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Derecho Penal Ii. T. I Respaldo
Derecho Penal Ii. T. I Respaldo
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Referencia introductoria.
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PRIMERA PARTE.
SECCION PRIMERA:
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Cuestión previa.
Se refiere el Título VIII., del Libro II., de la carta de punición a los
“CRIMENES Y SIMPLES DELITOS CONTRA LAS PERSONAS”.
Comprende ocho párrafos acorde al siguiente orden: $ 1. Del homicidio (en
sus manifestaciones simple y calificada, parricidio, auxilio al suicidio, y
homicidio en riña o pelea); $ 2. Del infanticidio; $ 3. Lesiones corporales, en
sus modalidades de mutilación: castración, miembro importante y miembro
menos importante; y lesiones propiamente tales: graves gravísimas,
simplemente graves, menos graves, y, en riña o pelea; $ 4. Del duelo; $ 6. De
la calumnia; y, $ 7. De las injurias. El $ 5., establece disposiciones comunes al
homicidio, las lesiones corporales y el duelo. Y el $ 8 hace lo propio respecto
de la calumnia y de las injurias.
Considerando entre otros, principios elementales de teleología -en
cuanto método de interpretación de la ley propio de la lógica- no resulta
posible concluir -como pudiera a contrario sensu especularse a primera y
liviana lectura- que el objeto de protección lo sea la persona humana,
toda vez que a ésta, en tanto fin en sí mismo -en tanto fin en si mismo es mi
concepción y también la concibo como la propia del Derecho penal liberal-
le resulta inherente una constelación armoniosa de valores, incluso de muy
distinta naturaleza que, concebidos como fundamentales, acunan su esencia
como individuo y legitiman su proyección, lo que lleva a determinar en el
caso a caso de cada tipo -aquí en lo pertinente al Título VIII- cual es el
valor específico final de protección punitiva dentro del conjunto de atributos
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3 MARIO GARRIDO MONTT. DERECHO PENAL. Tomo III. Parte Especial. Editorial
Jurídica de Chile. Santiago de Chile, 1.998., págs.. 97., y sgtes. En similar sentido que ob.
Cit. (2).
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homicidio simple, esto es, en cuanto figura básica, es sancionado con pena de
presidio mayor en su grado medio (de 10 años y 1 día a 15 años), en tanto que
el aborto, en su figura de mayor desvalor, o sea agravada o calificada -la
correspondiente al facultativo que, abusando de su oficio, causare el aborto o
cooperare a él- se extiende al presidio mayor en su grado medio (de 10 años
y un día a 15 años) concurriendo para ello la modalidad que establece la
hipótesis del artículo 342 Nº 1., del Código Penal esto es, haber causado el
facultativo maliciosamente el aborto ejerciendo violencia en la persona de la
mujer embarazada.
En lo correspondiente, el C.P., con motivo del homicidio simple apunta
que,
“Art. 391. El que mate a otro y no esté comprendido en el artículo anterior, será
penado:
2. Con presidio mayor en su grado medio en cualquier otro caso.”.
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El C.P.:
“Art. 390. El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o
hijo, o a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes o a su cónyuge o conviviente,
será castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado máximo a
presidio perpetuo calificado.”.
Hoy en día, cobra trascendental actualidad tanto la eutanasia como la muerte por
piedad. La eutanasia -del griego “eu” (buen), y thanatos (muerte)- entendida
como mitigación del dolor acortando la vida del paciente, frente a enfermedad
sin posibilidad de curación y a dolores insoportables; como la muerte por
piedad importan delito.
Desde un punto de vista doctrinal y político criminal el tema de la
eutanasia, como lo propio de la muerte por piedad está lejos de ser pacífico,
advirtiéndose una racional apertura progresiva a tratar estas materias, que
antaño importaban un rechazo categórico tan sólo a su posibilidad de análisis,
particularmente por parte de quienes conceden a la vida humana un valor
absoluto, cuya conculcación en tal consecuencia, queda vedada a la
autodeterminación de su titular. El avance científico y tecnológico de las
ciencias médicas no significa que la medicina se encuentre en condiciones, en
todos los casos, de poder restablecer la salud, lo que importa que en aquellos
su última presentación.
A los condenados a presidio perpetuo se les podrá conceder el beneficio de la
libertad condicional una vez cumplidos veinte años.
A los condenados por delitos de parricidio, homicidio calificado, robo con
homicidio, violación con homicidio, violación de persona menor de 14 años, infanticidio y
elaboración o tráfico de estupefacientes, se les podrá conceder el beneficio de la libertad
condicional cuando hubieren cumplido dos tercios de la pena.
A los condenados a más de veinte años se les podrá conceder el beneficio de la
libertad condicional una vez cumplidos diez años de la pena, y por este solo hecho ésta
quedará fijada en veinte años.
Los condenados por hurto o estafa a más de seis años, podrán obtener el mismo
beneficio una vez cumplidos tres años.”.
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Así, en sentido de protección, el parto termina, a los efectos que aquí nos
incumben, al instante de existir vida autónoma en la criatura, y es a partir de
esta autonomía de vida cuando se inicia la tutela de la vida humana
independiente (homicidio). Hasta antes hay aborto, atentados en contra de la
vida humana en su condición dependiente.
Los tipos de punición que protegen la vida humana independiente se
sitúan en el C.P., en los párrafos “1. Del homicidio”, y “2. Del infanticidio.” y
en orden didáctico podemos esquematizarlos de la siguiente manera en
función de sus desvalores:
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Tipos calificados:
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Tipos privilegiados:
Homicidio en riña o pelea. C.P. Art. 392
Presidio menor: grado máximo
Presidio menor: grado medio
máximo.
Tipo subjetivo.
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“El que por imprudencia temeraria ejecutare un hecho que, si mediara malicia,
constituiría un crimen o un simple delito contra las personas, será penado: // 1. Con
reclusión o relegación menores en sus grados mínimos a medios, cuando el hecho importare
crimen.” .
Iter criminis.
Correspondiendo a un delito de lesión real, en tanto se conculca la vida
humana, se sanciona punitivamente no tan sólo la forma completa de
ejecución -esto es la consumación- sino que también sus aspectos
incompletos, o sea, la frustración y la tentativa.
Importancia práctica alcanza la delimitación entre actos preparatorios y
principio de ejecución o tentativa punible, como asimismo, el establecer si
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elemento constitutivo del mismo pasando inmediatamente las demás que pudieren concurrir
a jugar como agravantes genéricas. Esta postura la mantenían tanto los que consideraban el
asesinato como una figura autónoma, como aquellos que sostenían se trataba de un
homicidio agravado.”.
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disparar dándole muerte. Esto por cierto -el homicidio simple- siempre que
descarte la concurrencia de toda otra calificante.
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Política criminal.
En el ámbito propio de las calificantes del homicidio hay quienes
abogan por la supresión de la premeditación conocida, siguiendo el criterio del
actual Código Penal español, que no la contempla, como tampoco lo hace
respecto del veneno. En cuanto a este último, entre nosotros no parece haber
sido o ser un tema de particular ocupación. 13
13 MARIO GARRIDO MONTT. Ob.cit. (3) págs.. 59., y 60., es receptivo a la supresión
de la premeditación conocida como calificante del homicidio. El actual Código Penal
Español promulgado por Ley Orgánica 10/1.995., de 23 de Noviembre, y con respecto del
asesinato (para nosotros homicidio calificado) , considera sólo tres calificantes según lo
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Tipo subjetivo.
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El dolo exige que no solo se sepa que se mata a otra persona, sino que
debe comprender la objetividad particular consistente en “el que conociendo
las relaciones que los ligan”, esto es, el conocimiento de las relaciones de
parentesco, matrimonio o convivencia.
No hay cuasidelito de parricidio.
El error sobre el cónyuge, parentesco o convivencia excluye el dolo en
lo que al tipo de parricidio respecta. Así, quien mata al padre, o al hijo, o al
conviviente por confundirlo con un tercero, tipifica la acción de homicidio
simple o calificado, más no la de parricidio. A su turno, si el agente atentando
en contra de su padre, madre o hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o
descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge o su conviviente, mata a un
extraño a quien ha confundido, comete homicidio simple o calificado y no
parricidio, por carencia o no concurrencia de los elementos objetivos del tipo
de punición.
