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1.- Teoría del Interés: Esta teoría proviene de la distinción realizada por
Ulpiano cuando afirma que algunas cosas son de utilidad pública y otras de utilidad para
los particulares. Para esta teoría son normas de Derecho Público aquellas que
conciernen el interés del Estado y, en cambio, son normas de Derecho Privado aquellas
que conciernen y protegen el interés de los particulares.
Se critica a esta teoría por presentar el interés público como opuesto al interés
privado. Es evidente que en muchas ocasiones, el interés público y el interés privado
pueden entrar en conflicto, en cuyo caso será necesario decidir cual interés prevalece,
pero, en general el interés de la sociedad no tendría porque estar en conflicto con el
interés de cada uno de sus miembros, por el contrario, lo normal será que lo que fue
bueno y conveniente para la sociedad sea también bueno y conveniente para cada uno
de sus miembros.
2.- La Teoría del Fin: Esta teoría se atribuye a Savigny, quien sostiene que son
normas de Derecho Publico aquellas cuya finalidad es regular la estructura o
funcionamiento del Estado y las relaciones que el tiene con los particulares y otros entes
públicos. En cambio, estaremos frente a una norma de Derecho Privado si la finalidad
que se persigue es regular las relaciones entre los particulares.
Los críticos de esta teoría sostienen que ésta no sería más que una reformulación
de la teoría del interés y en consecuencia merece la misma objeción en cuanto establece
una diferencia muy tajante entre el Estado y los particulares, ello, porque, el Estado
puede actuar en la vida jurídica como un particular, como por ejemplo, cuando compra
un vehículo, porque la compraventa es un típico acto de Derecho Privado. Y por su
parte, los particulares pueden participar de relaciones de Derecho Publico,
inscribiéndose en lo registros electorales y concurriendo a votar.
1- Teoría de Hans Kelsen: En primer lugar cabe señalar que Kelsen no acepta
esta distinción entre Derecho Publico y Derecho privado, del mismo modo en que no
acepta la distinción entre derecho objetivo y subjetivo o la distinción entre derecho
natural y derecho positivo.
En su opinión, esta distinción tiene sólo un carácter ideológico y carece de base
científica. Según él, esta diferencia de principios, entre una esfera jurídica pública o
política y una esfera jurídica privada o no política, solo trata de evitar u ocultar la
evidencia de que el derecho producido a través de un contrato no es menos escenario del
derecho político, que el derecho publico producido por la legislatura y la
administración.
Las características de las normas de Derecho Publico y Derecho Privado son
exactamente las mismas, por ejemplo, que se señala que un caso típico de relaciones de
Derecho publico es la orden administrativa, que es una norma individual, implantada
por el órgano administrativo, mediante la cual el sujeto a que esta norma se dirige queda
jurídicamente obligado a comportarse conforme a lo ordenado. En cambio un ejemplo,
típico de lo que se denomina relación de Derecho privado es el contrato o negocio
jurídico. La norma individual producida por el contrato mediante la cual los contratantes
quedan obligados a comportarse de la manera acordada. Lo que distingue a unas normas
de otras es sólo el método de su producción. El aspecto público de derecho aparece de
manifiesto en el caso de los métodos heterónomos de producción y el aspecto privado se
destaca en el caso de los métodos autónomos de producción del derecho, en especial el
caso de los actos jurídicos y de los contratos.
2- Teoría de Adolfo Posada: Sostiene que esta distinción entre derecho publico
y privado no tiene importancia practica y que tampoco es clara desde el punto de vista
teórico.
Para sostener esta opinión ofrece distintas razones:
a) Una es de tipo histórico, por la cual, Posada sostiene que esta distinción que
se atribuye a Ulpiano se refiere más bien al conjunto de normas jurídicas relativas a la
organización política y administrativa del Estado que se conocía como Ius Civitatis y
todas las demás leyes de cualquier otro orden como los preceptos del derecho vigente,
del derecho natural o del derecho civil eran del derecho privado. Según Posada, Ulpiano
no estableció una diferencia tajante entre el Ius Civitatis y el derecho privado, sino que
los distinguió como dos puntos de vista distintos para el estudio del derecho.
b) Posada sostiene que es erróneo decir que el derecho privado se refiere sólo a
los individuos particulares, lo público y lo privado no son esferas jurídicas
sustancialmente diferentes.
