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JURISPRUDENCIA

Roj: SAP V 182/2022 - ECLI:ES:APV:2022:182


Id Cendoj: 46250370052022100019
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Valencia
Sección: 5
Fecha: 04/01/2022
Nº de Recurso: 1803/2021
Nº de Resolución: 5/2022
Procedimiento: Recurso de apelación. Procedimiento abreviado
Ponente: JUAN MANUEL GUTIERREZ ALBENTOSA
Tipo de Resolución: Sentencia

AUDIENCIA PROVINCIAL SECCIÓN QUINTA VALENCIA


Avenida DEL SALER,14 2º Tfno: 961929124
Fax: 961929424
NIG: 46250-43-2-2019-0028865
Procedimiento: Apelación Sentencias Procedimiento Abreviado [RAA] Nº 001803/2021- -
Dimana del Nº 000309/2020
Del JUZGADO DE LO PENAL Nº 3 DE VALENCIA
Instructor JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº 9 DE VALENCIA ( PA 1175/2019 )
SENTENCIA Nº 000005/2022
ILMOS. SEÑORES MAGISTRADOS: Presidenta: CONCEPCIÓN CERES MONTES D.ª SONIA ALICIA CHIRINOS
RIVERA
D. JUAN MANUEL GUTIÉRREZ ALBENTOSA (PONENTE)
En Valencia, a 4 de enero de 2022
La Sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia, integrada por los Ilmas. Sras. anotadas al margen,
ha visto el presente recurso de apelación en ambos efectos, contra la Sentencia de fecha 18/10/2021,
pronunciada por el JUZGADO DE LO PENAL Nº 3 DE VALENCIA en el procedimiento número 309/2020, por
delito de tenencia de armas contra Antonio .
Han intervenido en el recurso, en calidad de apelante, Antonio , representado por la Procuradora de los
Tribunales Mercedes MONTOYA EXOJO y dirigido por el Letrado Jorge GARCÍA - GASCÓ LOMINCHAR; y en
calidad de apelado, el MINISTERIO FISCAL, representado por la Ilma. Sra. Natalia PÉREZ; y ha sido Ponente el
Ilmo. Sr. Juan Manuel GUTIÉRREZ ALBENTOSA, quien expresa el parecer del Tribunal.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La sentencia recurrida, declara probados los hechos siguientes: " Ha resultado probado que el día
18 de junio de 2019, sobre las 00.45 horas, Braulio conducía el vehículo matrícula R....UR por la Avenida de la
Constitución de Valencia, viajando como copiloto en el referido vehículo Antonio , cuando se les dio el alto por
un dispositivo de control que se encontraba en la referida vía.
Al realizarse por los agentes el registro del vehículo, les fueron ocupados los siguientes objetos: - En el maletero
del vehículo conducido por Braulio se halló una escopeta de un solo cañón, tipo Lefaucheux, del calibre 16, en mal
estado de conservación, resultado del informe pericial posterior que no puede ser probada por falta de munición
y utilizar una munición obsoleta, si bien, para el caso de disponer de la munición, no se observan impedimentos
para que el arma sea operativa. Se trata de un arma anterior al año 1890 por lo que se considera arma antigua

