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Administración Publica

La administración pública y privada, aunque se encuentran en una misma disciplina y


basarse en currículos similares, se rigen por normas y objetivos diferentes.

Y es que, en la ciencia de la Administración Pública, muchas veces se busca incorporar


prácticas de la disciplina privada, además de novedades ideológicas y nuevos modelos de
gestión de empresas que a la larga termina vulnerando el estado.

Esto es lo que quiere decir el Dr. Johnny Meoño, catedrático de la Universidad de Costa
Rica en la cita bíblica que esta siendo objeto de debate en el presente foro, y que todos acá
conocemos ampliamente.

En su libro, Introducción al Análisis de la Burocracia Publica, define la Administración


Pública como:

Toda la rama ejecutiva del Estado, incluidos entes ministeriales y descentralizados


(autónomos, semiautónomos, empresas públicas), así como en un plano especial, las
municipalidades. Constituye el principal mecanismo de conversión del Sistema Político y,
por lo tanto, de todo el Sistema Social. Explica además que es el principal mecanismo de
conversión del sistema político, por cuanto es por medio de ella que se genera y concreta
toda acción estatal que tiene de satisfacer las demandas sociales que requieren,
precisamente y en algún grado, de algún tipo de acción pública para su solución (1980, p.
22).

El profesor Meoño plantea las diferencias entre la Administración Publica y la privada bajo
cinco componentes que desarrolla en su libro Administración Pública: teoría y práctica
(1986, pp. 38-45) y que veremos a continuación:

1. La Administración pública es un complejo entramado de instituciones diferentes


entre sí, pero que deben responder a una orientación política, jurídica, orgánica y
administrativa centralizada y jerarquizada con objetivos globales de Gobierno,
como un sistema integrado; mientras que, en la administración privada, las
empresas operan bajo las reglas de la libertad y la espontaneidad de mercado y
relaciones comerciales, que no implica, una organización, administración y
dirección integradas y forman un sistema disperso.
2. La Administración pública busca alcanzar objetivos políticos, sociales o económico-
nacionales, con un énfasis sobre los objetivos de interés nacional, priorizando la
eficacia por encima de la eficiencia para atender una necesidad social; mientras que
en la administración privada su propósito es generar actividades lucrativas para
apropiación privada de los excedentes, con una búsqueda incesante de una mayor
productividad hacia la maximización de las ganancias; que, en palabras de Meoño
(1980, p. 57), la prueba de eficacia en una empresa se subordina a la prueba de
eficiencia.
3. La Administración pública posee cuatro funciones inherentes a su naturaleza:
regulación, producción, distribución y de extracción de recursos; mientras que la
administración privada debe someterse a las potestades que posee la Administración
pública.
4. En referencia al control, sobre la Administración pública existe un control
ciudadano para su análisis y crítica, y un requerimiento de rendición de cuentas;
mientras que la administración privada escapa de este ámbito normativo, en función
de su gestión libre, de frente a la sociedad como un todo.
5. Finalmente, el contexto político es un elemento esencial a la Administración
pública, en el cual está inmerso, y no puede sustraerse, influyendo absolutamente el
proceso administrativo público, mientras que para el caso de la administración
privada es solamente un elemento de contexto por tomar en cuenta para su toma de
decisión, pero no las influye directa u obligatoriamente.

Analizando estas diferencias, podemos decir que la administración privada es muy


importante para la economía de un estado, y, siendo que la Administración Pública debe
cumplir la necesidad de la sociedad en general, una asociación entre el sector publico y el
privado puede convertirse en un mecanismo relevante para dar respuesta al problema de los
mercados y la debilidad de las administraciones públicas.

Vernis (2005), afirma que cuando ni el mercado ni las administraciones públicas ni las
organizaciones de la sociedad civil son capaces por sí solos de proveer bienes públicos o de
atender las demandas sociales, a menudo es necesario movilizar recursos públicos y
privados, y una forma eficaz y eficiente de hacerlo es mediante la asociación entre los
sectores.

Fuentes Bibliográficas

Meoño Segura, J. (1980). Introducción al análisis de la burocracia pública. San José:


Editorial de la Universidad de Costa Rica. Recuperado de:
https://catalogosiidca.csuca.org/Record/CR.UNA01000225287#details

Meoño Segura, J. (1986). Administración Pública: teoría y práctica. (2ª ed.). San José:
Editorial de la Universidad de Costa Rica. Recuperado de:
https://catalogosiidca.csuca.org/Record/CR.UNA01000155650

Vernis Domènech, A. (2005). Asociaciones entre lo público y lo privado: en búsqueda de la


complementariedad. Revista del CLAD Reforma y Democracia. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/3575/357533665003.pdf

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