Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Antologia Sobre El Contexto Del Romantic
Antologia Sobre El Contexto Del Romantic
Antologia Sobre El Contexto Del Romantic
CONTEXTO HISTÓRICO
El siglo XIX fue una época de grandes cambios en la sociedad occidental que
tuvieron poderoso impacto en la música del siglo XIX:
• La Revolución Industrial
Cambios políticos
• La Revolución Francesa
Ésta inició en 1789, y sus secuelas se hicieron sentir por todo Europa por espacio
de casi sesenta años, es decir, hasta 1848. En 1814 la monarquía francesa fue
restablecida, y en 1815 los líderes de la última campaña contra Napoleón restauraron
el antiguo balance entre poder y sistemas jerárquicos de gobierno. Los ideales de
“libertad, Igualdad, y Fraternidad” inspiraron esperanzas y visiones a los cuales
muchos artistas respondieron. La simpatía por el oprimido, el interés en lo folclórico
y en los niños, la fe en el hombre y su destino, apuntaban hacia el carácter
democrático del movimiento romántico. Mientras que el siglo XVIII encontró
inspiración en el arte de la antigua Grecia, los románticos descubrieron la Edad
Oscura. El Rey Arturo y Sigfrido, cuentos de hadas e historias medievales, usurparon
el lugar que tenían los dioses y héroes de la antigüedad.
• Contrarrevolución
• Colonialismo y nacionalismo
El siglo XIX fue también un siglo de expansión colonial, justificado por los
ideales (quizás inspirados en Darwin) de ayudar a sociedades consideradas como
pobres, sin educación, y carentes de iluminación. Africa, Asia y el pacífico se
convirtieron en parte de redes de colonias gobernadas por diferente países europeos
(EEUU en 1898 -Puerto Rico- y Alaska 1867). El colonialismo jugó un papel en la
obsesión durante este siglo con lo exótico. Los países extranjeros eran explorados y
los pueblos comenzaban a tener un sentimiento de diversidad y riqueza del mundo en
que vivían.
Una de las mayores consecuencias de la Revolución Industrial y el emergente
movimiento romántico fue el nacionalismo. Los pueblos de Europa comenzaron a
promover sus propias identidades nacionales y a rebelarse contra la dominación
externa. El nacionalismo se mantuvo con fuerza en la arena política a lo largo del
siglo.
Cambios intelectuales
• Teoría de la evolución
Una teoría biológica estaba contenida en una de las obras más revolucionarias de
la época: “El Origen de las Especies” (Charles Darwin, 1859). Darwin sostenía que
las especies evolucionaban por medio de un proceso de selección natural y que la
evolución estaba basada en el concepto de “supervivencia del más fuerte.” Darwin
pensaba que la obra sería únicamente de interés para otros científicos, pero se vendió
el primer día de su publicación. Las consecuencias sociales de la teoría de Darwin
fueron considerables. Por ejemplo, se generó un conflicto entre la religión y la teoría
de la evolución. Además, se reforzó la antigua creencia de que el pobre era pobre
como resultado de su incapacidad e inferioridad, lo cual favoreció las rígidas
jerarquías sociales. Finalmente, se estimuló a aquellos que creían en la causa de
ayudar al pobre. El ideal de la caridad, sostenían, era un resultado del proceso
evolutivo. El Darwinismo y el aumento de una nueva clase trabajadora condujo a un
aumento en la conciencia social. Se fundó muchas organizaciones caritativas, nació la
filantropía privada, se establecieron las escuelas públicas gratuitas, y se desarrollaron
los ideales políticos de socialismo y comunismo.
4
• Movimiento socialista
Los poetas románticos se revelaron contra las estrictas formas del clasicismo del
siglo XVIII y adquirieron una mayor libertad de estilo. Se inclinaron por lo
imaginativo, caprichoso, pintoresco, y apasionado. En Alemania, un grupo de
jóvenes escritores, siguiendo los pasos de Goethe y Schiller, crearon una nueva poesía
lírica que culminó con el arte de Heinrich Heine, un favorito de los compositores
románticos. Un movimiento similar fue encabezado en Francia con Víctor Hugo, el
más grande escritor de prosa, y Alphonse Lamartine, el más grande poeta.
• Arquitectura
Los formales jardines del siglo XVIII, con sus espaciosas simetrías fueron
sustituidos por grutas pintorescas y misteriosas arcadas. En la segunda mitad del
siglo, los avances tecnológicos de la Revolución Industrial tuvieron un fuerte impacto
sobre la escultura y arquitectura. Las figuras de Auguste Rodin eran triunfos de la
nueva técnica y espíritu románticos. La nueva tecnología produjo obras de tamaño
monumental, como el Puente de Brooklyn (1883), Estatua de la Libertad (1886) y
Torre Eiffel (1889).
