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INTERPONE RECURSO EXTRAORDINARIO

Excma. Cámara de Apelaciones:

JOSE A. IGLESIAS, abogado, en representación de la parte


actora, con el patrocinio de los Dres. RODOLFO CARLOS BARRA y
FEDERICO JIMENEZ HERRERA, con domicilio constituido en Eduardo
Acevedo 510 y domicilio electrónico en el correspondiente al usuario
20.20250031-6, en los autos caratulados “Contino, Belkiss c/ EN - M°
Seguridad - PFA y otro s/ daños y perjuicios”, causa n° 37.107/2017,, a
V.E. respetuosamente digo:

I. OBJETO

En legal tiempo y forma, y en los términos del art. 256 y


concordantes del CPCCN y por el art. 14 de la ley 48, de conformidad con las
previsiones contenidas en la Acordada CSJN N° 4/2007, vengo en legal
tiempo y forma a interponer recurso extraordinario, contra la sentencia de
fecha 27 de diciembre de 2022, notificada por cédula a esta parte en igual
fecha.

Sustento la cuestión federal en lo dispuesto por el art. 14 de la ley


antes citada, en la arbitrariedad de la sentencia y la gravedad institucional.-

Conforme quedará demostrado, los requisitos comunes y propios


del recurso extraordinario se encuentran reunidos en autos, razón que
determina que el recurso federal deba ser concedido por V.E. ordenando la
elevación de las presentes actuaciones a la Corte Suprema de Justicia de la
Nación.

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A la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación pido que
revoque el decisorio en crisis, en cuanto es materia de recurso, y se dicte
sentencia dejando sin efecto la misma, en todas sus partes, a partir de los
fundamentos que se expondrán a continuación.

II. ANTECEDENTES DEL CASO

La Srta. Sra. Belkiss Contino promovió demanda contra el Estado


Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con el objeto de obtener
la reparación de los daños y perjuicios -menoscabos que detalló e incluyen el
daño moral, el daño psicológico y la afectación a su proyecto de vida- que
sufrió como consecuencia del estrago ocurrido en el incendio del local
denominado “República de Cromañón”, en los hechos del 30 de diciembre de
2004, según el relato del escrito de inicio.

El GCBA y el ESTADO NACIONAL contestaron la demanda


planteando la prescripción de la acción en los términos del art. 4037 del -
entonces vigente- Código Civil y efectuando una negativa general de los
hechos invocados por esta parte en su escrito de inicio.

Por medio de la sentencia de fecha 25/04/2022, el Sr. Juez


de primera instancia hizo lugar a las defensas de prescripción opuestas,
con costas a la accionante (conf. artículo 68 del C.P.C.C.N.).
Para así decidir, en primer término, indicó que, toda vez que el
objeto de autos se vinculaba con la alegada responsabilidad extracontractual
del Estado Nacional - Policía Federal Argentina y del Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, resultaba de aplicación el plazo de prescripción
previsto por el artículo 4037 del Código Civil, vigente al momento de los
hechos originantes del litigio (30 de diciembre de 2004). En este sentido, el

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Sr. Juez a quo recordó que, de conformidad con la doctrina sentada por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, el plazo de prescripción empezaba a
correr desde que existió la responsabilidad y había nacido la acción
consiguiente para hacerla valer, lo que, como regla, acontecía cuando ocurría
el hecho ilícito que originaba la responsabilidad, aunque excepcionalmente
podía determinarse en un punto de partida diferente; y para su cómputo, debía
partirse del momento en que los daños habían sido conocidos por el
reclamante y asumieron un carácter cierto y susceptible de apreciación. En el
mismo orden de ideas, puso de resalto que el plazo de prescripción del artículo
4037 del Código Civil, empezaba a computarse desde que la parte actora
había tomado conocimiento del daño. Así, el Sr. Magistrado de grado
interpretó que la toma de conocimiento respectiva, coincidía con la fecha del
estrago sucedido en el local bailable en la noche del 30 de diciembre de 2004.

A tal efecto, entendió que dicha circunstancia se vio efectivamente


cumplida “al momento de advertirse que el siniestro objeto de autos sucedió
–según las conclusiones arribadas en la causa penal– por los deficientes
controles que estaban a cargo de la Superintendencia Federal de Bomberos,
de la Policía Federal Argentina, como así también por la deficiencia de control
en las habilitaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.
Sin perjuicio de ello, el sentenciante indicó que tampoco podía
dejar de advertirse que la presente causa había sido iniciada por la Sra.
Belkiss Contino el día 5 de junio del año 2017, es decir: unos 13 años después
de la tragedia “Cromañón”, sin que a su juicio existieran elementos suficientes
que hicieran presumir que el plazo previsto en el artículo 4037 del Código Civil
se encontrara suspendido y/o interrumpido. Por lo demás, el Sr. Juez de grado
tuvo en cuenta que los padres de la aquí actora –en representación de ésta–

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habían iniciado, con fecha 28/12/2006, una demanda interruptiva de
prescripción por los mismos hechos aquí debatidos (ampliada el 12/03/2009
a efectos de obtener el resarcimiento de los daños y perjuicios padecidos por
su hija –la Sra. Belkiss Contino–), que había tramitado ante el Juzgado
Nacional de Primera Instancia en lo Civil nº 108 de esta ciudad. En dicho
contexto, indicó que con fecha 26/10/2011 la Sra. Belkiss, al momento de
alcanzar la mayoría de edad, se presentó en la referida causa y ratificó todo
lo actuado (cfr. causa: “Contino Osvaldo Federico c/ Ibarra Aníbal y otros s/
daños y perjuicios”, causa nº 113.518/2006). Por último, el Sr. Juez de la
instancia anterior remarcó que, en la causa descripta, había sido declarada la
caducidad de instancia con fecha 21/08/2014, resolución que había sido
confirmada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil con fecha
14/09/2016. causa nº 37.107/2017.

