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200042
revisión-artículo2021
Benjamín Cancino1
Matías Sepúlveda1–3
Estefanía Birrer3,4
Las fracturas de tobillo son comunes en los niños y tienen congruencia articular y alineación funcional para evitar la artrosis.
implicaciones específicas en esa población de pacientes debido a El otro es proteger la fisis para evitar deformidades o diferencias
la frecuente afectación de la fisis en un hueso que tiene potencial de longitud tras la progresión del crecimiento3, dado que la fisis
de crecimiento y propiedades biomecánicas únicas. tibial distal constituye aproximadamente el 45% de la longitud del
Los patrones característicos suelen ser evidentes en relación con el tobillo4. La fisis tibial distal es el tercer sitio más frecuente de
estado de desarrollo óseo del segmento y, en cierta medida, lesión fisaria ( aproximadamente 11%).2
dependen de la edad.
En un tipo específico conocido como fracturas de transición, que Se debe tener cuidado al verificar que la historia clínica
ocurren en niños que están progresando hacia un esqueleto maduro, concuerde con los hallazgos del examen físico. En caso de
se evidencia un cierre fisario parcial que produce patrones de antecedentes de dolor y cojera, se deben descartar diagnósticos
fracturas multiplanares. diferenciales como infección musculoesquelética, tumor óseo y
La tomografía computarizada debe ser rutinaria en lesiones con enfermedades reumatológicas o hematológicas. Las lesiones
compromiso articular, tanto para evaluar el nivel de desplazamiento traumáticas previas al inicio de la marcha (fig. 1) o las lesiones
como para facilitar la planificación quirúrgica informada. avulsivas de los ángulos metafisarios de la tibia son altamente
Los objetivos terapéuticos deben ser conseguir un adecuado eje sugestivas de lesión no accidental, por lo que se deben seguir los
funcional del tobillo sin desfases articulares y proteger la fisis para protocolos de investigación adecuados en estas situaciones5.
evitar alteraciones del crecimiento.
El manejo conservador se puede utilizar para las fracturas no
desplazadas junto con un control radiológico estricto, pero se debe
considerar la cirugía para las fracturas que involucran un
desplazamiento fisario o articular sustancial, a fin de lograr los
objetivos terapéuticos.
Introducción
La tibia, el peroné y la región metafisaria distal más ancha del
tobillo de un niño tienen una serie de características fisiológicas y
de composición únicas asociadas con el desarrollo del tejido óseo
que dan como resultado patrones morfológicos específicos de
fracturas.1 Las fracturas de tobillo representan aproximadamente
el 5,5 % de las fracturas en pacientes pediátricos. y el 15% de las
lesiones fisarias.2 Son dos veces más frecuentes en niños que en niñas.1
Figura 1 Radiografías de ambas piernas de un niño de ocho meses.
Su mayor incidencia se da entre los 8 y los 15 años, y la mayoría
Se evidencia impactación metafisaria bilateral. La investigación de
están asociados a la actividad deportiva2. acuerdo con un protocolo estándar sugirió que las lesiones no fueron
Uno de los objetivos primarios del tratamiento es restablecer accidentales.
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Anatomía
La articulación del tobillo está formada por las porciones distales
de la tibia y el peroné, que forman una mortaja donde se articula
la cara superior del astrágalo, estabilizada por los complejos
ligamentosos de la sindesmosis tibioperonea (tibiofibular
anteroinferior, tibiofibular posteroinferior y tibiofibular interóseo).
ligamentos), ligamentos colaterales mediales (componentes
superficial y profundo) y ligamentos colaterales laterales
(ligamento peroneoastragalino anterior, peroneocalcáneo y
peroneoastragalino posterior). Es una articulación sinovial de
carga tipo bisagra con movimiento en un solo eje, que permite
la dorsiflexión y la flexión plantar.6
En los neonatos las fisis distales de tibia y peroné son Figura 3 Radiografías del tobillo derecho de un niño de 12 meses. Los
transversales, de manera que la fisis fibular queda distal a la núcleos de osificación secundarios están presentes en las epífisis distales de
fisis tibial, y se sitúa a nivel de la epífisis tibial distal (fig. 2). El la tibia y el peroné.
