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Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Centro universitario Retalhuleu


Facultad de Ciencias Jurídicas
Curso: Derecho Penal I
Lic. Mario Enrique Ordoñez Curiel.

Karen Melina Escobar


Carnet: 2850-23-18182
Ciclo II
Sección: B
Guatemala, 06 de octubre del 2023
INTRODUCCIÓN

Hoy en día la importancia de las escuelas penales es solo didáctica. Esta falta de
importancia se da por la imposibilidad de sistematizar o de “encajonar” en esta o
aquella escuela una variedad de conceptos e ideas. Se denominan escuelas penales
aquellas en que los rasgos comunes en cuanto hacen al pensamiento jurídico criminal,
prevaleciendo para serlos pilares de nuestro sistema jurídico penal y tienen por objeto
investigar la filosofía del derecho penal, la legitimidad del Juis Puniendi, la naturaleza
del delito y fines de la pena. Sólo el Poder Legislativo como representante de la sociedad
puede definir delitos y penas que deben estar puestas en leyes claras y sencillas. Las leyes
deben comprendidas por todos los individuos. Se debe respetar el Principio De Legalidad. En
el capítulo Consecuencias de su libro De Los Delitos y De Las penas dice que “tan sólo las
leyes pueden decretar las penas de los delitos”. Es el legislador, representante de la sociedad
unida por el contrato social, el único que debe establecer los delitos y las penas. Beccaria
combatió el excesivo arbitrio judicial, la crueldad de las penas, la desigualdad de los
ciudadanos ante la ley penal, el tormento, las confiscaciones, etc. Consecuencia del contrato
social es también el Principio De Legalidad De Los Delitos y De Las Penas. Es el legislador,
representante de la sociedad unida por el contrato social, el único que debe establecer los
delitos y las penas.
Se realizó esta investigación con el fin de estudiar los antecedentes de lo que hoy es el
Derecho Penal, por lo que, se describen los puntos más relevantes de cada escuela, así
como sus máximos exponentes y respectivas aportaciones.
ESCUELAS DEL DERECHO PENAL

1. ESCUELA CLÁSICA: Es una corriente que nace con el tratado de los delitos y de las
penas, así como de la ancestral forma de ver derecho penal. De Becaria y finaliza con
Carrara.
La obra de Beccaria suele ser el antecedente inmediato más importante que impulsó a la
corriente clásica del Derecho Penal. Esta corriente de pensamiento jurídico-penal se
inicia a principios del siglo XIX en la “escuela de juristas” como originalmente se
denominó a la Escuela Clásica de Derecho Penal, siendo sus más destacados
representantes Giandoménico Romagnosi, Luigi Luchini, Enrico Pessina y
Francisco Carrara. La escuela clásica es las que en aquella época subrayó el carácter
eminentemente científico del Derecho Penal cuya idea fundamental era la tutela
jurídica, Las ideas que dieron ligar a esta escuela tuvieron su más cercano antecedente
en el libro del Marqués de Beccaria, quien propugnó para el derecho penal los siguientes
principios: racionalidad, legalidad, publicidad, igualdad, proporcionalidad y dignidad
de las penas, abolición de las penas inhumanas y degradantes; y que la corriente que
defiende que resulta más justo prevenir que penar. La retribución en derecho penal
tiene antecedentes en las doctrinas filosóficas de Platón, Kant y Krause.
➢ Su Denominación: El nombre clásico se ha reservado siempre para aquellas
actividades del hombre que aparecen ya como definitivamente consagradas y que
pueden servir como arquetipos para nuevas realizaciones, La escuela clásica se debe a
Enrico Ferri que denominó como clásicos a los juristas prepositivistas y posteriores a
Beccaria. Nunca hubo reuniones de la “Escuela Clásica” no tuvieron sede, local o revista,
no existía tampoco un jefe o cabeza. Esta escuela fue la reacción contra la barbarie y la
injusticia que el derecho penal representaba; procuró la humanización por medio del
respeto a la ley del reconocimiento a las garantías individuales y de la limitación del
poder absoluto del estado.

