Está en la página 1de 5

Fiebre

La fiebre es una elevación de la temperatura corporal que supera la variación diaria


normal, mediada por una elevación del punto de ajuste del centro termorregulador, pero
permaneciendo intactos los mecanismos que regulan la temperatura.

En la génesis de la fiebre destaca el papel de los pirógenos exógenos


(microorganismos), que actúan sobre determinados tipos celulares induciendo la
producción de pirógenos endógenos (IL-1, IL-6, FNT, IFNα), que son los verdaderos
responsables de la elevación térmica al iniciar cambios metabólicos en el centro
termorregulador.

El término de fiebre en la práctica clínica se reserva para temperatura mayor de 38 ºC,


denominándose febrícula si está por debajo de esta cifra. A la fiebre superior a 41,5 ºC
se le denomina hiperpirexia. Puede presentarse en pacientes con infecciones graves,
pero es más frecuente en aquellos con hemorragias del sistema nervioso central.
Temperaturas superiores a los 43 ºC se consideran letales.

Hipertermia

Síndrome caracterizado por una elevación de la temperatura corporal originado por un


aumento en la producción de calor endógeno o una disminución de la pérdida de calor,
sin cambio del punto de ajuste del centro termorregulador. Es importante distinguir
entre fiebre e hipertermia, pues esta última puede ser rápidamente mortal. De forma
característica la hipertermia no responde a los fármacos antipiréticos y debe ser tratada
con medios físicos de enfriamiento. Otras claves que pueden alertar sobre la presencia
de hipertermia son la falta de sudoración en un paciente febril y la ausencia de
variación circadiana de la temperatura.

Clasificación

La hipertermia se puede clasificar en los siguientes grupos:

Hipertermia ligera. Entre 37,5 y 38,5 °C

Hipertermia moderada. Mayor de 38,6 y menor de 40 °C.


Hipertermia alta. Superior a 40 e inferior a 41 °C.

Hipertermia extrema. Mayor a 41 °C. En este caso la elevación de la temperatura


corporal sobrepasa la capacidad de control del hipotálamo, circunstancia que no ocurre
en la fiebre

Existen varias formas de clasificar la hipertermia, pero una forma común es la


siguiente:

Hipertermia por calor: Es la forma más común de hipertermia y ocurre cuando el


cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición a altas temperaturas ambientales. La
hipertermia por calor se puede dividir en tres tipos:

Calambres por calor: Se caracteriza por calambres musculares dolorosos que ocurren
durante o después del ejercicio extenuante en condiciones de calor.

Agotamiento por calor: Se caracteriza por debilidad, mareo, sudoración profusa y


otros síntomas que pueden ocurrir después de la exposición prolongada al calor.

Golpe de calor: Es una forma grave de hipertermia que puede ser potencialmente
mortal. Se caracteriza por una temperatura corporal elevada, confusión, convulsiones y
otros síntomas graves.

Hipertermia maligna: Es una reacción adversa a ciertos tipos de anestesia. Es una


condición potencialmente mortal que se caracteriza por una temperatura corporal
elevada, rigidez muscular y otros síntomas graves.

Hipertermia por drogas: Algunos medicamentos pueden causar hipertermia como un


efecto secundario. Los ejemplos incluyen algunos antidepresivos, antipsicóticos y
estimulantes.

Factores de riesgo

Factores exógenos: Temperatura ambiente elevada (mayor riesgo en edades


extremas, enfermedades preexistentes y etilismo).

Aumento de la producción de calor: Ejercicio intenso. Síndromes febriles. Agitación,


delírium tremens. Hipertiroidismo. Feocromocitoma. Tétanos generalizado. Estatus
epiléptico. Abuso de drogas (anfetaminas, cocaína, alucinógenos). Hipertermia maligna
(anestésicos por inhalación, succinilcolina). Síndrome neuroléptico maligno
(butirofenonas, haloperidol, fenotiazinas, tioxantenos, risperidona, clozapina).
Disminución de la pérdida de calor: Temperatura ambiente elevada. Falta de
aclimatación. Humedad ambiental excesiva. Exceso de ropa, vendajes oclusivos.
Deshidratación. Obesidad. Edad avanzada. Enfermedades neurológicas (demencia,
parkinsonismo, ictus, lesiones espinales). Enfermedades sistémicas que dificultan la
sudoración (renales, cardiovasculares, pulmonares, diabetes). Dermopatías
(esclerodermia). Fármacos (anticolinérgicos, diuréticos, beta bloqueantes, laxantes).
Síndrome neuroléptico maligno.

