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VIII - La Encarnación Vital

Cuando planteamos un
problema la misma envuelve
su solución. En la
versión, la
historia es la misma. Un
gran hombre es aquel que
tiene la fórmula justa con
una
estimación precisa de los
tiempos,
independientemente de su
forma de expresión:
estética, moral, social,
científica o política.
Gracias a una buena
relación, los
movimientos colectivos, los
eventos encuentran cierto
significado y creatividad.
Cualquier ideología puede
ser una herramienta, un
método o una forma de
transformación, pero no la
transformación misma. La
ideología no es más que una
base
racional, un lugar lógico, y
es la ciencia de la
revolución, también en
relación con la
cultura, pero no la cultura
misma. Una revolución es
algo más complejo y siempre
ha
ido más allá de los límites de
la racionalidad normal. De
ahí su brusquedad y
frecuente
desilusión de los propios
revolucionarios a la hora
de implementar y concretar
sus
propuestas.
La corrección del enfoque
racional del aprismo nos
muestra la experiencia de
muchos
años de lucha, durante los
cuales el movimiento ganó
un volumen y un poder
creativo
que los oligarcas gobernantes
no podían imaginar. El
aprismo no es solo un partido
político, sino también una
empresa espiritual y cultural.
Es también un movimiento
moral a gran escala. Esta es
una prueba irrefutable de su
correcta posición lógica. Las
ideas en los sentimientos y
ellos en las ideas.
El fracaso de los partidos
socialistas y comunistas de
América Latina se debe a
que no
incluyeron el marxismo en
las condiciones
excepcionales de América,
en el espíritu del
continente. Cometieron el
mismo error de todos
los partidos
"tradicionales" que
copiaron modelos europeos y
fracasaron en el alma de
América. Las ideas y las
teorías
no son suficientes; es
necesario que vivan en las
personas y se asuman uno a
uno en la
tragedia, en las estructuras
afectivas y básicas de los
pueblos
VIII - La Encarnación Vital
Cuando planteamos un
problema la misma envuelve
su solución. En la
versión, la
historia es la misma. Un
gran hombre es aquel que
tiene la fórmula justa con
una
estimación precisa de los
tiempos,
independientemente de su
forma de expresión:
estética, moral, social,
científica o política.
Gracias a una buena
relación, los
movimientos colectivos, los
eventos encuentran cierto
significado y creatividad.
Cualquier ideología puede
ser una herramienta, un
método o una forma de
transformación, pero no la
transformación misma. La
ideología no es más que una
base
racional, un lugar lógico, y
es la ciencia de la
revolución, también en
relación con la
cultura, pero no la cultura
misma. Una revolución es
algo más complejo y siempre
ha
ido más allá de los límites de
la racionalidad normal. De
ahí su brusquedad y
frecuente
desilusión de los propios
revolucionarios a la hora
de implementar y concretar
sus
propuestas.
La corrección del enfoque
racional del aprismo nos
muestra la experiencia de
muchos
años de lucha, durante los
cuales el movimiento ganó
un volumen y un poder
creativo
que los oligarcas gobernantes
no podían imaginar. El
aprismo no es solo un partido
político, sino también una
empresa espiritual y cultural.
Es también un movimiento
moral a gran escala. Esta es
una prueba irrefutable de su
correcta posición lógica. Las
ideas en los sentimientos y
ellos en las ideas.
El fracaso de los partidos
socialistas y comunistas de
América Latina se debe a
que no
incluyeron el marxismo en
las condiciones
excepcionales de América,
en el espíritu del
continente. Cometieron el
mismo error de todos
los partidos
"tradicionales" que
copiaron modelos europeos y
fracasaron en el alma de
América. Las ideas y las
teorías
no son suficientes; es
necesario que vivan en las
personas y se asuman uno a
uno en la
tragedia, en las estructuras
afectivas y básicas de los
pueblos
VIII - La Encarnación Vital

Cuando planteamos un problema la misma envuelve su solución. En la versión, la

historia es la misma. Un gran hombre es aquel que tiene la fórmula justa con una
estimación precisa de los tiempos, independientemente de su forma de expresión:

estética, moral, social, científica o política. Gracias a una buena relación, los

movimientos colectivos, los eventos encuentran cierto significado y creatividad.

Cualquier ideología puede ser una herramienta, un método o una forma de

transformación, pero no la transformación misma. La ideología no es más que una base

racional, un lugar lógico, y es la ciencia de la revolución, también en relación con la

cultura, pero no la cultura misma. Una revolución es algo más complejo y siempre ha

ido más allá de los límites de la racionalidad normal. De ahí su brusquedad y frecuente

desilusión de los propios revolucionarios a la hora de implementar y concretar sus

propuestas.

La corrección del enfoque racional del aprismo nos muestra la experiencia de muchos

años de lucha, durante los cuales el movimiento ganó un volumen y un poder creativo

que los oligarcas gobernantes no podían imaginar. El aprismo no es solo un partido

político, sino también una empresa espiritual y cultural. Es también un movimiento

moral a gran escala. Esta es una prueba irrefutable de su correcta posición lógica. Las

ideas en los sentimientos y ellos en las ideas.

El fracaso de los partidos socialistas y comunistas de América Latina se debe a que no

incluyeron el marxismo en las condiciones excepcionales de América, en el espíritu del

continente. Cometieron el mismo error de todos los partidos "tradicionales" que

copiaron modelos europeos y fracasaron en el alma de América. Las ideas y las teorías

no son suficientes; es necesario que vivan en las personas y se asuman uno a uno en la

tragedia, en las estructuras afectivas y básicas de los pueblos

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