Sentado ello, el Sr. Magistrado de grado puso de resalto lo


dispuesto por que el artículo 3987 del Código Civil –vigente al momento de
los hechos– respecto de la deserción de la instancia. De modo que ante dicha
deserción, no operaba la interrupción contemplada en el art. 3986 de la
codificación vigente hasta el 31/07/2015, y según el cual la prescripción se
interrumpía por constitución en mora del deudor en forma auténtica, por una
sola vez y por un año.

En orden a ello concluyó que había sido la propia inactividad de la


parte actora el factor que, al dejar vencer los plazos correspondientes, trajo
aparejada la procedencia de la prescripción planteada.

La sentencia de primera instancia fue apelada por mi mandante.


Los agravios de esta parte se centraron en varios tópicos:

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A) La NULIDAD de la sentencia por no haber fundado su pronunciamiento en
los hechos alegados y conducentes, omitiendo considerar la alegada y larga
y debidamente sustentada interrupción de la prescripción;

B) haber omitido considerar y juzgar el reconocimiento de responsabilidad que


resulta de

i) haber reconocido el Estado local su responsabilidad a través de la propia y


concreta manifestación de su jefe de gobierno, al dar explicaciones sobre el
hecho, en 4ª Sesión Extraordinaria de la Legislatura de la Ciudad, celebrada
el 28 de enero de 2005;

ii) haber dispuesto el Jefe de Gobierno el trámite y resolución del sumario


administrativo, promovido en enero de 2005 y resuelto con cesantías el 10 de
junio de 2013, quedando firme con fecha 1 de febrero de 2017;

iii) haber reiterado y ejecutado esos reconocimientos con actos institucionales


(leyes de la Ciudad, Decretos, resoluciones) emitidos en todos los años hasta
la fecha de promoción de la demanda.

La Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones Contencioso


Administrativo Federal, en fecha 27 de diciembre de 2022, luego de precisar
los tópicos a tratar en función de los agravios, comenzó analizando la
incidencia de la promoción y sustanciación del sumario administrativo,
arguyendo que su alegación en esta instancia como hecho interruptivo,
contradeciría la aseverada en el 2006, que entendía que la demanda allí
instaurada era por si misma interruptiva. Colocándose, en la que consideró
posición más favorable a la recurrente. Afirma que “no se advierte que la
Resolución n° 001/PG/05 de la Procuración General de la Ciudad de Buenos
Aires, mediante la cual se dispuso instruir sumario administrativo a fin de

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deslindar eventuales responsabilidades disciplinarias con relación a los
hechos ocurridos el 30/12/2004 en el local denominado “República de
Cromañón”, traduzca o plasme un reconocimiento expreso o tácito de la
responsabilidad patrimonial que se ventila en autos. Consideración que es
susceptible de ser extendida, también, por un imperativo de coherencia y
lógica, a la secuela de actuaciones posterior, que culmina, según postula la
apelante, en febrero de 2017”. En orden a ello, la sentencia afirma que “el
inicio del plazo de prescripción de la acción enderezada contra el Estado o
entidad autónoma local como persona jurídica de derecho público, no quedará
supeditado a la incidencia (por suspensión ni interrupción) que pueda
derivarse de las investigaciones administrativas o institucionales ni de las
eventuales acciones penales instadas por las vías correspondientes”.

En otro orden, la sentencia de Cámara afirma que “reconocer


importa admitir, aceptar o asentir algo, y en el memorial no se justifica
acabadamente de qué modo se configura dicha aceptación o admisión. En
otras fraseologías, se alude también a la renuncia de la prescripción por el
deudor, hipotéticamente aceptable por tratarse de derechos disponibles”. En
orden a esa interpretación y con relación a los actos institucionales de diversa
naturaleza y entidad esgrimidos y relacionados en la fundamentación de la
apelación, entiende que “revisten una significación y alcances diversos al que
postula aquél, y que descartan que medie reconocimiento alguno. Así, se ha
coincidido en que aquellas se desenvuelven como respuestas institucionales
unilaterales a un suceso de singular trascendencia, lo cual descarta que
operen en el plano de la responsabilidad extracontractual que se litiga en estos
autos. Vale extender a este análisis, la hermenéutica que descartó que
mediara reconocimiento por actos que importaron diversas medidas de

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gratificación, liberalidad o apoyos de diversa índole para las víctimas del
estrago de “Cromañón”. En definitiva, “una constelación de medidas”,
causadas solo por la solidaridad y sin eficacia de reconocimiento”.

