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RECHAZA LIMITACION DE RESPONSABILIDAD

Sr. Juez Nacional en lo Civil:

ANTONIO SANTIAGO COSENTINO, Perito Médico de

Oficio, con domicilio constituido juntamente con mi Letrado Patrocinante, Gustavo

Luis RODRIGUEZ [Tº 69 – Fº 419 CPACF] en Yerbal 468, Piso 4º “E” – CABA, en

autos caratulados: “AQUINO RAMON VALENTIN c/COOPERATIVA DE

TRABAJO LA SOLIDARIA LTDA. s/DAÑOS Y PERJUICIOS” [Exp. Nº

76165/2013], a V.S. digo:

Que vengo en tiempo y forma a rechazar la limitación de

responsabilidad planteada por la citada en garantía (conf. art. 730, Código Civil y

Comercial de la Nación).

La Sala X de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones del

Trabajo, en autos caratulados “ALBORNOZ c/ESTABLECIMIENTOS GAMAR

S.A. y otra” declaró inconstitucional la ley 24.432 (ley que incorpora el ex art 505,

actual 730 del CC) basándose fundamentalmente en la violación del derecho de

propiedad consagrado por el art. 17 de la Constitución Nacional, ya que al

beneficiario de los honorarios se le imponía una carga de gratuidad en su trabajo, en

la parte de su honorario que superase el tope y/o resultado del prorrateo practicado en

virtud de la ley cuestionada y que nunca cobraría, ocasionando una arbitrariedad

irrazonable, que colisiona con el derecho de trabajar consagrado constitucionalmente.

La ley no limita la responsabilidad del empresario sino

que la reduce, pues por un lado se permite al magistrado regular honorarios de

acuerdo a las leyes arancelarias vigentes y por el otro obliga a los beneficiarios

de dicha resolución a someterse a un prorrateo que, obviamente, tiene por efecto

la reducción de las sumas reguladas siendo los honorarios que en definitiva

prosperan ficticios y que no representan la verdadera decisión del juzgador.


Con su actitud, la contraria pretende provocar un extremo

desequilibrio entre el fin buscado por la norma y la realidad, retorciendo el derecho

legislado, tornando la situación sumamente injusta por vía del abuso.

El honorario del perito tiene carácter alimentario, desde

que se trata de la contraprestación que reciben los profesionales independientes por el

ejercicio de su profesión y -en este sentido- no difiere en sustancia de los sueldos y

salarios que perciben quienes trabajan en relación de dependencia.

La Sala L de la Cámara Civil de la Ciudad Autónoma de

Buenos Aires, en los autos “POLO NADINA ESTEFANIA C/ ALBA SUSANA

BEATRIZ Y OTROS S/DAÑOS Y PERJUICIOS (ACC.TRAN. C/LES. O

MUERTE)” (Expediente Nº 98251/2007), con fecha 18/7/2014 ha resuelto: "Como

lo sostiene Ure, hacer soportar el abono de ese segmento a la parte que tenía razón,

defendió su derecho y debido a la actitud de su contraria se vio impulsada a

promoverle un juicio que ganó con costas, resulta manifiestamente repugnante al

más elemental concepto de lo que es justo, más todavía si se piensa que

correlativamente, esa carga extra que se vería compulsado a asumir el triunfador

se apoyaría en la liberación graciosa del deudor incumplidor (Ure, Carlos Ernesto,

“La Corte y el tope del 25%....”, L.L., t. 2009-F, pág. 95).- (...) Como también

explica el mismo autor, sostener que un trabajador intelectual como lo es el

abogado, debiera dejar de ser retribuido parcialmente por los servicios prestados,

tarifados por los magistrados, simplemente por inexistencia de deudor, vulneraría

de manera grosera derechos constitucionales absolutamente básicos. Si esos

honorarios fueron calibrados como consecuencia de parámetros legales objetivos

(Ley de arancel), cuáles podrían ser las razones para que una porción de ese

salario no se abone y parte de la tarea se convierta en gratuita.- Desde otro punto

de vista, el 25% es el porcentaje máximo que por la norma cuestionada debe en

principio soportar el condenado en costas. Si el vencedor no pudiese invocar el

tope aludido frente al propio profesional que lo asistió –por el remanente de la

regulación que excede el tope del art. 505 del C. Civil-, se reconocería un mejor

derecho al deudor que incumplió la obligación que a su acreedor, siendo esto


jurídicamente inaceptable.- Lo cierto es que la desigualdad perjudicaría a aquél

que, por haber ganado el juicio, tiene, al menos la presunción a su favor de tener

la razón (del voto de la Dra. Kemelmajer de Carlucci en el fallo publicado en La

Ley, t. 1997-B, pág. 663 y siguientes, n° 95.282).- La norma cuestionada (art. 505

del C. Civil), comporta lisa y llanamente una disminución de la remuneración

profesional derivada de los aranceles vigentes en cada jurisdicción. Su

inconstitucionalidad también es manifiesta, ya que invadió potestades propias de

las diversas provincias, que se reservaron atribuciones exclusivas para la

reglamentación en su territorio del ejercicio de las distintas profesiones (art.121 de

la Constitución Nacional)”.

Por aplicación del art. 730 Cod.Civ.yCom., el suscripto

tendría que soportar una pérdida: estamos en presencia de una norma cuya aplicación,

en este caso, afecta lo preceptuado por los arts. 14, 14 bis, 16, 17 y 18 de la

Constitución Nacional.

El art. 730 del Código Civil y Comercial de la Nación resulta

irrazonable: el perito que con su trabajo obtuvo una regulación, podría obtener una

retribución profesional inferior a la establecida para la parte vencida. La Corte

Suprema tiene dicho que toda reducción del 33% de una remuneración resulta

confiscatoria.

Resolver de conformidad, que

SERA JUSTICIA.

Dr. ANTONIO S. COSENTINO GUSTAVO LUIS RODRIGUEZ


MEDICO LEGISTA A B O G A D O
M.N. 60102 Tº 69 – Fº 419 C.P.A.C.F.

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