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15 Se ocupa de las docimasias LUIS COUSIÑO MAC IVER. Ob. Cit. (1), págs.. 121 y
sgtes., quien al referirse a las pruebas de vida del recién nacido, examina el grito, los
movimientos, la re4spiración, la circulación y las docimasias, conceptualizando éstas como
propias del “(término griego, que significa “pruebas”), procedimientos destinados a
establecer, en el cadáver del recién nacido, si éste vivió o no durante un momento siquiera”,
acotando seguidamente que, “Nos referimos a las más conocidas: a) docimasia óptica; b)
docimasia radiológica; c) docimasia pulmonar hidrostática; d) docimasia histológica; y e)
docimasia del tubo digestivo, oído medio, circulatorias y hepática.”. A su turno, también
OSVALDO ROMO PIZARRO. MEDICINA LEGAL. ELEMENTOS DE CIENCIAS
FORENSES. Editorial Jurídica de Chile. Santiago de Chile, 1.992. Págs. 229., y sgtes., se
ocupa de “Las docimasias: pruebas de vida del recién nacido. Conclusiones médico-
legales”., las que en síntesis conceptúa “del griego examino, pruebo, son llamadas pruebas
de vida, debido a que ellas están destinadas a la comprobación de la vitalidad del recién
nacido en la autopsia que se lleva a efecto en su cadáver. A ellas, con el mismo fin. Se
agregan los antecedentes del posible grito, movimientos y circunstancias accesorias, como
traumatismos y funciones orgánicas detectables. En esta forma se trata de establecer si la
criatura nació y vivió un momento siquiera”, para luego agregar que, “sin lugar a dudas, la
prueba de mayor certeza es que el recién nacido ha respirado: en los pulmones se producen
(se detectan) modificaciones verdaderas y persistentes.”.
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Tipo subjetivo.
Exige dolo.
Circunstancias.
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Iter criminis.
No presenta ninguna particularidad si se le compara con los demás
delitos contra la vida humana independiente. El delito se consuma con la
muerte de la criatura dentro de las cuarenta y ocho horas después del parto.
Tratándose de un delito de lesión real del objeto jurídico, caben las formas
imperfectas del iter criminis, esto es, la frustración y la tentativa.
17 Código Penal:
“Art. 10. Están exentos de responsabilidad criminal:
1º El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido, y el que, por
cualquier causa independiente de su voluntad, se halla privado totalmente de razón.
“Art. 11. Son circunstancias atenuantes:
5º La de obrar por estímulos tan poderosos que naturalmente hayan producido arrebato y
obcecación.”.
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Tipo subjetivo.
El dolo se circunscribe al conocimiento y voluntad de participar en la
riña o pelea.
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Penalidad.
A estos efectos se establecen penas diferentes según se trate de los que
causaron lesiones graves al occiso, caso en el cual se impondrá a todos estos la
de presidio menor en su grado máximo (3 años y un día a 5 años); o bien, no
constando quienes causaron lesiones graves, se impondrá la de presidio menor
en su grado medio (541 días a 3 años) a todos los que hubieren ejercido
violencia en la persona de la víctima.
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Tipo subjetivo.
Exige dolo. No hay auxilio al suicidio culposo. El tipo penal
expresamente exige “…con conocimiento de causa…”.
propia muerte, o sea, se suicide, cuestión que cae de lleno en el dominio del
suicida.
Iter criminis.
Solo se sanciona punitivamente el grado de consumación, no así la
frustración ni la tentativa, existiendo distintas razones para ello, entre las
cuales se cuenta la exigencia del resultado “si se efectúa la muerte”,
constitutiva, como se ha expresado, de una condición objetiva de punibilidad.
Política criminal.
Existen suficientes y sobradas razones humanitarias para no sancionar
punitivamente al suicida frustrado o tentado, las cuales radican, v.gr., en el
estado por el que atraviesa quien recurre a una determinación y acción
terminal, razones no presentes en tiempos pretéritos cuando la mayor parte de
las legislaciones antiguas castigaban el suicidio en grado de frustración o
tentativa; o bien en el caso de consumación, v.gr., quemando su efigie.
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penal, la que no les asigna igual valor, en tanto reserva las penas más severas
para los atentados en contra de la vida humana independiente.
Bajo el nombre de aborto el párrafo I., del Título VII., del Libro II., del
C.P., agrupa en los artículos 342., 343., 344., y 345., las diversas figuras que
atentan contra la vida humana dependiente, aquellas que protegen la criatura
aún no nacida. El Título VII., se denomina “CRIMENES Y SIMPLES
DELITOS CONTRA EL ORDEN DE LAS FAMILIAS, CONTRA LA
MORALIDAD PUBLICA Y CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL”.
Con fin pedagógico, esto es, en aras de conceder mayor luz a la presente
exposición, resulta posible clasificar las figuras de aborto en razón del sujeto
activo, en tanto éste fuere causado:
a) por terceros extraños en general, sujeto activo indeterminado en que
encontramos dos hipótesis a saber, terceros extraños en general; y el
facultativo -sujeto activo determinado- que obra abusando de su oficio; y,
b) por la propia embarazada.
ABORTO.
Antes de entrar al estudio de las distintas modalidades recogidas por el
C.P., conviene detenerse un instante en las cuestiones comunes a todas ellas.
extremo; y alcanza hasta la conclusión o término del proceso del parto por el
otro. Por fecundación o concepción ha de entenderse la fusión de las células
sexuales masculina y femenina, y por anidación la implantación del óvulo
fecundado en el útero, en el endometrio, lo que ocurre aproximadamente entre
siete a diez días después de la fecundación. Se entiende por mola el producto
anormal del huevo proveniente de un embarazo ectópico o extrauterino, en
que el huevo no se deposita en el útero para su desarrollo, sino que concluye
anidándose en las trompas de Falopio o víceras adyacentes, donde está
imposibilitado de alcanzar su completo desarrollo pereciendo naturalmente
dentro de los primeros meses del embarazo. Se excluye también del tipo
aborto la muerte del producto de la fecundación in vitro, es decir, aquella que
tiene lugar en probetas o tubos de ensayo, en tanto no se encuentre anidado en
el útero.
No contiene el C.P., una definición de aborto, conceptualizándose como
la muerte del producto de la fecundación o concepción que aún no es persona,
a partir de la anidación. También se le define como la muerte del feto. Así, el
poner fin a la vida humana incipiente puede ocurrir en el seno de la madre o
bien provocándose su expulsión prematuramente, cuyo límite es el término del
proceso del parto. Como es lógico ha de tratarse de un aborto producido por la
actividad humana, quedando fuera del ámbito penal el natural o espontáneo
(resultante de causas patológicas ajenas a la voluntad de la mujer o de un
tercero).
La acción abortiva puede ofrecer las más diversas manifestaciones, ya
que los medios empleados para tal fin pueden ser los más disímiles, así, v.gr.,
físicos, mecánicos o químicos. El resultado es la destrucción del feto o
producto de la fecundación o concepción anidado hasta el término del proceso
del parto. Así entonces, el aborto es un delito de lesión real, en que resulta
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Tipo subjetivo.
Se contempla la comisión dolosa y culposa. Así, en el caso del art. 343.,
C.P., encontramos la comisión dolosa y culposa, como en los otros, la dolosa.
Iter criminis.
Se aplican las reglas generales. Si la mujer no está embarazada, la
realización de maniobras abortivas, la ejecución de las mismas, no tipifican a
lo menos, modalidad de aborto. No resulta posible atentar en contra de una
vida humana si ésta no existe, se trata de una tentativa inidónea respecto del
objeto de protección, delito imposible.
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“Art. 343. Será castigado con presidio menor en sus grados mínimo a medio, el que
con violencia ocasionare un aborto, aún cuando no haya tenido propósito de causarlo, con
tal que el estado de embarazo de la mujer sea notorio o le constare al hechor.”
20 MARIO GARRIDO MONTT. Ob. cit. (3)., pág. 108., “El alcance que se ha dado a la
voz maliciosamente se extiende a los diversos números del art. 342, en todos ellos, como se
verá más adelante, debe concurrir dolo directo, el eventual queda excluido.”.
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cobertura de punición a las tres hipótesis que cubre el art. 342., C.P., en tanto,
estima, permiten su realización no tan solo con dolo directo sino que también
con dolo eventual. Sin embargo, en lo que hace relación con la primera
hipótesis, esto es la del aborto violento, por motivos afincados en la
metodología sistemática según observo, sitúa su comisión con dolo eventual
en el art. 343., C.P., y no en el art. 342., C.P., asilándose en la redacción del
art. 343., C.P., conclusión por lo demás convergente con la sustentada por
otros comentaristas. Para llegar al resultado de la incorporación del dolo
eventual, asigna fundamental trascendencia a lo expuesto por la Comisión
Redactora del Código Penal, en Sesión 160/1.837., de 25 de Junio, en tanto
ésta se refirió a lo siguiente: “A indicación del mismo señor Gandarillas se
varió la primera frase del art. 345 (331) diciéndose: “El que maliciosamente
causare un aborto, etc.”, porque la expresión “de propósito” pudiera aplicarse
a muchas personas que de buena fe proceden, por ejemplo, el médico que
necesita causar el aborto i da remedios con el fin de procurarlo para salvar la
vida de una enferma en peligro.”. 21
Para el catedrático ALFREDO
ETCHEBERRY ORTHUSTEGUY entonces, “…la expresión
“maliciosamente”, dentro del sentido que la Comisión Redactora atribuyó aquí
a la expresión, está aludiendo a la antijuridicidad o ilicitud de la conducta: no
le cabe duda que el médico obra con intención, pero que su acto es
justificado (sería un caso especialísimo de estado de necesidad). Cuando falta
esta justificación, la ley considera que se ha obrado “maliciosamente””. El
renombrado GUSTAVO LABATUT GLENA, en lo pertinente señala que,
“La regla general del castigo del aborto está en el art. 342. La expresión
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Tipo objetivo.
