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INVESTIGACION

ABRASION, ABFRACCION, ATRICCION,


EROSION.

JUAN CARLOS ESQUIVEL MUÑOZ.


DOCENTE. - DR. HUGO SANDOVAL
- La atrición dental es el desgaste de la estructura dentaria como
resultado del contacto entre dientes, tanto fisiológico (normal) como patológico. Puede
afectar a las caras oclusales e incisales (masticatorias) de los dientes como a las
interproximales (entre dientes).

Guarda estrecha relación con la edad


del individuo, influye mucho el
grado de fuerza masticatoria y la dieta
. Pero la causa más común es el
bruxismo (hábito parafuncional de
rascar los dientes).

Las superficies pulidas dentales, en oclusal coinciden perfectamente con las piezas
dentales antagonista. Hay una pérdida vertical de la estructura dental de las piezas
dentales.
En casos de atrición severa hay una exposición del tejido dentinario que es menos
mineralizado y más blando que el esmalte dental. Los dientes pueden presentar
una sensibilidad aguda a los estímulos de frío.

La atrición fisiológica, es aquella que ocurre de forma progresiva, fruto de la edad y


del uso de los dientes. En muchos casos no requiere tratamiento, salvo que el
paciente refiera sensibilidad dental.
La atrición patológica, fruto de un hábito parafuncional tipo bruxismo, requiere
tratamiento activo. El tratamiento puede incluir en muchos casos, desde la
utilización de una placa de descarga, la infiltración de toxina botulínica en el
músculo masetero para limitar su fuerza, y en casos más severos la reposición de la
estructura dental perdida mediante fragmentos cerámicos, tipo incrustaciones o
coronas.
Llamamos erosión al desgaste del esmalte dental causado por el
contacto frecuente y prolongado de los dientes con agentes ácidos. Al dañarse la
protección que ofrece el esmalte, los dientes van perdiendo grosor, la estructura dental
queda expuesta a agresiones y se puede desarrollar hipersensibilidad dentaria al frío, al
calor, a los dulces, a los ácidos y al contacto.
El consumo frecuente de alimentos cítricos tales como el limón, naranja y toronja,
además de vinagres, refrescos y vinos de mesa están relacionados con la erosión dental.

En sus inicios los dientes comienzan a


presentar manchas opacas de color blanco,
esto es debido a que empiezan a
desmineralizarse los dientes o muelas.
Posteriormente tomarán un color
amarillento apagado y seguido de esto
comenzará a desprenderse el esmalte dejando expuesta a la dentina provocando dolor
intenso al cepillarse los dientes o inclusive al tocarlos con la uña.

Generalmente las principales zonas en donde se comienza a desprender el esmalte es en


el límite donde inicia la encía, es decir en los cuellos dentales. Se comienza a ver y sentir
un surco, en donde tendrás mayor sensibilidad al frio, calor y algunas veces a lo dulce.
Para prevenir que padezcas erosión dental te recomendamos consumir alimentos en su
forma natural y no procesados, moderar el consumo de refrescos y bebidas alcohólicas,
utilizar pastas y enjuagues bucales que contengan fluoruro.
Los tratamientos en consultorio pueden variar de acuerdo a lo avanzado o erosionado
que se encuentre el esmalte, pero antes de iniciar cualquier procedimiento restaurativo
se debe colocar un barniz de flúor o nitrato de potasio un par de veces para remineralizar
los dientes y ya después escoger el tratamiento definitivo, que puede ir desde una resina
hasta una carilla o corona para devolver al diente su forma y función.
. - Las abfracciones dentales son pérdidas en la estructura de un
diente. Este tipo de lesión ocurre poco a poco, por lo que podría parecer que el diente se
desvanece con el tiempo. Se ven como hendiduras en forma de cuña que aparecen en la
unión amelo cementaría (donde se junta el esmalte con el cemento dental). Las
abfracciones no son cavidades, sino lesiones cervicales no cariosas (LCNC). Sin embargo,
debido a que dejan expuestas las partes más suaves del diente, como la dentina, también
pueden provocar sensibilidad y otros síntomas parecidos a los de una cavidad. Descubrir
la o las causas es un paso importante para el tratamiento de la condición.
Las abfracciones resultan de las fuerzas biomecánicas ejercidas sobre los dientes al
rechinarlos y al masticar. Los aparatos y los protectores bucales nocturnos pueden evitar
que los dientes se sigan desgastando. Sin embargo, según la revista de Odontología
Clínica, Cosmética e Investigativa, los factores químicos, biológicos y de comportamiento
pueden todos contribuir a las causas de las lesiones.

