ECOS

VOCES

“NOS VENDIERON UNA MODERNIDAD DE SOCIEDADES Y

RESULTA SER UNA CIVILIZACIÓN DE EXCESOS”

En la modernidad es un proceso histórico, pero más que todo es un concepto

cultural, y así ubicarnos en un impacto ocasionado en nuestros días; en la
trayectoria de la modernización quieren buscar la justificación de las razones
impuestas; que no es buscar el centrismo humanista, su significado nos quiere
explicar a entender la diferente concepción que hay de lo nuevo. La modernidad
en si nos quiere dar a conocer un modo de reproducción de la sociedad basada en
la dimensión política e institucional de sus mecanismos de regulación por
oposición a la tradición, en la que el modo de reproducción del conjunto y el
sentido de las acciones que se cumplen es regulando por dimensiones culturales y
simbólicas particulares de los procesos sociales... También es un cambio existente
del modo de regulación de la reproducción social basada en una transformación
de un sentido temporal de la legitimidad y el porvenir de remplazar el pasado, y
racionalizar el juicio de la acción asociada del hombre para así buscar y cambiar
las reglas de un juego o una creación de la vida social. Así también nos quiere
buscar un conjunto de las condiciones materiales que permite pensar la
emancipación conjunta de las tradiciones, de las doctrinas o de las ideologías
heredadas y no problematizadas de una política tradicional; podemos decir que la
modernidad se ha introducido a un término transmodernidad para el mundo
caracterizado por la globalización de nuestro entorno y nuestros días; como
concepto filosófico, histórico y sociológico nos propone un mundo de metas, donde
cada ciudadano propone sus metas según su propia voluntad al cansando metas
de una manera lógica y racional, dándole un mejor sentido a la vida,
estableciendo valores como la libertad, la igualdad, y la fraternidad… Es decir, el
porvenir reemplaza al pasado y racionaliza el juicio de la acción asociada a los
hombres que no pierde sus esperanzas; hay quienes provocan las crisis de la
razón, crisis de sentido y de valores. Así se ha marcado nuestro tiempo, dado que
el hombre es difícil para el equilibrio, y tiende fácilmente a los excesos... Ah… pero
el fin de la historia no es el fin de las valoraciones éticas, o los intereses
mezquinos; no, es la desaparición del tiempo como coordenada básica de toda
practica social, política y moderna; y no es la liquidación de la historia colectiva
sin lo cual la vida inerte impresionaría por efecto de su tediosa circularidad; el
progreso de postmodernidad depende de sus tres sectores, de su área de
influencia; como es un periodo histórico, como una actitud filosófica, o como un
movimiento artístico, ideológica y metodológicamente que se debe compartir
justamente, aceptando las concepciones de otros… Es preciso desentrañar los
vínculos, a veces crearlos, entre la ética y la moral; como es necesario
desentrañar las intuiciones que tuvieron los hombres de pensamiento, para poder
comprender lo que exponen de manera ya argumentativa. Intuiciones difíciles:
difíciles de ponderar, a veces también difíciles de argumentar; pero exhibiendo
una verosimilitud que impresiona. Está conciencia de una superioridad social y
decorosa, está aún hoy en día fuertemente arraigada en la mayoría de la
intelectualidad, inclusive en aquéllas ideologías que se considera democráticas,
socialistas o de izquierda y derecha... Es ella la que inconscientemente alimenta la
xenofobia, pero sobretodo, las peligrosas tesis del nuevo "imperialismo moral y
humanitario de crear y recrear crisis sociales y políticas.

ALEXIS ALEGULLAR

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