En ambos casos la acción consiste en “causar un aborto” u “ocasionar
un aborto”. El elemento violencia no solo importa la aplicación de energía
física sobre la víctima, sino también la fuerza moral, como ocurre con la
intimidación o amenaza.
Tipo subjetivo.
Si la mujer consiente, aún concurriendo violencia, la figura se desplaza
a la hipótesis 3ª del art. 342., C.P.
El elemento subjetivo en el caso del art. 342 Nº 1., C.P., es el dolo
directo, descartándose el eventual. Si concurriere dolo eventual éste logra
encuadrabilidad típica por vía del art. 343., C.P.
Así, el art. 343., C.P., acepta el dolo eventual (el directo queda
comprendido en el art. 342., Nº 1., C.P.), a cuyos efectos la expresión “aún
cuando no haya tenido el propósito de causarlo” debe interpretarse con
exclusión del querer causarlo (el querer importa dolo directo). Así, la
modalidad prevista en el art. 343., C.P., acoge el dolo eventual y también la
culpa. El otro extremo concurrente para su precisión está en la previsibilidad
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25 Código Penal:
“Art. 234. El empleado público que, por abandono o negligencia inexcusables, diere
ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de caudales o efectos públicos o de
particulares de que se trata en los tres números del artículo anterior, incurrirá en la pena de
suspensión en cualquiera de sus grados, quedando además obligado a la devolución de la
cantidad o efectos sustraídos.”.
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Concursos.
Concurso aparente.
Si la mujer consiente entonces la hipótesis del art. 342., Nº 1., C.P., se
desplaza a la del numeral 3º de este mismo artículo, que contempla, la
modalidad abortiva con consentimiento de la mujer, en la medida en que el
desvalor de esta figura consuma la violencia aplicada o ejercida.
Concurso ideal.
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A mi entender, la figura del numeral 1º., del art. 342., C.P., consume la
violencia en la persona de la mujer embarazada solo hasta el límite de su
desvalor de punición, esto es, al presidio mayor en su grado mínimo (de 5
años y un día a 10 años), de modo tal que, si la violencia aplicada en el aborto
supera este umbral, como ocurre v.gr., frente a la castración, sancionada
penalmente ésta con presidio mayor en sus grados mínimo a medio (de 5 años
y un día a quince años), nos encontramos frente un concurso ideal de delitos,
debiendo aplicarse a los efectos punitivos el C.P. en su pertinente disposición:
“Art. 75. La disposición del artículo anterior no es aplicable en el caso de que un
solo hecho constituya dos o más delitos, o cuando uno de ellos sea el medio necesario para
cometer el otro.
En estos casos sólo se impondrá la pena mayor asignada al delito más grave.”.
Tipo subjetivo.
En el criterio mayoritario de los autores ha de concurrir dolo directo
descartándose el eventual. En la posición del jurisconsulto ALFREDO
ETCHEBERRY ORTHUSTEGUY el tipo comprende tanto el dolo directo
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Tipo subjetivo.
En la tesis mayoritaria, concurre dolo directo con exclusión del
eventual. En posición del comentarista ALFREDO ETCHEBERRY
ORTHUSTEGUY, el tipo penal considera tanto el dolo directo como el dolo
eventual, según hemos comentado.
Tipo.
Se presentan dos modalidades: a) una básica comprendida en el inciso
primero; y, b) una privilegiada en tanto motivada por la honra, referida en el
segundo.
Tipo objetivo.
En lo pertinente a la primera modalidad, o situación básica, ésta
comprende el auto aborto, en cuanto es la embarazada quien causa su propio
aborto, como asimismo el consentir en que otra persona se lo cauce.
El sujeto activo aquí lo es determinado, y se restringe a la propia mujer
embarazada, sin comprender al tercero que se lo cause, toda vez que la
conducta de éste habrá de regularse de conformidad a lo dispuesto en el tipo
penal previsto en el artículo 342 Nº 3., C.P.
La Ley N° 21.030/2.017., de 23 de Septiembre, auto referida como
“Regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres
causales”, reemplazó el artículo en comento el que ha quedado como el que
aquí se encuentra apuntado. En rigor, el único cambio que hizo fue el
incorporar ahora la expresión “…fuera de los casos permitidos por la ley,…”
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Tipo subjetivo.
El tipo subjetivo exige de dolo, descartándose la culpa o manifestación
cuasi delictual.
Sin embargo, el tipo subjetivo juega un fundamental rol, en cuanto
permite determinar si la conducta acoge encuadrabilidad típica en la figura
básica, o si por el contrario, lo hace respecto de la privilegiada. En efecto, si la
finalidad que persigue la mujer embarazada en la realización del aborto lo ha
sido “para ocultar su deshonra”, entonces nos encontramos ante la figura
beneficiada por el privilegio, de menor entidad delictiva.
A fin de buscar entendimiento al menor desvalor de punición del aborto
efectuado por la embarazada “para ocultar su deshonra”, resulta conveniente
tener en cuenta la época de dictación del C.P., chileno, en 1.874., el que como
hemos visto, se remonta, en tanto fuente, al C.P., español de 1.848., y
conceder que, en la mentalidad de la época, se observa una fuerte colisión de
intereses determinada por un lado por el embarazo de la mujer, no
correspondiente al cónyuge, en tanto que por el otro el propio de los deberes
sociales, situaciones que junto a otras circunstancias aparejaban graves efectos
Desvalor. Penalidad.
En lo correspondiente a la figura básica contemplada en el inciso
primero del art. 343., C.P., “la mujer que causare su aborto o consintiere que
otra persona se lo cause”, tiene asignada como pena el presidio menor en su
grado máximo (3 años y un día a 5 años), en tanto el tercero que lo causa
contempla como sanción el presidio menor en su grado medio (541 días a 3
años). El desvalor, en consecuencia, es mayor respecto de la mujer encinta que
se causa su aborto, que el que corresponde al tercero que se lo causa.
En el ejercicio de la motivación honoris causa para la realización del
aborto, la penalidad se privilegia situándose en el presidio menor en su grado
medio (541 días a tres años).
Tipo objetivo.
Se trata de una figura calificada en atención de la cualidad determinada
del sujeto activo, con penas aumentadas en un grado. La expresión
“facultativo”, ha de entenderse en tanto licencia o permiso, esto es, licenciado
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Desvalor. Punibilidad.
Esta conducta importa la de mayor desvalor de punición que contempla
el C.P., en lo que a figuras de aborto se refiere, toda vez que toma por base la
pena pertinente de aquellas que contempla el art. 342., y la aumenta en un
grado.
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Política criminal.
En diversas legislaciones extranjeras se observa que la conducta
abortiva, en ciertos casos y dentro de ciertos plazos, no constituye delito, en
atención de variadas consideraciones, entre las que se cuentan, v.gr., el caso
de la mujer encinta producto de violación, o colisión de intereses motivados
por la vida de la madre y la vida del feto; o inviabilidad fetal.
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En el párrafo tercero del Título VIII del Libro II del C.P., se recogen,
bajo el nombre de lesiones corporales, un conjunto de conductas que afectan
la salud individual, constituyendo ésta el objeto jurídico de protección, en
tanto se conceptualice en su sentido natural y obvio como “estado en que el
ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones”, y función se delimite
en lo que le resulte pertinente como “capacidad de acción o acción propia de
los seres vivos y de sus órganos y de las máquinas o instrumentos”. 27 En este
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rumbo -rumbo como camino y senda que uno se propone seguir en lo que
intenta o procura- los doctos SERGIO POLITOFF, FRANCISCO GRISOLIA
y JUAN BUSTOS, para quienes, “La verdad es que la integridad corporal no
constituye un valor independiente de la salud, sino una dimensión o aspecto
del concepto complejo de salud.”., en razón que, “lo que se advierte es la
sanción de la ruptura de la armonía o normalidad a través de deterioros más
o menos graves de algunas dimensiones” 28
En criterio de otros comentaristas, hay quienes consideran que el bien
jurídico tutelado lo conforman tanto la “salud individual” y la “integridad
corporal”, como lo sostiene el catedrático español JOSE MARIA
RODRIGUEZ DEVESA a cuyos efectos parte por concebir la lesión en
sentido amplio, “como todo menoscabo de la salud o de la integridad
personal”, donde afinca la premisa que, “Lo contrario de la salud es la
enfermedad; lo opuesto a la integridad personal es la falta de algún miembro u
órgano corporal.”, extrayendo a continuación que, “Una enfermedad puede
curar sin residuo o dejar defectos en el sujeto que la ha padecido. Por
consiguiente, por lesión hay que entender tanto las enfermedades físicas como
las psíquicas, los defectos que provengan de ellas y la pérdida de una parte de
la sustancia corporal.”. En Chile sustentan similar postura -en cuanto al
objeto jurídico- el autor ALFREDO ETCHEBERRY ORTHUSTEGUY, para
quien “La protección a la integridad corporal y la salud está dada en el Código
Penal a través de la sanción de las figuras que derivan del tipo lesiones
corporales. La integridad corporal como bien jurídico protegido, significa la
cantidad, estructura y disposición de las partes del cuerpo, anatómicamente
consideradas. La salud, en cambio, se refiere al normal funcionamiento, desde
28 SERGIO POLITOFF, FRANCISCO GRISOLÍA y JUAN BUSTOS. O. cit. (19 )., págs.
246., y sgtes.
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para sostener que, conforme al Art. 398, también son punibles las lesiones
causadas por medios morales.”. 30 (36). El C.P., apunta:
“Art. 398. Las penas del artículo anterior son aplicables respectivamente al que
causare a otro alguna lesión grave, ya sea administrándole a sabiendas sustancias o bebidas
nocivas o abusando de su credulidad o flaqueza de espíritu.”.
“Art. 4º bis. La extracción de órganos en vida con fines de trasplante sólo se permitirá
en personas capaces mayores de dieciocho años y cuando el receptor sea su pariente
consanguíneo o por adopción hasta el cuarto grado, o su cónyuge, o una persona que, sin
ser su cónyuge, conviva con el donante.
Asimismo, se permitirá la extracción de órganos en vida con fines de trasplante
cuando el donante sea una persona capaz, mayor de dieciocho años, y se ofrezca
voluntariamente y en forma altruista para la extracción y donación en vida. En este caso, el
órgano extraído tendrá como destino ser trasplantado a la persona que corresponda y esté
incluida en el registro nacional de potenciales receptores de órganos a cargo del Instituto de
Salud Pública de Chile, con el propósito de conservar su vida o mejorar su salud.
Para los efectos dispuestos en los incisos anteriores, se deberán cumplir, además, los
requisitos siguientes:
1.- En el momento de la donación, el donante no debe pertenecer al registro nacional de
no donantes a que se refiere el artículo 2º bis.
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2.- El donante debe expresar su consentimiento por escrito, en forma libre e informada,
y debe encontrarse en pleno goce de sus facultades, lo que deberá ser certificado por dos
médicos especialistas en salud mental, sin perjuicio de cumplir con la certificación
dispuesta en el artículo 5º.
3.- La donación se efectuará al registro nacional de potenciales receptores de órganos,
según lo dispuesto en el inciso anterior.
El consentimiento del donante no puede ser sustituido ni complementado, pudiendo
siempre ser revocado, hasta el instante mismo de la intervención quirúrgica, mientras
conserve capacidad para expresar su voluntad, caso en el cual la extracción no será
practicada.”.
“Art. 5º. La aptitud física de una persona, a que se refiere el artículo 4º, deberá ser
certificada, a lo menos, por dos médicos distintos de los que vayan a efectuar la extracción
o el trasplante.”.
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b) Lesiones deportivas.
O bien son atípicas, v.gr., cuando se ocasionan sin concurrencia de dolo ni
de culpa, v.gr., en las prácticas deportivas no violentas. O bien, en el caso de
los deportes violentos se encuentran al amparo de una causal de justificación,
cual es el ejercicio legítimo de un derecho, actividad, oficio o cargo, según el
artículo 10 Nº 10., C.P., en tanto concurran sus requisitos, esto es, encontrarse
en el ejercicio de dicho derecho y ejercerlo legítimamente, es decir, con apego
a los pertinentes reglamentos. Por otra parte, quien practica deportes no presta
consentimiento a la lesión, sino que lo concede al riesgo de lesión.
c) Autolesión.
No se tipifica en nuestro Ordenamiento de punición, en que se exige que la
conducta se constate respecto de “otro”. En estos casos de autolesión pueden
comprenderse también aquellas que el sujeto se auto inflige en la búsqueda del
perfeccionamiento espiritual, v.gr., como ocurre con las penitencias y
mortificaciones.
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B.1.) MUTILACIONES.
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Tipo subjetivo.
Por la concurrencia de la expresión maliciosamente se requiere o exige
de dolo directo, descartándose la castración con dolo eventual por vía del art.
395., C.P., lo que no significa que esta última modalidad sea atípica, toda vez
que alcanza encuadrabilidad de jure con arreglo a las lesiones graves
gravísimas del art. 397., Nº 1., C.P., “si de resulta de las lesiones queda el
ofendido demente, inútil para el trabajo, impotente, impedido de algún
miembro importante o notablemente deforme.”.
Finalmente, la casatración culposa constituye un cuasidelito de lesiones,
no de castración.
Iter criminis.
Cobra particular trascendencia, tratándose de un delito de lesión real,
toda vez que, siendo el objeto de jure tutelado, la salud individual en sus
efectos coeundi (realización del coito) o generandi (capacidad de procrear), se
ha estimado que, la castración se encuentra en grado de consumación ante la
afectación de alguna de éstas funciones. En caso contrario, estaríamos ante
modalidades imperfectas: frustración o tentativa.
Penalidad. Desvalor.
Se sanciona punitivamente con presidio mayor en sus grados mínimo a
medio.(5 años y un día a 15 años.).
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Tipo objetivo.
La acción consiste en mutilar, es decir, cercenar o extirpar un miembro
del cuerpo humano, como puede ocurrir con una mano, la lengua, un riñón, un
dedo, etc., comprendiéndose tanto los miembros externos, unidos al tronco,
como un brazo o una pierna; como también los internos, como un pulmón.
Respecto del alcance y sentido del mutilar, me remito aquí a lo dicho
en el acápite anterior, referido a la castración, considerando allí que ésta no es
sino una modalidad de mutilación. En efecto, el art. 396., C.P.,
precedentemente citado, incorpora entre las mutilaciones explícitamente la
castración, tratada ésta en el art. 395., C.P., al consignar: “Cualquiera otra
mutilación…”.
El Código de punición distingue dos hipótesis con diferente desvalor de
punición: así, en su inciso primero, sanciona con mayor pena la “mutilación
de un miembro importante”, en tanto que, en el segundo, con menor desvalor,
las “ mutilaciones de miembros menos importantes”.
La diferenciación entre “miembro importante” y “miembro menos
importante” la concede el propio tipo penal en comento, en cuanto recae
sobre “miembro importante” al dejar a la víctima “en la imposibilidad de
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Tipo subjetivo.
La expresión hecha también con malicia es sinónima de dolo directo,
razón por la cual se excluye el dolo eventual y la culpa, lo que no significa que
estas últimas dos modalidades sean atípicas. En efecto, las mutilaciones
efectuadas con dolo eventual se regulan a título de lesiones, de conformidad al
art. 397 Nº 1., C.P., en tanto, las culposas, en atención de lo dispuesto en los
artículos 490., y siguientes del C.P., como cuasidelito.
Iter criminis.
En el caso que la voluntad final del sujeto activo sea el querer mutilar
un miembro importante, v.gr., un brazo o una pierna, habrá que estarse a esta
figura en grado incompleto, de frustración o tentativa, si el hechor no alcanza
la consumación. No corresponde observar aquí la mutilación de miembro
menos importante en grado de consumación si éste en definitiva, (v.gr.,
pérdida de un dedo), fue solo el resultado objetivo de la acción ejecutada si la
voluntad final del hechor era la mutilación.
Penalidad. Desvalor.
La mutilación de miembro importante cometida con dolo directo tiene
por sanción punitiva el presidio menor en su grado máximo al presidio mayor
en su grado mínimo (3 años y 1 día a 10 años) , en tanto la misma modalidad
cometida con dolo eventual, castigada a título de lesiones graves gravísimas
importa por pena el presidio mayor en su grado mínimo (5 años y 1 día a 10
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las lesiones menos graves, como a las leves o faltas, conformándose las dos
últimas apuntadas a una menor entidad y más atenuado desvalor o pena. 33
En su sentido literal, “herir. (Del lat. ferire.) tr. Dañar a una persona o
a un animal produciéndole una herida o una contusión.”, en tanto “herida. p.p.
de herir. Ú.t.c.s. // 3. ant. sangriento, que causa efusión de sangre.”, y,
“contusión. (Del lat. contusio-onis) f. Daño que recibe alguna parte del cuerpo
por golpe que no causa herida exterior.”; “golpear. tr. dar un golpe o golpes
repetidos. Ú.t.c.intr.”, y “golpe. Acción de golpear o tener un encuentro
repentino y violento dos cuerpos. Ú. t. en sent. fig.”; y, “maltratar. tr. Tratar
mal a uno de palabra u obra. Ú.t.c.prnl.”. 34
La modalidad en comento se ha de efectuar “de obra” esto es, de hecho,
por medios materiales, de donde es dificultoso concebirla por vía omisiva, aún
cuando esta opinión no es unánime en doctrina, como lo ponen de manifiesto
los ilustres SERGIO POLITOFF, FRANCISCO GRISOLIA y JUAN
BUSTOS, quienes conceden, en el marco del art. 399., C.P., relativo a las
lesiones menos graves, la posibilidad omisiva. 35
33 Código Civil:
“Art. 22. El contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada una de sus
partes, de manera que haya entre todas ellas la debida correspondencia y armonía.
Los pasajes oscuros de una ley pueden ser ilustrados por medio de otras leyes,
particularmente cuando versan sobre el mismo asunto.”
