
- La casa que edificó estaba llena de la presencia gloriosa
de Dios —Éxodo 40.34.

De igual modo, Jesús:


- El Padre lo envió al mundo —Juan 4.34;
- Predicó la liberación de los cautivos (ministerio de la
redención) —Lucas 4.18;

189
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Enseñaba la revelación de la Ley de Dios —Mateo 5,6,7;


- Su predicación fue respaldada por señales y prodigios
—Mateo 4.24;
- Tenía la misión de edificar la casa de Dios: Su iglesia
—Mateo 16.18;
- La casa que está edificando es el santuario en que la pre-
sencia de Dios habitará en Espíritu —Efesios 2.21-22.

Por otro lado, Jesús comisionó personas apostólicas:


- Para conquistar las naciones —Mateo 28.19;
- Difundir el Evangelio de Cristo crucificado para salva-
ción e inclusión de individuos al Reino de Dios — Mar-
cos 3.14; 1 Corintios 1.17;
- Enseñar y llevar Josue
a la gente a comprender la doctrina de
Yoris
Cristo — Mateo 28.19-20; Hechos 2.42;
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- La predicación del mensaje se respaldaría por señales y
HP44916917613337
prodigios — Hechos 14.3;
- Capacitarlos a cooperar con Cristo en la edificación de
su iglesia, la casa de Dios, a través de enseñanzas que
revelaran el plan de Dios para Su santuario terrenal — 1
Corintios 3.10; Efesios 2.20;
- Esforzarse en crear un santuario colectivo del Espíri-
tu en cada nación —1 Corintios 3.16.

Así, concluimos que los apóstoles son regalos dados a la hu-


manidad a través de la Iglesia de Cristo. A partir de la iglesia, son
enviados a dirigir las regiones, predicar el evangelio y enseñar
la doctrina de Cristo. El Espíritu de Dios les dio la fuerza para
ser testigos (mártires) de Jesús (Hechos 1.8). Dan su vida para

190
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

ayudar a cumplir la misión de su remitente: levantar el Cuerpo


de Cristo en todo el mundo.
Sobre la base de tal entendimiento, lo primero que debemos
recordar sobre el envío de apóstoles es que los apóstoles son en-
viados por Dios, es decir, no hay un «envío propio» en la obra
misionera. Nadie tiene derecho a confiar el oficio de apóstol a
otro. Recuerda que los cinco ministerios son dones de Cristo, no
de los hombres. Además, todo el que el Señor ha enviado, es en-
viado a alguna parte (comunidad, región, ciudad o país), por lo
que debes saber adónde es enviado y adónde no. Eso es esencial
en el camino apostólico.
Emisarios apostólicos deben ser sabios constructores (1 Co-
rintios 3.10) que lanzan el verdadero fundamento (la misteriosa
revelación de Dios: Cristo) para que
Josue la iglesia esté firmemente edi-
Yoris
ficada sobre la Piedra angular. Como arquitectos e integradores,
jyoris90@gmail.com
es su función colocarHP44916917613337
las piedras vivas en su debido lugar en la edi-
ficación del santuario para la morada del Espíritu Santo. Los após-
toles trabajan colaborando con las regiones para que cada santo se
disponga en su propria función en la misión de Dios. Ellos preser-
van la unidad del Espíritu Santo y promueven la unidad de la fe
(Efesios 4.3,13) y las alianzas, ejerciendo la paternidad (no pater-
nalismo), sobre los grupos de fe y los ministros (1 Corintios 4.15).
Generalmente, los ministros apostólicos no trabajan exclu-
sivamente para una comunidad de fe, sino que desde allí sirven
como pioneros en las áreas a las que son enviados, identificando
e implementando los requisitos que el Espíritu de Dios determi-
na a cada época. Trabajan con el profeta como implementadores
de lo que vio el profeta. Además, sirven como sabios estrategas para
expandir el Cuerpo de Cristo en las áreas a las que son enviados.

191
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

PROFETAS

En el contexto del Nuevo Pacto, los profetas son también


don de Cristo a los santos que sirven al mundo desde la Iglesia.
Hemos visto que la función principal de los llamados profetas de
oficio no es profetizar, sino entrenar a los santos para que puedan
participar en la obra de Dios y edificar la iglesia del Mesías. Jesús
los dio a la iglesia para guiar a sus discípulos y hacer con que se
conviertan en un pueblo profético. El ministerio de un profeta
de oficio no es crear dependencia de su voz profética, sino tratar
de hacer que los santos sepan comunicarse con la voz de Dios,
para que ellos también puedan profetizar.
Entonces podemos estar seguros, sin temor a equivocarnos,
que una persona que no entrena a otros a desarrollar la profecía
(aunque sea fluente en el don de profecía) no es un verdadero
Josue Yoris
profeta, sino una persona con el don de profecía. La principal
jyoris90@gmail.com
diferencia entre un profeta y una persona con el don de profecía
HP44916917613337
es que un profeta entrena a una comunidad de santos para fun-
cionar en el ministerio profético.

Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos


a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era
uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas
que profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí algunos días,
descendió de Judea un profeta llamado Ágabo […].
Hechos 21.8-10, RVR1960

En el pasaje, Lucas hace una clara distinción entre las cuatro


hijas de Felipe que profetizaban y Ágabo. Ellas tenían experiencia
en el don de profecía, y él era un profeta de oficio, un don de Cristo.
Los profetas designados por Jesús para enseñar a los santos
tienen algunas tareas muy específicas. A continuación, enumero
algunas de ellas:

192
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Capacitar a los creyentes en el Mesías, para que cumplan


Su propósito profético en la tierra —Efesios 4.11-12;
- Servir, con profunda habilidad, a través de los dones
espirituales utilizados como herramientas en la edifica-
ción de los santos y el servicio al mundo —1 Corintios
12.8-10;
- Ser los ojos del Cuerpo, el vidente que lleva la visión de
Dios a la iglesia, a la región y al mundo —Isaías 29.10;
- Servir, junto con los apóstoles, para generar un testimo-
nio apostólico/profético con el fin de revelar el Miste-
rio de Dios, la persona de Cristo, que es el fundamento
de la iglesia —Efesios 2.20, Colosenses 2.2;
- Trabajar diligentemente para destruir las estructuras men-
tales que crean falsos
Josue fundamentos
Yoris y sofismas hasta que
la obediencia a Cristo se apodere de la mente —Jeremías
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1.10, 2, 2 Corintios 10.4,5;
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- Traer claridad acerca de los tiempos, revelando el modo
como el propósito eterno de Dios es establecido en cada
época —1 Crónicas 12.32, Eclesiastés 8.6;
- Predicar la Palabra del Reino, trazando una línea entre
lo santo y lo profano, para que haya arrepentimiento
(cambio de mentalidad) y el acceso al Reino sea abierto
—Mateo 3.1-2, Lucas 3.8-14;
- Inspirar los corazones de las personas a que se vuelvan
a Dios y trabajen para promover la conexión generacio-
nal, para que la tierra pueda ser sanada —Lucas 1.16-
17, Malaquías 4.6;
- Investigar el Espíritu de Cristo, para testimoniar la
obra del Mesías de Dios, anunciando Su sufrimiento,
Su gloria futura, Su salvación y Su terrible juicio. El

193
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

testimonio de Jesús es el espíritu de profecía —1 Pe-


dro 1.10,11, Apocalipsis 19.10;
- Profetizar que Dios traerá el futuro a la historia, desarro-
llando la obra de salvación de Cristo, llamando las perso-
nas a participar en la obra del Mesías – Apocalipsis 4.1.

El profeta ve con claridad desde el propósito eterno de


Dios, pasando por la obra divina en la historia pasada y en los
eventos del presente (2 Reyes 6.12), hasta lo que está viniendo
del futuro de la parte de Dios para nosotros. Su enfoque está
en el establecimiento del propósito divino, es decir, en los pen-
samientos y deseos de Dios acerca de Sus promesas y su cum-
plimiento. En sus proclamaciones, el profeta revela la mente
y el corazón de Dios, ilumina
JosueelYoris
entorno y transforma todo lo
que le rodea. jyoris90@gmail.com
Los profetas brindan instrucciones, guía y revelación a in-
HP44916917613337
dividuos (Hechos 21.10-11) y a entornos colectivos (Hechos
11.28). A menudo, los consideran personas extrañas e impopu-
lares porque se oponen a todo lo que ven como obstáculo a la
voluntad de Dios. No tienen miedo de derribar lo falso para que
pueda revelarse lo verdadero, y trabajan constantemente para sa-
cudir la mente y edificar el espíritu.
Como dice el mentor profético Jim Goll en su libro El Poder
Profético de la Visión2, existen muchas expresiones de servicio en
el ministerio profético y dentro de la comprensión del oficio del
profeta. Dios puede dirigirnos a servir con un enfoque muy espe-
cífico y diferente al de otros que sirven en la misma capacidad que
nosotros. Con base en esa enseñanza de Jim Goll, consideraremos
las expresiones más comunes de la profecía en la actualidad:

2 O Poder Profético da Visão, Jim Goll, pág. 38 – Editora Vida.

194
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Mentores Proféticos: Son profetas cuyo ministerio se enfo-


ca en capacitar a personas con poca (o ninguna) experiencia para
la profecía. Pasan la vida identificando, entrenando, ordenando
y supervisando a los que tienen llamados proféticos. Por lo gene-
ral, los mentores dirigen escuelas proféticas para criar y capacitar
profetas. Ejemplo: Eliseo y Samuel.
Videntes: Individuos proféticos que se enfocan en el reino de
los sueños y visiones, es decir, tienen el don de la clarividencia. El
propósito principal de ese servicio es difundir sueños y visiones,
para despertar al pueblo de Dios a Su propósito eterno y al movi-
miento del reino invisible. Ejemplos: Zacarías, Daniel y Ezequiel.
Profetas que revelan el propósito corporativo de Dios: Su
trabajo se enfoca en reconocer los tiempos y las estaciones que el
Padre ha reservado para promover
Josue YorisSus propósitos, y brindar cla-
ridad y guía al Cuerpo de Cristo. Al enseñar palabras proféticas,
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trabajan para preparar los santos a la segunda venida de Jesús, tal
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como lo hicieron los profetas del Primer Pacto cuando predica-
ron la primera venida de Cristo. (1 Pedro 1.10-11). Ejemplos:
Jeremías, Daniel y Ágabo.
Profetas que señalan la Ley y la Justicia Divina: El propósi-
to de estos profetas es trazar una línea entre lo santo y lo profano
(Ezequiel 44.15-23) y revelar a los elegidos el significado de ser se-
parados para Dios. Basan su enseñanza en el fruto del Espíritu, en
la mente y el carácter de Cristo. Promueven la pureza y la santidad
en el pueblo de Dios y predican la obediencia radical a la Palabra.
Ejemplos: Elías, Malaquías, Ezequiel y Juan el Bautista.
Profetas que predican la responsabilidad social desde la
perspectiva de Dios: Esa expresión del ministerio profético llama
al pueblo de Dios a ser celoso de la justicia divina en la sociedad y
a cuidar de las viudas, los huérfanos, el pueblo y los oprimidos. Su

195
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

propósito es establecer una norma de rectitud y justicia en la vida


de los santos. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, Sodoma
fue destruida no solo por la inmoralidad sexual (Judas 1.7), sino
también por la soberbia y la injusticia social (Ezequiel 16.49-50).
«Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y
más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo» (Genesis 18.20).
Los que sufrieron las atrocidades cometidas por el pueblo de Sodo-
ma y Gomorra elevaron su justo clamor al Padre. Ejemplos: Amós
(Amós 5.11-15,24) y Juan el Bautista (Lucas 3.10-14).
Profetas que transmiten las estrategias divinas en el área
político-económica: Tienen el poder de revelar estrategias admi-
nistrativas específicas a través del Espíritu de sabiduría, que libera
y ayuda a realizar la voluntad de Dios en el ámbito de la economía
y la política. Por ejemplo,JosueJosé fueYoris
un instrumento en las manos
de Dios para administrar los recursos de Egipto durante una crisis
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mundial. Eso convirtió a Egipto en el país más rico de su tiempo.
HP44916917613337
Más tarde, los israelitas abandonaron Egipto, se llevaron algunas
de las posesiones de los egipcios y construyeron el Tabernáculo de
Dios en el desierto. Ejemplos: Moisés, José y Daniel.
Salmistas proféticos: Son líderes proféticos que tienen la
capacidad de profetizar los oráculos de Dios y moldear el am-
biente espiritual a través de la música. Usualmente usan el don
de la clarividencia y reproducen a través de la música lo que ven.
Mediante la obra del Espíritu Santo y la liberación de la poesía,
el salmista profético ayuda a las personas a expresar libremente
su amor por Dios y recibir amor de Él. Los dones del Espíri-
tu Santo fluyen a través de la iglesia bajo el liderazgo del salmista.
Ejemplos: David, Asaph, Hemán y Jedutún.
Intercesores proféticos: Según esta unción, el hombre
asume la responsabilidad de Dios de desatar un ambiente de

196
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

intercesión que puede afectar a individuos, comunidades, ciu-


dades e incluso naciones en la medida en la que Dios le ha dado
autoridad a cada individuo. Por la gracia del Espíritu Santo, las
personas no solo oran a Dios, sino que también aprenden a orar
a la manera de Dios. Esos individuos están comprometidos con la
remisión de la tierra, «mapeando» el territorio para hacer interce-
siones precisas a su favor. Ejemplos: Elías, Daniel y Ana.

EVANGELISTAS

Evangelistas son personas carismáticas y creativas que traba-


jan en dos esferas: provocando pasión por la misión de Dios en
el corazón de los santos, especialmente por la proclamación del
evangelio, e accediendo Josue
con el poder
Yorisdel evangelio del Reino a
ambientes y personas no redimidas. Son hombres y mujeres en-
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viados por Jesús que,HP44916917613337
junto a los apóstoles y profetas, trabajan de
forma regional y se enfocan en la expansión de la familia de Dios
en la tierra.
En el servicio de la iglesia, los evangelistas tienen la función
de formar a los santos para que puedan participar en la edifica-
ción de la iglesia de Cristo en ciudades y regiones. Además de
la evangelización, también deben enfocarse en la formación de
comunidades evangelizadoras que crezcan a medida que perso-
nas se conviertan, y no solo por la adhesión de convertidos de
otras comunidades.
De los cinco ministerios, el de evangelista es quizás el más difí-
cil. Con pocas referencias bíblicas, es difícil describir sus propieda-
des y modo de operación. Solo a una persona se le asignó el papel de
evangelista: Felipe, uno de los siete diáconos originales de la iglesia
de Jerusalén. (Hechos 6.5).

197
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos


a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que
era uno de los siete, posamos con él.
Hechos 21.8-10, RVR1960

Pablo alienta a Timoteo, su hijo en la fe, a hacer la obra de un


evangelista (2 Timoteo 4.5). Pero después de leer esas instrucciones,
creo que incluso a una edad temprana, Timoteo ejercía la supervi-
sión apostólica de las iglesias que Pablo había establecido. Por lo
tanto, usaremos el ministerio de Felipe como base para hablar sobre
el don y la función del evangelista en el Cuerpo de Cristo.
Jesús profetizó acerca del derramamiento del poder del Espíri-
tu Santo, que comisionaría a los santos a ser testigos del evangelio
de Cristo en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la
tierra (Hechos 1.8). Los Josue
apóstoles, sin embargo, se quedaron en
Yoris
Jerusalén por varios años sin enfocarse en la expansión de la iglesia
jyoris90@gmail.com
en otras áreas. DespuésHP44916917613337
de la muerte de Esteban, la iglesia sufrió
gran persecución (Hechos 8.1) y, a excepción de los apóstoles, los
santos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria.
Sabemos por el relato de Lucas que durante la dispersión, a
diferencia de los apóstoles, Felipe salió de Jerusalén hacia Sama-
ria, donde predicó el evangelio de Cristo con el poder del Espíri-
tu Santo. A través de esto, llegó a muchas personas, liberó y sanó
a los afligidos por el diablo, cumpliendo, así, la profecía de Jesús
sobre el avance del testimonio de los santos.

Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predi-


caba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las
cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señalas que hacía.
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos
dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados.
Hechos 8.5-7, RVR1960

198
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Los evangelistas son personas que tienen acceso a lugares


no alcanzados. Trabajan con apóstoles y profetas, allanando el
camino con la predicación del evangelio y la manifestación de
señales y prodigios que confirman su mensaje. Los evangelistas
se centran en llevar a las personas a la redención, la salvación y la
búsqueda del Reino. Esas personas tienen fuerte habilidad para
usar los dones del Espíritu.
Después de su experiencia en la ciudad de Samaria, Felipe,
instruido por un ángel, fue llevado a una poderosa reunión con
un etíope. Esta sección trata principalmente del ministerio del
don del evangelista:

Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco,


funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba so-
bre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
Josue Yoris
volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el
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Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudien-
HP44916917613337
do Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entien-
des lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me ense-
ñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje
de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue
llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así
no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas
su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tie-
rra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego
que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de
algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzan-
do desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Hechos 8.27-35, RVR1960

Los evangelistas, al contrario de lo que mucha gente piensa, de-


ben tener un conocimiento profundo de las Escrituras, porque el
evangelio que testifican no puede basarse en el conocimiento huma-
no. El contenido de su testimonio es la revelación de la personalidad

199
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y obra de Jesús, el Mesías de Dios. Vemos en el versículo mencionado


que Felipe tenía un conocimiento profundo de la Palabra de Dios y
la usó para mostrar el evangelio de Jesús. Esa debería ser una práctica
importante en el ministerio de los evangelistas de hoy.
Cualquier tradición «evangelística» que difunda un men-
saje basado en la experiencia humana, o que llegue a lugares y
personas a través de una estrategia de impacto (social o artística),
pero que no se refiera al evangelio de Cristo crucificado y a la ve-
nida de su Reino ni crea un espíritu de arrepentimiento y reden-
ción, no puede considerarse una verdad práctica del evangelio.
El evangelismo debe incluir la predicación del Evangelio basada
únicamente en las Sagradas Escrituras.
El evangelio es poder de Dios para la salvación de todo cre-
yente (Romanos 1.16), por lo que
Josue los evangelistas deben estar
Yoris
totalmente inmersos en la realidad de este poder. Su camino de
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predicación debe estar siempre acompañado por la aparición
HP44916917613337
del Espíritu, para que la fe de la gente no se base en su poder
de hablar, sino en el poder de Dios (1 Corintios 2.1-5). Lo
que le pasó a Felipe fue asombroso. Por ejemplo, sabemos que
después del bautismo del eunuco, él fue trasladado por Dios a
Azoto (Hechos 8.39-40), y que los lugares a donde iba recibían
una clara manifestación del poder del Espíritu, incluso sus hijas
eran fluentes en el don de profecía.

Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos


a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que
era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas
doncellas que profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí
algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Ágabo.
Hechos 21.8-10, RVR1960

200
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

En resumen, los evangelistas son predicadores apasionados


por el trabajo del ministerio, enfocados en hacer crecer la familia
de Dios entre las naciones. Trabajan en el campo con los após-
toles y profetas y con el testimonio del evangelio de Cristo y la
aparición de las señales que lo confirman, abren las puertas de la
fe en los lugares. También desarrollan el evangelismo a partir de
la Biblia, sirviendo con gran destreza en el servicio de los dones
del Espíritu.

PASTORES

Los pastores guían las ovejas de Dios asegurándose de que


las personas sean cuidadas, protegidas, sanadas y aconsejadas.
Josuesacrifican
Como Cristo, el Buen Pastor, Yoris la vida para crear un
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ambiente seguro, destruyendo la obra destructiva del lobo (Sa-
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tanás) sobre las ovejas de Dios ( Juan 10.11, 12). Por regla, no
funcionan de forma regional, sino que atienden determinadas
zonas y una ciudad diferente cada temporada.
Los pastores se preocupan por el corazón de los santos, ense-
ñándoles a manejar su vida espiritual de la manera correcta y con
base en la Ley de Dios, para que puedan afrontar los problemas
de la vida. Un verdadero pastor no ayuda a crear una atmósfera
de control y dependencia de su voz y guía. De hecho, enseña los
valores de las leyes de Dios para que las personas puedan vivir
sabiamente cada etapa de su camino.
La experiencia de Moisés y Jetro en el desierto nos enseña
mucho sobre el ministerio pastoral. Jetro, cuando vio que Moi-
sés estaba administrando las ovejas de Dios de forma equivoca-
da, le aconsejó:

201
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Al día siguiente, Moisés ocupó su lugar como juez del pueblo, y los
israelitas estuvieron de pie ante Moisés desde la mañana hasta la
noche. Cuando su suegro vio cómo procedía Moisés con el pueblo, le
dijo: ¡Pero qué es lo que haces con esta gente! ¿Cómo es que solo tú
te sientas, mientras todo este pueblo se queda de pie ante ti des-
de la mañana hasta la noche? Es que el pueblo viene a verme
para consultar a Dios —le contestó Moisés—. Cuando tie-
nen algún problema, me lo traen a mí para que yo dicte
sentencia entre las dos partes. Además, les doy a conocer
las leyes y las enseñanzas de Dios. No está bien lo que
estás haciendo —le respondió su suegro —, pues te cansas
tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es dema-
siada pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo. Oye
bien el consejo que voy a darte, y que Dios te ayude. Tú debes
representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas
que ellos tienen. A ellos los debes instruir en las leyes y en las
enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben
Josue Yoris
llevar y las obligaciones que deben cumplir.
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Éxodo 18.13-20, NVI
HP44916917613337

Al ver la forma con la que Moisés pasaba todo su tiempo


ordenando y escuchando todas las necesidades del pueblo, Jetro
argumenta que está equivocado en su forma de cuidar las ove-
jas de Dios. Así, este sacerdote pagano trae una poderosa lec-
ción a su yerno: «¿Por qué, en lugar de escuchar las peticiones
y juzgar toda la situación, no ENSEÑAS LAS LEYES DEL
SEÑOR PARA QUE SEPAN LA MANERA DE ACTUAR
CORRECTAMENTE?». Amigos míos, este consejo es duro
cuando se trata de pastorear en la vida pública.
El trabajo del pastor no es sentarse en su oficina y escuchar
las preguntas de los creyentes y luego aconsejarlos en base a su
conocimiento de la Biblia. Su misión es enseñar los principios
morales de la justicia divina tal como están escritos en las Escri-
turas, para que los santos puedan enfrentar los problemas diarios

202
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y cada adversidad o cada victoria que se les presente. Está claro


que los pastores tienen la función de consejeros. Sin embargo,
aquellos que fueron instruidos por ellos no necesitan depender
del juicio de sus líderes para dar cada paso en sus vidas. Esa de-
pendencia es un hábito de control y manipulación.
La realidad de la vida comunitaria hoy es exactamente lo que
Jetro advirtió a Moisés: los líderes mueren de cansancio y estrés
por la carga abrumadora que la gente ha puesto sobre sus hom-
bros. Por otro lado, las personas perecen porque no conocen la
justicia de Dios y por la dependencia de la relación entre el líder y
los liderados. Recuerda siempre lo que Jesús dijo acerca de su obra:
«Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana» (Mateo 11.30).
Otra cosa que debemos recordar sobre el ministerio pastoral
es que ningún hombre oJosue mujer esYoris
dueño de las ovejas que Dios
le ha dado para servir, lo que significa que todo pastor debe saber
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que en el servicio él es solo un asistente. De hecho, las ovejas per-
HP44916917613337
tenecen a Dios, que redimió con su preciosa sangre derramada
en la cruz las ovejas que una vez anduvieron descarriadas en el
mundo. Nosotros, las ovejas, nos volvemos a Dios y tenemos a
Jesús como Pastor y Bispo de nuestra alma (1 Pedro 2.25).

Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me co-


nocen a mí.
Juan 10.14

Y volvió a preguntarle: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Sí,


Señor, tú sabes que te quiero. Cuida de mis ovejas.
Juan 21.16

¿Alguna vez has escuchado a alguien preguntar «¿Eres una


oveja de la iglesia del pastor Juancito?». Como no hay «iglesia del
pastor Juancito», porque la iglesia es propiedad única y exclusiva

203
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

de Jesús (Mateo 16.18), tampoco existen las «ovejas del pastor


Juancito». Ninguno de los elegidos para el sacerdocio es dueño de
las ovejas de la comunidad de los creyentes redimidos. Las ovejas
pertenecen a Jesús. Cuando ascendió, Jesús dio los pastores como
regalos a Sus ovejas, y su trabajo es pastorear Su rebaño. Todas las
formas de dominación y esclavitud están bajo la influencia del es-
píritu imperialista y deben ser eliminadas del corazón de la iglesia.
La iglesia de los santos es el verdadero símbolo del Reino de Dios
en la creación, por lo que cualquier influencia del imperialismo
debe ser rechazada y apartada de ella.
Con gran temor, quiero advertir a todos los amados pasto-
res. Las ovejas de Dios son como talentos (recursos valiosos) da-
dos a los siervos, para que las cuiden. Cuando el Señor regrese,
seguramente le preguntará a cadaYoris
Josue siervo cómo estaba cuidando
a Sus ovejas. El siervo que será juzgado por no cuidar al pueblo
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de Jesús será llamadoHP44916917613337
inútil y será arrojado a una gran oscuridad,
donde habrá llanto y rechinar de dientes (Mateo 25.30).

MAESTROS

En relación con la iglesia del primer siglo, observamos algu-


nas referencias al ministerio de la enseñanza. Estas, a su vez, se
refieren al mismo Jesús como sacerdote, a quien a menudo se le
llamaba rabino y maestro. La raíz hebrea de maestro es rab, que
está relacionada con los maestros de la Torá (la enseñanza de la
Ley de Dios revelada a Moisés y registrada en el Pentateuco).
Es el deber de estos maestros enseñar dominio propio, respon-
sabilidad y juicio, y dar una interpretación correcta de las leyes
de Dios, para señalar una forma de vida que sea obediente a los
principios morales de la justicia divina.

204
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Jesús, el mayor maestro de esta tierra, dedicó Su obra públi-


ca a enseñar a Sus discípulos el código de conducta del Reino
de Dios, los principios eternos, señalando un modo de vida que
está subordinado a la realidad de ese Reino. Eso fue exactamen-
te lo Él hizo al predicar el sermón de la montaña (Mateo 5,
6, 7), que no es más que la revelación de Jesús de cómo sus
discípulos debían aplicar los principios de la Ley en su vida
cotidiana. El sermón de la montaña es la cosmovisión para la
vida cristiana práctica.
Sabemos que los maestros son la base de los primeros pasos
de la iglesia. Eran hombres como Apolo (educados y bien ver-
sados en
​​ la Biblia), que querían enseñar con precisión acerca de
Jesús (Hechos 18.24-25). Pero, de hecho, después de Jesús, está
claro que el mayor maestro (el que
Josue ministró a los santos al ense-
Yoris
ñar los propósitos eternos de Dios) fue Pablo, quien ministró a
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la iglesia incluso antes de que el Espíritu Santo le ordenara servir
HP44916917613337
en el ministerio apostólico (Hechos 13.1-2). Él fue un profun-
do erudito de la Torá (Torá), un dedicado alumno de la escuela
rabínica de Gamaliel y alguien fundamental en el desarrollo de
la teología bíblica con respecto a la revelación del ministerio del
Ungido de Dios —Su evangelio y obra de redención de la crea-
ción— y para el entendimiento del misterio de Cristo —la igle-
sia del Cordero, la familia de Dios, formada por gentiles y judíos
por medio de una alianza de sangre (Efesios 3.4-6).
Como Pablo, los maestros no son solo aquellos que tienen
un conocimiento profundo de las Escrituras, porque él ya era un
rabino de la Ley antes de convertirse al Señor. Lo que determinó
su asertividad en el ministerio de la enseñanza fueron las revela-
ciones de cómo aplicar las leyes del Reino de los Cielos en la vida
y la historia por el poder del Espíritu Santo.

205
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Es-


píritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por
su gracia él nos ha concedido. Esto es precisamente de lo que
hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu, de modo que
expresamos verdades espirituales en términos espirituales.
1 Corintios 2.12-13

Muchas personas cometen el error de pensar que los maes-


tros deben ser personas «racionales», al contrario de los pro-
fetas que son «místicos». El contenido de la enseñanza de los
maestros comisionados por Jesús puede obtenerse no solo a tra-
vés del estudio sistemático de la Biblia, sino también a través de
la revelación del Espíritu Santo en los escritos de los profetas.
Un estudio exhaustivo de la «letra» debe estar vinculado a la re-
velación del Espíritu Santo, así como
Josue toda revelación debe estar
Yoris
basada en la Biblia para ser considerada confiable.
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En colaboraciónHP44916917613337
con el pastor, el maestro dirige y guía el
ambiente del grupo, enfatizando la revelación de los misterios
del Reino de los Cielos (Mateo 13.11) y su aplicación en la vida
de los santos. Ellos traen entendimiento sobre los procesos que
deben ser comprendidos y colocados en práctica, para que la
familia de Dios sepa cómo participar de la misión salvífica de
Cristo. Exponen las personas a un proceso de comprensión e
implementación, para que la familia de Dios sepa participar en
la misión salvadora de Cristo. Establecen una cosmovisión bí-
blica en el pueblo de Dios. Los maestros entrenan a los santos
para experimentar el Reino Mesiánico en el momento presente,
al comprender los principios revelados en la enseñanza de Jesús
sobre el estilo de vida de los ciudadanos del Reino de Dios.
Voy a enumerar las cualidades que debe tener un maestro al
prestar su servicio:

206
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Ser un profundo conocedor de las Escrituras Sagradas;


- Ser un apasionado por el desarrollo de la teología en la
historia eclesiástica;
- Honrar la tradición, pero luchar contra el tradicionalis-
mo para fines personales;
- Capacidad para manejar el panorama de la Biblia y la teo-
logía práctica;
- Obediencia completa al Espíritu de Dios;
- Tener una visión teocéntrica de la realidad, porque Dios es
el punto de referencia de todas las cosas;
- Someter todo lo que enseña a Dios en oración;
- Ser fluente en los dones del Espíritu;
- Tener habilidad para enseñar los misterios en un len-
guaje común. Josue Yoris
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EDIFICANDO LA CASA ESPIRITUAL

Usando la analogía de la edificación de una casa, trataré


de explicar el papel de los cinco ministerios de Cristo en el
trabajo colectivo de la construcción de la casa de Dios:
EL PROFETA: Su función es observar cuidadosamente
el terreno que recibirá la edificación y determinar las mejores
condiciones para su construcción. También establece estrategias
para la limpieza y nivelación del terreno. La misión de los profe-
tas y los apóstoles es describir el diseño de la planta de la casa que
se construirá, detallando sus dimensiones y su forma.
EL APÓSTOL: Es su deber coordinar la construcción de
acuerdo con las especificaciones que le reveló el profeta. Se en-
carga de determinar la mejor estrategia constructiva y la cadencia
más adecuada a la obra. Los apóstoles y profetas son la base del

207
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

éxito de la arquitectura, por lo que trabajan juntos para sentar las


bases que sustentarán el edificio. Sin tal cooperación, se pueden
producir daños en la estructura durante la ejecución de las obras.
EL MAESTRO: Su función es revelar el proceso de trabajo
a los obreros de la casa (los santos), sus reglas, deberes y dere-
chos. Es el responsable de comunicar las normas de funciona-
miento de la casa a todo el personal que hace parte de ella.
EL PASTOR: Su función es administrar la casa y adminis-
trar conjuntamente la vida de cada trabajador individual. Tiene
una responsabilidad importante en el cuidado de las personas
que se lesionan en el trabajo. Es responsable de mantener las re-
laciones entre el personal y crear un ambiente familiar.
EL EVANGELISTA: Su función movilizar a más personas
para que cooperen en laJosue
construcción
Yorisde la casa. Es reclutador
y cazatalentos. Además, anima a los trabajadores de la casa para
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que el ritmo de trabajo nunca se ralentice.
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LOS DONES DEL ESPÍRITU

Hasta ahora hemos visto que la salvación es el don de Dios, el


acceso a la realidad del Reino, y los cinco oficios son los dones de Cristo
que permiten a los santos participar en el ministerio y la obra de edi-
ficación del Cuerpo de Cristo. Veremos ahora el papel de los dones
del Espíritu Santo en toda esta dinámica de la obra divina.
Personalmente, creo que los dones espirituales que Pablo
describe en su Carta a los Corintios son herramientas que Dios
ha dado para ayudar los santos a participar en Su obra. Eso su-
cede a través del derramamiento del Espíritu Santo sobre los
creyentes, capacitando-los en poder para que sean testigos del

208
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

evangelio de la resurrección (Hechos 1.8) y participen en la


construcción de la casa de Dios.

A cada uno se le da una manifestación especial de Espíritu


para el bien de los demás. A unos Dios les da por el Espíritu
palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra
de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a
otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a
otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discer-
nir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros,
el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único Es-
píritu, quien reparte a cada uno según él lo determina.
1 Corintios 12.7-11

Los dones del Espíritu se manifiestan según la voluntad del


Espíritu para el cumplimiento de los propósitos divinos, no se-
Josue Yoris
gún los designios humanos. Pero, así como Pablo enseña que el Es-
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píritu distribuye Sus HP44916917613337
dones como Él quiere, también nos enseña a
ser diligentes en la búsqueda de los dones y a practicarlos en amor.

Empéñense en seguir el amor y ambicionen los dones espiri-


tuales, sobre todo el de profecía.
1 Corintios 14.1

El don de la salvación debe ser recibido por la fe en Cristo por


gracia, a través del arrepentimiento de pecados. Los dones de Cristo
no deben buscarse sino cultivarse, porque es una responsabilidad
innata de toda persona a la que se ha confiado la santidad. Pero sa-
bemos, por la enseñanza de Pablo, que todos los que han nacido
de nuevo por el Espíritu Santo a través de la gracia pueden y deben
buscar los dones espirituales para su edificación y servicio a la obra
del Cuerpo de Cristo en la tierra (1 Corintios 14.4).

209
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

A continuación, veremos una breve descripción de cada uno de


los dones del Espíritu Santo mencionados por Pablo.

VARIEDAD DE LENGUAS

El don de variedad de lenguas que se recibe por el Espíritu está


en realidad relacionado con la restauración del lenguaje espiri-
tual. Recibir ese lenguaje de Dios, que es un aprendizaje más es-
piritual que natural, puede manifestarse en la vida de los santos
de maneras diferentes:

- Recibir, de forma «sobrenatural», un idioma preexis-


tente, de forma momentánea o permanente, a través de
la obra poderosaJosue
del Espíritu
Yorisen la vida de un santo, se-
gún la voluntad soberana de Dios. Sea con un propósito
jyoris90@gmail.com
evangelístico HP44916917613337
o como una señal poderosa, para que la fe
en la obra de Cristo aumente (Hechos 2.4-12);
- Recibir alguna comunicación profética a través de lenguas
espirituales y no inteligibles naturalmente, para edificación
colectiva en el ambiente de la comunión de los santos. Sin
embargo, en este caso, es necesario interpretar las lenguas
espirituales en un lenguaje humano, para que todos los pre-
sentes sean edificados (1 Corintios 14.26-27);
- La capacidad dada por el Espíritu Santo de orar a Dios a
través de un lenguaje espiritual que el creyente recibe in-
dividualmente. Cada vez que oramos en lenguas, somos
edificados porque el Espíritu Santo da a conocer a nuestro
espíritu el misterio del Padre (1 Corintios 14.2), y enton-
ces nuestro espíritu se llena por completo de la verdad de
Dios. Por eso Pablo declaró que oraba en lenguas más que
todos los cristianos (1 Corintios 14.18).

210
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¿POR QUÉ DEBEMOS BUSCAR EL DON DE LENGUAS?

El hablar en lenguas es el don más importante para el desa-


rrollo personal, pues de los nueve dones espirituales que Pablo
describió a los corintios, este es el único que no tiene una función
de servicio para el grupo, sino de edificación del propio individuo
que lo posee (1 Corintios 14.4). Porque no sabemos orar bien, el
Espíritu del Padre intercede eficazmente por nosotros con gemi-
dos que no pueden expresarse con palabras (Romanos 8.26).
Creo que el derramamiento del don de hablar en lenguas está
relacionado con la restauración de la comunicación espiritual de
Adán con Dios en el Jardín del Edén. Sobre ese tema, permíteme
compartir un pensamiento especial que no tiene apoyo bíblico:
creo que el poder de Dios le dio a Adán un lenguaje espiritual en
el Jardín del Edén. PodemosJosuever aYoris
Adán, Eva y sus hijos hablando
jyoris90@gmail.com
directamente con Dios incluso después de su caída y expulsión
HP44916917613337
del Jardín. Solo había un idioma en todo el mundo, y ese era el
idioma recibido en el Edén, que permitía al hombre comuni-
carse directamente con Dios. Pero en el incidente de la Torre
de Babel, cuando la humanidad se movilizó en rebelión, Dios
confundió el lenguaje de la humanidad (Génesis 11.9). Yo creo
que, al separar los lenguajes, Dios sacó de la tierra el lenguaje
espiritual que Adán usó en el Edén. Debido a esto, el hombre ya
no se comunicaba directamente con Dios, y Dios comenzó a re-
velarse al hombre a través de sueños, visiones, ángeles y diversas
teofanías. Muy pocos vieron a Dios manifestarse como amigo.
A medida que el pueblo de Jerusalén se movilizaba en obe-
diencia y humildad para orar a Dios, Dios mismo volvió a derra-
mar sobre la humanidad la capacidad de comunicarse directa-
mente con su corazón a través del lenguaje espiritual. Creo que
cuando oro en lenguajes espirituales (aunque mi mente no los

211
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

entienda), estoy en comunicación directa y perfecta con Dios,


tal como Adán se comunicó con Él en un principio. Sé que suena
loco, pero realmente lo creo.
Ahora veamos dos mentiras sobre el don de hablar en lenguas
que necesitan ser refrenadas en la comunidad de los santos actual:

- El don de hablar en lenguas es «LA» prueba del bau-


tismo del Espíritu: Esa afirmación es falsa. Sabemos que
el bautismo del Espíritu Santo es la efusión del poder del
Espíritu Santo SOBRE una persona (Hechos 1.8; Hechos
19.2-6), y que es un evento distinto al de la regeneración
del hombre interior a través del recibimiento del Espíri-
tu DENTRO de los santos, por medio de la fe (Génesis
2.7; Juan 14.16-17; 20.22).
Josue Realmente, en los Hechos de
Yoris
los Apóstoles la mayor prueba del bautismo en el Espíritu
jyoris90@gmail.com
Santo es hablar en lenguas espirituales (Hechos 10.45-46;
HP44916917613337
19.6). Pero si hablar en lenguas es la única evidencia del
derramamiento del Espíritu Santo, cuando a Jesús Se le dio
autoridad sobre Su vida en el río Jordán, obviamente ora-
ría en lenguas, lo cual no sucedió (Mateo 3.16). El don de
hablar en lenguas es una de las evidencias del bautismo
del Espíritu, pero no el único testimonio, por lo que una
persona puede recibir el bautismo del Espíritu Santo y usar
Sus dones sin hablar en lenguas (1 Corintios 12.30). Creo
plenamente que personas como Jonathan Edwards, John
Wesley y Evan Roberts fueron bautizados por el Espíritu
Santo con Sus dones sin que hayan manifestado pública-
mente el don de hablar en lenguas.
- Pablo prohíbe hablar en lenguas en el culto público:
Este es un sofisma antiguo en la enseñanza de los dones

212
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

espirituales. Pablo ordena claramente: «no prohíban que


se hable en lenguas» (1 Corintios 14.39). Por eso, no pro-
híbe hablar en lenguas en el culto público, pero advierte:
«Si no hay intérprete, que guarden silencio en la iglesia y
cada uno hable para sí mismo y para Dios» (1 Corintios
14.28). Mi interpretación de este pasaje es muy simple:
cuando no hay interpretación de lenguas en las reunio-
nes de la iglesia, no se dirijan a los hermanos hablando en
lenguas espirituales, mas oren para sí mismos y para Dios,
aunque estén en un ambiente de reunión.

INTERPRETACIÓN DE LAS LENGUAS

Si el don de variedadJosue Yoris


de lenguas es la capacidad de comuni-
jyoris90@gmail.com
carse a través de un lenguaje espiritual, el don de interpretación
HP44916917613337
de las lenguas es la habilidad de interpretar ese lenguaje. Curio-
samente, buscar el don de interpretación no es una opción a
aquellos que oran en lenguas, es, más bien, un mandato de Pablo
a la iglesia.

Por esta razón, el que habla en lenguas pida en oración el


don de interpretar lo que diga.
1 Corintios 14.13

El propósito de buscar interpretación es edificar la iglesia.


Cuando hablamos en lenguas, estamos hablando espiritualmen-
te de misterios de Dios (1 Corintios 14.2), por lo que debemos
comprometernos a buscar esos misterios de manera comprensi-
ble a través del don de interpretación de lenguas para la edifica-
ción del ambiente colectivo en el que participamos.

213
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero mu-


cho más que profetizaran. El que profetiza aventaja al que
habla en lenguas, a menos que este también interprete, para
que la iglesia reciba edificación.
1 Corintios 14.5

La interpretación de lenguas es muy importante para orga-


nizar el servicio de los dones espirituales en la iglesia. En el con-
texto del grupo, puedo interpretar mis oraciones en el Espíritu
Santo, así como las oraciones de mi hermano, para que todos
sean bendecidos por la revelación del Espíritu Santo a la iglesia.

Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho


tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete.
1 Corintios 14.27
Josue Yoris
Lo práctico quejyoris90@gmail.com
hay que recordar acerca de esta capacidad
espiritual es que la HP44916917613337
interpretación de lenguas no es necesaria-
mente una traducción de lenguas, es decir, una traducción libre
de un idioma a otro. La interpretación intenta revelar el mensaje
que se transmite, que puede ser una larga serie de oraciones o
simplemente un mensaje corto. La interpretación es fundamen-
talmente la comunicación de la esencia de los misterios que el
hombre proclama por medio del Espíritu Santo.
Incluso con respecto a este don, me gustaría comentar algo
que puede ser de ayuda a aquellos que desean profundizarse en
la práctica de los dones del Espíritu Santo. Si el don de inter-
pretación es la capacidad de interpretar el lenguaje espiritual,
entonces este don nos permite interpretar cualquier lenguaje
espiritual, no solo lenguas. Creo que el mismo don que usamos
para interpretar lenguas puede usarse para interpretar sueños,
visiones, enigmas y parábolas dadas por el Espíritu Santo.

