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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

SEDE HUEHUETENANGO

MAESTRIA DE DERECHO PROCESAL PENAL

CURSO: ORALIDAD Y ETICA I

MSc. JOSÉ LUIS QUINTANILLA

TEMA
ORATORIA Y ORATORIA FORENSE

ESTUDIANTES:

ELVIS ENRIQUE MERIDA CARRILLO


AMSI FRANCISNET SALES MINERA
BYRON OSWALDO HIP MALDONADO
CESAR DAVID GARCIA GODINEZ
MACO DONALDO ORTIZ RAMIREZ
JULIO SILVIANO BERCIAN GOMEZ
HELEN MAGALI DE LEON DE LEON
ADA BETSABE CRUZ LUIS

MARZO DE 2023
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INTRODUCCION

Como Abogados y profesionales del Derecho es necesario poseer la capacidad de


desarrollar, desenvolverse y poder llegar a captar la atención del público al que nos
dirijamos, capacidad que en algunas ocasiones es innata o natural a la persona,
cualidad que puede mejorar con el uso adecuado de los mecanismos y técnicas de
oratoria las cuales serán desarrolladas en el curso.

Dentro del desarrollo del presente trabajo de investigación se ha realizado una


compilación de diversos autores, habiéndose considerado tomar en cuenta
aspectos esenciales que abarcan el curso de Oralidad y Ética tales como lo es el
manejo sobre la Oratoria y principalmente Oratoria Forense, en la que se han
incluido para mejor compresión y análisis el origen e historia, definiciones,
elementos que le conforman, características, la importancia y diferencias entre
Oratoria y Oratoria Forense y sobre todo el ámbito de aplicación esto como objetivo
de poder llegar a la compresión y adquisición de los conocimientos necesarios para
la buena utilización de las técnicas fundamentales para tener una buena expresión
sobre algún tema y en específico sobre la Oratoria Forense para alcanzar la buena
práctica, llegando a ser orador, no solo captando la atención del público sino al
convencimiento de los oyentes, siendo este el objetivo en un buen litigio conforme
a los intereses que se tenga.
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ORATORIA

BREVES APUNTES HISTÓRICOS


“Si pretendemos bucear en los orígenes de la oratoria nos encontramos de forma
casi imperceptible, entre las aguas de la historia y del mito. Todos los rétores clásicos se
remontan al siglo V a. C. En la ciudad siciliana de Siracusa. En concreto, Córax, junto a
su discípulo Tisias, son considerados mayoritariamente como los padres de la oratoria. Este
primer paso se agranda en Grecia, con la aparición de las escuelas o estilos de oratoria
(ática, asiática y rodia). De esta época nos han llegado grandes textos sobre la retórica del
propio Aristóteles. De Grecia el conocimiento retórico se traslada a Roma, donde se funde
y se incorpora al proceso educativo. Nacen las enseñanzas regladas, en las que todo
ciudadano romano debía adiestrarse para participar en los asuntos públicos.

Durante la edad media, los estudiosos de retórica encuentran su mejor acomodo en


las aulas de las recientemente creadas universidades. El conocimiento de las reglas
retóricas se transforma, paulatinamente, en un método científico propio de la escolástica.
Este proceso de consolidación y difusión de la oratoria como método para divulgar el
conocimiento entra en crisis con la filosofía cartesiana y positivista. Tras la ruptura con el
Antiguo Régimen, el pensamiento debe encontrar unos nuevos métodos de búsqueda de
la verdad. Se sustituye los métodos argumentativos (la oratoria es, básicamente,
argumentación) por otros más matemáticos o empíricos. En este contexto, la oratoria
pierde su estatus de ciencia y queda reducida al arte de hablar bien. La recuperación de
la argumentación llevada a cabo en el siglo XX como técnica auténticamente científica en
búsqueda de exposición de la verdad (valga como ejemplo el esfuerzo llevado a cabo por
c. Perelman) ha vuelto a poner de relieve la necesidad de conocer y dominar las reglas de
la oratoria.”

La oratoria forense o judicial no aparece en la antigüedad. Ello se debe a que los


monarcas centralizaban en tal forma las funciones de poder, que ejercían por sí
mismos la justicia y sus fallos; éstos eran inapelables. Como no había leyes escritas
ni se reconocía a los súbditos derecho alguno, la elocuencia no tenía ningún papel,
porque las sentencias sólo dependían del criterio y de la voluntad del soberano. Sin
embargo, la doctrina es clara en señalar que Roma, la legisladora del mundo,
superó a Grecia en la oratoria forense. Sus más ilustres cultivadores fueron Catón
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de Utica, Craso, Hortensio y Quintiliano, figuras del foro romano que palidecen ante
la gloria de Marco Tulio Cicerón.

