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Educación Plástica y Visual en la escuela: la planificación didáctica

Fragmentos de textos y preguntas para acompañar el curso de Formación Continua: “Planificar la


enseñanza en Plástica-Visual: en esta escuela, con estos chicos, en este tiempo”. Febrero 2013

La planificación didáctica en Educación Plástica y Visual en la escuela

es un proceso continuo que implica reflexionar sobre la enseñanza y el sentido que se le asigna al
arte en el contexto educativo. A través de la planificación, se toman decisiones sobre los propósitos,
las actividades y los recursos que se utilizarán para que los alumnos puedan aprender.

La planificación no se limita a realizar un plan al comienzo del año o al iniciar una nueva secuencia,
sino que es una tarea constante que se realiza al reflexionar sobre lo que se logró y lo que no se
logró en las clases anteriores. Es un proceso complejo en el que se recopila información sobre el
contexto y el grupo de alumnos, se interpreta esa información para hacer un diagnóstico, se
establecen propósitos y se piensan estrategias y secuencias de actividades.

En el ámbito de la Educación Plástica y Visual, es importante cuestionar y revisar las concepciones


y tradiciones que han marcado nuestra formación y práctica docente. Se plantean preguntas sobre
qué se desea que los alumnos aprendan y por qué, cuál es el objeto de enseñanza de la educación
plástica y visual en la actualidad, y cómo han cambiado esos propósitos. También se exploran las
estrategias específicas que permiten a los alumnos construir los contenidos de forma activa.

La recuperación de la centralidad de la enseñanza es esencial para garantizar el derecho de los niños


a la educación. Es responsabilidad del Estado, a través de la escuela, asegurar que este derecho se
ejerza dentro de los límites de edad establecidos para la educación primaria. Para lograrlo, es
necesario reorganizar la institución escolar y actualizar los contenidos curriculares, colocándolos
nuevamente en el centro de la vida escolar.

La importancia de planificar en la enseñanza es destacada por diversos motivos:

1. Organización y anticipación: La planificación permite estructurar y organizar las acciones a


realizar en el aula, anticipando lo que se desea que ocurra y previendo posibles obstáculos. Permite
imaginar alternativas y estrategias para alcanzar los resultados de aprendizaje deseados.

2. Reflexión y mejora continua: La planificación se convierte en un documento de referencia que


permite reflexionar sobre lo que funcionó y lo que no, analizar las causas de los logros y fracasos, y
realizar modificaciones en las estrategias. Así, cumple una función de justificación, análisis y
legitimación de la acción docente.

3. Comunicación y colaboración: La planificación sirve como medio de comunicación y


representación de las intenciones y decisiones pedagógicas. Permite compartir, discutir e integrar
propuestas con otros miembros de la institución educativa, favoreciendo el intercambio y
enriquecimiento mutuo.

4. Profesionalización docente: La planificación contribuye a la profesionalización del docente, al


reflexionar y anticipar las acciones a realizar. Diseñar acciones en un tiempo y espacio organizado
permite tomar decisiones óptimas y fundamentadas. Sin embargo, esta profesionalización debe ser
una acción conectada con las acciones institucionales y el trabajo en equipo.

Es importante superar la percepción negativa de la planificación como una carga o instrumento de


control burocrático. Se debe reinstalar el sentido y potencial de la planificación como una
herramienta propia y necesaria para la gestión curricular e institucional. Esto implica comprender
que la planificación es un dispositivo que otorga sistematicidad y organicidad a la enseñanza, así
como un dispositivo analizador para comprender la puesta en marcha del currículo.

La educación artística
Es común encontrar resistencia a la planificación debido a representaciones sobre la libertad
y la libre expresividad en este ámbito. Sin embargo, es fundamental reconocer que la planificación
en el arte no limita la creatividad, sino que proporciona un marco organizado para potenciarla y
enriquecerla. La ausencia de planificaciones en este campo puede ser atribuida a modelos
pedagógicos previos que enfatizaban la libertad de expresión sin contenidos específicos, pero
actualmente se reconoce la importancia de una formación pedagógica para enseñar cualquier
disciplina.