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clasificada en la sección 3ª, art. 3 , 6ª categoría, nº 2 del Reglamento de Armas , siéndole de aplicación el art
107 del referido texto legal que regula su tenencia, circulación y transporte. Braulio carecía de documentación
de la escopeta y no poseía licencia para la misma.
- Entre los efectos portados por Antonio se encontraba una defensa eléctrica de la marca "Street Wise" con la
inscripción 700K VOL T en referencia a su voltaje. La referida defensa eléctrica se encontraba en buen estado
de conservación, era operativa y las pilas que la alimentaban tenían carga suficiente para su funcionamiento. La
defensa eléctrica produce una descarga eléctrica de alto voltaje y baja intensidad, debiendo estar en contacto
con el cuerpo, provocando un descontrol de movimientos musculares, cuyos efectos, dependiendo del tiempo
de contacto, pueden llevar a la paralización e inmovilización del mismo, efectos que desaparecerán en breve
espacio de tiempo. Al generar descarga de muy baja intensidad no llega a producir electroshock, sin que se pueda
prever las lesiones que se puedan producir por la caída del sujeto o su aplicación en personas con deficiente
estado de salud, mujeres embarazadas, etc. Se trata de un arma prohibida salvo para funcionarios especialmente
habilitados, según el art 5.1 apartado c) del Reglamento de armas ."
SEGUNDO.- El fallo de la sentencia apelada dice: " QUE DEBO CONDENAR Y CONDENO a Antonio , como autor
criminalmente responsable de un delito de tenencia de armas prohibidas del art 563 CP, sin la concurrencia
de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de 1 año y 4 meses de prisión,
inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y pago
de la mitad de las costas procesales.
Se acuerda el comiso y destrucción de la defensa eléctrica ocupada."
TERCERO.- Notificada dicha sentencia a las partes, por la representación de Antonio se interpuso contra la
misma recurso de apelación ante el órgano judicial que la dictó, por los motivos que desarrolla ampliamente
en su correspondiente escrito.
CUARTO.- Recibido el escrito de formalización del recurso, se dio traslado del mismo a las demás partes por un
plazo común de diez días para la presentación, en su caso, de los correspondientes escritos de impugnación
o de adhesión al recurso, presentando escrito de impugnación el Ministerio Fiscal. Transcurrido dicho plazo,
se elevaron a esta Audiencia Provincial los autos originales con todos los escritos presentados, donde fueron
repartidos a esta Sección, en la cual se formó el oportuno rollo y se designó ponente el Ilmo. Magistrado Juan
Manuel GUTIÉRREZ ALBENTOSA, quien expresa el parecer del Tribunal tras su deliberación y votación.
QUINTO.- En la tramitación de ambas instancias se han observado las prescripciones legales.

HECHOS PROBADOS
Se aceptan los hechos declarados probados en la Sentencia apelada, que han quedado anteriormente
transcritos.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS
PRIMERO.- Frente a la sentencia de instancia por la que se condena al
ahora recurrente como autor de un delito de tenencia ilícita de armas, se alza su defensa y representación en
solicitud de su revocación y se dicte otra en sentido absolutorio, o, alternativamente, se aplique el art. 565 CP
con la consecuente degradación de la pena.
Fundamenta su recurso en:
1) Error en la apreciación de la prueba, porque, el acusado no era consciente de si la defensa eléctrica
funcionaba correctamente o no, y, además, no era su intención hacer uso de dicha defensa eléctrica; añade que
la mera posesión de la defensa citada en la vía pública, per se, no significa que se tenga intención de usarla;
argumenta, también, que la mencionada defensa podría no estar en óptimas condiciones, y que la sentencia
aquí impugnada yerra, porque, el informe pericial de balística no pudo medir el amperaje que emitía la citada
defensa eléctrica, y, por tanto, no se acredita la potencial peligrosidad de dicha defensa, cuestionando, así, la
validez de la pericial de balística relativa a dicha defensa eléctrica.
2) Ausencia de elementos del tipo penal, porque, si no se demuestra la citada potencial peligrosidad, falta uno
de los elementos del tipo penal regulado en el art. 563 CP.
3) Vulneración del principio de presunción de inocencia, porque, se ha condenado al Sr. Antonio sobre la
raquítica base de meros indicios, añadiendo que el derecho a un juicio con todas las garantías no se ha
respetado en el presente procedimiento.