Figura 2 Radiografías del tobillo izquierdo de un recién nacido. La Figura 5 Radiografías del tobillo izquierdo de una niña de siete años. El
fisis se evidencia transversalmente en tibia y peroné, siendo este último más comienzo de la osificación del maléolo medial es evidente, al igual que la
distal, a nivel de la epífisis tibial. osificación distal del maléolo lateral.
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Las fisis comienzan desde el área anteromedial, antes del aproximadamente al 45% de la longitud de la tibia, y el
inicio del cierre fisario del peroné. Antes de su cierre se forma crecimiento proporcionado por la fisis distal del peroné
una ondulación en el área anteromedial de la fisis tibial distal corresponde a aproximadamente el 40% de la longitud del
denominada "joroba de Polonia" (Fig. 6), desde donde el peroné, completando su cierre físico junto con el cierre de la
cierre progresa primero medialmente, luego posteriormente, porción lateral del peroné fisis tibial.13
luego lateralmente y finalmente anterolateralmente (Fig. 7) .9 La edad a la que ocurre una lesión traumática influye en
Este patrón de crecimiento ha sido confirmado mediante los patrones de fractura involucrados, y la etapa de desarrollo
resonancia magnética nuclear (RMN),10 en la que se de la anatomía del tobillo y la extensión del cierre fisario son
evidencia que en las niñas el cierre fisario comienza entre los de particular relevancia. Los niños menores de 10 años
11 y 12 años, y en los niños entre los 12 y 13 años . La tienden a mostrar un patrón de compresión y arqueamiento
osificación de la epífisis tibial distal dura un promedio de 18 metafisario (Fig. 8), y los de aproximadamente 10 años
meses y se completa a la edad de 14 o 15 años.11 Sin tienden a presentar lesiones de maléolo. Las lesiones fisarias
embargo, el cierre fisario puede comenzar mucho antes, y la son comúnmente evidentes en niños mayores, y en
resonancia magnética indica que el cierre completo ocurre mucho adolescentes
más tarde.12 al final del período de crecimiento son típicas
El crecimiento proporcionado por la fisis distal corresponde las denominadas fracturas de transición (triplanar y Tillaux juvenil).14
Figura 6 Radiografías del tobillo derecho de un niño de 11 años. El comienzo del cierre fisario es visible al nivel de la joroba de Polonia.
Fig. 7 Secuencia de cierre fisario distal de la tibia. El cierre comienza desde el área anteromedial (A), luego progresa medialmente (B),
posteriormente (C) y lateralmente (D).
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Clasificación
Johnson y Fahl27 desarrollaron el primer sistema de
clasificación de las fracturas de tobillo pediátricas en 1957,
dividiéndolas en tres grupos principales (Fig. 11). Para las
lesiones que afectan a la fisis, el sistema de clasificación de
Salter-Harris de 1963 (fig. 12) es el más utilizado para todos
los segmentos porque es sencillo y proporciona un pronóstico
basado en el patrón de lesión28. En ese sistema, las fracturas
tipo I se extienden a través del cartílago de crecimiento sin
afectar la metáfisis o la epífisis, las fracturas de tipo II se
extienden a través de la fisis y la metáfisis, y las fracturas de
Figura 10 Radiografía (A) y tomografía computarizada (B, C)
del tobillo derecho de una niña de 11 años con fractura tipo III de tipo III afectan a la fisis y la epífisis. Las fracturas de tipo IV
Salter-Harris con afectación articular. involucran la metáfisis, la fisis y la epífisis, y las fracturas de
tipo V involucran compresión fisaria. El riesgo de paro fisario
