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SEDE HUEHUETENANGO
TEMA
ORATORIA Y ORATORIA FORENSE
ESTUDIANTES:
MARZO DE 2023
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INTRODUCCION
ORATORIA
de Utica, Craso, Hortensio y Quintiliano, figuras del foro romano que palidecen ante
la gloria de Marco Tulio Cicerón.
DEFINICION DE LA ORATORIA
La Oratoria es definida por el Autor Fredy Enrique Escobar Cárdenas como: “El arte
de hablar con elocuencia; es decir, de expresarse eficazmente mediante la palabra hablada,
ante cualquier auditorio y en cualquier circunstancia”. Aunque la palabra oratoria sugiere,
inevitablemente la concurrencia de un solo sujeto hablante, el orador, y de un público que
escucha, el auditorio; la oratoria es, igualmente, la comunicación oral que se realiza diario
en las relaciones interpersonales.”
Antonio Miguel Saad, autor experto en oratoria, nos señala: Que la comunicación
oral, si no es el único factor que integra la personalidad, si es el principal o determinante en
ella, pues de nada le sirve al hombre, ya sea profesional, ejecutivo, directivo o simple
empleado, poseer un acervo de conocimientos, sino puede entregarlos con serenidad y
bien organizados; si no es capaz, de manifestarlos como una respuesta al estímulo exterior.
Mas adelante se formula Saad las preguntas ¿Qué significa el no poder entregar con
serenidad y bien organizado nuestros pensamientos? ¿Qué entendemos por no poder
exteriorizar esos conocimientos como una respuesta al estímulo exterior?
GÉNEROS DE LA ORATORIA
Conforme lo establecido por el autor Muñoz Meany, citado por Escobar Cárdenas indica
que “existe una división antigua y una moderna de la oratoria, a saber:
Antigua: Los antiguos la dividían en tres órdenes: demostrativo, deliberativo y
judicial. El demostrativo trataba de sucesos actuales, ocupándose de la alabanza
y el vituperio de las acciones de los ciudadanos; comprendía los panegíricos, las
acusaciones por crímenes contra el Estado y las oraciones fúnebres. El Deliberativo
trataba de los grandes problemas sociales que afectaban a la nación entera y cuyas
soluciones había efectuarse en un futuro más o menos próximo. En las repúblicas
griegas y en Roma correspondía ente género a la elocuencia política y parlamentaria
de nuestros días. El Judicial referíase a las acciones ya consumadas y, como su
nombre lo indica, trataba de los derechos e intereses privados ocupándose de la
acusación y de la defensa en los tribunales. El judicial corresponde a la Oratoria
forense de la actualidad.
Moderna: La oratoria se divide, por su forma en dos clases: Expositiva y de
Polémica. En la primera, el orador se conforma con exponer sus ideas y doctrinas,
y en la segunda, además de la exposición de sus pensamientos, discute con un
contrincante, defendiendo y atacando principios.
Atendiendo a su objeto, la oratoria se divide en: política, forense, académica y
sagrada.
Oratoria Forense: “La oratoria forense comprende todos los discursos pronunciados
ante los tribunales, en defensa de la justicia y del derecho en causas civiles o
criminales”.
Oratoria Política: La oratoria política tiene una esfera de acción, amplísima,
comprendiendo los discursos pronunciados en las cámaras legislativas o
Congresos, en las asambleas populares, en las juntas de partido -meetings-, en las
conferencias internacionales, en los ayuntamientos o municipalidades, y en todos
los sitios donde se ventile intereses generales. El objeto del género político son
todos los problemas de trascendencia que se refiere a una nación, ya sea en lo que
afecte a la política interna, o a la internacional.
Oratoria académica: “La oratoria académica abarca los discursos que se pronuncian
sobre materias del arte y de la ciencia, en sociedades literarias, o científicas, como
academias y ateneos, o en centros docentes, como universidades, institutos y
escuelas. Su objeto es la exposición de las verdades y principios de la ciencia y
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del arte, para la divulgación de la cultura. En los últimos tiempos, con el desarrollo
de las ciencias, la oratoria académica ha venido a llenar una necesidad social y su
cultivo se acrecienta, respondiendo al progreso de esta época.
Oratoria sagrada: “corresponde a la oratoria sagrada los discursos que se refiere a
cuestiones religiosas y la predica tendiente a moralizar a los hombres.
El Autor Reina Reguera, citado por el autor Escobar Cárdenas agrega la oratoria
social y la comercial, a saber:
Oratoria Social: “Forman la oratoria social, todos aquellos discursos que se dicen en
ocasión de celebraciones familiares o sociales. Hay muchos acontecimientos en la
vida doméstica o familiar, que se celebran jubilosamente o con pena, en los que es
costumbre que algunos de los circunstantes, haciéndose portavoz de los demás,
diga algunas palabras. Estos acontecimientos en la vida familiar son los bautizos,
las presentaciones en sociedad, las bodas, los aniversarios. En la vida social son
las inauguraciones, las clausuras, las conmemoraciones de distintas clases, las
oraciones fúnebres.