La abfracción dental es la pérdida de tejidos


dentarios duros producida por fuerzas de
carga biomecánica, como, por ejemplo,
las fuerzas producidas por sobrecarga oclusal.
La abfracción supone una superficie irregular,
en forma de cuña, de color amarillento
ya que la dentina se expone. Esta pérdida de
tejido dental se puede obturar y tapar realizando
una obturación estética con composites.
De esta forma el color es igualado y el tejido dentario perdido es repuesto.

El mejor tratamiento para una abfracción depende de la gravedad de la lesión, de la


sensibilidad que sufre el paciente y de cuán importante es el aspecto final. Lo usual es
que el dentista rellene las lesiones que lleguen más abajo del borde de las encías, se
estén deteriorando o volviendo difíciles de limpiar, o que dejen expuesta la pulpa o el
nervio del diente. Este tratamiento reduce la sensibilidad y le regresa al diente su
estructura. El dentista puede usar resinas compuestas o del color del diente para cubrir
las hendiduras y mejorar el aspecto de su sonrisa.
- La abrasión dental es el desgaste mecánico o la pérdida progresiva de la
superficie de un diente debido a acciones distintas a la caries o al trauma dental.
Es una forma de daño dental causado por las fuerzas aplicadas a los dientes. En lugar de
ser causado por el contacto de diente contra diente, la abrasión dental generalmente es
causada por elementos externos, como el cepillado agresivo de los dientes.

La abrasión dental comienza con el desgaste del esmalte. Si no se trata, la abrasión puede
traspasar el esmalte, llegar a la dentina interna y, finalmente, alcanzar el cemento, capa
que ayuda a asegurar los dientes dentro del hueso maxilar.
En cuanto a las causas de la abrasión dental, los motivos que originan este problema son
fundamentalmente dos:

1. Un mal cepillado de los dientes. Cuando la técnica no es correcta y se sobrepasa la


presión recomendada, el cepillo acabará por pulir el esmalte en exceso. Esto puede
ocurrir también si sus cerdas son demasiado duras. Los higienistas y odontólogos
siempre recomiendan emplear cepillos con unas cerdas medias o suaves.
2. Uso de palillos. Es importante que aquellos habituados a emplear estos palillos
dentales tras las comidas los sustituyan por hilo dental o cepillos interproximales.
Así conseguirán eliminar de una manera mucho más efectiva (e inocua) la placa
acumulada en zonas de difícil acceso.

TRATAMIENTO DE LA ABRASIÓN DENTAL


El odontólogo es el único capaz de establecer un tratamiento de la abrasión dental
efectivo. No solo por su experiencia a la hora de enfrentar esta afección, sino también
porque es el especialista capacitado para no confundirla con otras similares. Por ejemplo,
la erosión dental presenta una sintomatología muy parecida, pero la causa que la
provoca es muy distinta. En este caso, el desgaste viene provocado por la ingesta de
medicamentos o sustancias que favorecen un medio ácido, como las bebidas
carbonatadas o los cítricos.
Una vez hecho el diagnóstico, el dentista procederá a aplicar tratamientos como la
restauración del esmalte con resinas estéticas o la colocación de férulas de descarga. Si la
causa de la abrasión es la presión del cepillado, también se enseñará a modificar la
técnica para evitar futuros desgastes.
En los casos más graves de retracción gingival, el odontólogo puede considerar oportuno
un injerto de encía para evitar la sensibilidad y posible pérdida del diente.

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