• Pintura
El artista romántico
Emergió durante este período el artista como bohemio, un soñador rechazado que
se moría de hambre en un ático y que gracias a sus peculiaridades en el comportamiento y
el vestir molestaba a la burguesía. Este era el individuo sensible que era muy bueno para
el mundo materialista y no suficientemente bueno. El artista romántico se fue
encontrando poco a poco en contra el orden establecido. Estaba libre de convenciones
sociales impuestas por la vida cortesana, pero pagaba caro su libertad con soledad,
sabiéndose aparte de sus semejantes. El aislamiento del mundo traía preocupación por
los problemas internos. La añoranza, por la felicidad perdida, y el descontento que
carcomía el alma, eran ingredientes del estado de ánimo romántico. El pesimismo no
estaba muy lejos de la realidad: a pesar de los slogans, la gente no era totalmente igual o
libre. El optimismo inevitable traía duda y desencanto, “la enfermedad del siglo.” Este
malestar se reflejaba en el arte de la época. Por ejemplo, Balzac en su “comedia
7
Humana” plasmaba las asperezas de la nueva sociedad. Hugo dedicó “Los Miserables” a
los “infelices de la Tierra.”
Los rasgos románticos aparecieron antes de 1800 y prevalecieron hasta inicios del
siglo XX. Por ejemplo, la intensidad asociada al romanticismo estaba ya presente en
algunas de la piezas Sturm und Drang de C. P. E. Bach, en algunas sinfonías de Haydn
escritas cerca de 1768-74, y en las obras tardías de Mozart y Beethoven. La preferencia
de los románticos por la melodía cantable y expresiva también se deriva del período
clásico. Por lo tanto, se puede afirmar que el romanticismo del siglo XIX tuvo sus raíces
en el clasicismo del siglo XVIII, y no fue una ruptura, sino más bien una extensión,
alteración, y expansión del mismo.
Música programática
• El compositor y el público
• Profesional y aficionado
• Lo urbano y lo rural
• Lo sacro y lo secular
El artista insociable
Uno de las diferencias más marcadas entre la música del romanticismo con la del
período clásico es la función social del músico y la música. Casi todos los compositores
del siglo XVIII estaban bajo el patronazgo eclesiástico o cortesano (La Iglesia
prácticamente ya no era un patrón. De hecho se escribió muy poca música para la
liturgia. La poca música religiosa que se escribió durante este período más bien plasmaba
los sentimientos religiosos y convicciones del compositor). Sin embargo, debido a la
13
En muchos casos, los artistas tenían que ser “libres” más por necesidad que por
convicción. Debido a la Revolución Francesa y a las guerras napoleónicas (1789-1814),
muchos aristócratas ya no eran capaces de mantener casas de ópera y orquestas privadas
o “compositores en residencia.” Los músicos perdieron sus empleos cuando muchos
estados pincipales de Alemania fueron abolidos como unidades políticas y se fundieron
con territorios vecinos (En Bonn, Alemania, la corte y orquesta fueron desarticulados,
Beethoven no hubiera podido regresar aunque hubiera querido). Compositores que habían
tenido modestos pero seguros salarios, tuvieron que dejar su modus vivendi y vender sus
riquezas en los mercados.
cualquier ser humano. (se dice que Beethoven dijo “Mi nobleza yace aquí” –señalando su
corazón). El artista se convirtió en una especie de héroe en la vanguardia de los
movimientos espirituales, a menudo mofándose de la sociedad con sus acciones y
actitudes (y vestido). Ahora, la libertad, el progreso, y la revolución en las artes eran
ahora consideradas reflejo de esas cualidades en la esfera humana. Algunos compositores
tomaron parte de movimientos políticos o revolucionarios. Wagner daba discursos en las
barricadas durante el levantamiento de Dresden de 1849, y fue exilado por ello. Verdi
permitió (y hasta cierto punto parece que lo planeó) que sus óperas fueran utilizadas
como propaganda en la lucha por la liberación política de Italia. Gracias a sus esfuerzos,
se convirtió en un héroe nacional y llegó a ocupar el puesto de diputado honorario en el
primer parlamento italiano.
El amor de la clase media por hacer música condujo a la creación de las sociedades
corales. El precio de la música impresa descendió gracias a las innovaciones en la
imprenta, lo cual contribuyó con la efervescencia de las sociedades corales y festivales
musicales. Eran comunes las melodías folclóricas, políticas y populares, con poco valor
artístico. Algunas sociedades presentaban oratorios de Haendel y Haydn, pero con poco
impacto en los compositores.
