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Urgencias en Traumatología - Fracturas Frecuentes en Niños
Urgencias en Traumatología - Fracturas Frecuentes en Niños
Urgencias en traumatología:
fracturas frecuentes en niños
Bernardo Olsen y Gaspar González
Unidad de Ortopedia y Traumatología Pediátrica. Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid. España.
bernardoolsen13@yahoo.es; ggonzalez.hulp@salud.madrid.org
Las fracturas en los niños presentan características que en el neonato esa capacidad es máxima, consiguiéndose
en su evolución y comportamiento, así como en la valo- con facilidad restituciones ad integrum.
ración del tratamiento, se diferencian de las del adulto. También hay que tener en cuenta que:
El niño no es un adulto pequeño, sino que su aparato
locomotor presenta unas características que no se dan en – En el niño, actualmente han aumentado las lesiones lla-
el adulto: madas de alta energía (accidentes de trafico y atropellos).
– Hay un aumento de deportes de competición en la infancia.
– La presencia de zonas de crecimiento (fisis), cuya le- – Debido al avance tecnológico han aumentado las indi-
sión puede producir deformidades o acortamiento caciones quirúrgicas consiguiendo mejores reducciones
– El periostio está más vascularizado, tiene mayor com- anatómicas y un mayor confort.
ponente celular que en el adulto y, por tanto, mayor
capacidad de formación ósea. Vamos a exponer las fracturas más frecuentes, y algunas
– Los huesos tienen un diferente módulo de elasticidad. que es interesante conocer, dejando sin tratar otras mu-
chas que, por su poca frecuencia, tienen menor interés
Por tanto, los huesos infantiles tienen una mayor capaci- para los pediatras.
dad de absorber los traumatismos y una mayor capacidad
de remodelación, determinada por la localización de la
fractura y la edad. A menor edad, mayor capacidad. Así, Fracturas de miembro superior
Fracturas de clavícula
En el neonato la fractura obstétrica más frecuente es la de
clavícula. Se produce sobre todo en partos de niños con mu-
Puntos clave cho peso y en los que se requiere la utilización del fórceps.
Estas fracturas consolidan con gran rapidez, en 10-12
Las fracturas en los niños presentan características días, ya que tienen un gran callo, remodelándose poste-
que en su evolución y comportamiento, así como en la
valoración del tratamiento, se diferencian de las del adulto.
riormente hasta el punto que con el tiempo presentarán
una clavícula totalmente normal.
Hay un tipo particular y exclusivo de fracturas en la El tratamiento consiste en evitar en la mayor manera
infancia, las que afectan al cartílago de crecimiento posible el dolor. Basta con inmovilizar el miembro del
o epifisiólisis, con potenciales complicaciones en el lado afectado sujetando la manga de la camisa a la ca-
crecimiento futuro del hueso, en forma de acortamiento
y deformidad angular progresivos.
misa. Manejando al niño con cuidado permite poder
bañarle, lo que no es posible con un Velpeau (fig. 1).
La fractura supracondílea de húmero suele En el niño, como premisa, el tratamiento quirúrgico de las
acompañarse de complicaciones neurovasculares que fracturas de clavícula es excepcional. Por debajo de los 6 años
exigen diagnóstico y tratamiento urgentes. la inmovilización con vendaje de Velpeau es suficiente, aun-
La fractura diafisaria de fémur en los niños pequeños
que presente desplazamiento. En mayores de 6 años la re-
tolera un amplio margen en angulación y acortamiento ducción es necesaria si hay mucho desplazamiento o acabal-
debido a la elevada capacidad de remodelación y gamiento, y el método más utilizado es el vendaje en ocho.
sobrecrecimiento.
Fracturas en húmero
Los traumatismos del tobillo en los niños y adolescentes
con mucha frecuencia afectan el cartílago de
Las fracturas de la extremidad proximal son metafisarias
crecimiento y exigen un seguimiento más allá de la y más frecuentes que la epifisiólisis. E. Guaza las clasifica
consolidación de la fractura. en fracturas en rodete, fracturas lineales, fracturas despla-
zadas y fracturas secundarias a quiste óseo esencial. Estas
vilización con yeso. Digamos que hay 2 tipos de fracturas malmente con un estudio de tomografía computarizada,
que, en principio, son quirúrgicas: la fractura de Monteggia la inestabilidad del anillo pélvico y tratar la fractura qui-
(fractura del tercio proximal de cúbito con luxación anterior rúrgicamente mediante reducción y fijación interna o el
de cabeza radial) y la fractura de Galeazzi (fractura diafisaria uso de un fijador externo adaptado a la anatomía pélvica16.