El papel de la RM sigue siendo incierto y no tiene una es menor en pacientes con lesiones tipo I y II que en aquellos
influencia sustancial en las decisiones terapéuticas.25 Puede con lesiones tipo III, IV y V. Los tipos III-V generalmente
revelar fracturas ocultas y puede usarse para evaluar el cierre requieren reducción y fijación interna, lo que reduce la
prematuro de la fisis y la lesión del cartílago articular, los inconsistencia de la superficie articular y reduce el riesgo de formación de b
ligamentos y los tendones. También se puede utilizar para En 1978, Dias y Tachdjian31 publicaron su propio sistema
identificar la causa del dolor persistente después de la de clasificación de las fracturas de tobillo en pacientes
consolidación de una fractura.15,26 pediátricos (fig. 13), basado en el modelo de Lauge-Hansen y
Fig. 11 Clasificación de Johnson y Fahl: 1, tipo abducción; 2, tipo de flexión plantar; 3, tipo aducción.27
Fig. 12 Clasificación de Salter-Harris: tipo I, separación completa de la epífisis de la metáfisis a través de la fisis; tipo II, línea de
fractura a lo largo de la fisis y una parte de la metáfisis; tipo III, línea de fractura a lo largo de la fisis y una parte de la epífisis; tipo IV,
línea de fractura a través de epífisis, fisis y metáfisis; tipo V, fuerza de aplastamiento a través de la epífisis a la fisis.28
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Fig. 13 Clasificación Dias-Tachdjian: (A) supinación-inversión; (B) supinación-flexión plantar; (C) supinación-rotación externa;
(D) pronación-eversión; (E) Salter-Harris III de epífisis tibial distal; (F) fractura triplana.31
Principios de Salter-Harris. Los seis tipos Dias-Tachdjian son de cierre de la fisis tibial distal. Cuanto más joven es el
supinación-inversión, supinación-flexión plantar, supinación paciente, más medial tiende a ser el componente epifisario.
rotación externa, pronación-eversión, epífisis tibial distal Es producto de un mecanismo torsional del tobillo en conjunto
Salter-Harris III y fractura triplanar. El primer término indica la con la presencia de cierre fisario a nivel de joroba de Polonia,
posición del pie en el momento de la fractura y el segundo donde se estabiliza la porción medial de la fisis, provocando
se refiere a la dirección de la fuerza en el momento de la una fractura sagital a nivel epifisario. Su presentación clásica
lesión; a excepción de las fracturas transicionales E y F, que consiste en una línea de fractura sagital epifisaria intraarticular
tienen características únicas15. Las fracturas transicionales lateral a la giba de Polonia, acompañada de una línea de
ocurren durante los 18 meses en los que se produce el cierre fractura coronal metafisaria posterolateral, conectada por una
físico de la tibia distal, y existen dos tipos específicos: las fractura transversa a través de la fisis (Fig. 14). Este patrón
fracturas triplanares y las fracturas juveniles de Tillaux32. es muy variable, resultando en diferentes presentaciones en
En las fracturas triplanares, la línea de fractura involucra relación con el fragmento epifisario34 – sello epifisario lateral
los planos coronal, transversal y sagital. En el plano en dos partes, epifisario lateral en tres partes, epifisario
transversal hay una línea de fractura fisaria, en el plano lateral en cuatro partes y epifisario medial en tres partes (Fig.
coronal hay una línea de fractura metafisaria y en el plano 15). También se han descrito patrones epifisarios
sagital hay una línea de fractura epifisaria.26 Tales lesiones extraarticulares (fig. 16), en los que los trazos de fractura
fueron descritas en 1957 por Johnson y Fahl27. atraviesan el maléolo medial (fig. 17)35.
