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CIUDADANO JUEZ DE DISTRITO EN TURNO EN EL ESTADO DE

TLAXCALA.

CRISTIAN ALEJANDRO MELGOZA ESCALONA, quejoso en


el presente juicio de garantías señalando como domicilio para recibir y oír
notificaciones personales el ubicado en calle ocho número cuatro mil
quinientos dos, segundo piso esquina con la calle cuarenta y cinco, colonia la
Loma Xicohténcatl, de esta Ciudad Capital, recinto oficial de la defensoría de
oficio adscrita a los juzgados penales del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer,
en términos del artículo 27 de la Ley de Amparo, autorizo para recibir y oír
notificaciones los Abogados Mario Santos Ruiz, Claudia Mora Domínguez y a
los estudiantes en derecho Esmeralda Hernández Vázquez y Ana Guadalupe
Reyes Pintor, ante usted con el debido respeto comparezco y expongo:

Que por medio del presente escrito vengo a demandar el Amparo


y Protección de la Justicia Federal, en contra del acto de autoridad que a
continuación señalo, para tal efecto en cumplimiento a los requisitos que
establecen el artículo 116 de la Ley de Amparo en Vigor Manifiesto:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO: Ya se indico, y


actualmente interno en el Centro de Readaptación Social de esta Ciudad
Capital.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO: no


existe

III.- AUTORIDADES RESPONSABLES:

1.- Señalo como autoridad responsable al Ciudadano Juez


Tercero de lo Penal del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer, con domicilio en
esta Ciudad Capital.

2.- Señalo como autoridad Ejecutora al Ciudadano Director del


Centro de Readaptación Social con cede en esta Ciudad Capital.

IV.- ACTOS RECLAMADOS:

a).- De la autoridad señalada como responsable ordenadora,


reclamo el auto de formal prisión resuelto, en la causa penal 239 / 2007 con
fecha veintiocho de noviembre del año dos mil siete en donde la autoridad
responsable ordenadora resuelve:
“PRIMERO.- Con esta fecha y siendo las dieciocho horas del día
se decreta AUTO DE FORMAL PRISIÓN en contra de CRISTIAN
ALEJANDRO MELGOZA ESCALONA, como probable responsable del delito
de LESIONES cometido en agravio de EDUARDO CASTELLANOS
MORALES, previsto y sancionado por el artículo 256 y 257 fracción I del
Código Penal vigente en el Estado”.

b).- Como autoridad responsable ejecutora consistente en


encontrarme interno en el Centro de Readaptación Social.

V.- LOS PRECEPTOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS:


Artículos 19 de la Constitución Federal.

VI.- FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA DE AMPARO: La


presente demanda se fundamenta en los artículos 19, 103 y 107 de la
Constitución Federal, artículos 1 fracción I; 2,3,4,5,11,27,114 y 116 de la ley
de Amparo.

VIl.- Bajo protesta de decir verdad manifiesto que los hechos que
cito como antecedentes del acto reclamado y conceptos de violación son
ciertos como lo expongo a continuación:

ANTECEDENTES:

1.- Son las actuaciones e instrumentos que dan origen a la causa que
nos ocupa, en la averiguación previa número 459/2007/MPD/S-2 y en obvio
de repeticiones inútiles damos por reproducidos como si a la letra se
insertaran y se advierten en el ordinario.

2.- Con fecha veintitrés de noviembre del año dos mil siete, rendí mi
declaración preparatoria.

3.- Con fecha veintiocho de noviembre se resolvió mi situación jurídica


decretándose un auto de formal prisión por el injusto de lesiones,
supuestamente en agravio de EDUARDO CASTELLANO MORALES.

CONCEPTO DE VIOLACION:

Por cuestión de método los exponemos a su señoría de la


siguiente manera para su estudio:
UNICO.- Es violatorio de Garantías el Auto de bien preso por la
inconstitucionalidad del mismo, al no acreditarse el cuerpo del delito y por
consiguiente la probable responsabilidad:

Dispone el Artículo 19 Constitucional lo siguiente:

“Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del


plazo de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su
disposición, sin que se justifique con un auto de formal prisión en el que se
expresaran: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la averiguación
previa, los que deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y
hacer probable la responsabilidad del indiciado.”