El individuo y la familia tienen también vida pública y son componentes de la
vida política nacional, y en consecuencia son sujetos de relaciones jurídicas políticas.
Del mismo modo el estado también tiene una vida privada, que se revela
principalmente en el derecho administrativo.
c) Posada sostiene que esta división proviene de un error, y este error consiste en
creer que todo el derecho proviene del Estado, lo que en realidad no es así. El derecho
surge de relaciones subjetivas entre particulares que son anteriores a la intervención del
Estado, y este último sólo se limita a ordenar y a organizar estas relaciones entre los
individuos.
d) Posada dice que las teorías que distinguen entre derecho publico y privado
incurren en el error de considerar al Estado y en general a lo publico como opuesto al
individuo, o a la esfera particular, cuando lo cierto es que no hay tal oposición, sino que
el Estado y el individuo deben complementarse.
e) Posada sostiene que esta distinción no responde a exigencias universales y
permanentes, y menos constituye un criterio adaptable a todas las circunstancias. El
derecho ingles por ejemplo, ha prescindido de esta distinción y sin que aquello le haya
significado algún problema.
Este capitulo podría también llamarse axiología jurídica. Esto significa teoría de
los valores o estudio de los valores.
Se trata de un tema propio de la filosofía del derecho, respecto del cual no existe
mayor acuerdo, ni en la filosofía en general ni en el derecho, ni tampoco en la política.
Cuando hablamos de valores nos referimos a entidades tales como la bondad, la
belleza, la prudencia, la justicia, etc.
Todas cuestiones frente a las cuales el hombre no permanece neutral, respecto
del cual existen distintos problemas como si los valores son variables o inmutables, si
son objetivos o sujetivos, relativos o absolutos, etc.
Precisamente debido a este carácter polémico que presentan los valores se han
planteado a lo largo de los siglos, desde la antigüedad hasta nuestros días, muy diversas
teorías.
La terminología que trata este tema con la denominación de “valores” se dio
recién en los siglos XIX y XX.
La filosofía antigua y de la edad media trataban este tema con el nombre de
“filosofía práctica”, cuyo principal objeto de estudio era la virtud.
1-La mayoritaria: sostiene que el derecho debe realizar ciertos valores, incluso
señala que el derecho existe precisamente para realizar ciertos valores como por
ejemplo, la justicia, la seguridad y el bien común.
e) Son jerarquizados: Significa que los hay de distinto rango, unos superiores y
otros inferiores.
Según este autor en esta jerarquía los de más alto rango, son los valores
espirituales. Entre ellos encontramos lo valores religiosos como la santidad, los valores
jurídicos o políticos, como la libertad y el orden y luego los valores estéticos como la
belleza.
En un rango inferior se encuentran los valores materiales, siendo el típico valor
material el de la utilidad.
Esta jerarquía cobra importancia en caso de conflicto entre los distintos valores,
en cuyo caso siempre debe prevalecer el valor espiritual por sobre el material.
En esta jerarquía los valores morales ocupan un lugar especial, encontrándose
presentes en las distintas jerarquías. El valor moral por excelencia es la bondad y que se
encuentra presente en toda la escala de valores, esto significa que la bondad opera
siempre y consiste en elegir siempre el polo positivo del valor, en desmedro del
antivalor. Según este criterio hay que elegir siempre la justicia y desechar la injusticia.
Por su parte los valores jurídicos participan también de las características de
bipolaridad y jerarquía y poseen también otra que los distingue de los demás valores y
es la alteridad o bilateralidad que significa que los valores jurídicos se presentan
siempre en relación a la conducta de más de un sujeto.
Así, por ejemplo, la justicia es un valor propiamente jurídico, puesto que no
podemos imaginarla sino en presencia de mas de una persona.
Y por ejemplo la santidad es un valor no jurídico pues puede perfectamente
imaginarse en un individuo aislado.
La alteridad es condición necesaria para que algún valor de conducta sea
considerado jurídico y es también condición suficiente, es decir, que todos los valores
de conducta que posean estas características sean valores jurídicos.
Estos valores jurídicos también dan lugar a discusiones respecto de su existencia
o inexistencia, de su carácter objetivo o subjetivo, de si existe la posibilidad de
conocerlos, etc.
Estos son temas propios de la filosofía del derecho y sin entrar en discusiones
diremos que en términos generales se parte de la base de que existen ciertos valores que
el derecho debe promover y proteger.