DEFINICION DE LA ORATORIA
La Oratoria es definida por el Autor Fredy Enrique Escobar Cárdenas como: “El arte
de hablar con elocuencia; es decir, de expresarse eficazmente mediante la palabra hablada,
ante cualquier auditorio y en cualquier circunstancia”. Aunque la palabra oratoria sugiere,
inevitablemente la concurrencia de un solo sujeto hablante, el orador, y de un público que
escucha, el auditorio; la oratoria es, igualmente, la comunicación oral que se realiza diario
en las relaciones interpersonales.”

Antonio Miguel Saad, autor experto en oratoria, nos señala: Que la comunicación
oral, si no es el único factor que integra la personalidad, si es el principal o determinante en
ella, pues de nada le sirve al hombre, ya sea profesional, ejecutivo, directivo o simple
empleado, poseer un acervo de conocimientos, sino puede entregarlos con serenidad y
bien organizados; si no es capaz, de manifestarlos como una respuesta al estímulo exterior.
Mas adelante se formula Saad las preguntas ¿Qué significa el no poder entregar con
serenidad y bien organizado nuestros pensamientos? ¿Qué entendemos por no poder
exteriorizar esos conocimientos como una respuesta al estímulo exterior?

ORATORIA, RETÓRICA Y ELOCUENCIA


“Hay tres conceptos que suelen utilizarse de forma sinónima o equivalente en que,
en pureza científica debemos distinguir.
La oratoria, es el arte de la persuasión, es decir, el adiestramiento del atleta de la palabra
que persigue, mediante el recurso de ciertas reglas y consejos, su intención de convencer
al auditorio acerca de una tesis o proposición final.
La retórica, por su parte es el estudio científico de esas reglas. También se ha denominado
tradicionalmente así a la enseñanza de esta materia.
Finalmente, la elocuencia es el fruto de lo anterior. Se trata de la virtud que caracteriza al
orador, a su facilidad para conseguir cada, vez con menor esfuerzo, llegar a ser eficaz.
Como toda virtud, se adquiere mediante el ejercicio y la experiencia.”
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GÉNEROS DE LA ORATORIA
Conforme lo establecido por el autor Muñoz Meany, citado por Escobar Cárdenas indica
que “existe una división antigua y una moderna de la oratoria, a saber:
 Antigua: Los antiguos la dividían en tres órdenes: demostrativo, deliberativo y
judicial. El demostrativo trataba de sucesos actuales, ocupándose de la alabanza
y el vituperio de las acciones de los ciudadanos; comprendía los panegíricos, las
acusaciones por crímenes contra el Estado y las oraciones fúnebres. El Deliberativo
trataba de los grandes problemas sociales que afectaban a la nación entera y cuyas
soluciones había efectuarse en un futuro más o menos próximo. En las repúblicas
griegas y en Roma correspondía ente género a la elocuencia política y parlamentaria
de nuestros días. El Judicial referíase a las acciones ya consumadas y, como su
nombre lo indica, trataba de los derechos e intereses privados ocupándose de la
acusación y de la defensa en los tribunales. El judicial corresponde a la Oratoria
forense de la actualidad.
 Moderna: La oratoria se divide, por su forma en dos clases: Expositiva y de
Polémica. En la primera, el orador se conforma con exponer sus ideas y doctrinas,
y en la segunda, además de la exposición de sus pensamientos, discute con un
contrincante, defendiendo y atacando principios.
Atendiendo a su objeto, la oratoria se divide en: política, forense, académica y
sagrada.
Oratoria Forense: “La oratoria forense comprende todos los discursos pronunciados
ante los tribunales, en defensa de la justicia y del derecho en causas civiles o
criminales”.
Oratoria Política: La oratoria política tiene una esfera de acción, amplísima,
comprendiendo los discursos pronunciados en las cámaras legislativas o
Congresos, en las asambleas populares, en las juntas de partido -meetings-, en las
conferencias internacionales, en los ayuntamientos o municipalidades, y en todos
los sitios donde se ventile intereses generales. El objeto del género político son
todos los problemas de trascendencia que se refiere a una nación, ya sea en lo que
afecte a la política interna, o a la internacional.
Oratoria académica: “La oratoria académica abarca los discursos que se pronuncian
sobre materias del arte y de la ciencia, en sociedades literarias, o científicas, como
academias y ateneos, o en centros docentes, como universidades, institutos y
escuelas. Su objeto es la exposición de las verdades y principios de la ciencia y
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del arte, para la divulgación de la cultura. En los últimos tiempos, con el desarrollo
de las ciencias, la oratoria académica ha venido a llenar una necesidad social y su
cultivo se acrecienta, respondiendo al progreso de esta época.
Oratoria sagrada: “corresponde a la oratoria sagrada los discursos que se refiere a
cuestiones religiosas y la predica tendiente a moralizar a los hombres.