El auto de formal prisión dictado en mi contra es violatorio de


la garantía de legalidad, al no ajustarse el juez relator a lo establecido en el
artículo 53 del Código de Procedimientos Penales en vigor para el Estado de
Tlaxcala el cual dispone:

“El auto de formal prisión se dictará de oficio cuando de lo


actuado aparezcan llenados los requisitos siguientes:

I.- Que esté comprobada la existencia del cuerpo del delito


que merezca pena corporal;

II.- Que se haya tomado declaración preparatoria al acusado


en la forma y con los requisitos que establece el capítulo anterior;

III.- Que contra el mismo acusado existan datos suficientes,


a juicio del tribunal, para suponerlo responsable del delito; y,

IV.- Que no esté plenamente comprobada a favor del acusado


alguna circunstancia eximente de responsabilidad, o que extinga la acción
penal”.

El auto de bien preso que nos distrae, el a quo, lo resuelve sin


acreditarse concretamente lo establecido en el diverso 53 fracción III de la ley
instrumental penal ya citado no aplicando en mi favor lo dispuesto en el diverso 61
de la ley instrumental penal, al no existir elementos suficientes y bastantes para
acreditar mi probable responsabilidad, como se Señoría advertirá de las
constancias que obran en autos, únicamente fundando y motivando su actuar con
un dicho singular, lo que deviene violatorio de garantías individuales, tal como lo
exponemos a continuación:
a).- Tomo en cuenta el juez relator los siguientes indicios:

1.- El dicho singular del querellante C. CRISTIAN


ALEJANDRO MELGOZA ESCALONA, el cual no se concatena con ningún medio
de prueba, como en el capítulo respectivo lo expondremos.

2.- El parte informativo de los policías captores, C.C. JOSÉ


EDGAR JUAREZ BRINDIS y CARLOS ALVARADO CORTES, quienes no fueron
testigos presenciales de los hechos.

3.-Mi declaración preparatoria, en donde nunca admito haber


cometido los hechos que se me incriminan.

b).- El dicho singular del querellante C. CRISTIAN


ALEJANDRO MELGOZA ESCALONA, no se concatena con ningún medio de
prueba, esto es así toda vez que no declaró en la indagatoria ningún testigo, en
atención al referir el pasivo la existencia de una pléyade de personas en el lugar de
los hechos, como lo fueron los elementos de seguridad privada, del
establecimiento denominado “La Atmósfera”, y quienes según el dicho del pasivo
fueron quienes capturaron a los supuestos agresores.

c).- Lo dicho por los policías estatales quienes con su parte


informativo aportaron indicios a la causa penal, es importante resaltar que no
fueron testigos presenciales de los hechos denunciados, considerando al referir el
denunciante el empezar los hechos a las nueve de la noche, y los policías captores
refieren recibir una llamada de auxilio a las nueve con treinta minutos de la noche,
es decir, media hora después de ocurridos los hechos, al arribar los servidores
públicos al lugar no se percataron como iniciaron, ni como terminaron, únicamente
refieren en su parte informativo en síntesis, al arribar al lugar una persona los
interceptó, quien dijo llamarse MARIO MARTÍNEZ BETANCOURT, y dijo ser jefe
de seguridad del disco bar, y momentos antes habían arribado varias personas del
sexo masculino y sin saber el motivo empezaron a golpear a una persona del sexo
masculino que se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes, haciéndoles
entrega de dos personas del sexo masculino e informándonos de viva voz que
esas personas habían sido los agresores.

Nunca declara el supuesto testigo de nombre MARIO


MARTÍNEZ BETANCOURT, para tener el indicio de cómo ocurrieron los hechos.

Contrario a lo argumentado por la responsable, los policías


estatales no fueron quienes físicamente detuvieron al impetrante, sino personas
diversas y los policías, nunca les consta el haberme visto agredir a persona
alguna, únicamente por el dicho de interpósita persona es como procedieron a
privarme de mi libertad, sin haber realizado mayor indagatoria, o investigación para
saber si de verdad lo que le decían a los policías era cierto.

d).- El querellante C. CRISTIAN ALEJANDRO MELGOZA


ESCALONA, no prueba su dicho con ningún medio de prueba y por el contrario se
contradice en un indicio fundamental como lo es el , hecho de mencionar que
varios sujetos armados con bats y varillas, empezaron una pelea, sin embargo en
los instrumentos e la averiguación previa nunca se da fe de la existencia de ningún
bat o de alguna varilla utilizada en los hechos investigados, el supuesto testigo
MARIO MARTÍNEZ BETANCOURT, (si de verdad existe esa persona) nunca le
refiere a los policías captores que la agresión hubiere sido con bats o varillas, y los
policías captores tampoco refieren esa circunstancia ni se avocan a recolectar
algún tipo de arma en el lugar de los hechos,. Ni tampoco manifiestan tener a la
vista con que objeto se realizó la supuesta agresión al querellante.