➢ Postulados: La escuela clásica sentó las bases para construir un colosal monumento
jurídico que resplandeció sobre todas las construcciones penales alcanzadas hasta esa
época:
1. Libre albedrío (capacidad de elección): este postulado establece que todos los
hombres nacen con igualdad para actuar conforme a derecho, de manera que quien lo
contrataría lo hace a su libre elección; además niega el determinismo, el fatalismo o la
predisposición hacia el delito.

2. Igualdad de derechos: se colige que el hombre nace en igualdad en cuanto a sus


derechos, por lo cual, la ley debe de aplicarse de la misma manera a todos los
hombres, por provenir de la misma circunstancia de igualdad.

3. Responsabilidad moral: como el hombre nace con libre albedrío y puede escoger
libremente entre el bien y el mal, la responsabilidad es de tipo moral.

4. El delito como eje y como entidad jurídica: El punto de partida de la problemática


penal, lo constituye el delito, que es una entidad meramente jurídica; así, importa
más lo objetivo que lo subjetivo. La manifestación externa constitutiva del delito es lo
que interesa, independientemente de circunstancias internas y, con base en el delito,
debe castigarse al delincuente.
5. Método empleado el objeto determina el método en la investigación, de manera que
esta escuela sigue el deductivo (ir de lo general a lo particular). También se conoce
como método especulativo, lógico abstracto, teleológico o finalista.

➢ VENTAJAS DE LA ESCUELA CLÁSICA

1. Construcción sistemática del Derecho penal.


Ya Carrara decía a sus estudiantes que en Derecho Penal ya no hay más a que
dedicarse, y que sus alumnos solo debían ya ocuparse solo del Derecho Procesal
Penal.
2. Reacción contra la barbarie.
Se propugna el abandono de la tortura como medio de abstención de confesión de
culpa. Ya Beccaria decía que, si el Rey establece una ley, no puede ser el mismo juez y
parte de la violación de su propia ley. Deberá ser un tercero (Poder Judicial) quien
juzgue al que violentó las leyes de la sociedad civil.
3. Defensa de garantías individuales.
Imponen el respeto a los Principios de Legalidad: delictual, penal, jurisdiccional y
Procesal. No se puede considerar un hecho humano como delito si el Poder
Legislativo NO establece como tal.
4. Dulcificación de las penas.
La Escuela Penal Clásica propone la dulcificación de las penas en modo general. No
se puede sancionar sin previo proceso público.

➢ DESVENTAJAS DE LA ESCUELA CLASICA

1. No estudia al delincuente.
Para los clásicos el autor del delito es un ente abstracto, porque los infractores son
considerados iguales, no se los sanciona por su personalidad, además definen el
delito solo como una contradicción entre un hecho humano y la ley: es solo la
infracción de la ley.

2. No aceptan las medidas de seguridad


Porque concebían al autor del delito igual y con las mismas capacidades dados a
todos los hombres por Dios. No concebían la existencia de diferentes personalidades.

3. Formalista en exceso
Utiliza en demasía el método lógico-abstracto o deductivo con su fórmula
sacramental "el delito es un ente jurídico" que lo lleva al agotamiento analítico del
delito.

4. La pena no restablece la tranquilidad


La pena no restablece la tranquilidad de los ciudadanos como dicen los clásicos. La
pena se completa con otras exigencias, siempre se debe tratar de redimir el autor de
un delito, se le debe, al menos, permitir la posibilidad de resarcir los daños morales y
materiales causados con el delito.

5. Creer que todo el Derecho Penal estaba ya sistematizado.


No toma en cuenta las instituciones del derecho penal contemporáneo. Por ejemplo,
el Estado Peligroso, (Estado Peligroso Predelictiva, Postdelictual.), la Condena
Condicional, el Perdón Judicial, La Sentencia Indeterminada y la Libertad
Condicional.
2. ESCUELA POSITIVA: Surge como reacción contraria a la escuela clásica, la cual se
fundamenta en bases científicas que corresponden a las ciencias naturales. Los
positivistas partían de una concepción determinista del hombre. Rechazaban el libre
albedrío y la fundamentación de la responsabilidad penal en la responsabilidad moral. El
hombre es responsable por el mero hecho de vivir en sociedad (responsabilidad social o
legal). El fundamento de la pena no se haya en la culpabilidad sino en la temibilidad o
peligrosidad. El delito no interesa por sí mismo, sino como síntoma de la peligrosidad del
delincuente (concepción sintomática). La pena no tiene otro fin que la defensa social, es
decir, fines preventivos, de prevención general y de prevención especial, pero los
positivistas ponían el acento en esta última, pues al admitir la existencia del delincuente
nato, no creían en la eficacia intimidante de la pena. Mediante la pena se trata de
conseguir la readaptación social del delincuente, por medio de su segregación por tiempo
indeterminado.

