Está en la página 1de 2

Autolesiones

Fecha: 7 de octubre de 2015.


Lugar: SUTEBA Lomas de Zamora.
Disertante: Lic. Diana Altavilla
diana.altavilla@gmail.com

Del encuentro realizado, enviamos algunas consideraciones del mismo.

Las CORTADURAS, tienen la función de darle sentido a algo que no puede decirse a través de las
palabras. Es un modo catártico de resolver el malestar subjetivo, es un modo de pedir ayuda,
manipulación y exteriorización. El corte es una “pared pública”, algo “compartido”, no es una
propuesta es una carencia en el proceso constructivo.
El adolescente que se corta está desmoralizado, no sabe qué hacer con su realidad, no sabe cómo
son los vínculos y necesita ayuda para construir un modelo. Los cortes representan algo automático
para generar placer, descargar y sentir un alivio. No se habla del dolor de la cortadura. En los
adolescentes hay un espacio de pertenencia, hay un jugueteo con la muerte.
Cortarse constituye una modalidad de alivio, por eso la función de la escuela es ofrecer un
dispositivo saludable de alivio. Las marcas, son una forma de decir, sin decir (no hay palabras, no
hay símbolos, es real). En los cortes hay algo que circula pero le falta una marca en la que
inscribirse. La cortadura es una descarga automática de una tensión insoportable. El adolescente
arma el mundo casi del mismo modo que en la primera infancia, de forma más literal.
Probablemente el adolescente que se corta quiere darle muerte al mundo de la infancia pero lo hace
desde lo real, no desde lo simbólico. Las autolesiones son formas de afear el cuerpo. También
muchas veces, las autolesiones esconden situaciones abuso en la infancia u otras cuestiones que
deben ser analizadas en forma individual.
La escuela posee un rol social importantísimo, como espacio creativo al que hay que apuntar frente
a dicha situación problemática. Hay que ayudar a encontrar un modo constructivo para que ese
malestar sea expresado, vehiculizar el dolor. “Llevar la rebeldía a algo interesante-creativo”.
Trabajar en red, en la diversidad y crear un espacio creativo para todos.
El docente puede convertirse en mediador y ofrecer un marco creativo de expresión. Es ayudarlos
como adultos a construir pasos, hoy es la escuela mañana el barrio. Como estrategia sería valioso
mostrar a los adolescentes que existe un espacio en el que pueden cambiar algo de su realidad. La
escuela puede ayudar a que los mismos chicos los construyan, primero con el acompañamiento y
guía de los adultos y luego solos.
Se pueden proponer talleres preguntando lo que sea significativo para ellos, los centros de
estudiantes y los grupos de exalumnos, son espacios que sirven para armar lazo y brindan pautas de
funcionamiento extra institucional. Otra opción es escribir en un poste, pared; dejar una marca
instalada. Utilizar fragmentos de películas, extraer una escena y reflexionar sobre la misma. Como
punto a tener en cuenta, en el trabajo con los adolescentes, abordar temas que surjan pero sin tener
la idea de la completad, es decir no todo lo que surge se puede trabajar pero igual se aprecia como
un muy buen espacio.
En todos los casos es importante trabajar en la prevención en los primeros ciclos de la escolaridad
inclusive, jardín de infantes.
Con respecto al trabajo con las familias, debemos considerar que es más productivo que el
adolescente lleve a su familia reflexiones; los mismos generan cambios, existe un efecto en el
interior.

También podría gustarte