La intimidad del salón era el escenario ideal para las formas de música de cámara y
solísticas. La ejecución ya no era para aficionados, ya que la música del período
romántico era técnicamente muy exigente para ejecutantes no adiestrados.
Fuera del salón había un desorganizado y nada sofisticado público asiduo a los
conciertos: el público de la clase media. Éste espectador buscaba nuevas emociones y
solaz frente al cansancio de la vida diaria. Los compositores románticos trataban
constantemente de ganar reconocimiento por parte de este público, por lo que eran muy
susceptibles a las preferencias de éste. El agitar o calmar estos sentimientos era la
función del compositor. Había dos géneros que atraían a la clase media: música sinfónica
y el extravagante espectáculo de la ópera y el ballet. Al desarrollarse el concierto
público, la sinfonía se convirtió en la forma más importante de música orquestal,
comparable a la forma literaria más extensa de la época: la novela. El Romanticismo
adelantó el largo proceso histórico por medio del cual la música instrumental -música sin
palabras- se convirtió en autosuficiente en términos artísticos. Fue en el renacimiento
15
También los ejecutantes, tenían que buscar impactar al público y ser aceptados por
éste. Los compositores que eran de por sí grandes ejecutantes –como Liszt y Paganini-
escribieron un número de obras virtuosísticas para maravillar al público mediante el
despliegue técnico. El compositor virtuoso se convirtió, así, en un personaje muy
admirado. Su virtuosismo cautivó a esta clase media (por ejemplo, luego de un concierto
en Budapest, los nobles húngaros le presentaron a Liszt una espada enjoyada, y un gentío
de miles formó un desfile de antorchas para escoltar al virtuoso.
Individualidad de estilo
Desde sus inicios, el movimiento fue revolucionario, con su énfasis en el valor del
arte original. Para el fin de siglo XVIII, el compositor escribía para su propio tiempo,
para el presente, y ya no estaban tan interesados en el pasado ni en el futuro. Pero algunos
románticos, sintiendo disconformidad con el presente, ya emitían juicios sobre la
posteridad. No es coincidencia que dos ensayos de Wagner se titularan “Arte y
revolución” (1849) y “La Obra de Arte del Futuro” (1850). Con respecto al pasado
inmediato, sin embargo, el aspecto revolucionario fue ensombrecido por el concepto del
romanticismo como culminación del clasicismo. Las tendencias del empfindsamer Stil y
Sturm und Drang de los 1770’s, que desde nuestro punto de vista pueden ser vistas como
manifestaciones del movimiento romántico, no eran muy apreciadas, pero Beethoven, y
hasta cierto punto Mozart, también eran vistos por los románticos como los que habían
marcado el sendero que ellos mismo seguirían. Entonces surge el concepto de música
como un arte que tenía historia. Además, era una historia que tenía que ser interpretada,
de acuerdo con las ideas filosóficas dominantes de la época, como un proceso de
evolución.
y Wolf. De hecho, nunca antes se había puesto tanto énfasis en la expresión personal y la
individualidad de estilo. Escribía Tchaikovsky acerca de su Cuarta Sinfonía: “no hay un
solo compás que yo no haya sentido, ni que no haga eco de mis más profundos
sentimientos.” El compositor romántico escribía para expresarse por medio de
documentos personales artísticos. De hecho su música sonaba “única” y reflejaba su
personalidad. Schumann observaba que “Chopin era capaz de escribir cosas que hacían
que la gente llorara en el sétimo u octavo compás ... esto es (era) de hecho algo suyo.”
De todas las inspiraciones del arte romántico, la más importante era la naturaleza.
La sensibilidad a la naturaleza se reflejaba en la pintura de paisajes. Se sentía cierto
parentesco entre la naturaleza y el artista, de manera que ésta era un refugio,
inspiración, consolación, revelación, y hasta espejo del corazón humano (por ejemplo,
si un personaje se sentía triste, llovía). Wordsworth consideraba a la naturaleza “su
enfermera, su guía, la guardiana de su corazón y su alma.” Este sentido místico de
parentesco con la naturaleza, en contraposición con la artificialidad de la vida en las
ciudades, prevaleció en la pintura, literatura y música durante este siglo. La
naturaleza inspiró a William Turner, en cuyas pinturas de escenas de la naturaleza
toman poder y significado que reflejan las emociones humanas de miedo, asombro, y
sorpresa. En sus pinturas, pueden verse las bases del movimiento impresionista.
Otros buscaron escapar de la realidad, como Sir Walter Scott y Alexandre Dumas.