El Autor Reina Reguera, citado por el autor Escobar Cárdenas agrega la oratoria
social y la comercial, a saber:
Oratoria Social: “Forman la oratoria social, todos aquellos discursos que se dicen en
ocasión de celebraciones familiares o sociales. Hay muchos acontecimientos en la
vida doméstica o familiar, que se celebran jubilosamente o con pena, en los que es
costumbre que algunos de los circunstantes, haciéndose portavoz de los demás,
diga algunas palabras. Estos acontecimientos en la vida familiar son los bautizos,
las presentaciones en sociedad, las bodas, los aniversarios. En la vida social son
las inauguraciones, las clausuras, las conmemoraciones de distintas clases, las
oraciones fúnebres.
Oratoria comercial: “Llamo oratoria comercial, aquella que se emplea para arreglar
los asuntos de esta índole. Esta clase de oratoria, no debe revestirse con las galas
del lenguaje, ni debe tener más cualidades que las de ser convincente, ágil y
oportuna. Esta clase de oratoria no se hizo para los grandes conjuntos de personas,
sino para una sola, o para un número reducido de ellas. Generalmente, cuando se
tratan los asuntos comerciales, es una sola persona, y todos los esfuerzos que se
deben hacer, van encaminados a que esta persona sea convencida por nuestros
argumentos; de allí viene la necesidad de que nosotros sepamos poco más o
menos, la clase de carácter que tiene nuestro interlocutor, para saber la clase de
argumentos que tenemos que usar para convencerlo, o para determinarlo a que se
resuelva a hacer lo que proponemos.”

CARACTERISTICAS DE LA ORATORIA
1. Según el Orador:
 Conocimiento: tener el mayor conocimiento sobre el tema que escogerá para ser
manifestado.
 Integridad: el orador debe ser íntegro.
 Confianza: el orador debe tener plena confianza de sí mismo.
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 Destreza y Habilidad: un orador debe tener destreza y habilidad frente a su público.


2. Según el punto de vista físico:
 La voz: pues definitivamente debemos de hacer uso de un adecuado timbre de
voz.
 El cuerpo del orador: tener una postura correcta, estar vestido adecuadamente y
utilizar gestos y mímicas acorde con las palabras que pronunciamos.
3. Según el punto de vista Intelectual y Emocional:
 Clara y Entendible: la oratoria se debe de manifestar de manera clara, entendible
y precisa para un mayor éxito comunicativo.
 Impactante y fácil de recordar: la oratoria necesariamente debe ser impactante
para captar la atención del público y de ésta manera les sea fácil de recordar.
 Conmovedora y Persuasiva: debe ser conmovedora, transmitir al público la
posición de tu tema tratado. Por otro lado persuasiva, porque debes convencer al
público de tus argumentos.
 Entretenida: no aburrir al auditorio.

ELEMENTOS DE LA ORATORIA
1. Elementos Principales:
 El orador: Es quien está a cargo de la elaboración, planeación y manifestación del
discurso.
 El Discurso: es el contenido, el tema a tratar.
 El Público: personas, oyentes que conforman el auditorio.
2. Elementos Secundarios:
 Las Pausas: el uso correcto de este elemento permitirá un mejor entendimiento
por parte de los oyentes.
 La Dramatización: dramatizar con mucho énfasis, esto permitirá una mejor
expresión.

IMPORTANCIA DE HABLAR EN PÚBLICO


José Dávalos, citado por Rubén Bonifaz Nuño, en su obra Oratoria indica:
La palabra es vanguardia de toda acción. Las grandes acciones, las que transforman de
raíz, espíritus, hombres y estructuras, son suma de muchas voluntades hilvanadas por la
palabra.
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La oratoria es el arte de transmitir ideas por medio de la palabra. Ideas de denuncia, ideas
de transformación, ideas de convicción, ideas de compromiso, ideas de esperanza, ideas
que son espejo del alma del orador.

Por lo general juzgamos a las personas por su apariencia personal y por la forma en que
se expresan. Impactan la recia presencia y la transparente elocuencia. El rio impresiona
por la fuerza con que rompe las peñas y por el canto de cascabeles con el que baja de la
montaña.
Debemos pensar en la satisfacción, en el placer y en los beneficios que nos brindará el
ejercicio de esta nueva capacidad. Hay un encanto mágico en este arte; plantarse frente
a un auditorio y que ese auditorio ponga atención a lo que decimos. La confianza que nos
a dará en nosotros mismo, poder hablar y convencer a la gente.

Transmitir ideas por medio de la palabra no es ejercicio vano ni vacío pasatiempo; es un


quehacer trascendente, un excelente medio de contribuir al desarrollo progresivo de la
sociedad, al fortalecimiento de la comunidad y a la realización plena del hombre.

Hablar en público ciertamente es un privilegio, pero también es un compromiso. La


capacidad del orador de levantar, encausar voluntades, lo convierte en líder, en guía. Esta
es la proyección de la oratoria; esta es la responsabilidad social del orador. Vivimos en una
sociedad en la que faltan líderes.

Todos podemos desarrollar nuestras dotes, nuestras cualidades innatas, latentes, si


tenemos verdadero deseo de hacerlo. Aprovechas las cualidades naturales y desarrollar
con perseverancia las potencialidades que poseemos en ciernes, en proceso de formación;
es el eterno proceso del hombre, por acabarse de hacer del cuerpo y del alma.

Hemos de poner mucho cuidado en el cultivo de estas cualidades; la elocuencia es un don


hermoso y frágil como el cristal; su peor enemigo es la ociosidad.

El orador nace y también se hace. Hablar bien en público es un don que está al alcance de
cualquier ser humano. Las cualidades básicas para ser orador son las siguientes: a) no
estar privado del habla, no ser mudo, b) tener sentido común, que es el mejor repartido del
mundo, c) hablar con propiedad del idioma, d) querer ser orador; una voluntad
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inquebrantable hará caer todos los obstáculos y voluntad, y e) respaldar lo que se dice con
lo que se hace.

Ante la falta de seguridad en nosotros, no pensemos que el nuestro es un caso anormal,


patológico, el temor nace de la falta de experiencia, que solo se adquiere sumando
vivencias felices y superando fracasos.

Cicerón dijo, hace dos mil años, que todo discurso público de verdadero mérito se
caracteriza por la nerviosidad. Que no podemos sentir y decir nosotros.

Frente al auditorio procedamos con confianza; al principio de serenidad puede ser aparente,
luego será real. Recordemos cuando éramos niños cómo vencíamos el miedo si teníamos
que cruzar un espacio obscuro.
El orador a de dominar la acción y el sentimiento. La acción está bajo el imperio directo de
la voluntad, indirectamente regularemos el sentimiento.

Hay que preparar de antemano lo que se va a decir; no podemos estar tranquilos si no


sabemos lo que vamos a exponer. El dominio del tema imprime autoridad a las palabras.
Cuando disertamos sobre algo vivido, sobre algo que proviene de lo más profundo del
espíritu, cuando el discurso es la carne y los huesos del orador, no puede haber fracaso.

Cuando tengamos algo importante que decir, pongámonos de pie; digámoslo enseguida,
con valor, con precisión y con sencillez, luego sentémonos.
La crisis general que padecemos también se manifiesta en la desconfianza sobre la validez
de la palabra. Ganemos credibilidad, hablemos con franqueza y con naturalidad.

Practicar, practicar, practicar. Esto es lo más importante para adquirir confianza en la


impensada capacidad que brota de la experiencia. A nadar se aprende nadando, a hablar
hablando.

En la práctica es conveniente hablar ante un compañero, ante amigos, ante una


videograbadora. Grabemos el discurso una y otra vez para escuchar nuestra voz, ver
nuestros ademanes y nuestro gesto. Esto nos permitirá corregir errores.
Acostumbrémonos a mirar a los ojos de nuestro auditorio.
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La palabra es germen de acción. Toda acción antes fue palabra. Primero es palabra o
nunca será nada.”