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4) Incorrecta aplicación del art. 565 CP, porque, los hechos probados encajan más bien en el art. 565, y no en
el art. 563, debiendo, en su caso, reducir un grado la pena impuesta.
A dicha pretensión se opone el Ministerio Fiscal, alegando que " Sin embargo lo alegado por el recurrente, la
prueba practicada en el acto de la vista oral, como son la declaración testifical de los agentes de Policía, así como
la declaración del perito ratificando el informe pericial, dotadas todas ellas de los elementos para no dudar de la
credibilidad de los mismos y la documental obrante en actuaciones, en concreto el informe pericial antedicho, ha
permitido desvirtuar el principio de presunción de inocencia del acusado, quedando así acreditada la culpabilidad
del mismo. En efecto, la sentencia recurrida realiza una correcta aplicación del art. 741 LECRIM , con amplia
motivación fáctica y jurídica conectando los hechos con la
calificación jurídica que da cobertura al fallo condenatorio." Por lo que, solicitaba se desestimara el recurso y
confirmase la sentencia condenatoria recurrida.
SEGUNDO.- En relación con el primer motivo (error en la apreciación de la prueba) y el tercer motivo
(vulneración del principio de presunción de inocencia) del recurso, el mismo no merece favorable acogida, no
apreciándose el citado error en la valoración de la prueba, ni, tampoco y como consecuencia, vulneración del
derecho a la presunción de inocencia.
Basta para comprobar que no ha habido error en la apreciación de la prueba, ni, tampoco, vulneración del
derecho constitucional a la inocencia tras la lectura de los razonamientos expresados por la juez a quo, la
cual se ha basado en las pruebas practicadas en su presencia bajo los principios de oralidad, inmediaci ón
y contradicción, valoradas en conciencia y en conjunto, consistentes dichas pruebas, esencialmente, en la
declaración del acusado, la de los agentes policiales, en concreto los agentes de la Policía Local de Valencia Nº
NUM000 , NUM001 , NUM002 y NUM003 , y el informe pericial de la Brigada Provincial de la Policía Científica
de Valencia, Grupo de Balística Forense de fecha 14 de febrero de 2020. En este contexto, la juzgadora a quo
razona la condena del acusado como autor de un delito de tenencia de armas prohibidas del artículo 563 del
Código penal en el Fundamento de Derecho primero de su sentencia: " Al relato de hechos probados que se
ha consignado en el apartado anterior, se llega tras analizar en su conjunto la prueba practicada en el acto del
juicio, en concreto las declaraciones de los acusados, la prueba testifical, pericial y la documental obrante en
las actuaciones.
No se cuestiona por las defensas que las armas relacionadas fueran intervenidas en poder de los acusados (una
escopeta en el maletero del vehículo conducido por Braulio y una defensa eléctrica en una riñonera portada
por Antonio , que viajaba como copiloto en el referido vehículo), cuestionándose únicamente la concurrencia
del elemento subjetivo del tipo y la idoneidad de las armas intervenidas para integrar el elemento objetivo del
tipo penal. (...) respecto de la defensa eléctrica intervenida al otro acusado, Antonio . En este caso, también se
ha cuestionado por la defensa la potencialidad lesiva del arma portada. Sin embargo, tal potencialidad lesiva
se estima concurrente atendido el informe pericial obrante en actuaciones y ratificado en el acto del juicio por
el perito.
En tal informe, se concluye que la defensa eléctrica se encontraba en buen estado de conservación, era operativa
y las pilas que la alimentaban tenían carga suficiente para su funcionamiento. Se establece también en el informe
que la defensa eléctrica es de la marca estadounidense "Street Wise", presenta una etiqueta en el anverso con
la inscripción "700K VOL T" en referencia al voltaje del arma, que es recibida con una funda de tela con una
trabilla para su porte en cintura, concretando que la defensa eléctrica produce una descarga eléctrica de alto
voltaje y baja intensidad, debiendo estar en contacto con el cuerpo, provocando un descontrol de movimientos
musculares, cuyos efectos, dependiendo del tiempo de contacto, pueden llevar a la paralización e inmovilización
del mismo, efectos que desaparecerán en breve espacio de tiempo. Añade que, al generar descarga de muy
baja intensidad, no llega a producir electroshock, sin que se pueda prever las lesiones que se puedan producir
por la caída del sujeto o su aplicación en personas con deficiente estado de salud, mujeres embarazadas, etc.,
tratándose de un arma prohibida salvo para funcionarios especialmente habilitados, según el art 5.1 apartado
c) del Reglamento de armas.
El perito ha ratificado su informe en el acto del juicio. Ha explicado que, en el laboratorio, a pesar de no
comprobar su concreto voltaje (por resultar imposible atendidos los medios de los que se dispone) sí se probó
el dispositivo, comprobando que efectivamente producía una descarga y que funcionaba correctamente, siendo
que lo relevante en estos supuestos para producir el daño no son los voltios sino el amperaje.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo, como establece, entre otras, la STS nº 372/2011, de 10 de mayo ,
ha apreciado en diversas resoluciones que la defensa eléctrica, que funciona correctamente, actúa sobre el
organismo con un efecto paralizante temporal, que si es persistente puede producir lesiones graves, máxime si
se trata de enfermos crónicos, cardiacos o con dispositivos electrónicos implantados en el organismo ( STS.
1390/2004 de 22 de noviembre ); o que la defensa eléctrica es "un arma de defensa que produce descargas