Mucha literatura romántica era de corte autobiográfico., los autores proyectaban su
personalidad en su obra. Walt Whitman expresaba su subjetividad antes de comenzar
un poema: “me celebro a mí mismo, y me canto a mí mismo.”
Schiller escribió una serie de dramas, incluyendo “Juana de Arco,” “María, Reina
de los Escoceses,” y “Guillermo Tell.” El popular novelista Sir Walter Scott escribió
más de 30 novelas históricas. De todos los períodos históricos, fue la Edad Media (de
caballería y romance) la que capturó la imaginación de los románticos. Mientras los
neoclasicistas veían la Edad media como una edad oscurantista, , los románticos la
añoraban. La novela más conocida de Scott fue “Ivanhoe” (1819), ambientada en los
tiempos de las Cruzadas. Lord Tennyson en Inglaterra, Victor Hugo escribió “El
Jorobado de Notre Dame” (1831), en Francia, y Alexander Pushkin en Rusia
publicaron importantes obras ambientadas en un pasado distante.
• Nacionalismo y exotismo
Estructura formal
19
• Aunque las formas heredadas del siglo XVIII continuaron en uso y fueron
expandidas, se utilizó formas más libres, como la balada, el nocturno, o la fantasía,
muy comunes en la música para piano. Dichas formas, aunque libres, se basaban en
temas contrastantes, usualmente sin secciones de desarrollo. Por ejemplo, en estudios
o preludios cortos, se podía utilizar un solo tema o melodía con cambios en el ritmo o
la armonía para lograr contrastes.
• Las obras extensas eran unificadas con nuevas técnicas: el uso de temas que eran
reiterados en los movimientos individuales, con modificaciones en cuanto a dinámica,
ritmo u orquestación (transformación temática).(Por ejemplo, tema del concierto en
mi bemol mayor de Liszt). Otro recurso era la unión de movimientos mediante
pasajes de transición (en sinfonías y conciertos) o melodías que aparecían en
diferentes actos o escenas (en la ópera).
• Las formas no eran tan balanceadas y simétricas. Las frases y los períodos con
frecuencia contienen un número impar de compases y diferente número de tiempos
por compás. Las frases fluían una hacia la otra y era más difícil delimitar cada una
(esto se logra evitando las cadencias). Cuando una frase llega a su fin, puede alejarse
súbitamente de la cadencia esperada hacia una nueva dirección. También el
compositor podía traslapar el inicio de una frase con el final de otra. Las secciones de
20
desarrollo en una sonata tienden a ser extensas. Es aquí donde los compositores
usaban su creatividad e imaginación al máximo.
• Las formas no eran precisas y claras como en el clasicismo, más bien son vagas, se
traslapan, y pueden no presentar cadencias “fuertes.” Secciones y hasta movimientos
de obras extensas se funden en otros mediante efectos cadenciales sutiles, tanto
armónica como rítmicamente.
• Era común, especialmente en las formas extensas, utilizar el mismo material temático
en cada movimiento, como medio para mantener un carácter expresivo constante. A
esto se le conoce como forma cíclica o psicológica.
Melodía
Ritmo
Armonía
Textura
22
• La textura era también más rica y hasta pesada, con una opacidad de
sonido en contraste con la textura liviana y transparente del clasicismo. Aún
en obras para voz, el acompañamiento provee una sonoridad de tejido tonal
que sirve para mezclar la voz con el instrumento.
• Con las mejoras adquiridas en las décadas de 1820 y 1830 en los pianos de
concierto y verticales, el piano se convirtió en el instrumento solista más
popular en el período romántico, casi un símbolo del romanticismo. Un marco
de hierro sostenía las cuerdas (más gruesas ahora) con mayor tensión y los
martillos fueron cubiertos con fieltro. Además, el uso del pedal permitía una
mezcla sonora de sonidos en todos los registros del instrumento. Gracias a
estas mejoras en su estructura y mecanismo, podía abarcar las más diversas
gamas de sonido, desde muy suaves hasta muy poderosas (se volvió más
“cantante”), su sonido adquirió más profundidad y brillo (por ejemplo,
diferencia de sonoridad entre la Sonata de Liszt y una sonata de Mozart),
mayor extensión (en tiempos de Mozart el piano tenía cinco octavas, para
1830 ya se había ampliado a siete), y se logró mayor velocidad en la
repetición de las notas. El piano alcanzó una popularidad tal que se convirtió
en el instrumento doméstico favorito para cualquier familia que pudiera
adquirirlo.