Es indiscutible que esta escuela nace al albur de los pensadores revolucionarios de la


época, que en aporte significativo a las ciencias y a la filosofía se encumbraron en la cima
del conocimiento existente en aquella época, es decir, durante el siglo XIX. Allí
encontramos a Charles Darwin, Herbert Spencer y August Comte. Con este filósofo el
término positivismo pasó a designar al movimiento dirigido a exaltar los hechos en contra
de las ideas, a resaltar las ciencias experimentales frente a las teóricas, y las leyes físicas y
biológicas contra las construcciones filosóficas. Para este filósofo, es tarea de la filosofía
determinar el desarrollo de cada ciencia y captar, desde dentro de ella, su línea directriz.

➢ Sus principales exponentes de la Escuela Positiva son:

CESAR LOMBROSO: Quien, siendo médico, es el fundador de la escuela positiva italiana


del Derecho Penal, toda vez que cambia el enfoque del delito como ente jurídico, como
sostenían los clásicos, para dirigirlo hacia el delincuente como hecho observable. En su
magna obra “El hombre Delincuente” lanzó afirmaciones tan erradas como
espectaculares. Son famosos los tipos básicos de delincuentes de su clasificación: nato,
loco moral, epiléptico, loco, ocasional y pasional. El delincuente nato era una sub-especie
humana, distinta, por sus características, de la morfología del hombre honrado.

Sus teorías sobre estos grupos están colmadas de descripciones y apreciaciones subjetivas,
en las que se mezclan, biología con moral, fealdad con perversión, ignorancia con
brutalidad, etc. Pasó a la posteridad como fundador de la Antropología criminal y la
escuela positiva fue una verdadera revolución porque el delincuente y el delito no habían
sido estudiados, hasta que Lombroso iluminara el aspecto causal explicativo, más que
como entidades jurídicas.

ENRICCO FERRI: Fundó la escuela positiva en 1892. Para este autor el hombre era una
verdadera máquina condicionada por distintos factores, y no podía elegir sus
comportamientos. En 1881 escribe “Estudios sobre la criminalidad en Francia. El propio
Ferri, definió lo que era la Escuela Positiva y sus características en su obra “Los nuevos
horizontes del Derecho y del Procedimiento Penal” que publica en 1887; allí expone: “La
escuela positiva consiste en lo siguiente: es, primero en su génesis natural, y después en
sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente a las varias causas que lo producen los
diversos remedios, que por consiguiente serán más eficaces”.
En 1907 publica: “Sociología Criminal” en el estudio antropológico del criminal, pues
constituye una renovación completa, un cambio radical de método científico en el estudio
de la patología social criminal, y de lo que hay de más eficaz entre los remedios sociales y
jurídicos que nos ofrece. La ciencia de los delitos y de las penas era una exposición
doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de la fantasía lógica; nuestra
escuela ha hecho de ello una ciencia de observación positiva, que, fundándose en la
Antropología, la Psicología y la Estadística Criminal, así como en el Derecho Penal y los
estudios penitenciarios.

RAFAEL GAROFALO: Pertenece a la generación de Ferri y Lombroso. Para Garófalo


representa la tendencia jurídica frente al biologismo antropológico lombrosiano y al
Sociologismo ferriano, logrando con esto el equilibrio de la escuela positiva. No
olvidemos que Garófalo fue juez y profesor, ya que desde 1887 fue profesor de la cátedra
de Derecho Penal en la Universidad de Nápoles, y como juez llegó a ser presidente del
Tribunal de Casación. En su obra “Criminología” expone gran parte de su pensamiento
criminológico. Público, además “Un criterio positivo de la criminalidad”, “Lo que debe ser
un juicio penal”, “El individuo y el organismo social”, “Los reincidentes y la reincidencia”.