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eléctricas de alto voltaje y baja intensidad", cuya utilización produce el efecto de "descontrolar los movimientos
musculares, dependiendo sus efectos de la intensidad de la corriente y de la duración de la misma" (cfr. STS.
1271/2006 de 19 de diciembre ).
En consecuencia, se estima acreditada en el presente supuesto, atendidas las conclusiones contenidas en el
informe pericial, la potencialidad lesiva
de la defensa eléctrica (máxime en personas de salud delicada), derivándose un claro peligro para la ciudadanía
de su tenencia por el acusado, que portaba la defensa en la vía pública, teniendo numerosos antecedentes
penales por delitos violentos y constándole además una requisitoria en vigor, todas ellas circunstancias que
determinan la afectación del bien jurídico protegido, debiendo tenerse en cuenta que el delito de tenencia ilícita
de armas es un delito de peligro abstracto, no siendo necesaria la materialización de un daño concreto.
Finalmente, y en cuanto a la concurrencia del elemento subjetivo del tipo, resulta inverosímil la versión de los
hechos ofrecida por el acusado sobre el desconocimiento de la naturaleza del aparato que portaba, no resultando
creíble que encontrara tal dispositivo en un contenedor y, sin saber lo que era, lo portara durante varios días en
su mochila, desconocimiento que, por otro lado, tampoco se compadece con su historial delictivo, constando
que tiene múltiples antecedentes penales por delitos violentos."
Después del transcrito razonamiento de la juzgadora a quo, no se puede alegar con fundamento que haya
habido un error en la apreciación de la prueba, ni, tampoco, vulneración del derecho constitucional a la
presunción de inocencia; pues, se han practicado pruebas y éstas han sido suficientes para acreditar la
tenencia y posesión de un arma, que tiene la estructura de una defensa eléctrica, por parte del acusado el
Sr. Antonio , el cual reconoce que estaba en posesión de dicha arma, aunque, pretende disminuir el desvalor
delictivo con argumentos inconsistentes como que no se acordaba que era portador de la misma, o que no
sabía si funcionaba correctamente o no; pero, lo cierto es que, estamos ante una defensa eléctrica, marca
"Street Wise", como se describe en el informe pericial del "Grupo de Balística Forense", de fecha 14 de febrero
de 2020 (folios 61 a 63 de la causa) que tiene la consideración de arma prohibida, con cierta capacidad lesiva,
tal y como se contiene en dicho informe y, tal y como, se razona en la sentencia apelada.
TERCERO.- Igual suerte desestimatoria depara al segundo motivo de apelación, relativo a la ausencia de
elementos del tipo penal, porque, si no se demuestra la citada potencial peligrosidad, falta uno de los elementos
del tipo penal regulado en el art. 563 CP.
Respecto al mencionado " uno de los elementos del tipo penal regulado en el art. 563 CP ", a pesar de que el
apelante no menciona a qué elemento del tipo penal se refiere, debemos interpretar que se refiere el elemento
objetivo del tipo penal; así y en este sentido, habremos de dilucidar si el acusado era portador de un arma
prohibida, a través de la citada defensa eléctrica.
En primer lugar, y en relación con el caso enjuiciado, hemos de recurrir a la jurisprudencia; así, es doctrina
reiterada la consideración de las defensas eléctricas como armas prohibidas. Así, como se recoge en las
SSTS 1390/2004, 22-11 y 1271/2006, 19-12 , entre otras muchas, la defensa eléctrica es "un arma de defensa
que produce descargas eléctricas de alto voltaje y baja intensidad", cuya utilización produce el efecto de
"descontrolar los movimientos musculares, dependiendo sus efectos de la intensidad de la corriente y de la
duración de la misma", siendo catalogada como instrumento peligroso.
Igualmente, hemos de recurrir a la legislación, en concreto al Código penal; así, el artículo 563 del CPcastiga "
latenencia de armas prohibidas " y, como tipo penal en blanco que es, hay que recurrir al Real Decreto 137/1993,
de 29 de enero, por el que se aprobó el Reglamento de Armas, cuyo artículo 5.1. apartado j )precisa que "
Queda prohibida la publicidad, compraventa, tenencia y uso, salvo por funcionarios especialmente habilitados,
y de acuerdo con lo que dispongan las respectivas normas reglamentarias de: "Las defensas eléctricas, las
defensas de goma o extensibles, y las tonfas o similares." En este sentido, la STS Nº 372/2011 de 10-5-2011 (rec
372/2011), tras hacer un estudio de la defensa eléctrica, concluye que es arma hábil para integrar el tipo penal
del art. 563 del C. Penal, expresando que "... A pesar de las expresadas cautelas del Tribunal Constitucional
en cuanto a la integración del tipo penal con normas reglamentarias, podemos afirmar, en principio, que la
consideración como arma prohibida de una defensa eléctrica no puede excluirse con el razonamiento que hace
el Tribunal de instancia. En efecto, hemos afirmado en STS 1511/2003, de 17 de noviembre , que el concepto
normativo de armas prohibidas obliga a delimitar su alcance, acudiendo, como precepto en blanco que es, a las
disposiciones reglamentarias que definen o establecen enumerativamente esta clase de armas, en concreto el
Real- Decreto núm. 137 de 29 de enero de 1993.
No obstante, la condición de prohibido del instrumento poseído por los procesados viene impuesto desde
perspectivas hermenéuticas formales y
materiales.