• Nunca antes el aspecto sensual del timbre había sido tan importante,
semejante a la de la melodía, el ritmo, y la armonía. El color se convirtió en
una parte integral de la textura. Las melodías eran creadas en término de
color, con su expresividad ligadas a instrumentos específicos. La armonía fue
también influenciada por la nueva orquestación, que creó nuevos colores
mediante combinaciones inusuales de instrumentos y la subdivisión en los
coros de instrumentos tanto en música sinfónica como en la ópera. Fue
posible una nueva sonoridad gracias a la combinaciones como la subdivisión
de las cuerdas agudas o de una sección de bronces extensa. El compositor
contó, entonces, con una paleta similar a la de un pintor, que le permitía
conjugar la belleza sensual y el encanto, crear estados de ánimo y atmósferas,
sugerir paisajes de la naturaleza, como por ejemplo, paisajes marinos
calmados o tormentosos.
23
(En 1824 Beethoven sorprendió con su idea de nueve bronces para su Novena
Sinfonía, y en 1894 Mahler requerió 25 bronces para su segunda sinfonía) La
expansión de la orquesta reflejaba también las necesidades de los
compositores en cuanto a las dimensiones de las salas de concierto y las casas
de ópera
Práctica de interpretación
• Dinámicas
24
• Registro
La extensión del registro fue expandida, pues los compositores demandaban
sonidos extremadamente agudos y extremadamente graves. En busca del
aumento del brillo y la profundidad del sonido, los románticos explotaron el
piccolo y el contrafagot, así como el amplio registro del piano.
• Tempo
Había más fluctuaciones de tempo que en el clasicismo. Si en el clasicismo el
tiempo lento más utilizado era el andante (caminando graciosa y
moderadamente), en este período serían muy comunes los movimientos muy
lentos. Los cambios de estado de ánimo en la música de este período eran con
frecuencia subrayados con accelerandi, ritardandi, y cambios sutiles de pulso.
Para intensificar la expresión, se usó a menudo el rubato. Los tempi eran
indicados más exactamente mediante indicaciones de metrónomo. Los
cambios de tempo dentro de un mismo movimiento eran más frecuentes en
este período.
En general, hasta 1815, todo había sido próspero y tranquilo para Beethoven: Su
música se tocaba mucho en Viena, y era celebrado tanto en casa como afuera. Gracias a
la generosidad de patrones y a la demanda constante de nuevas obras por parte de
editores, sus asuntos financieros estaban bien, a pesar de las devaluaciones de la moneda
austríaca de 1811. Sin embargo, durante el tercer período, Beethoven llegó a esta sordo
casi por completo, además de llevar una vida solitaria y excéntrica. También, sufrió con
la lucha por obtener la custodia de su sobrino Karl., la cual implicó peleas con la madre
del muchacho y con el joven, culminando con la huida de éste y su intento de suicidio.
A pesar de los problemas que tenía Beethoven para concebir, organizar, y dar
forma a sus ideas musicales –lo cual disminuyó su producción- muchas de sus obras más
abstractas y sublimes pertenecen a este período, como las últimas sonatas para piano, sus
mejores bagatelas, los últimos cinco cuartetos de cuerda, las variaciones “Diabelli,” la
Missa Solemnis, la Novena Sinfonía, y el ciclo And die ferne Geliebte.
• Sus obras cada vez llegaban a tener un carácter meditativo. El antiguo sentimiento
urgente de comunicación era sustituido por un sentimiento de tranquilidad segura, una
calmada afirmación que apasionadamente fluía. Beethoven había aceptado el designio
del destino de que su única fuente posible de felicidad era estar en el mundo sin
sonidos que existía en su mente.
Beethoven produjo efectos nunca antes oídos. Las sonoridades espaciados al final de
la Sonata Op. 110
• Carácter meditativo de algunas obras. Se nota una preocupación por el uso del lirismo
en la forma sonata. Los movimientos lentos de los ciclos instrumentales con
frecuencia se convertían en el centro de la composición, y en algunos casos (Opp.
109 y 111), eran los movimientos finales. Ocasionalmente, los movimientos lentos
tienen títulos programáticos: “Cavatina” en el cuarteto Op. 130, o “Canción de un
convaleciente en acción de gracias a Dios, en modo lidio” (cuarteto Op. 132). La
forma de tema y variación, con una frecuente variación final conteniendo cadenas de
trinos que subrayaban la atmósfera de sublimidad, eran comunes en estos
movimientos. Las variaciones de este período enfatizan como constantes la estructura
y esquema armónico básico del tema, con melodía, métrica, ritmo, alturas
determinadas, y otros elementos musicales como variables.
