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Durante el siglo XVIII el Absolutismo era la forma de gobierno imperante en la mayor parte
de las cortes europeas. Este sistema político estaba caracterizado por una estructura social y unas
instituciones muy jerarquizadas, que habían sufrido pocas variaciones desde los inicios de la Edad
Moderna. Las ideas de la Ilustración y una serie de cambios políticos de gran importancia pondrán
de manifiesto la inestabilidad del Antiguo Régimen a lo largo del siglo XVIII.
A) La sociedad estamental
La sociedad del Antiguo Régimen estaba dividida en tres estamentos: la nobleza, el clero y
el pueblo llano o la plebe. Se trataba de una sociedad muy desigual, en la cual una parte de la misma
poseía grandes privilegios frente a la otra (nobleza, clero), y en la que no era posible la movilidad
social de un estamento a otro.
● La nobleza: se dividía en alta (poseían grandes privilegios, eran parte de la Corte real,
ocupaban altos cargos en la Administración y el Ejército y eran dueños de la inmensa
mayoría de las tierras) y baja (menos adinerada).
● El clero también se dividía en alto (ocupaban cargos superiores dentro de la Iglesia y solían
proceder de familias de la nobleza) y el bajo (procedían del pueblo llano y ocupaban cargos
bajos).
● El pueblo llano o tercer estado: era la gran mayoría de la población. En el encontramos a
los campesinos (eran el grupo más numeroso y con peores condiciones; muchos seguían
siendo siervos y debían pagar un gran número de impuestos) y la burguesía (en su mayor
parte dedicados a profesiones liberales, como el derecho o la banca; aunque algunos poseían
grandes fortunas, no tenían poder político ni privilegios).
C) La monarquía absoluta
El absolutismo era el sistema político imperante en Europa en el siglo XVIII. Todos los
poderes (legislativo, ejecutivo, judicial y militar) estaban concentrados en la persona del monarca.
Aunque no tenían el poder religioso, que recaía en la Iglesia, si se consideraba que eran designados
como gobernantes por voluntad divina. Algunas leyes debían ser aprobadas por asambleas con
representantes de los tres estados (como las Cortes, en el caso de España), pero rara vez eran
convocadas y el tercer estado tenía pocos representantes. Una de las pocas excepciones era Reino
Unido, donde había una monarquía parlamentaria (el rey o reina debía someter sus decisiones a la
aprobación del Parlamento) desde el siglo XVII.
2. EL PENSAMIENTO ILUSTRADO
En el siglo XVIII aparece una nueva corriente de pensamiento en Francia: la Ilustración. Se
basaba en el uso de la razón y la búsqueda de la conocimiento, además de en la creencia de unos
derechos naturales del ser humano que no podían ser suprimidos por el Estado. Dio gran
importancia a la ciencia, a la educación y a la filosofía. La publicación de la Enciclopedia, por
Diderot y D´Alembert, contribuyó a su difusión por los países europeos. Este movimiento tuvo un
gran arraigo en la clase burguesa, que sí había recibido una educación y que veía en estas ideas una
oportunidad para mejorar sus condiciones.
5.1. El Rococó
El Rococó fue el estilo preferido por las monarquías absolutistas y la nobleza tras el
Barroco. Tomará de este la libertad compositiva y el uso de la luz y el color, pero buscando menos
efectos de dramatismo y contrastes menos acusados. Es un estilo decorativo, que además de en
arquitectura, escultura y pintura, también tuvo influencia en otras artes menores como la porcelana,
la cristalería o el mobiliario. Se caracteriza por el reflejo de una naturaleza bucólica y por un estilo
de vida hedonista, propio de las clases altas, con temas galantes y amorosos, y a veces mitológicos.
La palabra Rococó deriva de las palabras francesas rocaille (piedra) y coquille (adornos en forma de
concha). Cobró especial relevancia en Francia con el patronazgo de Madame de Pompadour
(amante de Luis XV), y en Rusia con Catalina la Grande, así como en zonas del Sacro Imperio y
Austria. Los filósofos ilustrados criticaron duramente al Rococó, que fue decayendo poco a poco.
En arquitectura se producen pocas innovaciones a nivel constructivo, ya que el Rococó se
aplica sobre todo a nivel decorativo con molduras y ornamentos, frecuentemente en colores blancos,
dorados o pastel. Se emplea la línea en S del Barroco y el uso de colores pastel como el azul o el
verde, con molduras en blanco o dorado formando decoraciones vegetales. Destacan el Palacio de
Catalina en Tsarskoye Seló, el Petit Trianon de Versalles o el Palacio de Schönbrunn en Viena.
En escultura destacan artistas como Bouchardon o Falconet, con esculturas en porcelana o
mármol blanco de motivos amorosos y alegóricos.
En pintura se reflejan la vida cotidiana y las diversiones de la aristocracia, se emplean los
tonos pastel y luces suaves (sin grandes efectos de claroscuro), así como por la abundancia de
elementos de la naturaleza y a veces cierta influencia oriental. Destacan artistas como François
Boucher (retratista de Madame Pompadour) o Jean-Honoré Fragonard (El columpio).
5.2. El Neoclasicismo
El Neoclasicismo es el estilo artístico nacido en base a los principios de la Ilustración. El
descubrimiento de las ruinas de Pompeya y Herculano y la influencia de Roma en viajeros y
artistas con el Grand Tour favorecieron un retorno a las formas puras de la Antigüedad Clásica y al
abandono del estilo Barroco, asociado además a la Iglesia y a las monarquías. Destaca la influencia
del teórico del arte Winckelmann y el importante papel de las academias en su difusión.
En arquitectura se abandonan las formas curvas y la ornamentación del Barroco para
buscar líneas geométricas y la simpleza decorativa, inspiradas en obras como el Partenón de Atenas
y el Panteón de Roma. Destacan la Iglesia de la Madeleine de París, la Puerta de Brandenburgo de
Berlín o el Museo del Prado en Madrid.
En escultura se emplea el mármol blanco, imitando las ruinas clásicas. Las líneas son
sencillas y puras, sin gestos ni sentimientos exagerados, y destaca el tratamiento de la anatomía. Los
temas son diversos, apareciendo frecuentemente la mitología clásica, pero también el retrato con
función propagandística. Antonio Canova es tal vez el autor más destacado del Neoclasicismo, con
obras como las tres Gracias, Psique reanimada por el beso del amor o Magdalena penitente.
En pintura predomina el dibujo sobre el color y el uso de una luz fría. Al igual que en la
escultura, las emociones son contenidas. En temática se realizaron numerosos cuadros de historia
(se consideraba que el arte debía tener una función didáctica) así como alegorías y mitos griegos y
romanos. También se empleó a modo de propaganda, especialmente en tiempos de Napoleón. Uno
de los artistas más destacados es Jacques Louis David, quien realizó numerosas obras reflejando
momentos de la Revolución Francesa (La muerte de Marat), y que después será retratista de
Napoleón (Coronación de Napoleón). También destaca Jean Auguste Dominique Ingres, por su
virtuosismo en anatomía y calidades texturales e influencia oriental (La bañista de Valpinçon).