ORATORIA FORENSE

PERSUASIÓN O EL PROPÓSITO FINAL


Según Escobar Cárdenas este puede definirse como: “un proceso destinado a
cambiar de una persona (o de un grupo) la actitud o comportamiento hacia algún evento,
idea, objeto o persona (s) mediante el uso de palabras escritas o habladas para transmitir
información, sentimientos, razonamientos, o una combinación de los mismos. Con las
razones que uno expresa oralmente, la persuasión, induce, mueve u obliga a otro a creer o
hacer una cosa. Así a través de la persuasión, tratamos de que el entendimiento de otras
personas se incline hacia la idea que proponemos para, de esta forma, conseguir que la
idea penetre en la voluntad de aquellas.”

LA ELOCUENCIA: EL TALENTO DE PERSUADIR


Escobar Cárdenas lo define como el “talento o facultad de expresarse de modo
eficaz a fin de deleitar, conmover, y persuadir empleando para ello la palabra hablada o
escrita o sirviéndose de gestos, ademanes o cualquier otra acción o recurso expresivo. No
puede confundirse con la oratoria. Como señala MAJADA entre una y otra hay la misma
distinción que entre cuerpo y alma, porque la elocuencia es el alma que alienta y da vida al
cuerpo de la oratoria.”

LA RETÓRICA O LA PRECEPTIVA EN EL USO DE LAS REGLAS


Ésta es definida por Escobar Cárdenas como: “El arte de bien decir, de dar al
lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover. La
retórica, como disciplina, es considerada como el arte de la elocuencia, constituyendo todo
un conjunto de reglas, preceptos y principios que rigen toda composición o discurso, pieza
que se propone influir en la opinión del público o en los sentimientos de la gente.”

ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ORATORIA FORENSE


Rolando Alfaro indica con relación a los antecedentes históricos que:
“La oratoria forense, conocida también como oratoria judicial, no aparece en la antigüedad,
ello se debe a que los monarcas centralizaban en tal forma las funciones de poder, que
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ejercían por sí mismos la justicia y sus fallos; éstos eran inapelables. Como no había leyes
escritas ni se reconocía a los súbditos derecho alguno, la elocuencia no tenía ningún papel,
porque las sentencias sólo dependían del criterio y de la voluntad del soberano.

Sigue exponiendo el citado autor que: Grecia y luego Roma, son los primeros
estados donde florecía la oratoria florense. Pero Ambas repúblicas, el género forense se
confundía a menudo con el político, debido a las estrechas relaciones que existían entre la
política y el foro, y a las circunstancias de que los más grandes oradores cultivaron
indistintamente ambos géneros.

Además, el citado autor expone al respecto: Grecia tuvo legisladores, como licurgo
y solón, que fueron los primeros en establecer normas jurídicas para Esparta y Atenas. El
más antiguo de los oradores forenses de Grecia fue Antifon, célebre abogado que grabo en
su puerta una inscripción que decía: Aquí se consuela a los desgraciados. Más tarde, Licias,
Andocides, Iseo, el maestro Demóstenes y Sócrates, dieron prestigio al foro de Atenas.
Este género llega a su perfección con Demóstenes, quien además de su elocuencia de
tribuno, tuvo dotes extraordinarios como abogado, demostrándolo al comenzar su carrera
a los diecisiete años de edad, en la acusación que formulo contra sus tutores y más tarde
en el famoso proceso de la corona que ganó a Esquines.

En el ámbito histórico, también es importante determinar lo siguiente según el


mencionado autor: Marco tulio Cicerón, desde joven se dedicó al estudio profundo de la
lengua y la filosofía bases indispensables para su posterior desarrollo. Estos estudios y la
continua atención a los oradores más importantes que intervenían en las sesiones del
senado, iban poniendo los cimientos de su obra. Su primera intervención de la que tenemos
noticia cierta, fue frente al más afamado orador de su tiempo, Q. Hortensio Hortalo, al que
en principio se esforzaba en imitar, le reporto escaso éxito. Pero en la defensa de Sexto
Rocio al año siguiente alcanza Cicerón su primer triunfo. La verdadera carrera oratoria y
política de Marco Tulio Cicerón empieza en el año 71 antes de Cristo, cuando los sicilianos
le encargan la acusación contra Verrez. Con ella logró un clamoroso triunfo. Al segundo
discurso consiguió que el acusado se exiliara voluntariamente y que su defensor, Hortencio,
se retirara. Su mérito es a todas luces, muy grande. No olvidemos que Verres era nombre
y que eran muchos los miembros de la nobleza interesados en que no se descubrieran los
robos que llevó a cabo aprovechándose de su mandato. Aunque con los dos primeros –la
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Divinatio in Q. Caecilium y la Actio prima in Verrem – quedo concluida la vista, Cicerón


escribió y publicó los que le hubieran seguido. En ellos da muestra de sus cualidades
oratorias. Son piezas fundamentales por sus demostraciones contundentes, por el celo en
la acusación y por los principios que defienden.”

