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- CASO 1.
Por lo que parece Luis es un chico extrovertido, agresivo y violento, con una falta
importante del control de impulsos, consumidor de drogas, con un importante historial
delictivo –delitos sin mucha planificación-.
No parece haber tenido ningún brote psicótico -exceptuamos la intoxicación por drogas-,
desconocemos si tiene medicación pautada.
Por lo que respecta a la clasificación propuesta por el CIE 11 -centrada más en la gravedad
de los síntomas que en categorías-; se trataría de un Trastorno de personalidad moderado:
caracterizado por que las alteraciones afectan a múltiples áreas de funcionamiento de la
personalidad; están afectadas la mayoría de las relaciones interpersonales a la vez que se
compromete el desempeño de la mayor parte de los roles. Las relaciones se caracterizan por
el conflicto. Se aprecia el daño contra otros, manteniéndose el funcionamiento en algunas
áreas, llegando a mantener una vida “normal” en algunas fases.
- CASO 2.
Ana es una chica introvertida, carente de habilidades sociales, resentida y escéptica, con
una falta del control de impulsos, comportamiento violento y con una importante falta de
autoestima, consumidora de hachís. Con algún antecedente delictivo de poca entidad.
Parece evidente su carácter manipulador, dado las amenazas a su hermana.
Familia desestructurada, pocos recursos e integrada en bandas urbanas –en su fase inicial-.
Ana bajo mi criterio carece de cualquier trastorno mental –con la información aportada-; en
caso de presentarlo sería compatible con un trastorno de la personalidad del grupo B,
clasificación DSM-V, con un carácter susceptible, de ánimo lábil y superficial. Los trastornos
de este grupo se caracterizan por un deterioro claro en el manejo de las emociones, lo que
les provoca dificultad para controlar su comportamiento, que suele ser impulsivo. Estos
individuos suelen ser descritos por los demás como caprichosos, impulsivos, manipuladores
y egoístas.
Dentro de este grupo, encajaría con el Tipo Limítrofe, el cual está caracterizado
fundamentalmente por la impulsividad, el afecto inestable, con frecuencia de ira intensa e
inapropiada y que les cuesta mantener relaciones interpersonales estables. Presentando
una alta reactividad emocional ante los estímulos, así como una tendencia depresiva ante el
aislamiento y humillación.
Por lo que respecta a la clasificación propuesta por el CIE 11, nos encontraríamos ante un
Trastorno de personalidad leve; caracterizado por la alteración de algunas facetas de la
personalidad, pero no todas. Hay problemas también en las relaciones sociales, pero otras
se mantienen –como con su hermana-, al igual que algunos roles. Se asocia a un malestar
subjetivo y deterioro en algunas áreas, pero de modo leve.
El fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleo, salud, educación y espacios
para la cultura y el deporte, la desintegración familiar, la impunidad, entre otros factores,
componen el contexto en el que nace y crece la juventud del siglo XXI.