III. ADMISIBILIDAD FORMAL DEL RECURSO EXTRAORDINARIO

El Recurso Extraordinario que se plantea es admisible, ya que se


cuestiona una sentencia definitiva que proviene de la Cámara Nacional de
Apelaciones Contencioso Administrativo Federal. Nos encontramos ante una
cuestión federal por arbitrariedad de sentencia y por gravedad institucional,
conforme se fundará en el capítulo respectivo.

Asimismo, la interposición del presente recurso se sustenta en la


violación de los derechos consagrados en la Constitución Nacional de
propiedad (art. 17 de la C.N.), de defensa en juicio (18 de la 4 CN) y la
jerarquía jurídica de las normas (art. 31 de la CN), conforme se desarrollará
más adelante.

III.a. LA DECISIÓN APELADA PROVIENE DEL SUPERIOR TRIBUNAL DE


LA CAUSA Y REVISTE CARÁCTER DE SENTENCIA DEFINITIVA

(i) Tribunal superior de la causa

Considerando que la resolución sobre la que versa el remedio


federal emana de la Cámara Nacional de Apelaciones Contencioso
Administrativo Federal, sus decisiones sólo son susceptibles de recurso
extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (conf. art. 6° de
la 16 Ley 4055 y art. 14 de la Ley 48.

(ii) Sentencia definitiva

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Es requisito legal para la admisibilidad del Recurso Extraordinario
Federal que la sentencia que se recurre sea definitiva (arts. 4to. de la Ley 48
y 257 del CPCCN).

El recaudo mencionado, en el párrafo anterior, se encuentra


cumplido.

El recurso extraordinario se interpone contra la sentencia dictada


en la causa por la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones Contencioso
Administrativo Federal el 27 de diciembre de 2022, que causa a esta parte un
agravio de imposible reparación ulterior, toda vez que declara prescripta la
acción para demandar al GCBA y al Estado Nacional, afectando además del
derecho de propiedad, el del debido proceso y defensa en juicio y consistiendo
la causa una cuestión de gravedad institucional, como desarrollo en el capítulo
siguiente. Ha expresado también el alto Tribunal que: "La apelación del
artículo 14 de la ley 48 debe interponerse contra sentencia definitiva que haya
dictado el Superior Tribunal de la causa, una vez agotadas las instancias
existentes en las respectivas jurisdicciones, para el examen y decisión de las
cuestiones federales planteadas."(Fallos 301:961).

Lo sostenido y decidido por la Cámara Nacional de Apelaciones


Contencioso Administrativo Federal en la resolución impugnada es entonces
una sentencia definitiva.
III.b. EL TRIBUNAL RECURRIDO Y EL PRESENTE RECURSO
EXTRAORDINARO

Precisamente, la gravedad institucional que involucra la causa,


excusa y posibilita que el propio Tribunal objetado por la arbitrariedad
de su sentencia, pueda pronunciarse sobre la admisibilidad del recurso.

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En efecto, en casos de esta trascendencia, esta exceptuado de
considerar las objeciones a sus razones, habilitando la instancia superior en
merito a las características del hecho, su repercusión, efectos y cuanto él
involucra. Así, por lo demás, esta sostenido en la fundamentación que
precede.

III.c. CIRCUNSTANCIAS DE LA CAUSA RELACIONADAS CON LAS


CUESTIONES FEDERALES

(i) Las cuestiones federales involucradas en el caso

El fallo de fecha 27 de diciembre de 2022 resulta arbitrario toda


vez que se admite una excepción de prescripción con una sentencia
sustentada en consideraciones apartadas de los hechos esgrimidos y
conducentes, construidas con razones aparentes y equivocadas, que
desnaturalizan el sentido de las disposiciones implicadas.

Asimismo, al resolver como lo hace involucra la responsabilidad


internacional de la República, ya que impide la reparación del daño
concausado por la conducta penalmente ilícita de un subcomisario condenado
por cohecho, a una víctima que lo reclama con sustento en el derecho humano
a la integridad.

De igual manera, en la causa concurren circunstancias y


consideraciones de la propia Corte y otras autoridades, que la configuran
como de gravedad institucional.

Asimismo, se encuentra involucrada en el caso de autos la


violación de los derechos consagrados en la Constitución Nacional de

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propiedad (art. 17) de defensa en juicio (art. 18) y la jerarquía jurídica de las
normas (art. 31).

1. Arbitrariedad

La sentencia de fecha 27 de diciembre de 2022 es arbitraria. Por


ello existe, también, cuestión federal que habilita la interposición del presente
recurso, esto en orden a la extendida jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación (Fallos: 334: 852, 332:1210, 332:466).

En tal sentido, ha indicado la doctrina que: "...la noción de


"sentencia arbitraria" o, mejor dicho, la procedencia del recurso en los casos
en que se trata de rever pronunciamientos susceptibles de ser así rotulados,
se funda directamente en la Constitución Nacional y, en especial en la garantía
de la defensa en juicio establecida por el artículo. Una sentencia arbitraria no
es una sentencia judicial a los fines de este precepto. El "cuarto inciso" del art.
14, ley 48, está en cierto modo escrito en la Constitución" (Carrió, Genaro R.
y Carriò Alejandro D.; "El Recurso Extraordinario por Sentencia Arbitraria en
la Jurisprudencia de la Corte Suprema", página 40, Ed. Abeledo Perrot,
tercera edición actualizada, Bs. As., 1987).

