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DIAGNÓSTICO PERSONAL Y ELECCIÓN DE

PRIORIDADES

Índice

DIAGNÓSTICO PERSONAL Y ELECCIÓN DE PRIORIDADES

Objetivos
Definir los roles en la vida
Definir aspiraciones secretas, metas a largo plazo
Definir cualidades/habilidades personales
Definir valores
Fijar objetivos
Consejos de esta lección
DIAGNÓSTICO PERSONAL Y ELECCIÓN DE PRIORIDADES

OBJETIVOS

Una de las razones más frecuentes del fracaso y de la sensación de infelicidad del ser humano es
la carencia de objetivos claramente definidos. Los psicólogos señalan que el éxito o la felicidad
se alcanzan sólo con el logro de los objetivos personales. Estos objetivos requieren, para ser
alcanzados, la realización de determinadas actividades. Y cada una de estas actividades exige, a
su vez, tiempo.

Normalmente, no tenemos más éxito porque no tenemos objetivos bien definidos. La mayoría de
las personas nos dedicamos a reaccionar ante los hechos y las presiones de la gente y las cosas.
Si deseamos dirigir nuestra propia vida, hay que empezar a definir nuestros objetivos, y eso es lo
que vamos a tratar en esta lección.

Es esta lección aprenderá:


 Cómo decidir cuáles son sus prioridades y objetivos en la vida.
 Cómo averiguar qué metas debe fijarse.
 Cómo fijarse objetivos para alcanzar estas metas.

1. DEFINIR LOS ROLES EN LA VIDA (ÁREAS CLAVE)

Antes de empezar a organizar su vida y su tiempo, lo primero que tiene que plantearse es lo
siguiente: ¿Cuáles son las áreas clave de su vida? ¿Qué papeles desempeña? ¿Es un trabajador/a,
padre o madre, presidente de su comunidad de vecinos, practicante de algún deporte?

Uno de los principales problemas que aparecen cuando las personas trabajan para ser más
efectivas consiste en que no piensan con la suficiente amplitud. Pierden el sentido de la
proporción, el equilibrio, centran sus esfuerzos tan solo en su rol profesional, descuidando otros
que son tanto o más importantes, provocando así grandes desequilibrios en su vida y por lo tanto
insatisfacción personal.

Nuestra orientación personal en la vida, nuestro credo personal, es mucho más equilibrado,
mucho más fácil de trabajar cuando se divide en las áreas de rol específicas de la vida y en las
metas que se quieran alcanzar en cada área.

Observe su rol profesional y personal. Debe preguntarse ¿qué persigo en esta área? ¿qué valores
me guían? ¿cuánto me importan mis roles personales? ¿son importantes para mí?

Al tener claramente presentes todos los roles o áreas clave, es posible revisarlos con frecuencia
para tener la seguridad de no quedar totalmente absorbido por un rol a expensas de otros que
pueden ser igual o más importantes en la vida.

2. DEFINIR ASPIRACIONES SECRETAS, METAS A LARGO PLAZO

Después de haber pensado en sus roles es momento de pensar


en las metas a largo plazo que quiere alcanzar en cada uno de
ellos. Es momento de utilizar la imaginación, la creatividad, la
inspiración. Si estas metas constituyen la extensión de un
enunciado de la misión personal, de lo que realmente quiere en
la vida, serán bastante diferentes de las metas que la gente se
fija normalmente, no serán metas inspiradas por otros, serán sus propias metas. Reflejarán sus
valores más profundos, sus talentos, su idea de la misión. Surgirán de los roles que ha elegido.

Una meta efectiva, se centra más bien en los resultados que en la actividad. Identifica el lugar en
el que quiere estar y mientras tanto ayuda a identificar el lugar en el que se encuentra.
Proporciona información importante sobre cómo llegar, y dice cuándo ha llegado. Otorga
significado y propósito a todo lo que hace. Finalmente puede traducirse en actividades diarias, de
modo que le permita ser proactivo, permite que dirija su propia vida y que día a día logre que
pasen las cosas que le permitirán cumplir con su enunciado de misión personal.

3. DEFINIR CUALIDADES/HABILIDADES PERSONALES (DOTES)

A la hora de alcanzar sus metas, también debe tener en cuenta sus dotes y capacidades, ya que
formarán parte de los recursos que le ayudarán a alcanzarlas.

Ningún recurso o habilidad personal es trivial como para no resultarle valiosa.

4. DEFINIR VALORES

Sus metas le dirán qué dirección debe seguir en la vida. Sin embargo, también tiene que pensar
cuáles son sus valores en la vida, porque estos valores darán sentido a sus metas. Pregúntese:
¿Qué valores son importantes para mí? ¿Cómo quiero vivir mi vida?

Los valores afectarán a todas sus decisiones y determinarán si sus metas son realmente
importantes para usted.

Habrá muchas cosas que tenga que hacer necesariamente en su vida laboral y personal, pero
puede hacerlas de acuerdo con sus valores y adjudicarles prioridad en función de sus metas.