de radio con luxación de articulación radiocubital distal). Aunque no corresponde específicamente a la patología
traumática, es obligado descartar en el adolescente un
desprendimiento epifisario o epifisiólisis de la cabeza
Epifisiólisis distales de radio y cúbito femoral, a menudo precedido de un traumatismo leve,
Son lesiones muy frecuentes entre los 7 y 16 años de pero más frecuentemente sin dicho antecedente. Es
edad, y presentan una incidencia máxima a los 12 años. una condición de diagnóstico urgente y tratamiento
Hay que tener en cuenta que aproximadamente el 50% quirúrgico en todos los casos. La relativa rareza de esta
de las fracturas en los niños son fisarias, y de éstas el patología y la clínica evasiva que presenta (dolor referi-
46% se producen en la fisis distal del radio12,13 (fig. 3). do a la rodilla y al muslo con mucha frecuencia), hacen
La clasificación más utilizada es la de Salter y Harris14: que dicho diagnóstico se retrase y la evolución natural
de la lesión acabe comprometiendo definitivamente la
– Tipo I: desprendimiento epifisario completo. función articular. Por tanto, siempre debe recordarse la
– Tipo II: trazo de fractura que afecta a la fisis y se pro- necesidad de explorar la movilidad de la cadera en cual-
longa con un fragmento metafisario del radio. quier adolescente que se presente con dolor en muslo
– Tipo III: el trazo de fractura afecta a la filis y se pro- o rodilla, con o sin traumatismo previo, y solicitar una
longa en la epífisis (es intraarticular). radiografía con 2 proyecciones para descartar el despla-
– Tipo IV: trazo de fractura, que atravesando la fisis, zamiento epifisario de la cabeza femoral (fig. 4).
afecta a metáfisis y epífisis.
Fracturas de fémur
Los tipos III y IV son infrecuentes.
Es una factura que requiere reducción urgente porque Las fracturas diafisarias en el niño son relativamente fre-
debido al edema su reducción se hace más difícil según cuentes y debidas a múltiples causas, con trazos de frac-
pasa el tiempo. En las epifisiólisis siempre se debe tratar tura variables y correspondientes a mecanismos de alta
de conseguir una reducción anatómica. El tratamiento o baja energía implicados. Asimismo, debe considerarse
de los tipos I y II consiste en la reducción ortopédica la posibilidad de una fractura producida por maltrato,
con anestesia (local o general). Si hubiese inestabilidad especialmente en el grupo de edad inferior a 2 años.
se recomienda estabilizar con agujas de Kirschner y lue- El fémur en el niño no suele tener problemas de conso-
go inmovilización con braquial de yeso. Los tipos III y lidación y, además, posee 2 propiedades que facilita su
IV en su mayoría requieren reducción abierta para poder manejo: la elevada capacidad de remodelación ligada a
conseguir la reducción anatómica15. su potencial de crecimiento (el más intenso que hay en el
esqueleto), y el llamado fenómeno de sobrecrecimiento o
estímulo del crecimiento longitudinal del hueso fracturado
Fracturas de miembro inferior durante su proceso de consolidación17. Esto permite tole-
rar hasta cierto grado angulaciones de la fractura y convie-
Fracturas de cadera y pelvis ne, asimismo, dejar un acabalgamiento de los fragmentos
Son relativamente raras en niños y generalmente están entre 1 y 2 cm para reducir el efecto del sobrecrecimiento.
asociadas a traumatismos de alta energía (caídas violentas Por dicho motivo, el tratamiento de las fracturas diafi-
o accidentes de tráfico). La severidad de las fracturas pél- sarias de fémur ha sido conservador, mediante la inmo-
vicas está en relación con las lesiones viscerales asociadas vilización en un yeso pelvipédico tras un período o no
y la potencial inestabilidad hemodinámica debida a un de tracción previa18. Actualmente, éste es el método de
sangrado significativo en un área de grandes vasos. Desde elección en el niño menor de 5 años. Por encima de esta
el punto de vista ortopédico conviene determinar, nor- edad o por encima de los 35 kg de peso, la capacidad de
remodelación disminuye y los problemas de la inmovili-
zación son de manejo más incómodo, por lo que se han
ido incorporando técnicas quirúrgicas para su tratamien-
to. En el grupo de 5 a 10 años el procedimiento más ha-
bitual es el enclavado intramedular elástico percutáneo,
de escasa agresividad quirúrgica y excelente capacidad
estabilizadora19 (fig. 5). En niños mayores el tratamiento
de estas fracturas es similar al adulto, mediante clavos
intramedulares rígidos o fijadores externos.
Las fracturas del tercio distal, aunque más raras, tienen
una mayor importancia por sus riesgos asociados. Con
frecuencia son lesiones que afectan al cartílago de creci-
miento, a la superficie articular o a ambos, por lo que es
Figura 3. Epifisiólisis de radio distal. necesaria la obtención de una reducción anatómica y fija-
Fracturas de tibia
Las fracturas de la epífisis proximal de la tibia son muy ra-
ras y participan de criterios similares a las fracturas distales
de fémur, la necesidad de reducción cuidadosa de la fractura
y la vigilancia del riesgo vascular poplíteo. Las fracturas de
la metáfisis proximal son más frecuentes. Aquí se encuentra
un tipo particular de fractura, de baja energía, incompleta,
con rotura de la cortical medial e integridad de la cortical Figura 5. Fractura diafisaria de fémur
lateral. Dicha fractura, aún sin desplazar inicialmente, tratada mediante enclavado intramedular
tiende a la angulación en valgo secundaria con mucha fre- elástico.
tal. Los metatarsianos 2.º a 4.º suelen ser los más afec-
tados y raramente se requiere tratamiento quirúrgico,
como en casos de fractura abierta o de desplazamiento
plantar excesivo de la cabeza metatarsiana26.
Las fracturas de falanges no suelen presentar problemas
de tratamiento. Una inmovilización con esparadrapo
apoyado sobre el dedo adyacente suele ser suficiente.