En general, es necesario promover una formación docente que valore la planificación como una
herramienta fundamental, superando dificultades, desconocimientos y prejuicios al respecto.
Además, es esencial que la planificación sea concebida como una acción autónoma y reflexiva del
docente, en lugar de ser impuesta como un instrumento de control administrativo.

La importancia de pensar con otros en el ámbito educativo


Radica en romper con la resistencia a cambiar las prácticas docentes aisladas y fomentar el trabajo
colaborativo. Muchos maestros recurren a estrategias como utilizar planificaciones antiguas con
mínimas modificaciones, adoptar secuencias editoriales o planificaciones de otros docentes, o
copiar y pegar contenido del Diseño Curricular.

Modificar estas prácticas resulta difícil cuando no hay suficiente tiempo dentro del horario escolar
para pensar y compartir ideas con otros colegas. Esto ocurre especialmente en el caso de los
"profesores especiales". Los docentes a menudo se acercan individualmente a los Diseños
Curriculares, intentando comprenderlos desde sus propias concepciones epistemológicas y
didácticas desarrolladas a lo largo de su formación y experiencia profesional.

Por tanto, es fundamental que los docentes encuentren espacios de trabajo colaborativo. Planificar
con otros implica verbalizar y argumentar ideas y decisiones, lo que permite revelar los supuestos
que respaldan las opciones tomadas. La posibilidad de recibir retroalimentación de los pares
horizontaliza las relaciones de transmisión de conocimientos y genera prácticas reflexivas en la
formación docente.

Es importante revisar las prácticas de planificación arraigadas en las instituciones, ya que si no se


cuestionan, corremos el riesgo de que la innovación presentada en las propuestas curriculares se vea
limitada por prácticas que siguen considerando a la planificación como una herramienta de control
en lugar de una herramienta de trabajo.

La escritura en la planificación didáctica cumple varios propósitos. Sirve como un instrumento


flexible, un "borrador de borradores" y una memoria de la práctica docente. A través de la escritura,
se pueden comunicar las intenciones, construir la memoria didáctica de la institución, brindar
orientaciones para posibles reemplazos, permitir la articulación entre áreas y ciclos, y reflexionar y
evaluar la propia práctica.

La escritura también ayuda al docente a reflexionar sobre su propuesta didáctica. Al escribir, se


inicia un proceso reflexivo e introspectivo al recordar experiencias vividas como alumno y como
docente, y al analizar críticamente los conocimientos teóricos proporcionados por los Diseños
Curriculares y otros textos, así como los comentarios e intercambios con colegas.

La planificación como proceso mental


Implica anticipar, prever, organizar y decidir cursos de acción. Es un proceso que todos los
educadores realizan de alguna manera, aunque no siempre se plasme por escrito. Sin embargo, la
escritura tiene ventajas, como organizar el pensamiento de manera coherente y consistente, servir
como una memoria duradera del pensamiento, facilitar la reflexión sobre los procesos de toma de
decisiones y fomentar la producción conjunta en la planificación didáctica.

La escritura de la planificación requiere esfuerzo y organización mental para seleccionar y articular


coherentemente diversos componentes, teniendo en cuenta las prescripciones curriculares, el
contexto, las limitaciones físicas y temporales, los intereses y los conocimientos de los alumnos,
entre otros. Es un proceso que puede requerir varias reescrituras y modificaciones a lo largo del
tiempo.

La planificación en la educación
Se basa en concepciones educativas y modelos didácticos que guían las acciones prácticas de los
educadores. Estas concepciones son la base del "saber hacer" del docente y deben ser conocimientos
y decisiones explícitas para poder transformar la práctica educativa.

Las tradiciones pedagógicas, como la Pedagogía Tradicional, la Escuela Nueva y la Pedagogía


Tecnicista, han influido en la formación docente y en la planificación didáctica a lo largo de la
historia. Es necesario revisar estas tradiciones para comprender la formación docente y la biografía
escolar.