en sus clasificaciones de fracturas de tobillo en niños, y
Lynn33 las denominó 'fracturas triplanares' en 1972. En un estudio cadavérico comunicado en 1892, Paul Jules
Según se informa, representan del 4 al 10 % de las fracturas Tillaux36 describió una avulsión aislada del margen lateral
de tobillo en niños y del 7 al 20 % de todas las fracturas de de la tibia distal provocada por un mecanismo de abducción
la fisis tibial distal.26 Las edades de presentación más forzada, sin mencionar la presencia de fisis. También
comunes son 11 a 12 años en niñas y 13 a 14 años en niños. describió un fragmento lateral triangular que difería del
que corresponden con brotes de crecimiento puberal y el comienzo típicamente evidente en los adolescentes. El término 'menor
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Fig. 14 Tomografía computarizada del tobillo izquierdo de un niño de 12 años con una fractura triplana de patrón clásico. La fractura
epifisaria es visible en la sección coronal y en la sección axial distal (A, B). La fractura metafisaria es visible en el corte axial proximal
y en el corte sagital (C, D). El compromiso fisario es evidente en los cortes coronal y sagital (A, D).
Fig. 15 Patrones de fractura triplanar. Epífisis lateral en dos partes (A), epífisaria lateral en tres partes (B), epífisaria lateral en cuatro
partes (C) y epífisaria medial en tres partes (D).
Tillaux' surgió de esta descripción y se refiere a la fractura pie fijo. En tales situaciones, el peroné se traslada hacia
del tubérculo distal anterior de la tibia en adolescentes. atrás, provocando tensión en el ligamento tibioperoneo
Estas fracturas suponen el 3-5% de las fracturas de tobillo anterior y provocando la avulsión del tubérculo anterior
en niños15. La edad habitual de presentación de estas distal de la tibia, que es susceptible de fractura por ser más
lesiones es entre los 11 y los 15 años, siendo la edad más estrecho en el plano anteroposterior (fig. 18). La lesión se
frecuente de aparición los 13 años. Son más frecuentes en produce en la adolescencia, después del cierre de la
niñas, con una relación de 2: 132. Las lesiones juveniles de porción medial de la fisis distal de la tibia. Consiste en una
Tillaux son producto de un mecanismo de abducción y fractura tipo Salter-Harris III, con un trazo de fractura
rotación externa forzada del pie, o rotación interna de la tibia conhorizontal
el en la fisis y un trazo de fractura vertical en la epífisis, creando
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Juvenil Tillaux
Fig. 23 Tobillo derecho de una niña de 14 años con una fractura juvenil de Tillaux con desplazamiento anterior (A, B). El manejo
quirúrgico se realizó mediante fijación interna de reducción abierta con tornillo canulado transfisario (C).
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Fig. 24 Vista anteroposterior del tobillo derecho de un niño de 13 años con fractura triplanar con arco gótico y afectación articular (A).
La tomografía computarizada mostró un espacio articular > 2 mm (B). La cirugía se realizó mediante reducción cerrada y fijación
percutánea con tornillos canulados (C).
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Conclusiones
Las fracturas de tobillo pediátricas son comunes en la práctica clínica. Los patrones de fractura
específicos están asociados con diferentes rangos de edad de los pacientes. Es frecuente la
presencia de lesiones fisarias que pueden comprometer superficies articulares. Las deformidades
angulares y las alteraciones de la superficie articular pueden dar lugar a importantes problemas
funcionales, por lo que su manejo debe ir encaminado a evitar estas situaciones. La TC es
informativa para la valoración de lesiones con compromiso articular, y aporta información sobre
Correspondence should be sent to: Matías Sepúlveda, Yungay 773, App 501, Valdivia, Chile.
Agradecimientos
Los autores desean agradecer la ayuda brindada por el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo
Declaración de financiación
Fig. 26 Tobillo derecho de una niña de nueve años con fractura tipo No se han recibido ni se recibirán beneficios de ninguna forma de una parte comercial relacionada
IV de Salter-Harris del maléolo medial (A). Se realizó tratamiento no
directa o indirectamente con el tema de este artículo.
quirúrgico con inmovilización con yeso. A los 14 meses se observa
deformidad en varo con formación de barra fisaria (B).
Acceso abierto
© 2021 El(los) autor(es)
evaluación de la barra fisaria. El tratamiento con barra fisaria depende del momento del
Este artículo se distribuye bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution-Non
diagnóstico, el grado de afectación fisaria y la presencia de deformidad.51
Commercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0) (https://creativecommons.org/
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