No. 104. Ludwig van Beethoven. Sonata “Patética”, Op. 13. Tercer
movimiento: Rondó, Allegro (1797-98)
• El Rondó invoca el ritmo y los primeros tres intervalos del segundo tema del
primer movimiento. Este tema gira y se desenvuelve alrededor de la tercera menor
y los semitonos de la escala menor. Los episodios del rondó, aunque están en
tonalidad mayor (la sección B en la relativa mayor y la sección C sobre el sexto
grado) pronto cambia a menor (mm 51).
Música A B1 A C A B1 A Coda
B2 B2
Tonalida Do Mi Do La Do Do Do Do
d menor bemol menor bemol menor mayor menor menor
mayor mayor
30
No. 106. Ludwig van Beethoven. Sinfonía No. 3 en mi bemol mayor, “Eroica”.
Primer movimiento: Allegro con brio (1797-98)
Sección A B C B A D E A B C B A
Centro Re b fa m La b fa m Re b Sol b Re b re b Re b re b Re b
tonal
A pesar de que los períodos están sutilmente unidos por medio de motivos
rítmicos, melódicos, y armónicos, son esencialmente bloques independientes de
música. Cuando son recurrentes, permanecen intactos e invariables (a no ser por
las transposiciones) y pueden unirse de adelante hacia atrás o hacia adelante, esto
es, A puede preceder a B, o B puede ir a A, y similarmente ocurre con C y B.
Como casi cualquier pieza para piano de Schumann, Grillen tiene un sabor de
danza ternaria, en la cual la sección intermedia (DE) funciona como un trio. El
elemento fantástico se siente en particular en la organización tonal. A pesar de que
el inicio sugiere si bemol menor, las únicas cadencias en el primer período están
en la bemol y re bemol, en la cual termina el primer período. Las secciones By C
fluctúan menos ambiguamente entre La bemol mayor y fa menor, mientras que el
trío está claramente en sol bemol menor.
“Conoces la historia bien. Cada noche Leandros nada por el mar hasta llegar a
su amada, quien le espera en un faro y le muestra el camino con una antorcha. Es
una linda saga romántica. Cuando toco In der Nacht, no puedo alejar la escena
de mi mente: primero, cómo él se lanza al mar; ella llama, el contesta; cómo él se
abre paso por entre las olas y alcanza la tierra… ahora viene el cantabile.,
32
Nos. 111 y 112. John Field. Noctuno en La Mayor, No. 8 y Fryderik Chopin,
Nocturno en Mi bemol mayor, Op. 9, No. 2.
Este es uno de los lieder más famosos de Schubert. Ya por sí misma una obra
temprana (1814), el acompañamiento llama la atención del oyente. La parte de
piano sugiere no solamente el girar de la rueca por medio de una figura constante
de semicorcheas en la mano derecha y el movimiento del pedal por el patrón
rítmico repetido en la mano izquierda, pero también la agitación de los
pensamientos de Margarita, l paz se ha ido, mientras piensa en su amado, en el
poema épico de Goethe “Fausto”. La agitación es también reflejada en la armonía,
en la tensión entre re menos y Do mayor, y sugerencias de do menor en la estrofa
inicial. La segunda y tercera estrofas (mm 13-29) juegan con Mi mayor, mi
menor, y Fa mayor.
Cuando, en la sexta y octava estrofas (mm 50-67), Margarita exalta las cualidades
de su amado, la armonía llega hasta La bemol mayor, y la cantante llega a la nota
más aguda, sobre las palabras, “Ah, y su beso.”, deteniéndose en un acorde de
sétima de dominante (m 68). El piano ahora tiene un pequeño interludio en
dominante, por su parte evitada hasta ahora., en preparación para e último retorno
de la Múgica inicial Luego de la estrofa final, Schubert tomó libremente del
poema para crear una coda (m. 100-120), la cual enfatiza con las notas más
agudas de la canción la fantasía de Margarita en perderse en los besos de su
amado (“aun seinen Küssen Bergen sollt”).
Schubert tomó prestado el motivo den el piano que acompaña las palabras “Los
fríos vientos soplaron” para fijar la atmósfera con una introducción de siete
compases, transformando la música de una fría tonalidad menor a una tonalidad
mayor, cálida, para evocar el ambiente más feliz del verano. Esta música sirve
también como interludios y como epílogo. La canción por sí misma está en forma
estrófica modificada, cada estrofa de música correspondiendo a dos estrofas del
poema. Las primeras dos estrofas tienen una melodía cuasi folclórica hecha de
frases de cuatro compases en la forma aabb’ y acompañadas por acordes simples.