Oratoria comercial: “Llamo oratoria comercial, aquella que se emplea para arreglar
los asuntos de esta índole. Esta clase de oratoria, no debe revestirse con las galas
del lenguaje, ni debe tener más cualidades que las de ser convincente, ágil y
oportuna. Esta clase de oratoria no se hizo para los grandes conjuntos de personas,
sino para una sola, o para un número reducido de ellas. Generalmente, cuando se
tratan los asuntos comerciales, es una sola persona, y todos los esfuerzos que se
deben hacer, van encaminados a que esta persona sea convencida por nuestros
argumentos; de allí viene la necesidad de que nosotros sepamos poco más o
menos, la clase de carácter que tiene nuestro interlocutor, para saber la clase de
argumentos que tenemos que usar para convencerlo, o para determinarlo a que se
resuelva a hacer lo que proponemos.”
CARACTERISTICAS DE LA ORATORIA
1. Según el Orador:
Conocimiento: tener el mayor conocimiento sobre el tema que escogerá para ser
manifestado.
Integridad: el orador debe ser íntegro.
Confianza: el orador debe tener plena confianza de sí mismo.
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ELEMENTOS DE LA ORATORIA
1. Elementos Principales:
El orador: Es quien está a cargo de la elaboración, planeación y manifestación del
discurso.
El Discurso: es el contenido, el tema a tratar.
El Público: personas, oyentes que conforman el auditorio.
2. Elementos Secundarios:
Las Pausas: el uso correcto de este elemento permitirá un mejor entendimiento
por parte de los oyentes.
La Dramatización: dramatizar con mucho énfasis, esto permitirá una mejor
expresión.
La oratoria es el arte de transmitir ideas por medio de la palabra. Ideas de denuncia, ideas
de transformación, ideas de convicción, ideas de compromiso, ideas de esperanza, ideas
que son espejo del alma del orador.
Por lo general juzgamos a las personas por su apariencia personal y por la forma en que
se expresan. Impactan la recia presencia y la transparente elocuencia. El rio impresiona
por la fuerza con que rompe las peñas y por el canto de cascabeles con el que baja de la
montaña.
Debemos pensar en la satisfacción, en el placer y en los beneficios que nos brindará el
ejercicio de esta nueva capacidad. Hay un encanto mágico en este arte; plantarse frente
a un auditorio y que ese auditorio ponga atención a lo que decimos. La confianza que nos
a dará en nosotros mismo, poder hablar y convencer a la gente.
El orador nace y también se hace. Hablar bien en público es un don que está al alcance de
cualquier ser humano. Las cualidades básicas para ser orador son las siguientes: a) no
estar privado del habla, no ser mudo, b) tener sentido común, que es el mejor repartido del
mundo, c) hablar con propiedad del idioma, d) querer ser orador; una voluntad
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inquebrantable hará caer todos los obstáculos y voluntad, y e) respaldar lo que se dice con
lo que se hace.
Cicerón dijo, hace dos mil años, que todo discurso público de verdadero mérito se
caracteriza por la nerviosidad. Que no podemos sentir y decir nosotros.
Frente al auditorio procedamos con confianza; al principio de serenidad puede ser aparente,
luego será real. Recordemos cuando éramos niños cómo vencíamos el miedo si teníamos
que cruzar un espacio obscuro.
El orador a de dominar la acción y el sentimiento. La acción está bajo el imperio directo de
la voluntad, indirectamente regularemos el sentimiento.
Cuando tengamos algo importante que decir, pongámonos de pie; digámoslo enseguida,
con valor, con precisión y con sencillez, luego sentémonos.
La crisis general que padecemos también se manifiesta en la desconfianza sobre la validez
de la palabra. Ganemos credibilidad, hablemos con franqueza y con naturalidad.
La palabra es germen de acción. Toda acción antes fue palabra. Primero es palabra o
nunca será nada.”
ORATORIA FORENSE
ejercían por sí mismos la justicia y sus fallos; éstos eran inapelables. Como no había leyes
escritas ni se reconocía a los súbditos derecho alguno, la elocuencia no tenía ningún papel,
porque las sentencias sólo dependían del criterio y de la voluntad del soberano.
Sigue exponiendo el citado autor que: Grecia y luego Roma, son los primeros
estados donde florecía la oratoria florense. Pero Ambas repúblicas, el género forense se
confundía a menudo con el político, debido a las estrechas relaciones que existían entre la
política y el foro, y a las circunstancias de que los más grandes oradores cultivaron
indistintamente ambos géneros.
Además, el citado autor expone al respecto: Grecia tuvo legisladores, como licurgo
y solón, que fueron los primeros en establecer normas jurídicas para Esparta y Atenas. El
más antiguo de los oradores forenses de Grecia fue Antifon, célebre abogado que grabo en
su puerta una inscripción que decía: Aquí se consuela a los desgraciados. Más tarde, Licias,
Andocides, Iseo, el maestro Demóstenes y Sócrates, dieron prestigio al foro de Atenas.