En primer lugar, el sentenciante y sin decirlo expresamente, ejerce


una hermenéutica de la prescripción de una acción de daños por violación a
un derecho humano, perpetrada por el Estado local, absolutamente
contraria a lo sostenido por esa Corte Suprema (CSJN, Fallos 213:71;
295:420; 308:1339; 318:879; 323:192, 326:742; 327:1629, 329:1012, entre
muchos otros) y a las reglas convencionales que hemos citado en la
demanda(Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de
violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos

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y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer
recursos y obtener reparaciones, sancionados por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, Resolución 60/147 y Convención de las Naciones Unidas
contra la corrupción). Particularmente, las allí contenidas con relación a la
prescripción, aplicables en este caso a una víctima de los hechos materia de
autos, afectada en su derecho a la integridad (por daños psíquicos y
personales).

La hermenéutica de la Cámara, aun invocando sofísticamente


colocarse en el sesgo más beneficioso, realiza lo contrario y a través de un
ejercicio retorico despliega una interpretación amplia de la materia
prescriptiva, en lugar de la estricta que impone el Código que juzga aplicable
y las normas convencionales vinculantes. Ese ejercicio se advierte desde el
inicio, al atribuir inconsecuencia en el hecho interruptivo de la prescripción
entre una demanda promovida en el 2006 y una deducida once años después,
sin justificar el argumento anacrónico con razones sustentables.

Y en ese afán retorico, omite la consideración de hechos esenciales


y conducentes, al interpretar aisladamente el sumario administrativo,
omitiendo que el mismo plasma un reconocimiento de responsabilidad anterior
hecho por el propio Poder Ejecutivo de la Ciudad. Ese reconocimiento fue
hecho por dicho Poder en la fundamentación del pedido de asistencia
financiera hecho al Banco Mundial en 2004 y reiterado por el propio Jefe de
Gobierno, Aníbal Ibarra, en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, en su 4° Sesión Extraordinaria celebrada el 28 de enero de 2005. Allí,
entre otras cosas, éste manifestó que quería “ser más preciso en las fallas
estructurales del área de Seguridad y Justicia…con una gestión ineficiente y
poco transparente … tenía y tiene –y me hago cargo como Jefe de Gobierno

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– las siguientes problemáticas: circuitos administrativos poco claros; falta de
organización en las distintas áreas de la Secretaria de Justicia y Seguridad
Urbana; falta de capacitación básica en informática del personal; falta de
recursos humanos especializados en diversas temáticas; inercia del personal;
resistencia al cambio; parque informático deficiente; sistemas en tecnologías
heterogéneas; falta de integración con sistemas de las demás reparticiones
del gobierno de la ciudad; duplicación de ingresos de datos en diferentes
entornos operativos; falta de indicadores de gestión; falta de un sistema
integral para la activación de dispositivos ante situaciones de emergencia;
falta de un sistema para el control y seguimiento de habilitaciones y permisos
de actividades comerciales; falta de un sistema para una visión integral de
diversos fenómenos vinculados con la seguridad de la ciudad; falta de un
sistema para el control, seguimiento y actualización de tareas vinculadas con
la fiscalización de obras particulares y catastro. A pesar del esfuerzo, el área
presentaba deficiencias estructurales; y mi gobierno, señoras y señores
legisladores, no hace este diagnóstico ahora que ocurrió lo de Cromañón, y
que provoca, porque es necesario que provoque, análisis, dictámenes,
opiniones, reflexiones, sino que consta en un documento público que
entregamos al BID … para la obtención de un crédito para mejorar y
modernizar esa área porque tenía todos esos defectos”. Un mensaje del Jefe
de Gobierno, que reproduce un acto del mismo Poder, tiene la misma
trascendencia institucional que cualquiera de los otros actos institucionales
del mismo nivel, y exigía por su conducencia ser considerado en el fallo.

La contundencia de ese reconocimiento, tiene la misma entidad


que el valorado por V.E. en el precedente “LAPLACETTE, JUAN -SU
SUCESIÓN- Y OTROS C/PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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S/INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS” (CSJN, Fallos 195:66)
oportunidad en la que se entendió que dicho acto de reconocimiento podía
provenir y derivar tácitamente de una declaración de los poderes públicos
demandados.

Ese reconocimiento inicial preside todos los actos institucionales


relacionados en la apelación y que son sus concreciones y ejecución. Incluso
el sumario administrativo, no solo no lo desmiente, sino que lo confirma ya
que la indagación del alcance de la responsabilidad disciplinaria de agentes y
funcionarios, permitía en el Código Civil que se juzgó aplicable, mensurar el
alcance de la obligación de reparar conforme resulta de sus arts. 901 a 906,
521, 1072 y cctes.

En tal orden, el a-quo distorsiona la valoración debida de hechos


conducentes, al atribuir a la solidaridad la causa de actos que son ejecución
de la responsabilidad asumida y que, de otra manera, en lugar de constituir
actos solidarios serian discriminatorios respecto de un colectivo (las victimas
del hecho) con el cual no media obligación alguna de responder.