DEFINICION DE LA ORATORIA FORENSE


El Autor Escobar Cárdenas haciendo mención del concepto y definición de oratoria
Forense indica: “Es aquella que se emplea en los tribunales, con el objeto de obtener de
los jueces, la condenación o la absolución de una o más personas en una demanda de
cualquier especie que sea. Esta clase de oratoria debe estar reforzada por un amplio
conocimiento de la legislación. El orador forense debe tratar desde luego de disponer a los
jueces en su favor. La primera de las cosas que tratara es de obtener su benevolencia,
estudiar cual es la situación de su ánimo con relación al caso que tienen que resolver. Si
están impresionados a su favor, todos los esfuerzos deben tender a confirmarlos en esta
disposición, y si no lo están debe pugnar por hacer valer sus argumentos, con el mayor
número de reflexiones o de justicia, según convenga el caso de que se trate.”
“La oratoria forense comprende todos los discursos pronunciados ante los
tribunales, en defensa de la justicia y del derecho en causas civiles o criminales.”

Por su parte, Manuel Ossorio en su diccionario define Forense como: “Lo que
concierne al foro, a los tribunales y sus audiencias, por extensión, lo jurídico en general. En
simultaneo indica que foro es el conjunto de los abogados que ejercen su profesión ante
los tribunales de justicia, pudiendo estar o no agrupados en colegios profesionales, según
se haya establecido la colegiación obligatoria o libre”.

El Diccionario del Derecho Usual, de Guillermo Cabanellas, define Oratoria Forense


como: “es la exigida práctica ante los tribunales de justicia, en las audiencias en que esta
lista para sentencia la causa, las partes, o con mayor frecuencia sus letrados, donde se
resumen ante un juez o magistrados, los hechos, las pruebas y los fundamentos de
Derecho, que apoyan su tesis y su petición de condena o absolutoria”.

OBJETIVO DE LA ORATORIA FORENSE


“El objetivo de la oratoria forense según Rolando Alfaro es la aplicación de las
disposiciones abstractas y generales de la ley, a un caso concreto y determinado. La
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interpretación del contenido y tendencias de las leyes, es decir, de su espíritu, constituye la


materia sobre la que versan los discursos del foro.

En síntesis, el orador tiene por misión hacer un análisis del caso que se le ha
confiado, y luego sugerir la forma en que la ley debe aplicarse, actuando sobre los jueces
de manera convincente, por medio de la fuerza lógica de las pruebas. La elocuencia del
abogado debe ser más serena y templada que la de cualquier otro orador, pues sus
palabras han de influir más sobre la razón y la inteligencia de los jueces, que sobre su
imaginación y sensibilidad.”

IMPORTANCIA DE LA ORATORIA FORENSE


“Se hace de suma importancia la oratoria jurídica en virtud de que no basta hablar
bonito, si no que en argumentación no importa hablar bonito o tener dulce voz, sino el saber
transmitir el tipo de argumentación el tipo de argumentación que estoy empleando, en ese
orden de ideas, tampoco basta con tener todos los conocimientos de la teoría del delito o
conocimientos jurídicos en sí sino más bien, cómo lo voy a hacer saber al otro, cómo voy a
armar mi estructura del lenguaje para hacerlo saber al emisor.”

CARACTERISTICAS DE LA ORATORIA FORENSE


Según Efraín Enrique Escobar Cárdenas “la oratoria se caracteriza por diversas
notas que la hacen un género perfectamente diferenciado:
1º. Tiene un carácter eminentemente funciona, puesto que la tarea de persuadir y
convencer al orados se lleva a cabo en función de un resultado pretendido que coincide con
el fallo de la sentencia postulada. De ahí que el abogado, deberá analizar tanto la prueba
de los hechos como los preceptos legales, doctrina y jurisprudencia aplicables, y una vez
encauzados al propósito pretendido, comunicar con precisión y eficacia.”
2º. El auditorio al que se dirige el orador es un Juez o un Tribunal de Justicia, auditorio que
lejos de ser un sujeto pasivo de la comunicación, interviene activamente en el proceso al
influir y condicionar la actuación oratoria. A mayor abundamiento, es un auditorio
difícilmente sugestionable, en el que el conocimiento y la experiencia constituyen un
elemento necesario.
3º. La oratoria forense en un proceso eminentemente, dialéctico, en el que predomino la
exposición de las tesis y antítesis, argumentaciones y refutaciones, en un debate judicial en
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el que la oratoria deberá emplear las armas con rigor y eficacia con el objeto de lograr hacer
prevalecer nuestra tesis en el proceso contradictorio.”