Las siguientes dos estrofas repiten esta melodía pero con acompañamiento de
acordes quebrados. La quinta se aleja del patrón anterior para ‘plasmar la escena
de invierno. La última estrofa se canta dos veces con la música de las dos estrofas
iniciales. Por lo tanto, la forma completa de la obra es AA’BA’’.
ciclo de Schumann tienen una narrativa unificadora, pero prevalece el tema del
amor no correspondido.
La primera canción del ciclo, “En el Hermoso Mes de Mayo” habla felizmente de
la primavera y de un amor reciente, pero la ambigüedad tonal y tensión entre voz
y piano pueden reflejar la perspectiva pesimista del ciclo como un todo. Mientras
que la parte vocal parece estar en La mayor, en el segundo y último compases y
puntos estróficos, incluyendo el mismo final, escuchamos el acordes de sétima de
dominante de fa sostenido menor en el piano. Las apoggiaturas y suspensiones
que comienzan en alguno que otro compás, que Schumann añadió solamente en el
borrador final, traicionan la agridulce ansiedad del amante. Una interesante unión
entre voz y acompañamiento es la anticipación de la figura de sexta descendente
en la primera frase de la voz por una figura similar de sexta ascendente en el
piano.
Las dos estrofas tienen forma estrófica. El preludio de cuatro compases del piano
y el postludio son características de las canciones en este ciclo.
No. 120. Gioachino Rossini. Il Barbiere di Seviglia. Acto II, Escena 5: “Una
Voce poco fa.”
No. 122. Giuseppe Verdi. Il Trovatore (“El Trovador”). Acto IV, No. 12,
Escena, aria y Miserere.
• Libreto de Salvatore Cammarano, basado en la obra “El Trovador” de A. García
Gutiérrez.
• Estrenada en Roma, el 19 de enero de 1853.
• Leonora, conducida por Ruiz, amigo de Manrico, ha llegado a la torre del Palacio
de Aljaferia, donde Manrico, su amado trovador, espera su ejecución. Dos
clarinetes y dos fagotes pintan una escena oscura mientras ellos se acercan.
Luego Leonora canta, sin acompañamiento, su esperanza en salvar a Manrico.
Continúa, sobre acompañamiento de cuerdas, y empieza un aria D’amor sull’ alli
rosee (“En las rosadas alas del amor”), buscando consolarle y escondiendo su
propio tormento. Le acompaña una orquesta reducida. Los vientos le duplican en
momentos climáticos. Tocan a muerto, y monjes fuera de escena entonan un
Miserere a capella, rogando por el alma del prisionero. La orquesta entera
empieza una lúgubre marcha pianissimo, a la cual responde Leonora con una línea
lírica, interrumpida por sollozos. Cuando la orquesta se detiene, escuchamos a
37
Manrico cantando con su laúd (dos arpas en el foso) “Ah, qué lento avanza la
muerte.” Su canto es interrumpido por la música fúnebre, el canto de los monjes,
y las expresiones de terror de Leonora.
No. 123. Carl Maria von Weber. Der Freischütz (“El Cazador Furtivo”).
Acto II, Finale, Escena de la Garganta del Lobo.
• Libreto de Johann Friedrich Kind, basado en la historia de Johann August Appel,
modelada a partir del “Fausto” de Goethe.
• Estrenada en Berlín, en 1821.
• Caspar, el desafortunado rival de Max por el amor de Agata, ha vendido su alma
al diablo, quien ha tomado la forma de Samiel, el legendario Cazador Negro. Para
que el diablo obtenga el alma de Max, Caspar persuade a Max que haga un trato:
Max podrá casarse con Agata si accede a usar una bala mágica en un torneo de
tiro. Las balas mágicas que le da Caspar obedecerán los deseos de quien las use,
pero una es controlada por Samiel, quien la ha destinado para matar a Agata.
Caspar conserva tres de las siete balsas, le da cuatro a Max, quien utiliza tres
antes que inicie el concurso, de manera que Max tiene sólo una (la guiada por
Samiel) para la prueba. Aunque Agata aparece de pronto en la línea de fuego
cuando Max dispara, es protegida por la guirnalda mágica de un viejo ermitaño.
La bala entonces mata a Caspar, y todo termina bien.
• Las balas mágicas son fundidas en la tenebrosa medianoche, en la escena de la
Garganta del Lobo. El ambiente sombrío del bosque es plasmado diabólicamente
por medio de una sugestiva orquestación y un esquema armónico que contrasta fa
sostenido menor do menor. La línea de Caspar “Sabéis que mis días de bendición
están próximos a su fin,” en m 51, es casi wagneriana en su desarrollo orquestal
de un motivo en una sola dirección contra la voz, la cual parece tomar su material
de la orquesta en lugar de ser acompañada por esta. Samiel interrumpe
frecuentemente –en voz hablada- para dejar claros los términos para conceder las
balas mágicas.