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Desde el punto de vista formal, la remisión a las armas prohibidas, sin mayores precisiones, nos conduce a
la Sección 4ª del Capítulo preliminar del Reglamento intitulado "Armas prohibidas", en el que se establece una
relación de los que se consideran tales en los arts. 4º y 5º, que son los integrantes de tal sección. Ambos
preceptos se introducen a través de conductas nucleares similares: "Se prohíbe la fabricación, importación,
circulación, publicidad, compraventa, tenencia y uso de las siguientes armas y sus imitaciones".
Y el art. 5 nos dice: "Queda prohibida la publicidad, compraventa, tenencia y uso..." y en el apartado c) se
mencionan a las "defensas eléctricas, de goma, tonfas o similares".
Únicamente habría que estar a lo que dispongan las respectivas normas reglamentarias y respecto a dichas
defensas eléctricas no se autoriza el uso otenencia de las mismas a cualquier persona.
Desde el punto de vista material, el instrumento intervenido lleva implícita una acusada peligrosidad en su
uso ofensivo o defensivo, dada la virtualidad para ocasionar un quebranto grave en la integridad corporal de
terceros...".
Y, en la misma línea, pueden citarse las SSTS 1390/2004, 22-11; 1271/2006, 19-2 y 1511/2003, 17-11, a cuyas
resoluciones que se remite la STS trascrita.
En segundo lugar, y en el caso enjuiciado, hemos de constatar que la potencial peligrosidad existe en la defensa
eléctrica incautada por la policía local al acusado, tal y como se acredita en el informe pericial, donde, se
describe que " se encuentra en buen estado de conservación, es operativa y las pilas que la alimentan tienen
carga suficiente para su funcionamiento en el momento de ser recibida ." A mayor abundamiento, hemos de
traer aquí un párrafo de la jurisprudencia antes descrita, donde se describe la citada potencial peligrosidad:
" La jurisprudencia del Tribunal Supremo, como establece, entre otras, la STS nº 372/2011, de 10 de mayo ,
ha apreciado en diversas resoluciones que la defensa eléctrica, que funciona correctamente, actúa sobre el
organismo con un efecto paralizante temporal, que si es persistente puede producir lesiones graves, máxime si
se trata de enfermos crónicos, cardiacos o con dispositivos electrónicos implantados en el organismo ( STS.
1390/2004 de 22 de noviembre )."
Así, dicho buen estado de conservación permite que la citada defensa
eléctrica genere una descarga que, aunque de muy baja intensidad y sin que sea letal, puede causar lesiones
al sujeto al provocar su caída al suelo, y, también, puede producir lesiones a personas con deficiente estado de
salud, a mujeres embarazadas, etc. En dicho informe pericial, se añade que, "Reglamentariamente, las defensas
eléctricas son armas prohibidas, salvo para funcionarios especialmente habilitados, según dispone el art. 5,
punto 1, del apartado c), del vigente Reglamento de Armas ".
CUARTO.- Igualmente es de desestimar el último motivo de impugnación, en virtud del cual, el apelante afirma
" Incorrecta aplicación del art. 565 CP , porque, los hechos probados encajan más bien en el art. 565, y no en
el art. 563, debiendo, en su caso, reducir un grado la pena impuesta." Dicho motivo de apelación contiene la
solicitud, de carácter subsidiaria, de que la juzgadora a quo debía de haber aplicado el art. 565 CP, i no el art.
563 CP, porque, según el apelante, no existía intención de usar la citada defensa eléctrica, y, por tanto, era
aplicable el art. 565 CP.
No obstante, la intención o el dolo, que constituye el elemento subjetivo del tipo penal, se desprende de los
siguientes elementos circunstanciales que rodean al hecho delictivo aquí analizado:
En primer lugar, hemos de recordar que el delito por el que el acusado ha sido condenado, que es el regulado
en el art. 563 CP, Tenencia de armas prohibidas, es un delito de peligro abstracto, no siendo necesaria la
materialización de un daño concreto; sí, en cambio, es necesaria la existencia de dolo o intención, pero, de
una manera diferente a los delitos de peligro concreto o de resultado: en el delito de peligro abstracto, como
es el caso que nos ocupa, no se puede exigir que el autor quiera la peligrosidad de su acción ni siquiera sea
consciente de ella, bastando que lo sea de los factores de riesgo que se contienen en el precepto transgredido.
Así, en los delitos de peligro abstracto, como es el caso que nos ocupa, portar armas prohibidas, el autor debe
ser consciente de los factores de riesgo contenidos en la descripción del tipo penal; por ello, en este tipo de
delitos de peligro abstracto, es el juzgador quien ha de valorar la existencia de dolo o intención en función del
contexto (en el caso presente, llevar encima una defensa eléctrica en la vía pública ya implica la existencia
de dolo o intención de uso, en caso necesario por parte del autor); por este motivo, el dolo del autor se debe
predicar sólo de la conducta típica -la regulada en el art. 563 CP: portar armas prohibidas- y de los
elementos del tipo que sean la base del juicio de peligrosidad -portar armas prohibidas en tránsito por la vía
pública-. En este sentido, se ha pronunciado la jurisprudencia, a través de la STS Nº 343/2009, de 30 de marzo
de 2009, FJ 1º ante un problema -relativo a la inexistencia de dolo o intención de uso en el delito de tenencia
de armas prohibidas, y que, por tanto, y según el apelante, debe ser aplicable el art. 565 y no el art 563 CP-