QUE ES UN ORADOR
Rolando Alfaro la define como: “persona que habla en público para persuadir a los
oyentes o mover su ánimo. Dícese en sentido absoluto, del que por su naturaleza y estudio
posee las cualidades que lo hace apto para lograr los fines de la oratoria: motivar, persuadir,
convencer o enaltecer. Puede decirse que orador es el que puede abrir alguna de las cuatro
puertas que hay en el hombre: la del corazón, para motivarlo; la de la voluntad, para
persuadirlo; la de la inteligencia, para convencerlo; y la de la imaginación, para enaltecerlo.”

CONDUCTA DEL ORADOR FORENSE


Citando él a varios autores, Rolando Alfaro indica que:
“Resulta imperioso destacar con la doctrina y los análisis que el orador forense, además del
talento oratorio, necesita sólidos conocimientos en el derecho y, sobre todo, conocer a
fondo las leyes del país y el ramo en que se haya especializado.
En general, la ilustración del abogado ha de versar sobre las materias más importantes de
la carrera del foro: derecho constitucional, civil, penal, mercantil, procesal, ambiental, y las
ramas que se relacionan con ellas como la criminología, la antropología, la sociología, etc.
A estas, como puede verse, hemos agregado la del derecho ambiental.

Por otro lado, condición necesaria para el orador forense es poseer sentido jurídico, o sea
un criterio lógico, un sentido de orientación por el cual se acierta a resolver los casos en
apariencia más obscuros, interpretando con exactitud el espíritu de las leyes.

El abogado debe gozar de prestigio, aun en su vida privada, por relevantes prendas de
honradez y dignidad. En el pleito que defiende ha de estar animado de buena fe y mostrar
desinterés y abnegación, no haciéndose cargo de causas de cuya injusticia esté
convencido. Su elocuencia, dice Quintiliano, ha de ser el asilo de la virtud; un puerto de
salvación abierto a todos, excepto a los piratas.”

CUALIDADES DEL ORADOR EN LA ORATORIA FORENSE


Autores como Rolando Alfaro coinciden en señalar que el orador necesita un
conjunto de condiciones, a saber: físicas, intelectuales y morales.
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Las físicas comprenden: La presencia, la voz y la acción.

El orador cuando su presencia es noble y majestuosa, puede decirse que conquista el


respeto y la simpatía del auditorio desde que sube a la tribuna.

Claro que hay oradores de gran porte, voz sonora, agradable, sugestiva y subyugante.
Estos atributos, si conoce y domina el arte de hablar en público, encuentra un camino fácil
para motivar, persuadir, convencer y enaltecer.

Además resulta, necesaria la presentación y la posición o actuación en la tribuna. El


expositor en tribuna está expuesto a la continua observación y análisis de los oyentes; por
ello, con su sola presencia debe causar una grata impresión. Esto se deriva de la
presentación implacable de su persona, es decir: a) vestido en forma discreta, de acuerdo
con la ubicación, sin colores ni hechuras extravagantes, el saco abotonado, los bolsillos sin
objetos luminosos que deformen el equilibrio del atuendo. b) calzado bien lustrado, persona
bien aseada, bien peinada, rasurado, corbata en su lugar. C) en cuanto a las damas, se
les recomienda, dentro de su presentación, que su maquiaje y peinado sean discretos. Y
más si lo trasladamos al campo jurídico, en verdad, la justicia debe ser tratada con la mayor
limpieza del caso, sea espiritual, sea materialmente hablando, pues da muy mala impresión
aquel abogado mal vestido y con poco cuidado de su persona.

La ultima característica de la condición física es la acción, entendiéndose ésta como la


actuación integrada con el gesto y ademanes que deben estar acordes con el pensamiento,
puesto que con los ademanes el orador afirma, sugiere, prolonga y arrastra.