Esa inconsecuencia del fallo, se advierte con la conducencia y


relevancia de la ley de la Ciudad la ley 4786, denominada de “Reparación
Integral A Las Víctimas Sobrevivientes Y Familiares De Víctimas Fatales De
“La Tragedia República De Cromañón”, la que regla prestaciones de salud,
educación, inserción laboral y asistencia económica, a modo de reparación.
Precisamente en su consideración en la legislatura la miembro informante dijo
“Había que elaborar una ley para que el Estado se haga responsable. Hoy
esta ley garantiza que el Estado de la Ciudad se haga responsable de lo
que sucedió esa noche. Pasaron distintos gobiernos, pero es el mismo

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Estado el que tiene que reparar a las víctimas….Lo principal es que hoy
todos los diputados de esta Casa van a votar que el Estado se haga
responsable. A pesar de que se van a cumplir 9 años el 30 de diciembre, por
fin el Estado de la Ciudad se hará responsable de una ley para todas las
víctimas, para todas las personas que estuvieron allí y sus familiares. El
Estado se hará responsable de lo que les sucedió a estos chicos” (Acta de la
Vigesimoséptima Sesión Ordinaria de la Legislatura, celebrada el 28 de
noviembre de 2013 (cuya versión taquigráfica, se halla en:
https://www.legislatura.gov.ar/seccion/versiones-taquigraficas.html).

En el ya citado precedente LAPLACETTE (Fallos 195-66) V.S.


“tuvo…en cuenta el tenor del respectivo mensaje del gobernador bonaerense,
en el cual se manifestaba que el envío de ciertos proyectos de ley estaba
relacionado con la solución que se propiciaba dar a las diversas cuestiones
pendientes entre su gobierno y los propietarios de ciertos terrenos que habían
sido damnificados por la traza de un canal, y de ese modo se procuraba poner
fin a la serie de cuestiones pendientes entre la administración y los vecinos
perjudicados por las obras respectivas”. “Se consideró claro, en aquel
contexto, que para el estado provincial demandado tenían derecho a
indemnización todos los afectados; y habida cuenta de que Laplacette lo era,
se desestimó la defensa de prescripción; en otras palabras: se tuvo por
configurado el reconocimiento que mantenía viva la acción”.

Tal conclusión, que permitió considerar que el reconocimiento


efectuado por el Estado Nacional importó mantener viva la medida que el
dictado de la Ley local Nº 4786, sobre Reparación Integral a las víctimas
sobrevivientes y familiares de víctimas fatales de “La Tragedia República de
Cromañón”, puede también ser entendido como un reconocimiento

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incondicional y absoluto de su responsabilidad, en atención a sus términos y
al contexto en el que fue sancionada, y como consecuencia como una
renuncia a cualquier prescripción ganada.

Una inteligencia similar cabe atribuir a la ley 5248 (B.O.C.B.A. N°


4624, del 24.4.2015), y a lo dispuesto por las leyes 1638, 1695, 1792, 1917,
1977, 3895, 5121m 5493, 5913, 5914, 6103, 6214. Es de señalar que las
leyes 1917, 1977 y 6214, sancionan actos de memoria, que son modos de
reparación a través de la memoria (C.I.D.H. caso Garrido y Baigorria vs.
Argentina; caso Familia Barrios vs. Venezuela; caso Niños de la Calle
(Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala; caso Juan Gelman vs. Uruguay;
caso Hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú; caso 19 Comerciantes vs.
Colombia; caso Masacre Plan de Sánchez vs. Guatemala). De igual manera
respecto de los Decretos del Poder Ejecutivo de la Ciudad y sus
considerandos: 1/2005; 3/2005; 4/2005; 67/2005; 692/2005; 1859/2005;
421/2006; 1915/2006; 2120/2006; 150/2007; 84/2008; 543/2008; 1172/2008;
1209/2008; 850/2010; 193/2012; 393/2013; 118/2014; 96/2015. Todos ellos
alegados y omitidos por el sentenciante a pesar de que no son normas
intrascendentes, sino atinentes a la defensa contra la prescripción, relevantes
y conducentes, que ameritaban consideración, y valoración.

Adviértase de todo lo que venimos relacionando, que la Ciudad


Autónoma de Buenos Aires, creo e implementó un sistema normativo
permanente (que llega hasta el año en curso, con normas que lo
completan) que resultaría irracional, excesivo, discriminatorio y consumatorio
de un desvío ilegal de fondos públicos, si es la respuesta a un evento en el
que la Ciudad no tuvo responsabilidad. Ese sistema es, precisamente la
respuesta (declamatoria, ineficiente o poco eficiente, eso no importa a

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los efectos presentes), a su compromiso obligacional por la falta de
servicio que causó tantas víctimas: 193 muertos y 5000 lesionados (cifras de
las sentencias orales).

Todo este cuerpo le fue sistemáticamente presentado al tribunal


sentenciante y nada dijo, ni siquiera se expresó sobre su irrelevancia.

Tampoco atribuyó valor alguno, ya que no lo consideró, a la


presencia como parte de la Ciudad y del Estado Nacional en el juicio oral, que
es base de las sentencias de daños. Y hemos argüido que esa participación,
si bien causada por la demanda penal de daños del padre de una fallecida, no
deja de tener consecuencias sobre el conocimiento por los Estados aquí
condenados de un universo de querellantes que persiguen su
responsabilización, incluso en la jurisdicción civil y ante el que habrían de
responder. Tampoco nada dijo sobre que la defensa del integrante de la
policía Federal, condenado a pena de prisión por recibir una dadiva, fue
realizada por la estructura oficial de los abogados de la Policía Federal y el
alcance que ese involucramiento tiene respecto de los compromisos
asumidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre la corrupción,
ya citada.

Hay arbitrariedad también en desoír doctrina de la Corte Suprema


(Fallos 323: 2322; 324:324 y 481), especialmente citada y transcripta. Nos
referimos a la sentencia dictada por el Alto Tribunal, con fecha CS, 10.3.2015,
in re "Faifman, Ruth Myriam y otros cl Estado Nacional s/daños y perjuicios",
Fallos 338-161. En ese pronunciamiento que debió ser atendido, o al
menos desechado expresamente y con razones, no solo se funda
adecuadamente la interrupción de la prescripción en caso de

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responsabilidad estatal, sino también la doctrina de los actos propios y
la buena fe exigible al Estado.

Buena fe que no evidencia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,


cuando con reiteración esgrime los subsidios en sus contestaciones,
como montos que deben ser detraídos de la reparación, y en otros
propicia su irrelevancia o la condiciones de meras gratificaciones,
carentes de vínculo con la responsabilidad del Estado local. Esta es la
posición que asume el Tribunal sentenciante, sin detenerse a reflexionar en la
irracionalidad estatal que supone subsidiar durante 19 años a víctimas de un
hecho ajeno y no hacerlo con las numerosas de otros hechos también con
victimas públicas. Sobre todo cuando esa irracionalidad se subraya con el
cuadro de asistencias educativas, sanitarias, psicológicas, laborales, de
recreación, de exoneración de gastos por la conservación de tumbas, de que
también son objeto los que padecieron lo ocurrido en República de Cromañón
y que le son evidenciadas.

2. Compromiso De La Responsabilidad Internacional De La Republica

En segundo lugar, si la decisión implica extinguir la acción por la


reparación implica, en consecuencia, asegurar la impunidad de los
condenados, con lo que se habrá comprometido la responsabilidad
internacional de la República (Fallos: 326:2805L; 327:3312; 323:2035). Ello
no solo porque la materia de la causa es la violación de un derecho humano
de la actora (Fallos: 327:5668), sino también por violación al artículo 63 de la
Convencen Interamericana de Derechos Humanos, norma autónoma que no
está sujeta a la eficacia de los instrumentos de reparación existentes en el
derecho interno del Estado Parte responsable de la infracción (CIDH, Caso

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Velásquez Rodríguez – indemnización compensatoria, párr. 30; Caso
Godínez Cruz, indemnización compensatoria, párr. 28; Caso Bámaca
Velásquez – reparaciones, párr. 39; Caso Trujillo Oroza – reparaciones, párr.
61).

Como se advierte en la relación de la arbitrariedad, el modo de


decidir causa impunidad, la que alcanza también a la reparación (Caso
Godínez Cruz, párr. 185 primera parte). Incluso violenta expresamente los
arts., 7 y IX de los Principios y directrices básicos sobre el derecho de las
víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de
derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional
humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones, sancionados por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, Resolución 60/147 aprobada el
16 de diciembre de 2005.

De igual manera, ese modo de resolver también violenta los


compromisos asumidos en los arts. 34 y 35 de la Convención de las Naciones
Unidas contra la Corrupción, aprobada por ley 26097, ya que la
responsabilidad por las consecuencias de un cohecho de un comisario que
causa muertes y lesiones graves a miles de personas, no se satisfacen con
una sentencia arbitraria.

3. La Cuestión De La Gravedad Institucional En La Causa Sometida

Como se ha relacionado, esta es una de las causas promovidas


por las victimas de lo acontecido en Republica de Cromañón.

El citado hecho ha sido y es un evento dramático que por sus


causas, sus proporciones y sus consecuencias, ha determinado que lo que se

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decida en sus procesos de responsabilización (tanto penal como civil)
involucre la gravedad institucional.

Fue un punto de inflexión en la historia de la Ciudad Autónoma de


Buenos Aires, en todos sus aspectos, y en la Nación por la naturaleza y
dimensión de la tragedia.

El Poder Ejecutivo Nacional comenzó a reconocer formalmente


esto desde los momentos iniciales. Así, en los considerandos del Decreto
525/2005, el Presidente de la Nación dijo: “Que dichas actuaciones se
relacionan con la tragedia ocurrida el pasado 30 de diciembre de 2004, en la
discoteca “REPUBLICA CROMAGNON”, sita en la calle Bartolomé Mitre Nº
3060 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Que los hechos ocurridos en
el mencionado local bailable provocaron el trágico infortunio que enluta a
todos los argentinos, y que por su particular magnitud, no registra precedentes
en nuestra historia, al cobrarse la vida de CIENTO NOVENTA Y TRES (193)
personas. Que el Gobierno Nacional, en cumplimiento de su compromiso
irrenunciable de promover de modo exhaustivo la investigación y prestar
apoyo a la tarea jurisdiccional acompañará a las víctimas, sus familiares y
amigos, en el largo y doloroso camino del esclarecimiento de los hechos, para
que surja la verdad y para que, desde el primero al último de los responsables,
sean debidamente sancionados. Que la intrincada trama de responsabilidades
que puede vislumbrarse detrás de un acontecimiento de esta magnitud,
compromete al Gobierno Nacional a redoblar de modo permanente, el
esfuerzo para dar una respuesta rápida y eficaz. Que el Gobierno Nacional
entiende que la mejor manera de acompañar a las familias damnificadas, es
manteniendo la actitud de respeto por su dolor, apoyando a los padres, hijos,
hermanos, tíos, abuelos y amigos de las víctimas, aun cuando las voces del