Resulta inverosímil el dicho del querellante que con bats y


varillas hubiere sido agredido, considerando el hecho notorio, referido por el
suscrito como lo es que al entrar al recinto ferial, existe una vigilancia en los
torniquetes de acceso, y personal de seguridad el cual revisa por medio del
“cacheo el que no se introduzcan armas al recinto ferial, resultando inverosímil el
hecho que nada más el pasivo refiera las armas y ni el jefe de seguridad del bar, ni
los policías captores hubieren aportado un indicio tan importante, y lo peor aún que
ni siquiera lo citen en la indagatoria.

e).- Rige en nuestro país como garantía constitucional,


plasmada por el constituyente la garantía de presunción de la inocencia, por lo
tanto el que acusa tiene la carga de la prueba, y todos somos inocentes hasta que
no se demuestre lo contrario, y no es posible que con un dicho singular se me prive
de mi libertad, toda vez, es garantía de legalidad el no considerar prueba suficiente
y bastante el dicho singular no concatenado, los hechos investigados no fueron de
consumación oculta, por el contrario existió una pléyade de personas,
considerando que fue en la feria de la capital y en un bar donde ocurrieron los
hechos.

f).- El dicho del coinculpado FERNADO LUNA LONA, nunca


admite haber lesionado al querellante, y sin embargo menciona haber sido víctima
de una agresión, nunca me señala como la persona que hubiera intervenido en los
hechos como agresor.

g).- El impetrante, tanto en mi declaración ministerial, como en


la declaración preparatoria, jamás admito haber lesionado al denunciante y mi
dicho se concatena con el del coinculpado, aunado ha que jamás en el momento
de ocurrir los hechos observamos la existencia de varillas o bats, por lo tanto no
tiene mayor peso el dicho singular del querellante, que el dicho de las dos
personas que nos involucran, o de lo contrario estaríamos ante un sistema
inquisitorio, al tener de antemano a un culpable.

Argumenta además la responsable, que mi dicho no fue


apoyado con ningún medio de prueba fehaciente que “DESVIRTÚE LO
EXPRESADO POR EL OFENDIDO”, tal circunstancia es a todas luces violatoria de
garantías, al respecto se aplican los siguientes criterios jurisprudenciales:

Novena Época
INSTANCIA: SEGÚNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo III, Junio de 1996
Tesis: VI. 2. 73 P
Pagina: 791

AUTO DE FORMAL PRISIÒN, LA FALTA DE PRUEBAS DEL INDICIADO NO


ACREDITA SU PROBABLE RESPONSABILIDAD. Conforme a lo dispuesto por el
artículo 19 constitucional, el requisito de la probable responsabilidad para dictar
auto de formal prisión, se cumple cundo en la causa penal existen datos suficientes
para acreditar la imputación de un hecho delictuoso, correspondiendo en todo caso
al Ministerio Público aportar los elementos de convicción que hagan probable la
responsabilidad del inculpado; por tanto, el auto de formal prisión que se sustenta
en la falta de pruebas del indiciado para desvirtuar la incriminación que se le hace,
infringe la disposición constitucional mencionada, ocasionando violación de
garantías individuales.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO


Amparo en revisión 104/96. Eduardo Ramírez Juárez. 9 de mayo de 1996.
Unanimidad de votos.
Ponente: Magistrado por el ministerio de ley José Mario Machorro Castillo.
Secretario: Gonzalo Carrera Molina.

Octava Época
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEPTIMO
CIRCUITO
FUENTE: apéndice de 1995
Tomo: Tomo II, Parte TCC
Tesis: 432
Pagina: 250

AUTO DE FORMAL PRISIÓN, EL TESTIMONIO AISLADO DE UNA PERSONA


NO BASTA PARA FUNDARLO. No es un dicho aislado referido por una persona lo
que la ley requiere para motivar un auto de bien preso, sino un conjunto de ellos
que integren los datos suficientes para justificar la presunta responsabilidad del
encausado, por lo que dar a un solo testimonio la fuerza y la plenitud de “datos
bastantes” es tanto como torcer el espíritu de la ley, que aunque no requiere para
motivar un auto de esa naturaleza que haya pruebas evidentes de la
responsabilidad de un inculpado, si exige que los antecedentes que arroje la
averiguación sean suficientes, no para hacerla posible, entendiéndose por tal no la
calidad de deber ser, de ser factible, sino de hacerla verosímil o que se pueda
probar, que es puridad lexicológica lo que significa el adjetivo probable empleado
por la Carta Magna en el artículo 19, el cual si se analiza en su hondura filosófica
no tiene el alcance estrecho que se le ha dado frecuentemente sino uno mayor,
pues no es posible admitir que sea rigorista en su parte objetiva al expresar que el
cuerpo del delito debe quedar comprobado necesariamente, y tolerante en su parte
subjetiva al grado de equiparar lo probable con lo posible, admitiendo con ello que
con una simple, única, singular declaración pueda restringirse la libertad de una
persona con todas las gravísimas consecuencias que tal acto trae aparejadas en el
orden moral, social, económico, familiar y jurídico.

TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEPTIMO CIRCUITO.


Octava Época:

Amparo en revisión 270/87. Eduardo García Pérez y otro. 30 de agosto de 1988.


Unanimidad de votos.
Amparo en revisión 12/93. Pedro Ramírez Méndez. 1 de abril de 1993. Unanimidad
de votos.
Amparo en revisión 75/93. Fidel Arellano Hernández y coags. 30 de abril de 1993.
Unanimidad de votos.
Amparo en revisión 151/93. Jorge García Cerón. 10 de junio de 1993. Unanimidad
de votos.
Amparo en revisión 183/93. Gabino Pérez Aguilar. 15 de julio de 1993. Unanimidad
de votos.

NOTA:
Tesis VII.P.J/29, Gaceta número 70, pág. 77; véase ejecutoria en el Semanario
Judicial De La Federación, tomo XII-Octubre, pág. 257.

Novena Época
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial De La Federación Y Su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: VI. 1 o P. 137 p
Pagina: 1165

PROBABLE RESPONSABILIDAD EN EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN. EL


TESTIMONIO SINGULAR NO CORROBORADO CON NINGUNA OTRA PRUEBA,
NO BASTA PARA TENERLA POR ACREDITADA. El artículo 19 de la Constitución
General de la República, es lo que interesa, dice:”… auto de formal prisión en la
que se expresaran:… los datos que arroje la averiguación previa, los que deberán
ser bastantes para… hacer probable la responsabilidad del indiciado. …”, de lo que
se advierte que el precepto legal requiere, para acreditar la probable
responsabilidad del inculpado, que en las fases previas al dictado de ese auto
existan pruebas suficientes sobre el particular; por lo que el sólo testimonio que no
se encuentre corroborado con alguna otra prueba es insuficiente para tener por
acreditada la probables responsabilidad del inculpado.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.


Amparo en revisión 192/2001. 21 de junio de 2001. Unanimidad de votos. Ponente:
José Manuel Vélez Barajas. Secretario: Arturo Gómez Ochoa.

Véase: apéndice al semanario Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo II,


Materia Penal, página 344, tesis 458, de rubro: “AUTO DE FORMAL PRISIÓN, EL
TESTIMONIO AISLADO DE UNA PERSONA NO BASTA PARA FUNDARLO”.

No. Registro: 203,538

Jurisprudencia

Materia(s): Penal

Novena Época

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

III, Enero de 1996

Tesis: VI.2o. J/37

Página: 229
TESTIGO SINGULAR.

El dicho de un testigo singular es insuficiente, por sí solo, para fundar una


sentencia condenatoria.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 245/89. Melesio Garrido Téllez. 22 de noviembre de 1989.


Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca
Ventura.

Amparo directo 58/90. Adrián González Cortés. 28 de marzo de 1990.


Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Vicente Martínez
Sánchez.

Amparo directo 213/94. Eduardo Reyes Justo. 1o. de febrero de 1995.


Unanimidad de votos. Ponente: Humberto Cabrera Vázquez. Secretario: Enrique
Baigts Muñoz.

Amparo directo 131/95. Octavio Augusto Curro Castillo. 3 de mayo de 1995.


Unanimidad de votos. Ponente: María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario:
Enrique Baigts Muñoz.

Amparo directo 386/95. Liborio Pérez Montiel. 22 de noviembre de 1995.


Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario:
Gonzalo Carrera Molina.

Por lo anteriormente expuesto y fundado a Usted Ciudadano


juez de Distrito en el Estado, atentamente pido:

PRIMERO: Tenerme por presente interponiendo demanda de


amparo, acompañando las copias necesarias para cada una de las partes.

SEGUNDO: Solicitar los informes justificados a las


autoridades que señalo como responsables, señalando día y hora para la
audiencia constitucional.

TERCERO: Previa substanciación del presente juicio de


garantías, se me conceda el amparo y protección de la justicia federal.
PROTESTO A USTED MI RESPETO.

Tlaxcala Tlax. Diciembre veinte del año dos mil siete.

ATENTAMENTE.

C. CRISTIAN ALEJANDRO MELGOZA ESCALONA.

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