Este género llega a su perfección con Demóstenes, quien además de su elocuencia de
tribuno, tuvo dotes extraordinarios como abogado, demostrándolo al comenzar su carrera
a los diecisiete años de edad, en la acusación que formulo contra sus tutores y más tarde
en el famoso proceso de la corona que ganó a Esquines.
Por su parte, Manuel Ossorio en su diccionario define Forense como: “Lo que
concierne al foro, a los tribunales y sus audiencias, por extensión, lo jurídico en general. En
simultaneo indica que foro es el conjunto de los abogados que ejercen su profesión ante
los tribunales de justicia, pudiendo estar o no agrupados en colegios profesionales, según
se haya establecido la colegiación obligatoria o libre”.
En síntesis, el orador tiene por misión hacer un análisis del caso que se le ha
confiado, y luego sugerir la forma en que la ley debe aplicarse, actuando sobre los jueces
de manera convincente, por medio de la fuerza lógica de las pruebas. La elocuencia del
abogado debe ser más serena y templada que la de cualquier otro orador, pues sus
palabras han de influir más sobre la razón y la inteligencia de los jueces, que sobre su
imaginación y sensibilidad.”
el que la oratoria deberá emplear las armas con rigor y eficacia con el objeto de lograr hacer
prevalecer nuestra tesis en el proceso contradictorio.”
QUE ES UN ORADOR
Rolando Alfaro la define como: “persona que habla en público para persuadir a los
oyentes o mover su ánimo. Dícese en sentido absoluto, del que por su naturaleza y estudio
posee las cualidades que lo hace apto para lograr los fines de la oratoria: motivar, persuadir,
convencer o enaltecer. Puede decirse que orador es el que puede abrir alguna de las cuatro
puertas que hay en el hombre: la del corazón, para motivarlo; la de la voluntad, para
persuadirlo; la de la inteligencia, para convencerlo; y la de la imaginación, para enaltecerlo.”
Por otro lado, condición necesaria para el orador forense es poseer sentido jurídico, o sea
un criterio lógico, un sentido de orientación por el cual se acierta a resolver los casos en
apariencia más obscuros, interpretando con exactitud el espíritu de las leyes.
El abogado debe gozar de prestigio, aun en su vida privada, por relevantes prendas de
honradez y dignidad. En el pleito que defiende ha de estar animado de buena fe y mostrar
desinterés y abnegación, no haciéndose cargo de causas de cuya injusticia esté
convencido. Su elocuencia, dice Quintiliano, ha de ser el asilo de la virtud; un puerto de
salvación abierto a todos, excepto a los piratas.”
Claro que hay oradores de gran porte, voz sonora, agradable, sugestiva y subyugante.
Estos atributos, si conoce y domina el arte de hablar en público, encuentra un camino fácil
para motivar, persuadir, convencer y enaltecer.
El novel de la oratoria, para adquirir este equilibro mental y corpóreo, debe saber lo que le
gusta al público; sabiéndolo y preparándose no tiene razón para llegar con los nervios
excitados e inseguro ante su auditorio. La doctrina señala que, escuelas especializadas
han realizado encuestas en favor de los estudiantes del arte de hablar en público. De ello
se dedujo que el público exige, en orden decreciente, que el orador:
a) Use un lenguaje sencillo.
b) Conozca el tema.
c) Sea consciente del tiempo
d) Sea fácil de seguir
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Asimismo, debemos tomar en consideración las cualidades intelectuales del orador, que
precisan: La inteligencia, sensibilidad, imaginación y memoria.
La imaginación es crear, hacer de lo trillado algo novedoso, buscando nuevas formas, con
imaginación el orador transforma lo cotidiano en eterno, lo relativo en absoluto.
Conviene destacar a importancia de la memoria, pues un orador de excelente memoria
tiene asegurado, en cualquier momento, el venero de ideas que puede necesitar para
elaborar un buen discurso. La memoria es la bodega del orador, donde se almacenan las
riquezas que ofrecerá en un momento determinado.
Y según Miguel Saad citado por Rolando Alfaro y lo que es más profundo que debe poseer
el orador: las cualidades morales, que coinciden en la doctrina en cuanto a sus efectos,
ya que aquel debe ser un hombre de profunda moralidad. Las cualidades morales
comprenden: La honradez, buenas costumbres, entereza y carácter. Por su parte
Quintiliano enumero las cuatro principales virtudes: probidad, benevolencia, modestia y
prudencia, cumplir con estos requisitos es llegar al triunfo permanente que ambiciona todo
orador, ya sea principiante o con experiencia. A estas cualidades debemos sumar las
siguientes, especiales para el orador forense: a) entendimiento claro y agudo; b) solido
conocimiento de las leyes; educación filosófico-jurídica; d) amor a la justicia.”
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CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA