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SOCIOLOGIA JURIDICA

SÍNTESIS CAPITULO I. HISTORIA DE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA

Cuando se buscan en la antigüedad las raíces de la Sociología jurídica,


ordinariamente se evocan más las obras teóricas que las prácticas. Se piensa en
los filósofos de la ciudad de las leyes y, en el primer lugar de todos, en Aristóteles.

Ejercer una función crítica respecto del Derecho positivo, forma parte de la
naturaleza de la Sociología jurídica. Al fijar las primicias de la Sociología del
derecho hay muchos historiadores de las ideas que no se remontan más allá del
siglo XV, que es el momento de la crisis de la conciencia europea.

El relativismo de Montesquieu no niega la existencia, en las capas sublimes o


profundas, de un derecho natural a través del cual la unidad se restablece.

El propósito declarado del Determinismo, consiste en poner las leyes en relación


con otros hechos y este propósito brilla en muchas de las rúbricas. Montesquieu
utiliza una especie de método estructural, construye modelos de sociedad en que
los diferentes elementos, comprendidos los elementos del derecho, se mantienen
en equilibrio, sin que sean discernibles causas y efectos pero en otros casos, la
noción de causalidad se afirma.

Para Voltaire, sin embargo, su Sociología jurídica tendría que ser una especie de
Sociología del buen sentido, cuando es sabido que el buen sentido es una guía
engañosa en materia científica.

Entre las concepciones propuestas acerca del derecho natural, encontramos las
siguientes: la naturaleza de las cosas, de donde el derecho se saca es el conjunto
de la realidad social. Para la Sociología, el derecho es algo universalmente
diversificado, móvil y relativo.
El Código Civil, es en sí mismo un fenómeno de Sociología jurídica, respecto del
cual los historiadores han buscado correlaciones con otros fenómenos, sean
culturales, como el gusto por el orden y la unidad desarrollado por la literatura
clásica, o económica, como la necesidad de seguridad y de previsibilidad
experimentada por el capitalismo naciente.

Las célebres negaciones de que se le ha acusado a Augusto Comte, parecen caer


sobre el derecho subjetivo "los hombres no tienen otro derecho que el de cumplir
siempre su deber", y no sobre el derecho objetivo, que se encuentra siempre
presente en su sistema bajo el nombre de orden civil.

La Sociología de Le Play, recayó sobre instituciones (la familia, las sucesiones, el


testamento), que pertenecen al derecho, e incluso al Derecho Civil; sin embargo
tres aspectos de la obra de Le Play merecen la atención: el método de la
investigación monográfica y la doctrina tradicionalista e incluso reaccionaria.

No hay que separar los fenómenos jurídicos de los demás fenómenos sociales,
como la política, las costumbres y sobre todo la lengua. Ihering exalta la energía
individual y la acción de la voluntad en la creación del derecho, la voluntad de los
contratantes, de los litigantes, dé los combatientes del derecho, que combaten por
el derecho objetivo y por sus derechos subjetivos.

En el Empirismo Inglés encontramos autores como Benthafh, conocido como el


filósofo del utilitarismo; Maine, quien combinaba una formación de historiador del
derecho inglés con una experiencia del derecho hindú adquirida como
administrador colonial; y Spencer, quien fuera un utilitarista como Bentham y un
evolucionista como Maine, pero fue más netamente sociólogo que los otros dos,
colocando a los jueces en un lugar original, entendiendo que junto con los
soldados, representan el tejido exodérmico, es decir, la defensa contra los
peligros.
El marxismo por otra parte, tiene una Sociología del derecho, que se opone
irreductiblemente a las sociologías jurídicas burguesas.

En el materialismo histórico, la historia está condicionada por el proceso material


de la producción. Las fuerzas productivas (la naturaleza, los productos, el utillaje,
la mano de obra), es decir, los datos económicos que forman la infraestructura
social, determinan los estados de conciencia, las ideas, las ideologías, que forman
la superestructura y el derecho forma parte de esta superestructura. De este
modo, la Sociología jurídica del marxismo se presenta con un triple carácter: es
evolucionista, determinista, y materialista.