19
horror se acallen y los medios de comunicación se retiren. Que en ese orden
resulta fundamental proveer una asistencia financiera para solventar los
honorarios de los profesionales letrados intervinientes, como representantes
o como patrocinantes, en las causas penales promovidas por las familias de
las víctimas, como así también los gastos causídicos que resulten de interés
a la parte querellante” (B.O. Nº 30659, 23-may-2005). La Ciudad también
destacó que lo ocurrido “constituye una tragedia inédita en la Ciudad de
Buenos Aires por la cantidad de personas afectadas y el impacto social que
produjo, acontecimiento sin precedentes y de carácter colectivo”
(Considerandos de su Decreto del Jefe de Gobierno Decreto 692/2005), una
de las numerosísimas manifestaciones de reconocimiento que se relacionaron
para fundar la interrupción de la prescripción.
El hecho conmovió a la sociedad toda ya que la dimensión de la
tragedia (la más grande en la historia argentina, de víctimas civiles) no dejaba
a nadie indiferente. La responsabilidad, la justicia, la corrupción, la
inseguridad de los lugares públicos, se convirtieron en una obsesión,
manifestada por infinidad de reacciones sociales. El edificio de los tribunales
fue rodeado de una manifestación de once cuadras, cuando se decidió la
excarcelación de Omar Chabán. La Excma. Corte Suprema fue consciente
de ello, cuando recibió presentaciones directas del Ministerio Publico, donde
advirtió que “Sin dejar de reconocer la repercusión pública de las cuestiones
que se pretende llevar a conocimiento de la Corte Suprema a través de la
presentación directa la jurisdicción de la misma tiene su curso procesal
regular” (Fiscal General ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional a cargo de la Fiscalía N° 1 s/ interpone recurso

20
extraordinario en autos: "Chabán, Omar Emir s/ excarcelación". F. 691. XLI.
17/05/2005 Fallos: 328:1564”.

La atención comunitaria sobre la causa, no solo fue suscitada por


el enjuiciamiento y remoción del Jefe de Gobierno de la Ciudad y los
tremendos efectos políticos que en ella esto causó (que aun hoy se viven),
sino también por el doloroso entramado de negligencia, displicencia,
corrupción, anomia y afectación de la juventud que el hecho entrañaba.
“Cromañón” pasó a ser un sustantivo, con significado propio: lo que está mal,
que daña, y es corrupto y concita la excesiva codicia empresarial. Hoy está
instalado como tal, e incluso se habla de una “lógica cromañón”
(https://www.anred.org/2014/12/31/la-logica-cromanon-es-el-funcionamiento-
perverso-del-estado-y-los-empresarios/).

La Ciudad, según queda dicho, quedó conmovida en todas sus


estructuras políticas y organizacionales, y Cromañón causó un revulsivo de
medidas, revisiones y reformas, una nueva estructura de control, un nuevo
sistema de emergencia (lo que significa un nuevo “Plan de Manejo ante
emergencias de esta magnitud”, según los Considerandos del Decreto
1172/2008, que produjo el nuevo SAME, que pudo enfrentar adecuadamente
la tragedia ferroviaria de Once, percibimos hoy y exportamos a la Provincia
de Buenos Aires), todos cambios atados a las numerosas causas judiciales
que el hecho generó. Hasta la arquitectura escolar fue objeto de revisión y
corrección, con intervención de la Justicia de la Ciudad a través de largos
años. Esto sin perjuicio de remediar la obsolescencia de las normas
(Considerandos Decreto 3/2005 de C.A.B.A.), procediendo a “una revisión de
la normativa” (Considerandos Decreto 1/2005 de C.A.B.A.).

21
El Poder Judicial fue consciente de esta trascendencia y actuó de
manera particular. En primer lugar, brindando asistencia directa al Juzgado
en lo Criminal de Instrucción Número 1 y luego al propio Tribunal Oral 24. Más
aún, el Juicio oral que se iba a llevar a cabo para juzgar las responsabilidades,
fue tratado como uno de los más trascendentes, precisamente por la gravedad
que mencionamos. La propia Corte, no solo cedió su sala de audiencias para
su celebración, sino que participó directamente de la escenografía del propio
juicio, ya que su imagen era relevante. Este letrado se reunió en tres
ocasiones con el Presidente de la Corte para discutir temas, como por
ejemplo, la ubicación de las querellas en la Sala (sobre estas intervenciones
ver: “hablan los jueces de cromañón”, entrevista en la que esos Jueces relatan
también estos hechos en la Revista de la Asociación de Magistrados: Año 13
- Número 89, pgs.11 y ss. Igualmente en:
https://www.infobae.com/sociedad/policiales/2018/12/30/a-10-anos-del-juicio-
oral-por-la-tragedia-de-cromanon-hablan-los-jueces-cada-relato-era-convivir-
con-la-muerte-y-cuando-terminamos-lloramos-todos/).