Referencias a los valores y en especial a la justicia han existido desde siempre,
en el derecho positivo, en el Corpus Iuris, en las partidas de Alfonso X, en el Código
Civil francés.
No existe unanimidad en relación a cuantos sean los valores jurídicos, aunque la
mayoría concuerda en la justicia y la seguridad jurídica y se agrupan otros como el bien
común, la libertad, la paz, etc.
Valores Jurídicos:
1-Seguridad Jurídica
b) Como certeza del derecho: para que el Ordenamiento Jurídico cumpla con el
valor de la seguridad jurídica entendida como certeza del derecho debe reunir en
opinión del profesor Gustav Radbruch los siguientes requisitos:
-que el derecho sea positivo: es decir que se concrete en normas jurídicas que tengan
vigencia en un determinado grupo social y durante un periodo cierto y que además estén
respaldadas por la fuerza en caso de incumplimiento.
Es necesario que el ordenamiento jurídico esté basado en los hechos y que estos
hechos estén establecidos con la mayor precisión posible.
En otras palabras, esto significa que el Ordenamiento Jurídico, para garantizar la
seguridad jurídica debe adaptarse a la realidad social del país que rige.
Por ello se sostiene que no resulta adecuado limitarse a copiar la legislación de
otros Estados sin considerar las particularidades de cada país.
-es necesario que el derecho tenga un mínimo de estabilidad: Lo que significa que el
derecho no debe estar sometido a cambios repentinos y permanentes aunque ello no
significa que el derecho debe permanecer estático e inmutable. Al contrario el derecho
debe necesariamente adaptarse a los cambios que se van produciendo. Pero esta
adaptación debe ser progresiva y paulatina para garantizar un mínimo de estabilidad.
Las distintas ramas del derecho poseen distintos grados de estabilidad. Por
ejemplo el derecho civil posee una gran estabilidad, de hecho el Código Civil ha
sufrido relativamente pocas modificaciones durante sus 150 años de vigencia. Lo
mismo en el derecho constitucional, esto es así porque la constitución regula la
organización y estructura del Estado y del gobierno, lo cual requiere de cierta
permanencia para ser eficaz.
Hay otras ramas del derecho que poseen un grado menor de estabilidad como lo
es el derecho del trabajo y el derecho tributario, que por sus propias características están
sujetos a cambios más frecuentes.
-es necesario que sea conocido: Este es un requisito fundamental, pues para que el
sistema funcione es necesario que los sujetos a quienes van dirigidas las normas, las
conozcan. Sin embargo, la complejidad de las relaciones jurídicas y la gran cantidad de
normas jurídicas que componen el ordenamiento hacen materialmente imposible
conocer todas y cada una de las normas.
La prescripción tiene por objeto otorgarle cierta estabilidad a las relaciones entre
las personas, procurando impedir que se revivan conflictos de intereses después de
transcurrido un cierto lapso de tiempo. Así entendida la prescripción es un verdadero
castigo para aquel que teniendo un derecho no lo ejerce.
Algunos sostienen además que la prescripción es una verdadera consagración
jurídica del olvido.
Existen 2 tipos de prescripción:
● La prescripción adquisitiva que como su nombre lo indica
permite la adquisición de bienes ajenos.
● La prescripción extintiva que extingue las acciones y derechos
ajenos. (los plazos de prescripción son variables según sean muebles o
inmuebles)
Distinto seria el caso si una disposición como la del art 9 estuviera consagrada
en los mismos términos en la Constitución Política, pues en tal caso no se podría en
ninguna circunstancia dictar ley con efecto retroactivo.
El principio de la irretroactividad que esta consagrado en términos generales en
el código civil lo esta parcialmente en la Constitución Política que impide la dictación
de leyes con efecto retroactivo en materia de derecho de propiedad, en el art 19 N° 24 y
en materia de derecho penal en el art 19 N°3 inciso 7mo
Desde la perspectiva de la seguridad jurídica, esto significa que el culpable del
delito tiene derecho a que se le imponga la pena que el delito tenía asignada al momento
de cometerlo. La propia Constitución en todo caso autoriza la retroactividad en materia
penal cuando la nueva ley favorece al afectado. Una nueva ley favorece al afectado
cuando elimina el carácter de delito de la conducta o le rebaja la pena.