Garófalo definió la temibilidad como “la perversión constante y activa del delincuente y la
cantidad de mal previsto que hay que temer por parte del mismo delincuente”. Para él
“delito social o naturales una lesión de aquella parte de la moral que consiste en los
sentimientos altruistas fundamentales de piedad y probidad según la medida en que se
encuentran en las razas humanas superiores, cuya medida es necesaria para la adaptación
del individuo a la sociedad. “Era partidario de la pena de muerte a los criminales más
peligrosos e incorregibles. No oculta su autoritarismo, como dice Zaffaroni, ni su índole
esencialmente antidemocrática ni a la extrema frialdad genocida de su pensamiento.

➢ Postulados: La transformación tan profunda que sufre el Derecho Penal con la Escuela
Positiva se manifiesta, por ejemplo, en que, para Enrico Ferri, el Derecho Penal
desaparece como disciplina jurídica para convertirse en una simple rama de la Sociología
Criminal. Por tanto, las grandes mutaciones que sufrió la corriente clásica con la
irrupción de la corriente positivista, cuyos postulados más importantes.

1. Niega el libre albedrío: Esta escuela afirma que el hombre no escoge libremente y de
manera consiente el mal sobre el bien; dado que es un ente natural y, en algunos casos,
con anormalidades que evitan su sano y libre discernimiento, no puede elegir. Al
respecto, cabe destacar la influencia de Cesar Lombroso, con sus estudios médicos y
antropológicos que dieron origen a la teoría del criminal nato.

2. Responsabilidad social: Manifiesta que la responsabilidad, lejos de ser moral, es de tipo


social. La colectividad, al tener en cuenta la posible predisposición hacia el delito en
determinados sujetos, debe tomar las medidas necesarias para prevenirlo y, en un
momento dado, defenderse.

3. Delincuente, punto central: El delito no es el centro de atención, sino la persona que lo


comete; a su vez, el delincuente es el objeto de estudio, mientras que el delito es solo la
consecuencia.

4. Método empleado: Los positivistas utilizaron el método inductivo (ir de lo particular a


lo general), conocido también como experimental. A partir de estudios realizados acerca
de un delincuente o sujeto antisocial concreto, llegan a sus conclusiones y desarrollan
hipótesis, con lo que crean sus tesis relacionadas con el comportamiento criminal.

5. Pena proporcional al estado peligroso: En esta corriente se niega que la pena tenga o
deba tener proporcionalidad directa con el delito, y se asegura que debe ser proporcional
al estado peligroso, independientemente del tipo y gravedad del delito.

6. La medida de la seguridad es más importante que la pena: En vez de castigar se debe


prevenir y, por tanto, aplicar las medidas de seguridad para evitar las penas. Se hacen
clasificaciones de las medidas de seguridad según diversos criterios, y se afirma que
debe aplicarse la más adecuada al caso, en virtud de la peligrosidad y caracterología
especificas del sujeto.

7. Clasificación de delincuentes: A esta escuela no le preocupa tanto la clasificación de los


delitos, como la de los delincuentes, con fundamento en su peligrosidad y características
sociales, y psicológicas, de las cuales existen diversas clasificaciones.

8. Sustitutivos penales: Se proponen los sustitutivos penales como medios para evitar la
abundancia y crueldad de las penas. Los positivistas consideran ineficaces a las penas y
se plantean numerosos sustitutivos: religiosos, médicos, psicológicos, etc.
ESCUELAS INTERMEDIAS DEL DERECHO PENAL

Es innegable que ambas escuelas aportaron grandes avances para nuestra disciplina,
como innegable es que cometieron grandes errores. Las críticas contra las escuelas
clásicas y positivista han dado nacimiento a escuelas intermedias o eclécticas que
mantienen principios de la clásica y toman otros de la positivista, situándose en un
término medio, sin incurrir en las exageraciones de esta última y apartándose de
muchos postulados arcaicos del dogmatismo.
Estas escuelas se caracterizan por el dualismo de sus concepciones. Se diferencian el
Derecho Penal, al que asignan un método lógico – abstracto, de la Criminología,
Penología y Política Criminal, que siguen una sistematización experimental. El crimen
es un fenómeno complejo, producto de factores individuales y de factores exógenos.
La condición del delincuente no debe exagerarse hasta hacer de él un tipo especial, el
tipo criminal que señala la escuela positivista, pero si debe admitirse una clasificación,
la de ocasionales, habituales y anormales.