El propio Presidente de la Corte Suprema destacó esta


trascendencia institucional, en ocasión de sus Discursos de Inicio del año
Judicial. Así el 6 de marzo de 2012 (https://www.cij.gov.ar/nota-8709-
Lorenzetti-convoc--a-los-jueces-a-trabajar-por-un-modelo-de-Justicia-m-s-
cercano-a-los-intereses-de-los-argentinos.html); o el 26 de febrero de 2013:
“Hay un tema que nos preocupa muchísimo y sobre el cual hablamos en el
discurso del año pasado. Cada uno de los argentinos tiene en su memoria y
en su corazón, el nombre de una tragedia: “República Cromañón”, “Lapa”,
“Río Tercero”, “Once”, “Amia”, “Embajada de Israel”, “Juicios de lesa
humanidad”. Las tragedias colectivas se transforman en tragedias

22
judiciales porque las normas de procedimiento son antiguas, no están
pensadas para las megacausas. Por eso es imprescindible convocar a los
demás poderes del Estado, tanto nacional como provincial, para discutir
un régimen procesal especial (https://www.cij.gov.ar/nota-10773--Debemos-
sentar-las-bases-para-que-nuestros-hijos-y-nietos-puedan-decir-lo-que-
piensan--discutir-libremente--sin-que-nadie-los-persiga-.html); apertura del
año 2015: “nuestras tragedias” (https://www.cij.gov.ar/nota-14780-La-Corte-
realiz--el-acto-de-apertura-del-a-o-judicial.html).

La sensibilidad especial, incluso se vio en el detalle, de la “celeridad


y economía procesal”, que revela la Corte al dirimir la cuestión de competencia
de los juicios de daños (C. 662. XLIV. COM 09/03/2010, Fallos: 333:225).

El juicio oral fue transmitido en sus partes esenciales, estuvo como


un destacado especial en la página del Centro de Información Judicial,
durante muchos años. Integró la imagen que se quiere construir del Poder
Judicial y que estuvo y está comprometida por lo ocurrido.

En definitiva, cada resolución trascendente es objeto de


expectación publica (los principales diarios trascriben las resoluciones de
daños, con tal reiteración que excusa la cita, pero que evidencian la atención
sobre una tragedia que cruzó a todos).

Pero la repercusión no se limita a su reproducción mediática. Las


acciones judiciales han producido y producen consecuencias, y en igual
medida lo hacen las acciones de daños (Carlos Nino, Un país al margen de la
ley, Ariel, Buenos Aires 2011, pgs.230/233) suscitando medidas en las
aseguradoras y en las personas y entidades que deben contemplar riesgos
similares.

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La Iglesia Católica, por su parte, también fue conmovida por el
hecho, y ello dio lugar a diversas y duras manifestaciones del Cardenal
Primado, Jorge Bergoglio (hoy Papa Francisco) sobre la ciudad de Buenos
Aires, ciudad “distraída, dispersa y egoísta», que “no lloró lo suficiente y que
debe hacerlo” porque le «hace falte ser purificada por las lágrima (Homilía del
30.12.2005, https://www.rionegro.com.ar/bergoglio-buenos-aires-no-lloro-lo-
suficiente-BYHRN05123114311403/, reiterada en las homilías de los años
siguientes).

Es, en definitiva, una causa, expectativa, conmoción y atención


semejantes a las destacadas en el fallo de la Corte de 14 de noviembre de
1963 y en el dictamen del procurador, en “Recurso de Hecho por Ernesto E.
Sanmartino en la Causa Penjerek, Norma Mirta” (Fallos 257-132).

III. D INTRODUCCIÓN DEL PLANTEO FEDERAL

El presente recurso extraordinario se interpone ante la Sala II de la


Cámara Nacional de Apelaciones Contencioso Administrativo Federal -
órgano que emitió el decisorio recurrido- dentro del término de diez días
establecido por el art. 257 del CPCCN, contado desde la fecha en que se
notificara mi representada de la sentencia atacada, el 27 de diciembre de
2022, mediante cédula electrónica.

En virtud de lo cual, el presente recurso es interpuesto en tiempo


oportuno.

24
Además de ello, la cuestión federal fue introducida por esta parte
con la primera presentación efectuada en autos y mantenida al expresar
agravios por esta parte.

IV. PETITORIO

En mérito a lo expuesto a V.E. solicito:

1) Se tenga por presentado, en legal tiempo y forma, el presente


Recurso Extraordinario Federal contra la sentencia de fecha 27 de diciembre
de 2022

2) Previo traslado de estilo, conceda el recurso interpuesto, con


costas.

A la Excma. Corte Suprema solicito que:

3) Revoque la sentencia recurrida en lo que es materia de este


remedio, y

4) Disponga el dictado del pronunciamiento correspondiente, con


costas.

Proveer de conformidad,

SERA JUSTICIA.

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