El novel de la oratoria, para adquirir este equilibro mental y corpóreo, debe saber lo que le
gusta al público; sabiéndolo y preparándose no tiene razón para llegar con los nervios
excitados e inseguro ante su auditorio. La doctrina señala que, escuelas especializadas
han realizado encuestas en favor de los estudiantes del arte de hablar en público. De ello
se dedujo que el público exige, en orden decreciente, que el orador:
a) Use un lenguaje sencillo.
b) Conozca el tema.
c) Sea consciente del tiempo
d) Sea fácil de seguir
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e) Sea sincero y entusiasta.

Asimismo, debemos tomar en consideración las cualidades intelectuales del orador, que
precisan: La inteligencia, sensibilidad, imaginación y memoria.

La inteligencia, en la oratoria, no solo tiene derecho al talento excepcional o la genialidad:


hay lugar también para la inteligencia media o el sentido común, puesto que no toda la
oratoria es científica. Pero con la Sensibilidad se conmueve, porque es la razón del
corazón. El secreto de la sensibilidad está en el amor a las personas y a las cosas. Este
sentimiento es el que despierta, en las almas del público oyente, simpatía, generosidad,
patriotismo, fe, piedad, clemencia, compasión.

La imaginación es crear, hacer de lo trillado algo novedoso, buscando nuevas formas, con
imaginación el orador transforma lo cotidiano en eterno, lo relativo en absoluto.
Conviene destacar a importancia de la memoria, pues un orador de excelente memoria
tiene asegurado, en cualquier momento, el venero de ideas que puede necesitar para
elaborar un buen discurso. La memoria es la bodega del orador, donde se almacenan las
riquezas que ofrecerá en un momento determinado.

Y según Miguel Saad citado por Rolando Alfaro y lo que es más profundo que debe poseer
el orador: las cualidades morales, que coinciden en la doctrina en cuanto a sus efectos,
ya que aquel debe ser un hombre de profunda moralidad. Las cualidades morales
comprenden: La honradez, buenas costumbres, entereza y carácter. Por su parte
Quintiliano enumero las cuatro principales virtudes: probidad, benevolencia, modestia y
prudencia, cumplir con estos requisitos es llegar al triunfo permanente que ambiciona todo
orador, ya sea principiante o con experiencia. A estas cualidades debemos sumar las
siguientes, especiales para el orador forense: a) entendimiento claro y agudo; b) solido
conocimiento de las leyes; educación filosófico-jurídica; d) amor a la justicia.”
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CONCLUSIONES

1. Oratoria es el arte de hablar en público para convencer y persuadir. Partiendo


de que convencer es lograr con razones la aceptación de una verdad,
mientras que persuadir, el dominio de la voluntad para impulsar hacia la
realización de algo.

2. La oratoria no es solo oralidad, involucra una cantidad de técnicas y principios


que nos permiten expresarnos de forma clara ante un público.

3. La finalidad de la oratoria es transmitir un mensaje de forma clara, coherente,


sin miedos y con desenvoltura, cuyo objetivo es poder convencer con
nuestras palabras a los oyentes.

4. La Oratoria forense, tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica, es


utilizada en exclusiva, en el ámbito Judicial para exponer con claridad y
precisión lo argumentos de los Abogados, Fiscales y Jueces.

5. El objetivo de la oratoria forense es la aplicación de las disposiciones


abstractas y generales de la ley, a un caso concreto y determinado.

6. En la misión de la oratoria forense, el orador tiene por objetivo hacer un


análisis del caso que se le ha confiado, y sugerir la forma en que la ley debe
aplicarse, actuando con su argumentación sobre los jueces de manera
convincente, por medio de la fuerza lógica de las pruebas.
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BIBLIOGRAFIA

1. Alfaro A. Rolando. Oratoria Forense. Guatemala. Tomo I. Guatemala. 2010.


Editorial Oscar de León Palacios

2. Cabanellas, Guillermo. Diccionario del Derecho Usual.

3. Dávalos, José. Prólogo de Rubén Bonifaz Nuño. Oratoria. Editorial Porrúa,


México. 2010.

4. Escobar Cárdenas, Fredy Enrique. Oratoria Forense (Litigación Penal).


Primera edición, Guatemala, mayo 2015. Editorial: MAGNA TERRA
EDITORES.

5. Escobar Cárdenas, Fredy Enrique. Oratoria Forense. Tercera edición, San


Marcos Guatemala C.A. Photo Public S.A.

6. Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales.


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