La planificación didáctica está relacionada con el Modelo Didáctico subyacente, que no es fijo e
inmutable, sino que responde a concepciones teóricas y políticas educativas. En este modelo se
reflejan las concepciones pedagógicas actuales, como la definición del proceso de enseñanza, las
teorías del aprendizaje, el concepto de hombre, la relación con el contexto, la selección y
organización de objetivos, contenidos y actividades, entre otros.

En el campo de la educación artística, las tres tendencias pedagógicas (tradicional, escolanovista y


tecnicista) han impactado en la didáctica de las artes visuales. Cada una de estas tendencias ha
influido en los propósitos y enfoques de la enseñanza del arte, y se pueden encontrar ejemplos
contradictorios en las propuestas didácticas.

El concepto de arte ha variado a lo largo de la historia y está configurado socialmente en relación


con los contextos políticos, económicos y culturales. El modelo moderno del arte se centra en la
expresión, la genialidad y la originalidad, y ha influido en la educación artística en Argentina. Sin
embargo, es importante relativizar este modelo y entender que el arte ofrece a todas las personas
una forma de acceso al conocimiento y puede ser enseñado y aprendido. El arte proporciona modos
de entender la realidad y desarrolla competencias interpretativas.

Es necesario revisar las categorías atribuidas al arte desde la modernidad para desarrollar una
actitud crítica y valorativa y relacionar lo artístico con la cultura. Aunque la escuela no tiene como
función principal formar artistas, el arte ofrece modos de comprender la realidad que son propios y
complementarios a otros saberes. La presencia del arte en el sistema educativo se sustenta en esta
concepción.
El proceso de planificación puede iniciarse desde diferentes componentes, ya sea por los recursos
disponibles, las actividades propuestas o los objetivos a alcanzar. Ruth Harf sugiere reemplazar la
pregunta "¿Por dónde empezar a planificar?" por "¿Por dónde entrar?", para concebir la
planificación como un sistema sin un orden lineal.

Al comenzar a planificar, es importante tener en cuenta los objetivos que se desean lograr. Aunque
a veces parezca que estamos empezando por los recursos o las actividades, en realidad siempre
estamos guiados por los objetivos, ya que nuestra mirada hacia los recursos y actividades está
condicionada por ellos.

Las secuencias didácticas son una forma de planificación que asegura un proceso de avance
conceptual. Pueden ser diseñadas tomando como eje los contenidos, las actividades o los objetivos,
pero siempre deben estar interrelacionados y coherentes con las necesidades reales de enseñanza y
aprendizaje.

En una secuencia didáctica, los contenidos se presentan de manera progresiva, complementándose y


ampliándose entre sí. Se busca que cada actividad construya sobre la anterior y se proyecte hacia la
siguiente, siempre orientada a las capacidades que se pretenden desarrollar.

La secuencia de enseñanza se representa generalmente con una espiral, donde el conocimiento


avanza en extensión y profundidad. A diferencia de una secuencia lineal, que se basa en la partición
y acumulación en un paradigma normativo, la secuencia en forma de espiral permite superar y
ampliar el conocimiento en cada vuelta, anticipando nuevos abordajes a través de la evaluación.

Es importante considerar la continuidad en la organización de la enseñanza, evitando la


programación de actividades aisladas. Las secuencias permiten que los estudiantes se sumerjan en
los contenidos, abordándolos desde diferentes perspectivas y modos de acercamiento. También se
fomenta la articulación con otras áreas curriculares para evitar la fragmentación del conocimiento.

Al planificar secuencias didácticas, se pueden tener en cuenta los siguientes criterios didácticos:

1. Diversidad: utilizar diferentes estrategias didácticas, recursos visuales, espacios de trabajo,


agrupamientos y soportes para las producciones.
2. Continuidad: regresar a los contenidos desde otro punto de vista y con mayor complejidad a lo
largo del año.
3. Simultaneidad: coexistir con otras situaciones, secuencias y proyectos, buscando la articulación y
el intercambio de temas y contenidos con otras áreas curriculares.
4. Progresión: plantear desafíos que permitan el avance de los estudiantes a partir de propuestas que
profundicen lo trabajado en situaciones anteriores.

