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PS305: Psicología
3 de marzo de 2023
Dimensiones del ser humano
En primera instancia, para comprender cuáles son las dimensiones que conforman al ser
humano como individuo cabal, pleno y completo, es oportuno enfatizar sobre la conceptualización de la
existencia del mismo; de igual modo, Heidegger define que la existencia es la posibilidad de referirse a
cierto modo de ser, el cual encaja con el ser de ser- ahí, que es poder ser, por lo tanto,
El ser- ahí o ser humano está siempre relacionándose con los entes externos, integrándolos en
sus propios sentimientos o estados de ánimo (Stimmung), comprendiendo y realizando con ellos parajes
abriendo posibilidades, proyectando, existiendo y erigiendo el mundo que forma parte de su propio ser.
De la misma manera, se plantea que las dimensiones del ser humano son diferentes ámbitos de
existencia de la vida humana, en otras palabras, son demarcaciones que funcionan de cierto modo de
manera holística con el fin de comprender a cada individuo como un ser humano potencialmente
íntegro, conjuntamente, la naturaleza del ser humano abarca los ámbitos biológicos, psicológicos y
sociales, por ello, se considera que éste es un ser biopsicosocial. Lo ideal es que el ser humano pueda
individual e, incluso, fomentará el desarrollo global de la especie, dado que se promoverá el progreso.
Dentro de la naturaleza biopsicosocial del ser humano, pueden encontrarse otras dimensiones que
corroboran la predisposición que tienen los hombres y mujeres para enfrentarse a distintas situaciones.
Siguiendo en este razonamiento, las dimensiones son áreas de la vida del ser humano que pueden ser
entendidas como engranajes que conforman parte esencial de lo que somos y construyen de tal manera
nuestra existencia, en síntesis, son las que conforman la complejidad del ser humano, cuyo propósito es
mismo tiempo. Los seres humanos, no poseen unas dimensiones fijas o estables, puesto que estos van
cambiando, van creciendo o en consecuencia van decreciendo según su desarrollo. En ese contexto, las
dimensiones del ser humano se clasifican en: física, social, espiritual, cognitiva, comunicativa, estética,
emocional y ética. Con esto, podemos empezar a entenderlas a cada una por separado. En primer lugar,
la dimensión física hace referencia a nuestra existencia de manera singular, es decir, a eso que
tradicionalmente entendemos como nuestro cuerpo mismo, separado de nuestra mente y de nuestro
espíritu. Por ende, se sobre entiende que forman parte de ésta nuestros aspectos más básicos tales
como la satisfacción de nuestras necesidades vitales ya sean el hambre, la sed, o incluso, de nuestros
instintos como la reproducción. En segundo lugar, la dimensión social, que tal y como el nombre lo
indica, nos habla de esta acepción al ente social y el desempeño que mostramos de manera individual
de cara al otro, la responsabilidad que asumimos al hacer parte de una comunidad e incluso una
sociedad, es decir, a nuestra vida social y al rol que jugamos dentro de la red de contactos, intercambios,
asociaciones y dinámicas. En tercer lugar, la dimensión espiritual resuena profundamente con nuestro
sentido de la transcendencia, es decir, con aquellos valores y aspectos de la existencia de tipo moral,
que obedecen a la necesidad de responder a la pregunta sobre el bien y el mal. Se relaciona también, de
manera muy estrecha con las doctrinas y creencias. En cuarto lugar, la dimensión cognitiva es aquella
que nos diferencia de los animales debido a que somos poseedores de razonamiento, deducción y
del ser humano. En quinto lugar, la dimensión comunicativa apela no solo a nuestra capacidad física y
mental para comunicarnos sino al hecho de que podemos interpretar, comprender y reaccionar
adecuadamente a lo que se nos presenta en el entorno, gracias a ello hemos podido llegar hasta las
global de estética, ese que entendemos como lo hermoso y cercano a lo que es perfecto según nuestros
juicios, pues para cada individuo lo “estético” es distinto, además, la visión de algo bello puede generar
toda una serie de emociones y sensaciones que enriquecen la experiencia del ser humano. En séptimo
lugar, la dimensión emocional no solo nos enseña la capacidad de sentir emociones, sino también de
identificarlas en los demás y saber cuál es la que estamos sintiendo en un determinado momento y su
causa. Aceptarlas es algo primordial para empezar a entenderlas y en octavo lugar, la dimensión ética
nos habla de la capacidad que tenemos los seres humanos para reconocer aquello que es lo más
correcto, ya sea en base a unos criterios propios o en función de lo que indiquen las normas sociales nos
resalta el poder de discernir que tenemos frente a las adversidades, para ello es importante reconocer
que los demás tienen los mismos derechos que nosotros, que para poder vivir en paz y armonía es
Por último, lo anteriormente desarrollado ha girado en torno a qué son y cuáles son las
dimensiones que conforman de manera holística al ser humano, planteando que es a partir de la
multidimensionalidad del mismo: : física, social, espiritual, cognitiva, comunicativa, estética, emocional y
ética, se llega a entender a cada individuo como centro principal de su existencia, así, todas estas
dimensiones deben ser entendidas, aceptadas y cultivadas por cada hombre y mujer con el fin de
alcanzar un balance interior, el mismo que es necesario para aprender que los sucesos propios de la vida
son manejables, y que las enseñanzas que nos dejan son de igual manera enriquecedoras. Es así pues,