35 SERGIO POLITOFF, FRANCISCO GRISOLÍA y JUAN BUSTOS. Ob. Cit. (19 ).,
págs. 288., y 289. “Sin embargo no nos persuade la teoría dominante en el sentido de que
(salvo la hipótesis especial del Art. 398, que solo regiría para las lesiones graves) tales
formas de comisión, para la generalidad de las lesiones sólo podrían consistir en los verbos
herir, golpear y maltratar de obra. Por el contrario, en la línea de alguna doctrina española
moderna, nos parece que el artículo 399, relativo a las lesiones menos graves, puede
comprender, sin forzar su texto, toda causación de lesiones, sea por acción, sea por
omisión, no comprendidas en algunas de las hipótesis de lesiones de lesiones graves. No
estar comprendidas en las lesiones graves, quiere decir tanto la hipótesis de que el
resultado sea de menor entidad que lo señalado en el Art. 397 cuanto la de que, cualquiera
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Tipo subjetivo.
Si bien no presentan restricción, cabe tener presente que, la modalidad
recogida en el artículo 398., del C.P., “…ya sea administrándole a sabiendas
sustancias o bebidas nocivas…” sí la presenta acotándose al dolo directo. En
sea el resultado, los medios sean diversos a los previstos en los Arts. 397 y 398. Como
observan Del Rosal, Cobo y Mourullo, no hay fundamento para extender por analogía la
restricción de los medios, propia de las lesiones graves, también a las lesiones menos
graves.”.
36 JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DEVESA. Ob. Cit. (26)., pág. 125.SERGIO POLITOFF,
FRANCISCO GRISOLÍA y JUAN BUSTOS. Ob. Cit. (19) págs.. 288 y 289.
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las otras, dolo directo, dolo y dolo eventual. Culpa por aplicación de lo
dispuesto en los artículos 490., y siguientes C.P.
Política criminal.
El sistema empleado por el C.P., es criticable por cuanto la gravedad de
la lesión, y por ende, su desvalor y penalidad quedan afectos al resultado, con
difícil precisión del dolo respecto al tipo penal, en tanto, v.gr., el deslinde de
la lesión simplemente grave respecto de la menos grave, si produjeren al
ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días o
por menos de dicha medida de tiempo.
Demente.
Es enajenación mental en sentido amplio, trastorno profundo en cualquiera de
las esferas psíquicas: intelectual, volitiva, afectiva. La perturbación exige
permanencia en el tiempo, ya que si no la tiene, la lesión es simplemente
grave acorde al art. 397 Nº 2., C.P., o, menos grave según el art. 399., C.P.
Permanencia no significa perpetuidad.
Cabe aquí la detención del desarrollo mental, como le puede ocurrir a un
niño.
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Impotente.
Es la incapacidad de la actividad sexual en que queda el sujeto pasivo,
esto es, la imposibilidad de la realización del coito (coeundi), o la no
posibilidad de fecundar (generandi). Aquí se comprende la esterilización,
como asimismo, la destrucción o inutilización de los órganos de la generación.
Por cierto, el factor tiempo juega aquí un rol determinante, toda vez
que, se requiere de permanencia, la que al no concurrir bien pudiera arrastrar
esta modalidad a la propia de las lesiones simplemente graves. (Art. 397., Nº
2., C.P.).
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Notablemente deforme.
Es un concepto estético, lo que significa que se ocasiona una
irregularidad física notoria y permanente, no necesariamente fea, ni que
tampoco inspire necesariamente desagrado o repulsión a los demás.
Para su calificación se excluye la posibilidad de reparación por cirugía
estética o plástica.
Deforme significa en su sentido literal, desproporcionado o irregular en
la forma, en tanto que “forma” es figura o determinación exterior de la
materia.
Es menester que la deformidad propia de la lesión sea “notable”, esto
es, digno de nota, constitutiva de marca o señal, 40
lo que puede ocurrir con
respecto de un órgano externo o interno, de modo tal que no es requisito que
sea notorio, esto es, que se encuentre a la vista o al descubierto.
Las deformaciones funcionales como v.gr., la voz de pito o la
incontinencia urinaria no se comprenden aquí por no ser deformaciones
estéticas.
Los publicistas SERGIO POLITOFF, FRANCISCO GRISOLIA y
JUAN BUSTOS insatisfechos por el criterio enunciado, estiman que, la
configuración de esta modalidad exige una valoración subjetiva en la víctima,
esto es, “con lo que la propia persona, dentro de supuestos normales, sienta
como tal.”, es decir, “que se produzca bajo una valoración objetivo-subjetiva,
un serio quebranto psíquico en el sujeto por el sentimiento de la propia
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41 SERGIO POLITOFF, FRANCISCO GRISOLÍA y JUAN BUSTOS. Ob. Cit. (19) pág.
303.
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Tipo subjetivo.
La ley exige que se obre a sabiendas, es decir con conocimiento de las
propiedades nocivas de las substancias que se están suministrando a la
víctima. Dolo directo.
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“Art. 401. Las lesiones menos graves inferidas a guardadores, sacerdotes, maestros
o personas constituidas en dignidad o autoridad pública, serán castigadas siempre con
presidio o relegación menores en sus grados mínimos a medio.”
Tipo subjetivo.
Se comprende tanto el dolo directo como el eventual. En lo propio del
tipo básico se suma el delito culposo por aplicación de las disposiciones cuasi
delictuales referidas en los artículos 490., y siguientes C.P.
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104
Los artículos anteriores del párrafo en comento son los que comprenden
del 395., hasta el 399., C.P., y establecen los tipos penales de mutilaciones
(castración y mutilación de miembro importante y menos importante); y
lesiones (graves gravísimas, simplemente graves y menos graves). Se excluye
la lesión falta, ubicada ésta en otro acápite del C.P.
Determinados los delitos, la pena de éstos se aumentará en un grado si
se ejecutan en contra de alguna de las personas que menciona el artículo 5º.,
de la Ley sobre Violencia Intrafamiliar, esto es, “con quien tenga o haya
tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él;
o sea pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la
colateral hasta el tercer grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su
actual conviviente.” u “ocurra entre los padres de un hijo común, o recaiga
sobre persona menor de edad o discapacitada que se encuentre bajo el cuidado
o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar.”. O se
ejecuta con cualquiera de las circunstancias segunda, tercera o cuarta del Nº
1., del artículo 391., C.P., esto es, por premio o promesa remuneratoria; por
medio de veneno; o, con ensañamiento, aumentando deliberada e
inhumanamente el dolor al ofendido, respectivamente.
104
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Tipo subjetivo.
Dolo.
Se excluye la culpa en atención a que el cuasidelito de lesiones gira en
torno de los crímenes y de los simples delitos, y no de las faltas cuyo es el
caso. En efecto, acorde al C.P.:
“Art. 490. El que por imprudencia temeraria ejecutare un hecho que, si mediara
malicia, constituiría un crimen o un simple delito contra las personas, será penado:
1. Con reclusión o relegación menores en sus grados mínimos a medio, cuando el
hecho importare crimen.
2. Con reclusión o relegación menores en sus grados mínimos o multa de once a
veinte unidades tributarias mensuales, cuando importare simple delito.”.
“Art. 403. Cuando solo hubieren resultado lesiones menos graves sin conocerse a
los autores de ellas, pero sí a los que hicieron uso de armas capaces de producirlas, se
impondrá a todos éstos las penas inmediatamente inferiores en grado a las que les hubieran
correspondido por tales lesiones.
En los casos de este artículo y del anterior, se estará a lo dispuesto en el 304 para la
aplicación de la pena.”.
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que ocasionaran lesiones menos graves. Así entonces, tomando la ley por
base las lesiones menos graves sin determinación de autor, se está a los que
hicieron en la riña o pelea uso de armas capaces de producirlas, disponiendo
se imponga a todos éstos las penas inmediatamente inferiores en grado a las
que les hubieren correspondido por las lesiones menos graves.
Respecto a lo que ha de entenderse por riña o pelea, como a algunos
otros aspectos del tipo objetivo, en cuanto fueren comparativamente
compatibles, me remito a lo que expusiera con motivo del estudio del
homicidio en riña o pelea, sin perjuicio de reiterar aquí que, acorde a su
sentido literal, riña es “Aquella en que se acometen varias personas confusa y
mutuamente de modo que no cabe distinguir los actos de cada una”, en tanto
que pelea es contender o reñir aunque sea sin armas. 44 Deben concurrir varias
personas, o a lo menos, más de dos, ya que en este último caso, es decir,
concurriendo sólo dos, no existiría problema en la determinación de quien
causó las lesiones.
Tipo subjetivo.
El dolo se circunscribe al conocimiento en tanto elemento intelectivo, y
a la voluntad en tanto disposición volitiva, de participar en la riña o pelea.
con cautela siempre dentro de sus marcos de tolerancia, como puede ocurrir,
v.gr., con quien se ve envuelto en la riña o pelea sin haberla buscado, o quien
interviene en la misma para apaciguar a los contendientes o en defensa de uno
de los en ella involucrados.
“Art. 304. Cuando empleando las reglas anteriores para aplicar la pena, no pudiere
ésta determinarse por falta de grados inferiores o por no ser aplicables las de inhabilitación
y suspensión, se impondrá la última que contenga la respectiva escala gradual.”.
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Iter criminis.