• Es particularmente notable en la escena el melodrama de la fundición de las balas
(mm 264-430). Melodrama era un género de teatro musical que combinaba el
diálogo hablado con la música. Las líneas de Caspar son presentadas sobre un
acompañamiento orquestal continuo. Primero evoca a Samiel. Luego, mientras
fragua cada bala, con Max a su lado, Caspar cuenta., y las montañas hacen eco de
cada cuenta. Para cada fragua, Weber pinta la escena de la naturaleza del
terrorífico escenario y la vida salvaje del bosque. Para la primera bala, a luz
verdusca de la luna medio escondida por una nube. Para la segunda, un pájaro
silvestre que vuela sobre el fuego. Para la tercera, un jabalí negro que corre
enloquecido y asusta a Caspar. Para la cuarta, una tormenta que se prepara y
termina por estallar. Para la quinta, caballos galopantes y el chasquido de látigos.
Para la sexta, perros que ladran y relinchos de corceles. En este momento un coro
oculto de cazadores canta en unísono y Caspar grita “¡Seis!” Antes de fraguar la
última y fatal bala, la música del aria de Max del acto primero irrumpe, con el
grito de “¡Siete!” de Caspar (m 408). A lo largo de la escena, Weber utiliza
ingeniosamente los recursos de su orquesta: timbales, trombones, clarinetes, y
38
No. 124. Richard Wagner. Tristan und Isolde (“Tristán e Isolda”). Acto I,
Escena 5 (extracto)
• Wagner escribió su propio libreto, basándose en un romance del siglo XIII de
Gottfried von Strassburg.
• Estrenada en Munich, el 21 de junio de 1868.
• Wagner creía que el libreto debía servir primordialmente como marco para la
música, y que la poesía, el diseño escénico, la puesta en escena, la acción y la
música debían fundirse para formar lo que llamada la obra de arte total
(Gesamtkunstwerke). Consideraba que la acción del drama tenía un aspecto
interno y uno externo; la orquesta era el interno, y las palabras el aspecto externo
de la acción. La música es continua en cada acto, no formalmente dividida en
recitativos, arias y otros números. Esta música está construida de Letimotifs,
motivos que están asociados a personas, eventos, sentimientos, y objetos en la
obra. Wagner trabajó en el texto y la música entre 1857 y 1859.
• Esta escena, en la cual Tristan e Isolda se enamoran, demuestra la efectiva
interrelación de la acción, el escenario, y las fuerzas musicales. El timón, las
velas, las habitaciones privadas de Isolda, y la orilla cercana objetifican la misión
asignada a Tristán, entregar a Isolda al Rey Marcos como novia. Mientras la
tripulación del barco ancla y saluda al rey que espera en la orilla, los dos amantes,
sin percibir lo que sucede a su alrededor, sucumben a la poción de amor sustituida
por Bragane por la poción que Isolda pidió y que compartieron. El coro, con
gritos de loa, interrumpe la declamación, a veces como habla, a veces lírica y
apasionada, de Tristán e Isolda. La gran orquesta mantiene continuidad a lo largo
de la acción y elabora dentro de cada segmento del texto motivos apropiados para
el contenido de los parlamentos o emociones y asociaciones subyacentes. Por lo
tanto, acción, diálogo, pintura escénica musical, todas se complementan y
refuerzan.
• En cuanto a la introducción y desarrollo de motivos en m 38, se introduce el
motivo del honor de Tristán, identificado por el texto cantado “Honor de Tristán,
altísimo honor.” Será desarrollado más tarde. Mientras Isolda comienza a tomar
la poción (m 64) canta “Bebo a tu salud” con una sexta mayor ascendente,
seguida de un semitono descendente, un motivo asociado, a partir de este
momento, con la poción de amor. La orquesta toma el motivo y le da un nuevo
giro por medio de semitonos ascendentes que sugieren añoranza o anhelo
recíproco. Wagner, en este momento, prescribe gestos particulares y acciones
para ambos personajes, en momentos específicos de la música.
• El momento climático es alcanzado en m 102, cuando ambos personajes se miran
anhelándose, y el motivo cromático ascendente es acompañado por una
progresión de acorde de novena de dominante a una armonía deceptiva de fa
mayor en lugar de la esperada la menor, simbolizando, quizás, el deseo de muerte.
Esta progresión regresa en mm 172 y 247. Ahora Isolda y Tristán se llaman uno a
otro, y un nuevo motivo (m 103) es desarrollado en las violas y los celli. Se
identifica otro motivo y tratado con secuencias ascendentes en las palabras que
39