Para Nietzsche, el derecho es un estado de excepción en la vida. La vida procede


esencialmente por violación y violencia, por infracción y destrucción. De esta
manera, el juicio que Nietzsche formuló sobre el derecho es radicalmente
pesimista: el derecho es un mal, porque, con su voluntad de eternizar una relación
de poder dada, supone una detención de la vida.

Emilio Durkheim, trata el derecho como un hecho social, como una cosa, aunque
subleva a los juristas, lo mismo si son iusnaturalistas que si son positivistas, es
algo que ha entrado en los hábitos de los sociólogos del derecho. El derecho en
cuanto derecho, no es una cosa. Pero la regla de la objetividad es esencial para la
Sociología del derecho. Durkheim imprimió a su Etnología jurídica el
evolucionismo que existía en la herencia del siglo XIX.

En el siglo xix, sobre todo hacia el final, y a principios del siglo xx, la Criminología
influyó en los sociólogos dándoles como un antegusto de Sociología del derecho.
La influencia, sin embargo, no se ha ejercido siempre en el mismo sentido, pues
había diferentes criminologías.

Ehrlich se interesó mucho por el papel de los jueces v por su poder de creatividad,
pensaba que la deducción lógica realizada a partir de los textos puede
reemplazarse por una inducción a partir de datos sociales o incluso por una
intuición de equidad, por lo menos cuando las lagunas de la lev lo permitieran
(pues en la práctica seguía siendo bastante respetuoso con la legalidad). Insiste
en la idea, esencial a la Sociología jurídica, de que existe un orden social, pacífico
y espontáneo, no contencioso, que se forma por un libre, arreglo de las voluntades
individuales o colectivas (las de los grupos particulares).

Max Weber, como sociólogo fundó la Sociología comprensiva, asignando a la


Sociología como tarea aprehender, a través de una interpretación racional, el
sentido que los actores sociales dan a sus propias conductas. Para hacerlo,
preconizó el método de los Idealtypen, es decir, tipos ideales que no existen en
cuanto tales en la realidad histórica, porque ésta es singular, pero que, construidos
a partir de rasgos significativos, permiten comprender, la realidad.

Teodoro Geiter, calificó su doctrina como realismo sociológico del derecho, el


realismo de Geiger, fue su rechazo de las ideas completamente acuñadas venidas
del derecho dogmático, positivo, o natural v su preocupación por apoyarse en
hechos sacados de la Etnología, de la historia o de la práctica jurídica
contemporánea.

Científicamente, en las obras ligadas a la Sociológica Jurisprudence, hay un


esfuerzo constante sociológico por vincular el derecho con todo lo que está fuera
de él. La aportación más original de la Escuela a la Sociología jurídica consiste en
haber proyectado una nueva luz sobre el derecho, insertándolo dentro de la
categoría sociológica más general del control social.

En el orden práctico, la Escuela preconizó, en la elaboración de la jurisprudencia,


un cambio de método mediante la sustitución de la deducción por la inducción.

En las tendencias Psicológicas, existen claras diferencias, como: el freudismo, que


extrae su originalidad absoluta del hecho de estar fundado sobre una Psicología
de los estratos profundos. El impacto que el atormentado pensamiento de Freud
produjo en las Sociologías próximas al derecho, es muy visible en la Sociología
criminal y en la Sociología de la familia, pudiendo hacerse el paso de la una a la
otra a través del incesto y del parricidio; también en la Sociología de las reglas del
derecho, pues el hombre comienza con el crimen y por tanto con la ley; y las
psicologías sociales americanas que tienen su centro de gravedad en otra parte;
en un punto distinto de la pura sexualidad o por hablar más ampliamente, de los
estados afectivos de la conciencia.

Con Parsons el acento se pone sobre la acción ya que los hechos sociales no son
cosas, sino actos, comportamientos intencionales, relaciones motivadas del
individuo en una cierta situación.

Roben King Merton, en cambio, con la teoría estructurofuncional se pasa a la


teoría funcional pura.