El articulo 155 del código del procedimiento civil, nos señala cual de estas
resoluciones producen efecto respecto de la cosa juzgada y son sólo las sentencias
definitivas y las sentencias interlocutorias y en rigor producen la acción y excepción de
cosas juzgada. Es decir, la cosa juzgada tienen dos momentos la acción y la excepción (
defensa).
La acción de cosa juzgada corresponde a aquel en cuyo favor se ha declarado un
derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución del fallo, así
lo dispone el articulo 176 del código de procedimiento civil.
Por ejemplo una sentencia definitiva condena a Juan a pagarle 10 millones a
Pedro. Cuando esta sentencia quede firme o ejecutoriada, le dará a Pedro la acción de
cosa juzgada para obtener el cumplimiento de lo resuelto, es decir, para obtener que
Juan le pague.
La excepción de cosa juzgada tiene por objeto impedir que un determinado
asunto vuelva hacer discutido en un determinado tribunal si es que ya ha sido materia de
un juicio en el que se ha dictado sentencia.
En el ejemplo, una vez obtenido el pago de los 10 millones pedro no podría
volver a demandar a Juan por el mismo motivo y con la finalidad de cobrar los 10
millones. Si Pedro lo intentara Juan se defenderá oponiendo la excepción de cosa
juzgada.
2-La Justicia:
D.- La justicia según Sto. Tomás 1224-1274: este autor que citamos por la
influencia que ejerce hasta nuestros días recepciona la doctrina aristotélica y siguiendo
a Ulpiano define la Justicia como el hábito, por el cual con perpetua y constante
voluntad es dado a cada uno su derecho.
Acepta la distinción aristotélica entre justicia general y particular, pero en el
análisis de esta última agrega una justicia social o legal, que funciona cuando se ordena
a otro pero no en forma individual, sino como miembro de la comunidad que integra y a
la que sirve. Esta justicia social tiende al bien común, ordenando las conductas de los
particulares en relación al todo institucional en que están integrados.
E.- La Justicia según Hans Kelsen: Kelsen sostiene que la razón humana sólo
puede acceder a valores relativos, esto es, que no puede emitirse un juicio sobre algo
que parece justo con la pretensión de excluir la posibilidad de un juicio de valor
contrario, es decir, que al afirmar o al juzgar algún hecho o conducta como justos, no se
puede pretender que ese juicio tenga un valor absoluto, pues alguien más podría
perfectamente emitir respecto del mismo hecho o conducta, un juicio de valor contrario
sin que haya modo racional de afirmar que uno es verdadero, y otro es falso.
La justicia absoluta, dice Kelsen, es un ideal irracional, pues es lo mismo que
una ilusión. Desde el punto de vista del conocimiento racional no existen más que
intereses humanos, y por tanto, conflictos de intereses. Estos conflictos se pueden
solucionar bien satisfaciendo el interés en detrimento de otro, o bien mediante un
compromiso entre los intereses en pugna. Kelsen sostiene que es imposible demostrar
que sólo una de las soluciones sea justa. Esta filosofía relativista de la justicia es
perfectamente compatible con la responsabilidad moral. El hecho de que los principios
morales constituyan valores relativos no significa que no sean valores, significa sólo
que no existe un único sistema moral, y que hay que escoger entre ellos. De este modo,
el relativismo impone al individuo la tarea de decidir que es lo bueno, y que es lo malo.
Por su parte, el principio moral específico de una filosofía relativista de la justicia es la
tolerancia. La tolerancia supone comprender las creencias religiosas o políticas, de otras
personas sin aceptarlas, pero sin impedir que se expresen libremente.
Es claro que no puede aplicarse una tolerancia absoluta con una filosofía de
valores relativistas, sólo puede ensalzarse la tolerancia dentro de un sistema legal
especifico que garantice la paz al prohibir y prevenir el uso de la fuerza, pero sin
prohibir la libertad de expresión pacifica.
De esta manera, dice Kelsen, y dado que la democracia implica libertad, y la
libertad, tolerancia; “no hay forma de gobierno alguna que sea más favorable a la
ciencia que la democracia”.
En una obra suya titulada “que es justicia”, y después de analizar las distintas
corrientes y teorías que han intentado responder a esa pregunta, Kelsen termina
señalando que no sabe si puede afirmar qué es la justicia que la humanidad ansía
alcanzar. “Sólo puedo estar de acuerdo, señala, en que existe una justicia relativa, y
afirmar qué es la justicia para mí. Justicia es la de la libertad de la paz, justicia de la
democracia, de la tolerancia.”