214
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

PALABRAS DE CONOCIMIENTO

El don de la palabra de conocimiento no es más que la reve-


lación del mensaje del Espíritu de Dios que se aplica a la vida o
situación social de una persona. Ese don espiritual no tiene nada
que ver con el conocimiento obtenido por la observación, el es-
tudio o la experiencia, sino con el conocimiento real que no se
puede aprender sin la revelación espiritual de Dios.
La palabra de conocimiento habla sobre la situación actual de
una persona (sus pensamientos, acciones y errores) y todo lo que
ha sucedido en su camino hasta el momento. El conocimiento de
la revelación siempre se refiere al presente y al pasado, no al futuro.
Hay varios lugares en la Biblia que hablan de personas que ac-
túan con asombrosa precisión usando tal don, como el ejemplo de
Eliseo, quien le reveló al rey de Israel todos los planes del ejército sirio,
Josue Yoris
dándole ventaja a los jyoris90@gmail.com
ejércitos de su gente cuando estaba en la guerra.
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El rey de Siria, que estaba en guerra con Israel, deliberó con sus
ministros y les dijo: «Vamos a acampar en tal lugar». Pero el
hombre de Dios le envió este mensaje al rey de Israel: «Procura
no pasar por este sitio, pues los sirios te han tendido allí una
emboscada». Así que el rey de Israel envió a reconocer el lu-
gar que el hombre de Dios le había indicado. Y en varias otras
ocasiones Eliseo le avisó al rey, de modo que este tomó precau-
ciones. El rey de Siria, enfurecido por lo que estaba pasando,
llamó a sus ministros y les reclamó: ¿Quieren decirme quién
está informando al rey de Israel? Nadie, mi señor y rey —res-
pondió uno de ellos—. El responsable es Eliseo, el profeta que
está en Israel. Es él quien le comunica todo al rey de Israel,
aun lo que Su Majestad dice en su alcoba.
2 Reyes 6.8-12

Jesús también usó palabras de conocimiento a lo largo de


su ministerio al predicar a personas y ciudades. Por ejemplo,

215
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

cuando Natanael le preguntó a Jesús cómo lo conocía, él declaró:


«Te vi debajo de la higuera antes de que Felipe te llamara» ( Juan
1.47,48). Mientras estuvo en la tierra, Jesús conocía los pensa-
mientos de los que resistían (Mateo 9.4; 12.25) e incluso supo el
momento exacto de la muerte de Su amigo Lázaro ( Juan 11.11-
14). Sin embargo, quizás una de las palabras de conocimiento
más llamativas es la que le da a la mujer samaritana en el pozo:

Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá – le dijo Jesús. No tengo


esposo – respondió la mujer. Bien has dicho que no tienes es-
poso. Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes
no es tu esposo. En esto has dicho la verdad. Señor, me doy
cuenta de que tú eres profeta.
Juan 4.16-19

Josue abre
La palabra de conocimiento Yoris el camino de la fe en el am-
jyoris90@gmail.com
biente, para que la profecía pueda ser revelada. Antes de que Jesús
HP44916917613337
profetizara acerca de los verdaderos adoradores que el Padre le-
vantaba sobre la tierra (Juan 4.23), abrió el camino a la fe cuando
dio la palabra de conocimiento al corazón de la mujer, tocando el
punto más sensible de su existencia. Eso la llevó a testificar acerca
de Jesús, al afirmar que él había dicho todo lo que ella había hecho
(Juan 4.29). Jesús no le contó todo a la samaritana, solo le reveló aque-
llo que era el centro de sus conflictos internos en aquel momento.
El don de conocimiento, como los demás dones espirituales,
tiene la tarea de edificar, no de exponer deliberadamente los pe-
cados e imperfecciones de alguien, humillándolo y acusándolo.
Las personas proféticas no usan los dones para amenazar ni acu-
sar a otros, ya que esto es obra de brujería y no tiene nada que ver
con la misión de Dios.
Ese tipo de comunicación espiritual también es muy utilizado
por brujos y curanderos, pero en este caso se realiza a través de la

216
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

influencia de espíritus caídos que revelan las circunstancias actua-


les y pasadas de la persona. Como las informaciones no están rela-
cionadas con el futuro, los espíritus pueden hablar con exactitud.

EL DON DE PROFECÍA
Como hemos dicho, el don de profecía es la transmisión de
la revelación del corazón y la mente de Dios a través del lenguaje
humano y la obra del Espíritu. La profecía hace que una persona
entienda cómo Dios la ve. Su propósito es edificar, consolar y ex-
hortar a personas y ambientes (1 Corintios 14.3). De igual mane-
ra, ministra al corazón de los que no creen, revelando la presencia
de Dios para que la puerta de la fe se abra en su vida y los conduzca
al arrepentimiento y a la salvación (1 Corintios 14.24-25).
En la organización de la iglesia, el don de profecía es esen-
Josue Yoris
cial para la edificación del Cuerpo de Cristo, así como el don
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de lenguas es esencial para la edificación personal (1 Corintios
HP44916917613337
14.4-5). Todos los cristianos marcados por el Espíritu de la pro-
mesa pueden profetizar, pero están sujetos a la voluntad y los
propósitos del Espíritu mismo (1 Corintios 14.1).
Dentro de una comunicación profética, mientras la palabra
de conocimiento revela el estado actual de una persona, el don
de profecía habla sobre el lugar, en Dios, al que ella debe llegar.
La profecía trae la revelación del futuro al presente, para que to-
dos sepan a dónde deben ir, obedeciendo a la voluntad del Eter-
no. Profetizar es mirar a una persona a través de los ojos de Dios
y llenar el corazón con Sus sentimientos hacia ella.
Jesús, cuando se encontró con Pedro después de haber resuci-
tado de entre los muertos, no habló de la tristeza y el dolor que sin-
tió cuando fue negado. Incluso, después de Pedro haber dejado su
jornada apostólica y regresado a su trabajo de pesca, Jesús profetizó
acerca de él y cambió la actitud de Pedro con relación a su propósito

217
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

personal en la misión de Dios, para que pudiera cumplir con el lla-


mado apostólico de guiar y cuidar a las ovejas de Dios.

Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón


Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Sí, Se-
ñor, tú sabes que te quiero – contestó Pedro. Apacienta mis
corderos – le dijo Jesús.
Juan 21.15

Es importante señalar que, cuando Ananías es enviado a profe-


tizar sobre la vida de Saulo, desconfía del futuro apóstol por conocer
su fama de perseguidor, y no ve con buenos ojos la situación. Sin
embargo, el Señor lo llama a ver la vida de Saulo con Sus ojos mise-
ricordiosos, revelando Su plan a su mente y corazón.

¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instru-


mento escogidoJosue
para dar Yoris
a conocer mi nombre tanto a las
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naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. Yo le mostra-
ré cuántoHP44916917613337
tendrá que padecer por mi nombre. Ananías se fue y,
cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo:
«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el ca-
mino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno
del Espíritu Santo». Al instante cató de los ojos de Saulo algo
como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado.
Hechos 9.15-18

El lenguaje de la profecía no tiene que ver con decir quién es


la persona, sino revelar lo que ha sido creada para ser desde tiempos
inmemoriales. La profecía es una invitación a vivir desde el ahora
el futuro dispuesto por Dios.

PALABRA DE SABIDURÍA

El don de la palabra de sabiduría se utiliza para dar los sabios


consejos de Dios en la resolución de conflictos, así como para

218
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

conocer los pasos que se deben dar para que se haga la buena,
perfecta y agradable voluntad de Dios. Es una sabiduría com-
partida, que no es justificada por una investigación exhaustiva
o alguna experiencia de vida. Tiene que ver con la revelación de
fragmentos de la eterna sabiduría de Dios, que fue revelada por Sus
elevados pensamientos y los planes de Su corazón (Isaías 55.9). Esa
sabiduría solo se puede conseguir a través del Espíritu.
Uno de los ejemplos más concretos de la palabra de sabidu-
ría en acción en las Escrituras ocurrió cuando Santiago intervino para
ayudar en los conflictos en curso entre gentiles y judíos convertidos
en el Concilio de Jerusalén:

Cuando terminaron, Jacobo tomó la palabra y dijo: Hermanos,


escúchenme. Simón nos ha expuesto cómo Dios desde el principio
tuvo a bien escoger de entre los gentiles un pueblo para honra de su
Josue Yoris
nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como
jyoris90@gmail.com
está escrito: «Después de esto volveré y reedificaré la choza caída
de David.HP44916917613337
Reedificaré sus ruinas, y las restauraré, para que busque
al Señor el resto de la humanidad, todas las naciones que llevan
mi nombre. Así dice el Señor, que hace estas cosas conocidas desde
tiempos antiguos». Por lo tanto, yo considero que debemos dejar
de ponerles trabas a los gentiles que se convierten a Dios. Más bien
debemos escribirles que se abstengan de lo contaminado por
los ídolos, de la inmoralidad sexual, de la carne de animales
estrangulados y de sangre. En efecto, desde tiempos antiguos
Moisés siempre ha tenido en cada ciudad quien lo predique y
lo lea en las sinagogas todos los sábados. Entonces los apósto-
les y los ancianos, de común acuerdo con toda la iglesia, decidie-
ron escoger a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo
y Bernabé. Escogieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, que
tenían buena reputación entre los hermanos.
Hechos 15.13-22

La cuestión era si los gentiles convertidos debían ser circun-


cidados o no. Entonces Santiago, con una palabra de sabiduría,

219
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

les indicó CÓMO debían resolver la cuestión. A los apóstoles y


presbíteros de ambos lados del conflicto les pareció bien la solu-
ción, lo que —naturalmente— parecía casi imposible.
Si la palabra de conocimiento habla del estado actual y la pro-
fecía habla del lugar al que debemos llegar, entonces la palabra de
sabiduría nos revela el camino que debemos seguir, del estado
actual a ese lugar al que debemos llegar. La profecía nos trae el
futuro, la palabra de sabiduría nos indica CÓMO alcanzarlo,
es decir, qué debemos hacer para convertirnos en lo que Dios
proyectó para nosotros en la eternidad.

FE

El don de la fe, uno de los dones


Josue Yoris del Espíritu Santo, es me-
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nos visible en el ambiente de la iglesia de hoy, pero ciertamente
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es uno de los dones más importantes del Espíritu Santo. La
raíz hebrea de fe es emunah (Habacuc 2.4), que significa CON-
FIANZA o FIDELIDAD. El significado original de fe no es
solo creencia, sino también acción. Creer significa ser fiel a lo
que creemos y actuar con confianza en lo que creemos. La fe
siempre implica creer, pero creer no siempre implica fe.
Según las Escrituras, la fe es el resultado de nuestra creencia
en el Señor. Creer y actuar da testimonio de nuestras conviccio-
nes en Dios. La fe genera en nosotros la certeza y convicción de
lo «sobrenatural» y de lo invisible, lo que nos lleva a andar en la
Palabra que tenemos como verdad (Mateo 14.29). Las obras de
fe no tienen nada que ver con el pensamiento positivo, cuyo úni-
co propósito es ganar algo para uno mismo. La fe en Cristo nos
permite ser lo que Dios nos creó para ser en Su gloria. Abraham
es considerado el padre de la fe porque creyó, obedeció y obró

220
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

de la manera que Dios le propuso para ser de BENDICIÓN a


todas las familias de la tierra (Hebreos 11.8-12).
El don de la fe tiene que ver con la capacidad del Espíritu
Santo de aumentar nuestra fe para hacer lo que naturalmente no
haríamos. En otras palabras, la fe «sobrenatural» nos dice que
hagamos ciertas cosas según nos dirija el Espíritu Santo. En la
vida de los santos de la iglesia del primer siglo, estar lleno de fe
significaba estar lleno del Espíritu.

La noticia de estos sucesos llegó a oídos de la iglesia de Jeru-


salén, y mandaron a Bernabé a Antioquía. […] pues era un
hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran
número de personas aceptó al Señor.
Hechos 11.22-24

Esta propuestaJosue
agradó aYoris
toda la asamblea. Escogieron a Este-
jyoris90@gmail.com
ban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe,
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a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un
prosélito de Antioquía.
Hechos 6.5

Según las Escrituras, existen dos tipos de fe: la fe en Dios y


la fe que proviene de Dios. El don de la fe no es tener FE EN ÉL,
sino recibir la FE QUE VIENE DE ÉL a través del poderoso
derramamiento del Espíritu Santo. La fe que viene de Dios está
diseñada para aumentar nuestra fe espiritual, para que podamos
continuar nuestro viaje con una confianza sin precedentes. ¿Re-
cuerdas cómo respondió Pedro al ser cuestionado sobre la cura
del paralítico en la puerta del templo?

Por la fe en el nombre de Jesús, él ha restablecido a este hom-


bre a quien ustedes ven y conocen. Esta fe que viene por medio
de Jesús lo ha sanado por completo, como les consta a ustedes.
Hechos 3.16

221
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Pedro confirma que ambos tipos de fe jugaron un papel en


la curación del paralítico: la fe en Dios y la fe que viene de Dios.
Mi interpretación de este versículo es simple: la fe que viene de
Jesús vino sobre Pedro, haciendo que su ya fuerte fe en la Pala-
bra del Señor tuviera la confianza de ordenarle al paralítico que
se levantara y caminara en el nombre del Señor Jesús. Por eso, los
apóstoles, ante la tribulación que atravesaba la iglesia en aquel
momento, se unieron a los discípulos de Jerusalén y oraron con
los discípulos en Jerusalén, pidiéndole al Padre Celestial que les in-
fundiera fe para que el evangelio se extendiera por todas partes:

Ahora, Señor, toma en cuenta sus amenazas y concede a


tus siervos el proclamar tu palabra sin temor [parrhesai
= CONFIANZA] alguno. Por eso, extiende tu mano para
sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu
Josue Yoris
santo siervo Jesús.
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Hechos 4.29-30
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Los apóstoles eran judíos y oraban a Dios en arameo y hebreo.
La palabra griega intrepidez (parrhesai) tiene el mismo significa-
do de la raíz hebrea de la palabra fe (emunah), que es confianza.

DONES DE SANIDAD

Los dones de cura, así como los dones de milagros, están


en plural, lo que significa que hay diferentes tipos de dones que
pueden usarse para lograr la sanidad. Como sugiere el nombre,
la función de esos dones es ministrar a las personas a través de
la poderosa intervención del Espíritu de Dios, que sana el dolor
y la enfermedad. Los dones de sanidad siempre han jugado un
papel protagónico en el ministerio de Jesús y en el envío de los
santos en misiones apostólicas y proféticas.

222
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas,


anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda
enfermedad y dolencia entre la gente.
Mateo 4.23

Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a


los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Mateo 10.1

La Biblia afirma que la sanidad está dirigida a todos los san-


tos redimidos a través de la Gran Comisión (Marcos 16.18)
y como norma apostólica para el servicio colectivo en la comu-
nidad de fe (Santiago 5.14). Eso se debe a que la curación de
la enfermedad indica el cumplimiento de la obra redentora del
Mesías en el ser humano, tanto física como emocionalmente. La
Josue
profecía de Isaías revela esa Yoris
obra con mucha precisión:
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Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó
nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpea-
do por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebelio-
nes, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo,
precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.
Isaías 53.4-5

El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto


me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me
ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar li-
beración a los cautivos y libertad a los prisioneros.
Isaías 61.1

Como se mencionó anteriormente, los dones de sanidad (en


plural) pueden funcionar de muchas maneras, tales como: en la
cura de patologías físicas, en las enfermedades psicosomáticas o
incluso las enfermedades provocadas por espíritus malignos.

223
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Patologías Físicas: Podemos y debemos curar, en el


nombre de Jesús, todo tipo de dolencias físicas, inde-
pendientemente de su gravedad, incluidas las enferme-
dades autoinmunes, por el poder del Espíritu Santo en
el nombre de Jesús;
- Enfermedades Psicosomáticas: El término psicosomático
hace referencia a los trastornos que tienen su origen en un
trastorno emocional, es decir, más que en una enfermedad
física u orgánica. Ese tipo de patología puede ser causado
por experiencias negativas (abuso, violencia, rechazo, pér-
dida, trauma, etc.) En ocasiones, la depresión, el pánico, di-
versos síntomas físicos y complejos pueden confundir los
médicos a la hora de determinar el diagnóstico inicial. Se
ha comprobado médicamente que muchas enfermedades
y síntomas físicosJosue
surgen de trastornos emocionales;
Yoris
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- Espíritus de Enfermedad: En las Sagradas Escrituras,
HP44916917613337
hay casos en los que algunas enfermedades tienen su ori-
gen en la influencia de los demonios sobre las personas.
En algunos casos, Jesús expulsó el espíritu que causó la
enfermedad antes de sanar y restaurar la salud del indi-
viduo. Lucas, el médico, hace una clara distinción entre
estas situaciones en algunos de sus relatos:

Y estaba allí una mujer que por causa de un demonio lle-


vaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de nin-
gún modo podía enderezarse.
Lucas 13.11

Estaba acercándose al muchacho cuando el demonio lo de-


rribó con una convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu
maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre.
Lucas 9.42

224
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS

Creo que el don de discernimiento de espíritus es uno de los


dones más necesarios en los días que preceden la venida del
Señor Jesús porque, como vimos en el capítulo 1, nos permite
ver el origen de una acción, un hecho o una palabra de una
persona o ambiente colectivo. Es la capacidad espiritual de des-
cifrar qué tipo de influencia está por detrás de cada ambiente
o comportamiento.
Por ejemplo, imagina que de repente en una reunión reli-
giosa alguien comienza a bailar salvajemente con la música. Sus
movimientos son extraños y sin belleza, lo que llama mucho
la atención. Si estás dirigiendo una reunión, ahora es un buen
momento para preguntarte: ¿Debo detener este baile? ¿Qué in-
fluencia lo inspiró? ¿CuálJosue
es el origen
Yorisde esta actividad? En este
caso, hay tres fuentes posibles: emociones personales, espíritus
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malignos que oprimen la persona y causan confusión y humi-
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llación pública, o el Espíritu de Dios que puede haber venido
sobre ella, haciendo que se regocije delante de Dios.
¿Cómo distinguir cuál influencia afecta a una persona? La
respuesta es simple: ejerciendo el don de discernimiento de espíri-
tus. Con ese don también podemos ver la raíz de una enferme-
dad: si es una patología física, una enfermedad psicosomática o
si son espíritus malos. Por lo tanto, el don de discernimiento de
espíritus siempre debe trabajar junto con los dones de sanidad.
El discernimiento espiritual es una herramienta dada a los
santos para comprender el ambiente espiritual y permitirles
descifrar lo que afecta a una comunidad o ciudad, es decir, les
permite discernir lo que algunos han llamado de «espíritu de la
ciudad» (una influencia que hace que toda una ciudad adopte
un comportamiento moral o cualidad emocional).

225
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Ese don es muy necesario en el servicio de liberación espi-


ritual. Las iglesias han practicado exorcismos durante mucho
tiempo solo cuando la opresión demoníaca es claramente visi-
ble. Sin embargo, la verdad es que la mayoría de las personas que
hoy sufren la opresión del mal no muestran signos visibles de
ello. Entonces, debemos hacernos una nueva pregunta: ¿cómo
sabemos si una persona está lidiando con una opresión maligna
sin manifestaciones externas? La única forma de averiguarlo es
usar el don de discernimiento de espíritus.
Profetizando sobre los días que precederían el fin de esta era,
Jesús dijo algo que debería llamar nuestra atención: «Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y
prodigios, de tal manera que engañaran, si fuere posible, aun a los es-
cogidos» (Mateo 24.24). Pero, después de todo, ¿cómo los escogi-
dos no serán engañados por las falsas
Josue Yorisseñales y obras del fin de los
tiempos? Es simple:jyoris90@gmail.com
usando el don del discernimiento espiritual.
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OPERACIÓN DE MILAGROS
El don de operación de milagros es la habilidad de hacer seña-
les y prodigios en el nombre de Jesús y por el poder del Espíritu
Santo. Los milagros son signos poderosos que transcienden la
normalidad y que no pueden ser explicados por las leyes natu-
rales. La condición para calificar una señal como milagro es la
imposibilidad de realizarse naturalmente.
Aunque toda curación divina es una señal milagrosa, una
poderosa intervención de Dios que detiene el orden general de
la naturaleza, Pablo hace una distinción entre los dones de sani-
dad y la operación de milagros. Para distinguir entre ellos, debe-
mos entender que cualquier acción de poder que afecta la vida
y la imposibilidad de la naturaleza, pero no está relacionada con
la enfermedad, es el resultado del don de operación de milagros.

226
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Tanto en el Primer Pacto como en la Nueva Alianza, la presen-


cia de milagros era una realidad en la jornada de los obreros de Dios.
Por ejemplo: Moisés realizó toda suerte de milagros mientras pre-
dicaba el evangelio de la liberación del pueblo de Dios, llegando a
transformar el agua de Egipto en sangre (Éxodo 7.20); Elías golpeó
el río con su manto y lo partió en dos, y pudo cruzarlo en seco (2 Re-
yes 2.8); Eliseo hizo flotar un hacha sumergida (2 Reyes 6.6). Hay
muchos milagros en el ministerio de Jesús, el primero de los cuales
es la conversión del agua en vino en las bodas de Caná de Galilea
(Juan 2.7-9). Luego multiplicó panes y peces para una multitud de
cinco mil hombres, además de las mujeres y los niños (Juan 6.10-
11). Los milagros también fueron una realidad en el ministerio de
los apóstoles. Por ejemplo, Pablo resucitó a un joven que cayó de
una ventana en el tercer piso de un edificio (Hechos 20.9-10).
Como he dicho, cualquier
Josueoperación
Yoris de poder que no esté
relacionada a una enfermedad es un milagro. Creo que la resu-
jyoris90@gmail.com
rrección de los muertos es un milagro, como es un milagro la
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restauración parcial de un cuerpo lastimado (Marcos 3.3-5). Las
formas en que Dios puede realizar milagros son infinitas, por
ejemplo: regenerar órganos amputados o realizar señales que
violan las leyes naturales que Dios mismo estableció.
Debemos recordar que el poder de Dios se manifiesta en
la vida de los santos, haciéndolos testigos de la obra del Mesías
(su enseñanza, resurrección y Reino) entre las naciones.

[…] pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros


el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1.8

Este testimonio se presenta junto con las manifestaciones de se-


ñales y prodigios (1 Corintios 2.4), que sustentan y confirman el tes-
timonio. Los milagros señalan la veracidad del mensaje del evangelio.

227
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el


Señor y confirmando la palabra con señales que la seguían.
Marcos 16.20

Grandes milagros suceden cuando Dios mismo extiende


su mano en testimonio. En colaboración con sus mensajeros
apostólicos, difunde el mensaje del evangelio de Cristo e ilu-
mina las regiones con la revelación de Su resurrección y la es-
peranza de establecer Su Reino para siempre.

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación


tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primera-
mente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
testificando Dios juntamente con ellos, con señales y pro-
digios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu
Santo según su voluntad.
Josue Yoris
Hebreos 2.3-4
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Un consejo para quien quiere servir en un entorno donde
se producen milagros: si los milagros realmente se utilizan para
apoyar el mensaje del evangelio, entonces busca el conocimiento
real, porque tal vez haya escasez de milagros en nuestro tiempo por
la falta de la predicación del verdadero evangelio. ¡Recuerda esto!

COMPARTIENDO LOS DONES ESPIRITUALES

Sabemos por la Biblia que los dones espirituales se pueden


transferir de una persona a otra, es decir, podemos compartir los
dones espirituales que recibimos de Dios con otros santos que per-
tenecen a la familia de Dios. Después de un rápido análisis de las
Escrituras, llegamos a la conclusión de que los dones espirituales
se intercambian mediante la imposición de manos y la profecía.

228
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante


profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
1 Timoteo 4.14

En esta dinámica, la función de la profecía es aclarar el ca-


mino que las personas deben seguir para servirle a Dios y co-
municar revelaciones que hagan que su camino sea preciso y efi-
caz. La imposición de manos, por otro lado, está asociada con el
intercambio de dones y capacidades espirituales con la persona
que está siendo ministrada, lo que hace que estos dones sean he-
rramientas útiles con relación a la edificación de la casa de Dios.

Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, por-


que Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de
Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés.
Deuteronomio Josue
34.9 Yoris
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El principio de la imposición de manos, descrito como uno
de los principios fundamentales de la doctrina cristiana (Hebreos
6.1-2), es una práctica muy importante, pero los cristianos no lo
han aplicado estrictamente en la actualidad. La imposición de
manos funciona comunicando la realidad espiritual con otro ser
humano, para bien o para mal, por lo que tú debes tener mucho
cuidado con quién te pone las manos sobre la cabeza. Por ejem-
plo, cuando los israelitas sacrificaban un animal como ofrenda por
el pecado, ponían sus manos sobre él, para que el animal pudiera
identificarse con su realidad pecaminosa (Levítico 1.4). Por fin,
mataban al animal para pagar el precio por los pecados cometidos.
También podemos observar que, en el desarrollo misionero
de la iglesia en el primer siglo, el bautismo en el Espíritu Santo (el
derramamiento de poder sobre los santos) podía ser ministrado
a las personas a través de la práctica de la imposición de manos.

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Josue Yoris
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· CAPÍTULO 6 EL

PROCESO DE LA

PROFECÍA
Josue Yoris
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Josue Yoris
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HP44916917613337
E
n este capítulo, pasaremos algún tiempo juntos pensando
en cómo funciona la comunicación profética. La profecía
del contexto neotestamentario no es un download que reci-
bo en mi mente e inmediatamente lo transmito mecánica-
mente. ¡No! Para convertirnos en proclamadores responsables
de los oráculos divinos, debemos someternos a un proceso.
Estoy convencido deJosueque hayYoris
un proceso que debe ser apren-
dido, entrenado y respetado antes de recibir la revelación que
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Dios está dando a conocer sobre una circunstancia particular
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hasta que sea proclamada. El ministerio profético no es una
práctica informal que se puede hacer de cualquier manera. Él
tiene una ética bíblica que debe ser seguida. La obediencia a los
protocolos proféticos nos protege del error y la exageración. Re-
cuerda que todo lo «informal» es sin forma, y todo lo sin forma
es vacío (Génesis 1.2).
En las Escrituras, encontramos lo que algunos teólogos lla-
man escuelas proféticas: casas construidas para preparar ministros
proféticos dirigidos por profetas y maestros, como en el ejemplo
de Samuel y Eliseo (1 Samuel 19.18; 2 Reyes 6.1). La existencia de
esas casas proféticas significa que la práctica de la profecía puede y
debe ser sistematizada, enseñada, aprendida y practicada.
Por eso, la formación práctica de los dones espirituales, es-
pecialmente el de la profecía, es un concepto que necesita ser

233
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

revivido hoy en el ambiente de la iglesia en América Latina y


en diferentes países. A menudo me hacen la siguiente pregun-
ta: «¿Qué debo hacer para desarrollar los dones proféticos?»
Mi respuesta es siempre la misma: «Debes desarrollar una dis-
ciplina práctica de oración, estudiar las Escrituras Proféticas
(la Biblia) regularmente, obedecer radicalmente a las leyes de
Dios y ser guiado por alguien con experiencia en profetizar».
Mi opinión es que esas cuatro cosas son esenciales a aquellos
que quieren desarrollarse en la vida profética.
Antes de explicar las diversas etapas de tal desarrollo, es im-
portante discutir cómo debemos proceder en el proceso de me-
jorar la práctica de la profecía. Debemos caminar por fe. La fe es
la manera de experimentar los dones espirituales. Las profecías
de cada uno deben ser proporcionales
Josue Yorisa su fe, es decir, a medida
que aumenta la fe, aumentan las oportunidades de desarrollo en la
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práctica de profetizar.HP44916917613337

De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia


que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la me-
dida de la fe. 1
Romanos 12.6

El proceso de recibir un mensaje profético es el siguiente: El


Espíritu de Dios transmite el mensaje a nuestro espíritu, que a su
vez se encarga de transmitirlo a nuestra mente, que luego lo traduce
al lenguaje humano. El vínculo que une esa conexión espiritual a
nuestra mente es la fe. Si Pedro, a quien Jesús llamó «un hombre
de poca fe», caminó sobre el agua (Mateo 14.31), ¡imagínate cómo
serviríamos a la obra de Dios si nuestra fe creciera en Su presencia!

1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

234
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

La fe se desarrolla en la vida de personas que se relacionan


con el mensaje de la Palabra de Cristo (Romanos 10.17). Cuan-
to más nos acerquemos a la revelación de Jesús (Su obra glo-
riosa), mayor será el nivel de fe que obra en nosotros. Para que
podamos funcionar proféticamente, nuestro nivel de fe debe
coincidir con nuestra relación con el mensaje de salvación del
Mesías (la liberación de la creación de la esclavitud del pecado
—Romanos 6.5-7; Juan 1.29). Por fe, avanzaremos individual y
colectivamente en el proceso de desarrollar la profecía.
Pero, ¿a qué proceso debemos someternos para progresar en
la profecía? Nuestra generación de maestros proféticos (como Jim
Goll, Graham Cooke, Steve Thompson y Martin Scott) nos ha en-
señado a través de escuelas y excelentes literaturas acerca del proceso
de desarrollo de la profecía, Yoris en tres niveles: revela-
segmentándolo
Josue
ción, interpretación yjyoris90@gmail.com
aplicación. Sin embargo, me atrevo a agregar
un cuarto nivel a la enseñanza de estos hombres que bendijeron mi
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generación en lo profético: el proceso de investigación inicial.
Por lo tanto, en este capítulo intentaremos presentar una
visión sistemática y progresiva de la comunicación profética,
visualizada y ampliada a cuatro niveles: INVESTIGACIÓN,
REVELACIÓN, INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN.

INVESTIGACIÓN

Me parece que el proceso del ministerio profético comienza


con la investigación, es decir, con una búsqueda constante de reve-
laciones de misterios que Dios en Cristo escondió para Su gloria,
pero que ahora nos son revelados. Es deber de aquellos que desean el
servicio profético buscar la revelación con todo su corazón y mente.

235
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es


escudriñarlo.
Proverbios 25.2

Una persona profética se dedica con gusto al estudio de los


misterios de Dios. Para ello, intentan meditar en Su mente y
corazón, donde seguro encontrarán palabras concretas que Él
quiere comunicar a las personas en un momento y lugar deter-
minados. Esa comunicación es a través del Espíritu de Cristo, el
espíritu de profecía en acción (Apocalipsis 19.10). Los profetas
se dedican a estudiar al Señor, a ser testigos de Su eterna Palabra
revelada a través de la obra de Su Hijo.

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vo-


sotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de
Josue Yoris
esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo
jyoris90@gmail.com
indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual
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anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glo-
rias que vendrían tras ellos.
1 Pedro 1.10-11

Al darnos cuenta de la práctica de estos profetas, no pode-


mos evitar preguntarnos: «¿Qué método de investigación usa-
ron ante Dios?». Para tratar de responder, echemos un vistazo
al trabajo diario de Daniel. Sin duda, él fue uno de los profetas
más visionarios de la historia humana, ya que previó con asom-
brosa precisión los acontecimientos de su tiempo y del futuro
desde una perspectiva mesiánica.
Lo primero que nos llama la atención en la vida diaria de Da-
niel es su hábito de dejar lo que estaba haciendo tres veces al día
para estar delante de su Dios. Todos los días, entraba en el lugar
secreto para encontrarse con el Padre. Allí, en oración, ponía

236
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

sus pensamientos en la mente y en el corazón de Dios, y ofrecía


alabanzas y adoración a Dios por Sus maravillosas obras y por
quien Él es: el Soberano Creador de todas las cosas.

Cuando Daniel se enteró de la publicación del decreto, se fue


a su casa y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se abrían en
dirección a Jerusalén. Allí se arrodilló y se puso a orar y ala-
bar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres veces al día.
Daniel 6.10

Un hecho interesante es que Daniel en este momento era


uno de los tres presidentes que gobernaban todo el imperio y
solo rendía cuentas al emperador Darío (Daniel 6.1-3). Daniel
era también el líder y mentor (Daniel 5.11) de todos los magos
(científicos, sabios, médicos,
Josuealquimistas,
Yoris astrólogos, hechiceros,
etc.) que servían al imperio. Daniel no era un desocupado. Tenía
jyoris90@gmail.com
un montón de actividades y responsabilidades que a veces traían
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grandes riesgos a su vida. Incluso ante tal peligro, arregló su vida
para poder presentarse a su Dios tres veces al día.
Como ya hemos mencionado, un profeta no puede ser in-
formal en su relación con Dios y en Su obra, sino que debe cul-
tivar una devoción continua y sistemática en Su presencia. Sin la
práctica de la oración, no hay forma de entrar en los misterios de
Dios, de descubrir quién es Él, ni de entender en qué nos esta-
mos convirtiendo en Él. Las personas proféticas deben organizar
su vida con base en la devoción a Su Dios. Como dijo una vez
mi amigo Michael Duke Estrada: «Las personas que dicen estar
orando a todo momento no oran nunca. Los que están dedicados a
Dios han fijado fecha y hora para presentarse ante Él». No caigas
en la trampa de decirte a ti mismo: «Cuando tenga tiempo, ora-
ré». ¿Sabes cuándo tendrás tiempo para presentarte ante Dios?

237
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¡Nunca! Un lugar de oración y adoración es un lugar de inves-


tigación, donde Dios nos recompensa con la revelación de Su
voz (Mateo 6.6). Él se revela solo a aquellos hijos que aman Su
presencia y Sus caminos.
Quien quiere servir de manera profética debe desarrollar la dis-
ciplina del lugar secreto, es decir, disponer su vida para poder pre-
sentarse ante el trono todos los días, haciendo peticiones, oraciones,
intercesiones, alabanzas y oraciones de acción de gracias (1 Timoteo
2.1). Nuestro Dios es digno de nuestro tiempo, de nuestra disciplina
y de nuestro esfuerzo. Nuestro mayor esfuerzo en estos días no debe
ser hacer cosas para Dios, sino no hacer nada en Su presencia. Con
la vida ocupada que nos rodea todos los días, uno de los mayores
desafíos en el desarrollo de un profeta es parar lo que está haciendo
y meditar en la majestad deJosue
Dios, adorándolo
Yoris por Su dignidad.
Otra de las prácticas diarias de Daniel era la investigación
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de las Escrituras, laHP44916917613337
inmersión constante en la Palabra Proféti-
ca. Distinguió entre tiempos y estaciones al analizar sistemática-
mente los textos proféticos a los que estuvo expuesto, comenzan-
do con la Torá (Pentateuco), seguido por los Profetas, los Salmos
y las obras poéticas. De esa manera, Daniel recibió una revela-
ción del propósito eterno de Dios.

Corría el primer año del reinado de Darío hijo de Asuero,


un medo que llegó a ser rey de los babilonios, cuando yo, Da-
niel, logré entender ese pasaje de las Escrituras donde el
Señor le comunicó al profeta Jeremías que la desolación de
Jerusalén duraría setenta años.
Daniel 9.2

Una relación constante con la Biblia a través del estudio siste-


mático nos elevará a un estado de iluminación en el que adquirimos

238
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

el entendimiento para dar pasos seguros en nuestra jornada. El es-


trecho camino que tenemos ante nosotros se iluminará, permitién-
donos mirar hacia el futuro y avanzar hacia él con confianza.
Cada vez que abro la Biblia, los ojos de mi hombre interior
son iluminados con el entendimiento que procede de Dios.
Entonces mi espíritu inquiere al Espíritu de Dios acerca de los
misterios de Sus propios tiempos y estaciones y el futuro que Él
nos ofrece. Comprometerse con la Biblia no es algo pasivo, sino
investigativo. A través de ella podemos acercarnos al Señor con
confianza y valentía, como lo hizo la mujer con el flujo de sangre
(Lucas 8.46), adquiriendo de Él poder que se manifestará en re-
velación y sabiduría.

De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco


Josue Yoris
toda senda de mentira. Tu palabra es una lámpara a mis
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pies; es una luz en mi sendero.
HP44916917613337
Salmos 119.104-105

Una de las prácticas que se debe enfatizar hoy en relación


con el desarrollo profético en la vida de los santos es la medita-
ción. Cuando hablamos de meditación en un contexto cristia-
no, nos apresuramos a asociarla con religiones orientales, como
el budismo, el hinduismo, el sintoísmo, etc., pero la práctica de
la meditación es una enseñanza bíblica para todo el pueblo de
Dios. Somos instruidos a meditar en la Ley de día y de noche, a
llenar nuestras mentes con pensamientos de la ley de Dios.
La instrucción para meditar en la Ley significa no solo que
debemos concentrarnos en leer la Biblia, sino también que de-
bemos (siempre) pensar en la voluntad de Dios. En otras pala-
bras: llenar nuestra mente con los atributos de Dios (santidad,
dignidad, bondad y misericordia), Sus mandamientos y Sus

239
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

limitaciones prescritas. La meditación también permite que


nuestra imaginación vislumbre la gloria, la obra y el Reino de
Cristo.

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de


noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así
prosperarás y tendrás éxito.
Josué 1.8

Personas proféticas se deleitan en la Palabra de Dios, por eso


meditan en ella de día y de noche. Como resultado, su mente siem-
pre está llena de pensamientos acerca de la voz de Dios (Salmos
1.2). En tiempos de tensión y oscuridad debemos recordar lo que
nos da esperanza (Lamentaciones 3.21), la verdad de la Palabra de
Dios siempre inspirará esperanza en nuestro espíritu y lo fortale-
Josue Yoris
cerá. Los que meditan en el Señor prosperan en el camino, porque
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la luz de Su palabra llegará ante sus ojos y aclarará su camino.
La meditación acerca de los misterios de Dios revelados a
través de la persona de Cristo crea en nosotros una IMAGI-
NACIÓN SANTIFICADA, una mente llena de imágenes que
nos recuerdan la gloria de Cristo. ¡Sí! Esto se debe a que el plan
eterno de Dios se vuelve parte de nuestros pensamientos día y
noche. La imaginación es la capacidad mental de visualizar la
forma a través de la influencia del pensamiento y el sentimiento,
y está completamente relacionada con la VISIÓN.
La profecía, como la conocemos, es la transferencia de in-
formación del Espíritu de Dios a nuestro espíritu; nuestro espí-
ritu transfiere la información a la mente, y la mente la traduce al
lenguaje humano. Entonces, como toda comunicación profética
pasa por la mente, debemos someterla a Dios. Así desarrollamos
una imaginación purificada, meditando constantemente en los

240
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

pensamientos que vienen de Dios y que Su Palabra nos revela.


Como resultado de ese proceso, nuestra capacidad de profetizar
mejora con claridad y precisión. Es importante comprender que,
incluso con una revelación precisa de Dios, nuestra mente puede
traicionarnos cuando la comuniquemos. Por lo tanto, es impor-
tante tener una práctica de meditación diaria que llene nuestra
mente con la verdad de la Ley de Dios.
Ahora veremos algunas prácticas que deberían convertirse en
parte de la rutina diaria de una persona que quiere crecer en la pro-
fecía. Estas prácticas crean un ambiente para entrar en la mente de
Dios y en los caminos eternos que Él nos revela en estos días:

- Oración;
- Acción de Gracias;
Josue Yoris
- Oración enjyoris90@gmail.com
lenguas + Interpretación;
- Alabanza; HP44916917613337
- Adoración;
- Lectura Sistemática de las Escrituras;
- Meditación en la Ley de Dios;
- Contemplación.

REVELACIÓN

Si estamos siempre en la presencia de Dios, Su Espíritu abrirá


los ojos de nuestro hombre interior para ver la belleza de Dios
revelada en Cristo. A medida que obtenemos una revelación de
quién es Dios y lo que Él hace, también tenemos una imagen cla-
ra de quiénes somos en Él y en qué debemos convertirnos para
ser instrumentos de Su gloria ante la creación.

241
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Conocer la mente de Dios en un ambiente devocional produ-


cirá resultados en nuestra vida, traerá revelación, es decir, recibire-
mos informaciones, mensajes, secretos, consejos, discernimiento
de las estaciones, etc., que vienen de Dios. Esa es información a la
que no podemos acceder de forma natural, esto es, sin la interven-
ción divina. Pero podemos acceder a ellos a través de la obra del
Espíritu Santo, quien abre nuestros ojos y santifica nuestra mente.
Antes de sumergirnos en la revelación, pensemos en la obra
del Espíritu y sus expresiones de poder que obran en nosotros, y
cómo esta relación con el Espíritu Santo nos motiva a recibir
mensajes de Dios.

Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos. Delante


del trono ardían siete antorchas de fuego, que son los siete
Josue Yoris
espíritus de Dios.
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Apocalipsis 4.5
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Juan ve las puertas del cielo abiertas, sigue la Voz que lo lla-
ma, entra en la sala del trono de Dios, ve la atmósfera de gloria
que rodea el trono eterno y hace una declaración interesante
sobre Su Espíritu. Vio el candelabro (menorá) quemando siete
llamas delante de Dios, y las llamó los siete espíritus de Dios. Pero,
¿tiene Dios un espíritu o siete espíritus? Mi visión es simple: el
Padre tiene un espíritu que se manifiesta en siete formas diferen-
tes. Isaías profetiza esta dinámica y nos la aclara:

El Espíritu del Señor reposará sobre él; espíritu de sabi-


duría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Isaías 11.2

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El profeta Isaías habla de siete aspectos del Espíritu de Dios,


pero aclara que todos provienen del mismo Espíritu Santo (el
brazo central del candelabro). Isaías describe el Espíritu de Dios
y nos enseña que una de Sus manifestaciones es el Espíritu de re-
velación. Este Espíritu obra en nosotros, quita el velo de nuestro
corazón, ilumina nuestros ojos interiores y nos permite conocer
la profundidad del corazón de Dios.

Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les


dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conoz-
can mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del
corazón para que sepan a qué esperanza él nos ha llamado, cuál
es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos.
Efesios 1.17-18

Josue Yoris
Entonces, si porjyoris90@gmail.com
medio del Espíritu Santo nos colocamos ante
el trono de Dios con elHP44916917613337
corazón desnudo y ojos iluminados, nuestras
vidas se vuelven rehenes de las acciones de la Voz de Dios. Todos los
que estén ante Dios con los ojos abiertos serán heridos con Su Pa-
labra, y así podrán convertirse en mensajeros del mensaje profético.
El acceso a la revelación divina es la conexión entre nuestro
espíritu y el Espíritu del Padre, que nos abre el camino para reci-
bir información sobre los propósitos de Dios en la eternidad, lo
que ha dicho acerca de las regiones del mundo en este tiempo y el
futuro que ha construido a nosotros. Es interesante que Dios, en
su infinita misericordia y bondad, decidió compartir Sus secretos
con algunos amigos en la tierra (Isaías 41.8) e invitarlos a partici-
par en el desarrollo y establecimiento de Su voluntad en el mundo.
Personas proféticas son personas que buscan cumplir la vo-
luntad de Dios. Ellas desean involucrarse en lo que Dios está ha-
ciendo en el tiempo y en la región en la que están. Pero debemos

243
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

recordar que, en este tiempo, Dios se ha revelado a sí mismo a


través del Cuerpo de Su hijo, que es la plenitud de Aquel que
cumple todo en todos (Efesios 1.23). Esto significa que todo lo
que se accede con relación a Él no está completo, sino es una
visión parcial de aquello que está diciendo y haciendo. Nunca
podemos presentar una revelación como una verdad completa
y absoluta. Todo lo que accedemos en Dios debe ser sometido a
la luz de las Escrituras, analizado y completado por medio de la
comunión con el Cuerpo de Cristo.
Graham Cooke enseña acerca de recibir revelación de Dios, y
dice: «A veces las revelaciones provienen de diferentes personas,
pero Dios quiere unir todas las piezas». 2 Dios se deleita en crear un
rompecabezas al revelar fragmentos de Su mente. Su objetivo es ver
a Sus hijos sometiendo lo Josue
que han Yoris
visto y escuchado a otros miem-
bros de la comunidadjyoris90@gmail.com
para que Su voz se escuche colectivamente.
Si concluimos que la revelación es hasta cierto punto una
HP44916917613337
idea que Dios comparte con Sus hijos, entonces debemos res-
ponder a algunas preguntas: «¿Cómo comunica Dios esas ver-
dades a Sus hijos?; ¿Cómo recibimos estos mensajes en nuestro
espíritu?; ¿Cómo se nos manifiesta la voz de Dios?».
Quien que se relaciona con las Escrituras sabe que Dios se
ha revelado a la gente de muchas maneras a lo largo de la historia
humana. La forma con la que nos relacionamos con la voz de
Dios varía de persona a persona y de tiempo en tiempo. Dios es
soberano, habla a quien quiere y habla como quiere. Sin embar-
go, con base en un análisis de las Escrituras, se puede concluir
que Dios generalmente elige revelarse a Sí mismo de tres mane-
ras diferentes: visual, auditiva y sensorial.

2 Desarrollando Su Don Profético, Graham Cooke. Editora Danprewan.

244
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Como mencionamos anteriormente, la devoción trabaja en


nuestros corazones para permitirnos desarrollar la imaginación
divina, que no es más que llenar nuestra mente con imágenes y
darnos visiones. Una de las formas más comunes de obtener la
iluminación es a través de la vista. A lo largo de la Biblia, Dios
habla a la humanidad a través de visiones.

Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una


visión: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande
será tu recompensa».
Génesis 15.1

Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No ten-


gas miedo; sigue hablando y no te calles».
Hechos 18.9
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
En la revelación a través de la visión, Dios suele comunicarse
HP44916917613337
con nosotros a través de una visión interior, es decir, recibimos
en nuestra mente una imagen, un número, el nombre de una per-
sona, un lugar, un texto bíblico, etc. Tal comunicación también
ocurre cuando estamos en algún lugar, generalmente mirando
las cosas que nos rodean, y de repente nuestra mente comienza a
llenarse de formas e imágenes que crean una determinada escena
y transmiten un determinado mensaje que nos convence de que
es Dios el que nos está revelando alguna información.
También podemos recibir revelación divina a través de vi-
siones externas, las llamadas «visiones abiertas». Este tipo de
visión ocurre cuando vemos imágenes de personas o lugares aun
cuando estamos despiertos (Hechos 16.9). Esas imágenes pueden
fusionarse con la escena real ante nuestros ojos de una manera que
confunde al espectador y le hace preguntarse si lo que está vien-
do es una realidad visible o invisible. Las visiones externas pueden

245
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

dar revelaciones sobre los ángeles que trabajan en ambientes, e


incluso pueden hacer que una persona reciba orientación de ellos
(Hechos 5.19; 8.26). Igualmente, puede llevar a una persona a vi-
vir una experiencia de éxtasis cuando todo a su alrededor «desa-
parece» y la persona entra en la visión del Señor (Hechos 10.10).
Menos común, pero ha ocurrido algunas veces en el contexto pro-
fético de la historia de la iglesia, es que una persona es arrebatada
espiritualmente al cielo. En estos momentos, sus ojos se abren
para que puedan ver la realidad del cielo y hasta un atisbo de la
eternidad (2 Corintios 12.2; Apocalipsis 4.1-2).
Finalmente, y quizás la revelación visual más común en
nuestros días, las visiones recibidas en forma de sueños (Da-
niel 7.1; Mateo 2.19-20). De hecho, los sueños y las visiones
son lo mismo, la única diferencia
Josue Yoris es que en los sueños estamos
dormidos. Creo quejyoris90@gmail.com
las revelaciones a través de los sueños son
comunes porque durante el día las personas están constante-
HP44916917613337
mente ocupadas y no logran detenerse para tener tiempo en la
presencia de Dios en oración. Entonces Dios interviene en su
sueño para revelarles alguna verdad, porque no están ocupadas
con otras cosas mientras duermen.
Otra forma de recibir información del Espíritu Santo es a tra-
vés de la vía sensorial, que ocurre cuando somos conscientes de
que Dios está revelando algo a nuestro espíritu sin siquiera ver ni
escuchar nada. Por ejemplo: ¿Has entrado en cierto lugar y senti-
do la opresión del mal? ¿Alguna vez has entrado en una casa y has
sentido una profunda tristeza que no venía de ti? ¿Alguna vez has
conocido a alguien y sin ninguna explicación te llena de alegría y
te emocionas? Cada vez que buscamos ministrar proféticamente,
debemos ser conscientes de los sentimientos que pueden surgir

246
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

dentro de nosotros, porque Dios puede revelar algo acerca de Él o


de una persona a través de ellos.
A veces miro a una persona y siento tristeza, alegría o mie-
do en ella. Cada vez que esto sucede, me acerco y le pregunto:
«¿Por qué estás triste?». Esto abre una puerta para que comien-
ce a ministrar a su vida proféticamente.
También es común que, en un ambiente de revelación, al-
guien reciba una impresión que proviene de Dios, lo que llamo
de impresión interior. Por ejemplo: ¿Alguna vez has mirado a
una persona y en tu interior simplemente sabías que ella había
hecho algo, aunque no hayas visto ni oído nada al respecto? Esto
es lo que llamo una impresión profética: la convicción interior
de una información que no adquirimos naturalmente. En tales
casos, si se nos pregunta cómo
Josue sabemos,
Yoris la respuesta será: «Solo
sé que lo sé, pero nojyoris90@gmail.com
sé cómo lo sé». Debemos aprender a com-
binar la fe con estos HP44916917613337
sentimientos e impresiones proféticas, para
ministrar a las personas con amor.
Además de las impresiones internas, la revelación divina
también se manifiesta a través de las impresiones corporales.
Puede ocurrir que cuando entramos en un lugar, sintamos mo-
lestias en el pecho, o alguna parte del cuerpo hormiguee o se
caliente. También podemos entrar en una casa y sentir dolor
sin motivo y saber que el dolor no es nuestro. Estas son im-
presiones físicas. Son la forma con la que Dios llama nuestra
atención (quizás porque estamos distraídos) hacia algo que Él
quiere decir o hacer. Cuando Dios quiere sanar a alguien, las
impresiones corporales son comunes. Ejemplo: Sientes dolor
repentino en el riñón. Esta podría ser una señal del Espíritu
Santo para sanar los riñones de alguien que está en el mismo

247
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

ambiente que tú. Sé que suena loco, pero sucede con demasia-
da frecuencia, más de lo que nos damos cuenta.
Una forma muy común de recibir revelación es a través de
«insights» bíblicos, una práctica diaria en mi vida. A través de
la Biblia busco revelación de las expectativas de Dios para mi
vida y las jurisdicciones en las que estoy involucrado. A través
de Su Palabra, Dios siempre ha ampliado nuestra percepción del
tiempo y Su voluntad soberana. ¿Cómo esto sucede? Te doy un
ejemplo: Puedes leer el mismo versículo varias veces al día, y al
leerlo detenidamente, aparecerá una luz entre líneas y el miste-
rio de Dios se liberará en tu mente a través de la revelación del
Espíritu Santo. No se trata solo de conocer el texto de la Biblia,
esto es lo básico. Debemos buscar Su revelación, para que todo
lo que está escrito sea conocimiento
Josue Yoris aplicable para nuestra vida
y el futuro, inclusojyoris90@gmail.com
una parábola para el presente, dada por el
Espíritu Santo (Hebreos 9.9; Gálatas 4.24).
HP44916917613337
Hay momentos en los que Dios se revela también a través de
parábolas y enigmas. Cuando los utiliza, Su objetivo es que solo
sus discípulos entiendan lo que Él está diciendo, aquellos que es-
tán en el proceso de convertirse en hombres y mujeres espirituales.
Jesús explicó a Sus discípulos porqué hablaba en parábolas: «A
ustedes se les ha concedido que conozcan los secretos del reino de Dios
—les contestó—; pero a los demás se les habla por medio de parábo-
las para que ‘aunque miren, no vean; aunque oigan, no entiendan»
(Lucas 8.10). Un ejemplo muy interesante en las Escrituras en el
que Dios se revela a través de un enigma es cuando Él le pregunta a
Jeremías: «¿Qué ves?», y Jeremías le responde: «SHAWKADE»
(un almendro). Entonces, Dios le dice: «Has visto bien —dijo el
Señor—, porque yo estoy ALERTA (SHAWKADE) para que se
cumpla mi palabra» (Jeremías 1.11-12).

248
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Dios se revela a Sus hijos a través de Su voz. La Voz de Dios


está fluyendo constantemente a través de la creación, por lo que
siempre debemos estar atentos a lo que Él quiere decirnos indivi-
dual y colectivamente (Apocalipsis 3.6). La revelación divina se
nos puede revelar a través de una voz interior, la dulce voz del Es-
píritu Santo que resuena dentro de nosotros, que comparte men-
sajes de Dios que pueden afectar a personas o incluso a regiones
enteras (1 Samuel 16.7). Dios habla al corazón de cada persona
sellada por Su Espíritu, así que ¡escucha la voz del Señor dentro de
ti! Sí, presta atención, porque lo que muchos llaman de «la voz de
la consciencia» puede ser la voz de Dios en acción dentro de uno.
En Su trato con los santos, Dios raramente se revela a Sí mis-
mo a través de una voz externa, es decir, una voz audible (Deu-
teronomio 5.23-24; Hechos Josue9.4-7). La Voz audible de Dios es
Yoris
algo muy serio, porque todos los que entran en contacto con ella
jyoris90@gmail.com
tuvieron la vida marcada para siempre, su camino espiritual fue
HP44916917613337
afectado por un cambio radical. Esto solo me ha pasado una vez
y te puedo asegurar que fue una experiencia terrible, pero al mis-
mo tiempo marcó mi camino y le dio sentido a mi vida en Dios hoy.
Para cerrar este tema, debemos recordar que nuestro Dios
es un buen Padre que ama revelarse a Sus hijos. Aquellos que
se vuelvan a Él con un corazón puro y una devoción humilde
podrán acercarse al corazón del Señor. Aquí hay un resumen
de cómo Dios se revela a Su pueblo:

- Visiones Interiores;
- Visiones Externas;
- Sueños;
- Éxtasis;
- Arrebatamiento;

249
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- Ministración Angelical;
- Sentimientos;
- Revelación Escritural (insights bíblicos);
- Impresión Interior;
- Impresión Física;
- Voz Interior;
- Voz Audible;
- Parábolas y Enigmas.

INTERPRETACIÓN

Esta es quizás la etapa más crítica y engañosa en el desarro-


llo de la profecía. Dios siempre ha compartido revelaciones con
Su pueblo, y creo sinceramente
Josueque hay muchos que han recibi-
Yoris
do revelaciones confiables de Dios
jyoris90@gmail.com en un ambiente de renova-
ción carismática asociada a los dones espirituales. Pero dentro
HP44916917613337
del Cuerpo de Cristo, uno de los mayores problemas es la falta
de una interpretación igualmente confiable de la revelación de
Dios a través del Espíritu Santo. El propósito de la interpreta-
ción es entender las revelaciones, especialmente aquellas que se
enfocan en imágenes, visiones, sueños, parábolas y acertijos.
La revelación sin la interpretación adecuada es inútil para la edifi-
cación del Cuerpo de Cristo. Por ejemplo: imagina que en un culto al-
guien pida hablar y comparta una visión «loca», algo como: «Vi un
ángel con ropa brillante que surgía de Asia y cargaba en sus manos un
bate de béisbol y un bombón de chocolate con relleno de banana».
De repente, él grita: «¡Viva el Real Madrid!». Después de contar su
visión, la persona se sienta y alguien le pregunta: «¿Cuál es el signifi-
cado de tu visión?». Él responde: «Eso también es un misterio para
mí». Sé que ese ejemplo puede resultar cómico, pero episodios simi-
lares son muy comunes en varias iglesias. En nuestros días, la función

250
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

del ministerio profético es explicar los misterios de Dios, no crear


más confusión de la que ya existe en el ambiente carismático y pen-
tecostal. Todas las revelaciones deben comunicarse de manera clara
y comprensible para que su asimilación se aplique a todos los que las
encuentren. Por esa razón necesitamos práctica interpretativa.
Un principio importante de interpretación es que, si la reve-
lación se revela por la acción del Espíritu Santo, entonces debe
ser hecha por el Espíritu Santo. La información espiritual no
debe interpretarse con la mente humana, incluso si la interpreta
alguien con experiencia y conocimiento profundo de las Escri-
turas. Para interpretar la revelación de Dios, debemos buscar la
intervención del Espíritu Santo. De los siete aspectos de la ma-
nifestación del Espíritu Santo, es el Espíritu de inteligencia, o
de entendimiento, el que nos ayuda a interpretar correctamente
una revelación divina (Isaías 11.2).
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no
cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del
conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligen-
cia espiritual.
Colosenses 1.9, RVR1960

La inteligencia espiritual es el resultado de la intervención del


Espíritu Santo en nuestro pensamiento; es una manera de razonar
en el poder del Espíritu Santo. Se requiere sabiduría espiritual para
interpretar los mensajes espirituales. Místicamente, la inteligencia
espiritual es la acción del Espíritu en nuestras neuronas, ayudándo-
nos a procesar toda información de forma espiritual, precisa y justa.
Como ya hemos comentado, la revelación, sea cual sea, es
un lenguaje espiritual; el don espiritual que nos permite deco-
dificarla es la interpretación de lenguas (1 Corintios 12.10).

251
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Esa capacidad de interpretar lenguas es la misma que interpre-


ta visiones, sueños, acertijos y parábolas.
Me parece que hay un error muy común en la interpreta-
ción de la profecía en nuestros días, el de usar una especie de
diccionario de símbolos y significados predeterminados para co-
municaciones proféticas. Es a lo que recurren las personas cuan-
do reciben revelaciones que requieren interpretación. Ejemplo:
Cuando una persona ve una serpiente, ¿qué es lo primero que le
viene a la mente? Satanás, el engaño y la traición. En la Biblia, la
serpiente puede referirse a Satanás (Génesis 3.1; Apocalipsis 12.9),
pero también puede referirse a Cristo (Números 21.9; Juan
3.14). Y si una persona recibe la visión de un león, ¿qué significa?
¡Esto también depende! El león, en las Escrituras, puede referirse a
Jesús (Apocalipsis 5.5) o a nuestro enemigo (1 Pedro 5.8).
No podemos definir conJosue Yorisuna lista de símbolos, nú-
precisión
jyoris90@gmail.com
meros y colores a la que las personas puedan acudir cada vez que
HP44916917613337
necesiten interpretar una visión. Creo que deberíamos tener la
misma actitud que Daniel (Daniel 7.1,16). Con cada revelación
que recibimos, debemos preguntarle a Dios: «¿Qué significa
esto?». Porque, así como Él derrama revelación sobre nosotros
a través del Espíritu, así derrama —a través del Espíritu— la fiel
interpretación de lo que Él ha revelado.
Hay un pasaje muy interesante en la Biblia, el de un episodio
en la vida de Jesús, que muestra que realmente necesitamos estar
en sintonía con el Espíritu de Dios, para interpretar correcta-
mente Su mensaje a nosotros:

«¡Padre, glorifica tu nombre! Se oyó entonces, desde el cielo,


una voz que decía: ‘Ya lo he glorificado, y volveré a glorifi-
carlo’. La multitud que estaba allí, y que oyó la voz, decía que

252
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

había sido un trueno; otros decían que un ángel le había ha-


blado. Esa voz no vino por mí, sino por ustedes — dijo Jesús».
Juan 12.28-30

Jesús estaba en medio de una gran multitud cuando, de re-


pente, se escuchó la Voz del Padre, causando cierto escándalo.
Lo más interesante es que todos escucharon la Voz, es decir, to-
dos pudieron recibir la revelación que el Padre derramó en ese
lugar. En este caso, el problema no fue la falta de revelación, sino
la mala interpretación del mensaje de Dios.
Escuchan la misma voz, pero la interpretan de manera di-
ferente. «La persona más racional pensó que el sonido era un
trueno; la más mística pensó que un ángel había hablado en
ese ambiente». En realidad, todos interpretaron el sonido en
Josue Yoris
función de sus propias experiencias de vida y cosmovisión. Por
jyoris90@gmail.com
supuesto, los saduceos entendieron el sonido como un trueno
HP44916917613337
porque no creían en los ángeles. Solo Jesús sabía exactamente lo
que el Padre reveló. Solo el Hijo, por obra del Espíritu Santo en
Su vida, sabía exactamente lo que el Padre estaba comunicando.
Por tanto, concluimos que de nada sirve ser personas de sin
desarrollar la práctica de interpretar fielmente lo que Dios nos
ha revelado. No hay otra forma de interpretar el lenguaje del Es-
píritu Santo que a través del mismo Espíritu Santo. Para evitar
malentendidos, recomiendo evitar la práctica de la interpreta-
ción «solitaria». Consulta y confirma tu interpretación del en-
tendimiento de Dios con otros hermanos (que también están
desarrollando la práctica del don de profecía). Es común que
una persona evidencie la revelación y otra la interprete, por lo
que es muy importante confirmar tu interpretación y someterla
a la comunidad, para ser más asertivo en tu jornada profética.

253
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

APLICACIÓN
La aplicación es el último (pero no menos importante) paso
en el proceso de desarrollo profético. Esta fase concluye con la
práctica de interpretar las revelaciones recibidas sobre personas o
geografías. La función de la aplicación es responder a las pregun-
tas: «¿Qué hago con esta palabra recibida?; ¿Qué debo hacer
para llegar al lugar que me fue profetizado?; ¿Cómo se aplica
esta palabra a mi vida diaria?».
No debemos apresurar este proceso, ya que diferentes perso-
nas pueden dar revelaciones, interpretaciones y aplicaciones en
diferentes momentos. Cuando tratamos de aplicar una palabra a
la vida de una persona o área, debemos proceder con cautela. En
resumen: la investigación mediante la imaginación santificada
nos lleva a la revelación, Josue Yoris mediante la interpreta-
y la revelación
jyoris90@gmail.com
ción nos lleva a transmitir la aplicación de la revelación a la vida
HP44916917613337
cotidiana común. Así que hemos tomado una palabra del mun-
do místico y la hemos aplicado a la vida práctica.
El Espíritu de Dios es el Espíritu de sabiduría (Isaías 11.2) que
trabaja para darnos una imagen clara de cómo aplicar Su voluntad.
Esa sabiduría no tiene que ver con la experiencia o la inteligencia hu-
manas (desarrolladas a través del estudio de las ciencias naturales),
sino con la capacidad de comprender el «Cómo» de Dios en cual-
quier situación, dilema, conflicto, proyecto, camino, etc. Es mirar
cada situación, turbulenta o no, con los ojos de Dios. Por esa razón,
creo que el don de la sabiduría es una de las habilidades espiritua-
les más deseables para quienes están involucrados en el ministerio
pastoral. La gente está trabajando en técnicas para resolver conflic-
tos o cómo alcanzar un buen «resultado ministerial», pero lo que
realmente se necesita es un bautismo de sabiduría espiritual entre el

254
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

liderazgo de la iglesia de nuestra nación, lejos de técnicas y logros


humanos, y que vuelva sus ojos a la sabiduría de Dios.

Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el padre glorioso,


les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo co-
nozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos
del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado,
cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos.
Efesios 1.17-18

Cuando Pablo intercedió por la iglesia de Éfeso, le pidió


a Dios que les diera el espíritu de sabiduría y revelación y que
abriera los ojos de sus corazones. Creo que Pablo dejó un secre-
to: la revelación siempre se combina con la sabiduría. La reve-
lación transmite lo que Dios ha dicho. La sabiduría nos enseña
Josue Yoris
cómo aplicar lo que Él dice. La revelación habla de lo que de-
jyoris90@gmail.com
bemos hacer. La sabiduría nos dice cómo lo debemos hacer. La
HP44916917613337
revelación nos enseña cuál es la voluntad de Dios para nosotros
y los tiempos y estaciones en que Su deseo se cumplirá en nuestra
vida. La sabiduría nos dice cómo se manifiesta el propósito y qué
vida debemos vivir ahora y en el futuro, para obedecerle.

En realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un


CÓMO, aunque el hombre tiene en su contra un gran problema:
que no sabe lo que está por suceder, ni hay quien se lo pueda decir.
Eclesiastés 8.6-7

Curiosamente, Pablo siempre usó revelación y sabiduría en


sus profecías y enseñanza apostólica. ¿Te has dado cuenta de que
él tenía la costumbre de enseñar el «cómo» de la instrucción
que enseñaba? En su maravillosa Carta a los Efesios, escribió:
«No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contra-
rio, sean llenos del Espíritu». A continuación, nos enseña cómo

255
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

ser llenos del Espíritu Santo: «Anímense unos a otros con salmos,
himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el
corazón, dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo. Sométanse unos a otros, por re-
verencia a Cristo» (Efesios 5.18-21). Asimismo, en su Carta a la
Iglesia de Roma, Pablo hace otra declaración memorable: «Por
lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios,
les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su
cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden
al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de
su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena,
agradable y perfecta» (Romanos 12.12-2). Luego escribió tres capí-
tulos (Romanos 12, 13 y 14), para enseñar cómo renovar nuestra
mente sometiéndonos a laJosue soberanaYoris
voluntad de Dios.
En el proceso dejyoris90@gmail.com
profetizar, hay tres dones espirituales —los
dones proféticos— que trabajan juntos: la
que podemos llamarHP44916917613337
palabra de conocimiento, el don de profecía y la palabra de
sabiduría. De manera didáctica, describiré el funcionamiento
de estos dones para que podamos entender más claramente el
proceso de comunicación profética.
Cuando recibimos una palabra de revelación divina y se nos in-
dica que la transmitamos a otra persona, la primera cosa que debe-
mos discernir es si se trata de una palabra de conocimiento, profecía
o una palabra de sabiduría. Después de llegar a la revelación y buscar
su interpretación, necesitamos entender con qué información esta-
mos tratando y cuál es la mejor manera de transmitirla a esa persona.
Las palabras de conocimiento hablan sobre el estado actual
de una persona y los eventos pasados ​​que la llevaron a ese punto.
Se puede observar que la mayoría de las palabras de revelación
dadas en contextos carismáticos y pentecostales no profetizan

256
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

nada sobre las personas, son simplemente palabras de conoci-


miento sobre los detalles del pasado y presente de su vida, infor-
maciones que ellas ya conocen. Sin embargo, la palabra de cono-
cimiento puede funcionar de forma poderosa abriendo espacio
para la acción del don de profecía.
El don de profecía trabaja fortaleciendo, animando y dando
esperanza a las personas, coloca la mirada de Dios sobre su vida
y revela lo que Él piensa acerca de ellas. Si la palabra de conoci-
miento revela el estado actual de una persona, el don de profecía
revela a dónde debe ir de acuerdo con la voluntad de Dios. La
profecía es, pues, la demostración de una situación de vida ideal
según el pensamiento divino.

«Porque yo séJosue
muy bienYoris
los planes que tengo para ustedes —
afirma jyoris90@gmail.com
el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad,
a fin de darles un futuro y una esperanza».
HP44916917613337
Jeremías 29.11

Si la palabra de conocimiento revela el presente y el don de


profecía habla de un futuro ideal, entonces la palabra de sabiduría
habla de cómo llegar a ese futuro, la vida que debemos vivir para
llegar al destino que la comunicación profética sugiere. Como ya
sabemos, la palabra de sabiduría siempre trabaja con el «cómo».
Para comprender mejor esa dinámica, veamos el pasaje que
relata la ministración profética de Jesús a la mujer samaritana,
para que juntos podamos identificar las tres etapas de la ense-
ñanza profética:

Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la


mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho:
No tengo marido, porque cinco maridos has tenido, y el

257
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con ver-


dad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Juan 4.16-19, RVR1960.

Lo primero que hay que notar en el pasaje es cómo Jesús


atrae la atención de la mujer a Sus palabras. Dijo una palabra de
conocimiento y reveló que ella tuvo cinco maridos, y el hombre
a su lado no era su marido, sino su amante. Entonces, vemos que
la palabra de conocimiento abre el ambiente de la fe para que
Jesús pueda profetizar sobre ella.

Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni


en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros
adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos;
porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene,
JosuelosYoris
y ahora es, cuando verdaderos adoradores adorarán
jyoris90@gmail.com
al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre
busca que le adoren. Dios es Espíritu; y lo
HP44916917613337
tales adoradores
que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Juan 4.21-24, RVR1960

Jesús profetizó que llegaría el día en el que la adoración al


Dios vivo ya no estaría ligada a un lugar físico, sino a un lugar
espiritual, e invita la mujer samaritana a ser una adoradora que
adora al Padre en espíritu y en verdad. Ve que la palabra de co-
nocimiento habla de su situación, pero la profecía proyecta un
futuro para su vida según el propósito de Dios.

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua,


volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le
daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré
será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Juan 4.13,14, RVR1960

258
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Si la palabra de conocimiento hablaba de la situación de la


mujer samaritana en términos de sus conflictos emocionales, y
la profecía apuntaba a su renovación espiritual y la invitaba a
ser parte de los verdaderos adoradores, la palabra de sabiduría
le reveló cómo actuar en el proceso de Dios: bebiendo del agua
viva y convirtiéndose en una fuente de vida de Dios en aquella
región, lo cual sucedió.
Al mirar la historia de la mujer samaritana, debemos recor-
dar que los dones proféticos no fueron dados solamente para el
servicio a la iglesia, sino también para conectar los corazones
de los incrédulos con la voz de Dios y abrirles la puerta de la fe
para que su mente y corazón se acerque a la obra de redención
de Cristo. El desarrollo de los santos en la práctica de los dones
espirituales y en la visión profética está enteramente relacionada
con su capacitación paraJosue
unirse eficazmente
Yoris al llamado apostó-
lico de la gran comisión. Para llegar a las personas con el poder del
jyoris90@gmail.com
Espíritu Santo (1 Corintios 2.4), los santos salen y predican el evan-
HP44916917613337
gelio del Cristo de Dios, expulsan demonios, sanan enfermos, bau-
tizan personas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo;
salen a discipular a regiones a través de la enseñanza de la doctrina
de Cristo y del testimonio de Su corazón hasta la consumación de
los siglos (Mateo 28.18-20; Marcos 16.15-18).

Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto,


por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su
corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el ros-
tro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios
está entre vosotros.
1 Corintios 14.24-25, RVR1960

En definitiva, nuestra obra profética debe responsabilizarse


y enseñar a las personas y circunstancias a someterse al proce-
so profético en su conjunto, comenzando por la investigación y

259
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

revelación, buscando una interpretación fidedigna y, finalmente,


tratando de crear un ambiente propicio para la aplicación de
aquello que fue comunicado de la parte de Dios a la vida de las
personas, que son el objetivo de la revelación que el cielo ha libe-
rado. ¡Atención! No te apresures. Respeta el proceso, obedece al
tiempo de Dios y permite que todo lo que veas en Dios ceda al
entorno corporativo en el que te encuentras. Recuerda siempre
que cada uno es responsable por aquello que profetiza.

REVELACIÓN X REACCIÓN

Quiero pasar un poco más de tiempo ofreciendo algo prác-


tico sobre cómo debemos recibir una instrucción profética en
nuestra vida, es decir, cómoJosue Yorisresponder a las revelacio-
debemos
jyoris90@gmail.com
nes que nos llegan. Cada revelación nos exige una respuesta.
HP44916917613337
Esto nos hace darnos cuenta de que debemos reaccionar de ma-
nera honesta y fiel a todos los mensajes proféticos que estime-
mos dignos de ser recibidos por obra del Espíritu Santo.
Hay una diferencia entre escuchar la palabra de Dios como
espectador en el proceso de su cumplimiento y recibirla. Si en-
tiendo que una palabra es una dirección del Padre a mi vida, en-
tonces debo comprometerme con su proceso de cumplimiento.
Como hemos visto, todo el que profetiza es responsable de lo
que profetiza, pero todo el que recibe una profecía es responsa-
ble de lo que oye, y debe comprometerse a hacer lo que oye. Cada
vez que reflexiono sobre el episodio de Pedro caminando sobre
las aguas, llego a la conclusión de que no camina realmente sobre
las aguas, sino sobre la palabra liberada por Jesús: «Ven». Cuan-
do recibimos una palabra de Dios, debemos permitir que influya
en nuestras vidas, en la forma que pensamos y nos comportamos.

260
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Como dijo Graham Cooke: «Toda profecía nos ofrece una agenda
de trabajo y oración».
Debemos recordar que cada profecía del propósito eterno
del Padre se cumplirá en cada detalle sin importar la acción o
inacción humana. Ejemplo: Jesús regresará para gobernar sobre
la humanidad y provocará la restauración de todas las cosas. No
importa qué acciones tome la gente, esa verdad se cumplirá por-
que es parte del propósito eterno de Dios.
Cuando hablamos de una profecía personal (que proviene
del corazón del Padre a una persona o grupo de personas) que
nos dice cómo debemos someternos al propósito eterno de Dios,
el resultado puede depender del recibimiento y de la reacción de
aquellos que la escuchan. Aun siendo una palabra profética genuina
(inspirada por Dios), ella podrá
Josue tener su cumplimiento pospuesto si
Yoris
no hay un posicionamiento correcto ante su realidad.
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
«Porque yo Jehová hablaré, y se cumplirá la palabra que yo
hable; no se tardará más, sino que, en vuestros días, oh casa
rebelde, hablaré palabra y la cumpliré, dice Jehová el Señor.
Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se tarda-
rá más ninguna de MIS PALABRAS, sino que la palabra
que yo hable se cumplirá, dice Jehová el Señor».
Ezequiel 12.25-28, RVR1960

Como ejemplo del hecho de que debemos tener un posi-


cionamiento, citamos la profecía que Dios comisionó a Jonás
para liberar a la ciudad de Nínive. Ella decía que la ciudad se-
ría destruida por Dios en cuarenta días. Sin embargo, Dios vio
arrepentimiento y humillación en la vida del rey y de la gente de
la ciudad, por lo que la destrucción no sucedió como predijo Jo-
nás ( Jonás 3.2-6,10). De hecho, la profecía no se cumplió hasta
muchos años después de su liberación. Recuerda siempre que la

261
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

función principal de cualquier palabra de exhortación es crear una


atmósfera de arrepentimiento, no de condena.
Otro claro ejemplo de esa realidad es cuando Dios le descri-
bió a Abraham Su propósito para el pueblo. Profetizó que los
descendientes de Abraham serían esclavizados y oprimidos en
una tierra extranjera durante 400 años (Génesis 15.13), refirién-
dose claramente a la esclavitud de los israelitas en Egipto. Pero
si miramos el desarrollo de la historia, vemos que los israelitas
permanecieron en Egipto durante 430 años (Éxodo 12.40), que
es 30 años más de lo que Dios pretendía.
¿Qué sucedió? ¿Se equivocó Dios? ¿Tergiversó Moisés los
hechos de este evento? ¡Por supuesto que no! Creo que la ex-
plicación obvia para tal diferencia de tiempo es que la suma de
30 años tiene que ver conJosue
la forma con que el pueblo hebreo se
Yoris
posicionó ante lo que Dios había dicho. Moisés deja claro que,
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cuando el pueblo intercedió y clamó a Dios, Dios mismo fue
HP44916917613337
al encuentro de Moisés en el desierto y comenzó el proceso de
liberación de los hebreos en Egipto.

Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas,


sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos
y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados lle-
garon a oídos de Dios, quien al oír sus quejas se acordó del
pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Fue así
como Dios se fijó en los israelitas y los tomó en cuenta.
Éxodo 2.23-25, NVI

Pero el Señor siguió diciendo: «Ciertamente he visto la opre-


sión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse
de sus capataces, y conozco bien sus penurias. Así que he des-
cendido para librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de
ese país, para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra

262
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

donde abundan la leche y la miel. Me refiero al país de los ca-


naneos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos».
Éxodo 3.7-8, NVI

Basado en ese entendimiento, me gustaría reafirmar que


entre el recibimiento de la palabra y su cumplimiento existe un
proceso al que debemos someternos:

- Recibir la palabra sin negligencia — 1 Timoteo 4.14;


- Aprender a caminar por fe —Hebreos 4.2;
- Proteger la mente con la palabra, cultivando la esperan-
za —Lamentaciones 3.21;
- Luchar por la palabra en intercesión —1 Timoteo 1.18.

Creo que, si mantenemos


Josueesos puntos en relación con la
Yoris
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profecía, responderemos con responsabilidad y celo a cual-
HP44916917613337
quier palabra profética que se nos presente y, por lo tanto, par-
ticiparemos de su cumplimiento en nuestro caminar.
Un ejemplo concreto de reacción correcta a la profecía es
el de Daniel en Babilonia. Él investigaba a Dios por medio de
la oración y el estudio de las Escrituras. Curiosamente, cuan-
do se da cuenta de que la profecía de la liberación del exilio
había llegado, comenzó a luchar por ella en intercesión en
lugar de sentarse de brazos cruzados, esperando que se hicie-
ra realidad.

Corría el primer año del reinado de Darío hijo de Asuero,


un medo que llegó a ser rey de los babilonios, cuando yo, Da-
niel, logré entender ese pasaje de las Escrituras donde el
Señor le comunicó al profeta Jeremías que la desolación de
Jerusalén duraría setenta años. Entonces me puse a orar y

263
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

a dirigir mis súplicas al Señor mi Dios. Además de orar,


ayuné y me vestí de luto y me senté sobre cenizas.
Daniel 9.2,3, NVI

De hecho, Daniel estaba luchando por cumplir esa palabra


en aquel momento. Es decir, en la posición de intercesión, co-
mienza a provocar el cumplimiento de la profecía que Dios ha-
bía dicho, y luego esa profecía se cumple en Su pueblo. Entonces
sucedió que, después de las acciones de Daniel, Dios le dio una
respuesta a través del ángel Gabriel.

Tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tu ora-


ción. He venido a decírtelo porque tú eres muy apreciado. Pres-
ta, pues, atención a mis palabras, para que entiendas la visión.
Daniel 9.23, NVI
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
A medida que Daniel toma una posición con relación a las
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profecías dadas a su pueblo, sucede una serie de acontecimientos
en el cielo y en la tierra hasta que el emperador ordena la libera-
ción de los judíos para que regresaran a Jerusalén a reconstruir
el templo de Dios y así cumplir la voluntad de Dios para Israel.
Debemos aprender a recibir con avidez cada palabra que Dios
derrama desde el cielo sobre nosotros, y debemos luchar para
que todo lo que se hable de nosotros se cumpla en el tiempo
señalado por Dios.

«Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuel-


ven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germi-
nar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así
es también la PALABRA que sale de mi boca: No volverá
a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con
mis propósitos».
Isaías 55.10,11, NVI

264
· CAPÍTULO 7

UNA
PALABRA A LA

GENERACIÓN
Josue Yoris
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Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
Q
uiero cerrar este primer libro sobre el servicio profético dan-
do a esta generación una palabra de instrucción para fortale-
cerla, alentarla y darle esperanza. Creo que esta palabra está
relacionada con la convocación del Señor en estos días, con-
virtiéndonos en una generación apostólica y profética que preparará
todas las naciones de la tierra para la venida del Reino del Mesías.
Como sabemos, todas las comunicaciones
Josue Yoris deben analizarse,
y este caso no será jyoris90@gmail.com
diferente. Por lo tanto, nos apoyaremos en
la Palabra Profética HP44916917613337
(en la Biblia —2 Pedro 1.19) y ante todo
observaremos las palabras de Jesús sobre la generación malvada.

Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lu-


gares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice:
«Volveré a la casa de donde salí». Cuando llega, la encuentra
desocupada, barrida y arreglada. Luego va y trae a otros siete
espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el
estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero.
Así le pasará también a esta GENERACIÓN MALVADA1.
Mateo 12.43-45, NVI

Cada vez que escucho a la gente predicar ese pasaje, tengo


la sensación de que lo están usando para enseñar sanidad y li-
beración. Pero me parece que Jesús lo usó como parábola para

1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

267
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

profetizar sobre el comportamiento de Su generación, que había


caído en la perversidad.
Podemos extraer un principio interesante de la predicación
profética de Jesús: la generación malvada trabaja para remover y
destruir en el ambiente circundante todo lo que considera malo
y falso, sin establecer en este espacio lo que es justo y santo. En
otras palabras, la generación malvada está formada por personas
que disfrutan destruyendo su entorno en lugar de intentar edi-
ficar algo en ellos, convirtiéndolos en algo peor de lo que eran.
Como hemos observado antes, en estos días debemos des-
engañarnos de la ilusión de que el propósito del ministerio de
los profetas es señalar los problemas y destruir todo lo que se
considere incorrecto. ¡Este es un gran error! Personas proféticas
han sido comisionadas por DiosYoris
Josue para desarraigar y destruir lo
profano y lo falso, pero con el objetivo final de plantar y edificar
jyoris90@gmail.com
lo justo y lo verdadero. Por lo tanto, nuestro servicio debe estar
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siempre encaminado a preparar un lugar para la obra del minis-
terio (Efesios 4.12), que será establecida a través de la buena,
perfecta y agradable voluntad del Padre.

«Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos, para


arrancar y derribar, para destruir y demoler, para cons-
truir y plantar».
Jeremías 1.10, NVI

Cualquier actividad realizada en nombre de lo proféti-


co que no tenga el propósito principal de edificar la obra de
Dios está mal y debe ser rechazada, sin importar de dónde se
origine. Luego, si no estás autorizado por Dios para sembrar
o construir en algún ambiente, es mejor que no derribes nada

268
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que creas estar mal, porque el ambiente puede terminar en


peor estado de lo que empezó.
Si quieres ser parte de la generación que sirve proféticamente,
entonces debes someterte al Espíritu Santo en la obra de plantío
y edificación. Una persona profética no debe hacer ni decir lo que
quiere. De hecho, ella solo puede hacer y decir lo que Dios le permi-
te decir y hacer. En cada campo de actividad, el ministerio profético
debe actuar de manera diferente, porque todas sus actividades en la
obra deben estar sujetas a la autoridad del Dueño de la obra.
Tengo algunas preguntas que consideraremos juntos. Ellas
hablan de nuestro desempeño en la obra de Dios en estos días:
«¿Qué semillas has recibido de Dios?; ¿En qué campo siem-
bras?; ¿Qué está construyendo Dios en ti en esta temporada?;
¿Cómo estás participando en la obra
Josue de Dios en estos días?».
Yoris
Para profundizar nuestra comprensión del comportamiento
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de la generación malvada, consideremos otra profecía de Jesús:
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«Entonces, ¿con qué puedo comparar a la gente de esta


generación? ¿A quién se parecen ellos? Se parecen a niños
sentados en la plaza que se gritan unos a otros: ‘Tocamos la
flauta, y ustedes no bailaron; entonamos un canto fúnebre, y
ustedes no lloraron».
Lucas 7.31-32, NVI

La primera característica de la generación malvada, según


Jesús, es que está formada por personas que parecen niños, es de-
cir, personas que no se comprometen y no se comportan como
adultos responsables. Ellas se comportan como niños que no
producen, sino que consumen, que necesitan constantes «cam-
bios de pañales». Esta es una generación de consumidores, no
de sirvientes.

269
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El mayor problema de esta generación no es que contenga


neófitos (recién nascidos en la fe), sino que esté formada por
personas que, a pesar de una larga exposición a las enseñanzas
básicas de la fe, nunca han desarrollado autoridad y obediencia,
por lo que continúan comportándose de la misma manera, ni-
ños que necesitan leche y no pueden digerir alimentos sólidos
(Hebreos 5.12).
En su profecía, Jesús confirma que los niños de esta gene-
ración se sienten aletargados: observan todo a su alrededor sin
envolverse en nada. Cuando se oye el sonido de la alegría, no
bailan; cuando se levanta un lamento, no lloran. Es decir, no se
mueven hacia algún entorno edificado al frente de ellos. Los de la
generación malvada siempre miran lo que sucede a su alrededor
como espectadores, nuncaJosue
se comprometen
Yoris con nada ni con nadie.
En nuestro tiempo, debemos enfrentar ese comportamiento
jyoris90@gmail.com
individualista. Si realmente queremos ser una generación que
HP44916917613337
sirve proféticamente, debemos aprender a comprometernos con
dos cosas básicas:

1. Lo que Dios está haciendo hoy: Debemos comprome-


ternos con lo que Dios está haciendo, así como Noé se
comprometió a construir el arca en sus días. Él la cons-
truyó con base en lo que había visto y oído acerca de lo
que Dios estaba trayendo sobre la creación en su época.

Un obrero que trabaja para la misión de Dios debe saber que


Él es su Señor y solo Él tiene el derecho de decidir cuando el obrero
debe dejar de trabajar en Su obra. No importa el nivel de decepción
que haya experimentado con relación al servicio de la obra de Dios.
No importa cuánta decepción experimente al servir en la obra de

270
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Dios. Decidir parar es siempre la peor elección, pues todo lo que


vive se está moviendo. Podemos ilustrarlo con lo que le sucedió a
Elías. Abatido y asustado, huyó al desierto y se sentó bajo un arbus-
to, pidiendo para morir. Pero un ángel vino de parte de Dios y le
dijo que se levantara y siguiera adelante, porque aún le quedaba un
largo camino por recorrer (1 Reyes 19.4-7).
¡ATENCIÓN! Nosotros no elegimos cuándo parar, solo
el Señor de la obra puede determinar ese tiempo. Incluso
cuando estés asustado, decepcionado, desanimado o herido, le-
vántate y sigue respondiendo a lo que Dios ha dicho y hecho
en tu generación; sigue creyendo que Su voluntad soberana es
siempre perfecta.

2. Con el prójimo: Debemos


Josue Yoriscomprometernos con el
prójimo enjyoris90@gmail.com
todos los aspectos de nuestra vida, ya sea en
el ámbito individual o colectivo. El que se compromete
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con su prójimo está siempre en estado de servicio y de
amor; se identifica con la alegría o el dolor de quienes
lo rodean, primero con los hermanos en la fe (Gálatas
6.10) y luego con aquellos de la vida cotidiana. Debemos
recordar la instrucción de Pablo: «Alégrense con los que
están alegres; lloren con los que lloran» (Romanos 12.15).

El dicho popular «Cada uno por si y Dios por todos» no se


aplica a los principios de la vida comunitaria de los santos. La
sangre de Jesús se derramó en la cruz para hacernos una sola
familia (Efesios 2.13-19), lo que significa que hay un pacto de
sangre que nos une. Por eso, debemos comprometernos a ser-
vir y bendecir a los demás, sabiendo que nuestra vida debe estar

271
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

siempre abierta a la intervención de nuestros hermanos para


bendecirnos, inspirarnos, animarnos y corregirnos.

«Porque vino Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía


vino, y ustedes dicen: ‘Tiene un demonio’. Vino el Hijo del
hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: ‘Este es un glotón
y un borracho, amigo de recaudadores de impuestos y de
pecadores’».
Lucas 7.33-34, NVI

Cuando leemos las siguientes palabras de Jesús en este pasa-


je, podemos pensar que el tema ha cambiado, pero de hecho Él
continúa profetizando acerca de la generación malvada. Según
el Maestro, la generación malvada no solo tiene una actitud in-
fantil, sino también maledicente: calumnian todo lo que ven.
Josue Yoris
Jesús nos recuerda que la generación de Juan el Bautista lo
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calumnió demonizando su estilo de vida, caracterizado por el
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ayuno y la extrema simplicidad, porque se negaba a vivir una
vida normal como los demás judíos. Jesús dijo que la misma
generación lo calumnió y lo acusó de glotonería y embriaguez.
Esto se debe a que, aunque Jesús vivió como judío, se dedicó a
bendecir y servir a los pecadores. Por lo tanto, fue considerado
indigno por el sistema religioso de la época.
Con igual furor, la generación malvada calumnió a estos dos
profetas que vivían un estilo de vida radicalmente opuesto al de su
época. Eso nos dice que, si tienes un llamado profético, los malvados
seguramente calumniarán y demonizarán tu estilo de vida, no exac-
tamente por la manera en que vives, sino por el mensaje que llevas.
Si estás involucrado en la obra de Dios y has sido objeto de
algún tipo de acusación o calumnia, obedeciendo al llamado de
Cristo, regocíjate. Si Jesús fue llamado de borracho, ¿qué crees

272
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

que dirán de ti? Recuerda que Jesús les dijo a los profetas y sabios
que envió a las ciudades que serían perseguidos y azotados en las
sinagogas, es decir, su propria religión los perseguiría y posible-
mente los mataría (Mateo 23.34).
La generación malvada siempre trata de silenciar la voz pro-
fética. Debemos tener consciencia de que todos los que lleven un
mensaje del trono de Dios serán perseguidos y torturados por el
sistema mundial y la religión falsa. Sin embargo, esto debe ser mo-
tivo de alegría y aliento para que sigamos en el camino de la pro-
fecía. SI SUFRIMOS INJUSTICIAS EN EL NOMBRE DE
CRISTO, ES SEÑAL DE QUE EL ESPÍRITU DE GLORIA
Y DE DIOS ESTÁ SOBRE NOSOTROS (1 Pedro 4.12-14).
En resumen, la generación malvada consiste en personas in-
maduras, ineficaces y torpes que, debido
Josue Yorisa la frialdad de los últimos
días, observan todo,jyoris90@gmail.com
pero no participan en nada que no les traiga
felicidad en el futuro HP44916917613337
(postura idólatra) (Mateo 24.12). Además de
su estado pasivo, difama y sataniza todo lo relacionado con la obra
de Cristo en la tierra. Esa es una generación que destruye lo que con-
sidera incorrecto e innecesario, pero nunca se compromete a cons-
truir lo que es justo en el espacio donde está. Entonces, cuando pa-
recía que no quedaba esperanza para esta generación, Jesús terminó
Su profecía con una declaración simple, pero poderosa:

«Pero la sabiduría queda demostrada por los que la


siguen».
(Lucas 7.35, NVI)

Esa declaración profética de Jesús significa que siempre ha-


brá hombres sabios en medio de la generación perversa. ¡Gloria
a Dios! El Señor nos enseña a distinguir entre sabios y sabias en
esta era corrupta, afirmando que la sabiduría de un hombre no se

273
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

prueba por su conocimiento, sus conquistas, posesiones, expe-


riencias de vida, obras extraordinarias, o las obras de sus manos.
La sabiduría se reconoce en sus hijos, es decir, a través de la vida
que el Señor le encomendó para enseñar, instruir, animar y su-
pervisar, para que vivan rectamente y puedan criar a sus propios
hijos. La sabiduría es una herencia.
La siguiente parábola traerá claridad sobre la sabiduría y los hijos:

«Una vez, una gran sinagoga iba a nombrar a un nuevo ra-


bino como maestro para su comunidad. El candidato pasa
por un complejo proceso de evaluación que dura un año, du-
rante el cual su comportamiento y conocimiento bíblico son
constantemente observados y probados. El último día le espe-
ra la evaluación más difícil (será evaluado por un grupo de
rabinos mayores). Cuando entra a la habitación, se encuen-
tra con cinco rabinos
Josue famosos
Yoris que comienzan a hacerle varias
preguntas sobre la Biblia y su practicidad. Luego de la eva-
jyoris90@gmail.com
luación,HP44916917613337
los ancianos le pidieron que se fuera y, para sorpresa
de todos, les pidieron a sus hijos que entraran. Les hicieron
las mismas preguntas que le hicieron a su padre acerca de
pasajes complejos de las Escrituras y su parte práctica. Mora-
leja: No es su conocimiento de las leyes eternas y su aplicación
lo que determina si un candidato es lo suficientemente sabio
para convertirse en maestro, sino su capacidad para impartir
su conocimiento y sabiduría a sus hijos. Este es el criterio para
determinar si una persona es sabia o no»2.

Es importante recordar que la sabiduría es diferente de la inte-


ligencia. La sabiduría tiene que ver con el legado del conocimiento
de las leyes eternas y su aplicación. A través del aprendizaje, ese
patrimonio se transmite con el objetivo de justificar la vida. La
inteligencia, por otro lado, está relacionada con el desarrollo del

2 Esta parábola pertenece a un autor desconocido.

2 74
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

conocimiento personal a través del estudio, la experiencia de vida


y las revelaciones del Espíritu Santo (Colosenses 1.9).
Dios está levantando a Sus sabios en medio de una gene-
ración letárgica que, como vimos, observa todo a su alrededor,
pero nunca sirve a los demás y daña el medio ambiente con len-
guas maliciosas y acusadoras. Los hombres sabios que Dios lla-
ma vivirán para ver a sus hijos levantarse en justicia y santidad
en los días que anteceden la venida del Reino de Jesús sobre
la tierra.
El ministerio profético que surge para preparar el camino de
Dios tiene que ver con la paternidad y el discipulado. A veces,
encontramos en la Biblia el término «discípulo del profeta» (2
Reyes 6.1), relacionado con la palabra hebrea ben, que signifi-
ca hijo. Los profetas tienen una Yoris
Josue relación más profunda con los
discípulos que con los estudiantes. Es un compromiso de ambas
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partes para cumplir HP44916917613337
con una especie de obligación familiar. Por
eso Pablo dice acerca de sus discípulos: «Queridos hijos, por
quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea
formado en ustedes» (Gálatas 4.19).
La paternidad espiritual no se trata de crear hijos basados e​​ n
el control y la manipulación. Dios no nos dio hijos para nuestro
propio bien o para que nos obedezcan toda su vida, sino para que
podamos servirles hasta que sean lo suficientemente maduros
para tomar decisiones y tener sus propios hijos. La paternidad
no se trata solo de llevar a nuestros hijos a un estado de madurez
en el que ya no necesiten nuestra opinión para vivir y caminar,
sino también de convertirlos en hombres y mujeres llenos del
Espíritu, conocedores de las leyes de Dios y capaces de estar ante
Él diariamente, recibiendo revelación acerca de su jornada.

275
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

No hay ministerio profético sin legado, así como no hay mi-


nisterio profético sin discipulado. Como hemos dicho, la princi-
pal cualidad de un profeta de oficio en un contexto corporativo
no es profetizar, sino capacitar a los santos para que se convier-
tan en un pueblo profético, un Cuerpo con los ojos abiertos. A
lo largo de la historia bíblica, vemos personas importantes e in-
fluyentes que comparten su legado profético con las personas
y, como resultado, estas personas emprenden un viaje profético
maravilloso. Por ejemplo, podemos citar a Moisés y Josué (Deu-
teronomio 34.9), a Samuel y David (1 Samuel 16.13), a Elías
y Eliseo (2 Reyes 2.9,14), a Bernabé y Pablo (Hechos 9.26-27;
11.25-26), a Pablo y Timoteo (2 Timoteo 1.6).
¿Qué tipo de generación deberíamos ser? El profeta Mala-
quías predicó una de las Josue
profecíasYoris
más poderosas sobre el surgi-
miento de una generación profética antes de la segunda venida de
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Cristo. Sus profecíasHP44916917613337
se refieren a la aparición de sabios proféticos
que ministrarán a sus hijos y liberarán la tierra de la maldición.

«Estoy por enviarles al profeta Elías antes que llegue el


día del Señor, día grande y terrible. Él hará que los pa-
dres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres,
y así no vendré a herir la tierra con destrucción total».
Malaquías 4.5-6, NVI

Hay mucho que aprender de esa profecía. El Señor levan-


tará una generación profética en medio de una generación per-
versa y fría (Mateo 24.12), así como en la parábola del trigo y
la cizaña creciendo juntos hasta la consumación de los siglos
(Mateo 13.37-42). Me gustaría señalar algunos conceptos bá-
sicos que creo son importantes para entender el cumplimiento
de la profecía de Malaquías:

276
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Lo primero es que esa profecía se cumplirá antes del grande y


terrible Día del Señor. Ese será el día de la venganza de nuestro Dios,
cuando Jesús regrese para vengarse de los enemigos de Dios y arro-
jarlos al lugar de llanto y crujir de dientes. Los enemigos de Dios
son los que no obedecen al evangelio de Cristo y no conocen a Dios
(Isaías 61.1,2; Jeremías 46.10; 2 Tesalonicenses 1.7-10). El Día del
Señor es el período que comienza con la segunda venida de Cristo y
se extiende a lo largo de Su reino milenario, que creo durará —lite-
ralmente— mil años (2 Pedro 3.7-10; Apocalipsis 20.4).
Entonces, antes de la segunda venida de Cristo, Elías será
enviado a la tierra, no literalmente, sino con el mismo espíritu
profético que estaba sobre él (Lucas 1.17), es decir, el Espíritu
de Cristo (1 Pedro 1.11). El Espíritu será derramado sobre esta
generación, para convertir los corazones
Josue Yoris y sanar la tierra (librarla
de la maldición), allanando así el camino para la venida del Se-
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ñor sobre todos. ¡Amigos, esto es demasiado poderoso!
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Tal como se cumplirá en los días previos al Día del Señor, en
los días previos al ministerio de la encarnación de Jesús, el espíri-
tu y poder de Elías fluyó en la vida de Juan el Bautista y abrió el
camino al año aceptable del Señor (Isaías 61.2).

«Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. Él


irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de
Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a los
desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo prepa-
rará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor».
Lucas 1.16-17, NVI

En los días de la encarnación del Mesías, Juan el Bautista re-


presentó la generación de sabios que se levantará en poder y glo-
ria en los días previos al Reino de Cristo. A diferencia de Elías,
no hizo milagros, ni curaciones, ni milagros; sin embargo, Jesús

277
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

afirmó que entre los mortales no había nadie más grande que él
(Lucas 7.28). ¿Qué hizo Juan en un ministerio público tan breve
para que Jesús dijera estas palabras? La misión de Juan era hacer
una cosa: preparar camino al Señor.
Por lo tanto, debemos responder a la segunda pregunta:
«¿Qué significa preparar camino al Señor?» La respuesta es
simple, pero fundamental en el servicio profético del fin: pre-
parar camino al Señor significa preparar un grupo de personas
para recibir el Señor, es decir, capacitarlas para la venida de Jesús.
Ese fue el ministerio de Juan el Bautista, que lo convirtió en un
precursor de Cristo ( Juan 3.28-29). Él era amigo del Amado, y
no hizo discípulos para sí mismo, sino para el Mesías venidero.
Por eso, él proclamaba: «Está por llegar uno más poderoso que yo,
a quien ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias»
Josue Yoris
(Lucas 3.16). Igualmente, dijo: «Al él le toca crecer, y a mí men-
jyoris90@gmail.com
guar» ( Juan 3.30). HP44916917613337
Juan fue tan efectivo en preparar a la gente
para recibir a Jesús que, cuando Jesús apareció, sus discípulos
lo dejaron para seguir al Mesías ( Juan 1.40-42; 3.25,26). Más
tarde, cuando la iglesia de Cristo se extendió entre las naciones,
sus discípulos se mezclaron con los discípulos de Jesús (Hechos
18.24-25; 19.3).
El ministerio profético debe actuar siempre como pionero y
abrir espacio para que otros sigan el camino más fácilmente. Él
se apresura hacia el futuro y lo anticipa. El Espíritu Santo está
comisionando AHORA una compañía profética que se apresu-
ra para el fin de los días como precursores de Jesús.
Pedro nos anima a esperar y apresurar el Día de Dios (2 Pedro
3.12). Apresurar no significa hacer alguna cosa para anticipar la
venida de Jesús. No creo que eso sea lo que Pedro nos dijo que
hiciéramos. De hecho, él nos alienta a que NOS apresuremos al
Día del Señor, a experimentar ahora el poder del mundo venidero

278
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

(Hebreos 6.5), convirtiéndonos en testigos y precursores del futu-


ro que el Señor está trayendo a la creación en esta estación.
Los precursores serán los sabios que, por medio de su testi-
monio profético, serán discipuladores de ambientes hasta que
sufran dolores de parto. Su meta es ver personas que estén listas a
recibir el Reino venidero de Cristo y hacerse partícipes de Su go-
bierno en la tierra a través del ministerio sacerdotal que se lleva a
cabo en la vida de todos los santos (Apocalipsis 5.10).
Conociendo tal hecho, creo que aún debemos responder
a una pregunta: «¿Cómo preparó Juan el Bautista camino al
Señor?» Lucas la responde hábilmente, citando la profecía de
Isaías (Isaías 40.3,4):

Así está escrito en el libro del profeta Isaías: «Voz de uno


Josue Yoris
que grita en el desierto: PREPAREN EL CAMINO DEL
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SEÑOR, háganle sendas derechas. Todo valle será rellena-
do, todaHP44916917613337
montaña y colina será allanada. Los caminos
torcidos se enderezarán, las sendas escabrosas quedarán
llanas. Y todo mortal verá la salvación de Dios».
Lucas 3.4-6, NVI

Según el versículo, preparar camino del Señor significa en-


derezarlo y nivelarlo, es decir, hacerlo fácil de transitar. También
hemos visto que ese camino que se debe preparar está relaciona-
do con las personas que tienen que prepararse para la venida de
Jesús y Su reinado. Entonces, para responder a nuestra pregunta:
Juan el Bautista preparó a las personas ministrando, corrigiendo,
alineando y sanando mediante un discipulado efectivo, a través
de un testimonio de justicia.
Veamos cuatro aplicaciones relacionadas con los tipos de
caminos que Lucas describe y que requieren la intervención de

279
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

los amigos del Novio. Como en la parábola del sembrador, cada


camino es un tipo de corazón que debe ser ministrado proféti-
camente. Ese es el ministerio profético del discipulado al que los
siervos del Señor deben dedicarse con gran devoción y celo en
estos días, hasta el Día del Señor:

VALLES ATERRADOS

Los valles son grandes depresiones en medio del camino.


En el texto griego, la palabra que se usa para aterrado es pleroo,
que significa llenar o completar. Los valles están asociados con
aquellos que tienen un corazón vacío y necesitan una ministra-
ción profética para ser llenos, recibiendo aquello que les falta
y convirtiéndose en lo queJosue Yoris
el Padre quiso que fueran desde la
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fundación del mundo.
HP44916917613337

- Si alguien está vacío del conocimiento de Cristo, de-


bemos servirle para que sea lleno con la revelación del
evangelio;
- Si alguien experimenta sequedad espiritual, debemos
ministrar llenura de Espíritu;
- Si alguien está vacío porque nunca ha sido amado, de-
bemos ministrar el amor de Dios, que es derramado por
el Espíritu Santo;
- Si alguien es tomado por la ceguera, debemos ministrar
visión;
- Si alguien está confundido, debemos ministrar claridad;
- Si alguien carece de provisiones materiales, nosotros —
como Cuerpo profético— debemos movilizarnos para
proveerle cosas materiales.

280
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

¿Recuerdas cómo respondió Jesús a Juan el Bautista cuando


envió a sus discípulos a preguntarle si Él era el Mesías o si debía
esperar a otro?

Entonces les respondió a los enviados: «Vayan y cuéntenle a


Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan,
los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos
resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas».
Lucas 7.22, NVI

Jesús les habló a los discípulos de Juan sobre el cumplimien-


to de la misión apostólica y profética del Ungido de Dios, es de-
cir, les dijo que la obra de la salvación está destinada a todos los
que vienen a Él (llevados de la mano del Padre) y necesitan ser
llenos para su justificación, segúnYoris
Josue el propósito de Dios.
Finalmente, a los sabios predecesores se les confía la obra del
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Espíritu Santo para HP44916917613337
llenar el vacío que las personas sienten en
todos los ámbitos de su vida, porque son discípulos e hijos en la
fe que Dios mismo les ha dado.

MONTAÑAS ALLANADAS

Montañas son formaciones que se elevan en relación con el


espacio que las rodea. La palabra griega para allanar es tapeinoo,
que significa humillar o derribar. Las montañas se asocian con
personas arrogantes que aspiran a elevarse sobre todo lo que hay
a su alrededor. En general, tal comportamiento altivo crea per-
sonas que controlan y manipulan el ambiente, que no obedecen
a ningún individuo o grupo.
Parte del trabajo de preparar el camino es servir a los santos y
así humillar cualquier arrogancia en el ambiente corporativo de la

281
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

iglesia de Jesús. Así como debemos aterrar [rellenar] los valles, debe-
mos allanar las montañas. Aquellos que piensan que no valen nada
necesitan entender en qué se están convirtiendo en Cristo. Los que
se creen mucho deben rechazar la arrogancia. Ambos deben vestirse
de lo que realmente son en Cristo: siervos de la obra de Dios.
Según Pablo, una de las batallas espirituales más grandes que
enfrentará la comunidad profética del tiempo del fin es contra
las fortalezas mentales (sofismas y arrogancia) que surgen para
impedir que las personas conozcan a Dios. Por tanto, la compa-
ñía profética debe llevar cautivo todo pensamiento y someterlo
a Cristo (2 Corintios 10.3-5). Es deber de toda persona que sirve
proféticamente a la Iglesia corregir las manifestaciones de arro-
gancia, orgullo, rebelión y desobediencia a las normas divinas,
porque afectan el nivel deJosue
revelación individual y colectiva en la
Yoris
comunidad de los santos.
jyoris90@gmail.com
Debemos recordar que nuestra autoridad, o nuestra autoriza-
HP44916917613337
ción para servir proféticamente, está ligada a la práctica de la hu-
mildad. Mi oración de intercesión en estos días es pedirle al Señor
que nos reviva con el mismo sentimiento que había en Jesucristo.
Aunque él estuvo en la posición más alta (semejante a Dios), se re-
bajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo, se humilló a
sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte. Por eso Dios le otorgó
el nombre que está sobre todo nombre (Filipenses 2.5-11).

CAMINOS TORCIDOS ENDEREZADOS

La palabra torcido proviene de la palabra griega skolios, que


significa sinuoso, perverso, desagradable y torcido. El camino tor-
cido está asociado con aquellos que viven en injusticia y pecado,
que tienen estilos de vida injustos que ofenden la santidad de

282
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Dios. Tales personas deben ser corregidas y animadas a arrepen-


tirse, para así alcanzar la santidad. Esa tarea es una de las preo-
cupaciones proféticas de los amigos del Novio. Como vimos en
la vida de Juan el Bautista, el ministerio profético siempre trazó
una línea entre lo sagrado y lo profano.
Jesús afirma que los que tienen hambre y sed de justicia son
bienaventurados (Mateo 5.6), es decir, progresan en autoridad ante
Dios. Tener hambre de justicia es esforzarse por enderezar lo que
está torcido según las leyes del cielo. Debemos ser capaces de bende-
cir a las personas con aliento y corrección sin importar el costo, te-
niendo en cuenta que esto no es castigar. Si personas proféticas son
llamadas a ser padres de una generación, deben ser espirituales, para
que puedan desarrollarse en el servicio de la corrección en amor, en
un espíritu de mansedumbre y bondad
Josue (Gálatas 6.1).
Yoris
Recordemos lojyoris90@gmail.com
que enseñó el escritor de Hebreos: Los
que se someten a HP44916917613337
la corrección, mediante la paternidad
en amor, se hacen partícipes de la santificación (Hebreos
12.9,10). Debido a que la iglesia antes lidiaba con el pecado,
acusando y humillando públicamente las personas, hoy, en mu-
chas expresiones del Cuerpo de Cristo, la práctica de corregir
el pecado se ha vuelto tabú. Pablo, en cambio, en sus epístolas
suele corregir claramente todos los pecados que se encuentran
en la comunión de los santos, e incluso afirma que los presbíteros
deben ser corregidos públicamente, para que la vida de la iglesia
esté llena de temor (1 Timoteo 5.19,20).
No hay argumento más válido que las palabras de Jesús sobre
el servicio tan necesario, pero descuidado en la vida de la iglesia
hoy, en cuanto a los patrones para poner el corazón en el cami-
no de la justicia. Así que terminaremos este tema con esta sabia
instrucción que tanto necesita ser restaurada en nuestros días:

283
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

«Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su


falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero, si no,
lleva contigo a uno o dos más, para que ‘todo asunto se resuelva
mediante el testimonio de dos o tres testigos’. Si se niega a ha-
cerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no
le hace caso, trátalo como si fuera incrédulo o un renegado».
Mateo 18.15-17, NVI

SENDAS ESCABROSAS NIVELADAS

La senda escabrosa es un camino accidentado, lleno de ba-


ches y grava. Se relaciona con personas que han sufrido a lo largo
de la vida por experiencias traumáticas relacionadas con situa-
ciones o personas en un momento determinado, o quizás por
conflictos internos que les provocan
Josue trastornos afectivos y emo-
Yoris
cionales. Ellas son las marcadas interiormente por el dolor de la
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
vida, con heridas abiertas en sus emociones que provocan todo
tipo de sufrimiento.
Sin duda, una de las mayores causas de la realidad de nuestra
generación es la falta de estructura familiar. Crea confusión, blo-
queo, miedo, incertidumbre y enfermedades físicas y mentales
en personas de todas las culturas y clases. Otras fuentes extre-
madamente mortales de sufrimiento emocional en la actualidad
son: la inmersión brutal de esta generación en la inmoralidad
sexual; violencia física, religiosa o sexual; participación en bruje-
ría o invocaciones de demonios en cualquier nivel; y, finalmente,
la falta de la liberación de perdón y de la confesión de pecados.
Las fuentes y causas que contribuyen para generar una senda
escabrosa son demasiado numerosas para enumerarlas. Hay mu-
chos lugares diferentes donde la gente está. Muchos se sentarán a
tu lado en las reuniones denominacionales cada semana. ¡Presta

284
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

atención! Una persona puede tener dolor, tristeza y sufrimiento,


pero por fuera sigue sonriendo. La única forma de reconocer esa
realidad es a través de la revelación del Espíritu Santo, así que
presta atención a lo que Dios te dice acerca de quienes te rodean.
Una cosa es cierta: el Espíritu de Cristo se derrama sobre Sus
sacerdotes proféticos y les da el poder espiritual que les permite
reconocer e identificar personas heridas. Así, podrán ofrecer sa-
nación y consuelo con el poder que les ha dado la obra salvífica
de Cristo (Isaías 53.4,5). Jesús instruyó a todos los sacerdotes de
la nueva orden a poner las manos sobre los enfermos y curarlos.
Personalmente, creo que cumpliremos esa palabra en los días
previos a la venida del Reino de Cristo (Marcos 16.18) con una
potencia y precisión que no se ha visto en la historia.
Josue Yoris
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285
Josue Yoris
jyoris90@gmail.com
HP44916917613337
PALABRAS FINALES

O
ro para que tú que lees este libro, incluso en el frío de la
apostasía y el letargo de una generación rebelde, te levantes
con una generación que actúe en el espíritu profético, que-
mando e iluminando el lugar en el que estás, influyendo en
personas y regiones enteras, así como Juan el Bautista lo hizo.
El trigo está siendo sembrado en medio de la mala hierba.
Está creciendo una generación
Josue de personas sabias, hombres y
Yoris
mujeres que viven vidas verdaderas para el Señor, cuyos ojos es-
jyoris90@gmail.com
tán fijos en la bellezaHP44916917613337
de Cristo y son iluminados por Su gloria,
para que se conviertan —ahora— en precursores de Su Reino
venidero, capacitando a personas para que sean sacerdotes que
gobernarán el mundo con Cristo.
Oro para que tu corazón sea consumido por el amor que
quema en los ojos del Hijo de Dios. Oro para que busques fer-
vientemente el don de la profecía y seas una voz de lo que Dios
está diciendo y haciendo en el cielo. Que en estos días el Señor
nos haga voz de las voces, truenos y temblores que proceden de
Su trono en la eternidad (Apocalipsis 4.5).
Hago mías las palabras de Eliseo: «Padre, abre los ojos de to-
dos los hombres y mujeres que aspiran a ser santos proféticos en
esta generación. Que vean el movimiento en Tu trono y partici-
pen en lo que estás haciendo en nuestra tierra en este momento».