En el momento actual, la Sociología jurídica tiene en todos los países sus


docentes y sus investigadores. En cada país, los docentes y los investigadores,
que se consagran a la Sociología del derecho, han llegado a ella partiendo de dos
horizontes opuestos, que son el derecho o la sociología.
La Sociología teórica sigue siendo preponderante, aunque sólo sea por un motivo
financiero y la investigación empírica, se ha desenvuelto en la Sociología del
derecho con más lentitud que en las restantes ramas.

En cuanto al sector práctico, encontramos: 1.° la familia (porque la Sociología


general se ocupa de ella concomitantemente); 2." las fuentes (porque la
Sociología general se ha interesado siempre por la Política y, por ello, por el
Derecho público).

En el sector teórico, la mayor parte son sistemas de transposición, que no hacen


otra cosa que adaptar a la Sociología del derecho sistemas elaborados
anteriormente por la Sociología general. Es una disciplina de reflejos, que toma
prestadas sus ideas a otras disciplinas menos especiales.

SÍNTESIS CAPITULO II. EL OBJETO DE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA

Existen fenómenos jurídicos que pueden calificarse como primarios, porque todos
los demás derivan de ellos, porque, en una jerarquía de fenómenos jurídicos que
descienda de lo general a lo particular, se encuentran al más alto nivel de
generalidad. Al describirlos, hacemos aparecer en forma residual a los demás
fenómenos jurídicos, mucho más variados, pero secundarios.

El texto de una ley, el pronunciamiento de una sentencia, el gesto de un agente de


la circulación, abstracción hecha de lo que digan, son fenómenos primarios. Son
continentes o estuches. Los contenidos, las disposiciones de la ley, la condena o
la absolución, la detención de los automóviles, son fenómenos secundarios.

Fenómenos bajo el poder. Son comportamientos, reacciones, estados de


conciencia.

Lo que se llama fenómeno es unas veces un compuesto de reglas, un modelo o


un esquema y otras veces un comportamiento, una relación o una situación
concreta. El fenómeno-caso se presenta como un derivado del fenómeno-
institución.

Hay dos maneras de contemplar los fenómenos-casos: bien como fenómenos


individuales, bien como fenómenos colectivos. En cuanto fenómeno individual, se
le deja a cada uno toda la riqueza de sus rasgos particulares. En cuanto fenómeno
colectivo o colectividad de fenómenos se hace abstracción de las particularidades
del individuo para tomar en consideración sólo los caracteres comunes, a través
de los cuales todos los individuos se convierten en superponibles.
El fenómeno contencioso es aquel que se encuentra en una cierta relación con un
proceso (procesal es un sinónimo posible de contencioso).

Lo contencioso deforma la realidad del derecho, y que el derecho es infinitamente


más amplio que lo contencioso.

El problema de la juridicidad sólo se plantea realmente a partir del momento en


que se advierte la existencia de otra especie de normas, cuya observancia o
inobservancia no es ya, como en la moral, un asunto estrictamente encerrado en
la psique del individuo, sino, como en el derecho, un asunto de la sociedad.

La distinción de las sociedades modernas se hace mediante un recuento del Diario


Oficial o del Boletín de Sentencias. Es jurídica toda regla que se encuentre en
ellos y no es jurídica ninguna regla que está fuera de ellos.

Las reglas jurídicas y todas las reglas sociales que no son jurídicas, nos impone la
necesidad de buscar un criterio a través del cual se puedan diferenciar las dos
categorías.

La juridicidad, no está ligada de antemano con un campo particular de las


relaciones sociales, sino que es más bien una cualidad extrínseca que puede
llegar a incidir sobre cualquier relación social indiferentemente.

La coacción, entendiendo la palabra en un sentido muy amplio de manera que


cubra tanto la coacción psicológica como la coacción física. Por ejemplo, tanto la
presión que resulta de una reprobación muda o incluso de la simple probabilidad
de que esta reprobación se produzca, como la que resulta de una reclusión o de
una exclusión.

La coacción social, tiene un sentido más vigoroso que el social control e importa
mantener firmemente este sentido. Solamente se toma en consideración la
coacción que emana del grupo. Hay que dejar fuera la que el individuo se impone
a sí mismo, esto es, la que tiene como resorte la ética, sobre todo según la
concepción kantiana de la moral autónoma.

Los que conciben el derecho únicamente a través de la sanción, no miden la


ambigüedad inherente en este criterio. En efecto, afirmar que una regla es jurídica,
cuando, una vez transgredida, desencadena un cierto mecanismo de coacción,
tendente a llevarla a ejecución, es reconocer implícitamente que puede ser
transgredida e incluso que después de la transgresión la coacción puede muy bien
no producirse.

Proceso y juicio son fenómenos psicosociológicos tan irreductibles a todos los


demás y tan especiales del derecho que parece razonable hacer de ellos el
indicativo de la juridicidad.

Otra tentación que hay que rechazar viene de la llamada acción judicial. Se podría
pensar que la regla de derecho es aquella que otorga una acción.

La justiciabilidad se refiere a un fenómeno más universal, que engloba toda


llamada a un juez. Incluso en los casos en que no reviste un aspecto ordenado y
estratégico. Incluso cuando es sólo queja, clamor o querella.

Para el Derecho comparado, un sistema jurídico es una familia de derechos.

Derecho es un conjunto y que sus elementos componentes (con frecuencia se


piensa únicamente en las reglas y en las instituciones más que en los fenómenos
jurídicos en general) lejos de estar fortuitamente reunidos, se encuentran ligados
entre sí por relaciones de carácter necesario.
El espacio jurídico tiene sin duda como soporte natural un territorio. La hipótesis
del pluralismo jurídico, en su aplicación a variedades que no son geográficas
(como las de clase, de edad, etc.), presupone que varios espacios jurídicos
pueden superponerse en un mismo lugar.

Gurvitch ha hecho el censo de los innumerables centros generadores de derecho,


en las sociedades contemporáneas, que existen tanto por encima del Estado,
como las organizaciones internacionales, cuanto por debajo de él.

La verdad es que no existe un pluralismo, sino fenómenos de pluralismo.

a) Fenómenos colectivos y fenómenos individuales.


b) Fenómenos de concurrencia y fenómenos de recurrencia.
c) Fenómenos categóricos y fenómenos difusos.

Lo jurídico y lo infrajurídico no constituyen un plural, porque no son de naturaleza


idéntica.

Lo infrajurídico es un sistema de normas y de técnicas, encerrado comúnmente en


un medio reducido y popular, que a priori carece de las condiciones precisas para
tener una técnica y unos técnicos.

Derecho folklórico: resto de derecho antiguo (con frecuencia muy antiguo), que
sobrevive en el medio popular.

Derecho de supervivencia y derecho popular: tal es la doble esencia del derecho


folklórico. Por donde aparece claramente que no pertenece al orden jurídico del
Estado y que no es un verdadero derecho, sino sólo un conjunto de fenómenos
infrajurídico.
Derecho infantil, los especialistas de Psicología de la infancia han estudiado estos
fenómenos sin poner de manifiesto sus posibles conexiones con el derecho.

El derecho infantil prestado puede ser un derecho impuesto al niño por la sociedad
adulta, en la familia primero y sobre todo en la escuela e incluso en la calle. Si el
niño se somete a las consignas, es, cómo observa Piaget porque respeta a las
"personas mayores''.

Los fragmentos de derecho vulgar que logramos capturar en las mallas de las
decisiones judiciales son, sin embargo, muy poca cosa en comparación con todo
lo que permanece en estado no contencioso.

El sistema jurídico puede concebirse como un fenómeno de derecho, que hay que
situar a su vez en el espacio y en el tiempo.

Toda cultura contiene derecho, se ha llegado sin dificultad a la idea de una


aculturación jurídica, es decir, a la idea de que un sistema jurídico puede injertarse
en otro, por causas y con afectos puestos de relieve por la Sociología del derecho.

Los fenómenos de aculturación jurídica se manifiestan en un clima


psicosociológico que es un clima de comunicación.

Cuando dos sistemas jurídicos se encuentran, ello no ocurre jamás impunemente,


sino que se van a producir, por esa razón, unos efectos tanto sobre las
instituciones como sobre los individuos. Así la aculturación del derecho, se
traduce, en las instituciones y en los individuos, en fenómenos jurídicos.
SÍNTESIS CAPITULO III. MÉTODO DE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA

El método en sentido amplio se diversifica en una pluralidad de métodos


particulares. Es clásico separar, como en todas las ciencias, la observación stricto
sensu y la experimentación.

La Sociología jurídica, a su vez, no tiene regla más fundamental que ésta: necesita
tratar el derecho como una cosa.

La objetividad puede, sin embargo, entenderse de dos maneras: como


materialidad y como imparcialidad. Los dos sentidos, científico uno y moral el otro,
son ley para el investigador.
La materialidad debe eliminar de los fenómenos observados por ella todo lo que
tenga un carácter personal (no general) o puramente interior (esto es que no caiga
bajo los sentidos).

Al sociólogo de origen jurídico, la imparcialidad le impone el sacrificio, tiene que


dejar de referirse a su derecho natural, pero también a su derecho positivo que se
había hecho para él algo maquinal.

El método histórico comparativo es el más antiguo, tanto en la Sociología general,


como en la Sociología jurídica, es considerado por entero, afirmar que constituye
el compendio metodológico de la Sociología del derecho.

El método histórico aplicado a la sociología del derecho, consiste en procurar un


conocimiento racional de los fenómenos jurídicos, que en lugar de referir los
fenómenos en una instantánea correspondiente a un cierto estadio de derecho, los
sigue diacrónicamente en su evolución, y en segundo lugar explicar los fenómenos
y jurídicos.
El empleo del método comparativo está subordinado a la comparabilidad de los
términos, de los fenómenos jurídicos y para llegar a establecer leyes causales, el
método comparativo debe armarse con más rigor.

En el análisis de documentos jurídicos, el criterio a seguir es que el documento


tenga una relación directa con el derecho, entendiendo la noción de derecho en un
sentido muy amplio.

Cualesquiera que sean los documentos jurídicos a analizar, hay dos máximas que
el analista debe respetar constantemente: El documento jurídico debe ser leído
con ojos de sociólogo del derecho y no de jurista dogmático; y el documento,
jurídico debe ser considerado como un conjunto de signos, y en modo alguno
como el equivalente objetivo de la realidad que trata de expresar.

El análisis sociológico de la jurisprudencia es susceptible de cuantificación. Sin


embargo, un análisis cuantitativo de la jurisprudencia sólo es significativo si las
decisiones publicadas en los repertorios representan una serie exhaustiva, el
análisis de la jurisprudencia es ante todo un estudio de casos jurídicos.

En el estudio dogmático, el comentarista de la sentencia extrae la regla de


derecho aplicada en la decisión, en la medida en que la jurisprudencia es creadora
de derecho. En el estudio sociológico, el sociólogo busca el conjunto de
fenómenos sociales interindividuales o incluso individúales.

El análisis sociológico de la jurisprudencia presenta unos puntos débiles y unos


puntos fuertes.

a) La inferioridad del procedimiento deriva sobre todo de su menor realismo. Se


trata de que los documentos que utiliza introduzcan en la visión de la realidad
algunas distorsiones especiales.
b) La superioridad del procedimiento se introduce por compensación.

La aplicación práctica del procedimiento sigue diferentes fases: La recogida de


decisiones, El análisis de contenido y la Utilización de los elementos obtenidos.

Un análisis hecho con fines de Sociología jurídica sólo se concibe acompañado de


un incesante trabajo de traducción y hasta de extracción.

El análisis de la prensa, señalaremos ante todo que se presta mejor que otros a
un tratamiento cuantitativo.

En un sentido amplio se puede concebir un análisis cuantitativo de documentos,


que sea independiente de todo análisis de contenido. Es más usual y más útil la
cuantificación interna, que multiplica los análisis de contenido.

Las reflexiones que sobre esta multiplicación podemos hacer conciernen al


multiplicador y al multiplicando.

Es más estimulante para el sociólogo creer, sus propias pruebas de la verdad. Le


es preciso desprenderse de los libros e ir sobre el terreno; entrar a pies llenos en
el universo de los hechos, para recoger de él materiales inéditos.

La encuesta monográfica es en el fondo un estudio de casos.

Hay que reconocer que la cuantificación le da al principio de objetividad sus


mejores oportunidades y que posee, especiales virtudes en una Sociología donde
es casi profesional la tentación inversa.