Además, nuestros valores van cambiando con los años y con las experiencias que vivimos.
Como verá…

Es mucho más difícil descubrir cuáles son nuestros valores individuales que
establecer los objetivos.
Ningún valor es mejor que otro, ninguna cantidad de valores es mejor que otra.
Los individuos tienen que atender a todas las porciones, a cada uno de sus valores
individuales. Si alguno de ellos queda sin atención, al final nos sentiremos frustrados.
Si eliminamos la atención a alguno de los valores el resto de valores se resienten.
Los valores están relacionados con la responsabilidad que el individuo siente sobre
ellos.
El rendimiento está muy relacionado con los valores, ya que el individuo está
dispuesto a esforzarse por sus valores. Los valores marcan nuestra disposición al
esfuerzo y al sacrificio.
Es importante no olvidar la diferencia entre lo que uno valora realmente y lo que le
gusta.
Un valor es algo por lo que estás dispuesto a pagar el precio que cuesta.

5. FIJAR OBJETIVOS

5.1. Determinar Objetivos

Una vez fijadas las metas, hay que definir los objetivos que ayudarán a alcanzarlas.
META META META

Área Clave Área Clave Área Clave

OBJETIVOS OBJETIVOS OBJETIVOS

Tanto los objetivos, como los pasos a dar, han de ser realistas y factibles. Es posible que no
pueda alcanzar alguna de sus metas, pero muchos de los objetivos de sus áreas clave pueden
ser alcanzados.

Los objetivos que fije han de ser:

Realistas: Objetivos alcanzables.


Concretos: Para que sepa exactamente lo que
tiene que hacer.
Mensurables: Para que sepa cuándo los ha
alcanzado.
Positivos: Para que cuando los alcance se sienta
bien.
Flexibles: Que se puedan variar en caso de que
cambie de metas.
Así mismo, los objetivos pueden detallarse en pasos más pequeños.

Al pormenorizar cada meta en objetivos y luego estos en pasos pequeños y factibles, le


costará menos irlas logrando poco a poco.

5.2. Priorizar Objetivos y Metas

Una vez que haya decidido cuáles son sus aspiraciones (metas) y haya decidido qué tiene que
hacer para alcanzarlas (fijar objetivos), tiene que adjudicar prioridades.

Todo lo que haga a partir de ahora, debería aportar algo a SUS METAS U OBJETIVOS. Si
se plantea sus actividades de esta manera hará las cosas que contribuyen más a la
consecución de sus metas, y las demás las dejará para más tarde o incluso no las hará.
Estará empezando a utilizar el tiempo de manera más productiva.

5.3. Metas anuales, mensuales y semanales

Las metas que ha elegido son las que quiere alcanzar en la vida y los objetivos que persigue
le ayudarán a alcanzarlas.

Debe dividir cada meta en los pasos que tiene que dar para alcanzarla y adjudicarle
prioridades.

Sus valores y metas pueden cambiar, así que tiene que tener en cuenta estos cambios para
decidir cuáles son sus objetivos y tareas.
CONSEJOS DE ESTA LECCIÓN

La esencia de la efectiva planificación y gestión del trabajo y la vida consiste en organizar y


ejecutar prioridades equilibradas. La clave no es dar prioridad a lo que está en la agenda sino
ordenar en la agenda las prioridades. La esencia de una buena administración personal es:

1. Basarse en principios o valores, es decir, centrarnos en aquellas cosas que son


realmente importantes para nosotros.

2. Definir nuestra misión singular, incluyendo valores y metas a largo plazo, dando
dirección y propósito al modo en que transcurre cada día.

3. Identificar nuestros roles. Podemos tener diferentes roles a los que atender (padre,
esposo, compañero, jefe, amigo, etc.).

4. Ser flexibles, no crear un sentimiento de culpa cuando no se cumple con un horario


establecido de tareas.

5. Tener siempre a las personas por encima de las cosas. Subordinación de la agenda a las
personas.

6. Llevar una organización en una base semanal, más que diaria, ya que proporciona
mayor equilibrio y contexto.

7. Delegar. La delegación efectiva representa tal vez el mejor indicador de la


administración efectiva, simplemente porque es fundamental para el crecimiento
personal y organizacional. Nos permite dedicar nuestras energías a otras actividades
importantes.

En conclusión:
Hay que llegar a la esencia de nuestras obligaciones, deseos y anhelos para determinar el punto
de referencia primario a partir del cual realizamos cualquier inversión de tiempo y
energía.

¿En qué consiste mi trabajo? ¿Qué espera la compañía de mí? ¿Qué debo aportar al conjunto?

¿Cuáles son los asuntos realmente importantes de mi trabajo según lo que la compañía espera de
mí? ¿Qué es lo que puedo hacer para contribuir mejor a la empresa? ¿Qué actividades me
reportan rendimientos más altos?

¿Qué es lo que me proporciona mayor satisfacción personal? ¿Cuáles son los asuntos
importantes de mi vida privada? ¿Quiero ser más rico? ¿Quiero ser más independiente? ¿Mejorar
mi salud? ¿Tener una personalidad más positiva? ¿Aprender nuevas actividades? ¿Pasar más
tiempo con mis seres queridos?

Es importante tomarse unos momentos para responder a estas preguntas ya que, en última
instancia, será lo que guíe nuestro criterio a la hora de procesar el flujo de trabajo.

Con la definición y la gestión inicial adecuada, llegaremos a conseguir que buena parte de los
asuntos nunca lleguen a nuestra mesa.

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