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Dana Lilan Hernández Gámez.

Teorías dinámicas de la personalidad


Resistencia y represión Sigmund Freud
Introducción
Este es un texto lleno de observaciones de su práctica. Puede tomarse como uno de
los tantos ejemplos de lo que decimos: que la teoría freudiana no es una elucubración
de su inteligencia, se atiene decididamente a los problemas, los obstáculos y las
preguntas suscitados en su práctica cotidiana en los análisis que llevaba adelante.

Explica las manifestaciones de la resistencia en los análisis. Es un modo de leer a


Freud que forma a los analistas. Los ejemplos, en los detalles, eso los va a formar y
socorrer en su práctica de todos los días a los que quieran trabajar de esto, Freud
explica de una manera sumamente interesante.
Desarrollo

Se ha señalado que la resistencia está al servicio de la paradoja que supone el saber


en el neurótico, la existencia del inconsciente supone que no sabe. El sujeto está
separado de la articulación del saber inconsciente. Se presenta como desconocimiento
del yo saber inconsciente que determina el síntoma. Del lado del yo debemos situar,
entonces, el sufrimiento y el desconocimiento de su determinación, pero resulta que
no se trata solo del desconocimiento que podría paliarse con algún tipo de instrucción,
no se trata de la mera ignorancia del que no sabe porque le falta información, ninguna
información, ningún orden de argumentos podría remediar este desconocimiento
porque, como se dijo, no se trata de la ignorancia sino de la pasión de ña ignorancia:
no querer saber nada de ello.

El neurótico quiere saber a condición de no saber; es esto lo que se manifiesta en el


análisis como resistencia.

La resistencia, dice Freud, es concomitante al análisis, además necesaria porque se


produce por la puesta en función de la regla fundamental, la asociación libre. Por eso
dice Freud:

(…) una tenaz resistencia que se mantiene durante todo el tratamiento. Es harto
diversificada, refinada en grado sumo, a menudo difícil de reconocer y son variadas
sus manifestaciones.

Se levanta contra la asociación libre (…) justamente las ocurrencias contra las cuales
se elevan esos reparos y objeciones contienen, por lo general, el material que nos
encamina al descubrimiento del inconsciente son ramificaciones de lo reprimido, contra
que esto se articule se eleva la resistencia.
Lo primero que conseguimos al enunciar la regla fundamental es que se convierta en
blanco de la resistencia. Es lo primero que conseguimos al enunciar la regla
fundamental. No debemos esperar ninguna verdad a cielo abierto, debemos al
contrario esperar la deformación.
Los modos de manifestación de la resistencia son variados:

Que no se le ocurre nada, vergüenza de decirlo, que eso que está pensando no tiene
nada que ver con él, no le concierne, es nimio, estúpido o disparatado.

Los neuróticos obsesivos tornan casi inutilizable la regla técnica ya que le sobre
imponen una exacerbada conciencia moral y dudas. Lo que padecen de histeria de
angustia(fobia) la hacen inutilizable llevándola al absurdo y produciendo solo
ocurrencias tan alejadas de lo buscado que no dan rédito alguno.
Resistencias intelectuales

Cuando logra uno arrancarle a la resistencia cierta cuota de obediencia a la regla


fundamental entonces ella se vuelca a a otro ámbito. Aparece como resistencia
intelectual, lucha con argumentos y debemos escuchar de parte del paciente todas las
críticas y objeciones de la bibliografía critica al psicoanálisis. Luego el paciente se
muestra dispuesto a instruirse en psicoanálisis siempre que dejemos a salvo su
persona. Pero nosotros individualizamos este deseo de saber cómo resistencia, como
distracción a nuestras tareas específicas y lo rechazamos.
Conclusión

Esto es lo que hace tan difícil los análisis. Porque es así es una satisfacción sustitutiva
de lo que falta. Y esto es lo insoportable para el neurótico. El neurótico no quiere saber
nada con la falta. Y con el hecho de que la posibilidad de alguna satisfacción, como no
hay garantías ni para el gozo ni para el deseo. Resulta que pasar por ahí lleva el largo
trabajo de un análisis. Y entonces, sostener la satisfacción sustitutiva del síntoma es
ella misma una resistencia a poder darle lugar a la falta que Freud llamó castración.
Se recuerda también que el síntoma mismo tiempo que provee una satisfacción, la
impide.

La otra objeción tiene dos partes: por un lado, que el síntoma no ofrecería una
satisfacción real sino solo ilusoria ya que con frecuencia se limitan a reanimar una
sensación o representar una imagen en la fantasía. Y por otra parte se señalará que
la supuesta satisfacción sexual muestra un carácter infantil e indigno, tal vez se
aproxima a un acto masturbtorio, recuerda las practicas cochinas de la infancia y hasta
toma como satisfacción sexual deseos crueles o repugnantes.
Referencias:

FREUD SIGMUND, CONTRIBUCION A LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO


PSICOANALITICO, TRABAJOS SOBRE METAPSICOLOGIA Y OTRAS OBRAS
(1914-1916) RESISTENCIA Y REPRESIÓN, CONFERENCIA 19.

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