Se ha hecho clásico contraponer dos técnicas cuantitativas: la estadística y la


encuesta por sondeo. La diferencia más visible entre la estadística y la encuesta
por sondeo, radica en la amplitud del campo de observación. Las dos técnicas son
diferentes también por su origen. Mientras que la estadística, como sugiere la
etimología, es un mecanismo estatal, el sondeo es un instrumento privado a
disposición de cualquier investigador.

Las fuentes económicas. Son en sí mismas las más abundantes, pero a menudo
son poco apropiadas para las necesidades de la Sociología jurídica.

Las fuentes demográficas. Para la Sociología del Derecho de la persona y de la


familia, las estadísticas del Registro Civil tienen un valor sin igual.

Las fuentes propiamente jurídicas. Son las estadísticas judiciales, que se


contienen en la Cuenta General de la Administración de la Justicia Criminal y Civil,
que se publica anualmente.

Podemos decir que la encuesta por sondeo es la aplicación de un cuestionario a


una muestra de población.

La elección de la población, debe encontrarse en una relación lógica con el objeto


de las preguntas y por encima de ello, con el objeto general de la encuesta.

La formación de la muestra, es cuando se ha establecido una población como


objeto de la encuesta, la muestra debe obtenerse de acuerdo con unas reglas que
aseguren su representatividad.

En un cuestionario de Sociología jurídica bien articulado, se pueden distinguir tres


tipos de preguntas según su objeto: Preguntas de conocimiento, Preguntas de
hecho. Preguntas de opinión.

Crítica de los datos cuantitativos, importancia de la crítica: crítica externa técnica,


que recae sobre el funcionamiento del procedimiento, y crítica interna y
psicológica o crítica de la sinceridad.
El análisis de los datos naturales, puede tratarse de acciones humanas. Sólo
queda proscrita la mediación de las opiniones, sentimientos o estados de
conciencia, provocados por el interrogatorio aunque sea neutro, en los
encuestados.

Es clásico distinguir dos grandes métodos de prueba científica: la observación y la


experimentación y hay que hablar de observación cuando la producción de los
fenómenos no está a disposición del investigador y este puede únicamente
estudiarlos y compararlos; y de experimentación, cuando los fenómenos pueden
producirse artificialmente a gusto del investigador.

En la experimentación de laboratorio hay una deontología no escrita, que restringe


el empleo de la experimentación sobre el gran público.

El test es una experiencia definida de antemano y provista de una técnica precisa


para la apreciación de los resultados.

SÍNTESIS DEL CAPITULO IV. FUNCIÓN DE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA


Sobre los fenómenos sociales en general no sentimos una conexión intelectual tan
directa como sobre los fenómenos jurídicos. Alcanzar la realidad es la finalidad de
toda ciencia, pero en Sociología jurídica esta búsqueda de la realidad se
encuentra dada por su misma definición.

Muchos juristas sólo le piden a la Sociología jurídica que satisfaga su curiosidad,


su necesidad de saber cómo pasan las cosas en la realidad. Corresponde a la
Sociología jurídica disipar las causas perturbadoras del conocimiento que el
derecho acumula por su propia naturaleza.
La satisfacción del espíritu humano llega a su plenitud cuando la explicación
puede tomar la forma de una ley científica de una ley y causal, permita contar con
su repetición y por tanto aprehender el porvenir.

Si de los fenómenos instituciones pasamos a los fenómenos casos, y más


concretamente a los que tienen naturaleza de fenómenos colectivos, la objeción
He la unicidad se desvanezca. La inducción se justifica y se fortifica por la
reproducción de casos idénticos.

La indeterminación, es solo parcial y no es incompatible con un determinismo de


principio, unas veces procede del hecho de que los fenómenos jurídicos están
imbricados en fenómenos de ideología, que obedecen a una causalidad oscura,
cuando no impenetrable; y otras veces del hecho de que se encuentran en
dependencia directa de la voluntad humana o del azar.

• La Sociología del derecho no puede conformarse con una explicación causal


como esta.
• En los antípodas del determinismo físico-químico, aparece la voluntad humana y,
por tanto, la indeterminación, como un resorte esencial del derecho.

Para ser realista, la Sociología del Derecho debe tener en cuenta ciertos rasgos
especiales que puede revestir la causalidad en los fenómenos jurídicos primarios.

La Sociología del derecho demostrará su capacidad de elaborar leyes científicas,


si puede ya alinear algunas que se encuentren suficientemente experimentadas.

Existen primero las leyes que se pueden llamar leyes de evolución genéticas o
históricas, porque tratan de establecer una relación necesaria de sucesión entre
dos fenómenos de derecho o entre dos instituciones jurídicas o bien entre dos
formas o dos aspectos de un mismo fenómeno o de una misma institución.
Las leyes de estructura, leyes de estática o de equilibrio se oponen a las leyes de
evolución. Su objeto son relaciones nece¬sarias, no de sucesión, sino de
simultaneidad, más profundamente de inter¬dependencia y de solidaridad entre
fenómenos jurídicos, ya sean instituciones o elementos de una misma institución.
Entre instituciones y Entre elementos de una misma institución.

La Sociología jurídica renuncia a formular leyes que revistan a la causalidad con


un carácter de generalidad y de permanencia y se contente con descubrir
relaciones parcelarias de causa y efecto.

La función crítica aplicada al derecho reclama una deontología. Así: al criticar en


todo lo que pertenece al derecho existe la presunción de que hay un esfuerzo de
la sociedad para vivir y mostrarnos a nosotros mismos cómo observantes del
derecho que criticamos.

La Sociología jurídica podría pues contentarse con ser una ciencia pura, que
encuentra una plena razón de ser en función científica.

Entre las posibles aplicaciones de la Sociología del derecho, las más significativas
giran en torno a las decisiones: la declaración de voluntad contractual, el juicio y la
ley son por naturaleza decisiones jurídicas.

Los procedimientos de decisión utilizados hasta el presente parecen corresponder


a dos grandes tendencias, una más matemática y otra menos, que entran en juego
según las características de la decisión a tomar.

Englobamos dentro del término contrato un acto como el matrimonio, cuya


naturaleza contractual ha sido muy discutida o situaciones tales como las
derivadas de las relaciones de vecindad, que la tradición contempla como
cuasicontratos.
Existen nociones de derecho dogmático que tienen un contenido sociológico, una
de las más notables es la noción de las buenas costumbres que aflora en
numerosos textos, tanto de derecho civil como de derecho penal.

Hay más de una concepción de la interpretación sociológica y la tesis no ha


dejado después de ser defendida, aunque sea preciso observar que de un autor a
otro, la tesis recubre contenidos diferentes.

Frente al formalismo y a la abstracción del derecho dogmático, la Sociología


Jurídica se jacta de ser realista.

En la interpretación sociológica como sociología aplicada es preciso actuar con


prudencia. La Sociología jurídica puede sin duda alguna contribuir, como la
Historia o el Derecho comparado, alimentar el elenco de argumentos del abogado
o del juez.

Bajo la rúbrica de la sociología aplicada a la legislación pueden estudiarse dos


tipos de aplicaciones de la Sociología, cuyas dificultades son muy diferentes: Las
aplicaciones concernientes al mecanismo abstracto de la legislación, y las
aplicaciones que conciernen al contenido mismo de las leyes.

La sociología puede colaborar con la legislación, pero no puede confundirse con


ella. Es este carácter auxiliar lo que sugiere la expresión de Sociología legislativa.

El problema filosófico de la sociología legislativa: la posición entre los hechos y el


derecho, es extraño que el problema se haya elevado espontáneamente a la altura
de la Filosofía pues surgió precisamente entre filósofos, al tratar de las relaciones
de la sociología, no ya con el derecho sino con la moral.

Los argumentos empíricos en favor de la sociología legislativa, surgen del debate


de legitimidad. Cuando está presente el derecho y no simplemente la moral se
trata de un derecho bastante desnudo y poco técnico y que son por otra parte
como los dobles de la moral.

En las diferentes técnicas de la sociología legislativa, se encuentra la forma más


rudimentaria y es la que se podría llamar la observación sugestiva.

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