Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
las aguas de un mar que parece siempre querer pertenecer a ella; avanza y regresa como si la inercia
supiera la duda que contiene su sentir.
El mar no puede hacer más que amarla. La luna irradia alegría y poesía a todos los que la miran, él sabe
perfectamente que aquel brillo no es sólo suyo, pero el mar atrapa esa luz y la refleja con el afán de llamar
su atención.
Él levanta sus olas en un esfuerzo inútil para poder alcanzarla; la ola se rompe en las rocas como un llanto
agónico que ni siquiera ella puede escuchar. La luna no depende de él, pero él vive gracias a ella, a ese
poder extraño que tiene sobre él y que jamás se detendrá hasta que alguno de los dos pare de existir.
Él, el mar; enamorado de la luna la cual no deja de mirar al sol.
Verificando el aprendizaje
Verificando el aprendizaje