Por ser un delito de lesión potencial o de peligro no caben ni la tentativa
ni la frustración, ya que es una infracción formal, en la cual no hay inicio de
ejecución mientras no comience el combate o pelea. Y comenzando, el delito
está en grado de consumación. Por esta razón ciertas conductas preparatorias o
previas se penan separadamente.
“Art. 409. Se impondrán las penas generales de este Código para los casos de
homicidio y lesiones:
1. Si el duelo se hubiere verificado sin la existencia de padrinos.
2. Cuando se provocare o diere causa a un desafío proponiéndose un interés
pecuniario o un objeto inmoral.
3. Al combatiente que faltare a las condiciones esenciales concertadas por los
padrinos.”.
C.2) Duelo regular. Figura básica. Art. 406., inciso final C.P.
“Art. 406. (inciso final) En los demás casos se impondrá a los combatientes
reclusión menor en su grado mínimo o multa de once a veinte unidades tributarias
mensuales.”.
Tipo subjetivo.
Dolo.
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Tipo subjetivo.
Dolo.
116
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Tipo subjetivo.
Dolo.
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condiciones con el menor peligro que fuere posible a la vida humana o salud
individual de los duelistas, suspendiéndolo si es extravasan los límites
trazados, y debiendo velar en todo momento por el estricto cumplimiento de
las condiciones pactadas, siendo propio de su cometido el ser jueces del
campo y moderadores del combate, debiendo observarse en estos fines, la
constitución de la figura básica y su menor desvalor si se la compara con
aquella otra consagrada en la misma precitada disposición de ley cuando
hubieren concertado el duelo a muerte o con ventaja conocida a favor de
alguno de los combatientes, lo que no es esperable de la actitud que los
padrinos deben asumir ante el duelo.
Tipo subjetivo.
Dolo.
Penalidad. Desvalor.
En ambos casos la pena es de reclusión menor. Sin embargo, en el
básico esta corresponde al grado mínimo (de 61 a 540 días), en tanto que en
calificado al grado máximo (3 años y un día a 5 años).
119
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Tipo subjetivo.
Dolo.
Penalidad. Desvalor.
Se reenvía a la penalidad recogida por el art. 406., C.P.
Iter criminis.
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Penalidad. Desvalor.
Privativa de libertad. Reclusión menor en su grado mínimo (61 a 540
días).
Tipo subjetivo.
Dolo.
Penalidad. Desvalor.
Se remite a la estatuida para el art. 404., C.P., esto es, la reclusión
menor en su grado mínimo (61 a 540 días).
122
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1) DEL HOMICIDIO;
2) LESIONES CORPORALES; y,
3) DEL DUELO.
A)., B)., y, C). Disposiciones comunes a los párrafos I, III., y IV., del
Título VIII., del Libro II. Arts. 410 y 411., C.P.
“Art. 410. En los casos de homicidio o lesiones a que se refieren los párrafos I, III y
IV del presente título, el ofensor, a más de las penas que con ello se establecen, quedará
obligado:
1º A suministrar alimentos a la familia del occiso.
2º A pagar la curación del demente o imposibilitado para el trabajo y a dar
alimentos a él y a su familia.
3º A pagar la curación del ofendido en los demás casos de lesiones y a dar alimentos
a él y a su familia mientras dure la imposibilidad para el trabajo ocasionada por tales
lesiones.
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“Art. 411. Para los efectos del artículo anterior se entiende por familia todas las
personas que tienen derecho a pedir alimentos al ofendido.”.
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“Art. 55. Delitos de acción privada. No podrán ser ejercidas por otra persona que la
víctima, las acciones que nacen de los siguientes delitos:
a) La calumnia y la injuria,”.
En el Código Penal:
“Art. 428. El condenado por calumnia o injuria puede ser relevado de la pena
impuesta mediante perdón del acusador; pero la remisión no producirá efecto
respecto de la multa una vez que ésta haya sido satisfecha.
La calumnia o injuria se entenderá tácitamente remitida cuando hubieren mediado
actos positivos que, en concepto del tribunal, importen reconciliación o abandono de
la acción.”.
Consideraciones sistemáticas.
La calumnia y las injurias aparecen recogidas por el legislador al final
del Título VIII., del Libro II., C.P., en los párrafos 6, “De la calumnia”; 7, “De
las injurias”; y, 8, “Disposiciones comunes a los dos párrafos anteriores”.
No todos los delitos que se dirigen en contra del honor tienen cabida en
este lugar, toda vez que del examen de los distintos tipos del C.P., se advierte
la presencia de atentados en su contra también en otras de sus disposiciones.
Así, no solo como bien jurídico protegido, sino v.gr., como motivación que
permite morigerar o agravar la responsabilidad penal, según los arts. 11., y
12., C.P., en los casos de las atenuantes pasionales y de las agravantes
deshonrosas. También, en el mismo estatuto de delitos, para crear específicos
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tipos penales como ocurre con el “aborto honoris causa” del art. 344., inciso
segundo; en la figura de denostación o pública desacreditación a otro por
haber rehusado un duelo acorde al art. 405.; atentados y desacatos contra la
autoridad según los arts., 263., y 264; delitos relativos al ejercicio de los cultos
permitidos en la República como lo consigna el art. 139.
Avanzando respecto del cómo el Código de punición protege el honor,
nos encontramos con dos modalidades: la calumnia; y, las injurias.
En un desarrollo pedagógico, principiaré por hacerme cargo de las
injurias por constituir éstas las modalidades básicas, toda vez que la calumnia
no conforma sino una modalidad específica de aquellas. La distinción de un
delito y otro se hace en función del contenido de la actitud deshonrosa: sólo es
calumnia la imputación de un delito determinado pero falso y que pueda
actualmente perseguirse de oficio.
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“Art. 423. El acusado de calumnia o injuria encubierta o equívoca que rehusare dar
en juicio explicaciones satisfactorias acerca de ella, será castigado con las penas de los
delitos de calumnia o injuria manifiesta.”.
Tipo subjetivo.
Dolo.
Desde la subjetividad se plantea el alcance que ha de contener el
ánimus injuriandi, en tanto se estime un elemento particularizado del tipo
comprendido en la manifestación “en” concurrente en el art., 416., C.P.: “Es
injuria toda expresión proferida o acción ejecutada en deshonra, descrédito o
menosprecio de otra persona” (el destacado en negro es de mi cargo). El
“ánimus injuriandi” se encuentra al abrigo del conocimiento y de la
voluntad en tanto elementos intelectivo y volitivo constitutivos del dolo,
jugando la expresión “en” un decisivo sentido final subjetivo de injuriar.
52 GUSTAVO LABATUT GLENA. Ob. Cit. (2) pág. 185., quien apunta que, “La retorsión
de los conceptos ofensivos es el producto de la exaltación, del arrebato que producen las
injurias y que impide al común de los individuos guardar silencio cuando son ofendidos.
No excluye el dolo ni es causa de justificación.”.
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“Art. 102. La prescripción será declarada de oficio por el tribunal aún cuando el
imputado o acusado no la alegue, con tal que se halle presente en el juicio.”.
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D.2.) Calumnia.
El texto de punición se ocupa de esta figura en el párrafo 6., “De la
calumnia”, del Título VIII., de su Libro II. Artículos 412, 413, 414., y, 415.
“Art. 412. Es calumnia la imputación de un delito determinado pero falso y que
pueda actualmente perseguirse de oficio.”.
presidio menor en su grado medio y multa de once a quince unidades tributarias, si fuere
sobre simple delito, y con presidio menor en su grado mínimo y multa de seis a diez
unidades tributarias mensuales, si se tratare de una falta.”.
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Tipo subjetivo.
Dolo.
Clases de calumnia.
Me refiero específicamente a los artículos 413., y 414., C.P.
“Artículo 413. La calumnia propagada por escrito y con publicidad será castigada:
1º Con las penas de reclusión menor en su grado medio y multa de once a veinte
unidades tributarias mensuales, cuando se imputare un crimen.
2º Con las de reclusión menor en su grado mínimo y multa de seis a diez unidades
tributarias mensuales, si se imputare un simple delito.”.
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“Art. 425. Respecto de las calumnias o injurias publicadas por medio de periódicos
extranjeros, podrán ser acusados lo que, desde el territorio de la República, hubieren
enviado los artículos o dado orden para su inserción, o contribuido a la a introducción o
expendición de esos periódicos en Chile con ánimo manifiesto de propagar la calumnia o
injuria.”.
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C.P.P. “Art. 108. Concepto. Para los efectos de este Código, se considerará víctima
al ofendido por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y en los casos en que
éste no pudiere ejercer los derechos que en este Código se le otorgan, se considerará
víctima:
a) al cónyuge o al conviviente civil y a los hijos;
b) a los ascendientes;
c) al conviviente;
d) a los hermanos, y
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos de su intervención en el procedimiento, la enumeración precedente
constituye un orden de prelación, de manera que la intervención de una o más personas
pertenecientes a una categoría excluye a las comprendidas en las categorías siguientes.”.
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Impreso en el mes de Octubre de 2.004., en los Talleres Gráficos de Prol Gráfica, San
Pablo (Brasil). Segunda Parte. Capítulo LVIII. Que trata de como menudearon sobre don
Quijote aventuras tantas, que no se daban vagar unas a otras. Págs. 844-985.
