Silvana Robert es una artista joven que ocupa primera fila entre los artistas de su generación, nació en Buenos Aires en 1965. Comenzó a dibujar desde muy pequeña, asistiendo desde los 12 años a talleres de arte en Ituzaingó, localidad bonaerense en la que vive actualmente. Terminada la secundaria comenzó a buscar maestros para capacitarse en Capital, aunque la pintura era su sueño, intentó ingresar a la carrera de Filosofía, al mismo tiempo tomará clases de modelo vivo en la Academia Estímulo de Bellas Artes. El impacto de esas horas de dibujo serán tan fuertes para ella que dejará la carrera iniciada para ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón donde encontrará a sus guías siendo Georgina Labró la primera y admirada profesora. Bien formada, egresó en 1989 con el título de profesora nacional de dibujo y grabado. Admiradora de Velásquez, Dalí, Bonnard y Rembrandt se autodefine como: una mezcla de informalista figurativa y realista. Dice Silvana: “mi objetivo es buscar contrastes de todo tipo, de tratamiento de fondos, de figuración y algo de abstracción.” Frecuentó los talleres de Osvaldo Attila, Alicia Scavino Armando Sapia y Cristina Santander, sus pinturas realizadas tanto al óleo como al acrílico demuestran un depurado manejo técnico basado en excelente dibujo. En ellas la figura humana cumple un rol protagónico envuelta en situaciones que permiten al espectador, además del disfrute sensorial, elaborar distintas lecturas, de los planteos propuestos por la joven artista. La niñez es para Silvana la pureza y esperanza, presente en su obra el resultado en suma es un mensaje de optimismo y alegría. En sus cuadros hay una crítica social evidente, siempre realizadas a través de bellas composiciones. Las jóvenes figuras femeninas son el eje de sus obras, encaradas dentro de un vibrante realismo alternan con los grandes espacios que las rodean, por regla general de paleta clara y contrastante, con un marcado enriquecimiento matérico, agregado de recortes de diarios y donde además aparecen inscripciones que muchas veces están relacionadas con la figura que ostenta el cuadro e integradas a la exigencia pictórica. Estas inscripciones a modo de graffitits, tan presentes en su obra, son el reflejo del inconciente, como cuando escribimos mientras hablamos por teléfono. Estos escritos que sobre los fondos de las obras inscribe son disparadores de la realidad. Las frases en muchas oportunidades están escritas al revés, para evitar la obviedad y crear el clima de la escena. Sus obras tienen y reflejan su entorno más cercano, sus modelos que tienen aspectos de niños cuidados, queridos, y aún así se los presiente frágiles, frente al mundo enorme y vacío que los rodea. Lo curioso de la producción de Silvana Robert es que alude a la realidad pero remite en la mayoría de los casos a un plano circense, onírico, similar a la obras de Thibón de Libian. Una síntesis tan lograda es infrecuente y si a ello le agregamos el impecable buen gusto Silvana Robert es sin duda una destacada artista que nos invita a descubrir y contemplar su obra en la que abundan mensajes.