287
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

América Latina ahora tiene una gran cantidad de remanen-


tes que están con los ojos de su corazón abiertos. Salieron de la
cueva porque fueron llamados a las alturas a mover los cielos,
para dar la lluvia que Dios prometió a nuestro pueblo. Querido
amigo, Dios se derramará sobre nosotros con o sin tu participa-
ción. Pero hoy, Dios te ha dado a ti y a mi generación la oportu-
nidad de ser parte de lo que Él está haciendo en nuestro país y en
las naciones del mundo. ¡Eso es un privilegio!
Desarrolla en tu corazón el mismo sentimiento que había
en Cristo. Sal de tu zona de confort, humíllate, toma la posición
de un sirviente y sigue obedeciendo. El Señor seguramente te
empoderará para ser parte del grupo de apóstoles y profetas que
harán la gran obra en América Latina y las naciones antes del
Día grande y temible delJosue
Señor. Yoris
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Que el Señor te bendiga y te guarde, resplandezca la gloria de Su
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rostro sobre ti, iluminando tu camino y ministrando Su shalom
sobre tu casa y tu jornada. En el nombre de Yeshua, Amén.

288
APÉNDICE
SERVICIO CORPORATIVO DE LA PROFECÍA

En cuanto a los profetas, que hablan dos o tres, y que los


demás examinen con cuidado lo dicho.
1 Corintios 14.29, NVI1

C
ontrariamente a lo que mucha gente cree, el servicio profé-
tico no es una práctica individual, sino un ministerio colec-
tivo. A lo largo de la historia bíblica, vemos personas reuni-
das para —juntas—Josue funcionar proféticamente. Debemos
Yoris
recordar que en estos últimos días el Señor está levantando un
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Cuerpo profético para HP44916917613337
ser la voz de aquello que Él está clamando
desde Su trono. Esta voz no debe estar alejada de la comunión
con la iglesia del Mesías.
La práctica de la profecía en el Primer Pacto no era solo in-
dividual, como se nos enseñó. En la historia del pueblo hebreo,
hemos visto asociaciones que se desarrollaron para servir pro-
féticamente, equipos proféticos que se movían en áreas locales
y escuelas que enseñaban a los profetas. Esa realidad apunta al
funcionamiento profético del Cuerpo de Cristo.
Veamos algunos ejemplos de este mover profético y colectivo
en el Primer Pacto, como lo describe las Escrituras:

1 Las palabras, énfasis y explicaciones en los versículos citados que estén en negrito o entre
paréntesis se atribuyen al autor.

289
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Manifestaciones Proféticas en el Desierto: Cuando el


pueblo de Israel estaba en el desierto, el Señor compartió Su Es-
píritu con 70 ancianos que profetizaron ante Moisés y el pueblo.
Entonces Dios derramó el espíritu de profecía sobre dos hombres
llamados Eldad y Medad. Ambos profetizaron, pero Josué, discí-
pulo de Moisés, quiso detenerlos, porque estaba celoso de su men-
tor (Números 11.24-28). Cuando Moisés lo vio, hizo una poderosa
declaración: «¿Estás celoso por mí? ¡Cómo quisiera que todo el
pueblo del Señor profetizara, y que el Señor pusiera su Espíritu
en todos ellos!» (Números 11.29).
Samuel en Ramá: Las Escrituras dicen que la casa del viden-
te Samuel en Ramá se llamaba «casa de los profetas» (1 Samuel
19.18). De hecho, fue una especie de asentamiento donde fun-
cionaba una escuela paraJosue
entrenar y supervisar los ministerios
Yoris
de los profetas, estableciendo una compañía de profetas. Según
jyoris90@gmail.com
la tradición, creemosHP44916917613337
que la escuela se basaba en la oración, el
estudio de la Torá y el uso de servicios musicales para profetizar
los oráculos divinos (1 Samuel 10.5-6). Esa práctica instituida por
Samuel debe haber sido influenciada por Moisés, quien también
usó la música para predicar la Torá al pueblo de Dios (Deute-
ronomio 32). Eso se convirtió en una tradición y hasta el día de
hoy el pueblo judío recita las Escrituras cantándola.
David en Sion: Cuando David huyó de Saúl, se escondió en la
casa de Samuel en Ramá. Allí vio y aprendió cómo el profeta entre-
naba a sus videntes. Sabemos por las Escrituras que Samuel ayudó
a David a organizar la liturgia profética para el Tabernáculo. Creo
que Samuel vio este establecimiento antes de David (1 Crónicas
9.22-23). Según lo que aprendió en Ramá, David fundó en Sion
una compañía de profetas y videntes para servir en el Tabernáculo

290
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y en la tienda de Moisés en Gabaón, por medio de la intercesión, la


música y la profecía (1 Crónicas 25.1 — 2 Crónicas 29.25).
Elías y los Equipos Proféticos: En la época de Elías, Israel
tuvo una poderosa actividad profética. La Biblia nos asegura que
los profetas de la época actuaban en grupo y nunca solos (1 Re-
yes 18.4 — 2 Reyes 2.3-7).
Compañías Proféticas Reales: En ciertos momentos, las
compañías proféticas se reunían en equipos para profetizar a los
reyes y guiarlos en sus decisiones (2 Crónicas 18.5).
Esdras y Zacarías: Estos dos profetas contemporáneos for-
maron un equipo profético que ayudó a Zorobabel y Jesúa a re-
construir el templo en Jerusalén. La profecía que proclamaron
dictó el ritmo de la restauración de la casa de Dios (Esdras 5.1-2).
Asimismo, en el Nuevo JosuePacto, la Escritura enseña precisa-
Yoris
jyoris90@gmail.com
mente que la práctica de la profecía en el servicio de la iglesia
HP44916917613337
y del mundo también se expresa colectivamente y es esencial-
mente corporativa, es decir, la voz profética que sirve al mun-
do debe originarse en el Cuerpo de Cristo.
Personalmente, creo que Juan el Bautista fue la última voz
que clamó sobre una generación ( Juan 1.23). En la Nueva Alian-
za, el Padre se manifiesta constantemente a través de las voces
proféticas a partir de la iglesia de Jesús, que da testimonio acerca
de lo que Él está clamando sobre la tierra.

«Sucederá que en los últimos días —dice Dios—, derramaré


mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas
de ustedes profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños
los ancianos. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre
mis siervos y mis siervas, Y PROFETIZARÁN».
Hechos 2.17-18, NVI

291
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

El espíritu profético se está derramando colectivamente y a


través de las generaciones: niños, adultos y ancianos forman par-
te de este Cuerpo profético que en los últimos días se levantará
para profetizar.
En los primeros pasos de la iglesia, los profetas también tra-
bajaban en equipos. Creo firmemente que esa práctica ha sido
restaurada en nuestros días, para que estemos listos para unirnos
a la gran compañía profética que surgirá en las naciones al final
de esta era, preparando camino al Señor.
Veamos algunos ejemplos de este mover profético y co-
lectivo en el Segundo Pacto, como lo describen las Escrituras:

Pentecostés: El derramamiento del Espíritu Santo durante


la celebración de Pentecostés en Jerusalén
Josue Yoris después de la resurrec-
ción de Cristo marcó el comienzo de la ministración profética
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colectiva en el Nuevo Pacto, cumpliendo la profecía de Joel, la
HP44916917613337
del derramamiento profético sobre «toda carne»: ancianos, jó-
venes, niños, siervos y mujeres ( Joel 2.28-29). Y cuando el Es-
píritu cayó sobre los 120 que estaban reunidos en Jerusalén, co-
menzaron a profetizar en alta voz y en diferentes lenguas acerca
de las grandezas de Dios. Ese fenómeno hizo con que incluso los
extranjeros escucharan los oráculos de Dios en su lengua mater-
na (Hechos 2.7-11).
Antioquía: Después de la dispersión de la iglesia de Jeru-
salén a causa del asesinato de Esteban, los discípulos llegaron a
Antioquía, que luego se convirtió en un centro importante de
la actividad profética de la iglesia en el primer siglo. Los pro-
fetas viajaron de Jerusalén a Antioquía y profetizaron a toda la
iglesia (Hechos 11.27-28). Uno de los líderes de esta iglesia era
un profeta llamado Bernabé, cuyo nombre significa «hijo de la

292
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

exhortación y la consolación» (Hechos 4.36). En aquellos días


en Antioquía, los profetas se unieron a los maestros (uno de ellos
era Pablo) y su servicio cooperativo se convirtió en una incuba-
dora apostólica, que llevó al renacimiento del mundo gentil a
través de la predicación del evangelio (Hechos 13.1-3).
Judas y Silas: Judas y Silas, que eran profetas (Hechos 15.32),
se unieron a Bernabé y Pablo y formaron un equipo apostólico y
profético (Hechos 15.22) tras la decisión del Concilio de Jerusa-
lén de incluir a los no judíos en la familia de la fe. Fueron testigos
de lo que los apóstoles escucharon del Espíritu Santo acerca de la
comunión con los gentiles, exhortando y consolando profética-
mente a los hermanos en Antioquía, Cilicia y Siria.
Corinto: La iglesia de Corinto fue también un centro profé-
tico de la iglesia del primer siglo, aunque
Josue Yoris no tuvo la madurez de la
iglesia de Antioquía.jyoris90@gmail.com
En su Primera Carta a los Corintios, Pablo
interviene de diversas maneras en el orden de la práctica de los
HP44916917613337
dones proféticos, en la vida de la iglesia y en la liturgia del culto
público (1 Corintios 11.4-5). Él instruye sobre cómo los equipos
proféticos deberían funcionar, diciendo: «En cuanto a los profe-
tas, que hablen dos o tres, y que los demás examinen con cuidado lo
dicho. Así todos [los profetas] pueden profetizar por turno, para que
todos reciban instrucción y aliento» (1 Corintios 14.29-31).
Dos testigos: En el final de los días, durante la gran tribu-
lación, las Escrituras relatan que se levantarán en Jerusalén dos
profetas, los cuales profetizarán por tres años y medio, dando
testimonio de señales y prodigios (Apocalipsis 11.3-4), y guia-
rán de Jerusalén una compañía profética mundial formada por
judíos y gentiles. Esos profetas —o testigos— se levantarán en el
espíritu profético para preparar el camino para el Día grande y
terrible del Señor (Malaquías 4.5-6).

293
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Como hemos visto, ningún profeta debe dejarse llevar por el


engaño de que ha sido llamado a vivir aislado en una cueva, to-
talmente separado del Cuerpo. Debemos recordar que en estos
días el Señor nos está despertando para que aprendamos a ope-
rar proféticamente de manera colectiva, sometiéndonos unos a
otros. En esta temporada, un equipo profético debe formarse
para que la comunicación profética pueda ser efectiva, y la iglesia
y el mundo puedan madurar. Recuerda, no importa lo suceda,
Dios está trabajando con un remanente profético en nuestros
días (1 Reyes 19.18).
Creo que el Espíritu Santo nos está impulsando a formar
equipos proféticos en nuestra nación. Él desea que ancianos y
jóvenes proféticos trabajen juntos y se animen unos a otros para
que la revelación que reciban
Josue pueda ser comunicada con eficacia
Yoris
y madurez. Estos equipos proféticos no deben convertirse en un
jyoris90@gmail.com
servicio paraeclesiástico, es decir, que se lleve a cabo en paralelo
HP44916917613337
con la iglesia, sino que deben ser humildes y fervientemente obe-
dientes a la iglesia de Jesús, su mensaje y su vida, para dar forma
a lo que Dios está haciendo en nuestros días.

EXPRESIONES PROFÉTICAS Y LA VIDA DE LA IGLESIA

Hemos sido expuestos exhaustivamente al hecho de que, en


el contexto del Nuevo Pacto, la ministración profética debe estar
subordinada a la iglesia de Cristo y ser ejercida colectivamen-
te. En la vida de la iglesia hay diversas expresiones colectivas del
servicio profético que edifican, consuelan y exhortan, para que
todos los santos puedan servir proféticamente y ser bendecidos
por la comunicación profética.

294
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

Veamos algunas de las expresiones del ministerio profético


en la vida eclesiástica y enfaticemos cómo sirven en la dinámica
de la comunidad de los santos.

Predicación de la Palabra: La Biblia es la Palabra Profética,


una lámpara que ilumina lugares tenebrosos y revela la persona de
Cristo. Todas las profecías bíblicas se revelaron por la acción del
Espíritu Santo (2 Pedro 1.19-21). Una de las expresiones corpora-
tivas más poderosas en el servicio de ministros proféticos es la pre-
dicación de la Palabra Profética, que trae la revelación del Espíritu
Santo sobre el propósito eterno y su cumplimiento en cada época.
Las Escrituras revelan los secretos del Reino de los cielos (Mateo
13.11) y trazan una línea entre lo santo y lo profano al enseñar las
leyes de Cristo. Son las personas
Josueproféticas
Yoris las que deben iluminar
el ambiente colectivo con el testimonio de estas verdades a través
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de sermones que brotan del Espíritu de profecía. Podemos citar
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dos buenos ejemplos de la Biblia, para ilustrar tal práctica: Este-
ban (quien creo era un profeta), usó las Escrituras para profetizar
ante el Sanedrín sobre la obra redentora del Mesías (Hechos 7.2-
53); y Pablo, que predicó brillantemente el evangelio de la resu-
rrección a los sabios de Atenas (Hechos 17.22-31).
Adoración Colectiva: El concepto de adoración es extrema-
damente profético. Según el maestro y teólogo Stephen Venable,
adorar a Dios no es más que una respuesta a la revelación de quién
es Dios. Por lo tanto, todas las formas de adoración requieren
revelación, y podemos recibir revelación a través de la devoción.
Toda adoración verdadera es una acción profética porque es una
expresión de la revelación de la persona de Dios. Algunos minis-
tros proféticos son responsables de conducir un ambiente de ala-
banza y adoración colectiva en la vida de la iglesia a través de la

295
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

música. Reproducen salmos, himnos, cánticos espirituales y accio-


nes de gracias, haciendo de la reunión una inmersión colectiva en
el Espíritu Santo (Efesios 5.18-19). Curiosamente, la adoración
no siempre tiene que ver con la música, pero la práctica de la ado-
ración divina siempre se relaciona con ella. Lo podemos ver en
el episodio de la creación (Job 38.4-7) y en la escena en la que el
Cordero llega al trono de Dios después de Su resurrección (Apo-
calipsis 5.6-10). Creo profundamente que el Señor está levantan-
do músicos videntes en estos días, que guiarán y darán forma al
ambiente a través de la música profética, revelando los gloriosos
atributos de Dios manifestados en Cristo a través de la obra del
Espíritu. Podemos ver dos ejemplos de esta práctica en la Biblia: la
compañía profética que se encuentra con Saúl, compartiendo con
él el Espíritu profético a través
Josue de la comunicación de los oráculos
Yoris
divinos por medio de la música (1 Samuel 10.5-10); y David, que
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ministraba delante del Señor con su arpa, para que el espíritu ma-
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ligno que oprimía a Saúl lo dejara (1 Samuel 16.23).
Intercesión: Interceder significa mediar o interponer, po-
nerse en el lugar de los demás para juzgar y defender su caso ante
Dios (Ezequiel 22.30). Por lo tanto, un intercesor es alguien que
se presenta humildemente ante Dios en nombre de una perso-
na, situación o región. A diferencia de la oración, que es un en-
cuentro con el Padre, al poner la mente y el corazón en Dios
para que Sus sentimientos y pensamientos afecten nuestra vida,
la intercesión en la vida de la iglesia es esencialmente profética.
Cuando Pablo le enseñó a Timoteo, usó la palabra enteuxis para
referirse al concepto de intercesión. Esa palabra puede significar
entrevista, un movimiento de personas que quieren preguntarle
a Dios qué hacer o cómo deben interceder. Por lo tanto, la inter-
cesión es un acto profético que significa estar delante de Dios

296
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

en apoyo de una persona o lugar y buscar la revelación de lo que


Dios está haciendo y diciendo sobre ellos. Es importante enten-
der que la intercesión no se basa en los deseos o expectativas del
intercesor. La intercesión es esencialmente una oración sobre lo
que ha dicho y hecho en la vida de una persona o región. ¿Re-
cuerdas cómo Elías intercedió para que lloviera nuevamente en
Israel? Dios le dijo que llovería (1 Reyes 18.1), y él subió a un
lugar alto a interceder, es decir, oró para que sucediera lo que
Dios había dicho (1 Reyes 18.42-44). Creo que esta es la prác-
tica básica de la intercesión: siempre es profética. En el servicio
profético colectivo en estos días, me doy cuenta de que existe
una necesidad urgente de que establezcamos equipos estratégi-
cos de oración intercesora que trabajen para revelar lo que Dios
ha dicho y llevarlo a las naciones.
Josue YorisEstos equipos servirán como
facilitadores en el desarrollo de la gran comisión y el cumpli-
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miento de los propósitos divinos en la tierra.
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Diversas expresiones artísticas: Si la profecía es la expresión
de la mente y el corazón de Dios a través del lenguaje humano,
entonces el arte es una forma de comunicar un mensaje. No toda
expresión artística en el culto público es profética, pero todos los
mensajes proféticos pueden expresarse en el lenguaje del arte. En
el Cuerpo de Cristo, algunas personas reciben la gracia de Dios
para expresarse proféticamente a través de la danza, la pintura, la
poesía, el teatro, la literatura, la música, etc. Creo que hoy debe-
mos animar a las personas a expresar mensajes proféticos a través
del arte en el ambiente comunitario de la iglesia, para transmitir la
voluntad divina al mundo.
Sacramentos: El bautismo y la cena del Señor (sacramentos
cristianos) son manifestaciones físicas observadas y realizadas por
la iglesia. Ambos profetizan profundamente la realidad espiritual

297
N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

y eterna. El bautismo es un acto que produce un mensaje proféti-


co, que, a través de la inmersión, simboliza la unión de una perso-
na con Cristo en Su muerte y resurrección (Romanos 6.3-4; Colo-
senses 2.11-12), y la purificación de los pecados (Hechos 22.16).
La cena del Señor es también un acto que produce un mensaje
profético y escatológico. Ella es el recuerdo solemne del sacrificio
de la cruz, que nos llevó a una nueva alianza y redimió nuestra
historia (1 Corintios 11.25-26). Además, apunta al establecimien-
to del Reino mesiánico venidero, dirigiendo nuestra atención a la
cena del Cordero en la que participaremos cuando nuestros cuer-
pos mortales sean transformados (Mateo 26.26-29; Isaías 25.6-9).
Creo que cada vez que nos reunimos como Cuerpo de Cristo para
celebrar el bautismo y la cena del Señor, profetizamos colectiva-
mente verdades espirituales y eternas.
Josue Yoris¡Es muy poderoso!
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En estos días, elHP44916917613337
Espíritu Santo está soplando sobre la igle-
sia en las naciones. Equipos proféticos han sido preparados para
servir a la iglesia de Jesús y, desde allí, servir al mundo, procla-
mando el mensaje profético por medio de diversas expresiones
que comunican el corazón de Dios.

FRUTOS DE LA PROFECÍA EN COMUNIDADES LOCALES

Quisiera concluir este apéndice mencionando algunos de


los frutos del servicio profético en la vida de la comunidad local
y cómo esta realidad puede traer claridad en la edificación colec-
tiva de la iglesia:

- La presencia de la profecía combate el enfriamiento


espiritual de cada comunidad. Como aprendimos del

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

apóstol Pablo, buscar y practicar fervientemente los do-


nes espirituales puede hacer arder la obra del Espíritu
Santo en los corazones de las personas, comunidades y
ciudades (1 Tesalonicenses 5.19-20);
- Los dones proféticos restauran la confianza y la esperan-
za de los creyentes y dan a conocer el amor del Padre y
su significado para los propósitos eternos. Ellos restau-
ran la revelación de la paternidad divina, una realidad
fácilmente olvidada por las experiencias negativas aso-
ciadas a la familia;
- La profecía revela la jurisdicción especial que Dios le ha
dado a cada iglesia local y su papel en el desarrollo del
propósito divino de la ciudad en la que está ubicada (2
Corintios 10.13-16);
Josue Yoris
- La profecíajyoris90@gmail.com
abre espacio para la enseñanza de la Palabra
Profética (Escrituras) y para la predicación del evange-
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lio, indicando el enfoque de la enseñanza en cada etapa;
- La tarea del ministerio profético es desvendar el co-
razón, fortalecer la conexión entre Dios y Su pueblo,
acercar a los santos a la revelación de la voz de Dios e
iluminar la mente y el corazón para alcanzar la clari-
dad en el camino preparado por Dios;
- Mediante la exposición de las leyes del Señor, la profe-
cía advierte y corrige, mostrando el camino a individuos
y ambientes colectivos y conduciéndolos a la justicia;
- La profecía brinda orientación y comprensión para ex-
pandir la visión corporativa del tiempo y las estaciones
establecidas por Dios, para que las personas entiendan
las prioridades de Dios para un tiempo específico (1
Crónicas 12.32);

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N O A PA G U É I S E L E S P Í R I T U

- La profecía provee una agenda de intercesión alineada


con aquello que el Señor está haciendo en Su iglesia y
en las naciones. La voluntad de Dios se expresa a través
de la profecía, que nos da una imagen clara de cómo in-
terceder hasta que se haga Su voluntad (1 Reyes 18.1,
42-44);
- La profecía proporciona oportunidades evangelísticas en
las reuniones colectivas. Ella revela corazones, mentes y
problemas del pasado que deben solucionarse, abriendo
el camino a la fe, al arrepentimiento y a la transformación
de corazones (1 Corintios 14.24-25);
- La profecía libera la visión de las comunidades locales
para enfocarse en la doctrina de Cristo, desarrollar una
teología sólida (conocimiento
Josue Yorisde Dios) y aprender a apli-
car el evangelio en su respectivo contexto sociocultural;
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- El ministerio profético crea y moldea un ambiente de
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adoración, alabanza y acción de gracias que llena la co-
munidad de fe del Espíritu Santo (Efesios 5.18-20);
- La presencia de la profecía en la vida de la iglesia es
esencial para la guerra espiritual, porque propor-
ciona conocimiento sobre cómo resistir a la obra
del diablo y obedecer siempre a Dios (Efesios 2.2).
También arroja luz sobre cómo combatir las fortalezas
espirituales que se levantan contra el conocimiento de
Dios, conduciendo los santos a la obediencia a Cristo
(2 Corintios 10.4-5).

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