Se reconocen tres formas clínicas, que por orden creciente de gravedad son:
calambres musculares por calor, agotamiento por calor y golpe de calor.

Calambres musculares por calor: tras la realización de ejercicio intenso a


temperaturas elevadas. Producen deshidratación hiponatrémica. El tratamiento
consiste en reposo en un ambiente fresco y reposición hidroelectrolítica por vía oral. Se
puede prevenir mediante una comida rica en sal e ingesta abundante de agua previa al
ejercicio.

Agotamiento o colapso por calor: es el síndrome por calor más frecuente. Afecta a
individuos expuestos a temperaturas elevadas (especialmente a ancianos con
tratamiento diurético, hipotensor o con escasa ingesta hídrica) y a deportistas no
aclimatados. Se debe al fracaso de las respuestas cardiovasculares adaptativas al
calor y a la pérdida hidroelectrolítica secundaria a la sudoración. Los síntomas
iniciales son debilidad, cefalea, náuseas, vómitos e hiperventilación, pudiendo
progresar a confusión, estupor y síncope. En la exploración física destacan palidez,
sudoración, hipotensión ortostática y taquicardia. La temperatura corporal es normal o
discretamente elevada. La recuperación suele ser rápida tras reposo en ambiente
refrigerado y reposición hidroelectrolítica por vía oral o intravenosa.

Golpe de calor: se produce cuando el organismo es incapaz de disipar cantidades


adecuadas de calor. Podemos diferenciar dos cuadros:
• Activo o por ejercicio: típico de los jóvenes que hacen ejercicio en ambientes
calurosos y húmedos con escasa hidratación y ropa excesiva.

• Pasivo o clásico: más frecuente en personas sedentarias y ancianas con


enfermedades cardiovasculares, neurológicas, obesidad, diabetes mellitus, alcoholismo
o con toma de anticolinérgicos o diuréticos, expuestas a ambientes calurosos o
húmedos

Presentaciones clínicas

Temperatura corporal elevada, sudoración profusa, cefalea, mareo y debilidad,


náuseas y vómitos y confusión y delirio.

Tratamiento

El objetivo principal es conseguir un descenso de la temperatura corporal y mantener la


perfusión tisular. La mayoría de los casos son leves y solo precisan reposo, la
exposición a un ambiente fresco y bien ventilado, la ingesta de líquidos y alimentos
ricos en sal y proveerle líquidos frescos y agua para rehidratar al paciente y prevenir la
deshidratación.

En los pacientes con manifestaciones neurológicas o signos de hipovolemia se debe


administrar suero salino fisiológico por vía intravenosa, si es necesario hasta 20 ml por
kilogramo a ritmo rápido cuando hay signos de shock.

Los pacientes con mayor elevación de la temperatura, deshidratación moderada o


grave o muy sintomáticos precisan un enfriamiento rápido, que se puede conseguir en
casi todos los casos con medidas de enfriamiento externo como son la aplicación en la
piel de compresas empapadas en agua fresca, exposición a aire frío con ventiladores o
dispositivos de aire acondicionado o la inmersión del paciente en agua fría.

Las medidas de enfriamiento interno se reservan para los pacientes muy graves, y
consisten en lavados peritoneales, gástricos o vesicales con suero frío y el enfriamiento
por medio de circulación extracorpórea. Las maniobras de enfriamiento se deben
detener al obtener una temperatura rectal alrededor de 38,5 °C. Además, se debe
instaurar tratamiento de soporte para las complicaciones asociadas.
manejo de pacientes con hipertermia

Desarrollo del protocolo HIPERTERMIA

1. Realizar lavado de traslado manos

2. Preparar material y trasladarlo al lado de la persona mayor

3. Informar a la persona mayor de la técnica a realizar

4. Preservar la intimidad

5. Tomar la temperatura para confirmar la hipertermia

6. Retirar ropa y prendas a la persona mayor

7. Aplicar medios físicos externos a. Compresas frías en axilas, frente, ingles,

huecos poplíteos, flexura del codo. b. Bolsa con hielo c. Mantener la T°

ambiente aproximadamente entre 20° y 22°C.

8. Administrar la medicación prescrita

9. Mantener una buena ingesta de líquidos para evitar la deshidratación

procurando que no contenga hidratos de carbono

10. Vigilar la T°, Frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, presión arterial,

diuresis y nivel de conciencia con frecuencia

11. Mantener la ropa de cama, apósitos, vendajes pañales limpios y secos.

También podría gustarte