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problema idéntico al aquí planteado por el apelante: " Tampoco tiene razón el recurrente cuando sostiene que la
aplicación del art. 565 del CP por parte de la Sala de instancia -que atenúa la pena cuando conste la ausencia de
intención de utilizar el arma con fines ilícitos-, es la mejor muestra de la ausencia de dolo. En el delito previsto en
el art. 563 del CP el tipo subjetivo se agota con el conocimiento por parte del sujeto activo de la disponibilidad
de un arma prohibida, con el consiguiente riesgo que puede implicar para la seguridad colectiva la incontrolada
utilización de armas de esas características . La falta de intención de usar del arma con fines ilícitos no excluye
el dolo, sin perjuicio de la atenuación punitiva que autoriza." Por ello, en el caso que nos ocupa, el precepto
penal aplicable ha de ser el art. 563 CP, y no el art. 565 CP.
En segundo lugar, la defensa eléctrica la llevaba el acusado consigo, que, aunque guardada en su riñonera, y en
el interior de un vehículo, estaba transitando por la vía pública, esto es, donde deambulan personas; también, en
dicha vía pública, que puede ser un lugar de tránsito o un itinerario para llegar a otro lugar, al destino prefijado,
donde, igualmente, suelen haber personas, con el riesgo que ello comporta en lo que respecta al bien jurídico
protegido, que es la integridad física de las personas.
Y, en tercer lugar, hemos de destacar el perfil criminológico del acusado, que, tal y como afirma la juzgadora
a quo, presenta numerosos antecedentes penales por delitos violentos, al que le constaba, además, una
requisitoria en vigor, todas ellas circunstancias que determinan la afectación del bien jurídico protegido,
mencionado en el párrafo anterior.
QUINTO.- En su consecuencia, procede desestimar el recurso y confirmar la sentencia apelada, por ser
conforme a Derecho; con imposición al apelante de las costas de esta alzada.
VISTOS los artículos citados y los demás de general y pertinente aplicación,

FALLAMOS
Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de apelación interpuesto por la representación de
Antonio contra la sentencia de fecha 18/10/2021 del Juzgado de lo Penal nº 3 de Valencia, confirmando la
misma; e imponiendo a la parte apelante las costas de esta alzada.
Notifíquese la presente resolución a las partes haciéndoles saber que no es firme y que contra la misma cabe
recurso de casación ante el Tribunal Supremo por infracción de ley del motivo previsto en el número 1 del
artículo 849de la Lecr, y a articular mediante el correspondiente escrito presentado en el plazo de cinco días
desde la última notificación de la sentencia.
Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

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