1. ESCUELA POLITICO CRIMINAL: Emplea el método experimental en las ciencias


criminológicas, y el lógico abstracto en el Derecho penal. Mantiene la fórmula
extrajurídica de la imputabilidad, pero acepta también la del estado peligroso para
ciertas categorías de delincuentes temibles. Considera que el delito es tanto un
fenómeno natural como un ente jurídico, y sostiene que deben aplicarse tanto las
penas como las medidas de seguridad.
Puede ser considerada como una ciencia o como una Escuela, como ciencia se ocupó de
estudiar y describir las instituciones penales vigentes en un País, para proponer las
mejoras y reformas necesarias, a fin de introducir las modernas instituciones del
Derecho Penal. Como escuela, no es sino una combinación de lo viejo con lo nuevo,
como ha de verse examinando sus distintos caracteres:
➢ Esta escuela sostiene la necesidad de emplear el método lógico abstracto para
indagar el contenido del Derecho Positivo y el Método Experimental para el
estudio de la Criminología que es el estudio del Delito y del delincuente desde el
punto de vista de sus causas.
➢ En cuanto a la imputabilidad, la política criminal proclama la necesidad de
considerar un nexo subjetivo en la responsabilidad con independencia del libre
albedrio.
➢ Reconoce la imputabilidad para los delincuentes normales y el estado peligroso
como base de la medida a tomarse contra los delincuentes que se desvían de la
norma.
El delito es para la Política Criminal un concepto jurídico, pero como fenómeno
natural, es el producto de factores endógenos y exógenos, entre los cuales el factor
económico juega un papel preponderante, como lo hace notar la Unión Internacional
del Derecho Penal. En cuanto a la Pena, acepta que debe tener un fin, pero ella se
aplicara a los delincuentes imputables, mientras que los peligrosos deben ser
corregidos o inocuizados mediante medidas de seguridad.

➢ Los principales postulados de la escuela de la política criminal fueron:

1. El Derecho Penal tiene la función de estudiar el aspecto dogmático del derecho


vigente, utilizando para tal fin el método lógico abstracto.

2. La imputabilidad se basa en la capacidad de conducirse socialmente.


3. El delito se enfoca desde dos ángulos: como concepto jurídico y como fenómeno
natural.

4. La lucha contra el delito debe afrontarse con las penas y con las medidas de
seguridad. No abjuran de la pena, aunque sí proclaman que deben tener un fin, pero
ésta sólo se aplicará a los delincuentes imputables en tanto que los peligrosos serán
corregidos o inocuizados por medidas de seguridad.

2. ESCUELA DE SOCIOLOGIA FRANCESA: La Escuela Francesa surge como una


reacción a las ideas de la Escuela Italiana Lombroso- Garófalo- Ferri; la cual trata de
explicar la conducta antisocial como consecuencia del medio que rodea al individuo,
rechazando el criterio biologista que impuso esta Escuela (el delito es hereditario). La
escuela se inicia en Francia y Bélgica; luego surgió en Inglaterra y Alemania. Su
máximo postulado era que el delito se correlaciona con la pobreza y otros factores
criminógenos, pero esto factores sociales no exime la responsabilidad penal del
individuo por el delito perpetrado. Su investigación es de tipo descriptivo.

En otro aspecto, la Escuela incorpora paulatinamente el elemento social, y se vuelve a


relativizar el concepto de delito. Así pues, en el siglo XIX encontramos un cambio,
comienzan a introducirse factores sociales dentro del discurso criminológico sostenido
por DURKHEIM. El delito se comienza a estudiar como un dato normal en la sociedad,
un elemento funcional al sistema e incluso considerado como motor de progreso
social, productor en virtud que el Estado para combatir el delito debe contratar
policías, fiscales, jueces, comprar patrullas y equipar edificios para la administración
de justicia. Además, formulo la teoría de la conciencia colectiva, se refiere a
las creencias compartidas y a las actitudes morales, que funcionan como una fuerza
unificadora dentro de la sociedad; esta fuerza se encuentra separada y es generalmente
dominante, en comparación con la conciencia individual. Según esta teoría, una
sociedad, una nación o un grupo constituyen una entidad que se comporta como un
individuo global.

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