En el proceso de planificación, el docente desempeña un rol activo como investigador y tomador de


decisiones. Aunque existan prescripciones y diseños curriculares, el docente interpreta y
contextualiza esas indicaciones, ejerciendo su profesionalidad y creatividad. El docente es
responsable de garantizar el acceso de los alumnos a los conocimientos seleccionados y promover la
inclusión de diferentes perspectivas sin perder de vista la cultura local.

El Diseño Curricular de Plástica de Nivel Primario establece los siguientes componentes para
la planificación didáctica:

1. Fundamentación: En este componente se justifican las estrategias didácticas que se


implementarán para alcanzar los objetivos propuestos y se demuestra cómo la propuesta responde a
las prescripciones del Diseño Curricular. También se menciona la relación de continuidad con otras
unidades didácticas o proyectos realizados por los alumnos, así como la articulación con el Proyecto
Educativo Institucional (PEI).

2. Objetivos: Los objetivos marcan la dirección de la propuesta y se definen en función de los


propósitos del Diseño Curricular y las necesidades y demandas del grupo de alumnos. Se busca que
los objetivos sean concretos y alcanzables, teniendo en cuenta el punto de partida de los estudiantes
y los contenidos a trabajar.
3. Contenidos: Los contenidos de Plástica se entienden como conocimientos culturales que permiten
"leer", comprender y organizar la realidad, así como guiar su transformación. Se busca trascender
los límites tradicionales del arte e incorporar el análisis de otros fenómenos visuales generados por
los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Los contenidos incluyen conceptos, ideas,
creencias, sentimientos, actitudes, intereses, pautas de conductas, normas, valores y procedimientos.

4. Actividades: Las actividades son tanto las realizadas por el docente como las realizadas por los
alumnos. El docente utiliza estrategias didácticas para favorecer los aprendizajes, mientras que los
alumnos participan en actividades de producción, recepción, análisis y reflexión relacionadas con
los contenidos de Plástica. Las actividades deben ser seleccionadas y organizadas de manera
coherente con los objetivos y contenidos propuestos.

En cuanto a las diferentes formas de planificar, se pueden utilizar unidades didácticas y


proyectos como enfoques distintos.

Las unidades didácticas son planes de enseñanza-aprendizaje que incluyen todos los elementos
curriculares necesarios, como justificación, propósitos, objetivos, contenidos, estrategias didácticas,
actividades de aprendizaje y actividades de evaluación. Estas unidades pueden organizarse en torno
a cuatrimestres, trimestres, meses u otros criterios temporales. También pueden centrarse en núcleos
temáticos, tópicos específicos o contenidos particulares.

Por otro lado, los proyectos son enfoques que implican un trabajo más amplio y van más allá de los
límites curriculares establecidos. Los proyectos se basan en una temática o cuestión motivadora y
tienen como resultado la construcción de un producto tangible o simbólico. Promueven la
investigación de la realidad, el trabajo activo por parte de los alumnos y fomentan la cooperación, la
responsabilidad y la capacidad de relacionar conceptos. Los proyectos suelen implicar actividades
prácticas, experiencias de primera mano, investigación, trabajo con diferentes fuentes de
información y estrategias de búsqueda y estudio.

Al diseñar una planificación anual, es importante considerar tanto las unidades didácticas como
los proyectos. Algunas ideas para comenzar a elaborar una planificación anual podrían incluir:

1. Incorporar celebraciones y efemérides escolares como oportunidades para desarrollar proyectos o


actividades especiales que involucren a los estudiantes y a la comunidad escolar.
2. Programar reuniones con los padres y clases abiertas para comunicar la propuesta educativa,
mostrar el trabajo realizado y cerrar el año con una muestra.
3. Planificar salidas educativas que rompan con la rutina del aula y brinden experiencias en
contextos diferentes.
4. Considerar la posibilidad de invitar a artistas a la escuela o visitar talleres con los estudiantes para
enriquecer su experiencia.
5. Establecer momentos para la evaluación y definir las formas de comunicar los resultados a las
familias.

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