58 AGUSTÍN SQUELLA NARDUCCI. LIBERTAD. Editorial UV de la Universidad de Valparaíso.
Valparaíso, Chile, 2.017.
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59 No tan solo se corresponde con el ser humano, sino que, como lo enseña la observación
de la naturaleza, se extiende a todo el reino animal.
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del Código Penal sanciona punitivamente con reclusión menor en sus grados
mínimo a medio a, “El que accediere carnalmente a un menor de dieciocho
años de su mismo sexo, sin que medien las circunstancias de los delitos de
violación o estupro…”.
En cuanto al acceso carnal en quien padece de enajenación o trastorno
mental, el tipo penal consagrado en el artículo 361., del Código Penal exige
que el hechor abuse, abuso que también encontramos como elemento del tipo
de estupro, en el artículo 363 numeral “1º Cuando se abusa de una anomalía o
perturbación mental, aun transitoria, de la víctima, que por su menor entidad
no sea constitutiva de enajenación o trastorno.”.
El concluir que quien padece de enajenación o trastorno mental no tiene
derecho o le está vedado el ejercicio de la libertad sexual respecto de terceros,
importa una extirpación de jure de un aspecto esencial de la personalidad y
por ende la conculcación de un atributo fundamental de la libertad, cual lo es
la libertad sexual.
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Comete violación el que accede carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a una
persona mayor de catorce años, en alguno de los casos siguientes:
1º Cuando se usa de fuerza o intimidación.
2º Cuando la víctima se halla privada de sentido, o cuando se aprovecha de su
incapacidad para oponerse.
3º Cuando se abusa de la enajenación mental de la víctima.”.
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medio idóneo que cause o infunda miedo en tanto perturbación angustiosa del
ánimo por un riesgo real o imaginario que anule o vicie la autodeterminación.
O bien y conforme al numeral 2., se concreta, como se ha señalado
“cuando la víctima se haya privada de sentido”, o, alternativamente, “cuando
se aprovecha su incapacidad para oponerse.”.
Que la víctima se haya privada de sentido significa que no se encuentra
en condiciones de consentir válidamente debido a falta de conciencia sobre la
realidad.
En lo que respecta a la segunda hipótesis del numeral 2º., esto es, “…
cuando se aprovecha su incapacidad para oponerse.”, ello importa una
disminución de las capacidades físicas de la víctima, cuestión que corresponde
en su determinación al caso a caso.
Finalmente, “3º Cuando se abusa de la enajenación o trastorno mental
de la víctima.”, importa que las facultades cognitivas y volitivas de ésta se
encuentren alteradas por causas patológicas, y en tal condición el hechor se
aproveche de la situación.
Parece conveniente insistir en que, en razón del bien jurídico objeto de
tutela, esto es, la libertad sexual, el mero acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal en la persona de la víctima, sin concurrencia de abuso, no tipifica per se
esta hipótesis.
A mayor abundamiento, en mi criterio, el negar el ejercicio de la
libertad sexual a quienes padecen enajenación o trastorno mental, importa
una discriminación arbitraria, y el sustento de desigualdad ante la ley,
atendido el bien jurídico tutelado.
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Desvalor de punición.
La penalidad concurrente acorde lo dispone el artículo 361., del Código
Penal consiste en el presidio mayor en su grado mínimo a medio, es decir,
aquella que se extiende entre los cinco años y un día a quince años de
privación de libertad.
Iter criminis.
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Tipo objetivo.
El bien jurídico tutelado lo es la libertad sexual en cuanto, por razones
de falta de desarrollo y madurez físico y psíquico, el menor no se encuentra en
condiciones de ejercer la libertad sexual respecto de terceros, situación que sí
se da a partir de los catorce años de edad.
El verbo rector se concreta en el acceso carnal, o sea en la penetración,
ya total, ya parcial, del miembro viril del agresor por vía vaginal, anal o bucal
en la persona de la víctima, quien debe ser un menor de catorce años de edad,
hombre o mujer.
La conducta queda tipificada por el solo hecho de ser la víctima menor
de catorce años de edad, lo que importa el análisis de a lo menos dos vías: la
primera acotada a la edad de la víctima, como se ha consignado, siendo
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Iter criminis.
En mi criterio el delito se consuma de la manera como lo explicita el
legislador, esto es, con el acceso carnal que efectúa el hechor por la vagina, el
ano o la boca de la víctima, penetración que bien puede ser total, o bien puede
ser parcial.
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Tipo objetivo.
Como ocurre en la violación según he referido, aquí el bien jurídico lo
es la libertad sexual, en tanto el verbo rector o núcleo se concreta en la
expresión “accediere carnalmente”, esto es, en la penetración total o parcial
del pene por parte del hechor en la vagina, el ano o la boca de la víctima. El
sujeto activo lo es un varón toda vez que debe acceder carnalmente, lo que
puede realizar quien está provisto del miembro viril, de pene, en tanto la
víctima puede serlo tanto una mujer como un hombre.
62 “ESTUPRO. Del lat. Stuprum “violación”. // 1. M. Der. Coito con persona mayor de 12
años y menor de 18, prevaliéndose de superioridad, originada por cualquier relación o
situación. 2. m. Der. Acceso carnal con persona mayor de 12 años y menor de 16,
conseguido con engaño. // 3. M. Antiguamente, coito con soltera núbil o con vuida, logrado
sin su libre consentimiento. del.rae.es
63 “PREVALER. Del lat. Praevalere. Conjug. C. valer. 1. intr. Prevalecer. 2. Pml. Valerse
o servirse de algo para ventaja o provecho propio.”. del.rae.es.
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estupro pueda concluirse que dicha regla se encuentra alterada, a extremo tal,
que concurriendo el consentimiento de la víctima la conducta es atípica, a no
ser que se concrete alguna de las modalidades constitutivas de la ratio legis del
estupro, es decir, el prevalimiento o el engaño de conformidad con los
presupuestos contemplados en alguno de sus cuatro numerales ya vistos. De
revés, concurriendo el consentimiento, y no así ninguna de las hipótesis
previstas en los numerales del 1º al 4º del artículo 363., la conducta es atípica.
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terceros se valida a partir de los catorce años de edad, edad en que se establece
de iure caso en el cual, el acceso carnal con persona menor de esta edad
constituye violación -de aquella denominada impropia- consignada en el
artículo 362 del Código de punición, cuya pena comprende el presidio mayor
en cualquiera de sus grados, esto es, de cinco años y un día a veinte años de
privación de libertad. En la especie -sodomía- la pena se concreta en la
reclusión menor en sus grados mínimo a medio, es decir, de sesenta y un días
a tres años de privación de libertad. Así, si en ambos casos se tratare de
violación -siguiendo el parámetro del legislador- no se advierte el porqué de
la diferenciación de penalidad respecto de víctimas en que en ambas
situaciones el consentimiento no es válido para el ejercicio de la libertad
sexual, en tanto particularmente concede al acceso carnal anal desvalor de
punición de menor entidad.
Tipo Objetivo.
Conjuntamente con las figuras antes referidas que constituyen delitos,
ésta también se cobija en la libertad sexual como bien jurídico tutelado, aún
cuando no advierto el porqué, o discrepo de los motivos tenidos presentes por
el legislador, quien efectúa un cercenamiento del ejercicio de la libertad
sexual, que, comenzando a los catorce años de edad en general, en el caso de
la sodomía lo valida cuatro años más tarde, es decir, a los dieciocho años de
edad, en circunstancias que el despertar sexual empíricamente, es decir,
basado en la experiencia y en la observación de los hechos ocurre en la
pubertad y no en la adultez.
El núcleo del tipo, como en los casos vistos anteriormente, en lo
pertinente, gira en torno del acceso carnal, esto es, en la penetración total o
parcial del pene por el ano de la víctima, con prescindencia del consentimiento
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Iter criminis.
En lo pertinente a los grados de desarrollo del delito, el verbo rector gira
en torno del “…que accediere carnalmente…”, lo que en mi impresión
importa penetración del pene, ya total, ya parcial, en el ano del menor de
dieciocho y mayor de catorce años de edad, a fin de determinar su
consumación.
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artículos 362., y 365 bis., numeral dos, ambas consignan el presidio mayor en
cualquiera de sus grados; y, la del artículo 363., y 365 bis., numeral 3., ambas
establecen penas de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en
su grado mínimo.
E.2.1) Acción sexual con respecto a la violación propia. C.P. Art. 365 bis.
N° 1.; y, Art. 361., numerales 1., 2., y, 3.
“Art. 365 bis. Si la acción sexual consistiere en la introducción de objetos de
cualquier índole, por vía vaginal, anal o bucal, o se utilizaren animales en ello, será
castigada:
1° con presidio mayor en su grado mínimo a medio, si concurre cualquiera de las
circunstancias enumeradas en el artículo 361;…
Tipo objetivo.
El bien jurídico tutelado lo es la libertad sexual en la inteligencia ya
explicitada y a la cual me remito.
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66 Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. Editorial ESPASA CALPE S.A. Madrid,
España, 1.994.
67 Diccionario de la Lengua Española. Ob. Cit. 65.
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serlo cualquier persona, tanto hombre como mujer, lo que también así ocurre
con la víctima.
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E.2.1) Acción sexual en menor de catorce años de edad. Arts. 366 bis., y
365 bis., C.P.:
“Art. 366 bis. El que realizare una acción sexual distinta del acceso carnal con una
persona menor de catorce años, será castigado con la pena de presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo.”.
persona menor de catorce años, será castigada con la pena de presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo.”.
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que haya afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no
hubiere contacto corporal con ella.”.
Tipo subjetivo.
Dolo.
Penalidad. Desvalor.
Se extiende del presidio menor en su grado máximo al presidio mayor
en su grado mínimo, o sea, de tres años y un día a diez años de privación de
libertad.
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boca de la víctima, aun cuando no hubiere contacto corporal con ella”, acorde
lo explicita el artículo 366 ter., del Código Penal.
El sujeto activo lo es indeterminado, pudiéndolo ser tanto un hombre
como una mujer, situación que se extiende de igual forma al objeto material.
Tipo subjetivo.
Dolo.
Penalidad. Desvalor.
En razón de la peculiaridad de la modalidad de comisión de la acción
sexual, el legislador le concede un mayor desvalor si se le compara con el tipo
básico, alcanzando en el calificado la pena de presidio mayor en cualquiera de
sus grados, o sea, aquella que comprende de los cinco años y un día a veinte
años.
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“Art. 361. …
1º Cuando se usa de fuerza o intimidación.
2º Cuando la víctima se halla privada de sentido, o cuando se aprovecha su
incapacidad para oponerse.
3º Cuando se abusa de la enajenación o trastorno mental de la víctima.”.
Tipo objetivo.
El bien jurídico tutelado lo es la libertad sexual en la inteligencia que se
ha explicitado al inicio del estudio de estos delitos de conducta sexual, al cual
me remito.
Como elemento del tipo se ha de tener presente que la expresión acción
sexual ha sido interpretada por el legislador acorde lo dispone el artículo 366
ter., en los términos transcriptos anteriormente, motivo por el cual no se
insistirá aquí sobre ello.
Entonces, el quid del asunto se radica en el verbo rector, esto es, en
términos de la disposición en comento, introducción, esto es, introducir “2.
Meter o hacer entrar una cosa en otra.”. 68., en tanto entrar “(Del lat. intráre)
intr. Ir o pasar de fuera adentro.”. 69 , concretándose la cosa en la especie, por
exigencia del tipo a “objetos de cualquier índole”, lo que excluye el pene o
miembro viril, toda vez que la introducción de éste, en consideración del
principio de especialidad, diluye la apariencia a favor de la violación propia a
que se refiere el artículo 361 del Código de punición. Cabe considerar que la
68 Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. Editorial ESPASA CALPE S.A. Madrid.
España, 1.994.
69 Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. Editorial ESPASA CALPE S.A. Madrid.
España. 1.994.
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introducción se corresponde, por exigencias del tipo, “por vía vaginal, anal o
bucal.”.
En cuanto a las circunstancias enumeradas en el artículo 361., del
Código en comento, a que se refiere el tipo en análisis, es necesario destacar
que es suficiente concurra una cualquiera de ellas, teniendo presente que su
alcance y contenido ya se han determinado con motivo del análisis de la
violación propia, materia a la que me remito.
Queda aún por consignar que el tipo contempla el que en el ejercicio de
esta acción sexual se utilizaren animales en ello.
Finalmente, en lo pertinente a lo objetivo, a diferencia de lo
contemplado en el artículo 361., en que el sujeto activo o agente se restringe a
un hombre determinando su género, aquí no existe tal restricción en términos
que el sujeto activo es indeterminado, neutro o indiferente, es decir, puede
serlo cualquier persona, tanto hombre como mujer, lo que también así ocurre
con la víctima.
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Desvalor. Penalidad.
La penalidad es la de presidio mayor en su grado mínimo a medio, es
decir, la privativa de libertad que va de cinco años y un día a quince años.
Igual desvalor de punición se concede a la violación en sentido propio
tratada en el artículo 361., del Código de punición, lo que significa que ambas
conductas, esto es, la consistente en el acceso carnal, como ´la del artículo 365
bis Nº 1., consistente en la introducción de objetos de cualquier índole por vía
vaginal, anal o bucal, o si se utilizaren animales en ello tienen asignada una
misma pena.
Iter criminis.
La consumación ocurre con la introducción de objetos de cualquier
índole por vía vaginal, anal o bucal o se utilizaren animales para ello. Es decir,
el entrar, pasar de afuera hacia adentro, bastando con que sea parcial.
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... 2.- con presidio mayor en cualquiera de sus grados, si la víctima fuere menor de catorce
años,…”.
“Art. 366 bis. El que realizare una acción sexual distinta del acceso carnal con una
persona menor de catorce años, será castigado con la pena de presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo.”.
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Tipo objetivo.
Debe la víctima ser menor de catorce años de edad. En lo demás, cabe
tener presente lo dicho con motivo del análisis del numeral 1., de este mismo
artículo.
Tipo subjetivo.
Requiere dolo. Excluye la culpa.
Penalidad.
Se concreta en la privativa de libertad de presidio mayor en cualquiera
de sus grados, esto es, desde los cinco años y un día a los veinte años de
privación de libertad, lo que significa que esta conducta importa igual desvalor
de punición que la que corresponde a la denominada violación impropia a que
se refiere el artículo 362., del Código Penal.
Iter criminis.
Es la misma situación que concurre respecto de la figura anterior.
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Tipo subjetivo.
Exige la concurrencia de dolo. Se excluye el delito culposo.
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Tipo objetivo.
Los elementos objetivos del tipo radican el bien jurídico tutelado en la
libertad sexual, y el verbo rector o núcleo en “…realizare una acción
sexual…”, distinta del acceso carnal siendo el sujeto activo neutro o
indiferente, y recayendo la acción en persona mayor de catorce años, siendo
ésta indeterminada en su género, o sea, tanto hombre como mujer.
La exigencia típica requiere que la acción sexual se realice
abusivamente, esto es, aprovechándose el hechor de las circunstancias, abuso
que consiste en la concurrencia de alguna de las circunstancias enumeradas en
el artículo 361., del Código Penal, y que he reproducido precedentemente,
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cuyo alcance y contenido fueron vistos con motivo del estudio del delito de
violación en sentido propio.
Tipo subjetivo.
Requiere dolo.
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Tipo subjetivo.
Requiere dolo.
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circunstancias del numerando 1ºdel artículo 361 o de las enumeradas en el artículo 363 o
mediante amenazas en los términos de los artículos 296 y 297, tendrá las mismas penas
señaladas en los incisos anteriores.
Las penas señaladas en el presente artículo se aplicarán también cuando los delitos
descritos en él sean cometidos a distancia, mediante cualquier medio electrónico.
Si en la comisión de cualquiera de los delitos descritos en este artículo, el autor
falseare su identidad o edad, se aumentará la pena aplicable en un grado.”.
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70 “Realizar. De real e-izar.//1. tr. Efectuar, llevar a cabo algo o ejecutar una acción. U.t.c.
prnl.” Die.rae.es (Acepción 1º.).
71 “Hacer. (Del lat. facére.) tr.3. Ejecutar, poner por obra una acción o trabajo.”.
Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española.
72
“Presenciar. tr. Hallarse presente o asistir a un hecho, acontecimiento, etc.”. Diccionario de
la Lengua Española. Real Academia Española.
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Tipo subjetivo.
Dolo.
Es necesario destacar la concurrencia de ánimus consistente en que el
hechor ejecuta la conducta “para procurar su excitación sexual o la excitación
sexual de otro”. (El destacado en negrita es de mi cargo.). Es menester
destacar que el ánimus se concreta en el procurar, sin que sea requisito típico
el que haya alcanzado la buscada excitación.
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La conducta consiste en “el que sin realizar una acción sexual en los
términos anteriores…”, situación ya referida con motivo del comentario al
inciso primero de este mismo artículo.
Así, el verbo rector o núcleo típico se expresa en “…determinare…”
consistente en hacer tomar resolución 73 a una persona menor de catorce años a
realizar acciones de significación sexual, entendiendo por tales -es decir,
acciones de significación sexual- aquellas acotadas con motivo de la figura
básica. Esta conducta la efectúa el menor de catorce años delante del hechor o
de otro. O bien, le determinare o hace tomar resolución consistente en enviar,
entregar o exhibir imágenes o grabaciones de su persona o de otro menor de
catorce años de edad, con significación sexual.
El sujeto activo lo es cualquier persona, hombre o mujer. En cuanto ala
víctima, si bien es cierto también lo es cualquier persona, ésta debe ser menor
de catorce años de edad.
Tipo subjetivo.
Dolo.
Se considera por exigencia del tipo la concurrencia de un ánimus consistente
en “…procurar su excitación sexual o la excitación sexual de otro…”
73 “Determinar. (Del lat. determináre.) //5. Hacer tomar una resolución. Esto me
DETERMINÓ a ayudarle.”. Diccionario de la Lengua. Real Academia Española.
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